Pedro P. Enguita's Blog, page 14
April 10, 2020
Crítica: La fuente del fin del mundo (I/IV)
William Morris se considera uno de los fundadores de la fantasía moderna y La fuente del fin del mundo es una de sus obras fundamentales. La obra narra el viaje iniciático de un príncipe que busca la fuente del fin del mundo, durante el cual vive todo tipo de aventuras.
La obra gustará a los amantes de JR Tolkien (quien, no en vano, fue calificado como "el nuevo Morris") y a quien le interese por motivos históricos. Hasta donde yo sé, esta es la primera edición que se hace de la obra en lengua castellana, por lo que lo primero que hay que hacer es aplaudir a la editorial que rescate una obra semiolvidada. El editor ha tratado de mantener, pese a sus limitados medios, los cánones estéticos que gustaban a Morris (que era un enamorado de la belleza) con la inclusión de fotografías y algún que otro dibujo.
No obstante, la obra no ha envejecido demasiado bien. Si la novela es del siglo XIX, bebe directamente de la Edad Media, por lo que a muchos lectores les parecerá que los diálogos terminan siendo cansinos y los personajes carecen de profundidad y están llenos de estereotipos. Peor aún resulta el planteamiento de la obra, rellena de paja innecesaria. Finalmente, en esta edición pesa que la editorial haya hecho gala de una gran voluntad pero medios escasos: esta edición contiene múltiples errores que, en más de una ocasión, dificultan la lectura.
En resumen, una obra ideal para los amantes de Tolkien, aquellos interesados en la historia de la fantasía o las obras con un aroma a antiguo. Absténganse aquellos interesados en literatura más moderna o forofos de las ediciones perfectas.
La obra gustará a los amantes de JR Tolkien (quien, no en vano, fue calificado como "el nuevo Morris") y a quien le interese por motivos históricos. Hasta donde yo sé, esta es la primera edición que se hace de la obra en lengua castellana, por lo que lo primero que hay que hacer es aplaudir a la editorial que rescate una obra semiolvidada. El editor ha tratado de mantener, pese a sus limitados medios, los cánones estéticos que gustaban a Morris (que era un enamorado de la belleza) con la inclusión de fotografías y algún que otro dibujo.
No obstante, la obra no ha envejecido demasiado bien. Si la novela es del siglo XIX, bebe directamente de la Edad Media, por lo que a muchos lectores les parecerá que los diálogos terminan siendo cansinos y los personajes carecen de profundidad y están llenos de estereotipos. Peor aún resulta el planteamiento de la obra, rellena de paja innecesaria. Finalmente, en esta edición pesa que la editorial haya hecho gala de una gran voluntad pero medios escasos: esta edición contiene múltiples errores que, en más de una ocasión, dificultan la lectura.
En resumen, una obra ideal para los amantes de Tolkien, aquellos interesados en la historia de la fantasía o las obras con un aroma a antiguo. Absténganse aquellos interesados en literatura más moderna o forofos de las ediciones perfectas.
Published on April 10, 2020 11:29
April 4, 2020
El escribir en tiempos de la pandemia
No les voy a aburrir, amables lectores, con un sesudo artículo sobre el virus. Estoy seguro de que tienen un cuñado que sabe del tema mucho más que yo. No crean que trato de quitar hierro al asunto es que, bueno, este es mi blog y hablo de lo que me apetece. Y personalmente no creo que pueda aportar mucho sobre un tema sobre el que habla todo el mundo.
Estoy teletrabajando por primera vez en mi vida. Resulta una experiencia un tanto extraña esto de estar en casa, con quien quieres y, simultáneamente, no poder atenderla como se merece porque, bueno, estás trabajando.
La cosa literaria avanza a un ritmo aceptable. Estoy terminando dos obras, una para el Premio UPC y otra para el Visiones 2020. Como hay que mantener el anonimato no daré nombres ni detalles. La novela corta para el UPC está prácticamente lista, ahora mismo solo queda hacer un último repaso. Respecto al cuento para el Visiones está más verde, solo terminado en un 30%, claro que también es mucho más corto.
Estoy teletrabajando por primera vez en mi vida. Resulta una experiencia un tanto extraña esto de estar en casa, con quien quieres y, simultáneamente, no poder atenderla como se merece porque, bueno, estás trabajando.
La cosa literaria avanza a un ritmo aceptable. Estoy terminando dos obras, una para el Premio UPC y otra para el Visiones 2020. Como hay que mantener el anonimato no daré nombres ni detalles. La novela corta para el UPC está prácticamente lista, ahora mismo solo queda hacer un último repaso. Respecto al cuento para el Visiones está más verde, solo terminado en un 30%, claro que también es mucho más corto.
Published on April 04, 2020 14:13
March 13, 2020
Crítica: El futuro es bosque
El futuro es bosque
es una antología de ciencia ficción con alguna pincelada de fantasía en la que las narraciones tienen como hilo argumental (o al menos eso se nos dice) la ficción climática. Los encargados de pergeñar la antología son una interesante lista de primeras espadas de la ciencia ficción española.Lo primero que hay que destacar es que la antología no cumple estrictamente lo que anuncia. La ecología tiene un gran peso pero la "ficción climática" apenas aparece, de hecho el clima solo aparece en uno -como mucho dos- de los ocho relatos de la antología.
Entrando en materia, las obras que conforman la antología son decentes y sorprendentemente variadas, lo que permite pasar un buen rato leyéndolas. No obstante, no abundan los relatos sobresalientes. Destacaré dos que me han gustado especialmente:
Las algas del olvido - Dioni Arroyo - Un relato redondo, que combina una buena prosa con una excelente forma de construir la historia. Para mí, el mejor de la antología.Vertedero - Cristina Jurado - Sin duda el mejor escrito de toda la antología.En resumen, El futuro es bosque es una antología entretenida y variada, con algunos relatos interesantes, cuya principal pega es que sacrifica lo que promete en la portada a favor de la libertad creadora de los autores.
Published on March 13, 2020 15:32
March 8, 2020
Crítica: Windumanoth #1
Windumanoth es una revista de reciente creación (2017) que destaca -como muchas de su generación- por una gran profesionalidad y elevada calidad del producto final. Buena prueba de ello es que en el 2019 ganó el premio a la mejor revista europea.
Lo más destacable de Windumanoth es su espectacular presentación. El formato del texto, con partes resaltadas, y las impresionantes imágenes que lo acompañan valen por sí el precio de la revista. La revista incorpora, además, la posibilidad de comprarla tanto en formato impreso como digital.
No pueden faltar artículos y entrevistas y lo que descolla es la gran variedad de temas tratados en los mismos. En lugar de ceñirse a los temas habituales (básicamente literatura y cine), en Windumanoth tratan también los videojuegos, la ilustración, el cómic... Todo ello, recuérdenlo, en una revista en donde las imágenes resultan espectaculares. Los artículos, sin alcanzar la profundidad de la desaparecida Supersonic, resultan suficientemente serios para satisfacer al público más exigente.
Como viene siendo marca de la casa (y es, al fin y al cabo, mi parte favorita de toda revista), destacaré aquellos cuentos que me parecieron especialmente buenos... Aunque debo admitir que la calidad media de la revista es muy elevada, me gustaron todos los cuentos que leí salvo uno.
El romance del tío Abraham - Edith Nesbit - Una bella historia de espíritus de una autora que cabalgó entre los siglos XIX y XX y que Windumanoth rescata con buen criterioHabitación en Viena - Elia Barceló - Un cuento envuelto en el misterio, bellamente redactado y con la agradable sensación de estar continuamente al borde del desastreEl médico y el chamán - Iván Miras - Un cuento impactante en el que el autor nos introduce en la brutal mente del protagonistaEn resumen, Windumanoth es una revista de calidad elevada, temática moderna y variada y cuidadísima presentación.
Lo más destacable de Windumanoth es su espectacular presentación. El formato del texto, con partes resaltadas, y las impresionantes imágenes que lo acompañan valen por sí el precio de la revista. La revista incorpora, además, la posibilidad de comprarla tanto en formato impreso como digital.
No pueden faltar artículos y entrevistas y lo que descolla es la gran variedad de temas tratados en los mismos. En lugar de ceñirse a los temas habituales (básicamente literatura y cine), en Windumanoth tratan también los videojuegos, la ilustración, el cómic... Todo ello, recuérdenlo, en una revista en donde las imágenes resultan espectaculares. Los artículos, sin alcanzar la profundidad de la desaparecida Supersonic, resultan suficientemente serios para satisfacer al público más exigente.Como viene siendo marca de la casa (y es, al fin y al cabo, mi parte favorita de toda revista), destacaré aquellos cuentos que me parecieron especialmente buenos... Aunque debo admitir que la calidad media de la revista es muy elevada, me gustaron todos los cuentos que leí salvo uno.
El romance del tío Abraham - Edith Nesbit - Una bella historia de espíritus de una autora que cabalgó entre los siglos XIX y XX y que Windumanoth rescata con buen criterioHabitación en Viena - Elia Barceló - Un cuento envuelto en el misterio, bellamente redactado y con la agradable sensación de estar continuamente al borde del desastreEl médico y el chamán - Iván Miras - Un cuento impactante en el que el autor nos introduce en la brutal mente del protagonistaEn resumen, Windumanoth es una revista de calidad elevada, temática moderna y variada y cuidadísima presentación.
Published on March 08, 2020 15:14
February 17, 2020
Crítica: Nistagmo
Nistagmo es una novela corta de Bruno Puelles, autor jovencísimo y del que, dado su curriculum, dará mucho que hablar. La obra recibió una mención especial en el Premio UPC del 2018, lo que le da cierto caché pero lo realmente interesante es la premisa inicial: en este acelerado mundo moderno, en el que a todos nos parece que nos falta el tiempo ¿qué pasaría si apareciera un avance tecnológico que permitiera prescindir de dormir?
Nistagmo parte de esa premisa y nos narra las vivencias de su protagonista, un atribulado padre de familia, encadenado a un trabajo que no le gusta, un poco friki, agobiado por el cuidado de los hijos y al que le faltan horas para desarrollar su verdadera pasión: la escultura. ¿Se sienten identificados?
Hay más. Personas con sueldos míseros, aquí llamadas todoterrenos, son vistas con recelos por los trabajadores con derechos, pues temen ser sustituidos por una de ellas. ¿Les recuerda a algo?
La prosa de Nistagmo es resultona y de lectura extremadamente ágil, con puntos de hunor interesantes, especialmente al principio. No esperen virtuosismo.
Donde la obra falla un poco es que la trama resulta demasiado previsible. En pocas páginas uno puede tener claro cómo se va a desarrollar todo.
En resumen, una obra con una premisa muy interesante y fuerte crítica social, ideal para pasar un buen rato y dejarse llevar.
Nistagmo parte de esa premisa y nos narra las vivencias de su protagonista, un atribulado padre de familia, encadenado a un trabajo que no le gusta, un poco friki, agobiado por el cuidado de los hijos y al que le faltan horas para desarrollar su verdadera pasión: la escultura. ¿Se sienten identificados?
Hay más. Personas con sueldos míseros, aquí llamadas todoterrenos, son vistas con recelos por los trabajadores con derechos, pues temen ser sustituidos por una de ellas. ¿Les recuerda a algo?
La prosa de Nistagmo es resultona y de lectura extremadamente ágil, con puntos de hunor interesantes, especialmente al principio. No esperen virtuosismo.
Donde la obra falla un poco es que la trama resulta demasiado previsible. En pocas páginas uno puede tener claro cómo se va a desarrollar todo.
En resumen, una obra con una premisa muy interesante y fuerte crítica social, ideal para pasar un buen rato y dejarse llevar.
Published on February 17, 2020 14:23
February 3, 2020
Crítica: Challenger
Challenger es una novela de Guillem López (del que ya reseñé
Arañas de Marte
) que se encuadra en una rama de la literatura denominada literatura weird (o extraña, si lo prefiere en castizo), en la que se mezclan conceptos de fantasía, ciencia ficción y terror.
Challenger nos presenta un caleidoscopio de 73 relatos que se ubican en las horas que rodean al accidente del Challenger (que, para quien no lo sepa, se desintegró a los 73 segundos del despegue). Cada uno de estos relatos nos narra las vivencias de un personaje diferente, por lo que Challenger es, en realidad, un conjunto de relatos apenas conectados entre sí. Así, por ejemplo, podemos ver a una persona que sufre un accidente y luego, en otro capítulo, una persona que la atiende en un hospital. El tono weird de la obra lo dan los monstruos (a veces reales, a veces creados en las mentes de los personajes) pero, además de eso, el autor nos regala una rica variedad de personajes: sociedades secretas, amantes, turistas, caseros, espías, ingenieros, niños e incluso perros.
La prosa de Guillem López es prodigiosa, de entre las mejores del género, si bien es cierto que en ocasiones comete excesos que restan legibilidad al texto.
El principal defecto de Challenger es su falta de argumento. Si bien las historias están conectadas entre sí, en ningún momento da la sensación de querer explicar una historia. No sigue el clásico esquema de presentación, nudo y desenlace. Los diferentes puntos de vista se suceden sin orden ni concierto. No siguen una secuencia temporal, no están ordenados según su relación, ni por su temática o por dónde sucede la acción. Nada. Cero. A pesar de eso, su maestría con las palabras logra mantener la atención del lector durante sus páginas.
En resumen, Challenger es una novela de redacción excelente que no termina de encajar plenamente en ningún género clásico y que encandilará a los amantes de los relatos de Lovecraft. No obstante, su falta de hilo argumental echará para atrás a quienes busquen, por encima de todo, una historia.
Challenger nos presenta un caleidoscopio de 73 relatos que se ubican en las horas que rodean al accidente del Challenger (que, para quien no lo sepa, se desintegró a los 73 segundos del despegue). Cada uno de estos relatos nos narra las vivencias de un personaje diferente, por lo que Challenger es, en realidad, un conjunto de relatos apenas conectados entre sí. Así, por ejemplo, podemos ver a una persona que sufre un accidente y luego, en otro capítulo, una persona que la atiende en un hospital. El tono weird de la obra lo dan los monstruos (a veces reales, a veces creados en las mentes de los personajes) pero, además de eso, el autor nos regala una rica variedad de personajes: sociedades secretas, amantes, turistas, caseros, espías, ingenieros, niños e incluso perros.
La prosa de Guillem López es prodigiosa, de entre las mejores del género, si bien es cierto que en ocasiones comete excesos que restan legibilidad al texto.
El principal defecto de Challenger es su falta de argumento. Si bien las historias están conectadas entre sí, en ningún momento da la sensación de querer explicar una historia. No sigue el clásico esquema de presentación, nudo y desenlace. Los diferentes puntos de vista se suceden sin orden ni concierto. No siguen una secuencia temporal, no están ordenados según su relación, ni por su temática o por dónde sucede la acción. Nada. Cero. A pesar de eso, su maestría con las palabras logra mantener la atención del lector durante sus páginas.
En resumen, Challenger es una novela de redacción excelente que no termina de encajar plenamente en ningún género clásico y que encandilará a los amantes de los relatos de Lovecraft. No obstante, su falta de hilo argumental echará para atrás a quienes busquen, por encima de todo, una historia.
Published on February 03, 2020 11:17
January 25, 2020
Crítica: The Mandalorian
The Mandalorian
es una nueva serie ambientada en el universo de Star Wars y la primera que lo hace con actores reales. Debido a esto había cierta expectación por saber cómo se desenvolvia la serie, en especial sabiendo que la franquicia de Star Wars ha experimentado numerosos altibajos desde su adquisición por el imperio Disney. Y el resultado ha sido mucho mejor de lo esperado.
Vamos por partes. Para empezar, The Mandalorian gozó de una suerte que no tuvo El ascenso de Skywalker y es que, mientras todo el mundo andaba buscando filtraciones del dichoso episodio IX, a nadie pareció importarle lo que estaba tramando Disney con un mandaloriano anónimo a quien ni siquiera se le ve el rostro. A eso se unió que Disney por una vez hizo las cosas bien y no solo dejó libertad a los creadores de la serie sino que, incluso, se permitió el lujo de no lanzar al mercado juguetitos que habrían arruinado algunas de las sorpresas de la serie.
The Mandalorian es una serie de acción ¡y menuda ella! Hay acción a raudales, pero contenida. La acción se limita a pocos minutos cada capítulo y eso hace que las escenas parezcan realistas y que no saturen al espectador con un metraje interminable. Por si fuera poco, muchas de ellas son de un estilismo digno de aplauso, con el protagonista practicando una elaborada danza de movimientos con la que desaparece de la vista de sus enemigos. En resumen, la acción es lo mejor de la serie.
Muchos capítulos parecen standalone, lo que hace que a media temporada la serie pierda fuelle. No obstante, en los dos últimos capítulos logra una espectacular remontada, uniendo todo lo que se ha visto hasta el momento para lograr un épico final de temporada que dejará a todos con la boca abierta. Por si fuera poco, se reservan para este final revelar algunas de las incógnitas que han plagado toda la serie y lo hacen de forma más que notable (lo cual de nuevo demuestra por enésima vez que es fácil llegar a un final digno si lo tienes pensado desde un principio). La única pega que se detecta es que los personajes secundarios son demasiado propensos a ayudar al protagonista sin que exista un motivo claro para ello.
Las actuaciones son más que decentes, los decorados y fotografía, espectaculares. El humor ocupa un lugar menor en la serie y, sobre todo, está destinado a un público adulto. No hay sexo en toda la serie (no deja de ser Star Wars & Disney), lo cual es casi de agradecer teniendo en cuenta la gran cantidad de series que solventan la falta de imaginación enseñando unos pechos. Hay algunos guiños a los fans de toda la vida de Star Wars, pero que no saturan la serie y -mucho menos- pretenden construir la serie a partir de ellos.
En resumen, The Mandalorian es una brillante serie de acción que hará las delicias de los fans adultos de Star Wars e incluso a aquellos que, sin serlo, quieran simplemente pasar un buen rato. Sin llegar a ser una obra de arte, es un producto cuyos aciertos sobrepasan de largo sus carencias.
Vamos por partes. Para empezar, The Mandalorian gozó de una suerte que no tuvo El ascenso de Skywalker y es que, mientras todo el mundo andaba buscando filtraciones del dichoso episodio IX, a nadie pareció importarle lo que estaba tramando Disney con un mandaloriano anónimo a quien ni siquiera se le ve el rostro. A eso se unió que Disney por una vez hizo las cosas bien y no solo dejó libertad a los creadores de la serie sino que, incluso, se permitió el lujo de no lanzar al mercado juguetitos que habrían arruinado algunas de las sorpresas de la serie.
The Mandalorian es una serie de acción ¡y menuda ella! Hay acción a raudales, pero contenida. La acción se limita a pocos minutos cada capítulo y eso hace que las escenas parezcan realistas y que no saturen al espectador con un metraje interminable. Por si fuera poco, muchas de ellas son de un estilismo digno de aplauso, con el protagonista practicando una elaborada danza de movimientos con la que desaparece de la vista de sus enemigos. En resumen, la acción es lo mejor de la serie.
Muchos capítulos parecen standalone, lo que hace que a media temporada la serie pierda fuelle. No obstante, en los dos últimos capítulos logra una espectacular remontada, uniendo todo lo que se ha visto hasta el momento para lograr un épico final de temporada que dejará a todos con la boca abierta. Por si fuera poco, se reservan para este final revelar algunas de las incógnitas que han plagado toda la serie y lo hacen de forma más que notable (lo cual de nuevo demuestra por enésima vez que es fácil llegar a un final digno si lo tienes pensado desde un principio). La única pega que se detecta es que los personajes secundarios son demasiado propensos a ayudar al protagonista sin que exista un motivo claro para ello.
Las actuaciones son más que decentes, los decorados y fotografía, espectaculares. El humor ocupa un lugar menor en la serie y, sobre todo, está destinado a un público adulto. No hay sexo en toda la serie (no deja de ser Star Wars & Disney), lo cual es casi de agradecer teniendo en cuenta la gran cantidad de series que solventan la falta de imaginación enseñando unos pechos. Hay algunos guiños a los fans de toda la vida de Star Wars, pero que no saturan la serie y -mucho menos- pretenden construir la serie a partir de ellos.
En resumen, The Mandalorian es una brillante serie de acción que hará las delicias de los fans adultos de Star Wars e incluso a aquellos que, sin serlo, quieran simplemente pasar un buen rato. Sin llegar a ser una obra de arte, es un producto cuyos aciertos sobrepasan de largo sus carencias.
Published on January 25, 2020 12:26
January 20, 2020
Crítica: Years & Years
Years & Years es una serie coproducida por la BBC y HBO y, para el caso de la norteamericana, una de sus escasas incursiones en el terreno de la ciencia ficción. La serie nos cuenta las vivencias de una familia, desde niños a ancianos, hermanos, suegras y cuñados, a lo largo de los años. Resulta, por tanto, un drama familiar ambientado en un futuro cercano y, para los más puristas, la clasificación como "ciencia ficción" puede resultar un tanto generosa.Como toda serie de la BBC y/o HBO, la puesta en escena, diálogos y actuaciones rayan la perfección. De hecho, son lo mejor de Years & Years. Para los amantes de los dramas familiares, resultará una serie excelente.
Years & Years se ambienta en un futuro cercano que nos recuerda mucho, tal vez demasiado, a nuestro mundo actual. Así, aparecen gobiernos populistas (de izquierda o de derecha), crisis de refugiados, persecuciones a colectivos discriminados, crisis económica, problemas con los bancos, trabajos precarios y el mismo enemigo exterior de siempre. Al centrarse en un futuro inmediato y pretender ser un fiel reflejo de nuestra propia sociedad, las novedades tecnológicas, los cambios sociales u otros temas que podrían dar un plus ocupan un papel menor, casi intrascendente.
En resumen, una buena serie, que brilla en todo pero que le resultará un tanto descafeinada si lo que busca es una serie de ciencia ficción "de verdad".
Published on January 20, 2020 11:59
January 12, 2020
Resumen 2019 y propósitos 2020
2019 ha sido un año un tanto agridulce.
Por un lado, envié El espejo vacío a una editorial y, como os podéis imaginar, no he recibido respuesta.
El año empezó con dos cuentos terminados y sin publicar. He intentado publicar los dos, sin mucha suerte. En estos momentos ambos están en el cajón, a la espera de tiempos mejores.
He terminado otros dos cuentos, uno de ellos, Todo el mundo condena la esclavitud ha sido seleccionado para el Visiones 2019, lo que constituye mi principal éxito del año. Todavía no se ha publicado. El otro no salió seleccionado para el Domingo Santos así que está haciendo compañía a los otros dos.
Empecé con dos cuentos sin publicar y ahora tengo tres. Pues qué bien. Posiblemente escribiré uno o dos más este año, ya veremos.
Como ya he comentado anteriormente, ahora mismo estoy terminando una novela corta. Tenía en mente enviarla a una editorial pero creo que he cambiado de opinión. Ahí lo dejo.
Por último, este año tengo previsto revisar La luz de las tinieblas para enviarla a una editorial. Los más avispados del lugar dirán que esto llevo prometiéndolo dos años ya. Pero esta vez va en serio. Casi seguro. Si quieres te lo miro.
Por un lado, envié El espejo vacío a una editorial y, como os podéis imaginar, no he recibido respuesta.
El año empezó con dos cuentos terminados y sin publicar. He intentado publicar los dos, sin mucha suerte. En estos momentos ambos están en el cajón, a la espera de tiempos mejores.
He terminado otros dos cuentos, uno de ellos, Todo el mundo condena la esclavitud ha sido seleccionado para el Visiones 2019, lo que constituye mi principal éxito del año. Todavía no se ha publicado. El otro no salió seleccionado para el Domingo Santos así que está haciendo compañía a los otros dos.
Empecé con dos cuentos sin publicar y ahora tengo tres. Pues qué bien. Posiblemente escribiré uno o dos más este año, ya veremos.
Como ya he comentado anteriormente, ahora mismo estoy terminando una novela corta. Tenía en mente enviarla a una editorial pero creo que he cambiado de opinión. Ahí lo dejo.
Por último, este año tengo previsto revisar La luz de las tinieblas para enviarla a una editorial. Los más avispados del lugar dirán que esto llevo prometiéndolo dos años ya. Pero esta vez va en serio. Casi seguro. Si quieres te lo miro.
Published on January 12, 2020 14:48
January 4, 2020
Crítica: El ascenso de Skywalker
Por fin tenemos, por tercera vez, la conclusión de la saga Star Wars. Tras El despertar de la fuerza, una película que arrancaba muy bien pero que termina siendo un plagio encubierto, y la arriesgada (y a mi juicio superior) Los últimos Jedi estaba por ver cómo lo hacía la todopoderosa Disney para concluir la trilogía con George Lucas fuera del escenario. Y el resultado es, por decirlo suavemente, decepcionante.
AVISO: crítica SIN spoilers
Al igual que las dos anteriores, la película tiene un ritmo trepidante. Pero en esta ocasión el arranque es atropellado y el resto de la película no mejora esa sensación. Si en las dos primeras trilogías los personajes se desplazan por unos pocos planetas en cada capítulo (entre 1 y 4, concretamente) en esta película el plan consiste en hacerlos circular por cuantos más planetas mejor, que se note que somos Disney y tenemos pasta para gastar.
Para colmo, da la sensación de que no se ha planificado la trilogía. En El despertar de la fuerza se planteó un villano (Snoke) y un origen misterioso de Rey; en Los últimos Jedi, sin embargo, se destruyó lo construido matando a Snoke y revelando que los padres de Rey eran unos don nadie. Ahora, en este episodio IX, J J Abrams decide destruir lo que construyó el episodio VIII y, además, Disney fuerza a usar concept art que Lucas dejó para el episodio VII. Por lo tanto, no es de extrañar que si uno intenta construir un episodio final de una trilogía que ha carecido de rumbo y lo hace con conceptos que deberían haber aparecido dos películas atrás, el resultado va a ser un desastre. Si en las dos primeras trilogías se intentó crear una historia, en esta parece que lo único que han sabido hacer es crear una moralina: "puedes romper con tu pasado" y "el pueblo unido jamás será vencido".
Como resultado, se fuerza la acción sin que haya una lógica detrás. La lógica es, precisamente, algo de lo que el episodio IX no anda sobrado. Los imprevistos y giros de guión resultan bochornosos. En un periodo de apenas unas horas una nave se puede prender fuego, repararse, estrellarse y volverse a reparar, lista para la batalla. Naves abandonadas durante décadas -incluso sumergidas en agua- son plenamente operativas. Se va de planeta en planeta sin una justificación clara, puedes matar a alguien y resucitarlo después, hay personajes que se quedan con la palabra en la boca, a los propios personajes les parece inverosímil un giro de los acontecimientos, al malo le parece bien que le trastoquen sus planes y así un largo etcétera. Preocupados por salvar "el momento" con situaciones con gancho, se olvidan de tener un punto de vista más amplio que dé sentido al conjunto. Según los rumores, el guion pasó por múltiples reescrituras, se filmaron dos horas más de lo que muestra el montaje final y se tuvieron que hacer filmaciones de última hora. La receta perfecta para el desastre, vamos. Pero no hubiera sido la primera vez que una película condenada al fiasco se salva in extremis en el montaje. Sucedió con la Star Wars original y también con Gladiator. No es el caso de este filme, que comete incongruencias de bulto.
Si Los últimos Jedi adolecía de un exceso de personajes, esta película agrava el problema. Tenemos a los de siempre, retornos esperados y, para colmo, añadimos unos cuantos más. Como resultado, el director se ve obligado a dejar en la estacada a ciertos personajes. En esta ocasión el más beneficiado es C3PO, que da los mejores momentos humorísticos de la película, mientras que los más perjudicados son BB8 (robot que cumplió con holgura esa función en el VII) y Finn (con el que cometen una de las mayores tropelías de la película). El personaje de Kylo Ren sigue sin saberse muy bien para qué está: se ha pasado toda la trilogía yendo y viniendo del lado oscuro, quitándose el casco para volvérselo a poner y luchando con Rey una vez, otra y otra. Como he comentado antes, cuando intentan captar tu atención con algo que se supone transcendente es que debería ser así, de lo contrario al final solo causa tedio y confusión. En el otro extremo cabe mencionar que solventan brillantemente el problemón que dejó el fallecimiento de Carrie Fisher, lo que lo convierte -para mí- en el principal mérito del film.
Por último, cabe comentar que el escenario final es oscuro, indefinido y monocromático. Es la única vez que en Star Wars vi una oscuridad semejante, solo cercana a algunos momentos del episodio VII. Ni siquiera los momentos más oscuros de El imperio contraataca o La venganza de los Sith resultaron tan poco definidos. Este cambio de estética no fue de mi agrado, ahí lo dejo.
En resumen, este episodio IX pasa por ser una película entretenida, con muchos efectos especiales y acción a raudales y cuyo principal mérito es salvar el papelón que dejó el fallecimiento de Carrie Fisher. Como contrapunto, la indefendible falta de coherencia de esta trilogía se ve acrecentada por un guion y una dirección que lo único que aportan es recurrir a la nostalgia y esperar que con una acción desbordante el público no se dé cuenta de sus múltiples despropósitos.
AVISO: crítica SIN spoilers
Al igual que las dos anteriores, la película tiene un ritmo trepidante. Pero en esta ocasión el arranque es atropellado y el resto de la película no mejora esa sensación. Si en las dos primeras trilogías los personajes se desplazan por unos pocos planetas en cada capítulo (entre 1 y 4, concretamente) en esta película el plan consiste en hacerlos circular por cuantos más planetas mejor, que se note que somos Disney y tenemos pasta para gastar.
Para colmo, da la sensación de que no se ha planificado la trilogía. En El despertar de la fuerza se planteó un villano (Snoke) y un origen misterioso de Rey; en Los últimos Jedi, sin embargo, se destruyó lo construido matando a Snoke y revelando que los padres de Rey eran unos don nadie. Ahora, en este episodio IX, J J Abrams decide destruir lo que construyó el episodio VIII y, además, Disney fuerza a usar concept art que Lucas dejó para el episodio VII. Por lo tanto, no es de extrañar que si uno intenta construir un episodio final de una trilogía que ha carecido de rumbo y lo hace con conceptos que deberían haber aparecido dos películas atrás, el resultado va a ser un desastre. Si en las dos primeras trilogías se intentó crear una historia, en esta parece que lo único que han sabido hacer es crear una moralina: "puedes romper con tu pasado" y "el pueblo unido jamás será vencido".
Como resultado, se fuerza la acción sin que haya una lógica detrás. La lógica es, precisamente, algo de lo que el episodio IX no anda sobrado. Los imprevistos y giros de guión resultan bochornosos. En un periodo de apenas unas horas una nave se puede prender fuego, repararse, estrellarse y volverse a reparar, lista para la batalla. Naves abandonadas durante décadas -incluso sumergidas en agua- son plenamente operativas. Se va de planeta en planeta sin una justificación clara, puedes matar a alguien y resucitarlo después, hay personajes que se quedan con la palabra en la boca, a los propios personajes les parece inverosímil un giro de los acontecimientos, al malo le parece bien que le trastoquen sus planes y así un largo etcétera. Preocupados por salvar "el momento" con situaciones con gancho, se olvidan de tener un punto de vista más amplio que dé sentido al conjunto. Según los rumores, el guion pasó por múltiples reescrituras, se filmaron dos horas más de lo que muestra el montaje final y se tuvieron que hacer filmaciones de última hora. La receta perfecta para el desastre, vamos. Pero no hubiera sido la primera vez que una película condenada al fiasco se salva in extremis en el montaje. Sucedió con la Star Wars original y también con Gladiator. No es el caso de este filme, que comete incongruencias de bulto.
Si Los últimos Jedi adolecía de un exceso de personajes, esta película agrava el problema. Tenemos a los de siempre, retornos esperados y, para colmo, añadimos unos cuantos más. Como resultado, el director se ve obligado a dejar en la estacada a ciertos personajes. En esta ocasión el más beneficiado es C3PO, que da los mejores momentos humorísticos de la película, mientras que los más perjudicados son BB8 (robot que cumplió con holgura esa función en el VII) y Finn (con el que cometen una de las mayores tropelías de la película). El personaje de Kylo Ren sigue sin saberse muy bien para qué está: se ha pasado toda la trilogía yendo y viniendo del lado oscuro, quitándose el casco para volvérselo a poner y luchando con Rey una vez, otra y otra. Como he comentado antes, cuando intentan captar tu atención con algo que se supone transcendente es que debería ser así, de lo contrario al final solo causa tedio y confusión. En el otro extremo cabe mencionar que solventan brillantemente el problemón que dejó el fallecimiento de Carrie Fisher, lo que lo convierte -para mí- en el principal mérito del film.
Por último, cabe comentar que el escenario final es oscuro, indefinido y monocromático. Es la única vez que en Star Wars vi una oscuridad semejante, solo cercana a algunos momentos del episodio VII. Ni siquiera los momentos más oscuros de El imperio contraataca o La venganza de los Sith resultaron tan poco definidos. Este cambio de estética no fue de mi agrado, ahí lo dejo.
En resumen, este episodio IX pasa por ser una película entretenida, con muchos efectos especiales y acción a raudales y cuyo principal mérito es salvar el papelón que dejó el fallecimiento de Carrie Fisher. Como contrapunto, la indefendible falta de coherencia de esta trilogía se ve acrecentada por un guion y una dirección que lo único que aportan es recurrir a la nostalgia y esperar que con una acción desbordante el público no se dé cuenta de sus múltiples despropósitos.
Published on January 04, 2020 15:36


