Hugo García Michel's Blog, page 208

October 12, 2015

Detachment

Sombría cinta de Tony Kaye acerca de un profesor sustituto y el mes que debe pasar en una secundaria  pública de Nueva York, en reemplazo temporal de un colega suyo. El tono de la película es oscuro y dramático y transcurre en atmósferas extrañas y en ocasiones oníricas que la convierten en una obra inquietante y quizás hasta un tanto efectista, pero que termina por atraparlo a uno como espectador.
  Adrien Brody interpreta a Henry Barthes, el maestro provisional, quien tiene una visión humanista de la educación y trata de aplicarla entre alumnos toscos e indiferentes y colegas escépticos y burocráticos. Su padre sufre problemas mentales y está internado en un hospital al que acude a visitarlo de vez en vez y su madre es sólo un recuerdo ambiguo y traumatizante, ya que era alcohólica y se suicidó cuando Henry era un adolescente. Para complicar las cosas, el profesor se involucra con una prostituta y drogadicta quinceañera y la lleva a vivir con él para de algún modo rescatarla.
  En fin, no abundaré en la trama para no echarla a perder. Sólo diré que se trata de un filme muy interesante, a pesar de que no le fue muy bien con la crítica. Detachment (2011, en español Indiferencia) es un ejercicio enrarecido y con momentos muy duros, pero con algunas luces tenues de redención. Una película que vale la pena ver y que cuenta además con un reparto grandioso, con actores como James Caan, Marcia Gay Harden, Bryan Cranston, Christina Hendricks y Lucy Liu.
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Published on October 12, 2015 16:25

October 10, 2015

The Beatles "A Hard Day's Night" (1964)

Homónimo de la película dirigida por Richard Lester, A Hard Day’s Night es el primer álbum de los Beatles cuyo material fue completamente escrito por ellos, más concretamente por John Lennon y Paul McCartney. Se trata de una colección de trece cortes estupendos, grabados un poco a las carreras debido a la intensidad de las actividades que el grupo estaba teniendo en aquellos días enloquecidos. Sin embargo, el disco no muestra irregularidad alguna. Por el contrario, la producción de George Martin logró una gran concreción y una unidad espléndidamente balanceada, para crear uno de los grandes álbumes de la música pop de la historia.
  Desde la inicial “A Hard Day’s Night” se nota que la evolución musical del conjunto no sólo iba en progreso sino que lo hacía de manera cada vez más avanzada. Cierto que la temática de las letras seguía siendo en su mayor parte de tipo amoroso y juvenil, pero ya había en las palabras algo de ironía agridulce e incluso de agresividad. Así, al lado de piezas relativamente bobaliconas aunque muy bellas, como “I’m Happy Just to Dance with You” o “I Should Have Known Better”, coexistían composiciones de más filo y rabia como “Can’t Buy Me Love”, “I’ll Cry Instead” y “You Can’t Do That”, uno de los temas más injustamente subvalorados de los Beatles y en el que John Lennon no sólo tocó su primer solo de guitarra, sino que cantó con una hondura y un desgarramiento sólo comparables a los de un Wilson Pickett o un Otis Redding.
  Mucho del sonido del cuarteto en este disco se debe a la guitarra de doce cuerdas que usó George Harrison en varios de los cortes y que influiría de manera determinante en grupos como los Byrds y otros de la costa oeste norteamericana. Canciones también memorables de A Hard Day’s Night son “Any Time at All”, las preciosas baladas “If I Fell” (de Lennon) y “And I Love Her” (de McCartney), la melancólica “I’ll Be Back Again” con la que se cierra el disco y otra muy poco apreciada joya: “Things We Said Today”.
  Es este un trabajo casi perfecto, la obra que marcó el pináculo de los primeros años de los Beatles.

(Reseña que escribí originalmente en el Especial No. 8 de La Mosca en la Pared, en febrero de 2004)
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Published on October 10, 2015 22:40

De Bronco-neumonías

Pues al parecer a muchos les ha provocado náuseas, mareos, vómitos, jaquecas, gastritis y hasta dolores de muelas. Su llegada, de algún modo inesperada, tomó a más de uno desprevenido y ahora no saben qué hacer, de qué manera reaccionar y cómo dejar de lamentarse.
  Me refiero, claro, a Jaime Rodríguez Calderón, el famoso “Bronco”, flamante gobernador del estado de Nuevo León y quien esta semana tomó posesión de su cargo.
  Conozco a más de un neolonés que no simpatiza pero ni tantito con el singular personaje y que pronostica los peores males para su entidad con el nuevo gobierno. No lo sé. No soy experto en política regiomontana y no me atrevería a hacer pronóstico alguno al respecto.
  En realidad, la figura del “Bronco” me interesa más como un nuevo fenómeno dentro del ámbito de la política nacional y cómo está impactando e impactará a los diferentes actores de la misma. Por lo pronto, ya ha puesto a parir chayotes al único precandidato a la presidencia, el autodestapado y siempre en campaña Andrés Manuel López Obrador, quien no esperaba que en estos momentos se le apareciera un contrincante y mucho menos por afuera de los partidos políticos. Los rounds de sombra que ya están teniendo ambos personajes prometen hacerse cada vez más fuertes y no sabemos en qué pararán. De seguro en algo muy entretenido y divertido.
  Pero la victoria del nuevo góber también removió el tema de las candidaturas independientes, a las que ya se les empiezan a poner candados en algunos estados, aunque partidos como el PAN y el PRD parecen encontrar en ellas posibilidades políticas y tratan de incrementar su florecimiento. Por lo pronto, personajes tan destacados como Jorge G. Castañeda y Manuel Clouthier tendrán mucho que hacer y mucho que decir al respecto.
  Habrá que observar con lupa la labor de Rodríguez Calderón, a quien varios ven como un Vicente Fox redivivo. Yo no estaría tan seguro. Creo que el hombre va a dar varias sorpresas (no sé qué tan buenas o qué tan malas) y que aún nos queda mucho por ver en los dos o tres años por venir.
  Aguas con la Bronco-neumonía.

(Mi columna "Cámara húngara", publicada hoy en Milenio Diario)
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Published on October 10, 2015 20:00

October 9, 2015

Delaney and Bonnie / On Tour (1970)

Grabado en concierto, este álbum del matrimonio Bramlett con una banda de once músicos (entre ellos Eric Clapton, Dave Mason y varios otros que en muy poco tiempo se convertirían en súper estrellas y tocarían lo mismo con George Harrison que con Joe Cocker, Leon Russell y Derek and the Dominos) es toda una joya. Un disco histórico que pocos conocen.

Mejor tema: “That’s What My Man Is For”

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Published on October 09, 2015 20:42

October 8, 2015

Lech Walesa y el principio de mi decepción socialista

Mi decepción del comunismo -o del eufemísticamente llamado socialismo realmente existente- que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial dominaba Europa del Este comenzó a darse a principios de los años ochenta, cuando el gobierno polaco fue tomado, en un virtual golpe de estado, por un militar impresentable: Wojciech Jaruzelski. La causa del golpe fue la manera como el sindicato obrero Solidaridad, liderado por un inteligente y carismático electricista llamado Lech Walesa, había puesto en jaque al burocrático sistema de corte soviético que desgobernaba a Polonia. Jaruzelski quiso reprimir a aquel movimiento y utilizó métodos que nada le pedían a los gobiernos militares de la Sudamérica de los años setenta y aquello me brincó de una manera brutal. ¿Cómo era posible que un Estado Obrero (así, con mayúsculas, como se ostentaba) reprimiera a un sindicato de trabajadores? ¿Cómo era posible que esa represión fuera además apoyada por la Unión Soviética, China y Cuba, países a los que hasta entonces yo tanto había admirado por su supuesta lucha contra el capitalismo y contra lo que tantos llamábamos el imperialismo yanqui? Pues así era: el bloque soviético quiso hundir en sangre y cárcel a Walesa y a los suyos y, con ello, todas mis creencias y mis religiosas certezas sobre el socialismo comenzaron a derrumbarse con estrépito. Fue un proceso largo pero definitivo el que tuve, pero la historia comenzó a mostrarme que no me equivocaba con mis cuestionamientos: apenas unos años más tarde, en 1989, caían el muro de Berlín, el gobierno de Polonia y prácticamente el mal llamado socialismo de los países europeos dominados por el imperialismo soviético, cuya malhadada existencia me había yo negado a admitir.
  Acabo de ver la película Walesa, la esperanza de un pueblo (2013) de Andrsej Wajda, el extraordinario realizador polaco, director de grandes filmes como Paisaje después de la batalla (1970) o Danton (1983), entre muchas otras. Se trata de una biografía parcial de Lech Walesa, desde que apoyó la huelga de 1970 en los astilleros de Gdansk, huelga que fue reprimida y causó numerosas muertes, hasta su victoria final que lo llevo a ser presidente de su país a principios de los noventa. La cinta se basa en la entrevista que el líder dio a la singular periodista italiana Oriana Fallaci y va registrando diversos momentos de la vida política, sindical y familiar de este hombre. Mención especial merece la actriz que interpreta a su esposa Danuta en un papel fascinante. Una gran película, de un gran director, acerca de un gran personaje.
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Published on October 08, 2015 02:02

October 7, 2015

Masturcanciones: la mano inquieta que no se aguanta

O la diferencia entre una canción de Shakira y una canción sobre la chaquira.
Por Hugo García Michel / Fotografía: Kahlo
“Si la masturbación es un crimen, yo debería estar condenado a muerte”.
Gilbert Gottfried
Uno de los capítulos más jocosos y memorables del legendario programa de televisión Seinfeld se intítuló “The Contest” (El concurso, Cuarta temporada, 1992). En el mismo, los cuatro personajes de la clásica serie realizan una apuesta para ver cuál de ellos aguanta más tiempo sin masturbarse (aunque a lo largo del capítulo nunca se pronuncia la palabra masturbación). Uno a uno van cayendo en la manual tentación, al verse enfrentados a situaciones a las cuales les resulta imposible resistirse. Al final, no se sabe quién es el verdadero ganador entre George Constanza y Jerry Seinfeld (Cosmo Kramer y Eleaine Benes se dejan vencer muy rápido), pero vemos cómo todos terminan durmiendo felices y satisfechos.
  Si en televisión el tema del autoerotismo fue tabú a lo largo de muchos años, la música popular y especialmente el rock, no fueron la excepción. Sin embargo, algunos compositores se las arreglaron para hablar del tema con o sin elegancia y de forma más o menos indirecta… o muy directa.

Las fotos de Lily
Tal vez la primera canción en el rock que se refirió a la masturbación fue “Pictures of Lily” de The Who. El tema, compuesto por Pete Townshend, fue lanzado primeramente como sencillo en 1967, aunque se le incluyó en el álbum Magic Bus de 1968. Se trata de una tonada aparentemente inocente, cuya letra habla de manera velada sobre el onanismo: “Era común que al levantarme por la mañana me sintiera muy mal / me sentía mal por mis noches de insomnio y fui a decírselo a mi papá / Él me dijo: ‘Hijo, tengo unas cositas para ti’ y las pegó en mi pared/  Ahora mis noches ya no son solitarias / De hecho, ya no me siento para nada mal / Las fotos de Lily hicieron mi vida maravillosa / Las fotos de Lily me ayudaron a dormir / Las fotos de Lily resolvieron mis problemas de infancia / Las fotos de Lily me ayudaron a sentir muy bien”.
  También de Pete Townshend es “Mary Ann with the Shaky Hand” (algo así como “Mary Ann con la mano sacudidora”), pieza contenida en The Who Sell Out de 1967 y que contiene nuevas referencias masturbatorias: “Bailé con Linda / bailé con Jean / bailé con Cindy / Entonces la vi de repente / Mary Ann con las manos sacudidoras / Lo que esas manos le habían hecho a su hombre/  Mary es tan bonita / La más bonita de esta tierra / Los muchachos vienen de cada ciudad / Sólo para estrechar sus manos sacudidoras”. Ternura pura.

Puede ser divertida
En la ópera rock Hair (1967) de James Rado, Gerome Ragni y Galt MacDermot, la canción “Sodomy” resulta bastante más explícita. Veamos si no: “Sodomía / Felación / Cunilingus / Pederastia/  Padre, ¿por qué esas palabras suenan tan sucias? La masturbación puede ser divertida / Disfruta la sagrada orgía/  Kama Sutra / ¡Todos!”. No es de extrañar que la obra haya causado tanto escándalo en su momento y que cuando se presentó en Acapulco, en pleno 1968, con una compañía estadounidense, poco haya faltado para que las buenas conciencias mexicanas lincharan a los actores.
  Otra melodía que se refiere a nuestro autoerótico tema es “I Touch Myself”, del grupo australiano Divinyls. La diferencia es que la letra habla acerca de la masturbación femenina. Contenida en el álbum homónimo de 1991 (su cuarto trabajo discográfico de hecho), la vocalista Chrissie Amphlett canta cosas como “Me amo a mí misma / Quiero que me ames / Cuando me siento bajoneada / Te quiero encima de mí / Me busco / Quiero que me encuentres / Me olvido de mí / Quiero que me recuerdes/  No quiero a alguien más / Cuando pienso en ti / me tocó a mí misma”.

Más turbados que nunca
En el rock que se hace en español existen varios ejemplos de canciones que, de una forma u otra, se refieren a la autocomplacencia sexual. De 1977 es el tema “Mas turbado” de El Tri (Gloria Trevi, por cierto, grabó en 1994 su álbum Más turbada que nunca, pero en ninguna de las canciones se habla de la religión de Onán). Compuesta (por supuesto) por Alejandro Lora, esto es lo que dice su fina letra: “Estoy más turbado, más turbado que ayer / estoy más turbado, más turbado que ayer / nena tú tienes la culpa por no usar brasier / me tienes babeando sin poder parar”.
  En Argentina, Bersuit Vergarabat (y no es albur) puso en circulación, en 1988, su composición “Masturbación en masa”, misma que no aparece en uno solo de sus discos oficiales, pero cuyas líneas rezan lo siguiente: “Caminando por Lavalle / encarando a Constitución / un océano de peces /
no me ofrece oposición / y yo propongo ahora mismo / la vieja técnica de distensión / Es tarde y hay frío / y hay que combatirlo / y a la voz que ahora digo / parece un gran admirador / y ahora te has creído / la vieja revolución / Masturbación en masa / Políticos a politicar / y ministros de la nación / por qué no hacen algo coherente / y se suman a esta gran manifestación / Masturbación en masa / La mano quieta no se aguanta / Arruinaron nuestra vida / Vamos todos al amor/  Masturbación en masa”.
   Por su parte, en España el grupo Extremoduro, en su álbum Canciones sin voz de 2005, incluye el corte “Amor castúo” cuya divertida letra dice en una parte: “Hoy me soñé al despertar / que te follaba sin parar / siempre lo mismo y desperté / ya no me vuelvo a masturbar”.

Mi mano en pena
De ese mismo país es el controvertido cantautor Javier Krahe, quien escribió la espléndida letra de “Mi mano en pena”: “Que pienso en Elena/ y me acuerdo de Irene / que pienso en Irene / y me acuerdo de Elena / mi pene se apena / se apena mi pene / Y una mano amena / mi pene sostiene / no es mano de Irene / no es mano de Elena / es mi mano en pena / es mi mano en pena / Lo malo que tiene / es que no es tan buena / como la de Irene / como la de Elena / pero me entretiene / pero me entretiene / Para eso conviene / pensarse una escena / donde salga Irene / donde salga Elena / en plena faena / en plena faena / Y así, vena a vena / se llena mi pene / de ausencia de Irene / de ausencia de Elena / y no se retiene / Me voy que me viene”.
  La sevillana Bebe, igualmente controvertida, habla así mismo de la masturbación femenina en su canción “Con mis manos” del Pa fuera telarañas (2004). Sus palabras van como sigue: “Cuando estás, ya no están los demás / Cuando te vas, tengo ganas de llorar / Perdida en el sillón de mi cuarto pienso en ti con mis manos/  Qué hacer, no tengo ganas de salir / ¿Por qué siempre tienes que huir? / Perdida en el sillón de mi cuarto pienso en ti con mis manos / Una y otra vez, ¡dulce barbaridad! / El no controlar la forma de parar / No pienso llorar, de eso ya me cansé / Hoy voy a chillar, voy a andar con mis pies… / Otra vez me ha parecido oír tu voz / Otra vez empiezo a deslizarme en el sillón / para darle a mi imaginación / Te pienso, rodeándome / te siento, adentrándote / Perdida en el sillón de mi cuarto pienso en ti con mis manos”.

A manera de colofón
Para terminar, no puedo evitar una automención onanista. En el repertorio de Los Pechos Privilegiados tenemos un tema de mi autoría intitulado “Amo a mi mano” que pretende ser un homenaje musical y letrístico a The Who (está lleno de referencias al respecto) y que en algunas partes dice: “Ella es mi fiel aliada / Es amable y gentil / Es tan considerada / y me hace sentir / las cosas más bonitas / que puedo imaginar / Ella es suave y tranquila / la compañera ideal / Siempre está bien dispuesta / Nunca dice que no / y jamás me protesta / al momento en que yo / necesito su tacto / su total comprensión / Ella es una conmigo / la amiga mejor / Amo a mi mano, amo a mi mano”.

(Artículo publicado originalmente en el No. 69 de La Mosca en la Pared)
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Published on October 07, 2015 14:00

October 6, 2015

La más alta verdad de Chris Cornell

La década de los noventa es una de las más importantes en la historia del rock. Entre 1991 y 2000 surgió una gran cantidad de propuestas musicales y el movimiento grunge fue una de las más importantes si no la que más.
  Entre la pléyade de agrupaciones que nació dentro de ese movimiento, el cual tuvo a la ciudad de Seattle como su punto neurálgico, Soundgarden fue una de las más destacadas por su propuesta, su calidad artística y su poderío interpretativo. Chris Cornell, su vocalista y front man, resaltó por su carisma y su presencia, pero también por sus capacidades vocales y autorales. Debido a ello, no fue raro que sin dejar al cuarteto emprendiera una faceta como solista.
  En 1999, debutó con su estupendo álbum Euphoria Morning, al que siguieron dos trabajos francamente flojos si no es que fallidos (Carry On, de 2007, y el electropopero Scream, de 2009). Por eso resultaba razonable que existieran ciertas reticencias ante el anuncio de un nuevo disco este año, reticencias que quedan por fortuna disipadas una vez que se tiene la oportunidad de escuchar Higher Truth (Polydor, 2015), su más flamante producción.
  Cornell recupera lo que hizo hace más de tres lustros en Euphoria Morning –es decir, la composición de piezas sencillas y sin pretensiones híper elaboradas–, para entregarnos una obra llena de calidez y de canciones entrañables. Esto resulta notable desde el primer corte del disco, “Nearly Forgot My Broken Heart”, un tema contagioso y de gran belleza, de esos que suenan a algo familiar, a algo incluso ya escuchado, y que se quedan en el corazón y la mente del escucha. Se trata de un preámbulo perfecto para un álbum que tiene otras composiciones excelentes como “Worried Moon”, “Before We Disappear”, “Through the Window”, “Let Your Eyes Wander”, “Our Time in the Universe”, “Circling” o la homónima “Higher Truth”.
  Producido por Brendan O’Brien, muy involucrado con el grunge noventero, Higher Truth tiene ese sello noventero que lo hace tan sólido y tan íntimo. El mejor trabajo como solista de Chris Cornell, por mucho.

(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario).
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Published on October 06, 2015 15:57

October 5, 2015

A Night at the Opera

La obra maestra de Queen, su disco por antonomasia. Todo lo más excelso del grupo se encuentra reunido en este álbum cumbre. Con un título obviamente referido a la para muchos mejor película de los Hermanos Marx (filmada en 1935 bajo la dirección de Sam Wood), A Night at the Opera (1975) puede contener cualquier clase de excesos, pero la banda supo manejarlos sin caer jamás en demasías y manteniéndose siempre al filo de la navaja, en los límites entre lo ridículo y lo sublime. Es claro que lo que salva a Una noche en la ópera es su sentido del humor, su irónica manera de no tomarse las cosas en serio y lanzarse a fondo en todas direcciones con afortunado tino. Esto no quiere decir que sea un disco realizado al vapor. Por el contrario, se trata de su trabajo mejor producido hasta ese momento, con un sonido impecable, arreglos guitarrísticos y vocales extraordinarios y un sentido melódico excelso. Canciones como la emotiva “’39”, la metalera “Death on Two Legs”, la bucólica “Lazing on a Sunday Afternoon”, la bellísima “You’re My Best Friend” y la progresiva “The Prophet’s Song” conforman un marco esplendoroso para la épica, suntuosa, aparatosa, hiperbólica, rimbombante y genialmente pretenciosa mini rock ópera “Bohemian Rhapsody”, el equivalente en Queen a lo que fue “Stairway to Heaven” en Led Zeppelin (de hecho, A Night at the Opera viene siendo un Queen IV). La joya de la corona de la reina.

(Reseña publicada en el No. 13 de los especiales de La Mosca en la Pared, en diciembre de 2004)
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Published on October 05, 2015 16:16

October 3, 2015

Buenos días, niña

Esta canción surgió de pronto, incluso impensadamente, en la madrugada de ayer sábado. La música me llegó, tomé la guitarra, desarrollé las armonías, se me ocurrió una letra (de esas ocurrencias que vienen quién sabe de dónde pero que encajan a la perfección) y quedó de un tirón, casi como escritura automática. Decidí grabarla de inmediato en iMovie, para que no se me olvidara y, helas!; me gustó como quedó, así, espontánea y despeinada. El proceso todo duró una hora, de las tres a las cuatro de la mañana. Lo que dice tiene por supuesto una destinataria, una musa inspiradora cuyo nombre no revelaré, aunque en cuanto ella la escuche sabrá que la canción es suya. Incluyo aquí la letra y el video.



Buenos días, niña

Buenos días, niña, supongo que duermes aún.
Es de madrugada y hago lo que ya es común:
pensar en tu rostro y en tu sonrisa también.

Buenos días, niña, estoy en la computadora,
con ganas de escribirte un mensaje a estas horas.
Un mensaje dulce y de pocas palabras, mi bien.

Buenos días, hermosa, te extraño en esta noche fría.
Rodeado de silencio, añoro más tu compañía.
Cosas de estar solo y de que tú no estés aquí.

Buenos días, niña, me gusta soñar despierto.
Soñar que estás conmigo,
que eres como un libro abierto.
Utopías vanas en un hombre de mi edad.

Buenos días, niña, supongo que duermes aún.
Pronto en mi ventana aparecerá la luz.
La luz de otra mañana en que tampoco te veré.

Octubre 3, 2015
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Published on October 03, 2015 22:43

Ayotzinapa mon amour

A lo largo de un año, el tema de Ayotzinapa ha sido tan manoseado, tan manipulado, tan distorsionado que ya llegó a su punto más bajo: el de la cursilería.
  Poemitas, canciones, performances, “instalaciones”, pinturas naïves, coreografías, en fin, un muestrario de lo más meloso y edulcorado, de lo más sentimentalmente chantajista, y todo a partir de una serie de falacias creadas y aprovechadas por líderes venales y políticos vivales. Desde la fabricación de mantras que no se sostienen en la realidad, como “Fue el Estado” o “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, el problema se ha ido estirando y seguramente lo seguirá haciendo cuando menos hasta las elecciones de 2018, pues se trata de un botín invaluable (Ayotzinapa mon amour) en manos de personajes que sacan raja de la tragedia de los 43 normalistas asesinados por un cártel del crimen organizado, en connivencia con un presidente municipal perredista, su mujer y una policía municipal corrompida hasta el tuétano.
  Hasta antes del crimen, la normal rural de Ayotzinapa gozaba de muy mala fama y hoy se le quiere hacer pasar por una escuela ejemplar. Un centro educativo en el que, cual Club de Tobi, no se aceptan mujeres, donde se ejercen novatadas porriles contra los alumnos de primer ingreso y se instruye a los educandos no tanto para convertirse en docentes sino en “activistas”.
  En la lista de los estudiantes desaparecidos está el nombre de Bernardo Flores Alcaraz, mejor conocido como “El Cochiloco”, a quien en los videos de la central de autobuses se le ve con el torso desnudo y dando órdenes a los alumnos que, como él, en unas horas serán sacrificados. Su actitud es agresiva y decidida. Se dice que él fue quien dio la orden de desviarse a Iguala para ir a secuestrar camiones. ¿Alguien ha investigado la labor que Flores Alcaraz desempeñaba dentro de la normal? ¿Por qué era el líder del contingente y el que mandaba? ¿Quién lo designó? Eso para no hablar del director de la normal, José Luis Hernández Rivera, a quien extrañamente nadie ha molestado ni con el pétalo de una sospecha.
  Son dudas, son preguntas. Valdría la pena conocer las respuestas.

(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)
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Published on October 03, 2015 18:30

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Hugo García Michel
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