Hugo García Michel's Blog, page 229
March 13, 2015
Gruppo Sportivo / Copy Copy (1981)
Sportivo es uno de los grupos de rock pop más divertidos de la historia, a pesar de ser universalmente desconocidos. Con una muy larga trayectoria, este conjunto holandés nació en 1978 (año en el cual hubo otro nacimiento notable), en plena era new wave, y hasta donde se sabe sigue tan campante. Copy Copy es un disco realmente jocoso y con excelente música.Mejor tema: “Police Dog”
[image error]
Published on March 13, 2015 21:00
March 12, 2015
La pandilla de los cuatro
Los músicos de sesión. Los músicos de estudio (de estudio académico y de estudio de grabación). Esos grandiosos instrumentistas casi siempre anónimos que tienen tanto que ver, con su apoyo y su aporte, en el surgimiento de las grandes estrellas. Esto se da en todos los géneros musicales, pero en la historia del rock ha sido algo especialmente importante.Piedras que ruedan
Jimmy Page se inició como tal y se dice que el célebre solo de guitarra de “You Really Got Me”, de los Kinks, fue obra suya y no de Dave Davies, ya que éste no lograba dar con lo que su hermano Ray, autor de ese tema clásico de 1964, pretendía. Se cuenta también que cuando los Beatles grabaron “Love Me Do”, Ringo Starr tocó tan mal que George Martin lo tuvo que reemplazar por un baterista de estudio.
Grandiosos músicos de sesión, encabezados por Al Kooper, estuvieron en ese discazo de blues blanco que es el Super Session, de 1968. Pero el propio Kooper había sido músico de estudio, con su órgano, en el histórico Blonde on Blonde que grabó Bob Dylan en 1966 (¿recuerda usted la versión original de “Like a Rolling Stone”? Al Kooper es quien está detrás de los inolvidables teclados).
Los cuatro fantásticos
A fines de los años sesenta del siglo pasado, cuatro grandes músicos vieron sus destinos reunidos para participar en una serie de discos grandiosos, algunos de ellos hoy verdaderos incunables.
Quizás a usted nada le digan los nombres de Bobby Keys, Jim Price, Carl Radle y Jim Gordon. Sin embargo, si ha escuchado álbumes como Delaney & Bonnie & Friends On Tour with Eric Clapton (1970), Mad Dogs & English Men de Joe Cocker (1970), All Things Must Pass (1970) y The Concert for Bangladesh (1971) de George Harrison, Eric Clapton (1970) de Eric Clapton, Layla and Other Assorted Love Songs de Derek and the Dominos (1969), Alone Together de Dave Mason o la tetralogía conformada por Let It Bleed (1969), Sticky Fingers (1971), Exile on Main Street (1972) y Goats Head Soup (1973) de los Rolling Stones, por citar tan sólo algunos, es seguro que a sus oídos han llegado los sonidos del sax de Keys, la trompeta de Price, el bajo de Radle y/o la batería de Gordon.
No que en todos esos discos estén siempre los cuatro juntos (aunque en algunos sí), pero sí al menos uno o dos de ellos. Así, por ejemplo, Bobby Keys y Jim Price están en la tetralogía de los Stones, mientras que Gordon y Radle formaron parte de Derek and the Dominos, el célebre grupo liderado por Eric Clapton. No obstante, los cuatro participaron en los platos de Cocker, Harrison, Delaney & Bonnie y el álbum debut del propio Clapton.
Una cofradía de lujo
En realidad, lo que existía era una especie de cofradía de instrumentistas y coristas que giraban alrededor de las mencionadas superestrellas del rock y de otras como Leon Russell, el grupo Traffic o el mismísimo John Lennon. A esa cofradía esplendorosa pertenecía también, además de los cuatro mencionados, gente como el pianista Chris Stainton, el organista Bobby Whitlock o la cantante Rita Coolidge (verdadera levantadora de pasiones entre varios músicos, muy especialmente el gran Stephen Stills, sempiterno y frustrado enamorado de la intérprete, a quien en 1971 escribió la canción “Sugar Babe”).
Me interesa rescatar del olvido a esos tremendos intérpretes, por sus grandes merecimientos. De los cuatro ya sólo sobreviven Jim Price y Jim Gordon (Carl Radle murió en 1980 y Bobby Keys falleció de cáncer pulmonar en diciembre pasado, a los 70 años). Todos merecen ser revalorados.
(Texto que iba a aparecer este mes en mi columna "Memorias de un melómano sarnoso" de la revista Etcétera, columna que fue abruptamente interrumpida y de la que sólo apareció una entrega, en enero pasado. Tant pis. Ya buscaré publicarla en algún otro medio).[image error]
Published on March 12, 2015 21:43
March 11, 2015
Mucho ruido y… mucha música
“¡Bájale a tu ruido!”. ¿Cuántas veces habré escuchado esa orden estentórea de parte de mis padres durante mi adolescencia? Teníamos un tocadiscos en la sala (una extrañísima especie de consola cuadrada que no se de dónde salió, cuya marca no recuerdo y que jamás he visto en otra parte) y acostumbraba tirarme en el sillón grande algunas noches, con la luz apagada y el aparato que sonaba a todo volumen. Yo tenía quince o dieciséis años y ponía mis primeros viniles: el álbum debut de Led Zeppelin, el In-A-Gadda-Da-Vida de Iron Butterfly, el Álbum Blanco de los Beatles, el Let It Bleed de los Rolling Stones, el I Got Dem Ol’Kosmic Blues Again Mama! de Janis Joplin y algunos más (incluidos algunos EP de 45 rpm). El disco de Janis, en especial, causaba un efecto de alta irritabilidad en mi mamá, quien cuando sonaba “Maybe” o “Try”, salía furiosa de su recámara para exigirme que quitara a “esa vieja que canta como gato”. El blues de la Bruja Cósmica era ruido para sus oídos. Manes de la lucha generacional de fines de los años sesenta y principios de los setenta del siglo pasado.Lógicamente, lo que para mis progenitores y otros adultos de su generación era ruido, para mí era la música más dulce, cálida y acariciante que existía. A fuer de ser justo y objetivo, debo aceptar que el estilo gritante (llamémoslo así) que Robert Plant empleaba en “Communication Breakdown” o que Mick Jagger soltaba en “Monkey Man” o que el normalmente melodioso Paul McCartney dejaba salir de su garganta en “Helter Skelter” y que me emocionaba durante aquellas solitarias noches de escucha casera podía resultar molesto para mi señora madre o mi señor padre, acostumbrados como estaban a Frank Sinatra, Ray Coniff, Cuco Sánchez o la Rondalla de Saltillo, cosas que a mí me resultaban infectas, aunque no fueran estruendosas. De alguna manera equivalente, eran ruido para mis oídos.
El ruido, entonces, resulta relativo y puede ser música. El ejemplo más claro lo tenemos en ese subgénero que precisamente se llama noise. Pero ruido hay en el punk, en el grunge, en el shoegaze, como también lo hay en el free jazz o en la música concreta. Little Richard y Chuck Berry eran ruidosos a mediados de los cincuenta, como de alguna manera lo eran compositores cultos de los tamaños de Edgar Varèse, Arnold Schoenberg, John Cage y el mismísimo Igor Stravinsky. ¿No hay composiciones de John Coltrane o de Sun Ra que convierten al jazz en ruido discordante? ¿Y qué decir del álbum Metal Machine Music de Lou Reed o del Arc de Neil Young, basados ambos en el más estrambótico y extremo uso del feedback de la guitarra? Es ruido que puede ser disfrutable y que no necesariamente nos repele, aunque suene insoportable a una mayoría de personas.
De los grupos ruidosos, es decir, aquellos que en forma declarada hacen del alto volumen, el feedback y las más espesas paredes de sonido su credo y su estilo, mi favorito es Sonic Youth. Sin embargo, a pesar de estar yo acostumbrado a las distorsiones sonoras, en un principio me costó algún trabajo entrar a los terrenos propuestos por Thurston Moore, Kim Gordon, Lee Ranaldo y Steve Shelley. El álbum Dirty de 1992 fue mi puerta de acceso a la música del cuarteto neoyorquino. Lo escuché en su momento y al principio no supe qué pensar. No obstante, tras varias escuchas me fui adentrando en la fascinación de aquellas composiciones y de discos como Goo, Washing Machine, A Thousand Leaves, Murray Street y, por supuesto, el inconmensurable Daydream Nation, su obra maestra.
Sé que hoy Sonic Youth puede sonar incluso convencional para muchos; por ejemplo, aquellos que desfallecen de excitación ante el nuevo trabajo discográfico de Aphex Twin o frente a la discografía completa de Sunn O))), a los cuales respeto sobremanera.
Cuando algo nos hace ruido no siempre es que se trate de una cosa negativa. Hacer del ruido un arte musical es tan válido como hacerlo con el ritmo, la armonía o la melodía. Como lo es, del mismo modo, hacerlo con el silencio.
(Publicado en diciembre de 2014 en mi columna "Bajo presupuesto" de la revista Marvin)[image error]
Published on March 11, 2015 17:06
March 10, 2015
Noel Gallagher y Manchester
Un nuevo disco de Noel Gallagher como solista (al frente de un grupo casi anónimo al que llamó High Flying Birds) implica, para muchos, casi un nuevo disco de Oasis. Después de todo, el mayor de los hermanos Gallagher es el cerebro creativo del, para bien y para mal, legendario quinteto británico y responsable casi absoluto de su característico estilo (aunque no de su sonido, ya que en éste la voz de Liam, el menor de los consanguíneos, resulta más que singular y reconocible).Dicho lo anterior, resulta saludablemente sorprendente que, en solitario, Noel Gallagher busque distinguirse de sí mismo en lo posible y producir algo, si no enteramente diferente, sí con claras y muy plausibles particularidades.
Chasing Yesterday (Sour Mash, 2015) es el título del flamante álbum y lo que resalta desde la primera escucha es la influencia de la música de Manchester (en la época en que la ciudad era conocida como Madchester), la cual está ahí, más que presente, en las diez canciones que conforman al plato (catorce en la edición de lujo).
Hay en las nuevas composiciones de Gallagher ecos de los Stone Roses, los Charlatans, Ian Brown y hasta de los Happy Mondays y los Inspiral Carpets (estos últimos, sus grandes mentores). También los hay del britpop y del propio Oasis, pero es ese mood madchesteriano el que le da su especial encanto a este nuevo trabajo del autor de “Wonderwall” y “Champagne Supernova”.
Ecos de la música del Manchester de finales de los ochenta y principios de los noventa de la centuria pasada (quizá de ahí venga lo de “atrapando el ayer”) los hay, por ejemplo, en temas tan espléndidos como “Riverman” o “The Right Stuff”, dos verdaderas joyas. Pero hay otras piezas igualmente buenas, como “In the Heat of the Moment”, “The Dying of the Light”, la a la vez boweyana y ledzeppeliniana “The Girl with X-Ray Eyes”, la muy Oasis “Lock All the Doors” y la sensacional “The Mexican”, la canción más rocanrolera de Chasing Yesterday.
Noel Gallagher ha hecho un gran disco, de lo mejor que ha surgido en este 2015. Escúchelo usted y verá que no exagero.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)[image error]
Published on March 10, 2015 16:21
March 9, 2015
60 años de rock en 60 discos
Aunque no existe un consenso preciso acerca del año en que nació el rock y cada quién puede dar, de manera arbitraria o más o menos fundamentada, una fecha distinta, las tres anualidades más señaladas para tan honroso evento son 1952 (año en que se llevó a cabo, en la ciudad de Cleveland, Ohio, el primer baile organizado por el DJ radiofónico Alan Freed; sin embargo, el evento se conoció como The Moondog Coronation Ball y en el mismo no apareció el término rock n’ roll), 1954 (año en que se grabó la que muchos consideran la primera canción plenamente rocanrolera: “Rock Around the Clock” de Bill Haley and His Comets) y 1955 (año en que la misma canción apareció en disco y fue conocida por el público).Desde mi muy particular punto de vista (y no sé si en ello influye que es mi año de nacimiento), el rock n’ roll vio la luz cuando su primer manifestación musical llegó a oídos de la gente, es decir, en 1955. Desde esa óptica, el género está cumpliendo, en este 2015, sus primeros sesenta años de existencia.
He aquí una lista de los que, a mi modo de ver también, son los sesenta discos fundamentales del rock, esos que no deben faltar en cualquier colección que se respete:
1.- Elvis Presley. Elvis Presley (1956)
2.- Little Richard. Here’s Little Richard (1957)
3.- Fats Domino. This Is Fats Domino (1957)
4.- Chuck Berry. Chuck Berry Is on Top (1959)
5.- Buddy Holly. 20 Golden Greats (1959)
6.- Jerry Lee Lewis. Greatest Hits (1959)
7.- Eddie Cochran. Greatest Hits (1959)
8.- Bob Dylan. Highway 61 Revisited (1965)
9.- Frank Zappa. Freak Out (1966)
10.- The Beatles. Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967)
11.- Jefferson Airplane. Surrealistic Pillow (1967)
12.- The Doors. The Doors (1967)
13.- Jimi Hendrix. Are You Experienced? (1967)
14.- The Velvet Underground. The Velvet Undeground & Nico (1967)
15.- Cream. Disraeli Gears (1967)
16.- The Kinks. Something Else (1967)
17.- Traffic. Mr. Fantasy (1967)
18.- Janis Joplin. Cheap Thrills (1968)
19.- Steppenwolf. Steppenwolf (1968)
20.- The Rolling Stones. Let It Bleed (1969)
21.- Crosby, Stills & Nash. Crosby, Stills & Nash (1969)
22.- King Crimson. In the Court of the Crimson King (1969)
23.- John Lennon. Plastic Ono Band (1970)
24.- Spirit. Twelve Dreams of Dr. Sardonicus (1970)
25.- Simon & Garfunkel. Bridge Over Trouble Waters (1970)
26.- Neil Young. After the Gold Rush (1970)
27.- Joe Cocker. Mad Dogs & Englishmen (1970)
28.- Santana. Abraxas (1970)
29.- Elton John. Tumbleweed Connection (1970)
30.- Black Sabath. Paranoid (1970)
31.- The Who. Who’s Next (1971)
32.- Led Zeppelin. Led Zeppelin IV (1971)
33.- Jethro Tull. Aqualung (1971)
34.- Deep Purple. Machine Head (1972)
35.- David Bowie. The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972)
36.- Lou Reed. Transformer (1972)
37.- Emerson, Lake & Palmer. Trilogy (1972)
38.- Yes. Close to the Edge (1972)
39.- Pink Floyd. The Dark Side of the Moon (1973)
40.- Queen. A Night at the Opera (1975)
41.- Patti Smith. Horses (1975)
42.- Bruce Springsteen. Born to Run (1975)
43.- Ramones. Ramones (1976)
44.- The Sex Pistols. Never Mind the Bollocks, Here’s The Sex Pistols (1977)
45.- The Clash. London Calling (1979)
46.- Talking Heads. Remain in Light (1980)
47.- The Police. Zenyatta Mondatta (1980)
48.- Joy Division. Closer (1980)
49.- The Smiths. The Queen Is Dead (1986)
50.- Metallica. Master of Puppets (1986)
51.- Sonic Youth. Daydream Nation (1988)
52.- Depeche Mode. Violator (1990)
53.- U2. Achtung Baby (1991)
54.- Nirvana. Nevermind (1991)
55.- Pearl Jam. Ten (1991)
56.- Red Hot Chili Peppers. Blood Sugar Sex Magik (1991)
57.- R.E.M. Automatic for the People (1992)
58.- Beck. Odelay (1996)
59.- Radiohead. OK Computer (1997)
60.- The White Stripes. Elephant (2003)
Seguramente el lector tendrá varias simpatías y diferencias. Lo invito a externarlas y a elaborar su propia lista.
(Publicado este mes en la revista Nexos)[image error]
Published on March 09, 2015 21:00
March 7, 2015
De señores feudales y faldas alzadas
En los viejos tiempos del priismo a ultranza, aquello no habría pasado de ser una anécdota más de la picaresca política. Que un presidente municipal, arriba de un entarimado, bailara con una guapa muchacha y a la vista de todos le levantara la falda por detrás, hubiese sido nada más que la intrascendente travesura de un alcalde que demostraba su poder hasta en las gracejadas y las ocurrencias.Hoy al parecer son otros tiempos y las cosas han cambiado. Existen los teléfonos celulares que todo lo graban y las redes sociales que todo lo reproducen y todo lo cuestionan. Existe una corrección política impoluta que, convertida en nuevo tribunal del Santo Oficio, no perdona el menor desliz y condena a diestra y siniestra. Ya nada escapa del ojo vigilante y purificador de los neoinquisidores.
Frente a este poder de lo que algunos llaman una sociedad civil atenta y vigilante, hechos tan vergonzosos como el protagonizado por el presidente del municipio de San Blas, en Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva, y la infortunada joven que accedió a bailar con él, ya no deberían producirse. Lo mismo que los diversos escándalos de sexo, alcohol y desmadre en que se han visto inmiscuidos personeros de prácticamente todos los partidos políticos. Pero ahí siguen y ahí seguirán. ¿Por qué? Pues (como dice Chumel Torres) porque chingue su madre.
A pesar de cambios constitucionales, apertura democrática, una supuesta mayor conciencia ciudadana y notables avances tecnológicos, la vieja cultura priista (que permea a propios y extraños dentro de nuestro singular sistema, incluso a quienes reniegan de ella) persiste impertérrita. Cierto que desde 1997 se ha ido acotando el poder antes omnímodo de la presidencia de la república, pero ese mismo poder omnímodo sigue tan campante entre los gobernadores de los estados y los munícipes y delegados políticos del país entero, convertidos en verdaderos señores feudales que lo mismo se asocian con el crimen organizado que roban “poquito” o levantan las faldas de las damas.
Lo que opinemos les hace lo que el viento a Juárez y, contra ese valemadrismo, no hay fuerza tuitera que pueda.
O sea, el puro folclor nacional.
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)[image error]
Published on March 07, 2015 14:50
March 6, 2015
Dave Mason / Headkeeper (1972)
El ex Traffic logró con su segundo álbum como solista más de lo que había logrado en el también excelente y mucho más conocido Alone Together. Compositor e intérprete de finura inconmensurable, Mason tenía ese toque necesario para hacer de lo sencillo algo memorable.Mejor tema: “To Be Free”.
[image error]
Published on March 06, 2015 21:30
Bates Motel
A un mes de que sea lanzada la tercera temporada de Bates Motel, hoy terminé de ver las dos primeras y sólo puedo decir que qué barbaridad, qué buena serie.La historia de adolescencia de Norman Bates, el famoso asesino serial retratado por Robert Bloch en su novela Psycho (1959) y más tarde por Alfred Hitchcock en la cinta del mismo título (1960), se permite ciertamente muchas licencias. La principal: que la historia se desarrolle en la actualidad y no en los años treinta del siglo pasado, cuando el personaje creado por Bloch habría sido joven. Aun así, la serie maneja el suspenso de maravilla y con todos los elementos de la mejor televisión actual.
En Bates Motel vemos cómo se dio la enfermiza y obsesiva relación entre Norman (Freddie Highmore, de gran parecido con Anthony Perkins, el Bates de Hitchcock)) y su madre, llamada Norma (Vera Fermiga, quien además es la productora principal de la emisión); cómo se daban los bloqueos mentales del muchacho cada vez que asesinaba a alguien y como el famoso y tétrico motel, a un lado de la carretera, sufrió los embates de la imparable modernidad. Todo ello enriquecido con una serie de personajes creados por los productores de la serie; personajes, hay que decirlo, en su mayoría muy afortunados, como el medio hermano de Norman, Dylan (Max Thieriot); la jovencita Emma (Olivia Cooke), una chica con problemas respiratorios que a todas partes lleva su tanque de oxígeno con rueditas; o el sheriff Romero (Nestor Carbonell) y sus actitudes ambivalentes.
Se toca también el tema del tráfico de drogas (el pueblo boscoso y costero donde se encuentra el motel -situado en Oregon: otra licencia del programa- basa su economía en la producción de marihuana entre dos bandas rivales) y hay mucha violencia y bastante sexo.
Quizá no alcance las alturas de Breaking Bad o de True Detective, pero Bates Motel tampoco desmerece ante ellas. Yo la recomiendo por completo, sobre todo para quienes gustan del suspense hitchcockiano, aunque -eso sí y es una lástima- sin su negro y agradecible sentido del humor.[image error]
Published on March 06, 2015 20:30
March 5, 2015
Al fin
Published on March 05, 2015 16:30
March 4, 2015
La doblemente maravillosa noche de Zaz
Hay noches únicas, mágicas, que se dan de vez en vez (aunque a mí últimamente suelen dárseme con bastante asiduidad). La de hoy tuvo que ver con la presentación de la joven y espléndida cantante francesa Zaz en el Plaza Condesa. Fue una nuit espléndida por el concierto en sí mismo (gran actuación, grandes canciones, un grupo de musicazos que acompañaron a Zaz, buen sonido, buen ambiente, público alegre y receptivo, un espectáculo delicioso) y por la compañía que tuve a mi lado: D, mi gran amiga, tan llena de frescura, sensibilidad, entusiasmo, calidez y belleza. ¿Qué más podía yo pedir (bueno, estuvo a punto de ser una mejor noche aún, pero una circunstancia de última hora hizo que el plan post concierto cambiara. Tant pis).Como sea, la pasé maravillosamente bien y ella también.
Quisimos pasar a saludar a mi hijo Alain, quien tocaba en el Pata Negra, pero terminó a las once, justo a la hora que terminó lo de Zaz y no hubo coincidencia de tiempo.
Regresé poco antes de medianoche a mi casa. Medio ceniciento final.[image error]
Published on March 04, 2015 21:30
Hugo García Michel's Blog
- Hugo García Michel's profile
- 3 followers
Hugo García Michel isn't a Goodreads Author
(yet),
but they
do have a blog,
so here are some recent posts imported from
their feed.

