J.C. Hidalgo's Blog, page 20

May 1, 2019

Aprendiendo a relatar historias

¿Prefieres versión en podcast?



https://www.ivoox.com/dcp-01-aprendiendo-a-escribir_md_35234338_wp_1.mp3

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En blogs y foros, casi todo lo que me encuentro son entradas tipo “cómo hacer personajes interesantes” o “10 cosas que debes evitar con tus personajes” y etc. Pero sobre escribir, estructurar y relatar, no encuentro apenas nada.


Gracias a un podcast de Todopoderosos, he descubierto, hace unos meses, el concepto de “el camino del héroe”, de Joseph Campbell, que me hizo traspasar el primer umbral, y encontré un breve resumen, pero muy claro en el blog de Victor Sellés.


También conocido como “monomito”, Campbell, nos cuenta cómo a lo largo de los años y los países se mantiene una cierta estructura común que nos ha llegado a día de hoy, se sigue usando en la narrativa contemporánea, y la podemos ver constantemente en la inmensa mayoría de las películas, series y novelas que vemos.


Esto no funciona porque alguien dice “esto hay que hacerlo así”, sino porque desde que nacemos hemos consumido historias siguiendo ese “modelo”, bastante flexible por otro lado, nos hemos acosumbrado a él, y así es como nos gusta recibir las historias. Por esto, cuando vemos una película o libro de una forma que se carga este convenio, nos puede producir una disonancia que haga que quizá nos sintamos confusos (como le pasó a mucha gente en el estreno de Pulp Fiction).


Además de esto, a nuestro cerebro le gusta recibir la información de una forma que le resulta agradable y simple de entender, así que, supongo, a base de evolución y prueba/error, la manera de narrar y estructurar una historia ha ido, de generación en generación, adaptándose a esta comodidad exigida por nuestro sistema cognitivo.


Por esto, aprender a estructurar, conocer estos convenios sociales y saber cómo le gusta al coco recibir la información, lo considero muy importante, especialmente siendo que todabía estoy desarrollandome como escritor. Luego, cuando ya tenga esas bases bien asentadas, entienda los pasos y porqué se hacen las cosas como se hacen, ya tendré tiempo para hacer variaciones personales.


Esto es como hacer montañismo: lanzarse a la montaña en plan asilvestrado solo lleva a que te puedas romper la crisma. Primero es conveniente conocer las reglas y cuando me sienta con la suficiente experiencia, desarrollar un estilo propio.


A continuación voy a poner varios recursos que he encontrado, y de los que he aprendido cosas útiles para escribir de forma profesional.


Libros

Algunos de estos libros son difíciles de encontrar en español, o al menos, más caros.


[image error]The hero with a thousand faces, de Joseph Campbell. Es prácticamente la referencia madre que muchos autores/as ponen. Me parece un poco denso de leer, porque el autor se emociona mucho, y a veces se se pierde un poco con lo que quiere decir. En realidad no es un libro para aprender a contar cuentos, sino un metaanálisis de los cuentos folclóricos del mundo, por eso, antes que este, recomendaría leer primero el siguiente.


[image error]The writer´s journey, Christopher Vogler. Aquí, Vogler hizo una versión del “hero with thousand faces” más digerible y centrado en la escritura. Lo considero un libro de cabecera, facil de entender y que creo que deberían leerse todas aquellas personas que quieren meterse en el mundo de la narración, no para seguirlo al pie de la letra, sino para comprender los conceptos básicos que componen la estructura básica y común en las historias que consumimos en el día a día.


[image error]“Hitchcock/Truffaut”, de Truffaut. En él, se recogen unas cincuenta horas de entrevista con Hitchcock (de ahí el nombre). Aparte de hablar mucho sobre cine y la carrera del director británico, también tiene perlas de sabiduría que este maestro que ha ido atesorando, y son de conocimiento básico en todo tipo de narración,  tales como “la bomba bajo la mesa” o el concepto del “McGuffin”.


Sobre el bloqueo del escritor, de Victoria Nelson. Este no me lo he terminado, pero hasta [image error]donde he llegado me parece muy interesante. No es un libro de autoayuda, ni te van a dar lo consejos baratos de “escribe quinientas palabras todos los días”, ni enseña a escribir, sino que trata, de forma psicológica y sería, el tema del famoso bloqueo del escritor, causas psicológicas que subyacen a él, y ayuda a entenderlo lo cual lleva a poder combatirlo. Aunque está centrado en la escritura, es fácilmente aplicable a cualquier otra disciplina artística.


[image error]Steal like an artist”, Austin Kleon. Lo compré por una libra y media, y no pagaría mucho más por él. No obstante es curioso e interesante de leer. No aporta grandes lecciones ni va a cambiar la vida de nadie, y la mayor parte de las cosas que dice, se pueden encontrar en otros lados, pero para pillar conceptos y romper tópicos sobre copiar o no de otros artistas, va fenómeno, especialmente cuando se empieza.




Youtube

[image error]5 libros para iniciarse en el guión, de Scarlew Harzac.  En el que recomienda 5 libros para… bueno, para iniciarse en el guión. Obviamente, escribir guiones y novelas no es lo mismo, pero la esencia sí.


El canal “Just write” está lleno de videos muy interesantes en los que el autor saa lecciones del cine y las aplica en la escritura. Poco más que decir, pero mucho que aconsejar.


Podcast

[image error]Todopoderosos en general. Aunque no enseñan a escribir, suelen hablar de autores, principalmente directores de cine, en los que los desmenuzan de una forma que no he encontrado en otras partes. He aprendido muchos conceptos y técnicas gracias a este programa, así como la vida e historia de autores/as famosos, sacándolos de los cuentos de cenicienta tipo “escribió un libro y triunfó”. Especialmente recomendable el dedicado a Rowling y el de Star Wars. Aviso: se interrumpen continuamente unos a otros, y al principio pueden poner nervioso por esto, pero te acostumbras rápido.


30 teclas por hora, un podcast llevado por unos chicos que analizan conceptos de la escritura y edición. Tienen varios podcast dedicados a las cosas de las que habla Vogler en “the writer’s journey”, por lo que ayuda a complementarlo.


En lista de espera:

Voy a poner una lista de los que quiero leerme, en función de lo que la vox populi los aconseja.


Creating Character Arcs, K.M. Weiland


Save the cat, Blake Synder (este ya lo menciona Scarlew en su vídeo).


La semilla inmortal, Ballo, Jordi & Perez, Xavier.


Story, Robert McKee


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Published on May 01, 2019 14:19

April 7, 2019

Nominado al Sunshine Blogger Award

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Para mi sorpresa, he sido nominado para algo: al SUNSHINE BLOGGER AWARD (¿a quién se le a ocurrido ese nombre?). Ha sido nada menos que el bufón loco de Somewhere in Provenza. Así que muchas gracias por introducirme en este mundillo.


Lo hago con bastante retraso, pero lo hago.


Esta nominación consiste en contestar una pequeña entrevista, poniendo el logo, nominar a once blogueros a los que les formularé otras once preguntas, ya sean las mismas u otras.


Como todo, tiene unas reglas:


1.- No se habla del club de la lucha.


2.- Agradecer y mencionar al bloguero que te ha nominado enlazando su blog.


3.- Insertar el logo de los Sunshine Blogger Award en el post.


4.- Contestar a las once preguntas que te plantean.


5.- Nominar a once blogueros.


6.- Formular once preguntas para ser contestadas. Indicar las reglas de las nominaciones.


Aquí vienen las preguntas que hizo Bufón Loco:


 


1.-¿Qué te impulsó a crear un blog?


El primero que hice, MundoBizarresco, fue por hacer el tonto, y soltar las sandeces que mi mente demente no para de parir. Ahora lo hago a través del podcast Mordor Rocks cuando puedo, tengo tiempo y ganas.


Años después, cuando empecé a escribir mejor y a hacer cosas más presentables, decidí que era mejor digievolucionar el blog y de ahí salió Dibujando con Palabras. Dicho sea de paso, el nombre viene del concepto de que la palabra fotografía significa “dibujar con luz“.


2.-¿Cuél es el tipo de entrada que más disfrutas leer?


Me gusta observar a la gente, como se comporta, las cosas que hace y todo eso. No soy un espía ni un maruja, es que la gente me parece muy curiosa. Por eso, me gustan las entradas de gente tipo diario, en las que cuentan sus vidas y circunstancias.


3.-¿Qué tipo de entrada directamente descartas leer?


Las románticas.


4.-¿Te preocupan las criticas que puedas recibir por lo que escribes?


Sí y no. Nunca es bonito cuando escribes algo sin mala intención y alguien te acusa de algo que no pretendías. Pero si mi intención era la de causar polémica, me da igual, porque entonces me lo espero.


No obstante, no tengo haters, así que algo estoy haciendo mal.


5.-A la hora de escribir. ¿Sigues alguna dinámica? ¿Cuál?


Las ideas se me meten en la cabeza en cualquier momento, normalmente cuando no puedo escribirlas, ya sea en el trabajo o por la calle, así que no tengo más remedio que darles mil vueltas antes de poder soltarlas.


Escribo en un primer borrador lo que me pasa por la cabeza sin ningún tipo de filtro o censura.


Luego lo dejo macerar unos días.


A partir de ahí lo repaso las veces que haga falta hasta que me quedo tranquilo. Generalmente, la versión final no se parece mucho a ese boceto primigenio


En el caso de las entradas de blog o del podcast, lo normal es que cuando las repase acabe pensando “esto es una castaña” y acabe por descartarlo. Es otro de los motivos por los que publico poco: lo deshecho casi todo.


6.-¿Qué estilo musical es tu favorito?


Cool jazz, blues, bebop, soul, rock, metal, psychobilly, country moderno, clásica, música étnica. Pero en general, si una canción me gusta, no me importa el género.


Hace años, mi tío me dijo que si te gusta la música, conforme vas profundizando en ella, vas retrocediendo en los orígenes. No puede ser más cierto: actualmente escucho música tribal (Wardruna).


7.-¿Es la música algun tipo de inspiración para lo que escribes?


Sin lugar a dudas. Ninguno de los libros que todavía no he publicado existirían sin la música. Me han inspirado, me ponen en el estado mental que necesito y me acompañan. Además, como no sé tocar ni las maracas, pienso que quiero hacer rock, jazz o lo que sea, a traves de los relatos.


8.-¿Que tema musical utilizarias para la presentación de tu libro?


Anarchy in the U.K.“, de los Sex Pistols,  inspiró “La Historia de un mago cretino” y sus personajes principales. Pero el grupo que descubrí hace unos meses, The Creepshow, tiene un “Saints and Sinners” que tampoco puedo ignorar.



Para “Cuna de alimañas“, técnicamente tendría que ser “Chainsaw charly“,de W.A.S.P., ya que fue la canción que me dio la chispa de la historia. Pero conforme la historia ha ido evolucionando, creo que “King of Brooklyn”, de Devil Doll, le iría también muy bien. Serían dos canciones perfectas, tanto por la música como por la letra.



9.-¿Cual es tu libro favorito? ¿Porque?


Aunque “Frankenstein“, de Sheley, está muy en el top, “Monstruos Invisibles“, de Palahniuk saltó al primer puesto.


No es solo por la historia, que tampoco es gran cosa, sino por las frases que dice y la contundencia de ellas que me follaron la mente hasta el día de hoy (ver entrada sobre citas de Monstruos Invisibles).


10.-¿Cual es tu pelicula favorita? ¿Porque?


La vida de Brian“. No creo que haya visto una película con tantos mensajes, tantas hostias repartidas hacia todas partes de forma tan inteligente y sin perder la gracia. Da igual cuantas veces la vea, no me canso ni dejo de reir.


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11.-¿Que es lo mejor de la vida?


Hacer lo que a uno le guste hacer, cuando y como más le guste, sin andar pensando en vender, éxitos ni likes.


Y el café. Muy importante el café.


A continuación, esto son los blogs que nomino.


https://isabelveigalopez.com/


https://mundodelys.com/


https://miotroyoyjared.wordpress.com/


https://creepypastascom.wordpress.com/


https://pensandoenvozescrita.wordpress.com/


https://haciendomagiaconpalabras.wordpress.com/


https://mfloser.com/


https://librodemonellecrsignes.home.blog/


https://ladesdichadesersalmon.com/


https://debarbasyboinas.wordpress.com/


https://frikinonplusultra.wordpress.com/



En cuanto a las preguntas:


1.-¿Qué te impulsó a crear un blog?

2.-¿Cuál es el tipo de entrada que mas disfrutas hacer?

3.-¿Qué te hace continuar?

4.-¿Te cuesta encontrar ideas para nuevas entradas?

5.-A la hora de escribir. ¿Sigues alguna dinamica? ¿Cual?

6.-¿Formas parte del club de la lucha? ¿Youtube o Podcast?

7.-¿Es la música algun tipo de inspiración para lo que escribes?

8.-¿Que tema musical utilizarias para la presentación de tu libro?

9.-¿Alguna cita o frase que te haya marcado?

10.-¿Algún director/a de cine que te influencie?

11.-¿Algún escritor/a que te influencie?


 


Y ahora, la promoción:


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Published on April 07, 2019 02:16

April 1, 2019

Vivir de escribir

El otro día estuve hablando con un amigo que compone, toca y todo lo que haga falta de su grupo (compuesto por él) de música ambiental oscura no comercial.


Le preguntaba que porque no dejaba de hacer el tonto en el curro en el que estamos (somos compañeros de trabajo), que se podría dedicar a pleno rendimiento a su música, porque ya tiene unos cuantos discos sacados, una discográfica que lo avala, etc…


Me dijo que no se puede vivir de la música. Me decía que hay buenos grupos de música, con talento y experiencia, con una buena gran producción detrás, con una cultura musical muy rica, que conocen incluso partituras de estilos antiguos, como del viejo egipto. pero que ni así ganan lo suficiente.



Me decía que es muy, muy, muy difícil vivir de la música, especialmente cuando no haces lo comercial.


Hoy mismo, otra compañera de trabajo, que estudió para hacer performance y aéreos (estas personas que se cuelgan de una cuerda y hacen piruetas y todo eso), me decía exactamente lo mismo; que no se puede dedicar completamente a eso porque no da para vivir.


En la escritura, he leído en varios foros, que tambien hay mucha gente que publica libros, pero no puede llegar a dejar su trabajo normal. De hecho, pongo el enlace al programa 32 de “Aquí hay dragones”, en el que Juan Gomez-Jurado habla sobre escritores que lo han pasado mal (a partir del minuto 30).


 


O blanco o negro

A lo que voy es que nos hemos autoeducado a que en el mundo del artisteo hay dos opciones: o triunfas y eres la Rowling, o fracasas y le pegas fuego a la guitarra y te dedicas al parchís. O es blanco o es negro.


 


[image error]El (falso) cuento de la cenicienta que nos han vendido

 


Pero hablando con esta gente, he visto que no hay un blanco o negro, sino degradados de grises, y que llegar a poder vivir de hacer algo artistico, espcialmente si te sales de los cánones comerciales, es bastante complicado.


Por ejemplo, nos han vendido la imagen de que los escritores son ricos y famosos, cuando eso solo lo son los que consiguen llegar ahí. Hay gente, en la vida real, de los que apenas sabemos mucho, que están en algún punto de este gris, que hacen sus cosas, sus discos, sus libros, dan sus conciertos en pubs, son muy buenos, o no, pero que lo hacen porque les apetece y luego tienen su trabajo para ganar un sueldo fijo.


Lo malo de esta percepción bipolar de la vida del artista, es que lleva a hacer pensar que si no consigues el éxito con tu primer o segundo libro, como le ocurrió a Jöel Dicker con La verdad sobre el caso Harry Quebert, es que has fracasado miserablemente y no vales para esto. Y esto es falso.


 


Salirse del camino

Cuando tengo tiempo, leo blogs de gente en base a etiquetas, y a veces me encuentro relatos que me gustan mucho que no tienen ni un puñetero like, y otros que no me parecen especialmente maravillosos, pero tienen cantidades absurdas.


A ver, está claro que con la opción de la autopublicación y los blogs, cualquiera puede publicar, y hay gente que libera al mundo auténticas aberraciones. Pero también hay gente muy buena y están ahí sin ser vistos, ocultos por los likes masivos de quienes se han trabajado una mejor campaña de publicidad.


No hay que olvidar que Hitchcock o M. Night Shyamalan son unos directores vilipendiados por los críticos, pero que se han establecido como autores de culto. Una cosa es la fama a nivel comercial, y otra, el recibimiento del público.


 


[image error]¿Sabías que “El club de la lucha” (1999), fue un fracaso de taquilla en su momento?

 


Pero voy a definir lo que se considera triunfar, porque en los foros veo comentarios que de forma  implícita o explícita demuestran que buscan el éxito con su primer libro, animados por la falsa historia de la cenicienta de la Rowling, y piensan “pues yo también voy a triunfar con mi primer libro”.


Están la personas que escriben su libro y luego ninguna editorial se lo publica o si se autopublican, no van a ningún  lado y no entienden porqué les está pasando esto. Muchas de estas personas lo dejarán aquí. Estas han fracasado.


Otras personas, una vez en este punto, siguen escribiendo, siguen autopublicando, continúan a lo suyo, mejorando (esto es importante). Pero las editoriales deciden ignorarlas porque no creen que vaya a vender. Yo creo que estas personas están triunfando, porque hacen lo que quieren.


Puede que en un principio empecemos buscando esa fama y éxito, como una motivación, pero, antes o después, se descubre que el tesoro no era la fama y el éxito sino la propia satisfacción de hacer lo que hace, y el autodescubrimiento que conlleva el desarrollar un arte.


En esta sociedad de mierda en la que todo se hace con un interés y por un beneficio, rodeados por un sistema social que te dice lo que debes y no debes hacer, el hacer lo que te da la gana sin más deseo que el hacerlo, ya es un acto de rebeldía.


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Por otro lado, los que estamos ocultos, tenemos una ventaja que es que como no hay nadie esperando una entrega, no tenemos plazos ni obligaciones, ni tampoco una editorial que nos corte las alas o imponga cosas, que quite tal cosa o que ponga de lo otro para vender… porque al final a las industrias y los críticos les importa un carajo el arte. Lo que quieren es ganar dinero con con él, somos un producto y nos quieren ordeñar. Así que cuando no llamo la atención de nadie, quizá sea una ventaja al poder hacer las cosas como quiera. Como quiera, pero con un sentido y bien hecho, ojo.


Si grupos como Wardurna (el del vídeo del principio) tuvieran que dejarse llevar por discográficas grandes, ansiosas de éxito y dinero, dudo mucho que pudieran hacer la música que hacen.


 


Conclusión

Escribir como quiero, poder hacer los personajes que quiero hacer, en situaciones que visualizo, sin pensar en seguir los pasos de una editorial siguiendo una fórmula basada en lo que vende, como se hace en la mayor parte de cine de hollywood, a mí me hace feliz. Puedo dedicarle el tiempo que quiera, y si le tengo que dedicar un año más a reescribirlo pues lo hago, pero no lo publico sin sentirme contento con el resultado porque alguien me obliga a cumplir plazos.


No gano un duro con esto, el blog ni el podcast, pero tengo mi trabajo que me permite poder escribir como afición y no estoy obligado a vivir de eso.


Lo importante es poder hacer algo con ganas y cariño.


El dinero, fama y gloria, es un sueño que nos han vendido desde pequeños y lo hemos acoplado a nuestra vida, y luego, hemos rediseñado nuestros objetivos y motivaciones a satisfacer ese sueño inculcado.

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Published on April 01, 2019 02:00

March 13, 2019

El cabaret de la gente divergente

No sabría realmente como empezar a relatar esta historia, mis queridas damas y caballeros, porque, aunque se suele decir que «sabes como empiezas pero no como acabas», la realidad es que para cuando te quieres dar cuenta, no sabes ni cómo llegaste.


¿Cuándo empiezas a meterte en la madriguera del conejo? ¿Cuando lo ves o cuando pones un pie en ella? Quizá empezaste a entrar en ella en el momento en que despertaste.


Lidia era de ese tipo de joven que habla poco, tiene pocos o ningún amigo, mucha fantasía y, por mucho que quisiera negarlo, se sentía sola la mayor parte de las veces. Aunque, por otro lado, sentía un poco de confortabilidad en esos momentos de soledad ligeramente adictiva, esa comodidad que da poder ser quien realmente eres cuando nadie mira.


Pero la verdad era que a veces deseaba algo de compañía, alguien con quien compartir confidencias, hablar o salir a tomar una cerveza. Por desgracia, no conseguía conectar con nadie de quienes la rodeaban.


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La noche en que esta historia empezó, continuó o encontró su conclusión, según quieran interpretar, llovía ligeramente. Los adoquines brillaban al reflejar las luces de los coches y la gente iba de un lado a otro protegiéndose bajo sus paraguas. Lidia se sentía agobiada en su casa, tanto tiempo encerrada entre las paredes, y le apetecía sentir el frescor de la lluvia, el aire limpio, y sentirse diferente; mientras la gente huía de la lluvia, ella la buscaba. En el fondo, le gustaba sentirse rara, diferente… divergente.


Vagabundeó sin rumbo por callejones oscuros, de esos donde no hay más que contenedores, poca luz y mucha calma. Giraba hacía direcciones aleatorias, absorta en el sonido de la lluvia, sintiendo como la oscuridad circundante aliviaba sus ojos de tanta luz artificial.


En un giro, sus ojos se vieron invadidos por una tenue luz roja. Cuando levantó la mirada del suelo se dio cuenta de que había ido a parar a un callejón sin salida, con la entrada de un local al fondo de él.


Tenia pinta de bar antiguo de madera, y sobre la puerta, un cartel de letras parpadeantes brillaba orgullosa.


Se dio media vuelta para volver sobre sus pasos, pero una música venía de dentro. Una música que le pareció extraña, porque tenía todo el estilo de ser swing o música de los años veinte. Algo totalmente fuera de lugar en el ambiente moderno de su ciudad, donde la música comercial imperaba por encima de las demás.


Lo que tiene la gente con fantasía, es que suele venir acompañada por curiosidad. Un local extraño, en algún punto perdido de los callejones, y con música añeja, ningún portero ni nada que fuera a pedirle el carnet de identidad o detenerla. La tentación era demasiado provocativa como para no caer en ella.


Abrió la puerta y se asomó.


Era justo lo que parecía. Un bar, pub, night club o algo así, no lo tenía claro, porque no se parecía a nada de lo que había visto. Aunque esto no era del todo cierto, sí que se parecía a algo; a un cabaret de principios del siglo veinte.


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No sabía que hubiera nada así en su ciudad, aunque la verdad es que tampoco la conocía mucho. Por lo que había visto en internet, mucha gente era aficionada a modas vintage, steam punk u otros estilos que recrean viejos estilos, y quizá este local era uno de ellos. Quizá se reunían a escondidas para que la gente «normal» no los señalara con el dedo ni se rieran de ellos.


El cabaret estaba lleno de gente, humo, voces, risas y olor a alcohol. En el centro, una pista central estaba llena de una multitud de gente bailando al ritmo de la música que interpretaban los músicos en el escenario, con un trio de mujeres cantando al unísono, vestidas como estrellas de principios del siglo veinte. La música, sin embargo, le resultaba extraña. Sonaba descompasada, como si el ritmo careciera del mismo, cada músico fuera por su lado, pero en conjunto, había algo inexplicablemente agradable en ese desorden. Como si su mente fuera capaz de encontrar el orden en el caos.


Se abrió paso entre la muchedumbre temiendo que en cualquier momento alguien la detendría para decirle algo. Ella no pegaba en absoluto en ese lugar. No por ella, sino por el estilo. Esta gente iba vestida de acuerdo a una época, y la ropa de ella era negra, más moderna y estaba fuera de lugar. Pero, se dio cuenta, de que nadie la miraba.


Incluso si estaba a punto de chocar con alguien, esa persona la sonría con amabilidad, cedía el paso y seguía con lo suyo. Una chica que llevaba el sombrero de copa de su acompañante la guiñó un ojo como saludo. Un camarero le cedió el paso con cortesía. A nadie parecía importarle cómo iba vestida, su estilo o su presencia. Y poco a poco, iba sintiéndose más a gusto entre esa gente.


Cuando llegó hacerse con la barra, esta estaba completamente saturada de gente apostada en ella, hasta que un caballero vestido con traje y pajarita le consiguió hacer sitio al apartar con delicadeza a su acompañante.


No tardó mucho en que el barman la atendiera, y cuando pidió una cerveza, al camarero le dio un ataque de risa.


—¿No preferiría un té irlandés? —dijo guiñándole un ojo con complicidad.


—No, gracias, solo una cerveza —respondió contando el dinero que tenía, sin estar muy segura si sería suficiente para pagar.


—No te preocupes. Aquí el dinero no importa.


Esto sí que era sorprendente.


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Con la cerveza en la mano, ahora lo difícil era encontrar un lugar donde poder sentarse. Todas las mesas, alineadas alrededor de la pista de baile, junto a las paredes, estaban abarrotadas de gente. Gente riendo, conversando a gritos, acercando la oreja para poder oír por encima del griterío, comiendo… De hecho, el cabaret estaba lleno de gente por todas partes. ¿Quién hubiera pensado que hubiera tanta gente aficionada a representar esta época?


Deambuló buscando algún rincón en el que poder quedarse y ver el espectáculo de los músicos, hasta que decidió quedarse apoyada contra un pilar.


— ¡Joven! ¡Joven! Aquí hay sitio libre si quieres sentarte.


A su lado, sentado solo en una mesa, había un señor mayor de aspecto amable. Le pareció raro que, mientras que por todas partes la gente estaba en grupos, llenando todas las sillas, e incluso estando de pie, él estuviera solo.


No obstante, decidió aceptar la invitación y se sentó en una de las sillas, pero mirando al escenario.


— ¿Te gusta este sitio? —dijo el señor.


—Sí —respondió Lidia, escueta.


—Nunca te había visto por aquí.


—Es la primera vez que vengo. No sabía que existía un lugar como este.


—Nadie lo sabe. No nos publicitamos. Solo vienen los que lo encuentran.


—Pues parece que lo encuentra mucha gente.


—La verdad es que son los mismos de siempre, y algunos traen amigos. Somos como una gran familia —explicó—. Vienen de todas partes porque se sienten a gusto. Es uno de los pocos lugares en los que pueden ser ellos mismos y encontrar gente similar a ellos. Por eso lo encontraron. Hace falta ser un poco especial para darse cuenta de este cabaret; la gente «normal» no suele prestar atención a este tipo de lugares.


—Pues yo lo encontré.


—Eso es lo que me complace. Es bueno que alguien como tú lo haya encontrado. Está bien tener nuevas caras por aquí.


—¿Esto es una recreación de época o algo así? Todos aquí tenéis un aspecto similar —entonces se dio cuenta de que el anciano vestía de forma más sencilla. Definitivamente de la misma época que los demás, pero más modesta.


—Algo así —sonrió—. Pero no todos van vestidos iguales, el bosque te tapa los árboles. Mira allí —dijo señalando a un trio de caballeros que parecían salidos de la época napoleónica—, y allí hay una pareja más moderna— y los ojos de Lidia dieron con un chico más actual, ochentero quizá.


—Es cierto, ahora que me fijo, hay más variedad de la que pensaba. Y la música, ¿es también de diferentes estilos?


—Eso sí que permanece. Me encanta el swing, el jazz, el blues… y así es como quiero mantener mi local —dijo el anciano, entrelazando los dedos sobre la mesa para dejar clara su decisión.


— ¿Es usted el dueño de este… bar? —aventuró Lidia.


—Así es —dijo con complacencia—. Y bien orgulloso de mantener este lugar todo este tiempo, y su maravillosa clientela. Todos buena gente que solo quiere divertirse. Hasta el fin de los tiempos.


Lidia continuó disfrutando del espectáculo, intercalando miradas observando a la gente. Había algo en ellos que le resultaba llamativo, pero no acababa de saber muy bien el qué. El anciano, como si hubiera leído los pensamientos de la chica, le pregunto en voz baja:


— ¿Todavía no te has dado cuenta?


— ¿De qué? —respondió ella, confusa.


—De nosotros. ¿No hay nada que te llame la atención en especial?


Lidia los miró, intentando saber a qué se refería. Algo dentro de ella le decía que había especial en todos ellos. Algo que, pese a los diferentes estilos, los unificaba y todos lo tenían en común. Su instinto se lo decía, pero su mente no alcanzaba a oírlo.


—Bueno, veras —empezó en voz baja el hombre, como compartiendo un secreto—, el caso es que, estamos todos muertos por aquí. Yo estoy muerto, ellos están muertos…


Lidia se quedó de piedra. Ahora se daba cuenta de lo que su voz interior le decía. Lo había sabido todo el rato, solo que no había querido darse cuenta. Ahora que este hombre se lo había dicho, todo terminaba de encajar. Probablemente, porque entonces, la siguiente pregunta le asustaba aún más.


— ¿Yo también estoy muerta? —preguntó con algo de miedo a la respuesta.


El anciano sonrió todavía más, con expresión de haber escuchado esa pregunta muchas veces.


—No. Tú no. Tú estás viva —respondió el anciano, tranquilizándola—. No es frecuente que vengan vivos por aquí. Normalmente ellos no captan lo extraño e insólito.


—Bueno… yo soy algo extraña e insólita —respondió como explicación, casi más para sí misma.


—No te preocupes, no va a pasarte nada. No somos peligrosos. Pero si me permites un consejo, no les digas tu nombre. No podrías quitártelos de encima.


Lidia fue a preguntarle el por qué de eso, pero justo en ese momento fue interrumpida.


— ¿Quién es esta chica tan encantadora? —dijo una chica vestida con un traje de lentejuelas y una diadema con una gran pluma blanca en la cabeza. La chica se acomodó en una de las sillas libres sin esperar permiso y se encendió el cigarro que había al otro extremo de una boquilla larguísima—. ¿Cómo te llamas pequeña?


Lidia y el hombre intercambiaron una mirada de complicidad.


—Me gusta mucho tu vestido —dijo Lidia evitando responder.


—Oh, machas gracias —exclamó la chica—. ¿Te gusta este sitio?


—Sí. Me parece muy curioso.


—«Curioso». Nunca se me habría ocurrido esta palabra para definirlo. Hacía tiempo que no venía alguien como ella por aquí, ¿verdad? —dijo al anciano—. Es agradable.


—Ya sabe quienes somos —le explicó este.


—¿Y no te asusta? —le preguntó a Lidia.


—La verdad es que me gusta un poco —respondió encogiéndose de hombros.


La joven respondió con una carcajada.


Era todo tan extraño… Pero por otro lado, era cierto que se sentía a gusto. Cada vez se sentía más contenta de poder estar en un cabaret lleno de fantasmas, que bailaban y disfrutaban como si fueran vivos.


—Vamos a bailar —dijo la chica llevándose a Lidia de la mano.


Lidia se dejó llevar. Y estuvo bailando, riendo y divirtiéndose entre los fantasmas de otros tiempos, siempre evitando decir su nombre, y, cuando consideró que era demasiado tarde, volvió a casa tarareando las melodías que había escuchado una y otra vez.


Al día siguiente no pudo sacarse el recuerdo de la cabeza. Nunca había oído ninguna historia de ese estilo, ni mucho menos pudo habérsela imaginado. Recordaba claramente que fue cierto, no tenía ninguna duda. No era ese tipo de cosas en las que al día siguiente no tienes claro si fue real o no. En absoluto. Lidia tenía perfectamente claro la veracidad de todo aquello. Tanto, que no le contó nada a nadie.


Cuando salió de clase, por la tarde, se dirigió directamente en busca del cabaret; quería asegurarse de que podía encontrarlo otra vez. Recorrió el camino, dudaba en ocasiones, pero en general sabía cómo dirigirse, hasta que llegó al callejón dónde estaba segura que estaba el cabaret.


Pero este no estaba. No estaban las luces, ni las puertas, ni las ventanas. En su lugar había un almacén, con un tipo en la puerta fumando ocioso un cigarro.


— ¿Buscas algo? —le dijo cuando Lidia se quedó plantada frente al almacén.


Estaba segura de que ese era el sitio, pero no estaba. Recordaba los adoquines del suelo, las casas cercanas. Era en este sitio. Pero no estaba el cabaret ni nada que se le pareciera, sino un almacén.


— ¿Buscas algo? —repitió.


—No, nada —respondió ella, decepcionada.


Ahora no podía estar segura de nada. Quizá se lo había inventado todo. Quizá había estado soñando despierta, con un local lleno de fantasmas que la aceptaban y con quienes se había divertido. Quizá se había metido en otro bar, y bebió más de lo que recordaba. Ahora ya todo daba igual.


—Buscaba un cabaret. Muy antiguo, tipo años veinte —dijo ella, realmente para sí misma.


— ¿Un cabaret? Ya no está aquí. ¿De dónde has sacado eso? De vez en cuando viene gente preguntando por él.


—Lo vi en internet, sobre locales antiguos de la ciudad, y quería encontrarlo —mintió.


—Pues ya no está. Esa página debería actualizarse; ese cabaret ardió hace muchos años y el bajo estuvo vacío mucho tiempo.


— ¿Y el dueño del cabaret? ¿Qué pasó con él?


—El dueño del cabaret murió en el incendio. Se dice que no quiso abandonarlo, que se iría con él al otro mundo.


Ahora sabía que el cabaret seguía existiendo. El dueño realmente se fue con él al otro mundo, y allí seguía. En otro mundo o plano de la existencia, al que sólo podían llegar gente diferente, con una percepción del mundo diferente. El cabaret estaría allí, y cuando ella se encontrara en sintonía con él podría volver a entrar, y sería bien recibida.


Y si otras personas habían venido buscándolo, ahora sabía que no era la única, que había más gente como ella. Más gente divergente.


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Published on March 13, 2019 02:04

February 17, 2019

Personajes con personalidad (o De cañas con mis personajes)

En el podcast, “30 teclas por hora”, decían que si no eres capaz de irte de cañas con tus personajes y tener una conversación con ellos, es que no son lo suficientemente profundos.


Este concepto me ha calado, porque me doy cuenta de lo útil que puede ser para saber si un personaje es auténtico.


Esto quiere decir que si no me veo teniendo una conversación con mis personajes porque no pueden hablar sobre otras cosas al margen de la historia, es que no son capaces de existir fuera de ella y les falta vida.


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Si yo ahora me voy a tomar unos bocadillos con Darth Vader al bar de Paco, y resulta que solo sabe hablar de matar Jedis, el poder del reverso tenebroso y de su nueva estrella de la muerte, a los diez minutos estoy hasta el gorro de ese señor; su vida no da para más y está limitada a esa historia. Que por otro lado, también les pasa a mucha gente en la vida real.


Un ejemplo, aunque parodia, es el video en el que invitaban a Jon Snow a una cena y no hablaba más que de que habían matado a su familia.



Pero si me veo hablando con ese personaje sobre cualquier cosa, es que sí que tiene vida fuera de la historia.


En el cine, Tarantino es un maestro de esto. En Reservoir Dogs, nada más empezar, hay una escena en la que están todos hablando sobre el significado de la canción Like a Virgin de Madonna, o y luego discuten sobre el dar propina. En Pulp Fiction, Vince relata su viaje por Europa a quien le quiere escuchar. Son cosas que no aportan nada al argumento, pero te dan la sensación de que esos personajes están vivos fuera de la película, y siguen existiendo después de ella (en el caso de las de Tarantino, no muchos viven después de la película). Sabemos que tienen una existencia multidimensional, opiniones sobre cosas mundanas y que su aparición no se limita solo a las exigencias del guión.


Por eso, creo que es recomendable dedicar algún rato de la historia en el que los personajes hagan cosas al margen de la historia, emancipar su existencia, pero sin crear una escopeta de Chejov.


Incluso añadiría que sería interesante si los personajes secundarios tuvieran conversaciones o situaciones entre ellos, al margen de todo, especialmente sin hablar sobre el prota. Que se vea que la existencia de ellos es también multidimensional y que si quitas al personaje principal, los secundarios siguen existiendo.



En cualquiera de los casos, imaginarme a mis personajes dialogando entre ellos (cosa que he hecho alguna que otra vez), me ha ayudado a desarrollarlos en aspectos fuera de la trama. Y a pasar el rato en el trabajo.


Y ahora, la promoción:


Una recopilación de mis cuentos, en Lektu. Descárgalo pagando únicamente de forma social (es decir, publicando en tus redes que te lo has bajado; a ti te sale gratis y a mí me ayudas a darme a conocer)


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Published on February 17, 2019 11:34

De cañas con mis personajes

El otro día, en el podcast “30 teclas por hora”, decían que si no fueras capaz de irte de cañas con tus personajes, tener una conversación con ellos, es que no son lo suficientemente profundos.


Este concepto me ha calado, porque me doy cuenta de lo útil que puede ser para saber si un personaje es auténtico.


Esto quiere decir que si no me veo teniendo una conversación con mis personajes porque no son capaces de poder hablar sobre otras cosas al margen de la historia, es que no son capaces de existir fuera de esa historia, les falta vida.


[image error]


Si yo ahora me voy a tomar unos bocadillos con Darth Vader al bar de Paco, y resulta que solo sabe hablar de matar Jedis, el poder del reverso tenebroso y de su nueva estrella de la muerte, a los diez minutos estoy hasta el gorro de ese señor. Su vida no da para más; está limitada a esa historia. Que por otro lado, también les pasa a mucha gente en la vida real.


Un ejemplo, aunque parodia, es el video en el que invitaban a Jon Snow a una cena y no hablaba más que de que habían matado a su familia.



 


Pero si me veo hablando con ese personaje sobre cualquier cosa, es que sí que tiene vida fuera de la historia.


En el cine, Tarantino es un maestro de esto. En Reservoir Dogs, hay muchas escenas, nada más empezar, cuando están todos hablando sobre el significado de la canción Like a Virgin de Madonna, o cuando discuten sobre el dar propina. En Pulp Fiction, cuando Vince relata su viaje por Europa. Son cosas que no aportan nada al argumento, pero te dan la sensación de que esos personajes están vivos fuera de la película, y siguen existiendo después de ella (en el caso de las de Tarantino, no muchos viven después de la película). Sabemos que tienen una existencia multidimensional, opiniones sobre cosas mundanas y que su aparición no se limita solo a las exigencias del guión.


Por eso, creo que es recomendable dedicar algún rato de la historia en el que los personajes hagan cosas al margen de la historia, emancipar su existencia, pero sin crear una escopeta de Chejov.


Incluso añadiría que sería interesante si los personajes secundarios tuvieran conversaciones o situaciones entre ellos, al margen de todo, especialmente sin hablar sobre el prota. Que se vea que la existencia de ellos es también multidimensional y que si quitas al personaje principal, los secundarios siguen existiendo.



En cualquiera de los casos, imaginarme a mis personajes dialogando entre ellos (cosa que he hecho alguna que otra vez), me ha ayudado a desarrollarlos en aspectos fuera de la trama. Y a pasar el rato en el trabajo.


 




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Published on February 17, 2019 11:34

February 1, 2019

La nada (reto PlumaFénix)

Este relato es del reto de @PlumaFenixMag


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Para ver la versión publicada, da aquí.


La versión expandida es la siguiente:


La nada había vuelto a formarse.


Lo hace de vez en cuando, sin ningún tipo de motivo ni forma de poder preverla. Ningún sistema meteorológico es eficiente para saber cuándo o dónde lo hará. Simplemente aparece.


Llega, se expande por todas partes en silencio, y cuando desaparece, se lleva cosas consigo. A veces es gente lo que desaparece. Otras, casas enteras, coches, partes de la ciudad. Nunca nadie averiguó a dónde van.


La llevo viendo toda mi vida, y parece que la nada existe desde mucho antes de que yo naciera. Quizá esto, o el que nadie nunca averiguara su naturaleza, hizo que finalmente la aceptáramos como parte de nuestras vidas.


Por supuesto lamentamos la pérdida de la gente que se lleva, o nos preocupa si lo que desaparecerá será nuestra casa o hospital entero. Pero… es curioso como al final nos acostumbramos a todo.


Los hay incluso que ni siquiera reaccionan si están en ella. Recuerdo el día en que apareció en un parque. Mi padre no se movió; se quedó en ella. Recuerdo verlo despidiéndose con la mano mientras mi madre corría, cargándome en brazos.


Con el tiempo vi que esa era una actitud común; mucha gente accedía a desaparecer. Con el tiempo, yo también me acostumbré y no lloré cuando mi madre desapareció hace años. Ni cuando lo hizo mi hermano.


Ahora, ha vuelto a aparecer y la miro con indiferencia. Avanza lentamente, con calma, y puedo sentir tranquilidad dentro de ella. Ahora puedo entender porqué hay gente que no desea escapar de ella.


 


 

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Published on February 01, 2019 13:11

January 22, 2019

La novia del hijo del dios malvado

Esta historia forma parte del mundo Héroes de palo, y está inspirado en la canción “The devil´s son”, del grupo The Creepshow.

Existe una leyenda antigua, aquí en Tolnedra, que se contaba entre los mozos del burgo hace años. Hoy por hoy parece haber caído en el olvido, así que quisiera recuperarla para prevenir a los mozos distraídos, o los que vienen de otros poblados y no la conocen. Es la historia de la novia del dios malvado.

Hace tiempo, aquí, en Tolnedra, hubo una chica, ni más guapa ni más fea. Era una chica normal, y siendo como eran las familias entonces, eran continuamente empujada para casarse con alguien, y nunca le faltó un novio. Lo que le faltaba era sentirse enamorada por ellos. Estuvo con un primer novio, pero al poco tiempo lo dejó, porque no sentía nada por él.

Al poco, le pasó lo mismo con un segundo. Y hubo un tercero.

La verdad, es que este no era un problema para ella. El problema era que estos chicos siempre volvían a intentar recuperarla, y lo que era peor, se peleaban entre ellos.

Así que, una noche, en una discusión con su segundo ex novio, lo mató en medio de la trifulca, apuñalándole el pecho varias veces con un cuchillo de cocina, hasta que el chico quedó en el suelo sobre un charco de sangre.

Lejos de sentirse asustada, descubrió que dentro de ella crecía un cierto placer. No solo se había deshecho de ese chaval con quien no quería estar, sino que además había descubierto una nueva fascinación. La sensación al matarlo, combinada con el olor de la sangre invadiendo su casa, la llevó a un éxtasis que no había conocido ni experimentado con nada más. No tardó en hacer lo mismo con los otros dos novios del pasado, y así terminar con su continua insistencia.

Poco tiempo más tarde, conoció a otro chico. Notaba que tampoco sentía nada por él, aunque otro sentimiento volvía a aparecer en ella; lo estranguló con una cuerda. Al siguiente lo decapitó con un hacha mientras dormía.

Así, comenzó a desarrollar lo que para ella era su mayor divertimiento, lo que le hacía sentir viva, siempre probando nuevas formas con las que acabar con sus amantes. Realmente no le interesaba que fueran sus novios, porque ninguno de ellos le tocó el corazón en ningún momento. Ninguno la conmovió ni la hizo sentir nada. Cuando realmente lo hacía, era cuando los asesinaba. Entonces es cuando se sentía plena, feliz y risueña como una niña. Era un juego para ella. Incluso deshacerse de los cuerpos le parecía un rompecabezas entretenido, y dedicaba rato a planearlo y a disfrutar de la ejecución. Le maravillaba descuartizar los cuerpos para poder transportarlos con mayor facilidad. Otras veces los enterraban de una pieza, o los tiraba al río con un peso atado. En ocasiones, incluso usaba la carne para comer en filetes, carne picada, caldo… todo era aprovechable.

Todo dependía de con qué quería experimentar ese día.

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En el burgo se notaba que desparecían jóvenes, por supuesto, y sus amigos y familiares se preocupaban. Pero en una población como aquella, en la que el cólera, o cualquier otra enfermedad, al igual que la cantidad de asaltantes que esperaban en las esquinas a la espera de algún incauto hacían estragos, unas desapariciones más, no era algo que desatara el pánico más de lo que ya lo hacía todo lo demás.

Por cierto, que  alguno de estos asaltantes que plagaban Tolnedra por aquel entonces, encontró también su final cuando intentó meterse con la joven. Uno entró en su casa con la idea de robar todo lo que hubiera, para ser disparado por la espalda con una ballesta que había conseguido de un soldado al que había ahogado en el río.

Pero pese a toda esta diversión y placer que encontraba, siempre había algo que le faltaba. Sentía un hueco dentro su alma, algo que no conseguía satisfacer. Por eso, siempre mataba de forma diferente, buscando lo que ella creía que era ese elemento, esa muerte que la llenara, sin éxito.

Sin embargo, no fue así como lo descubrió.

Fue una noche sin luna, oscura como el estómago de un lobo. Ni siquiera las estrellas brillaban, quizá porque sabían que esa iba a ser una noche diferente.

La joven se despertó en medio de la noche. Fue un olor el que la despertó, un olor suave con un ligero tono dulce. La chica olisqueó en el aire ese aroma que llenaba su habitación, y la hacía sentir muy bien, porque era un olor agradable.

Una voz surgida de un rincón, la sorprendió y asustó al principio. Esa voz le habló con tranquilidad, y le dijo frases que la calmaron.

Ella no podía ver el origen de la voz, oculta entre la sombras. Lo único que llegaba a discernir entre las sombras eran un par de brillos, que debían ser sus ojos. No eran realmente destellos o brillos, sino más bien el reflejo de una luz que llegaba de algún lugar lejano. Pese a ello, ella no sintió ningún miedo. Si bien se sintió reconfortada.

El extraño le dijo que era uno de los hijos del dios malvado, y que había visto lo que ella hacía. También le confesó que era un gran admirador de su trabajo, que le encantaba, y no podía esperar a ver qué haría con la siguiente víctima.

Con estas palabras, se despidió y desapareció, llevándose el olor dulce con él.

La joven se quedó sentada en la cama, apretando la sábana entre sus manos, con sus pensamientos muy lejos de donde ella estaba. Tal impacto le había causado la presencia del hijo del dios malvado. Ahora sintió que ese hueco que tenía en su alma había sido llenado, ahora estaba completo; estaba enamorada. Sentía su corazón latir como nunca lo había hecho antes, incluso notaba el rubor creciendo, los nervios y, especialmente, su felicidad. Había encontrado a alguien a quién amar, y esa persona admiraba lo que ella hacía. No podía ser más feliz.

Aquella noche no pudo pegar ojo, excitada con su revelación.

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No tardó en ponerse en marcha a la caza de una nueva víctima. Esta vez haría que un grupo de perros lo devorara vivo.

Así siguió matando, uno tras otro, siempre de formas diferentes, siempre cambiando. Y siempre que lo hacía, sentía al blanco de su amor junto a ella. Destripaba, mutilaba, decapitaba, desangraba, estrangulaba, con total felicidad, entregada un frenesí llevada por el amor y su deseo de estar con el hijo del dios perverso.

Pero su orgía de sangre acabó por encontrar un final. Un día fue encontrada en la calle golpeando la cabeza de un chico con una roca. Inmediatamente fue reprendida y encerrada en el calabozo a la espera de un juicio.

Pero nada de eso le importaba, porque su verdadera preocupación estaba en que mientras estaba encerrada en el calabozo no podía ofrecer sangre a su amado. Pasaron varios días, en los que no había acabado con ninguna vida, y temía que aquel creyera que ella ya no le quería, que se había olvidado de él. Ella no podía pensar en nada más que en poder demostrarle que seguía amándolo, pero no podía hacer nada, atada con grilletes en una cueva. Ni siquiera había nadie más en la celda a quien estrangular o destrozarle la garganta con los dientes. Se temió que el hijo del dios malvado acabara olvidándose de ella y dejara de amarla.

Por eso, lloraba cada noche. Las pasaba en vela, esperando a que apareciera nuevamente, preguntarle porqué ya no había matado a nadie, y ella podría explicárselo. Pero no aparecía. Empezó a comprender que la había abandonado, sin duda porque creyó que ella ya no le amaba, cuando en realidad, era su mayor deseo.

En esos tiempos, todavía se ejecutaba a la gente, así que esa fue la pena que le impusieron. Ni siquiera reaccionó cuando le dijeron que sería ahorcada. Le daba igual. Ella solo quería ver a su amado. Quería sentirlo cerca.

A los pocos días, la pasearon por toda Tolnedra, atada con cadenas, para que la gente le tirara comida podrida, incluso alguna piedra, y muchos insultos. Pero su mente no estaba en ese sitio. Su pena la tenía sumida en un estado que la hacía estar muy, muy lejos. En todos los días en el calabozo no había comido la escasa comida que le daban, y su aspecto era anémico y pálido. Parecía un cadáver que se movía sin voluntad. La gente la vio llorar, y se reían de sus lágrimas, pues creían que era porque iba a ser ejecutada. Pero sus lágrimas eran porque su corazón estaba roto.

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Aun cuando la subieron a la palestra y le pusieron la soga alrededor del cuello, tampoco cambió su expresión.

Pero su estado se rompió cuando un viejo olor llegó a ella. Un olor dulce, la dulzura y el calor del pecado que una vez hubo llenado de su cuarto cubría el lugar de ejecución.

Levantó la vista y, allí, entre la multitud, reconoció de inmediato el fuego oscuro en los ojos de uno de los presentes. La miraba y sonreía con cariño. Dijo algo, que no pudo oír, pero en sus labios pudo leer que la esperaría en el submundo.

Un calor la llenó. Se sintió ruborizada nuevamente, su corazón latió con fuerza. Su amado no la había olvidado y había venido a por ella. Había venido a recogerla y ahora podrían estar juntos para siempre. No pudo sentir mayor gozo y felicidad.

En aquella época se ahorcaba de forma diferente. No usaban trampillas en las que caía la gente, sino que entre un par de verdugos fuertes, tiraban de la cuerda para elevar a la chica, y dejarla morir lentamente por asfixia.

La gente gritó y silbó. Pero tras unos segundos, dejaron de hacerlo porque la imagen les heló la sangre.

El rostro de la chica estaba completamente iluminado, con una sonrisa en su boca. Aún colgando como un pelele de la soga, ahogándose lentamente, con el rostro amoratado, los ojos congestionados a punto de saltar de sus órbitas, su expresión era de felicidad. Tampoco hacía ningún esfuerzo por soltarse, o liberarse, como otros ejecutados anteriores habían hecho. Sus ojos estaban fijos en algún punto de donde estaba la masa de gente. Ella veía a su novio, y no le quitaba la mirada de encima. Pero la gente solo la veía a ella, mirando fijamente y llena de una felicidad radiantes, mientras se ahogaba lentamente.

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Algunos aseguran que vieron a un joven junto a la chica cuando esta estaba ya muerta.

Hubieron problemas cuando hubo que meterla en el saco para enterrarla, porque nadie quería acercarse a su cuerpo, ya que su cara seguía mostrando esa sonrisa tan espantosa, e incluso los pocos que se acercaron, aseguraban que sus ojos se volvían hacia ellos, y les miraban fijamente.

Todo esto impactó tanto, que esa fue la última vez que se ejecutó a alguien.

Por otro lado, la leyenda dice que la joven está pasando la eternidad en el inframundo, junto al hijo del dios malvado.

Pero también se dice que, en las noches sin luna, en las que no hay estrellas visibles en el cielo y este es oscuro como la boca de un lobo, ambos vuelven al mundo de los mortales para engañar a algún joven y jugar con él. Por eso, cuando yo era un joven mozo, si en esas noches alguien veía a una chica sola en los callejones, buscando pareja, lo mejor era alejarse, en caso que en realidad fuera la novia del hijo del dios malvado, buscando alguien a quien llevarse con ellos.

 

 

Las imágenes pertencen a sus autores/as

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El libro



He recopilado varias de mis primeras historias en un librito muy cuco para amenizar tus ratos de espera en la parada del autobús o mientras estás en el W.C.



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Published on January 22, 2019 15:05

January 12, 2019

Análisis de villanos/as (parte 3, y última)

Esta es la última entrada de mi principio de análisis de los villanos y sus arcos. Si no has visto las otras partes, aquí tienes los enlaces a la parte 1 y la parte 2





El morbo de lo prohibido



[image error]“El club de la lucha”



Los malos tienen su encanto. Como ya dije en el principio, han sido el tipo de personaje que más me ha atraído.





Quizá sea porque son rebeldes y hacen aquello que está prohibido, mientras que los héroes se mantienen en el margen de lo aceptado y lo correcto por su entorno.





Pero lo que más me ha gustado siempre de ellos es que son proactivos; tienen un objetivo y van a por él. El héroe, en cambio, suele ser reactivo; reacciona ante el follón que el villano crea, intenta poner las cosas en su sitio, y suele ser un agente del orden establecido, y yo siempre he sido algo crítico con ese “orden establecido”.





En ocasiones, puede que comparta la ideología de ese villano/a, porque, especialmente hoy día, los villanos ya no son los típicos personajes que son malos porque sí, sino que tienen unas filosofías y conceptos que pueden ser, hasta cierto punto, comprensibles.





[image error]Zorg en “el quinto elemento”: la destrucción da sentido a la existencia a otros entes.



Sin embargo, en pro de educar con unos conceptos de moral adecuados y no enseñar a la gente que matar al vecino para devorarlo es aceptable, hay que recordar el lugar al que pertenecen: el ejemplo de lo que no se debe hacer. Por eso, lo normal es que los villanos hagan cosas unos pasitos más allá de lo que una persona normal haría, y hagan echar el freno a la hora de tenerlos como modelo a seguir. Y si aún así, se sigue queriendo ser igual a un asesino de masas, entonces ya estamos teniendo un problema.





Los objetivos de Thanos, asegurar una prosperidad a largo plazo, me parecen perfectos. La cosa es que eso de cargarse a la mitad de los seres vivos es un poco radical. Que pienso yo; si consigue tanto tanto poder, ¿no podía haber hecho que la gente se volviera más sensible al respecto del consumo de recursos, y ya? No. Lo suyo era un genocidio de proporciones bíblicas y en el proceso se carga a quien haga falta, y dejan claro que es el villano.





En “el caballero oscuro”, se muestra un Joker maravilloso, con una filosofía muy provocativa, que ensombrece a Batman, pero sus métodos, la manera de generar terror en las personas en ciertas escenas (a poco que tengas un mínimo de empatía humana), hacen que recordemos que es el villano y que no mola tanto.





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Los villanos tienen que tener carisma, por supuesto. Tienen que generar tanto, o más, interés que los protagonistas. Un villano con unos motivos bien definidos y con sentido le dan un gran poder como personaje. Pero hay que recordar al lector/público que es el malo, y para eso, lo suyo es que haga cosas que están mal, sin lugar a duda.





Diferencias culturales



[image error]Kazuo Kiriyama, “Battle Royale”.



Hay bastantes libros sobre los arcos de los personajes, o sobre la estructura de las historias, empezando por “el héroe de las mil caras” de Cambell, pasando por “the writer´s journey” de Vogler, o acabando por “creating character arcs”, de K. M. Weiland. Pero todos ellos tienen un detalle en común: pertenecen a la cultura occidental. Para ser concretos, a la anglogalopante (U.K. y U.S.A.).





Así que quisiera ahondar en este detalle.





Hay que tener en cuenta que casi desde el principio de la aparición del cine, hemos sufrido una invasión cultural cinematográfica norteamericana. La inmensa mayoría del cine que se ve en España es americano, y solo una pequeña parte es inglés o español. Cine de otros países queda relegado a casos minoristas.





Aunque a priori nos guste pensar, y según “the hero’s journey” de Campbell, que las historias son iguales en todas partes, diferentes culturas pueden, y tienen, diferentes valores y por lo tanto, diferentes mensajes que transmitir.





El estilo asiático, por poner el ejemplo ya que mucha gente está familiarizada, es muy distinto. Una de sus características es que hay escenas larguísimas, tanto en anime como en manga o cine. Esto es porque su forma de analizar los personajes y situaciones es diferente de la nuestra. Para ellos, los momentos cotidianos son un reflejo de la lucha interna y proceso de crecimiento interno de sus personajes. Oliver, de la serie “Campeones”, tarda tres horas en chutar porque en ese momento se dedica a analizar todos los pasos que le han hecho llegar hasta ese punto, se autoevalúa y nos muestra la importancia que tiene para él ese tiro a puerta; esa acción tan simple refleja su evolución y el significado que tiene para él fallar o acertar. Como dijo Jaime Altozano en su vídeo “Cambiando el espacio-tiempo”:





“Convertir escenas que durarían unos segundos en macromomentos. Donde podemos ponderar la vida, la muerte, el sexo de los ángeles, y nuestra infancia, en lo que un balón vota contra el suelo. Incluso estas imágenes sencillas se convierten en una ventaja; se hacen potenciadores metafóricos del mensaje…( )Y esto convierte al anime, más que en un medio en el que explorar la acción en sí, en un medio para explorar las dinámicas y las emociones humanas alrededor de ciertas acciones.  Y le da tiempo a encontrarse a sí misma, a tener una revelación trascendental y a abrir cuatro chakras por lo menos.”

Jaime Altozano




En el cine occidental, estas cosas no se hacen, porque nosotros exploramos esas trascendencias en momentos trascendentes. O mejor dicho, nos han enseñado a hacerlo así.





[image error]Ryuk, “Black Note”. Que después de toda la que monta, diga “well, it was good while it lasted. We killed some boredom, didn´t we?”, es de todo un campeón.



Una cosa que leí acerca de las historias de terror japonés, es que muchas veces constan en una serie de eventos ajenos a los protagonistas, situaciones negativas de las que no pueden escapar, representando la inevitabilidad de la desventura que a veces la vida tiene. Esto es, que su forma de explorarlo no es tanto un arco de crecimiento del héroe como una carrera intentando salvarse del fatalismo sin llegar a evolucionar.





Como se puede ver, distintas culturas tienen diferentes conceptos y diferentes maneras de contar una historia, evolucionar sus personajes y, lo más importante, diferentes maneras de mostrarlo.





Así que no me parece justo ni acertado limitarme a lo que el cine o literatura norteamericano me ha inculcado. No solo porque sería limitarme de una forma salvaje, sino porque incluso dentro de esa limitación, es un cine que peca de repetirse hasta la saciedad, usa fórmulas que saben que funcionan (o eso creen), personajes repetidos con diferentes caras… Sería como basarme únicamente en las muñecas rusas para analizar el mundo de las muñecas.





En asuntos de lectura, sin embargo, la variedad cultural es mayor, es más común encontrarse autores de diferentes países, desde Koji Suzuki (“Dark Water” o “Ringu” -sí, las películas vienen de libros-) a Sapkowski (autor de “Geralt de Rivia”), esto es cierto y hemos podido ser influidos por mayor variedad.





No obstante, intentaré abrir fronteras y analizar villanos de diferentes culturas, a ver que pasa (mucho estoy intentando abarcar yo)





[image error]Los hermanos Dalton



Sobre villanas femeninas.



Al hacer este artículo, he estado buscando villanas femeninas, y me he encontrado con que hay pocas, y la mayoría son secundarias.





[image error]“Misery”



Elle Driver, de Kill Bill me gusta mucho, pero es secundaria. Bellatrix Lestrange es secundaria. Cersei está mezclada entre muchos.





De entre las pocas, me he encontrado a personajes de películas que no han creado secuelas, como la mama Fratelli de los Goonies, que es la jefa de la banda y una villana bastante potente; Annie, de Misery es también una bastante recordada. Incluso en Willow, la mala malísima reina Bavmorda, queda ensombrecida por el general Kael, con su casco de cráneo.





En la mayoría de los casos, las que son la principal, son personajes de películas basadas en cuentos (Maléfica). Me parece fatal esto.





Hay que ponerse la pilas en hacer villanas buenas, con carisma. Tendré que hacer Darth Mutters, Thulsa Duma y Jokeresas.





Conclusión



Tras estas tres entradas, voy a dar por finalizado esta presentación básica de conceptos con los que cuento, y a partir de aquí dedicarme a analizar malos y malas de películas para deconstruirlos. Podría hacerlo de libros, pero por supuesto me costaría mucho más trabajo en tiempo. Pero todo se andará.





[image error]Hellraiser
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Published on January 12, 2019 14:35

January 1, 2019

Análisis de los villanos/as (parte 2)

“You have to keep recycling yourself.”

“Invisible Monsters,”, Chuck Palahniuk




Esto es la segunda parte de un análisis personal que he empezado (ver parte 1), en el que analizo la figura de los villanos para deconstruirlos, remontar a sus conceptos más básicos, y poder crear arcos de villanos interesantes.





Principalmente, esto es para uso personal, pero si ayuda a alguien, mejor.





En la primera parte, que en teoría era una introducción, dejé claro que la diferencia entre los buenos y los malos es algo borrosa, y eso era solo el principio. En esta voy a sus características personales.





Los villanos, empiezan la historia triunfando, hacen cosas malas, consiguen unos cuantos éxitos, le dan leña al héroe/heroína gracias a sus métodos y a ser más fuertes. Pero finalmente acaban por sucumbir.





Aunque este fracaso parece que sea un “porque sí”, en realidad los malos tienden a morder el polvo por su propia mano. Una serie de catastróficas tendencias y conductas son las causantes de su fin. Un arco que tiene cosas que enseñar y del que podemos sacar lecciones filosóficas tan importantes como las que podamos sacar de los héroes.





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He llegado para quedarme



Al comienzo, los villanos suelen triunfar o, como mínimo, dar problemas al sistema establecido. ¿Por qué? Porque se han preparado, han reunido todo lo necesario, tienen el poder, conocimiento y astucia suficiente como para poner las cosas patas arriba, y cuando lo tienen todo listo, atacan.





Por otro lado, con cierta frecuencia, el mundo, la vida del héroe/ína, o lo que sea, estaba en un estancamiento. Tanto si la vida de los personajes era feliz (Frodo y Sam, en “el señor de los anillos) como si era un asco (Joe, “el último boy scout”), los héroes estaban acomodados en ese “mundo ordinario”. Hasta que el villano aparece a hacer sus cosas de villano, y en el proceso de buscar su propio bienestar, se lleva ese status quo por delante.





Hasta aquí todo está bien. El villano mola, es mas chulo que una bota con flequillo y muchos sentimos admiración (relativa) por él/ella.





Pero… si es tan guay, ¿por qué acaba por fracasar? Porque está gilipollas.





Veámoslo.





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La conducta lo es todo



La propia conducta del villano/a le encamina a su perdición. Así que, otra vez, no es el fin en sí mismo, sino el cómo, lo que les mete en esa crónica de una muerte anunciada.





He visto varias características en los/as villanos/as que suelen repetirse, y son lo que les lleva a ese final.





No le importa las consecuencias de sus actos. Mata moscas a cañonazos, destruye planetas para demostrar el poder de su estación espacial, o arrasa poblados con tal de encontrar un objeto. No se plantea que va sembrando un rastro de odio hacia él, ni que toda acción tiene una reacción por la que tendrá que pagar en algún momento. Aunque a veces esta destrucción es su objetivo, en otras ocasiones es un efecto secundario; ellos van a por su objetivo llevándose por delante todo lo que encuentran. Todo es sacrificable en beneficio de su fin.





[image error]Momentos antes de destruir Alderann, solo para vacilar



Autoimagen sobrevalorada. Esto es algo muy frecuente. Ya sea por exceso de ego o por mucha seguridad, no creen que puedan equivocarse o que las cosas les vayan a salir mal. Esta fe en sí mismos, que en un principio les da encanto, en realidad, oculta que son tan imprudentes y torpes como cualquier otra persona, y siempre cometen algún fallo fatal, generalmente relacionado con esa creencia de tenerlo todo bajo control.





Bastian, en la segunda mitad del libro “la historia interminable”, monta un lío gordísimo, enemistándose con Atreyu y acabando todo en una guerra absurda, por culpa de su ego y no darse cuenta de cómo la está cagando. Aunque suena muy básico, es algo que veo que se repite muchísimo entre los villanos en general. ¿Otro ejemplo? Madam Buret, en “Blackwood”.





“Sé lo que estoy haciendo” es la frase lapidaria de la mayoría de los malos.





[image error]“Blackwood” (2018). Madam Buret: “lo tengo todo bajo control”



En contraposición, el héroe duda de sus capacidades, teme fracasar y no estar a la altura de las circunstancias. Por eso, lo da todo, se entrega al cien por cien, se cuestiona a sí mismo, aprende y mejora. Los villanos infravaloran las situaciones, o sobrevaloran sus capacidades, y actúan de forma imprudente, manejan poderes que se les van de las manos o no saben cuando abortar misión. Son víctimas de su propio ego (y estupidez también).





Pasión ciega. En otros casos, o en conjunto, los villanos, ya sea por ego, por pasión loca, un deseo casi infantil de satisfacer sus deseos a toda costa, celos, miedo, traumas del pasado, o por impresionar a una sueca, no ven más allá de un deseo que los domina, ni se dan cuenta de cómo se van sumiendo en el fango. Para ellos, lo importante es cumplir su deseo.





En muchas historias de cine negro o terror, esto es lo que precipita a los protagonistas a su propia destrucción, tanto si son los buenos como si son los malos.





[image error]“Esta es la copa de un rey…”, dijo. “Indiana Jones y la última cruzada”



El villano no evoluciona. Este es el punto clave de todo. No aprende de sus errores porque no los ve, como ya he dicho en el punto anterior. Si algo sale mal, siempre culpa a otros o ignora la situación. No se cuestiona ni se observa; carece de introspección. No acepta consejos, y solo tiene oídos para lo que quiere oir. Es terco, orgulloso, ciego y cerrado en su obsesión. Es víctima de su propio estancamiento, y, al igual que él destruye el viejo orden, es destruido por el nuevo orden. Y el círculo se cierra.





Irónicamente, fue el estancamiento del sistema, al principio de la historia, lo que permitió al villano poder estar por encima de él y pisotearlo. Pero se quedó ahí, no siguió evolucionando ni aprendiendo, y por eso fue derrotado por un nuevo orden renacido de sus cenizas, de la mano del héroe/ína.





[image error]A la izquierda, uno que entrenó como un demente sin parar. A la derecha, un señor que se pasaba el rato en una silla voladora y no hacía el huevo. Adivina cual venció.



Puede que un tipo de villano que no cumple estos rasgos es el que vendría a llamarse el redentor, (Darth Vader), que sí que se da cuenta de la cagada que ha hecho, se cuestiona y finalmente se redime, normalmente encontrando la muerte en el proceso, supongo que porque queda más dramático y épico.





Conclusión



Ser el villano es una historia escrita por el fatalismo, un relato sobre como una falta de visión, unas pasiones llevadas al extremo y no ser capaz de adaptarse a las circunstancias, llevan a la destrucción. Aunque las historias casi nunca están centrados en ellos, su arco podría representar el mal camino que te espera cuando entras en este tipo de espiral.





Por esto, se contraponen al héroe/ina en estos factores, que son precisamente los que marcan el arco de los protas: dinamismo, introspección, evolución y aprendizaje.





En cierto modo, se puede encontrar una simbología oculta en todas estas historias, en las que la enseñanza primaria es la importancia de crecer y aprender, y lo negativo del estancamiento, lo perjudicial de encerrarse en uno mismo y cómo esto lleva a una muerte metafórica y/o literal.





Voy a dejar esto aquí, y la próxima semana lo terminaré en una tercera entrada.





“Lo que es aquí, como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido”

“A través del espejo”, Lewis Carrol



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Published on January 01, 2019 14:06