F. Xavier's Blog, page 16

June 11, 2019

Georg Frederich Haendel: Messiah

Maravillosa representación de El Mesías de Georg Frederich Haendel por la orquesta barroca de Praga  Collegium 1704 , bajo la dirección de su fundador, el conductor y clavecinista Václav Luks.



G. F. HÄNDEL: MESSIAH
Václav Luks, Collegium 1704, Collegium Vocale 1704
Hana Blažíková, soprano
Delpine Galou, alto
Markus Brutscher, tenor
Marián Krejčík, bajo
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Published on June 11, 2019 07:19

June 10, 2019

Hacer la Taza Perfecta...


Del como hacer un café perfecto por su sencillez: una guía para incautos.

El camino para hacer la taza perfecta esta pavimentado de dura prueba y error... aunque solo se necesita una pizca de saber como hacerlo y alrededor de unas 57 tazas para dominar la técnica; el viajero que se atreva a tan tortuoso camino es recompensado con el mejor café que haya tomado en su vida, un café contra el que juzgará todos los demás cafés que tome en adelante. Un café espeso, cremoso, humeante y sabroso como el que más, aunque dicho "café" se componga de 1,757 hechuras diferentes con otros tantos granos y en tantos otros días... ¿Pero es un misterio centenario?
No.
El secreto para hacer este café de ensueño es hacerlo con las herramientas adecuadas, y la primera herramienta es LA CAFETERA FRANCESA, así, con mayúsculas. Tanto los más expertos catadores de café como los aficionados de toda la vida están de acuerdo que esta es la mejor manera de disfrutar de todas las características que los granos ofrecen. ¿Que hay otras formas? ¡Claro! La cafetera italiana es otra opción. Y la cafetera turca también. Y en México el café de olla es fabuloso.
La Cafetera FrancesaPero nada como la cafetera francesa, ya que lo que le da ese sabor especial al café hecho por este método es que este, al estar en contacto directo con el agua caliente, deja escapar pequeños ingredientes los cuales le dan mayor complejidad al brebaje terminado, así como también grasas y aceites naturales de los granos de café que jamás se verán - Dios nos perdone - en los cafés instantáneos o de cafeteras automáticas de oficina o caseras, y que le agregan vistas, sabores y olores sofisticados, dando por sentado que se está tomando el café correcto, claro está.
Esta cafetera le permite disfrutar, querido lector, del café que elija, en toda su expresión.
Sin embargo, requiere usted también de otras herramientas e ingredientes igualmente importantes para llegar a la antes mencionada perfección, a saber:
Molino y cuchara medidora1) Una olla ESPECIAL para calentar el agua, de pequeño tamaño de preferencia, y si es profesional, mejor. (No permita que hagan la sopa o calienten la leche del niño en ella).2) Agua fría y pura.3) Una cucharilla de 7 gr. o 0.25 oz.*4) Café en GRANO de la mejor calidad que se pueda usted permitir. (Compre solo el café en grano que habrá de consumir en una semana).5) Un molino para café. *6) Un termómetro especial para café.*7) Un temporizador especial para hacer café de cuatro (4) minutos.*8) La Cafetera Francesa, de preferencia de tres tazas, lo cual le permite calcular mejor las cantidades.9) Un agitador de madera, de preferencia de bambú.* (Se muestran en las imágenes)
Estos utensilios los utilizará usted por mucho tiempo si los cuida bien, además de encontrarlos en cualquier tienda especializada sin mayor problema.
Temporizador y termómetroINSTRUCCIONES:
a) Llene de agua la cafetera hasta su nivel superior sin derramarla. Vacíe esta en la olla para calentarla. Coloque el termómetro en la olla. El agua debe calentarse hasta alrededor de 70º C (160º F) y JAMÁS debe hervir, esto "quemaría" el café.
b) Mientras el agua se calienta, ponga tres cucharadas de café en grano en el molino y muela este durante aproximadamente seis segundos. Mueva alternativamente el molino para que el café se muela de manera regular mientras lo activa. La consistencia debe ser granulosa. Tanto el almacenar el café en grano, como el molerlo justo antes de hacerlo le garantizará un molido lo más fresco posible.
c) Una vez molido el café, coloque este en la cafetera. Cuando el agua en el fuego haya alcanzado la temperatura adecuada mencionada anteriormente, apague el fuego y llene la cafetera con el agua caliente hasta la altura marcada por el soporte metálico de la cafetera. Comience a contar los cuatro (4) minutos necesarios para su hechura. Remueva el café con el agitador de madera (uno de metal o de cualquier otro material puede agregar sabores no deseados en este delicado momento), y ponga la tapa de la cafetera con el cedazo apenas tocando la superficie del café.
d) Una vez pasados los cuatro minutos, baje lentamente el cedazo hasta el fondo... y está listo para degustar el mejor de los cafés que haya usted probado...
Aunque si cree que esta primera vez le ha quedado un café muy fuerte, baje la cantidad de granos la próxima vez. Si le ha quedado suave, haga lo inverso, hasta que encuentre la cantidad exacta. Estas cantidades varían también dependiendo del tipo y procedencia del café que utilice. Siempre recuerde que el café hecho por este método tiene 20 minutos de vida.
Otra característica de la cafetera francesa es que le permite hacer mezclas en tres partes; por ejemplo, en México, el café de la región de Chiapas (sin particularizar) es de suave y de delicado sabor. El de Oaxaca es fuerte y picante. El de Veracruz es de un aroma exquisito... ¡haga usted su mezcla!
Así es que, estimado lector, tome mi consejo, el hacer su café a como le indico se ha de convertir en un pequeño ritual personal el cual puede concederse diariamente, permitiéndole saborear con detalle todo lo que un buen café le puede ofrecer. 

© Fotos del Autor
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Published on June 10, 2019 10:47

June 3, 2019

Museos: Musée du Louvre

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Published on June 03, 2019 09:45

May 28, 2019

Los Anteojos de Lozza Sartoriale

"San Geronimo leyendo", C.1621.
Georges de La Tour

Las gafas. ¿Acaso hay alguien que no las necesite? 
Existen ciertos objetos, querido lector, que nos acompañan siempre. Objetos personales que, tal vez por su simple función, pasamos por alto o los damos por sentados, pero que si nos hacen falta en el día a día son capaces de trastornar nuestro mero transitar por la jornada. Este es el caso de las gafas ópticas, un objeto que no sólo es pura utilidad, sino que, sabemos bien, cambia nuestra fisionomía, nuestro rostro, según el modelo que se utilice, a tal grado que muchas personas nos son desconocidas sin estos artilugios; personas cercanas o famosas de todas las épocas.
La historia de las gafas o lentes se remonta al antiguo Egipto (o es lo que sabemos), donde los podemos hallar en inscripciones jeroglíficas de al menos 2,500 años de antigüedad. Más tarde, los celebres Séneca y Plinio el Viejo ya los mencionan en sus escritos como muy necesarios para observar pequeñas letras. Después, el físico, matemático y astrónomo árabe Alhacén, a quien se le atribuye entre otras cosas la creación del método científico, estudió ampliamente la anatomía del ojo, y su obra Kitab al-Manazir (Libro de Óptica) fue fundamental en la creación de las gafas por inventores italianos del siglo XIII; además, su traducción al latín influyó en los estudios occidentales sobre óptica de Da Vinci, Galileo Galilei, Roger Bacon, Huygens, Descartes y Kepler.
Entonces, dada su importancia aquí demostrada y más allá de su simple misión de permitirnos ver bien, ¿porqué no portar en nuestra cara un objeto que nos haga, no solo ver con mayor claridad, sino que en él también se imprima un poco de nuestra personalidad? No hablo necesariamente de su forma o color o inclusive sus materiales, sino más bien un poco de idea y de intención; de idea de estética y de intención de hallar objetos funcionales y de excelente manufactura, alejándonos del mal gusto del exceso en el precio o en los materiales que son para las joyas y no para colgárselas de la nariz. Para ello me permito ofrecerle una pequeña recomendación...
LozzaLozza es la compañía de gafas más antigua de Italia y una de las compañías más antiguas del mundo; fundada en 1878 por Giovanni Lozza en la región de Cadore, en el Véneto, Lozza ha siempre mostrado un enfoque constante hacia la innovación,  la investigación y vanguardia en la creación de sus productos, además de realizar manufacturas de calidad  durante sus más de 140 años de historia. En 1983 Lozza fue adquirida por el grupo De Rigo, compañía que ha sabido continuar, casi como responsabilidad, con el legado tecnológico y de calidad de esta antigua casa italiana. 
Lozza en la actualidad posee un estatus de gafas de culto para todo aquel que conoce de historia y desea poseer un objeto que va más allá de la simple elección de momento en una óptica, que, dicho sea de paso, muy probablemente sea propiedad de Luxxotica , compañía que controla la fabricación y distribución del 80% de todas las marcas de gafas del mundo (incluyendo marcas de lujo como Chanel, Burberry, Ralph Lauren, Ray-Ban, Oakley, Versace, Prada, Michael Kors, Miu Miu, Bulgari, Armani, Brooks Brothers, Dolce & Gabbana, Paul Smith, Stella McCartney, Coach, Tiffany & Co. e inclusive Persol, gafas que nos venden toda una idea de exclusividad pero que incidentalmente son fabricadas en una sola, sí, fábrica), y la cual controla las modas - y los precios - como es de esperarse; y como ya lo mencioné antes en mi artículo sobre las intenciones de este blog, cuando hablo de los objetos y la mercadotecnia, resulta un juego de espejos la ilusión de exclusividad de las marcas de lujo reinventadas y de tener el privilegio de la elección en estos tiempos de publicidad masiva multiplataforma y de neuromercadotecnia. Así que poseer unas gafas Lozza no solo es una elección práctica en el sentido de calidad, sino que también puede llegar a ser una declaración de intenciones: crear un estilo propio, con objetos hechos a mano y a medida, sin seguir los caprichos de la moda, impuestos por la publicidad de masas.

Lozza SartorialeLozza, para satisfacer justamente las necesidades de sus usuarios más exigentes, lanzó en el año 2014 un servicio de fabricación a medida al que llamó Loza Sartoriale en el cual usted puede elegir el material, la forma y el acabado de sus muy personales gafas ópticas, con el fin de "crear productos únicos y elegantes, capaces de transmitir los valores clave de la marca: estilo italiano, artesanía, atención al detalle e innovación", según reza el propio sitio web de Lozza. Sin duda existen marcas de anteojos hechos a medida de gran calidad, pero muy pocas pueden ofrecer la tradición e historia de esta icónica marca italiana.

Le ofrezco a continuación un par de videos que demuestran los valores de la compañía de los que antes he hablado. Y no olvide, querido lector, que la elección de un gentleman jamás es convencional...



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Published on May 28, 2019 10:13

May 27, 2019

Museos: The British Museum

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Published on May 27, 2019 09:36

May 22, 2019

Elogio a la Cultura (actual) del Vino


Disfrutar de un buen vino con mejor compañía es, para aquellas personas que como yo disfrutan los buenos caldos en el momento adecuado, una verdad en sí misma.
¡El agua es para las ranas y para bañarse! – tronaba aquel viejo rocoso, como exigía su lugar de patriarca, don Mariano Aguinaga ante la petición de un vaso de agua por parte de mi madre, en ese entonces aún joven prometida de mi padre, esa lejana noche en la que él la presentara ante la familia de españoles con la que tenía cara relación y con la cual viviera tantos años en la Ciudad de México. Claro, en esa casa solo se bebía vino a la mesa. Pepe, uno de los hijos de don Mariano, y mi papá, eran compañeros de desventuras en la famosa Universidad Militar Latino Americana (UMLA) hoy extinta institución militarizada. Esa casa, en la cual si algo no faltaba eran libros, buena comida y vino, era entonces una verdadero refugio de paz ante los rigores de aquel internado militar. Con esa imagen, mi relación con los buenos caldos data de antes de ni siquiera tener mi pase de abordar... ni siquiera en lista de espera, vamos. En casa de mis abuelos se bebían vinos, como era costumbre; pero en casa de los Aguinaga era un estilo de vida, algo infaltable en una mesa de origen ibérico. Yo no conocí a don Mariano, pero sí supe de su carácter un poco irascible... Tal vez aquellos vinos, junto con la buena mesa y la zarzuela, eran lejana añoranza de una España largamente acariciada, una España que había dejado de existir después de la guerra civil; un país que aún era tan grande como para producir aquellos caldos pero que solo existía en su memoria.
Y así fue como mi padre supo de la importancia y el valor de los vinos, y fue así como yo a lo largo de los años aprendí de él el respeto a los venerables caldos nacidos de la tierra, nacidos con cuidados y criados con esfuerzo y sapiencia de siglos. Los vinos al fin no son solo fiel reflejo del terroir de donde provienen, sino también de los hombres y mujeres que los crean y los producen, de sus creencias y de sus capacidades. Bebida cultural al fin, la historia misma del vino es una rica fuente de historias y leyendas, y no podía ser de otra manera dado que el vino ha acompañado a la humanidad por más de siete mil años ya.
Hoy en día creo que estamos ante un inmejorable momentum del vino. Lo que decididamente era un placer de unos pocos (aquellos que podían procurarse vinos y los menos todavía quienes tenían una idea clara de lo bebían, placer de entendidos), ahora se ha democratizado. Es posible conseguir al día de hoy justo el vino que buscamos en los estantes de los comercios especializados y aceptables vinos para maridar nuestros alimentos del diario en el súper; en cualquier librería es posible encontrar también literatura sobre el tema, para no hablar de Internet, donde pedir un vino deseado o el libro necesario está a un par de clics de distancia. Prácticamente lo que dicta los que bebemos es el conocimiento que tenemos sobre ellos y la mucha o poca cantidad de dinero que pensemos gastar en nuestro placer diario, aunque, como ya escribí antes, la buena vida tiene que ver más con la cultura que con el dinero .
Este auge extraordinario de la cultura del vino de la que hablaba es un fenómeno relativamente reciente; si acaso un par de décadas atrás las cosas no eran ni por mucho lo que son hoy. Sin embargo, el momento actual de la industria del vino es el resultado de los profundos cambios que esta ha experimentado a partir de 1950; prácticamente toda la industria se ha regenerado incorporando desde profesionales especializados hasta innovaciones tecnológicas entre otras decenas de cambios, poniendo a tono este antiquísimo oficio con el momento actual y dejando atrás aquellos tiempos en los que una solo mañana de vendimia demasiado fría arruinaba añadas enteras. Aunque por supuesto siempre tomando como referente las grandes y venerables casas vinícolas, añejas instituciones, las cuales forman los pilares en los que la cultura del vino se ha mantenido a lo largo de los últimos siglos, la industria del vino ha adquirido independencia y autonomía económica sin precedentes, y en algunos casos, elevándose a categoría de arte. Esto no es, claro, la realidad en todos los casos, pero es la percepción de mucha gente dedicada a este negocio y de consumidores por igual. En fin, la industria del vino, profesional y riquísima, siempre ha existido; pero ahora mucha más gente en todo el mundo tiene acceso a sus productos y esta crece y se mejora a si misma año con año. Y así más gente lee sobre y consume mejores vinos, asiste a cursos de catas y conoce las reglas básicas de como beberlos. Y esto no es más que beneficioso para todos los que respetamos los buenos vinos.

A pesar de todo lo anterior, el vino sigue reteniendo buena parte de su aura de misterio y de exclusividad y yo creo que debe así debe ser; así como la seducción es el arte de no enseñarlo todo, el mundo del vino abre sus puertas solo a quien tenga deseos de dar a cambio parte de su tiempo en conocer más de ellos y de saber como apreciarlos como experiencia gastronómica, porque es claro que las retribuciones son mayúsculas: la cultura vinícola es capaz de proporcionar los más variados placeres y de estimular el refinamiento de los sentidos, y todos sabemos que un hombre o una mujer refinados son un bien para la humanidad porque así esta en posición de aportar algo a la cultura de su propio pueblo. Es en ese sentido que los buenos vinos, así como los puros y los sombreros panamá, no son para cualquiera. Es muy cierto todavía que el hecho de saber de vinos y su correcta elección es clara marca de la educación, posición social y refinamiento cultural de las personas.
Ahora bien, en México, la cultura del vino siempre ha existido, aunque reservada a casi nivel de secreto familiar traspasado de padres a hijos. En Casa Madero tenemos la casa productora más antigua de América y comprobamos con mucho gusto que los vinos de nuestro país son cada vez más premiados en todo el mundo, en ocasiones en mayor medida que vinos provenientes de países con mayores recursos tales como los EE.UU. y Alemania, como en el caso del ultimo Concurso Internacional de Bruselas. Todo un éxito. El panorama, como ya mencioné antes, ha mejorado mucho y se ve prometedor.
Pero al final de todo, la experiencia con los vinos se reduce a nuestra propia relación con ellos. Los vinos no son cosa sobre la que se tenga que discutir sino solo disfrutar, ya que solo la experiencia nos ha de dar a lo largo de los años lo necesario para entenderlo y apreciarlo en su totalidad. Y en eso mismo hay tantas variantes que se han escrito y se escribirán extensos tratados sobre el tema. Lo importante, creo yo, es aprender ciertas cosas esenciales y construir nuestro propio marco de referencia sensorial. Y permitir la guía y sugerencias de los verdaderos profesionales de la gastronomía, sommeliers y enólogos por igual. Es claro que los vinos encuentran su mayor expresión en cuanto se hermanan con excelentes facturas culinarias en perfecto maridaje, pero es muy cierto también que un gran vino en un mal momento y viceversa es una verdadera lástima, algunos dirían que un sacrilegio; por tanto a cada momento su vino y a cada vino su momento. La buena cocina y los buenos vinos son algunas de las pocas cosas que nos quedan para disfrutar sin prisas en medio de este mundo en el cual justamente las prisas y la dureza de la realidad nos son cercanas por su inminente uso práctico en la rutina diaria la una y la inmediatez mediática la otra. Nada supera el placer de un sencillo plato hecho por uno mismo maridado con un buen vino. Y puede ser algo que nos saque de la misma rutina diaria de llegar a casa y comer. Siempre hay que darse tiempo a uno mismo.
Para mí y en personalísima experiencia, los vinos me han dado algunos de los mejores momentos de mi vida; algunas de las mas largas y deliciosas conversaciones con mis padres, mis hermanos, mis amigos; nada supera la memoria de aquellos atardeceres en los atrios de las muchas iglesia en Cholula, Puebla, con mi amiga francesa Silvie, por ejemplo; tengo en definitiva grandes amigos, pero soy un hombre dado a tener excelentes amistades femeninas y con mis amigas, in vinum veritas, he realmente disfrutado de largas y profundas conversaciones sobre los más variados temas, y ellas han demostrado ser buenas conocedoras de vinos.

Con mi hermano también he pasado buenos momentos y vinos: comiendo pizza con Chianti sentados en la fuente de la Piazza de la Rotonda, frente el Pantheon, en Roma, o maridando con Marie en Burdeos.  Y qué decir del vino disfrutado en pareja: descubrir nuevas etiquetas, nuevas cepas, nuevas regiones y nuevas sensaciones en compañía de mi amada Tania, la mujer de mi vida, ha sido parte importante de nuestra relación, creciendo juntos y disfrutando de nuestra mutua compañía...  Al final, los vinos han sido excelentes y nobles amigos, y han formado parte de las cosas de mi vida que jamás olvidaré. 
La idea principal que tengo sobre escribir sobre vinos en este blog ha sido la de compartir lo poco o mucho que he aprendido sobre estos, en el interés de que principalmente mis amigos y conocidos tengan en este una referencia sobre los vinos que he probado y mis sugerencias, además de algunos consejos que puedan serles útiles. Espero que así sea, pero además de ello, quiero compartir los momentos más increíbles vividos en compañía de los buenos vinos. He llegado a descubrir que “In Vinum Veritas” (en el vino está la verdad) es toda una declaración de intenciones, y hay que estar a la altura de las circunstancias. Aunque disfrutar de un buen vino con mejor compañía es, para aquellas personas que como yo disfrutan los buenos caldos en el momento adecuado, una verdad en si misma...
Xavier H. Castañeda
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Published on May 22, 2019 11:16

May 21, 2019

Elogio del Buen Fumar


El sillón del fumador es ahora fortaleza, y el paso elegante del humo, con su dignidad, ahuyenta cualquier asalto de lo vulgar...

La experiencia se anticipa desde el momento en que se piensa. - Hoy, se fuma. - Para el amante sincero no se trata de un momento cualquiera; solo será aquel que ofrezca tiempo, porque tan precisa y lúdica operación requiere de espacio y lugar para el ritual.
Habrá que decidir primero cual de las vitolas disponibles se ajusta al humor del momento. Ya se abre el humidor, de construcción precisa, y el instantáneo aroma de madera y tabaco inunda el olfato, la vista se recrea, pero el tacto se reprime aún... ¿Se antoja un parsimonioso Robusto, un Rothschlid? ¿Un aristocrático Corona? ¿Acaso un elegante Churchill?
Pero una vez escogido, el puro en cuestión debe ser observado, olido, sopesado, acariciado... Ciertos requisitos son obligatorios: anillas propias de elegante factura, tabaco selecto de cosecha única, y si se lo permite, la exclusividad de lo añejo. Su consistencia debe ser la perfecta... Tripa, capillo y capa son los interpretes aún inertes de una sinfonía que pronto habrá de comenzar.
Se alcanzan ahora los instrumentos de la iniciación. Se precisan largos fósforos de cedro blanco y el instrumento de precisión exacto para cortar la perilla, guardiana de lo virgen... y a partir plaza. Las manos no deben dudar ahora, la operación es de tiempo corta y de detalle riguroso, cosas que la seguridad de la madurez otorga con el tiempo. Y se corta...
Ahora se enciende la llama, y esta pronta se ofrece ante el pie del puro, el cual a su vez la reverencia, galante, como el caballero que es. Ahora se observan puro y llama unirse en un instante a la vez volátil y tenso. Y mientras se aspira, bailan, juegan, ruedan, ríen ambos, se acarician... ¡Y se hace la magia!
Aquel que fuma, antes solo un espectador ante sus propias artes, ve ahora surgir de su boca fantasías en forma de voluptuoso humo de noble paso que, a fuerza de evanescente, practica refinadas evoluciones, ora graciosas, ora delicadas, ora altivas... unas y otras transformando de a poco el instante aquel en una sensación de placer inefable...
El tiempo se esfuma. Y no hay prisas... El sillón del fumador es ahora fortaleza, y el paso elegante del humo, con su dignidad, ahuyenta cualquier asalto de lo vulgar. El aroma lo llena todo y se posa el los estantes, en los libros, en nuestros elegantes gustos: aquí fuma un Gentleman.
Y es que ante esos momentos de refinada y culta quietud, de epicúrea calma, se obligan los pensamientos elegantes por estricto apego al instante pleno. Nos hablamos en la confidencia del diálogo profundo e importante y grande. Las glamorosas y humeantes evoluciones, que antes se degustan en el paladear de combinaciones y complejidades de nuestro tabaco, son pensamientos y ensueños que se transmutan en armonioso y contemplativo arte... lo que vemos danzar en el aire son nuestros sueños materializados, mientras nuestra conciencia se hunde en las profundidades de lo inasible.
Y por un momento, ciertamente efímero, todo está bien...
Xavier Hernández-Castañeda©
Pintura: 'La Epicúrea Calma'por Xavier Castañeda1997
Oleo sobre tela, 20 x 25 cm

Colección Privada
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Published on May 21, 2019 10:33