Hugo García Michel's Blog, page 238
December 13, 2014
“Es que están enojados”
Hablaba en mi columna del sábado pasado de la guerra de las percepciones y de cómo quienes la están creando, basados en la distorsión perversa de la realidad, lo hacen con fines políticos más que obvios. Estas percepciones son compradas, ingenua o interesadamente, por medios extranjeros que reproducen en el mundo la falsa idea de que es el gobierno federal el culpable de los crímenes de los normalistas de Ayotzinapa.Pero la fabricación de mentirosas percepciones no sólo tiene esos efectos. También está siendo aprovechada por agrupaciones violentas como la CETEG, en Guerrero, la cual ha pasado del destrozo de cristales, el saqueo de almacenes y el incendio de instalaciones oficiales, al secuestro de personas para humillarlas y vejarlas (por fortuna aún sin lastimarlas físicamente) mediante ataduras o imposición de letreros infamantes, al más cruel estilo de los nazis cuando marcaban judíos o, como bien ha señalado Rafael Pérez Gay en estas páginas, del aterrador Khmer rojo de Pol Pot en Cambodia. Todo ante la increíble pasividad del gobierno estatal, pero también del federal.
“Es que están enojados”, los justifican las buenas conciencias progres. Ya sólo falta que digan: “Son sus usos y costumbres”.
¿Habrá un límite frente a esa locura desatada de los “maestros” guerrerenses?
Una declaración que no debería pasar inadvertida es la del Secretario de Marina, el almirante Vidal Soberón, al condenar en días pasados estas acciones que se hacen con el pretexto de Ayotzinapa. Entre otras cosas, dijo que le da tristeza “que haya personas o grupos que lucren con el dolor de los padres de estos muchachos, porque dicen una cantidad de mentiras y tratan de manipular la información para conseguir objetivos de grupo o individuales”. Se trata de un alto representante de las fuerzas armadas, las que han guardado hasta ahora una actitud prudente e institucional, y es lógico deducir que su postura no es sólo la de la Marina, sino también la del Ejército.
En su ciega soberbia hay quienes juegan con fuego y fomentan todo este caos. Deberían, de veras, pensar mejor las cosas.
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)[image error]
Published on December 13, 2014 20:23
December 12, 2014
George Harrison / Wonderwall (1968)
El primer disco grabado por la disquera beatle Apple es una banda sonora extraña, experimental, que combina tonalidades y acordes que quieran sonar a música de La India con algo de rock y orquestaciones. Un álbum muy peculiar.Mejor tema: “Drilling a Home”
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Published on December 12, 2014 18:09
December 11, 2014
Paul Fiction
Anunciado con meses de anticipación, The Art of McCartney, el doble disco tributo en honor al ex beatle, ha aparecido al fin. ¿Valió la pena tanta espera?Hay una escena en esa estupenda película de Richard Linklater que es la muy reciente Boyhood (2014), en la cual el joven protagonista recibe de su padre (interpretado por Ethan Hawke), como regalo de cumpleaños, un disco doble de los Beatles confeccionado por el propio progenitor y al que bautiza como The Black Album. El mismo está constituido por una selección de canciones de cada uno de los integrantes del mítico cuarteto de Liverpool, en su etapa como solistas. Al verlo, el chico se limita a decir: “mi favorito es Paul”, a lo que sobreviene una perorata del papá, para explicarle que los Beatles valían mucho más juntos que cada uno por su cuenta.
Viene a colación esta anécdota cinematográfica a raíz de la puesta en circulación de un disco que desde que se anunció causó una enorme expectación: The Art of McCartney (Arctic Poppy, 2014) y que al fin ha salido a la venta.
Se trata de un homenaje a las composiciones de Paul McCartney, tanto las que escribió con los Beatles como las que ha hecho en solitario, interpretadas por una impresionante pléyade de músicos de todas partes, de varios géneros y de diferentes generaciones.
Uno ve la lista de participantes, antes de escuchar los dos discos que conforman el álbum, y no puede más que pensar que se encuentra frente a un verdadero manjar de dioses. Sin embargo, una vez que se escucha el larguísimo set de treinta y cuatro canciones (y al parecer hay una versión triple con cuarenta y dos), las cosas ya no son tan idílicas como se prometía. Veamos.
¿Quiénes participan en The Art of McCartney? Bob Dylan, Brian Wilson, The Cure, Kiss, Billy Joel, Roger Daltrey, Jeff Lynne, Steve Miller, Willie Nelson, Barry Gibb, Heart, Cat Stevens, Harry Connick Jr., Jamie Cullum, Def Leppard, Dr. John, Chrissie Hynde y varios más. Como se ve, una alineación fantástica. Entonces, ¿dónde está la falla, dónde la carencia, dónde el motivo de que no sea un tributo extraordinario?
Por raro que parezca, la mayor parte de los participantes no mostró lo mejor de sí y en su mayoría suenan rutinarios y sin inventiva. Casi todos tomaron su respectiva canción y la respetaron demasiado o no les interesó darle un toque personal, algo que la convirtiera en algo distinto. No hay quien que haya hecho lo que a fines de los sesenta hizo Joe Cocker con “With a Little Help from My Friends”, al transformarla prácticamente en otra canción incluso mejor que la original, o, muy recientemente, lo que lograron los Flaming Lips al darle la vuelta y deconstruir completo y por completo el Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band en su delirante With a Little Help from my Fwends, aparecido hace apenas unas semanas.
Uno escucha, por ejemplo, “Jet”, con Rick Nielsen y Robin Zander, y prefiere mil veces la versión de los Wings. Lo mismo sucede con “Hi Hi Hi”, de la cual Joe Elliot apenas hace un cover simpático. Así también con “Got to Get You into My Life (Perry Farrell), “Hey Jude”(Steve Miller), “Eleanor Rigby” (Alice Cooper), “Drive My Car” (Dion), “Hello Goodbye” (The Cure), para no hablar de los crímenes de lesa humanidad que hicieron Barry Gibb con “When I’m 64” y Billy Joel con la bellísima “Maybe I’m Amazed”. El horror.
Sin embargo, hay cosas muy rescatables en el álbum (aunque casi nadie se apartó del librito). A Roger Daltrey le quedó como anillo al dedo “Helter Skelter”, mientras que Bob Dylan hace una muy rasposa y sabrosa versión de “Things We Said Today”. A la voz de Paul Rodgers le queda muy bien “Let Me Roll It” y Dr. John brinda una perfecta “Let ‘Em In”. Otras buenas versiones son las de Chrissie Hynde en “Let It Be”, Allen Toussaint en “Lady Madonna”, Toots Hibbert en “Come and Get It”, Jeff Lynne en “Junk” y BB King en “On the Way”.
Pero quienes a mi modo de ver hacen honor a su trabajo, con interpretaciones en verdad espléndidas, son el gran Smokey Robinson con “So Bad”, a la que dio un toque impecable de soul, y, muy especialmente, la extraordinaria cantante británica Corinne Bailey Rae con su finísima y delicada forma de abordar “Bluebird” (por cierto, nadie incluyó “Blackbird”, de la que alguna vez Stephen Stills hiciera una entrañable versión).
The Art of McCartney no es lo que pudo ser. No sé si el propio ex beatle puso como condición que sus composiciones no fueran movidas demasiado, pero el resultado, pienso, al final deja bastante que desear.
Como alternativa, recomiendo el disco Listen to What the Man Said (Oglio Records, 2001), en el que dieciséis grupos y solistas “alternativos” brindan un mucho mejor homenaje al buen Paul. Gente como Robyn Hitchcock, Matthew Sweet, Semisonic, They Might Be Giants y varios poco conocidos pero efectivos intérpretes entregan un trabajo muy satisfactorio.
Let It Be.[image error]
Published on December 11, 2014 20:47
December 10, 2014
Napster
El azote para la industria discográfica nacional no es Napster sino Tepito. La crisis que hoy viven las compañías disqueras en México alcanza niveles alarmantes y sus directivos no encuentran la manera para superar el gravísimo problema. Por un lado, la piratería se ha convertido en una industria alterna cada vez más sofisticada y tecnificada, cuyos bajos precios no tienen comparación alguna con los de los discos legales, y en un país en crisis como el nuestro, es obvio que el escaso poder adquisitivo de los consumidores se inclina por lo más barato. ¿Hay salida para las trasnacionales discográficas e incluso para las empresas más pequeñas, las cuales también se ven afectadas? Cuando en una tienda establecida un disco cuesta ciento cincuenta o doscientos pesos y en el mercado negro se consigue en quince o veinte, con igual calidad de sonido e incluso con la portada casi idéntica, las cosas se complican. Los esfuerzos de las disqueras por ahora se han limitado a tomar medidas de lo que llaman marketing, es decir, poner más atención al disco como objeto bello en cuanto a su arte y diseño, realizar ofertas esporádicas o concursos para regalar algunos ejemplares, etcétera. Sin embargo, se trata de meros paliativos que no van al fondo del asunto. Porque a nuestro modo de ver, mientras los precios de los compactos sigan por las nubes, los piratas tendrán todas las de ganar. Y es perfectamente posible bajar esos precios que han llegado a niveles desorbitados, sobre todo en México, donde cada unidad es vendida al doble o al triple de su verdadero valor, lo que genera una plusvalía salvaje que hoy se revierte contra los fabricantes. Por eso, la guerra contra Napster ha sido una ridiculez. ¿Cuánto podría afectar a la industria dicho sitio de internet comparado con las enormes pérdidas que les asesta la piratería? Sin duda se fueron contra el enemigo equivocado.(Editorial "Ojo de mosca" que escribí en 2001, para La Mosca en la Pared No. 51 del mes de octubre de ese mismo año).[image error]
Published on December 10, 2014 15:00
December 9, 2014
Bobby Keys, el sax inmortal
Hay músicos fuera de serie que suelen jugar roles secundarios y cuyo nombre permanece ignorado por las mayorías, a pesar de que sus interpretaciones hayan sido escuchadas por mucha gente. ¿Recuerda usted el rasposo solo de saxofón a la mitad de “Brown Sugar” de los Rolling Stones o el sax cachondo y con cierto toque “latino” al final de “Can’t You Here Me Knocking” del mismo quinteto británico? Quizás se acuerde del solo de sax en la versión a “The Letter” de Joe Cocker o tal vez, si es usted beatlemano, le venga a la memoria el solo de saxofon en “Wherever Gets You Trou the Night” de John Lennon.¿Qué tienen en común todas esas partes de sax? Que las ejecutó un mismo intérprete: el extraordinario Bobby Keys, uno de esos músicos excelsos que difícilmente son reconocidos por lo que suele llamarse “el gran público.
Nacido en Texas en 1943, Keys empezó a tocar el saxofón desde la adolescencia y a los quince años ya colaboraba con gente como Buddy Holly y Bobby Vee. En 1964 conoció en persona a los Rolling Stones, durante una visita del grupo a San Antonio, y de ahí partió una camaradería y una colaboración que se extendería por varias décadas. En especial, su amistad con Keith Richards lo hizo ser prácticamente un stone más.
Gracias a su enorme talento y al muy reconocible sonido de su sax, no sólo participaría con las Piedras Rodantes a partir de su álbum Let It Bleed de 1969, sino con otros héroes legendarios del rock como George Harrison, John Lennon, Elvis Presley, Eric Clapton, Joe Cocker, Leon Russell, Donovan, BB King, Delaney & Bonnie, Graham Nash, Harry Nilsson y muchos más. El equipo que formó con el trompetista Jim Price estuvo presente en muchos discos hoy clásicos.
Era un virtuoso en el sax tenor, el sax barítono y el sax alto, aparte de ser un tipo amigable que sabía hacerse querer. Nunca dejó de tocar y todavía en 2013 tuvo su última gira con los Rolling Stones.
Bobby Keys falleció este 2 de diciembre, de una cirrosis hepática, a los setenta años de edad. Descanse en paz esta leyenda de la época de oro del rock.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del oroficio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario).[image error]
Published on December 09, 2014 15:11
December 8, 2014
Un poema de Efraín Huerta
(Ilustración: Armando Gámez)Absoluto amorComo una limpia mañana de besos morenos
cuando las plumas de la aurora comenzaron
a marcar iniciales en el cielo. Como recta
caída y amanecer perfecto.
Amada inmensa
como una violeta de cobalto puro
y la palabra clara del deseo.
Gota de anís en el crepúsculo
te amo con aquella esperanza del suicida poeta
que se meció en el mar
con la más grande de las perezas románticas.
Te miro así
como mirarían las violetas una mañana
ahogada en un rocío de recuerdos.
Es la primera vez que un absoluto amor de oro
hace rumbo en mis venas.
Así lo creo te amo
y un orgullo de plata me corre por el cuerpo.
(Lo reproduzco como un homenaje a uno de mis poetas favoritos, antes de que termine este año, el del centenario de su nacimiento).[image error]
Published on December 08, 2014 16:51
December 7, 2014
Fredric Brown y el humor sci fi
De los muchos géneros y subgéneros literarios que existen, quizá sea la ciencia ficción (o ficción científica, como prefería llamarla Borges) una de las que menos se prestarían al uso del humor y la ironía. Sus historias fantásticas –pero fundamentadas, al menos en apariencia, en hechos o supuestos basados en la ciencia y la tecnología– no parecerían ser campo propicio para la ironía, el gag o la parodia.Sin embargo, hubo un autor estadounidense que rompió con la seriedad y la solemnidad del género, alguien que vio en el mismo la posibilidad de dar rienda suelta a su facilidad para la ligereza incluso cómica en terrenos que exigían rigor y hasta cierto tufo de respetabilidad
Fredric Brown (1906-1972) fue un sujeto singular. Mal estudiante, abandonó la universidad para dedicarse al malhadado oficio de escritor de narraciones policiacas y de sci fi. Para ello, debió pasar primeramente por el purgatorio de trabajar como corrector y reportero en diversos periódicos provincianos. De hecho, no fue sino hasta después de cumplir cuarenta años que pudo dedicarse de lleno a la escritura de novelas y cuentos que, dado su singular estilo, lograron un enorme éxito.
Brown no poseía la gracia filosofal de Mark Twain, la chispa irresistible de Charles Dickens, la comicidad desatada de Evelyn Waugh o la ironía desencantada de Raymond Chandler. Su humor era quizá más áspero, más rústico, pero no menos efectivo y, aplicado especialmente a la literatura de anticipación, resultaba innovador y desconcertante.
Entre sus novelas más célebres y recomendables están La caza del asesino (Ediciones Forum), divertida historia negra que en 1958 se convertiría en una película estelarizada por la legendaria Anita Ekberg, y Universo de locos (Orbis). Esta última, llamada en inglés What Mad Universe (1949), es de hecho una sátira a los relatos de ficción científica de mediados de los cuarenta y sirvió de inspiración al gran Philip K. Dick para escribir varias de sus narraciones. Otro título estupendo de Brown es Marciano, vete a casa (Martians, Go Home, Orbis), en la que narra una delirante invasión marciana a la Tierra y en la cual se inspiraría el cineasta Tim Burton para realizar su enloquecida cinta Marcianos el ataque de 1996.
Para los freaks de la serie televisiva Viaje a las estrellas (Star Trek), hay que mencionar que uno de los cuentos más famosos del autor, “Arena”, fue adaptado para un capítulo de ese programa, a fines de los años sesenta.
Si el ya mencionado Raymond Chandler tenía a su Philip Marlowe y Dashiel Hammett a su Sam Spade, Fredric Brown creo a su propio detective investigador, Ed Hunter, quien trabajaba al lado de su tío Am, y apareció en varias novelas policiacas del escritor. Esta faceta, la de autor de la serie negra, es menos conocida en Brown que la que lo identifica con la ciencia ficción, pero resulta tanto o más divertida.
Prolífico y diverso, Fredric Brown ha sido casi olvidado. Recuperarlo y leerlo es, antes que nada, un ejercicio de placer.
(Publicado ayer sábado en la sección "De culto" del suplemento cultural Laberinto de Milenio Diario)[image error]
Published on December 07, 2014 16:11
December 6, 2014
La guerra de las percepciones
A final de cuentas, lo que estamos viviendo es sobre todo una guerra de percepciones, de visiones inducidas, a veces perversamente inducidasUn ejemplo: al final de una de las primeras marchas por lo de Ayotzinapa, un grupo de manifestantes formó con veladoras la frase “Fue el Estado”. La foto, desde una perspectiva aérea, se difundió profusamente. Muchos se dijeron conmovidos. En seguida, las tres palabras se convirtieron en hashtag de las redes sociales y de ahí se transformaron en certeza, luego en dogma y finalmente en consigna política. ¿Se trató de algo espontáneo o inducido?
Si uno analiza las cosas, hasta ese momento nadie había culpado abiertamente “al Estado” por la desaparición de los normalistas en Iguala, pero luego de aquella noche, todos los que protestaban comenzaron a hacerlo. Se creó entre la masa una percepción, así esta no correspondiera a la realidad. Mucha gente comenzó a culpar al Estado, aunque en realidad culpaban al gobierno y no al de Iguala o al de Guerrero, sino al federal, lo que desvió la atención y ocultó a los verdaderos culpables del crimen. ¿Quiénes planearon formar aquella frase con veladoras? ¿Se les ocurrió de pronto a varios espontáneos? ¿Fue algo preconcebido? Son preguntas que se me ocurren.
De igual manera se manejó la percepción de que el presidente de la república debería renunciar, todo a partir de una declaración de Andrés Manuel López Obrador que se convirtió en hashtag (#renunciaEPN), en dogma y en consigna y que, como por acto de magia, dejó de usarse a partir del 1 de diciembre.
La cuestión es que ante esto, el gobierno no parece tener una estrategia y las percepciones inducidas logran su cometido sin que los afectados metan las manos. Dicen que en el amor y la guerra todo se vale y hay quienes no cejan desde sus medios impresos, electrónicos y virtuales para seguir creando incertidumbre y una percepción distorsionada de la realidad nacional que muchos repiten en automático y justifican en nombre de La Causa. En ese plano, el gobierno (y no “el Estado”) está perdiendo una batalla esencial.
(Publicado hoy en mi columna "Camara húngara" de Milenio Diario)[image error]
Published on December 06, 2014 16:30
December 5, 2014
King Crimson / Beat (1982)
Uno de los trabajos menos conocidos de la amplia discografía de este grupo, siempre encabezado por el enorme Robert Fripp. Beat es una maravilla de inventiva, creatividad y sensibilidad. Un disco progresivo muy caliente.Mejor tema: “Heartbeat”
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Published on December 05, 2014 14:21
December 4, 2014
La paz
Sin la pazen el mundo habría guerra.
Sin la paz
no habría amigos en la Tierra.
Sin la paz
nos quedaríamos solos,
porque peleando
estaríamos todos.
Yo quiero que siempre haya paz
y que los niños podamos jugar.
(Poema escrito por mi hijo Alain cuando tenía nueve años de edad. Está fechado el 15 de abril de 1991)[image error]
Published on December 04, 2014 17:00
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