Gustavo Solórzano-Alfaro's Blog, page 8

June 27, 2013

"Sesiones en Duluoz. Poesía", n.º 2 / Joan Bernal Brenes


Les presentamos la segunda edición de Sesiones en Duluoz. Poesía. En esta ocasión, nuestro invitado fue el escritor Joan Bernal Brenes, quien leyó tres poemas.*



Los poemas "¿Eva flor?" y el fragmento de "Los sentidos del paraguas" aparecen en los libros Vivo delirio y For Sale, que usted puede adquirir en Libros Duluoz. También recomendamos su libro Homenaje a la ceniza , que puede conseguir en la librería de la UCR.
Agradecemos a Joan Bernal por aceptar la invitación, y a Andrea Mickus y a Gustavo Adolfo Chaves, de Libros Duluoz, por el espacio.

Estén atentos a la próxima sesión, con el poeta Osvaldo Sauma.


* Por tratarse de una grabación aficionada, recomendamos escucharlo con parlantes externos o audífonos.Comentarios
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Published on June 27, 2013 09:10

June 14, 2013

"Man of Steel". Hombre de acero, ¿película de plástico? Impresiones encontradas de un fan


Imagen promocional

Visto por primera vez en 1938 –en el n.° 1de Action Comics–, Superman es el superhéroe por excelencia. Por ello, llevarlo a la gran pantalla ha representado siempre un reto único. En 1978 lo vimos volar “de verdad” finalmente, en una versión que es hoy un clásico y el paradigma del género de superhéroes. Para 1987 la saga decae, pero no ha habido un solo año en que Warner y DC no hayan intentado traerlo de regreso. En 2006 lo hizo de buena manera, pero la taquilla no terminó de convencer a los empresarios. Para los fanáticos del personaje era imperativo que retornara en plena forma, superior a todos los demás miembros de la Liga de la Justicia y superior a cualquiera de los Vengadores. O para el caso, superior a Gokú. En 2013 el regreso se ha hecho realidad. ¿Estamos hoy ante el gran héroe? ¿Es Man of Steel una película grandiosa, capaz de atribuirse de una vez el título de “clásico”? ¿O es tan solo otro pretencioso estreno de verano? ¿Aceptaremos los fans una vez más esa ridícula posibilidad de que Superman sea “derrotado” por Batman?

Imagen promocional

Tres recomendaciones antes de empezar:
1) Esta es una reseña de una película comercial, creada con el objetivo de complacer a un público masivo, por tanto, no se trata de una obra de profundas implicaciones filosóficas ni de interpretaciones desgarradas. Sin embargo, esto no significa que uno espere algo mediocre; al contrario, dentro de un marco como el descrito, es posible hacer un trabajo de calidad sostenida y eso es lo que uno como fan con un mínimo de sentido crítico pide.
2) Partiendo de que se trata de una cinta comercial, es necesario enfatizar que tiene los típicos problemas de este tipo de cine. Para no hacer el asunto más largo, al final anexo una lista de errores de guion, de continuidad o de edición. Algunos quizá solo sean preguntas que en realidad sí tienen respuesta.
3) Para comprender un poco más ciertas ideas, es mejor leer dos notas anteriores: “Nolan no es Superman” y “La grandeza de Superman. The Movie.

Avance: “Fate of Your Planet”



Ahora sí, empecemos.
El estilo cinematográfico de Zack Snyder es sumamente atractivo. La fotografía y los efectos visuales de sus películas son épicos y profundos, todo lo cual asegura trabajos espectaculares en todo el sentido de la palabra. Lastimosamente, quizá con la excepción de Watchmen, sus historias y guiones suelen ser flojos, y la solidez y la coherencia de sus relatos queda sepultada por el fragor audiovisual. De su filmografía no he visto Dawn of the Dead, pero 300 es tanto un festín de colores como de frases cursis y cliché; Sucker Punchtambién asombra visualmente y su premisa es muy sugerente, pero termina siendo un predecible videojuego extendido. A pesar de eso, la esperanza de muchos fans de Superman –al saber que Snyder sería el encargado de renovar la franquicia del superhéroe más antiguo (y el mejor y el más importante y el más icónico y etcétera)– se vio gratificada. Vamos, que se trata del director de Watchmen, excelente adaptación de una novela gráfica de superhéroes. Casi que uno podía imaginar ese nuevo universo kriptoniano y soñar con una propuesta fabulosa.
Los temores también acechaban. A pesar de que muchos idolatran a Nolan y a Goyer, sus película no son perfectas; y sus guiones, por más que intenten hablar de “realismo” están llenos de incoherencias y salidas facilonas. Pero una cosa es el humor camp e ingenuo que permea la saga de Superman, iniciada por Donner y protagonizada por Reeve, y otra muy distinta el humor tonto de chistes que no vienen al caso en propuestas que se nos ofrecen como “serias”. Ahí está la gran distancia entre aquella saga y la mayoría de películas del género que han venido a partir del Batman de Burton.
Pero no se me malentienda. Fuera de eso, es necesario señalar que a pesar de todo, la trilogía del Caballero Oscuro dirigida por Nolan subió la barra y las expectativas del género y lo catapultó a un nivel más alto de calidad.
Man of Steel
La mejor decisión que tomó Snyder al asumir la dirección de esta película fue la de cambiar. Singer hizo un trabajo más que aceptable con Superman Returns, pero su homenaje y respeto por las películas de Donner / Lester fue tal que no logró ofrecer nada nuevo. En la dirección opuesta, Snyder se sumergió en la mitología del personaje, pero a la vez actuó como si no hubiese ninguna película anterior. En ese sentido, muestra algunos de los símbolos más reconocibles del canon, pero también logra revitalizar al Hombre de Acero y ofrecer de este modo una nueva versión. En ese sentido, aplaudo su valor por el riesgo. Eso sí, muy vivos al hacernos creer que  actuaron como si nada existiera. (Bueno, si lo hicieron, porque en realidad es una adaptación de Superman. The Movie y Superman II.)
Visualmente, como cabía esperar, es un espectáculo. La fotografía es un banquete de colores y texturas, los efectos visuales proporcionan riqueza y sentido de lo grandioso (aunque hay algunas secuencias de CGI que son muy evidentes). A la fotografía se suma una propuesta de arte y de vestuario fastuosa y solemne –especialmente en Krypton–,   tributaria de la magnífica Dune (1984), de David Lynch (detalle que casi todo mundo pasa por alto). Lamentables resultan algunos excesos, como la fauna, con ese “dragón-libélula” (H´Raka) que vuela Jor-El. Y en cuanto al traje de Superman, no solo la renovación le sienta muy bien, sino que por primera vez su origen trata de ser explicado de forma coherente (superhéroe que se respeta no cose su propio traje con la máquina de la abuela).
En el apartado del sonido, también nos encontramos con una mezcla acertada, agresiva o delicada cuando debe serlo. La banda sonora de Zimmer –otro de los riesgos de abandonar la fanfarria de Williams– es también adecuada, justa para el estilo de la película; sin embargo, difícilmente memorable. Zimmer ha probado ser repetitivo, monótono y predecible tanto como lo son sus sets de baterías.

Henry Cavill como Kal-El / Clark Kent

Las actuaciones funcionan, están bien en términos generales. Los actores tienen pedigrí en mayor o menor grado y satisfacen los requerimientos de interpretaciones decentes. Como ensamble están bien acoplados y se sienten fluidos. Lastimosamente, algunos están poco desarrollados en términos de historia. En cuanto a Cavill como el nuevo héroe, nada que objetar: su aspecto es formidable y de nuevo uno se traga al personaje, y aunque no logra calar tan hondo en su caracterización tiene momentos muy buenos. Por su parte, Shannon demuestra por qué es uno de los mejores actores de la actualidad, y su personaje está cargado de emotividad y también de sufrimiento. Brillante cómo se muestra abatido por lo que significa que Superman destruya la nave.
Sin quererlo, o porque la historia es inevitable, la película retoma la estructura de Superman. The Movie y Superman II. Es decir, se desarrolla en tres actos. En Superman. The Movielos tres actos serían Krypton (fantasía-ciencia ficción), Smallville (drama estadounidense) y Metropolis (hitorieta comica). De la II toma la lucha contra Zod y los otros kriptonianos. La diferencia con Man of Steel es que en esta los dos primeros actos están interconectados mediante el uso de los flashbacks, y que el tercero abandona el tono humorístico por el género de acción y aventura. Pero se asemejan en que cinematográficamente lo mejor de ambas son esos dos primeros actos, más pausados, más reflexivos, en oposición al resto, más flojos, más truculentos. Por otra parte, el desarrollo del personaje es el de una novela de aprendizaje, igual que Batman Begins.
La película adopta efectivamente un tono serio y solemne. A pesar de eso, no evita insertar alguno que otro chiste (que siempre sobra). La historia es de proporciones épicas y grandilocuentes. Logra enganchar y logra emocionar por momentos, pero también hay un tono moralista muy cursi que cansa. La fanaticada (yo incluido) probablemente gritará de placer. Sí, es buena y es mejor que la mayoría, pero aún le faltan muchas cosas.
Hay personajes acartonados o simplemente innecesarios, como la mayoría de miembros del ejército. Algunos detalles de edición dejan vacíos o partes truncas a la deriva y a la buena imaginación de los espectadores. La historia de amor entre Clark y Lois no termina de cuajar, a pesar de que logra un efecto apropiado sobre todo hacia el final. Ciertos detalles de la mitología siguen siendo torpes y finalmente lo que adquiere protagonismo es la dinámica de horror sci-fi con la invasión alienígena.

Michael Shannon como General Zod

Todo parecía previsible. Un buen inicio, un desarrollo aceptable, una trama sólida e interesante, cuidado de los detalles argumentales, pero… pero es más fuerte el espíritu de los videojuegos de nuestra época y la locura del fan acrítico por las secuencias de acción. Un personaje como Superman necesita oponentes poderosos, que lo reten física, emocional, moral e intelectualmente. El Zod de Shannon empieza a hacerlo de tal modo, pero termina siendo tan solo un saco de boxeo. Un personaje como Superman requiere el peso épico de la Ilíada, no la banalidad vacua de un juego de video de punch´em all. Pero ¿qué podemos hacer, si la fanaticada pide golpes, CGI (efectos por computadora) y explosiones? Pues eso les da el estudio, y el resto debe tragarse lo mismo. Pues ni modo. Nada qué hacer y nada de qué quejarse. Ya sabíamos a lo que veníamos. Sin embargo, en su defensa debo decir que las batallas no son ni tan largas ni tan repetitivas. Un poco más de pausa y detalle en las coreografías de batallas en lugar de tanto CGI se habría agradecido. Incluso, el estilo de 300 hubiese quedado bien en algunos tramos.
Igual que en Batman Begins, el tercer cuarto de la película termina siendo una secuencia de acción, con lo cual el dramatismo decae, lo cual se salva con el clímax, un giro que muchos no imaginaban cuando en los avances veíamos a Superman gritar. ¿Por qué o por quién?
Man of Steel no es la película que yo como fan haría, o al menos no la haría toda del mismo modo. No es la mejor producción de superhéroes pero fácilmente entra en la lista de las mejores. Una vez usted suspenda el descreimiento y se deje llevar, disfrutará de un gran espectáculo y a lo mejor se emocione. Hay partes que son realmente memorables y emocionantes, aunque hay irregularidades que bajan los decibles y el ánimo. Una vez fuera del cine, solo queda aguardar por una continuación que alcance mayores vuelos, desarrolle más adecuadamente a los personajes, reduzca un poco las batallas innecesarias y dote de mayor profundidad el conflicto de todos los personajes, para finalizar en una nota altísima que dé paso nada más y nada menos que a la Liga de la Justicia.
Los lentes de pasta negra pierden protagonismo, la palabra “Superman” solo se pronuncia dos veces y se sugiere una, no hay desenfado o torpeza en los movimientos de Clark, no hay humor camp, no hay cabinas telefónicas, no hay apertura de camisa, no hay pirucho ni calzones rojos por fuera. Hay gravedad, fuerza, desolación, nostalgia y esperanza, pero también hay luchas, batallas, cursilería y efectos grandilocuentes. El mito se recrea en el imaginario judeocristiano, Kal-El está en un viaje de descubrimiento. El relato intenta alcanzar proporciones épicas y vaya que lo logra por momentos. Pero solo por momentos.
En síntesis, una película aceptable hasta cierto punto, pero enfocada con gran peso en complacer a la fanaticada que pedía a gritos peleas; es decir, la fanaticada más interesada en la acción sin más que en el cine de calidad. Ya se anunció que habrá segunda parte, la franquicia tendrá seguidores y el éxito comercial está asegurado. Habrá conseguido nuevos fans pero habrá perdido algunos de la vieja escuela, y a pesar de lo repelente que puede resultar la acción para muchas personas es probable que la presencia de Cavill atraiga público interesado en su físico. Esperemos que una vez conseguida la atención con un bombazo –literalmente– Snyder y compañía decidan usar más la cabeza y menos los puños para una continuación que debería tener más desarrollo y más complejidad.
Yo esperaba una película fenomenal. Estoy apenas satisfecho a medias. Al menos no es ridícula como todas las de Spider-Man o Iron Man 3 y eso ya es ganancia. Concordé con los cambios y con los riesgos que tomó el equipo, empezando por Snyder; añoré que fuese un éxito y un clásico instantáneo. Lo que me enoja como fan es que no sea superior a la trilogía nolaniana del murciélago. Pero no sé si por eso mismo ahora estoy secretamente feliz, pues a pesar de todo, el clásico de 1978 sigue siendo insuperable. Si Snyder y algunos fans creen que aquella saga fue un juego de niños, hoy se dan cuenta de la realidad. No es fácil y requiere más que efectos. En eso deberían de estar pensando ya mismo, a ver si aprenden.
Una generación creyó que Reeve podía volar y voló. Y lo sigue haciendo, y muy alto para alcanzarlo, pero Cavill está cerca.

Avance n.° 5 (Nokia)



Problemas. “Everything wrong with Man of Steel in 22 paragraphs or less”
¡Cuidado con los spoilers!
Descargo: Es posible que algunos problemas no sean tales y haya sido yo quien pasó por alto sus “explicaciones”. La veré de nuevo para comprobarlos, desecharlos o contestarlos.
Zod y compañía irrumpen violentamente en la sala del Consejo y nadie se inmuta.
Genéticamente, Zod ha sido creado como guerrero y Jor-El como científico. Entonces, ¿cómo Jor-El es mejor en "el arte de la guerra"?
Jor-El se comunica con Lara mediante una especie de cámara en la que solo se ve la forma de la cara del interlocutor. Uno imagina que Lara ve a Jor-El de la misma forma, sin embargo, ella es capaz de advertirle que hay soldados detrás. ¿Cómo los vio?
La fauna de Krypton, incluida la mascota de Jor-El, es detestable, directamente sacada de la mente de Lucas o de Cameron.
Zod y compañía llegan en cuatro naves a las casa-laboratorio de los El. Zod ordena destruir la nave de Kal-El. Jor-El mata a dos solados y empieza una batalla contra Zod, y el resto de soldados desparece como por arte de magia.
La actriz Ayelet Zurer como Lara pudo haber mostrado más intensidad. Impávida en dos momentos en los que pudo haber aprovechado para el dramatismo.
La nave enterrada en el ártico ha sido detectada por el Gobierno estadounidense. Luego esta nave se activa y sale del hielo y se coloca en la cima de una montaña nevada. Pero no importa. Porque al Gobierno se le olvida que existe y parece que ya a nadie más le importa semejante armatoste.
Nota a la nota 6. Hacia el final, no sabemos en qué momento Zod regresa a esta nave y aparece pilotándola.
Hay una base secreta alrededor de donde se ha detectado la nave. Pero en la noche no hay nadie vigilando la entrada ni nada. Solo Lois y Clark, casualmente, están despiertos y entran en la nave. ¿Será que Clark hizo esa entrada o nadie más la conocía? Ajá.
La conciencia de Jor-El se le aparece a Kal-El… ¿Cómo? Repita, por favor. Al principio se ve ridículo. Luego nos dejamos llevar y aceptamos que se trata de “inteligencia artificial”. Esa inteligencia le da a Lois la clave para vencer a Zod. (La solución de los cristales de Donner es muy superior.)
El traje está en la nave. Muy bien. Pero ¿fue enviado a propósito hace 18 mil años? Por lo que sabemos, hay muchas otras naves similares que visitaron otros planetas. ¿Se trata de un traje común? ¿Se trata del traje de la Casa de El, que muchos otros miembros del clan usaron durante miles de años?
Clark sale del agua luego de salvar la planta de petróleo y justo encuentra un carro abierto con ropa adecuada para él.
Zod y compañía aterrizan en la granja Kent y amenazan a Martha. Superman llega y se lleva volando a Zod hasta el centro del pueblo. De nuevo, Faora y los demás soldados hacen mutis y desaparecen. Son implacables, pero no se les ocurrió tomar a Martha de rehén. Se montan en la nave y llegan a recoger a Zod. Luego Superman va a ver qué pasó con su madre y esta está toda tranquila después de que le despedazaron la casa.
Nota a la nota 12. En la pelea, Zod y Superman hacen explotar una gasolinera. A Zod se le quema la capa y a Superman no.
Superman pelea contra Faora y Nam-Ek y hasta después, mucho después, regresa a la granja para ver si Martha está bien.
Nota a la nota 13. Luego de esa pelea Nam-Ek “desaparece”. No lo volvemos a ver. ¿Asumimos que la bestia de tres metros murió de un golpe?
Superman ha estado abrazado a Lois y junto a otras personas y ha salido disparado volando sin daños para nadie. Hacia el final le pide a Lois que se haga a un lado por prevención. ¿Por qué? Absurdo.
El coronel Hardy dirige el avión con el dispositivo contra la Black Zero. Se estrella contra esta nave y –pregunto–, ¿desparece en un hoyo negro junto con Faora y el resto de kriptonianos? ¿Qué pasó con Jax-Ur y los demás?  ¿Están vivos en la Zona Fantasma de nuevo? ¿Hardy igual? ¿Y el doctor Hamilton?
La ciudad es devastada, y a pesar de esto hay zonas limpias donde la gente sigue caminando por las calles como si nada estuviera pasando. Los edificios caen y la gente corre, pero igual se toman su tiempo y se detienen por momentos. Muy “seria” la película.
¿Cómo reconstruyen la ciudad? ¿Cuánto tardan? ¿Soy un necio por preguntar esto? Sí, seguro. ¿Qué pasa con Zod? ¿Lo entierran? ¿El Gobierno no empieza a hacer experimentos con su cuerpo?
Sí, es una película estadounidense, orgullosa de su americana y de su fundamentalismo religioso (Clark visita a un sacerdote). Al final promete no atacar a los Estados Unidos. Después de todo, él creció en Kansas y es más gringo que gringo. Así estamos.
Nota final: Imagínense si no me hubiera gustado y no la hubiera disfrutado. El corazón de un fan es un desastre.



Ficha técnica
Título original:  Man of Steel  [El Hombre de Acero]Dirección: Zack SnyderHistoria: David S. Goyer y Christopher NolanGuion: David S. GoyerProducción: Charles Roven, Emma Thomas, Debora Snyder y Christopher NolanActores: Henry Cavill, Michael Shannon, Amy Adams, Antje Traue, Ayelet Zurer, Russell Crowe, Kevin Costner, Diane Lane, Laurence Fishburne, Christopher Meloni, Henry Lennix y Richard Schiff.Fotografía: Amir MokriEdición: David BrennerMúsica: Hans ZimmerPaís: EE.UU.
Duración: 148minutos
Idioma original: inglésRealizada por Legendary Pictures y Syncopy Films, en colaboración con DC ComicsDistribuida por Warner Bros.Fecha de estreno: 13 de junio de 2013 (Latinoamérica), 14 junio (EE.UU.)Comentarios
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Published on June 14, 2013 08:54

May 23, 2013

La grandeza de “Superman: The Movie”

Cartel promocional de Superman: The Movie

El próximo 14 de junio es la fecha oficial del estreno en Estados Unidos y en varios países más de Man of Steel, dirigida por Zack Snyder, escrita por David S. Goyer, coproducida por Christopher Nolan y con el actor británico Henry Cavill en el papel de Kal-El / Clark Kent / ¿Superman?(1)
Por ahora, todos los avances que hemos visto anuncian una producción espectacular. Los fanáticos de la saga fílmica y del personaje en general no esperamos menos que una obra fabulosa. Una vez que la vea escribiré la crítica respectiva, pero lo que me interesa justo ahora, días antes de este nuevo acontecimiento en el cine de superhéroes, es adentrarme en la película que fue pionera del género, en la cual está todo lo que hemos visto en los últimos 35 años. Me refiero a Superman, el filme de 1978 dirigido por Richard Donner, oficialmente conocido luego como Superman: The Movie [Superman. La película] (en adelante STM).

La grandeza de Superman: The Movie

El encanto de soñar lo imposible
Un niño escucha tres notas musicales. Un tipo alto abre su saco y su camisa y se ve un escudo con una “S”. Una fanfarria anuncia la transformación. La música continúa y el niño se sube a un sillón, levanta los brazos, tararea la melodía… y vuela. Ese niño tiene 38 años, y en 1981, con seis años, en el cine Milán, frente al parque central de Alajuela (Costa Rica), con Elizabeth y Yolanda, dos de sus hermanas, vio STM.(2)
En la comedia, el horror o la ciencia ficción es difícil encontrar grandes obras. Son pocas las que logran superar el estigma del género y encontrar valores sostenidos de calidad. No menos cierto en el caso de las películas de superhéroes.
En años recientes ha habido un auge de películas de este tipo, pero casi todas adolecen de los mismos problemas: son espectáculos de acción y de efectos, pero sin la mínima intención de provocar emociones profundas. Asimismo, pretenden ser serias, pero están plagadas de ese humor estúpido de Hollywood, que inserta chistes en las situaciones más peligrosas.
STM es en parte responsable de todo eso. Como pionera, tiene lo mejor y lo peor de lo que se ha producido en los últimos 35 años. La diferencia es su estilo, la manera en que fue concebida y realizada, su eficacia, sus aciertos. Es una obra en tres actos que combina ciencia ficción, drama e historieta cómica. Está dirigida con talento y amor por los detalles. Guion, actuaciones, fotografía, edición, música, efectos y demás elementos se conjugan de forma fabulosa y aún hoy no superada.

Richard Donner, director

Las características del género
Producir una película de superhéroes es una tarea difícil. Desde 1978 quedó establecida una serie de patrones. Asimismo, varios elementos de STM se convirtieron en íconos por derecho propio, tanto que fueron luego incorporados al universo canónico del personaje.
El reparto
En una producción de este tipo, el balance del reparto –con fines de mercadeo– es fundamental. Analicemos el ejemplo de STM. Los productores del filme, Alexander e Ilya Salkind y Pierre Spangler, lograron que Marlon Brando y Gene Hackman firmaran para actuar en STM. Con esos dos nombres, de los actores más cotizados de Hollywood, había mayores opciones de obtener financiamiento. Para el papel del superhéroe se pensó en nombres también famosos, como Paul Newman, Robert Redford y Clint Eastwood. Hasta Sylvester Stallone, Charles Bronson y Burt Reynolds fueron considerados. Por fortuna, Donner decidió que la mejor opción era tener un “desconocido” para esa parte. Y su decisión terminó por crear una simbiosis nunca antes vista –y aún no superada– entre actor y personaje. Desde ese momento, Superman fue Christopher Reeve y viceversa.
Los ejemplos a partir de entonces sobran, empezando por un actor relativamente menor como Michael Keaton para encarnar a Batman y un actor muy reconocido como Jack Nicholson para el Guasón en la versión de Batman (1989) de Tim Burton.
En este tema, hay un aspecto fundamental que explica por qué especialmente en el caso de Superman el actor debe ser relativamente desconocido, y se debe a que el personaje no tiene máscara (recordemos que su disfraz es el de Clark Kent), por lo tanto debe ser creíble de primera entrada. Si pensamos en Spiderman o en Batman, nos daremos cuenta de que lo que importa es la máscara, y no la cara del actor. Claro, siempre es bueno tener a alguien con carisma y un mínimo de capacidad histriónica.
El humor
En Hollywood, el humor dentro de producciones que se supone que no son humorísticas es un elemento típico. Lastimosamente, suele resultar pobre, de mal gusto y terminar en mero bathos. ¿En qué cosiste esta figura retórica? En lograr un efecto contrario o contraproducente, que pasa el discurso de un tono serio o solmene a uno cómico o lugar común, de manera ordinaria.
Este efecto es muy usual, y aunque el bathospuede ser sin intención, es evidente que los productores saben que la inserción de chistes fáciles en medio de situaciones angustiantes es sumamente apreciado por la mayoría del público. Los ejemplos son incontables, pero pensemos en uno reciente, como Tony Stark bailando soulpara ponerse su traje o Peter Parker, quien luego de salvar la ciudad, llega a su casa con los huevos orgánicos que su tía le pidió días atrás.
En STM está presente ese tipo de humor. Sin embargo, dos grandes diferencias entre este clásico y el resto: 1) una cosa es ser pionero en el uso de un recurso y otra repetirlo hasta el cansancio y 2) el tono de la mayor parte de la película es caricaturesco, humorístico, porque hay ahí una intención de utilizar un género en particular. Cuán diferente y soso resulta ese humor en medio de producciones con pretensiones “realistas”, de luchas, guerras y acción.
Fuera de STM y Superman II (1980), cuyo estilo camp es adrede, son muy pocas las que han logrado la transición hacia un estilo “serio” (aunque no resisten la tentación del chiste ocasional). Entre estas tenemos X-Men (I y II), el Hulk, de Ang Lee o la trilogía de Batman dirigida por Nolan.
Las continuaciones
La franquicia fílmica de Superman, junto con los demás blockbusters de los setenta, estableció un negocio en el cual siempre era posible explotar la misma idea y el mismo personaje en varias secuelas. Pero además, esas secuelas eran anunciadas al final de la película, fuera con una escena que dejaba abierta la trama o simplemente con una leyenda tipo “Continuará” o “El próximo año: Superman II”.
En los últimos años, esa tendencia fue capitalizada por Marvel, que en las películas de su universo fue ligando a los personajes con escenas completas que se presentaban luego de los créditos finales.

Influencia de STM en el canon del Hombre de Acero
Si bien los aspectos anteriores son propios del género, STM también logró fijar cuatro elementos sin los cuales (hasta hace poco) una película de Superman era impensable: las secuencias de créditos, el diseño de Krypton, la música de John Williams y la presencia de Christopher Reeve.
Para 1977, George Lucas –quien junto con Spielberg desarrolla el nuevo sentido del blockbuster estadounidense– decide prescindir de créditos iniciales. Considera que el efecto dramático se pierde y que por eso es mejor ir de una vez a la acción. A pesar de esto, sí que aparecen las secuencias de la Twentieth Centruy Fox, de Lucas Films Ltd. y el logo de Star Wars [La guerra de las galaxias] (1977) con la música potente (también de Williams) y el prólogo. Hoy es común que las películas destinadas al público masivo no tengan secuencia de créditos al inicio.
Pero STM mantuvo esta secuencia, y creó una de las más fabulosas que existen. Hasta hoy, los créditos en letras azules (similares a las usadas en las revistas), que se expanden y se alejan, al compás de la marcha del “Superman Theme”, son marca de fábrica.
El Krypton que diseñó John Barry (el mismo que trabajó en Star Wars), como un planeta glacial y desolado, en el que se ha desarrollado una tecnología de cristales inteligentes, con los trajes blancos y resplandecientes de sus habitantes es otro de los sellos de esta película. De igual forma, la banda sonora compuesta por John Williams ha pasado a formar parte del acervo cultural ahí donde la cultura occidental haya penetrado. La fanfarria de la marcha es absolutamente distintiva.
Y por supuesto, la personificación que hizo Reeve de Clark Kent y de Superman, al punto de que aún hoy dudamos de que nadie sea capaz de usar ese traje o esas gafas. Con garbo y personalidad como héroe, tímido y torpe como periodista, su imagen se ha fijado en la retina y en el inconsciente como el Superman definitivo.(3)
Estos cuatro elementos están tan integrados en el ADN del personaje, que cuando Brian Singer decide dirigir una nueva entrega del Último Hijo de Krypton, quiso tanto hacer una continuación como un homenaje, y por ese motivo Superman Returns [Superman regresa] (2006) pudo calar entre los aficionados al héroe. Pero esa virtud fue a la vez su pecado. La versión de Singer quedó completamente atada a los clásicos del 78 y del 80. No logró crear nada distintivo y por lo tanto la película perdió autonomía. Los que la disfrutamos, lo que disfrutamos fue ver en pantalla una vez más todo lo que amamos en aquellas primeras versiones.


Christopher Reeve

You´ll believe a man can fly [Creerás que un hombre puede volar]
¿Por qué STM es una película tan fabulosa? Para empezar, fue la primera en que se logró hacer volar  a una persona y que esta acción no se viera torpe ni ridícula. Antes de eso los recursos fueron desde dibujar las secuencias de vuelo hasta presentar únicamente el despegue y el aterrizaje del personaje. Hoy notamos algunas escenas en las que no se logra la fusión del vuelo y del paisaje, y todo se ve rígido, pero en la mayoría es absolutamente genial. La mejor prueba es el final de cada película, con Superman volando fuera de la tierra. Escenas majestuosas.
Luego, todo el filme está hecho con verdadera pasión por un gran director. Si poco antes Donner había logrado crear la que considero la mejor película del género de terror y nos convenció de la existencia del demonio (The Omen [La profecía], 1976), con STM logró dar nueva vida a todo un género y sentar las bases de las últimas décadas.
El guion
Lo primero que hicieron los Salkind fue contratar al escritor Mario Puzo para que escribiera el guion. Imagínense. El mismo guionista de El padrino (I y II). Por eso, tal y como aquellas películas, Puzo soñó con un Superman en dos partes, filmadas al mismo tiempo. Este guion luego fue trabajado por los esposos Newman, David y Leslie, junto con Robert Benton. Pero estas primeras versiones no le gustaron a Donner, quien consideraba que el tono camp que le dio Puzo no mostraba respecto por el personaje. La visión de Donner era más “seria”, más “realista”, según los cánones que muchos buscan hoy. Sumado a esto, resulta que el guion contaba nada más y nada menos que con 550 páginas. Imposible filmar todo el material en dos películas.
Donner contrató a Tom Mankiewicz para reescribir el guion, y acercarlo más al tono buscado. Entre ambos, decidieron reforzar la metáfora mesiánica: Kal-El como un Jesús enviado a la Tierra a salvar a la humanidad. Solo esta premisa dota al proyecto de un aire épico y solemne del cual carecen casi todas las películas de superhéroes, aunque luego de la llegada de Kent a Metropolis el tono cambia radicalmente.(4)
Diseño, fotografía y edición
Además del director, los guionistas y los actores, ¿puede uno imaginarse un mejor equipo? El personal que trabajó en STM es de primera línea, con un currículum envidiable. John Barry, encargado del diseño, no solo había trabajado en Star Wars, sino también con Stanley Kubrick en The Orange Clockwork [La naranja mecánica] (1971). Stuart Baird, el editor, ya había trabajado en Tommy(1975) o en la misma The Omen y el director de fotografía no era otro que el veterano Geoffrey Unsworth (quien falleció poco después y a quien se dedicó el filme), que entre su palmarés cuenta con haber trabajado en 2001: A Space Oddisey [2001. Una odisea espacial] (1969).
Desde los impecables escenarios de Krypton, pasando por los campos de trigo del midwest estadounidense hasta la gran ciudad de Metropolis (New York), el aspecto visual está manejado con maestría. Junto con este, los efectos especiales se estaban desarrollando enormemente y los que se usaron para esta película fueron los más avanzados.
La fotografía de Unsworth es realmente notable. Donde considero que brilla más y mejor, con un acento absolutamente clásico es en las secuencias en Smallville. Los planos extensos, los campos, los cielos azules, los caminos polvorientos de un país enorme, el horizonte, los celajes. El detalle refleja la maestría en la iluminación y el amor por el cine épico-dramático que se gestó entre los años 20 y los años 60.
Esta parte del filme alcanza fácilmente la perfección. Sobre todo en su culminación –con el abrazo entre Clark y Martha, en un campo de trigo–: uno cree estar viendo desde Gone With the Wind [Lo que el viento se llevó] (1939) hasta Ordet [La palabra] (1955).
Gracias a Eisenstein, aprendimos que la edición es fundamental para el significado. En un buen montaje radica muchas veces el éxito de un filme. En STM el montaje es justo, atinado y eficaz. Narrada de forma cronológica, los pasos entre un ambiente a otro se van sucediendo de forma natural. Y en las escenas en Metropolis es donde mejor se puede apreciar el efecto dramático. El ejemplo más apropiado que se me ocurre es el primer rescate de Lois que coincide con la primera aparición de Superman. La emoción y el suspenso se conjugan en este secuencia gracias a un montaje preciso que nos lleva del helicóptero a Lois, de la calle a la vista del edificio, de la gente a Clark Kent. Luego, vemos por primera vez el gesto clásico de desabrocharse la camisa que deja ver el escudo y el cambio. Superman vuela, la gente observa, Lois está a salvo. La sencillez de la acción solo se combina con la eficacia, con el efecto que logra en el espectador. Pocas escenas serán tan memorables como esta.

La imaginación y la magia
Sí. La magia. Permítanme ponerme cursi. Hoy el público quiere ver peleas, batallas, luchas; quiere ver efectos especiales espectaculares. Y eso no tiene nada de malo. Si existen los recursos y se usan adecuadamente, ¿por qué no permitirse un espectáculo visual de tal naturaleza? El problema es cuando las coreografías de peleas sustituyen la narración, la historia y los trucos que demuestran que la imaginación no es un animal mitológico.
Asimismo, muchos desdeñan STM porque la sienten anticuada, ridícula. ¡Qué difícil hacerles ver que el arte no está en la tecnología! Cierto, no voy a negar que hay elementos que no superan la prueba del tiempo, pero eso es bastante lógico, y precisamente los elementos que se sienten anticuados son los elementos superficiales, no los de fondo, no la historia, no la narración. Hoy deliramos con los efectos que avizoramos para Man of Steel, pero esos efectos serán caducos en 10 años. ¿Podremos entonces ver esta nueva versión con los mismos ojos? ¿Logrará tener el encanto de un cuento inmortal?
Si extrapolamos esta situación a los videojuegos notaremos lo mismo. Los clásicos de NES y SNES retaban la imaginación, exigían ciertas habilidades mentales. En los noventa, estos juegos fueron sustituidos por Mortal Kombat o Street Figther, cuya única acción se limitaba a enfrentamientos directos entre dos personajes. Pulsar botones hasta matar al contrincante era todo lo que se necesitaba. Lejos quedaba la paciencia y la capacidad deductiva para encontrar la salida de alguno de los castillos de Bowser.
En el cine ha sucedido igual. Los efectos y las peleas han sustituido la magia, la imaginación. Todo lo que queremos ver son golpes sin más. Pero con esos golpes nadie llora, nadie se emociona.
Permítanme extenderme más y exponer algunos ejemplos.
La trilogía de Batman dirigida por Nolan adoptó un tono más cercano al film noir, al thriller psicológico. Su historia fue sólida y sus resoluciones también. Al menos hasta la segunda entrega (The Dark Knight [El caballero oscuro], 2008). Para muchos aficionados, la tercera entrega (The Dark Knight Rises [El caballero oscuro asciende], 2008) fue menor en calidad. Se habló como nunca de la gran cantidad de errores de guion y de continuidad. Yo mismo, como suelo hacer, me dediqué a destrozar la película parte por parte. No puedo quitarme ahora tampoco años de teoría posestructuralista. Pero también soy capaz aún de asombrarme. De emocionarme. De querer salir corriendo a ponerme una capa.
El caballero oscuro asciendetiene serios problemas, pero es mi preferida porque es la primera en la que Nolan se permite soñar, imaginar. El escape de la prisión, del pozo aquel, no deja de ser truculento, poco probable, pero cuán eficaz resulta en términos de la historia. No hay efectos, no hay peleas. Es un tipo casi en harapos con un mecate escalando un muro que ha probado ser infranqueable. O casi. Su escape alcanza proporciones épicas. Es el punto de partida de la ascensión. Sin golpes, sin explosiones, sin CGI. Es la resurrección. Del fondo de las tinieblas emerge el héroe… y el corazón palpita.
Cómo diantres llega luego a Ciudad Gótica es un misterio (risible), pero da igual. Aquí ya estamos a su lado y el mundo es un escenario gigantesco. Que perdió tiempo preparando aquel enrome símbolo que se enciende con fuego sobre un puente, para que todos en la ciudad sepan que está de regreso. Sí. Innecesario y una vez más poco probable en términos prácticos y reales. Pero cómo vibré con esa escena. Se me salieron las lágrimas y me sentí por primera vez en una película de superhéroes. No de tipos con problemas psicológicos como los míos, sino de seres superiores.
Yo pregunto, ¿dónde están esos momentos en Iron Man, en Thor, en The Avangers? Es más, ¿dónde están esos momentos en la versión de Batman de Tim Burton? No existen. La magia fue sustituida por el CGI. El encanto y la posibilidad de soñar fueron reemplazados por las coreografías de peleas. Que eso es más realista. Que eso es más cercano. Absurdo. Para dilemas morales y “realismo” me voy a buscar a Bergman, a Kurosawa. Para el humor me voy a buscar a Woody Allen. Prefiero ver las paredes de cartón del Chapulín Colorado que el humor elemental de Adam Sandler o la explosión de bombas en Iron Man.
Pues en STM está toda la magia y el encanto. Deliberadamente ingenuo, deliberadamente caricaturesco, con un Luthor y un Otis dignos del mejor dibujo animado. Un niño podrá quedar marcado toda su vida cuando vea a su héroe retar al padre para cambiar la historia. Ridículo desde el punto de vista de la ciencia y desde nuestra mirada cínica de siglo XXI, pero fabuloso desde el punto de vista de la historia: Superman vuela alrededor de la Tierra a tal velocidad que logra devolver el tiempo. Y durante todo el metraje nos hemos enfrentado con escenas mágicas: el rescate del helicóptero, la persecución de los misiles, el levantamiento de la placa debajo de la falla de San Andrés, Superman haciendo las veces de riel para evitar el descarrilamiento de un tren.
Creo que sí es posible lograr una historia seria, de calidad, coherente. Es más, es necesario, pero no por ellos se debe renunciar al objetivo principal de una película de superhéroes: emocionar y encantar, hacernos creer –sin tomarnos por tontos–, aunque sea por dos horas, que podemos cambiar el mundo. ¿Confort estúpido? Puede ser, pero ¿cuántos cineastas lo logran, cuántas películas lo logran? Pues bien, sobre estas ideas y estos parámetros es que juzgaré Man of Steel dentro de unas semanas.

El legado y el futuro del Hombre del Mañana
Si usted, paciente lector, ha llegado hasta aquí, probablemente es porque algo de razón ha encontrado en lo expuesto. Quienes hayan renunciado en las primeras líneas son los que solo desean CGI, peleas y explosiones.
A punto de entrar en una nueva era (eso espero fervientemente) he creído necesario repasar un poco la historia de la película de superhéroes más importante hasta la fecha; para reflexionar sobre las posibilidades del género, pero principalmente para entender dónde radica la capacidad transformadora de un gran filme.
Los fanáticos de Superman esperamos que la nueva versión de este personaje que nos traerá Snyder sea excepcional. Sin embargo, aún si lo logra, no creo que esto implique que STM quede superada. Al contrario, debería adquirir mayor relevancia por su importancia histórica, y debería ser estudiada como el paradigma del género.
Los primeros 50 minutos de STM (en la versión extendida) son impecables. Hasta ese momento no hay una sola imagen de Superman. Y en ese minuto 50 apenas lo vemos de lejos por unos pocos segundos, mientras abandona la Fortaleza de la Soledad. Pasarán todavía unos 20 minutos hasta que lo veamos entrar por primera vez realmente en acción. Eso se llama contención. Eso significa saber contar una historia, saber narrar.
El resto de la película tiene altibajos y problemas (debido en parte a la presión de los productores sobre Donner), pero contiene asimismo los momentos más hermosos en una película de Superman o de cualquier película de superhéroes en que las caricaturas cobran vida. Lo demás ya lo conocemos.

Y todo lo anterior, desde los confines de la galaxia, lo termina de escribir un niño de seis años y lo firma un hombre de 38 que no ha olvidado aquel día que creyó poder volar y extendió los brazos por primera vez, y que hoy –porque sí, porque la vida arrecia–, quisiera rodear la Tierra y devolver el tiempo una vez más.
Gustavo Solórzano-AlfaroAlajuela, 23 de mayo de 2013


Notas


(1) Lo pongo entre signos de pregunta porque no sabemos si será nombrado tal cual en la película.
(2) En aquel tiempo no había estrenos simultáneos, pero aventuro que de haberla visto a los tres años este artículo no existiría.
(3) En 23 años tuvimos cuatro actores encarnando a Batman, y aunque amamos a Christian Bale como el Caballero Oscuro, no había terminado de enfriarse su interpretación cuando ya estábamos apostando por su sustituto. En 35 años nadie ha imaginado que Superman pueda otro sino Reeve.
(4) Debido a causas legales, el guion original de Puzo no está disponible. Aquí se puede leer el guion que había en 1976, antes de que Donner y Mankiewicz se involucraran. Valga señalar, que si parte de la película es bastante camp, no quisiera imaginarme el guion original. Además, cabe recordar que en los créditos finales de STM se indica que hubo material adicional creado por Norman Enfield, pseudónimo de Donner y el mismo Christopher Reeve.


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Published on May 23, 2013 10:09

May 13, 2013

Segundo aniversario de "Las Malas Juntas"

Las Malas Juntas celebra su segundo aniversario. Y con motivo de esta celebración lanza su volumen 35, un especial dedicado al poeta cubano Octavio Armand.
El dossier cuenta con una serie de materiales inéditos, facilitados por Johan Gotera, quien para esta ocasión es el editor invitado y encargado de la presentación.
Las Malas Juntas, volumen 35, edición de segundo aniversario Dossier dedicado a Octavio Armand
Poemas inéditos de Octavio Armand
Cartas inéditas dirigidas a Armand de:
E.M. CioranOctavio PazSevero SarduySalvador GarmendiaMaría Zambrano
Ensayos sobre Armand de:
Lorenzo García VegaMiguel Ángel CamposLuis Moreno VillamedianaLeonor RodríguezJosé Javier León
Gracias a Johan Gotera por el trabajo realizado y por los materiales aportados.
Gracias al equipo de Las Malas Juntas: Carolina Lozada, Víctor Azuaje, Luis Moreno Villamediana y Gustavo Valle. Y de parte de este equipo y de este servidor, gracias a todos los lectores y colaboradores que nos han acompañado durante estos dos años.Comentarios
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Published on May 13, 2013 07:00

May 10, 2013

"Sesiones en Duluoz. Poesía", n.º 1 / Angélica Murillo



Aquí está. Un video aficionado. Un proyecto personal, íntimo, con la complicidad de Libros Duluoz. La primera sesión, con la escritora Angélica Murillo.


Gracias a Angélica, por aceptar la invitación y Andrea Mickus, de Libros Duluoz, por trabajar en esta idea.Comentarios
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Published on May 10, 2013 19:24

May 1, 2013

Inicia proyecto "Sesiones en Duluoz"



En próximas semanas estaremos echando a rodar un pequeño proyecto: Sesiones en Duluoz. Poesía, que consiste en un breve encuentro casual, íntimo, con un autor específico en la casa de Libros Duluoz. Estos encuentros serán grabados de manera informal para ayudar a difundir el trabajo de diversos poetas.



Nuestra primera invitada será la escritora Angélica Murillo, de quien compartimos aquí en el laberinto de Asterión una muestra de su poesía.

Suiki-Tenno y Lu Yu frente al Templo Budista de Nara a la hora del té
Japón, 606 d.C.
Dispongo del abrazo para recibirte.PreparemosLu Yuel agua blandapara el dragón negroY el té rojo.Lejos, el viento esparce por la tierralo grande y lo pequeñola forma y el agua.El agua que ofrece de su aliento:La flauta de bambú.La tinta de Gautama.Nuestra pequeña teteracolor de arcilla.El tiempo es propicioy su vientre¾ partes del otoño.BebamosLu Yuel dragón negroy el té rojo.El silencio es eterno.Y el instante hablapor nosotros.


Delfos, 28 de mayo de 585 a.C.
A Josu Landa
Sofía mía, las aves en celo y en el jardín: Bilitisha besado e labio donde se posan los versos de Safo.Amiga mía, del aire que deshace, del agua siempre,no es preciso hallar camino para huir del tiempo:Mira en torno la mecánica –celeste–, el laurel retoñade nuevo y en la arena, los atletas pitios disputan su corona.Pero de todos los enigmas, que el Oráculo de Apolo le confióa esta esclava de Dionisio, ninguno, volverá a los muros de Delfos.He visto sucumbir imperios que no creían en la muerte,he visto a los amantes del espejo y el doble anillo exigir su sangre.Tales no predice, no dice que la Diosa volverá y el aguatomará su antigua forma para librarnos de este sueño.Dulce es la espera cuando el destino ha empeñado su palabra.Dejemos que en la arena, Pitonisa, sigan su juego los atletas.  

De Variaciones entorno a la trayectoria de una hormiga, pp. 15 y 17


Emilia I
A Emily Dickinson
1
No le canto al hombre –palabra soez y malsonante–Sino a la plaga terrestre, a la fieraCompuesta de langosta y unicornio.
2
Amo a los que dejaron de serPara ser cactus, engendrogusano reptante   o desperdicio.
3
Y a vos, Emilia, caníbal de mi pecho:Aquellas impúdicas palabras no eran para ti.



Emilia II

1

Odio a las ciudades
como otros odian a la hierba, esa niña 
salvaje
o al piojo que escupe su condición humana
o al que defeca en abril 
cuando el capullo
se abre.

2

Soy un grillo, un pájaro, una sombra.
Pero ¿en qué raíz o tubérculo, en qué fruto?

3

A mí de repente me da pena 
morirme.
Dejar 
a la hiedra
así no más.

4

Cúlpame si quieres
nací en los suburbios de la historia
al margen de Lorca 
y de Whitman
al Oeste.

5

Aún te espera
tu viejo trineo sobre el polvo.

6

Nos iremos muy lejos
si alguien
llama a la puerta.

“II. Con vientre de medusa y tigre bleik”,en Sobre el amor filial –y otras desviaciones–, pp. 20-27


Angélica Murillo (San José, 1976). Escritora y comunicadora social con énfasis en periodismo por la Universidad de Costa Rica (UCR). En dicha universidad dirigió el Taller Literario Elipsis (2006-2007) y fue cofundadora del grupo Poiesis* (2002). Mención de honor en el III Concurso Internacional La Revelación y premio al mejor videopoema en el VIII Concurso Internacional de Poesía Breve La Vanguardia (ambos en España, 2009). Ha publicado los poemarios Variaciones en torno a la trayectoria de una hormiga (San José: Ediciones Perro Azul, 2010) y Sobre el amor filial –y otras desviaciones– (Heredia: Ediciones Espiral, 2011).
* Grupo diferente del que posteriormente fundó Ronald Bonilla, el cual se encuentra activo.

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Published on May 01, 2013 11:22

Cuatro poemas de Angélica Murillo



En próximas semanas estaremos echando a rodar un pequeño proyecto: Sesiones en Duluoz. Poesía, que consiste en un breve encuentro casual, íntimo, con un autor específico en la casa de Libros Duluoz. Estos encuentros serán grabados de manera informal para ayudar a difundir el trabajo de diversos poetas.



Nuestra primera invitada será la escritora Angélica Murillo, de quien compartimos aquí en el laberinto de Asterión una muestra de su poesía.

Suiki-Tenno y Lu Yu frente al Templo Budista de Nara a la hora del té
Japón, 606 d.C.
Dispongo del abrazo para recibirte.PreparemosLu Yuel agua blandapara el dragón negroY el té rojo.Lejos, el viento esparce por la tierralo grande y lo pequeñola forma y el agua.El agua que ofrece de su aliento:La flauta de bambú.La tinta de Gautama.Nuestra pequeña teteracolor de arcilla.El tiempo es propicioy su vientre¾ partes del otoño.BebamosLu Yuel dragón negroy el té rojo.El silencio es eterno.Y el instante hablapor nosotros.


Delfos, 28 de mayo de 585 a.C.
A Josu Landa
Sofía mía, las aves en celo y en el jardín: Bilitisha besado e labio donde se posan los versos de Safo.Amiga mía, del aire que deshace, del agua siempre,no es preciso hallar camino para huir del tiempo:Mira en torno la mecánica –celeste–, el laurel retoñade nuevo y en la arena, los atletas pitios disputan su corona.Pero de todos los enigmas, que el Oráculo de Apolo le confióa esta esclava de Dionisio, ninguno, volverá a los muros de Delfos.He visto sucumbir imperios que no creían en la muerte,he visto a los amantes del espejo y el doble anillo exigir su sangre.Tales no predice, no dice que la Diosa volverá y el aguatomará su antigua forma para librarnos de este sueño.Dulce es la espera cuando el destino ha empeñado su palabra.Dejemos que en la arena, Pitonisa, sigan su juego los atletas.  

De Variaciones entorno a la trayectoria de una hormiga, pp. 15 y 17


Emilia I
A Emily Dickinson
1
No le canto al hombre –palabra soez y malsonante–Sino a la plaga terrestre, a la fieraCompuesta de langosta y unicornio.
2
Amo a los que dejaron de serPara ser cactus, engendrogusano reptante   o desperdicio.
3
Y a vos, Emilia, caníbal de mi pecho:Aquellas impúdicas palabras no eran para ti.



Emilia II

1

Odio a las ciudades
como otros odian a la hierba, esa niña 
salvaje
o al piojo que escupe su condición humana
o al que defeca en abril 
cuando el capullo
se abre.

2

Soy un grillo, un pájaro, una sombra.
Pero ¿en qué raíz o tubérculo, en qué fruto?

3

A mí de repente me da pena 
morirme.
Dejar 
a la hiedra
así no más.

4

Cúlpame si quieres
nací en los suburbios de la historia
al margen de Lorca 
y de Whitman
al Oeste.

5

Aún te espera
tu viejo trineo sobre el polvo.

6

Nos iremos muy lejos
si alguien
llama a la puerta.

“II. Con vientre de medusa y tigre bleik”,en Sobre el amor filial –y otras desviaciones–, pp. 20-27


Angélica Murillo (San José, 1976). Escritora y comunicadora social con énfasis en periodismo por la Universidad de Costa Rica (UCR). En dicha universidad dirigió el Taller Literario Elipsis (2006-2007) y fue cofundadora del grupo Poiesis* (2002). Mención de honor en el III Concurso Internacional La Revelación y premio al mejor videopoema en el VIII Concurso Internacional de Poesía Breve La Vanguardia (ambos en España, 2009). Ha publicado los poemarios Variaciones en torno a la trayectoria de una hormiga (San José: Ediciones Perro Azul, 2010) y Sobre el amor filial –y otras desviaciones– (Heredia: Ediciones Espiral, 2011).
* Grupo diferente del que posteriormente fundó Ronald Bonilla, el cual se encuentra activo.

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Published on May 01, 2013 11:22

Sesiones en Duluoz. Poesía / Angélica Murillo



En próximas semanas estaremos echando a rodar un pequeño proyecto: Sesiones en Duluoz. Poesía, que consiste en un breve encuentro casual, íntimo, con un autor específico en la casa de Libros Duluoz. Estos encuentros serán grabados de manera informal para ayudar a difundir el trabajo de diversos poetas.



Nuestra primera invitada será la escritora Angélica Murillo, de quien compartimos aquí en el laberinto de Asterión una muestra de su poesía.

Suiki-Tenno y Lu Yu frente al Templo Budista de Nara a la hora del té
Japón, 606 d.C.
Dispongo del abrazo para recibirte.PreparemosLu Yuel agua blandapara el dragón negroY el té rojo.Lejos, el viento esparce por la tierralo grande y lo pequeñola forma y el agua.El agua que ofrece de su aliento:La flauta de bambú.La tinta de Gautama.Nuestra pequeña teteracolor de arcilla.El tiempo es propicioy su vientre¾ partes del otoño.BebamosLu Yuel dragón negroy el té rojo.El silencio es eterno.Y el instante hablapor nosotros.


Delfos, 28 de mayo de 585 a.C.
A Josu Landa
Sofía mía, las aves en celo y en el jardín: Bilitisha besado e labio donde se posan los versos de Safo.Amiga mía, del aire que deshace, del agua siempre,no es preciso hallar camino para huir del tiempo:Mira en torno la mecánica –celeste–, el laurel retoñade nuevo y en la arena, los atletas pitios disputan su corona.Pero de todos los enigmas, que el Oráculo de Apolo le confióa esta esclava de Dionisio, ninguno, volverá a los muros de Delfos.He visto sucumbir imperios que no creían en la muerte,he visto a los amantes del espejo y el doble anillo exigir su sangre.Tales no predice, no dice que la Diosa volverá y el aguatomará su antigua forma para librarnos de este sueño.Dulce es la espera cuando el destino ha empeñado su palabra.Dejemos que en la arena, Pitonisa, sigan su juego los atletas.  

De Variaciones entorno a la trayectoria de una hormiga, pp. 15 y 17


Emilia I
A Emily Dickinson
1
No le canto al hombre –palabra soez y malsonante–Sino a la plaga terrestre, a la fieraCompuesta de langosta y unicornio.
2
Amo a los que dejaron de serPara ser cactus, engendrogusano reptante   o desperdicio.
3
Y a vos, Emilia, caníbal de mi pecho:Aquellas impúdicas palabras no eran para ti.



Emilia II

1

Odio a las ciudades
como otros odian a la hierba, esa niña 
salvaje
o al piojo que escupe su condición humana
o al que defeca en abril 
cuando el capullo
se abre.

2

Soy un grillo, un pájaro, una sombra.
Pero ¿en qué raíz o tubérculo, en qué fruto?

3

A mí de repente me da pena 
morirme.
Dejar 
a la hiedra
así no más.

4

Cúlpame si quieres
nací en los suburbios de la historia
al margen de Lorca 
y de Whitman
al Oeste.

5

Aún te espera
tu viejo trineo sobre el polvo.

6

Nos iremos muy lejos
si alguien
llama a la puerta.

“II. Con vientre de medusa y tigre bleik”,en Sobre el amor filial –y otras desviaciones–, pp. 20-27


Angélica Murillo (San José, 1976). Escritora y comunicadora social con énfasis en periodismo por la Universidad de Costa Rica (UCR). En dicha universidad dirigió el Taller Literario Elipsis (2006-2007) y fue cofundadora del grupo Poiesis (2002)*. Mención de honor en el III Concurso Internacional La Revelación y premio al mejor videopoema en el VIII Concurso Internacional de Poesía Breve La Vanguardia (ambos en España, 2009). Ha publicado los poemarios Variaciones entorno a la trayectoria de una hormiga (San José: Ediciones Perro Azul, 2010) y Sobre el amor filial –y otras desviaciones– (Heredia: Ediciones Espiral, 2011).
*Grupo diferente del que posteriormente fundó, con el mismo nombre, Ronald Bonilla.

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Published on May 01, 2013 11:22

April 18, 2013

Nolan no es Superman


El 14 de junio se estrena Man of Steel, de Zack Snyder, y para ir preparando el camino una breve reflexión sobre el la influencia de Nolan y el problema del "realismo".
Desde que se supo que Cristopher Nolan fungiría como productor de Man Of Steel, se empezó a hablar sobre su enfoque "realista" y su versión "humanizada". Los avances que hemos visto de la película parecen comprobar esa perspectiva. Y es definitivo, en el género de superhéroes, la trilogía de Batman supone la renovación del paradigma. Sin embargo, no creo que todo se deba exclusivamente a la visión de Nolan.
Para empezar, el paradigma del género, aunque a muchos no les guste, es Superman: The Movie (Donner, 1978) y su segunda parte. Ahí está todo, para bien y para mal, lo que hemos visto durante 35 años. (La versión de Batman iniciada por Burton apenas si logra ser una curiosidad.) En el camino llegaron los X-Men de Bryan Singer (la 1 y la 2), otro punto alto, con una buena historia y personajes verosímiles. No en balde Singer fue el llamado a revivir a Superman (y para los fans lo logró, hasta cierto punto), pero su virtud fue su pecado, y aferrarse tanto a la versión de Donner terminó por sepultarlo.
Otro punto alto, con una buena historia y enfoque "realista" fue el Hulk de Ang Lee. Curiosamente, no funcionó. Pero creo que esto se debió más a que no es un personaje tan popular que a problemas cinematográficos o de mercadeo. De otra forma es imposible explicar cómo esta película no fue un éxito y el bodrio de Spiderman sí. En cuanto al refrescamiento que hizo Louis Leterrier, en parte gracias a la mano de Edward Norton, también me parece superior que la mayoría de películas del género.
Luego, está Watchmen, dirigida por Zack Snyder, un excelente trabajo, que aporta ese cacareado “humanismo”, con superhéroes dibujados con la pluma del antihéroe. Por tal motivo (a pesar de que también es el responsable de la ridícula 300), un aficionado de Superman, como yo, se alegró cuando supo que sería el encargado de dirigir el reinicio de la saga del último hijo de Kripton.
Pero casi todos los aficionados insisten en atribuir a Nolan todo lo que supuestamente será positivo en Man of Steel. Yo no creo que sea así. Para empezar, no creo que haya tenido tanta influencia; o más bien, tanta presencia en todos los aspectos. El equipo de producción es numeroso como para imaginárselo (sin contar que estaba ocupado con TDKR mientras se filmaba MOS).  Y segundo, el director es Zack Snyder, que a pesar de no ser un genio, sí que tiene un estilo bastante particular.
En fin, que estamos a la espera de la película, que puede ser un fiasco o simplemente lo que debe ser: la mejor película del género de todos los tiempos. En cualquiera de los dos casos, Nolan no es, ni de lejos, el único responsable ni el más importante.
Corolario
Aún no logo entender ese deseo de que los superhéroes sean “humanizados”. ¿El punto no es precisamente que son superhéroes, superiores, y que por eso los amamos y los admiramos?
Creo que se han confundido los conceptos. Lo que uno espera de una película de superhéroes, al menos lo que yo como aficionado al cine espero, no es "realismo" o "humanismo", es verosimilitud. Que el relato sea sólido, bien construido, que su lógica interna se sostenga. No por ser fantasía o ciencia ficción se debe aceptar cualquier hilación torpe de los acontecimientos o toda explicación absurda e ingenua. Desde ese punto de vista, TDKR es la película menos "realista" del mundo.
Verosimilitud es que unos gatos muerdan a Michelle Pfeiffer y la conviertan en gato. Todo bien hasta ahí. Inverosímil es que ella tenga un traje de latex negro en su clóset, una máquina de coser y que de repente se convierta en costurera de un club fetichista.
La verosimilitud es el elemento capaz de explicarme, y que yo me lo crea,  por qué un tipo cuyo nombre es Kal-El o Clark Kent termina llamándose Superman. Y eso definitivamente no podría atribuirse a la afición de las mamás kriptonianas a tejer el alfabteto latino en las pijamas de sus hijos.  



Nota
Por un lado , Marvel ha hecho un trabajo bastante logrado con Hulk y X-Men. Por otro, Iron Man, e incluso el Capitán América dan por lo menos para el gasto. Pero Spiderman, en cualquiera de sus dos versiones, es infumable. Y Thor lo acompaña. Comentarios
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Published on April 18, 2013 12:38

April 9, 2013

El secreto: cómo publicar un libro de poesía

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En días pasados compartí un artículo en el grupo Directorio de Escritores Costarricenses, en Facebook. Lo he traducido con el fin de que los pasos por seguir en el ambiente literario en cuanto a publicación se refiere sean analizados por los poetas jóvenes. He adaptado algunos elementos al contexto costarricense y he complementado el texto con varias notas. No es una guía exhaustiva, pero toca aspectos sumamente relevantes, a los cuales se les debe prestar atención.

Cómo publicar un libro de poesía(1)
Me llegan muchas consultas acerca de cómo publicar un libro de poesía. Primero, no muchos editores lo hacen. (Eso es publicar poesía.) Financieramente no es prudente. Así que como poeta, pensá por un minuto desde el punto de vista del editor.
Vos no tenés oportunidad de publicar un libro de poesía a menos que tengás un nombre como poeta, o que seás un escritor reconocido que además escribe poesía. O que seás un reconocido jugador de fútbol, una estrella del baloncesto o una figura de la televisión o al menos que tengás alguna otra razón que te dé fama y que además escribás poesía. Entonces, ¿cómo te convertís en un poeta algo más consolidado sin tener un libro publicado?
1. Comprá y leé el trabajo de poetas cuya obra haya sido publicada. Hacé esto regularmente. Fijate qué está pegando, qué está sucediendo. Suscribite al menos a una revista literaria. Podés buscar mucha información en Internet.
2. Asistí a lecturas públicas de poesía. Algunos ejemplos en Costa Rica: presentaciones de libros todas las semanas, lecturas en librerías como la Internacional, Lehmann o Libros Duluoz; recitales, conferencias y actividades similares en centros culturales, como el Farolito, el Instituto México o la Alianza Francesa; o en bares y restaurantes como El Lobo Estepario; festivales de poesía y encuentros literarios. Te podés enterar de todo esto uniéndote a listas de correo de librerías o de sitios web dedicados a la cultura, así como siguiendo blogs literarios y participando en grupos de escritores en redes sociales.
3. Enviá tu trabajo a revistas literarias. Aunque en Costa Rica hay muy pocas impresas, las opciones en Internet son muchas y variadas. Buscá en Google la información de las siguientes publicaciones para encontrar información de contacto: Revista Nacional de Cultura, Cultura CR, La Mandrágula, Art Studio Magazine, Áncora, La Musaraña, 400 Elefantes, Las Malas Juntas, Letralia, Isla Negra, Ping Pong, Traviesa, Círculo de Poesía. Hay muchas otras revistas y en línea podrás encontrar más.
4. Debés tener al menos 10 poemas publicados en tres revistas de poesía o más –impresas o electrónicas–, antes de gastar dinero para que alguien más reseñe tu trabajo profesionalmente.(2) Como editor también puedo decir que es mucho más fácil trabajar con poetas que han publicado bastante, pues ellos comprenden el proceso de edición y no están a la defensiva a la hora de editar su trabajo o de buscar maneras de mejorarlo.  
5. Antes de someter tu libro a una editorial, pedile a un poeta publicado cuyo trabajo te guste o admirés que lea tu manuscrito. Deberás pagarle para que lo haga y que en su opinión te diga si es publicable.(3) Podés tomar un curso de escritura creativa sea en una universidad o bien un curso corto en alguna otra institución.(4) En otras palabras, obtené realimentación y reacciones a tus poemas.
6. Cuando hayás llegado a esta etapa, podés buscar recomendaciones de personas del medio para que editen tu trabajo (de nuevo, tendrás que pagar por ello). El costo es variable.(5)
7.     Si podés decir “sí” a todos los pasos anteriores, entonces tenés que revisar tu colección de poemas y escoger los que de alguna manera formen una unidad. Un primer libro que pueda ser adecuadamente publicado como un volumen delgado requiere entre 56 y 64 páginas. Pero recordá que el libro será diagramado y que necesitará al menos siete u ocho páginas para portada interna, página legal, epígrafes, índice y colofón.
Si no podés encontrar una editorial, es aceptado lanzar una edición de autor. Es más complicado(6) y menos prestigioso, pero al menos lograrás lanzar tu obra y así podrás encontrar lectores o los lectores te encontrarán. No dejés de cumplir ninguno de los pasos del uno al seis, o tu libro no será tan bueno como debería.(7)  Editoriales en Costa Rica que publican poesía: Editorial Costa Rica (ECR), Editorial Universidad Estatal a Distancia (Euned), Editorial Universidad de Costa Rica (Editorial UCR), Editorial Universidad Nacional (EUNA), Editorial Germinal, Ediciones Espiral, Editorial Arboleda, Uruk Editores, Ediciones 77 o Ambigú.(8)
Liesl Jobson ofrece las siguientes percepciones:
Gus Ferguson siempre dice que hay más gente que escribe poesía que gente que la lea. Triste pero cierto. Arthur Attwell señala (y esto va para cualquiera que desee lograr que se publique cualquier tipo de trabajo novel) que si no leés montones y montones y montones de poesía, ni siquiera se te ocurra intentar publicar.
[…]
La tenacidad requerida para lograr esos objetivos muestra a las potenciales editoriales que el poeta ha hecho el recorrido necesario para ser publicado y que ha probado el rechazo y lo ha superado. También significa que cuando un volumen de poesía es publicado podrá haber varios medios que se puedan acercar para decir “hurra” o incluso mejor, hacer una reseña.(9)

Notas
(1) Aquí el texto original
(2) En Hispanoamérica no es común pagar, lo cual es propio de un medio más profesional como el anglosajón. Sin embargo, nunca sobra estar dispuesto a hacerlo, o al menos no enojarse si un medio cobra por lo que finalmente es publicidad.
(3) Podemos decir lo mismo que en la nota anterior. Empezar a pagar lejos de representar una visión mercantilista, aporta dignidad al trabajo.
(4) En la Universidad de Costa Rica hay cursos de teoría y creación literaria, impartidos por Julieta Dobles. También,  el Colegio de Costa Rica ha estado impartiendo talleres diversos. De igual forma, hay talleres privados o independientes, como el de Luis Chaves, el de G.A. Chaves o el de Germán Hernández. También hay grupos literarios como el Círculo de Poetas Costarricenses, Poiesis, Ceniza Huetar (San Ramón) o El Sur También Existe (Pérez Zeledón).
(5) Igual que en las notas 2 y 3. Sin embargo, la revisión filológica sí es comúnmente remunerada.
(6) Hay que distinguir entre una revisión filológica y una edición. La primera puede que se limite a problemas ortográficos, gramaticales y de estructura; la segunda solo podrá hacerla alguien con experiencia en dicho campo, quien probablemente sea además un escritor.
(7) Yo agregaría la posibilidad de probar en concursos. Tanto en Costa Rica como en el extranjero hay gran cantidad de certámenes, y aunque suelen ser una especie de lotería, no dejan de ser una oportunidad. Un inconveniente es el desembolso que se debe hacer cuando hay que sacar varias copias y enviar por correo postal. Sin embargo, ahora hay cada vez más concursos que permiten el envío de forma electrónica. Una vez más, una pesquisa en Internet nos permitirá obtener información detallada.
(8) La editorial estatal y las editoriales universitarias publican la obra por su propia cuenta y dan al autor un porcentaje de ejemplares (entre 10 y 20 dependiendo del tiraje, que puede ir de 250 a 1000) y un porcentaje de ganancias por derechos de autor, que varía entre 10 y 12,5 %. Las editoriales privadas o independientes tienen diversas modalidades que pueden surgir de común acuerdo entre ellas y el autor. Es común que en algunos casos el costo o parte de este recaiga en el autor.
(9) Una vez más, en Costa Rica son pocos los espacios que hacen crítica literaria o publiquen reseñas, pero sí es posible que otro escritor, un periodista o un académico se interese en tu trabajo y le dedique una nota, un artículo o hasta una tesis.



Traducción y adaptación: Gustavo Solórzano-Alfaro, 2013.Comentarios
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Published on April 09, 2013 10:35