Hugo García Michel's Blog, page 236
January 2, 2015
The Animals / Before We Were So Rudely Interrupted (1977)
Eric Burdon se reunió después de años con sus antiguos compañeros de mil batallas sesenteras para producir esta álbum de blues y rock brillantemente austero. Se trata de un disco de covers, pero qué covers. Qué lástima que hayan sido tan rudamente interrumpidos.Mejor tema: “Please Send Me Someone to Love”
Published on January 02, 2015 18:30
January 1, 2015
2014: doce discos fundamentales
2014 no fue un año especialmente generoso en grandes discos. A pesar de la enorme cantidad de grabaciones que surgieron a lo largo de doce meses, fueron pocas las piezas realmente sobresalientes, pocas las que aspiran a quedarse en la memoria de los diletantes o los simples aficionados a los diversos géneros y subgéneros que suelen ser englobados en el concepto de la palabra rock.Demos una revisada a lo que considero la docena mágica, es decir, los doce discos fundamentales del año que acaba de dejarnos. Como sucedió hace doce meses, con los mejores álbumes de 2013, lo haré por orden decreciente.
12. Stephen Malkmus and the Jicks. Wig Out at Jagbags. La irresistible combinación de rock clásico y rock noventero sigue siendo la marca de Malkmus y queda más que patente en esta obra plena de gozo e ironía, de espléndido sentido melódico y orgánico juego guitarrístico. Un disco fresco y optimista que refrenda el talento de esta leyenda del rock alternativo.
11. The War on Drugs. Lost in the Dream. Desde Filadelfia, Adam Granduciel y compañía lograron, con este su tercer álbum, una pequeña joya de música al mismo tiempo etérea y concisa (algo así como The Cure se encuentra con Bruce Sprigsteen). El mejor trabajo de The War on Drugs hasta ahora, por mucho.
10. Tom Petty and the Heartbreakers. Hypnotic Eye. Un disco que es puro placer y puro gozo, música que se disfruta por el simple hecho de que quienes la ejecutan lo hacen con ese mismo disfrute que brota de las once canciones que lo conforman. Una delicia.
9. Beck. Morning Phase. Tras seis años de ausencia discográfica, este nuevo trabajo de Beck parecería ser el perfecto complemento para su Sea Change de 2002. Tranquilo, reflexivo, relajado, melancólico, sin estridencias, Morning Phase no es el mejor disco de este prolífico músico, pero sí uno de los más destacados de 2014.
8. Morrissey. World Peace Is None of Your Business. Un trabajo fino y elegante, con una docena de composiciones variadas y de espléndida factura. Intenso, preciso, crítico, politizado, de producción impecable. Uno de los mejores álbumes en la carrera de este polémico británico.
7. Counting Crows. Somewhere Under Wonderland. Los cuervos de cuenta regresaron con un gran disco que no hace sino refrendar su viejo estilo basado en el folk rock, pero sin sonar anquilosados o demodés. Todo lo contrario: se trata de un larga duración fresco, jubiloso, vital. Como si estuviéramos ante un grupo debutante.
6. Timber Timbre. Hot Dreams. Un plato lleno de sutilezas, pero a la vez de fuerza soterrada e incisiva. La música de estos canadienses, tan oscura y hasta ominosa como llega a ser, captura al escucha y lo envuelve en su hipnótica belleza infernal, en su dúctil envoltura sonora. Hot Dreams hechiza, fascina, pervierte. Por eso vale tanto la pena.
5. Flying Lotus. You’re Dead!. Cuando el rhythm n’ blues, el jazz, la electrónica, el hip-hop y la música de vanguardia se funden, dan como resultado un disco tan impresionante (y complicado) como este. Música elaborada, de difícil acceso, pero a la que una vez que se penetra resulta imposible (e indeseable) escapar. Un discazo.
4. Robert Plant. lullaby and… The Ceaseless Roar. Espléndido álbum de esta leyenda viviente del rock, una obra con la cual el ex vocalista de Led Zeppelin regresa a sus raíces inglesas sin olvidar sus exploraciones por la música de Medio Oriente y el norte de África más su amor por el blues. Una honda meditación sobre el paso del tiempo.
3. Jack White. Lazaretto. El joven genio del rock actual volvió a hacerla con este disco asombroso, en el cual sigue amalgamando la música de raíces estadounidense con su propio estilo de interpretarla. Once canciones sin desperdicio. La inteligencia y el talento creativo al servicio del arte.
2. Leonard Cohen. Popular Problems. Breve y maravillosa colección de nueve canciones que en escasos 36 minutos sintetiza, de una y muchas maneras, lo que ha sido la vida fructífera e intensa de Cohen, una biografía de ochenta años tan apasionada como apasionante. ¿Su testamento musical? Espero que no.
1. St. Vincent. St. Vincent. Annie Clark sigue demostrando que es una de las compositoras e intérpretes más interesantes y propositivas de este siglo y lo reconfirma con esta obra discográfica impecable, quizá no tan experimental y hasta un poco inclinada al pop, pero con la misma finura y calidad que demostró desde su primer trabajo. A mi modo de ver, el disco del año.
(Publicado este mes en el No. 445 de la revista Nexos)
Published on January 01, 2015 14:30
December 31, 2014
20 pronósticos para 2015
A punto de empezar el nuevo año, los servicios astro(i)lógicos de Mil cosas más presentan sus ya tradicionales presagios para los próximos doce meses; siempre inexactos, as usual, pero inocentemente malintencionados.–La crisis política no sólo se agudizará, sino que se volverá infernal a medida que se aproximen las elecciones de medio año y medio sexenio. Sin embargo, al final nada pasará, las heridas se curarán con curitas y mertiolate, la familia política cerrará filas y el dinero para los partidos seguirá fluyendo tan generoso como de costumbre.
–Las reformas estructurales seguirán en el papel y continuarán siendo motivo de marchas, plantones y golpes subterráneos, hasta que se les hagan las adecuaciones necesarias para convertirlas en lo que siempre son las reformas en México: nada.
–Habrá varios cambios en el gabinete, pero con los mismos funcionarios de ahora. Por cuestiones de estrategia, Videgaray pasará al Infonavit, Osorio a la Procuraduría del Consumidor y Murillo a Pronósticos Deportivos.
–Este año sí, Manlio Fabio Beltrones volverá a dejarse el bigote a la Emilio Tuero y varios tríos de boleros le pedirán que se una a ellos, cosa que aceptará a menos que en una de esas le den la Secretaría de Gobernación.
–Pedro Aspe regresará a la política como nuevo secretario de Hacienda, a fin de hacer real su vieja frase de que la pobreza en México es un mito genial.
–La presencia del ex presidente Carlos Salinas se volverá cada vez más notoria. Opinará de todo, dará entrevistas a quien se las pida (las entrevistas), tratará de influir en los tres poderes de la Unión y firmará contrato con HBO para tener su propio reality show.
–Felipe Calderón regresará a México y tratará de quitarle el PAN y el pan a Gustavo Madero. No lo conseguirá y se refugiará en la cátedra, pero ya no en Harvard sino en una universidad patito de Morelia, donde fundará su propio grupo de autodefensa.
–Guerrero seguirá siendo el foco rojo del país hasta las elecciones de julio. Después todo se irá calmando, gracias a la elección de un gobernador de coalición entre el PRD, el PT, Morena, Guerreros Unidos y Los Rojos.
–La Ceteg organizará un referéndum entre sus agremiados para ver si se convierte en ONG o en la representación oficial del Estado Islámico en Guerrero.
–Se reglamentarán las manifestaciones, a fin de que los llamados anarcos sólo puedan cargar en sus mochilas cuatro piedras, tres palos, cinco chicles y dos bombas molotov. Encapuchado que rebase ese límite será multado con diez días de salario mínimo y se le impedirá utilizar su máscara en la siguiente marcha.
–El auditorio “Che Guevara” de la facultad de Filosofía y Letras será declarado territorio autónomo de la Universidad Nacional Autónoma de México (sí, ya lo es, pero falta oficilizarlo).
–A pesar del golpeteo político, el PRI será el ganón en las elecciones federales, con sus triunfos en varios estados y muchos municipios, además de las delegaciones Iztapalapa y Cuauhtémoc en el DF, gracias a la buena elección de sus candidatos: Juanito y el tepiteño Cuauhtémoc Blanco respectivamente.
–Morena asegurará el registro, mientras que el PT, Movimiento Ciudadano y el Panal lo perderán…, para sumarse a Morena. Andrés Manuel López Obrador mantendrá su discurso de siempre contra la mafia en el poder, en la que además del PRIAN, Televisa y el PRD incluirá al Teletón y (por sugerencia de Antonio Mohamed) a la directiva del Club América.
–Miguel Ángel Mancera mantendrá su estilo autista y light de gobernar, se tomará muchas fotos, dotará a la policía de espadas láser de plástico, a la Star Wars, y seguirá dándole hasta con la cubeta a su ex carnal Marcelo.
–La Línea 12 del metro permanecerá detenida hasta nuevo aviso.
–Después de contender en una terna junto con Guerra de chistes y Las lavanderas, Sabadazo recibirá un Grammy especial como el programa más oligofrénico en la historia de la televisión mundial.
–Con Gustavo Matosas al frente y un poderoso equipo en el que sólo habrá tres mexicanos por nacimiento, el América llegará a la final del Torneo de Clausura y la perderá con las Chivas (este no fue pronóstico, sino un sueño guajiro de los que suele tener Jorge Vergara).
–Tigres y Cruz Azul jugarán como nunca y fracasarán como siempre.
–La selección mexicana será eliminada en la primera ronda de la Copa de Oro y el Piojo Herrera será cesado, para convertirse en el nuevo director técnico de los Murciélagos de Guamúchil.
–Mañana jueves será 1 de enero de 2015.
(Publicado en la sección QRR de Milenio Diario)[image error]
Published on December 31, 2014 17:01
December 30, 2014
2014: un recuento
Mejor disco: Popular Problems de Leonard Cohen.Mejor canción: “Slow” de Leonard Cohen.
Mejor disco de rock: Lazaretto de Jack White.
Mejor grupo de rock: Timber Timbre.
Mejor solista de rock: Jack White.
Mejor disco de art rock: St. Vincent de St. Vincent.
Mejor disco de alt-rock: Lost in the Dream de The War on Drugs.
Mejor disco de alt-folk: Morning Phase de Beck.
Mejor disco de anti-folk: Allergic to Water de Ani DiFranco
Mejor disco de rock clásico: lullaby and… The Ceaseless Roar de Robert Plant.
Mejor disco experimental: With a Little Help from My Fwends de Flaming Lips.
Mejor disco avant garde: You’re Dead! de Flying Lotus.
Mejor disco de rock pop: World Peace Is None of Your Business de Morrissey.
Mejor disco de rock progresivo: Pale Communion de Opeth.
Mejor disco de metal: Foundations of Burden de Pallbearer.
Mejor disco de electrónica: Syro de Aphex Twin.
Mejor disco de hip-hop: Piñata de Freddie Gibbs and Madlif.
Mejor disco de blues: Step Back de Johnny Winter.
Mejor disco de alt-country: Down Where the Spirit Meets the Bone de Lucinda Williams.
Mejor disco de jazz: Lathe of Heaven de Mark Turner Quartet.
Mejor regreso: Counting Crows con Somewhere Under Wonderland.
Mejor reedición discográfica: The Basement Tapes Complete de Bob Dylan.
Peor disco: Tracks of My Years de Bryan Adams.
Hecho más lamentable del año: la muerte de una decena de roqueros de los años sesenta, notablemente Joe Cocker y Jack Bruce.
México:
Mejor disco: Di no a la yoga de Jaime López.
Peor disco: Norte de Little Jesus.
Hecho más lamentable del año: El fallecimiento, casi en el anonimato, del Capitán Pijama.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)[image error]
Published on December 30, 2014 20:00
December 29, 2014
La balada de Leon Russell
La reciente muerte de Joe Cocker hizo que las crónicas sobre el triste acontecimiento recuperaran la memoria sobre varios de los músicos que estuvieron a su lado en sus mejores momentos, entre ellos su amigo de toda la vida, el tecladista Chris Stainton; el también recientemente finado saxofonista Bobby Keys; la bellísima musa de muchos músicos a fines de los sesenta, Rita Coolidge; y el que fuera su director musical durante algunos años, el gran pianista, cantante, arreglista, compositor y productor, Leon Russell.Russell era un personaje muy especial en aquellos días y lo sigue siendo hoy, a sus setenta y dos años de edad. De aspecto arrogante, altivo, hierático, impenetrable, el hombre del sombrero de copa, los anteojos de sol, la luenga barba y la larga melena tenía el don del liderazgo y solía reunir a su alrededor a los mejores instrumentistas de lo que se sigue llamando la época de oro del rock.
Nacido en Lawton, Oklahoma, en 1942, desde muy joven mostró sus dotes musicales. Era tan precoz que a los trece años formó su primer grupo, ya como pianista, para presentarse en el circuito de clubes nocturnos de Tulsa o como acompañante de Ronnie Hawkins y Jerry Lee Lewis.
Más tarde, se instaló en Los Ángeles para trabajar como músico de sesión y a principios de los sesenta ya era arreglista a las órdenes de Phil Spector y de Ike Turner. Poco después, se asoció con el músico Marc Benno y puso su propio estudio de grabación, producto de lo cual fueron dos álbumes fundamentales: Look Inside the Asylum Choir (1968) y Asylum Choir II (1971).
Fue por ese tiempo que Russell irrumpió como gran estrella del rock, al unirse a Joe Cocker y una treintena de músicos más para conformar la extraordinaria banda Mad Dogs & Englishmen, con la que grabó un álbum doble homónimo y filmó un largometraje. Su composición “Delta Lady” fue un gran éxito en la voz de Cocker y el despegue del de Oklahoma fue definitivo. Tanto así que George Harrison lo llamó como director musical para el célebre Concierto para Bangladesh de 1971 (con álbum triple y filme incluidos). Por ese tiempo colaboró también con Bob Dylan, BB King y Eric Clapton.
Su idea sin embargo no era la de ser un sempiterno músico de acompañamiento y empezó a dar prioridad a su labor como solista, con discos tan espléndidos como Leon Russell (1970), Leon Russell and the Shelter People (1971) y Carney (1972), además de composiciones como “A Song for You”, “Hummingbird”, “Tight Rope”, “This Masquarade” o su clásico “Superstar”.
A partir de entonces y aunque no dejó de trabajar y grabar, la carrera de Russell empezó a entrar en un ocaso de popularidad, ocaso del cual no saldría hasta 2010, cuando Elton John prácticamente lo rescató de la oscuridad para grabar a dueto el larga duración The Union, producido por T-Bone Burnett. Esto reanimó al viejo león septuagenario y apenas en abril de este 2014 produjo su más reciente plato, el excelente y casi testamentario Life Journey, con el que vino a demostrar que aún se encuentra en gran forma y lejos todavía del asylum choir.
(Publicado el sábado pasado en la sección "De culto" del suplemento Laberinto de Milenio Diario)[image error]
Published on December 29, 2014 20:30
December 28, 2014
Don Juan
Mi papá, a fines de los años treinta del siglo pasado.Hoy se cumplen ya veintitrés años de que mi papá se fue de este mundo y no dejo de extrañarlo muchísimo. Todos los días lo pienso, todos los días le platico y todos los días lo siento a mi lado. Varias veces he escrito de él en este blog, tanto en sus aniversarios luctuosos como cada día de su cumpleaños (nació el 2 de enero de 1921). Vuelvo a escribir mi recuerdo y mi nostalgia por el gran Johnny, ese tipazo bohemio y apasionado, ese irónico irremediable, ese hombre sentimental y divertido, ese amante de la vida, de la música y de las mujeres. Mi padre.[image error]
Published on December 28, 2014 21:00
December 27, 2014
El año que vivimos en delirio
2014 ha sido para México un año especialmente vertiginoso, intenso, trágico, doloroso. Sobre todo los últimos tres meses, en los que volvieron a imperar, tal como sucedió en 2006 y 2012, la polarización, el odio, el revanchismo, la desconfianza, el maniqueísmo, el encono, la violencia, el fanatismo y la estupidez.El país se encuentra tristemente dividido, eso es cierto, pero no de la manera como se presenta desde ciertas percepciones interesadas. La situación es muy difícil y en algunos puntos del territorio nacional resulta crítica y desbordada, pero no es todo México el que está así y eso también habría que señalarlo. El contexto en Guerrero no es el mismo que el de Yucatán y el de Michoacán no es el mismo que el de Querétaro, por poner un par de ejemplos comparativos. La generalización no ayuda y es lo que hacen muchos, a fin de abonar para sus causas. Sin embargo, pensar que con no generalizar disminuye el problema sería tan irresponsable como lo contrario.
Ayotzinapa es la palabra clave de este año mexicano. Es sinónimo de tragedia y muerte, de iniquidad y horror, pero también de oportunismo, manipulación, pretexto y conjura. La desaparición y la casi segura ejecución de los estudiantes normalistas en Iguala y Cocula fue obra de un munícipe, su esposa y sus subordinados, aliados con un cártel local. No obstante, con habilidad propagandística sorprendente y desde oscuros aunque detectables sotanos golpistas, se logró crear la percepción de que los verdaderos culpables materiales e intelectuales del crimen no fueron los que fueron, sino el gobierno federal, identificado como “el Estado”. Desde esa delirante y perversa percepción y desde la incapacidad del propio gobierno para contrarrestarla es que se ha provocado la actual crisis política, misma que amenaza con proseguir al menos de aquí hasta las elecciones federales de 2015.
Así termina 2014, en medio de temores, tensión e incertidumbre. El gran Nikito Nipongo solía decir: “Si este año le pareció terrible, no se preocupe: el próximo será peor”. Hay quienes eso anhelan. Ojalá que no lo consigan.
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)[image error]
Published on December 27, 2014 21:41
December 26, 2014
John Mayall / Blues from Laurel Canyon (1969)
Mayall grabó excelentes discos en su etapa inicial, pero éste tiene una frescura y un encanto muy especiales. Inspirado en un viaje a Los Angeles, en el cual convivió con los integrantes de Canned Heat, el bluesman británico compuso varios de sus mejores temas. Por cierto que el guitarrista aquí es el ex rolling stone Mick Taylor, cuando era casi adolescente.Mejor tema: “The Bear”
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Published on December 26, 2014 17:00
December 25, 2014
Joe Cocker, ese mad dog
Aunque el lugar común asocia a Joe Cocker con su extraordinaria y visceral versión de “With a Little Help from My Friends”, de Lennon y McCartney, que deja en calidad de tonada bobalicona a la original de los Beatles, la realidad es que el nacido en Sheffield, Inglaterra, en 1944, era mucho más que aquella su presentación ante el mundo en el mítico festival de Woodstock de 1969. Porque fue ahí, en Woodstock, donde nació la leyenda de aquel vocalista extrañísimo que al cantar engarrotaba las manos y agitaba los brazos como un enfermo de mal de San Vito, mientras de su garganta surgía un vozarrón negroide y desgarrado, casi gutural; sin embargo, para llegar a semejante escenario había que tener una carrera previa, por breve que esta fuese.Aunque empezó a cantar desde la adolescencia, Joe Cocker hizo sus verdaderos pininos en el rock en 1963, cuando bajo el nombre artístico de Vince Arnold abrió un concierto de los Rolling Stones. El tal Vince Arnold era una especie de imitador de Elvis Presley que no tuvo mayor repercusión y el joven tuvo que replantear su naciente carrera, por lo que al lado de su gran amigo de toda la vida, el tecladista Chris Stainton, en 1966 formó The Grease Band y ya con su nombre real empezaron a tocar en toda clase de escenarios. Dos largos años tardarían en lograr el éxito, un éxito que los lanzaría a las grandes ligas del rock, gracias al singular arreglo que hicieron de la canción “With a Little Help from My Friends” de los Beatles, a la cual transformaron en una lenta y acompasada pieza de soul, llena de garra y fuego, que sacudía a todo aquel que la escuchaba. La manera de cantar de Cocker, muy en la vena de su admirado Ray Charles, sorprendió a propios y extraños y el tema fue aclamado por la crítica y el público, aunque su verdadera trascendencia internacional la logró cuando él y su grupo aparecieron en el escenario del festival de Woodstock, en 1969, y la interpretación fue incluida tanto en el álbum triple que sobre el evento apareció a las pocas semanas, como en el largometraje que se filmó sobre el mismo, ambos con el título de Woodstock. Gracias a ello, el nombre de Joe Cocker se conoció en todo el planeta y así, de un solo golpe, el hombre se convirtió en superestrella del rock.
Para ese entonces, ya había grabado su primer álbum y de inmediato le ofrecieron hacer un segundo, el excelente y homónimo Joe Cocker (1969), para el cual Paul McCartney y George Harrison, impresionados por su versión de “With a Little Help…”, le pidieron que incluyera “She Came in Through the Bathroom Window”y “Something”, aunque el verdadero hit de ese plato sería “Delta Lady”, una composición de Leon Russell, quien acababa de convertirse en el nuevo director musical del cantante.
No obstante, el gran despegue de Cocker se daría al año siguiente, cuando con Russell reunió a una enorme troupée de treintaitantos músicos para conformar la banda Mad Dogs and Englishmen, con la cual realizaría una larga y agotadora gira que se traduciría en un sensacional álbum doble y en una espléndida película. Con gente como el propio Russell, su entrañable Chris Stainton, la cantante Rita Coolidge, el saxofonista Bobby Keys, el trompetista Jim Price, el baterista Jim Keltner y una larga lista de talentosos instrumentistas y coristas, Cocker encabezó a la efímera pero hoy mítica agrupación y logró éxitos como sus versiones únicas a “The Letter” de los Box Tops, “Feeling Alright” de Dave Mason, “Honky Tonk Women” de los Rolling Stones, “Bird on the Wire” de Leonard Cohen y “Girl from the North Country” de Bob Dylan, entre otras varias.
Fue aquella quizá la cúspide de la fama y el éxito masivo para Joe Cocker, pues aun cuando su carrera se extendería por cuarenta años más, nunca logró repetir aquellos momentos de gloria.
Lo de Mad Dogs and Englishmen fue, más que un tour, un verdadero tour de force. La cantidad de presentaciones y el ritmo vertiginoso de los desplazamientos hicieron que el alcohol y las drogas corrieran de manera abundante y Cocker bebió y consumió sustancias hasta decir basta. Su salud se vio muy afectada y esto se reflejaría en lo que fue su carrera a lo largo de la siguiente década: largos periodos de ausencia y escasas actuaciones, acompañado de músicos menos conocidos, aunque el buen Chris Stainton siempre estaba ahí para echarle la mano. A lo largo de los años setenta, la fama que traía gracias a Woodstock le alcanzó para realizar algunas giras internacionales e incluso participó en una emisión de Saturday Night Live, en la que cantó “Feelin Alright” y John Belushi apareció a su lado para imitarlo de manera genial. De sus álbumes de esos años, cinco en total, sólo destacaría el I Can’t Stand a Little Rain de 1974, con sus bellísimas interpretaciones de “You Are So Beautiful” y “Guilty”, y el Luxury You Can Afford de 1978, con sus versiones a “A Whiter Shade of Pale” de Procol Harum y “Watching the River Flow” de Bob Dylan.
La de los ochenta fue una década más bien oscura para Cocker. Si bien no le faltó trabajo y actuó de manera constante, además de grabar una quinteta de álbumes que pasaron sin pena ni gloria, no logró sobresalir sino hasta 1986, cuando su versión a “You Can Leave Your Hat On” fue incluida en la cinta Nueve semanas y media de Adrian Lyne y se convirtió en un éxito mundial. Un año después, lograría otro primer lugar musical con su gran cover a la clásica “Unchain My Heart”, popularizada muchos años antes por Ray Charles.
Pero Joe Cocker ya no era visto por las nuevas generaciones como un cantante de rock, sino más bien como un intérprete de lo que la mercadotecnia empezaba a llamar música para “adulto contemporáneo” (cualquier cosa que ello signifique). Sus seguidores eran gente de su edad que había abandonado la agitada vida del sexo, drogas y rocanrol o lo había cambiado por otro tipo de sexo, otro tipo de drogas y un rock apaciguado por el mainstream. Esto se acentuaría en los noventa, con el surgimiento de la generación X y la música grunge.
Aunque su disco Night Calls de 1992 es muy bueno (su versión de “Can’t Find My Way Home” de Steve Winwood es sublime), el resto de su discografía noventera resultó ignorada (y con razones válidas, pues es bastante flojita).
Ya durante este siglo, las cosas mejoraron un poco desde un punto de vista artístico, con álbumes de mayor calidad como Respect Yourself de 2002, Heart & Soul de 2004 e Hymn for My Soul de 2007. Fire It Up de 2012, su último disco en estudio, sería un triste e involuntario testamento musical. Un plato demasiado convencional y pasteurizado, hecho por un hombre de sesenta y ocho años de edad, ya sin el filo de sus tiempos mozos.
Durante un concierto en el Madison Square Garden de Nueva York, apenas el pasado 17 de septiembre, Billy Joel dijo que Joe Cocker no se encontraba muy bien de salud y que era momento de incluirlo en el Salón de la Fama del Rock. No hubo tiempo para ello. Tristemente, el cantante murió de cáncer de pulmón este lunes 22 de diciembre.
Descanse en paz este mad dog, este englishman.
(Publicado hoy en a sección "El ángel extermiandor" de Milenio Diario)[image error]
Published on December 25, 2014 21:20
December 24, 2014
Linda Navidad (con Jan por Skype)
Al igual que el año pasado, hoy en la tarde me fui a Tepepan para comer en la casa de Myrna. Esta vez fuimos menos, pero estuvo igualmente agradable con Myrna, Jorge, Axel, Leyla, Ivette, mi mamá y yo. Como a las nueve me dieron un aventón a Tlalpan, donde cené en casa de Rosa.También ahí todo estuvo muy bien y la sorpresa de la noche fue la presencia de mi amado Jan por medio de Skype. Fue muy emocionante platicar con mi hijo después de casi dos años de no verlo (digo, hemos charlado muchísimas veces por el inbox de facebook durante este tiempo, pero no es lo mismo verlo... y no sé por qué no lo habíamos hecho antes). Nos acompañó a distancia, con catorce horas de adelanto (en China ya era la tarde del día 25), durante parte de la cena y en el intercambio de regalos (Hallet me dio una mochila muy bonita).
En la casa estábamos Rosa, Rosita, Gerardo, Yazmín, Valentín, Isaura, Emiliano, Santiago, Dereck, Hallet, Alain y yo, además de Gudiño y su chava argentina, a quienes invitó Alain. Cena deliciosa y abundante que terminó temprano. A las dos de la mañana ya estaba yo en mi casa, gracias al raid que me dio el buen Gudiño.
Una muy feliz Navidad.[image error]
Published on December 24, 2014 21:30
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