F. Xavier's Blog

June 7, 2024

Vivir con honor: la última lección de Sócrates

La muerte de Sócrates, por Jacques-Louis David, c. 1787Aunque Sócrates fue acusado injustamente de corromper a la juventud e introducir dioses extraños y posteriormente condenado a muerte, este se negó de forma rotunda a escapar y así salvar su vida, una decisión profundamente arraigada en su filosofía y principios.

En el diálogo "Crito" de Platón, Sócrates debate con su amigo Crito sobre si debe escapar de su cautiverio antes de su ejecución, una posibilidad que sus amigos le ofrecían. Sócrates se niega, argumentando que sería injusto evadir su sentencia y socavar las leyes de Atenas, de las cuales se ha beneficiado. Así, Sócrates prioriza su integridad y sus principios filosóficos sobre la supervivencia personal, destacando temas de justicia y responsabilidad ética dentro de la sociedad.

Sócrates argumentó que escapar significaría romper su contrato social implícito con el Estado, que requería cumplir sus leyes y juicios. Este contrato social, explicó, era un acuerdo que había aceptado implícitamente al elegir vivir en Atenas y beneficiarse de sus estructuras legales y sociales a lo largo de su vida.

Sócrates sostenía que la esencia de la vida no radica simplemente en vivir, sino en vivir de manera honorable y justa. Para él, nunca fue justificable responder a una injuria con otro acto incorrecto. La represalia, creía, perpetúa la injusticia en lugar de rectificarla. Sostenía que la verdadera virtud implica mantener los principios incluso ante el sufrimiento o la muerte. Vivir honorablemente significaba adherirse a la justicia y la sabiduría, independientemente de las consecuencias personales. Al elegir permanecer en Atenas y aceptar sus beneficios, tales como la educación y la protección bajo sus leyes, Sócrates sentía que tenía el deber de respetar y obedecer sus decisiones legales, incluso si estas eran defectuosas. Escapar de su castigo no solo violaría este deber, sino que también socavaría los mismos principios que pasó toda su vida defendiendo. Demostraría una falta de integridad y un fracaso en sostener los ideales de justicia y sabiduría.

Además, Sócrates creía que su papel como filósofo exigía un estándar más alto de conducta moral. Si huyera, estaría dando un mal ejemplo a sus seguidores y socavando su trabajo de toda la vida. Su compromiso con la filosofía y la búsqueda de la verdad requerían enfrentar su castigo de frente, demostrando que la búsqueda de la justicia y la sabiduría trasciende la seguridad y la supervivencia personales.

Al aceptar su sentencia de muerte, Sócrates también se inmortalizó a sí mismo y a sus enseñanzas. Al elegir la muerte sobre el deshonor, dejó un legado poderoso que resaltaba la importancia de vivir una vida virtuosa y examinada. Su decisión de mantenerse fiel a sus principios, incluso a costa de su vida, se convirtió en un momento definitorio en la historia de la filosofía, ilustrando el profundo impacto del compromiso inquebrantable con la justicia y el amor por la sabiduría. Este acto de integridad suprema no solo solidificó su lugar como un ejemplo moral, sino que también aseguró que sus ideas perduraran por generaciones, inspirando a incontables individuos a buscar la verdad y vivir honorablemente.

La decisión de Sócrates de elegir el honor sobre la vida sirve como una poderosa lección para la sociedad contemporánea, donde puede parecer que nada tiene verdadera importancia, y donde los valores a menudo parecen estar diluidos. En una sociedad a menudo dominada por la gratificación instantánea y la búsqueda de lo material, su compromiso inquebrantable con su integridad son como un faro de claridad moral. Su disposición a sacrificarlo todo en lugar de traicionar sus principios nos insta a reconsiderar la verdadera esencia de la importancia de los valores que deberían guiar nuestras acciones. En un mundo donde a menudo reina la superficialidad, el ejemplo de Sócrates nos anima a abrazar el coraje moral y la búsqueda de ideales nobles, recordándonos la importancia perdurable de vivir según nuestros principios en lugar de deseos fugaces.

Si le interesa explorar más a fondo estos conceptos, mi sugerencia siempre es recurrir a los textos originales antes de depender de interpretaciones de otros. Para este tema en particular, recomiendo comenzar con los diálogos de Platón: 'Apología', 'Crito' y 'Fedón', en ese orden. 'Apología' trata sobre el juicio y la condena de Sócrates, 'Crito' narra la urgente súplica de un amigo para que Sócrates escape y su razonamiento moral para permanecer en prisión a pesar de la amplia oportunidad de huir, y 'Fedón' detalla sus últimas conversaciones y eventual muerte.

Xavier H. Castañeda
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Published on June 07, 2024 11:04

June 4, 2024

Verdades ocultas: la realidad que se esconde en los mundos de ficción

Imagen de Xavier H. Castañeda en InstagramNada de lo que podamos crear o imaginar surge de forma espontánea, ex nihilo, del no ser… ninguna ficción existe sin un sustrato de verdad.

Para mi, esta idea es la esencia misma de la escritura de ficción. Cada historia, sin importar cuán fantástica o surrealista pueda ser, tiene sus raíces en la realidad. Ya sea el paisaje emocional de los personajes, las dinámicas sociales de su mundo, o temas universales como el amor, la pérdida y la redención, la ficción extrae de la riqueza de la experiencia humana. Este estrato subyacente de verdad otorga a la ficción su poder y resonancia, permitiendo que los lectores se conecten con la narrativa en un nivel más profundo.
Tomemos la ciencia ficción, por ejemplo. Aunque la tecnología y los escenarios puedan estar lejos de nuestra realidad actual, la exploración de la ambición humana, los dilemas éticos y las consecuencias de nuestras acciones siguen siendo profundamente relevante. Consideremos las obras de Philip K. Dick o Isaac Asimov. Sus mundos futuristas y tecnologías avanzadas sirven como escenario para explorar preguntas profundas sobre la identidad, la moralidad y la esencia de la humanidad. A pesar de los paisajes alienígenas y los escenarios especulativos, las preocupaciones y emociones básicas nos son íntimamente familiares, ancladas en nuestras propias experiencias y temores.
Incluso en el realismo mágico, donde lo cotidiano y lo extraordinario se mezclan, los elementos fantásticos resaltan y amplifican verdades sobre nuestro mundo. “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez utiliza el realismo mágico para explorar las dinámicas políticas, sociales y familiares de América Latina, ofreciendo conocimientos sobre la historia y cultura de la región a través de un lente ficticio. Los acontecimientos fantásticos en la novela, como la ascensión de Remedios la Bella o la lluvia de flores amarillas, sirven para subrayar las verdades emocionales y psicológicas de las vidas de los personajes.
Además, la ficción tiene el potencial de dar forma a nuestras percepciones de la realidad. Lo que imaginamos y escribimos puede convertirse en verdad en el panorama más amplio, incluso si no es real inicialmente. Al imaginar y contemplar estos escenarios, les damos una forma de realidad. Consideremos las obras de Julio Verne, cuyas historias en su momento fantásticas e imposibles de submarinos y viajes espaciales precedieron a los avances tecnológicos en esas áreas. Las representaciones ficticias de Verne de innovaciones tecnológicas inspiraron a científicos y exploradores reales, demostrando cómo la ficción puede allanar el camino para que surjan nuevas verdades. El mismo caso se da con las películas de Indiana Jones, que inspiraron a generaciones de niños a convertirse en verdaderos arqueólogos.
Otro ejemplo es “1984” de George Orwell, una novela distópica que, aunque no es una predicción del futuro, ofrece una inquietante exploración del totalitarismo y la vigilancia. Varios elementos del mundo ficticio de Orwell han encontrado paralelos inquietantes en la sociedad moderna, ilustrando cómo la ficción puede anticipar e influir en los desarrollos del mundo real. A través de la narrativa de Orwell, los lectores obtienen una comprensión más profunda de los peligros del poder sin restricciones y la importancia de salvaguardar las libertades democráticas.
La ficción también permite a los escritores explorar y expresar verdades sobre la condición humana de maneras que el simple relato factual a menudo no puede. Al tejer estas verdades en las historias, como escritores creamos obras que resuenan profundamente con los lectores, ofreciendo no solo un escape de la realidad, sino también un espejo que refleja las complejidades de sus propias vidas. Esta combinación de imaginación y verdad es lo que hace que la ficción no sea solo una forma de entretenimiento, sino un medio vital para comprender e interpretar el mundo que nos rodea.
Nueva novela, próximo lanzamientoCuando reflexionamos sobre estas verdades ficticias y nos involucramos con ellas, las hacemos reales, dándoles vida y relevancia en nuestras propias experiencias. Consideremos también el papel de la ficción en el desarrollo de la empatía. Leer sobre personajes de diferentes orígenes y experiencias puede ampliar nuestra comprensión y compasión hacia los demás. A través de historias, experimentamos vidas que nunca podríamos vivir nosotros mismos, ampliando nuestros horizontes emocionales e intelectuales.
Además, la ficción puede desafiar nuestras creencias e instarnos a ver el mundo desde nuevas perspectivas. “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee aborda temas de racismo e injusticia, obligando a los lectores a confrontar verdades incómodas sobre la sociedad y ellos mismos. Al interactuar con tales narrativas, participamos en un diálogo que trasciende las páginas del libro, influenciando nuestros pensamientos y acciones en el mundo real.
En esencia, la ficción es una poderosa herramienta para explorar y comunicar verdades sobre nuestra existencia. La ficción une lo imaginado y lo real, permitiéndonos navegar las complejidades de la vida con mayor perspicacia y empatía. A través del lente de la ficción, podemos examinar la condición humana en todas sus facetas, desde lo mundano hasta lo extraordinario, y encontrar significado en las historias que creamos y compartimos. Esta es la perdurable fuerza de la ficción: no es solo un escape, sino un viaje al corazón de lo que significa ser humano.
Xavier H. Castañeda


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Published on June 04, 2024 20:55

May 31, 2024

La biblioteca infinita de Borges

La obra de Jorge Luis Borges, repleta de erudición y exploraciones filosóficas, sigue fascinando a lectores de todas las generaciones con su mezcla magistral de lo fantástico y lo real.
Don Jorge Luis Borges es en definitiva uno de los escritores más importantes y universales del siglo pasado. Su escritura, llena de referencias eruditas y conceptos filosóficos, nos lleva a explorar temas como el infinito, los laberintos y la identidad, incluso dejándonos una forma revolucionaria de entender el tiempo; Borges era capaz de transformar lo cotidiano en algo extraordinario. Nacido en Buenos Aires en 1899, Borges nos legó una obra literaria que continúa fascinando a lectores de todas las generaciones.

El maestro Borges no escribía simplemente para contar historias; sus textos son puentes hacia reflexiones profundas sobre la existencia y el conocimiento. En sus cuentos y ensayos, encontramos un estilo preciso y meticuloso que, a pesar de su complejidad, nos envuelve y nos invita a pensar. Obras como "Ficciones" y "El Aleph" son ejemplos claros de su genio, donde lo fantástico se mezcla con lo real de manera magistral. En "Ficciones", Borges nos lleva a través de laberintos de ideas y mundos alternativos, explorando los límites de la realidad y la ficción (La biblioteca de Babel, incluido en Ficciones, es uno de mis cuentos favoritos). "El Aleph", por su parte, nos presenta un punto en el espacio que contiene todos los puntos, desafiando nuestra comprensión del tiempo y el espacio. Estas obras no solo destacan por su originalidad y profundidad, sino también por la belleza de su prosa, que invita a la reflexión y al asombro.

Borges Esencial , de la ASALEAunque Borges nunca recibió el Premio Nobel de Literatura, su influencia en la literatura mundial es indiscutible. Autores y críticos de todo el mundo reconocen su capacidad para desafiar y expandir las fronteras de la narrativa. Borges nos muestra que la literatura es una herramienta poderosa para explorar las preguntas más profundas de la existencia humana, y su obra sigue siendo una fuente inagotable de inspiración y maravilla.

Pero lo más importante y la manera correcta de acercarse a su obra, de sumergirse en el universo borgeano, es leyéndolo, y no a través de los filtros que por fuerza otras mentes tendrán al analizar o comentar su obra. En la imagen muestro mi libro recomendado, una edición conmemorativa preparada por la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Xavier H. Castañeda

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Published on May 31, 2024 12:50

May 26, 2024

Leer "Don Quijote" ahora y entonces: su relevancia contemporánea y legado duradero

"El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha" es fundamental en la literatura mundial, una obra maestra que nos permite adentrarnos en la historia, contemplar las complejidades de la experiencia humana y reflexionar sobre nuestro viaje personal a través de la vida.
Esta obra es fundamental en la literatura universal por varias razones. En primer lugar, ha ejercido una gran influencia en numerosas obras literarias posteriores, siendo una fuente constante de inspiración para muchos escritores y dejando una marca indeleble en la literatura mundial. Además, El Quijote nos ofrece una fascinante ventana a la España del Siglo de Oro, sumergiéndonos en su cultura, sociedad y valores de una manera única. Es como realizar un viaje en el tiempo y encontrarnos cara a cara con la historia.

Otro aspecto destacado de esta novela es el propio personaje de Don Quijote. Con su idealismo y su lucha contra la injusticia, sigue siendo relevante en la actualidad, enseñándonos valiosas lecciones sobre la perseverancia, la nobleza de espíritu y la búsqueda incansable de la verdad. Más allá de ser una simple historia de caballeros andantes, El Quijote es una exploración profunda de temas universales como la locura, la realidad y la naturaleza humana. A través de sus páginas, podemos reflexionar sobre nuestra propia existencia y encontrar nuevos significados en nuestras vidas, aún en el siglo XXI que habitamos.

En cuanto a por qué la gente leía El Quijote en la época en que fue escrito, hay varias razones interesantes para esto. En primer lugar, la obra fue un éxito instantáneo y un fenómeno cultural en su momento. La gente la leía principalmente para divertirse, ya que está llena de aventuras y humor. Pero más allá del entretenimiento, El Quijote abordaba temas importantes de la época, como los cambios sociales, culturales, religiosos y de identidad española, siendo una lectura relevante para su público. En el Siglo de Oro en España, la lectura era una actividad popular entre la clase media y alta, y las novelas de caballerías, género al que parodia El Quijote, eran especialmente populares.

Finalmente, recomiendo leer un tomo como el que se muestra en las imágenes (en este caso, una edición conmemorativa preparada por la Asociación de Academias de la Lengua Española), ya que es complicado apreciar toda su complejidad en resúmenes o abreviaciones. En lo que se refiere a grandes monumentos de la literatura universal, siempre sugiero ir a las fuentes originales antes de leer interpretaciones de otras mentes.

Leer El Quijote es una experiencia enriquecedora que nos permite sumergirnos en la historia, explorar la condición humana y reflexionar sobre nuestro propio viaje en la vida. Es una obra que merece ser leída y apreciada por todas las generaciones, además de que, en palabras del propio Cervantes: "El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho".

Xavier H. Castañeda


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Published on May 26, 2024 11:53

May 18, 2024

Lo que todo Gentleman del siglo XXI debe saber

Pierre Sériziat, C. 1795, Jacques-Louis David
¿Qué son exactamente los mencionados 'Gentleman's Pursuits' del título de este blog? ¿Por qué está escrito en inglés y no en español? 

Sentados ante un café y una laptop de por medio, mi buena amiga Claudia me preguntaba el porqué el nombre de mi blog  estaba en inglés y no en castellano, señalando que, aun sabiendo su traducción, ella hubiera preferido un término dirigido a una audiencia hispanoparlante. 
- ¿Por qué no en español? - Me miró con en esa sonrisa tan suya, mezcla de curiosidad y pequeño reclamo.
Meditándolo un par de segundos en silencio, tras un sorbo de mi espresso, contesté: - Hay, sin duda, un término equivalente en castellano. Pero tal vez quise dotar a mi blog de cierto sentido más amplio en cuanto a los temas que trataría. Fue una pequeña licencia de mi parte para hablar de otras cosas que no fueran solo de vinos y de objetos; es decir, hablar de otros intereses cultos e intangibles, quizás al estilo del ideal del Gentleman británico decimonónico. Una licencia ambiciosa, sin duda, porque pienso que para escribir sobre esto primero hay que vivirlo - respondí, dando otro sorbo a mi café con la mirada puesta en el piso de madera. 
Más tarde, sentado ante mi escritorio, pensé cómo explicarlo mejor: se trata simplemente de aprovechar el tiempo que se nos ha concedido en este mundo para convertirse en la mejor versión de uno mismo. 
Aprovechar nuestro tiempo en esta tierra, que de un instante a otro todo puede cambiar. In ictu oculi de Juan de Valdés (1672)
Aunque es cierto es que el mencionado Gentleman decimonónico ya no existe (no se diga ya del ideal del Virtuoso de Lord Shaftesbury, aun más raro), es decir, en su espíritu y ambiciones, también es cierto que hoy en día se puede ser "un caballero" si uno decide serlo, o lo que es lo mismo, se es caballero - o dama - por elección.
Podría especularse que ese ideal a caído víctima del paso del tiempo y sobre todo de la televisión primero, y a últimas fechas de las redes sociales y programación en streaming, sin dejar de lado el infame scrolling que a golpe de algoritmos nos fuerzan, casi de forma inconsciente, a pasar horas con la mente en neutral viendo pantallas y posts que nos taladran e incrustan, incluso desde niños (pero sin dejar de lado las mentes adultas), modelos a seguir que no solo con frecuencia son vulgares y superficiales sino además no tienen la mínima calidad moral en la mayoría de los casos (con sus muy honrosas excepciones). Es decir, sufrimos un verdadero suplicio de Sísifo en contra de tan formidables enemigos.
Con todo, ahora más que nunca se requiere de esos hombres y mujeres de valor. El ideal del ‘Gentleman-Gentilhomme-Caballero’ es deseable como individuo ya que con su espíritu, conocimiento e idealismo lanza a la humanidad hacía adelante, como todos los espíritus escogidos de los que se ocupa la historia (que no de los hombres mediocres a como lo anuncia José Ingenieros en su célebre  El hombre mediocre ).

Robert de Montesquiou por Paul Troubetskoy
Aunque la palabra ‘Gentleman’ tiene su equivalente en el español como ‘Señor’ (en el sentido de ‘Don José es todo un señor’, ya que la palabra ‘caballero’ denota más la idea de buenos modales en el trato hacia las mujeres - y prójimos - es decir, un sentido de ‘caballerosidad’: ser ‘todo un señor’ incluye también ser caballeroso), el ideal del ‘Gentleman Británico’ y el ‘Gentilhomme Francés’ surge a partir del desarrollo de las sociedades cortesanas europeas a partir del siglo XVII, la cual exigía una cultura de etiqueta, formalidad y trato ‘educado’ como un código de conducta establecido. Este código incluía naturalmente el concepto de los buenos modales (‘manners’, ‘maniera’) en el trato hacia los demás, pero también exigía, para triunfar en estas sociedades, un grado de cosmopolitismo, inteligencia, bien hablar, humor, sensibilidad, valor, honor y carácter. 
Así mismo esta idea era descendencia directa del ideal del hombre renacentista del siglo XVI; el individualismo y el deseo de hacer y saber de todo. De esta manera, y como afirmaba el Filosofo Dietrich Schwanitz, ‘La formación cultural se fundía con la cultura social’. Un hombre al fin de aficiones y aspiraciones renacentistas.
Baldassare Castiglione, autor de Il Cortesano (1528).
Baldassare Castiglione en su célebre " El cortesano " (título que muy bien podría trasladarse al moderno término de El Gentleman), describe justamente ese ideal del caballero renacentista, curioso del mundo y de la elevación del ser humano como centro del universo: el caballero perfecto debía saber de todo y de todos, ciencia y arte; debía contar con un físico que buscara el ideal grecorromano (¿el canon del hombre perfecto de Policleto? ¿La proporción física natural perfecta de los Bronces de Riace?), el trato educado y amable, savoir-faire social y elevadas miras, todo ello hecho sin aparente esfuerzo, con naturalidad, desenvoltura y gracia, un concepto luego conocido como Sprezzatura término en el libro incluido y que hoy refiere más a vestir bien y con elegancia en el mundo de la sartoria, aunque si perder del todo su origen. Aún hoy el ideal italiano de La Bella figura (verse bien y comportarse bien en sociedad), debe mucho a ese antecedente renacentista. Así, todo hombre que aspire a ser un caballero deberá ver en El Cortesano la piedra angular de su partida en este viaje, tortuoso pero pleno de satisfacciones, aunque sirven como advertencia dentro del propio texto las palabras de Ludovico Pío: "Pienso que no se podrá hallar vaso donde quepa todo lo que vos queréis echar en este Cortesano". Pero, como en tantas cosas de la vida, el placer esté en el camino y ciertamente no en el destino.   Reconstrucción en bronce del Doryphoro de Policleto (450 a.C.)¿Pero qué sucede hoy en día? ¿Es cierto que ‘ya no hay caballeros’, como se quejan la mayoría de las mujeres? 
Tal vez sea cierto que los buenos modales hagan falta en estos días, pero basta también ver los cambios en los programas educativos para darse cuenta que mucho ha cambiado en el alcance y calidad de los intereses que perseguimos, además de que debemos participar de una nueva concepción del papel del hombre en una sociedad más incluyente y diversa. 
No me gusta decirlo, pero una generación de hombres que pasa hora tras hora viendo memes, posts de jovencitas escasamente vestidas en Instagram (o el peor de los pecados intelectuales: pagando dineros en OnlyFans), o sumergiéndose en teorías conspirativas en Facebook (de la más fragante estupidez), o videos de YouTube absolutamente intrascendentes, o que pasan días enteros jugando videojuegos, tendrá muy poco tiempo de perseguir otros intereses más elevados. 
Podría decir incluso que esa "epidemia de estupidez" que sufrimos anunciada por don Arturo Pérez-Reverte, es una grave afrenta al proceso de civilización humana a como la describe Norbert Alias en su magnífico  El proceso de la civilización , lectura que recomiendo con entusiasmo a quien desee entender sobre esto. 

Le Cercle de la Rue Royale, de James Tissot (1680).
Contrastemos lo anterior con la educación de un Gentleman de antiguos tiempos: esta incluía la adquisición de conocimientos sobre matemáticas (y ciencias en general), filosofía, latín, música culta, ópera, geografía, literatura, poesía, historia, arquitectura, pintura, astronomía y leyes, además de política y conocimiento de estado geopolítico del mundo. Y no solo eso, un caballero debía saber también de vestido, comida, práctica de deportes tales como los incluidos en el pentatlón moderno (carrera, tiro, equitación, esgrima y natación, basándose en las habilidades que un oficial del ejército francés debía idealmente poseer), entre otras cosas y conocimientos. ¡Todo esto además de contar con excelentes modales, ser cosmopolita, inteligente, ingenioso, elocuente, sensible, valiente y honorable! Menuda tarea para cualquiera que aspire a ser ‘todo un Señor'. 
No se debe excluir la idea (elitista, napoleónica) de que 'se requieren tres generaciones para formar un caballero', es decir, que el haber nacido de uno ya conlleva cierta ventaja, pero es poco pretexto cuando el conocimiento, hoy más que nunca, está al alcance de todo el que lo busque, hasta en las mismas redes sociales y programas de streaming y en los scrollings que nos alienan. 
"El sueño del Caballero", de Antonio de Pereda (1650).
El caballero actual, sin embargo debe contar además con un grado aceptable de sensibilidad social, de conciencia ecológica y humanista, y desempeñar un papel diferente en cuanto a su lugar ante el avance de las mujeres en todos los campos, además de ejercer una paternidad más sensible y desde luego responsable, contar con un cuidado aspecto personal a todas las edades (y un cuerpo sano e idealmente ejercitado) y ser todo un profesional... Un hombre de amplias lecturas, viajes y producción intelectual para la prosperidad. Sobre todo, la educación de un caballero debe de hacer de este, según las palabras de Henry Peacham, "una persona provechosa y útil para su país", o lo que es lo mismo, contar con un propósito de vida que guié su proa hacía metas valiosas, honrosas y honorables.
Lamentablemente la educación actual está en decadencia y se encuentra muy alejada de este propósito de formación de hombres y mujeres de provecho. A veces solo alcanza para ver por los propios intereses y en ocasiones ni para eso; la educación del tipo que menciono arriba parece más un cuestión de suerte que de elección personal. 
Sin embargo, ya lo escribía Heráclito (540-480 B.C.) hace más de 2,500 años: “El contenido del carácter de un hombre es el que él mismo elige. Día tras día, sus decisiones, lo que piensa, y sus acciones son en lo que él mismo se convierte. Su integridad es su destino… es la luz que guía su sendero”.

Los Gentleman´s Pursuits, que se traducirían directamente como los intereses o búsquedas intelectuales de un caballero, son finalmente todos esos intereses intangibles por los que uno parte en búsqueda de la verdad, de aquellos placeres de 'fina conmoción intelectual' anunciados por Epicuro: la idea de querer saber de todo y hacer de todo, en el talante de un hombre del renacimiento, aprovechando el tiempo que nos queda antes de partir (tiempo cada día más valioso porque nos queda menos, sobre todo en tiempos tan inciertos como los que nos ha tocado vivir). Es hacerse la pregunta, sin duda de carácter estoico: ¿Cuánto tiempo dejaré pasar para que me convierta en lo que podría llegar a ser?
Le envío un saludo, compañero de viaje, que al llegar hasta aquí ha declarado sus intenciones. 

Xavier H. Castañeda
©
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Published on May 18, 2024 16:30

May 13, 2024

Cómo empezar a escribir ficción

 ¿Qué consejos le darías a alguien para empezar a escribir una novela de ficción?

Antes que nada, quiero plantearte algunas preguntas y una advertencia crucial: ¿Te apasiona la lectura? Si es así, ¿qué géneros literarios te cautivan más? Este interrogante marca el punto de partida, ya que lo que disfrutas leyendo tiende a ser también lo que más disfrutarás escribiendo. Pero, permíteme lanzarte una advertencia: la escritura no es un camino fácil; exige compromiso y disciplina, la misma dedicación que te impulsará a continuar incluso en los momentos de falta de inspiración.

Este primer paso lo podríamos denominar como "definir tu género". Elige el tipo de ficción que deseas explorar: ciencia ficción, fantasía, romance, misterio, entre otros, y establece el tema central de tu historia, lo que quieres contar. Esto te proporcionará una base sólida para tu narrativa, y lo más importante, será algo que disfrutes escribir.

Para mí, uno de los mayores motivos para escribir es enriquecer la vida de mis lectores, pero lo que realmente obtengo de este proceso es enriquecer mi propia vida. ¿Cómo? A través de la adquisición de conocimientos, el aprendizaje continuo, la exploración de diversas lecturas y los desafíos que ponen a prueba mi perseverancia e inteligencia.

Luego de este paso inicial, llega la parte práctica: escribir. Encara este proceso como una forma de Kaizen, es decir, como un camino de mejora constante. Escribir más te ayudará a mejorar, pues la práctica es el mejor maestro. Además, es difícil corregir algo que aún no ha sido escrito. Personalmente, escribo a diario y me propongo alcanzar una meta de palabras, un número especifico. ¿Se aleja esto de la imagen romántica del escritor inspirado por la musa? Sin duda, pero es la realidad: la escritura es un oficio como cualquier otro, que demanda esfuerzo y dedicación constante.

Por ende, mi consejo es simple: escribe, y hazlo con seriedad. Y no olvides leer. Stephen King afirmó una vez que "la primera obligación de cualquier escritor es leer mucho". La lectura te proporcionará material para crear el universo donde tus personajes vivirán, experimentarán triunfos y derrotas, y darán vida a la historia que deseas contar.

Por otro lado, no descuides la construcción del esqueleto de tu relato, una especie de guía que te orientará sobre qué hacen tus personajes, cuándo lo hacen, qué consecuencias tienen sus acciones, y cómo se relacionan personajes y acciones entre sí dentro de la trama.

Finalmente, intenta siempre entretener. A nadie le gusta aburrirse, y tú, como escritor, tienes la responsabilidad de entretener. ¡Feliz escritura!

Xavier H. Castañeda

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Published on May 13, 2024 20:46

Cómo empezar a escribir ficción.

 ¿Qué consejos le darías a alguien para empezar a escribir una novela de ficción?

Antes que nada, quiero plantearte algunas preguntas y una advertencia crucial: ¿Te apasiona la lectura? Si es así, ¿qué géneros literarios te cautivan más? Este interrogante marca el punto de partida, ya que lo que disfrutas leyendo tiende a ser también lo que más disfrutarás escribiendo. Pero, permíteme lanzarte una advertencia: la escritura no es un camino fácil; exige compromiso y disciplina, la misma dedicación que te impulsará a continuar incluso en los momentos de falta de inspiración.

Este primer paso lo podríamos denominar como "definir tu género". Elige el tipo de ficción que deseas explorar: ciencia ficción, fantasía, romance, misterio, entre otros, y establece el tema central de tu historia, lo que quieres contar. Esto te proporcionará una base sólida para tu narrativa, y lo más importante, será algo que disfrutes escribir.

Para mí, uno de los mayores motivos para escribir es enriquecer la vida de mis lectores, pero lo que realmente obtengo de este proceso es enriquecer mi propia vida. ¿Cómo? A través de la adquisición de conocimientos, el aprendizaje continuo, la exploración de diversas lecturas y los desafíos que ponen a prueba mi perseverancia e inteligencia.

Luego de este paso inicial, llega la parte práctica: escribir. Encara este proceso como una forma de Kaizen, es decir, como un camino de mejora constante. Escribir más te ayudará a mejorar, pues la práctica es el mejor maestro. Además, es difícil corregir algo que aún no ha sido escrito. Personalmente, escribo a diario y me propongo alcanzar una meta de palabras, un número especifico. ¿Se aleja esto de la imagen romántica del escritor inspirado por la musa? Sin duda, pero es la realidad: la escritura es un oficio como cualquier otro, que demanda esfuerzo y dedicación constante.

Por ende, mi consejo es simple: escribe, y hazlo con seriedad. Y no olvides leer. Stephen King afirmó una vez que "la primera obligación de cualquier escritor es leer mucho". La lectura te proporcionará material para crear el universo donde tus personajes vivirán, experimentarán triunfos y derrotas, y darán vida a la historia que deseas contar.

Por otro lado, no descuides la construcción del esqueleto de tu relato, una especie de guía que te orientará sobre qué hacen tus personajes, cuándo lo hacen, qué consecuencias tienen sus acciones, y cómo se relacionan personajes y acciones entre sí dentro de la trama.

Finalmente, intenta siempre entretener. A nadie le gusta aburrirse, y tú, como escritor, tienes la responsabilidad de entretener. ¡Feliz escritura!

Xavier H. Castañeda

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Published on May 13, 2024 20:46

October 17, 2023

Immanuel Kant

Imagen: Midjourney / Sarah Romero 



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Published on October 17, 2023 11:35

October 1, 2023

June 20, 2023

Reflexiones en una pandemia que ya fue...


¿Qué es la realidad? ¿Qué es la ficción?

Este par de preguntas pueden hallarse en cualquier libro de teoría literaria; no sólo son preguntas obligadas y necesarias, sino que son tan simples que parecen preguntas tontas. Como digo, se hallan en cualquier lado. Lo que no es fácil encontrar son las respuestas. Las respuestas a esas preguntas cualquiera las tiene, pero nadie sabe si son correctas. Y la mayor parte de las veces no existen respuestas correctas. Ahora, dime tú: ¿Qué es la realidad sino una ficción inventada por un dios loco? Cómo ejemplo, ¿a qué escritor con sentido común se le ocurre poner a su personaje (la humanidad entera) en tantas situaciones inverosímiles en un solo año? Virus y todo eso. ¿Qué no se da cuenta, ese autor dios loco, que corre el riesgo de caer en el ridículo de la inverisimilitud? En fin, la realidad es esto. Aquí y ahora, lo que toco y veo a mi alrededor. Eso es lo único que existe. 

Por eso aquí estoy, tratando de escribir una novela en medio de una plaga, de aquellas que sólo suceden cada siglo, aunque eso sí, aparecen con bastante regularidad. Eso deberíamos saberlo. ¡Pero hay tantas cosas que deberíamos saber, pero no sabemos! Por ejemplo, ¿Por qué la gente es tan estúpida? ¿Por qué piensa que sabe más de enfermedades que los científicos y los doctores? ¿Por qué hay gente que expresa su opinión cómo si supiera de lo que está hablando? 

Esta tarde fui al banco porque mi tarjeta había vencido. Hablé antes vía chat en su página web con un asesor que me dijo que esta debía haber llegado a mi casa, pero nunca llegó. Entonces al banco, ni modo. Al llegar, una amable empleada me dijo que debía tomarme la temperatura, pero al esperar que la tomara en mi frente me dijo que mejor me la tomaría en la muñeca. Le dije que esa lectura no iba a servir, ¿qué no sabía que era como de dos grados menos? Lo sabía, pero, me dijo, hay gente que cree y se queja que si se la toma en la frente le puede causar daño cerebral.  Sonrío bajo el cubrebocas y le agradezco, pero pienso que ningún daño adicional se causaría en un cerebro que piense así; el daño ya estaba hecho desde el primer día de su vida, al nacer en una familia, que digo en una familia, en un país en donde la educación y la ciencia valía para… Paré mi dialogo interior. ¿Qué caso tiene? Mejor a esperar a lo que fui y listo. Salir lo más rápido posible de ese caldo de gérmenes. 

No avanzo. Tengo ya listo desde hace meses el outline de la novela. Está prácticamente escrita en mi mente. En esta ocasión decidí empezar con la escena final. Vamos a probar. Soy muy visual, así que la escena se reproduce una y otra vez en mi mente como capítulo final de serie de Netflix en loop. Una y otra vez. Sé qué sucederá, puedo ver a mis personajes sobrevivientes, veo el sol del atardecer sobre las montañas mientras hablan, puedo oler el aroma verde desprendido de las cosechas, sé cómo llegaron ahí, pero no logro avanzar. Me culpo a veces y otras no de esa falta de avance. En ocasiones despierto por la mañana y reniego de no haber escrito el día anterior.  Me acuso de querer y no querer ser en realidad un escritor profesional. Me flagelo psicológicamente. Luego me digo: ¿se me puede culpar por no poder ser creativo durante una pandemia? Cada vez que uno tiene que salir a la calle se siente la caricia de la espada de Damocles. Todos estamos expuestos a un virus mortal. ¿Se me puede culpar? Acabo de leer en Twitter que Donald Trump tiene Covid. Era de esperarse, ¡es tan estúpido! Pero si al presidente de los Estados Unidos le puede dar Covid…

Después me digo que sí. Se me puede culpar porque tengo todo para escribir. El tiempo y el lugar. El estudio está subiendo las escaleras. El tiempo también está allá arriba. No tengo que salir, mis clases son en línea y me pagan el sueldo completo. Volver a las aulas está descartado hasta el año que viene. Tengo todo para escribir. Pero al despertar por la mañana no tengo nada.

(Hallado hoy, escrito en octubre de 2020).
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Published on June 20, 2023 16:06