Zoé Valdés's Blog, page 3158
January 25, 2011
Otro Premio… para El discurso del rey.
Periodistas españoles tienen casa en Cuba. Entrevista con Carlos Carnicero.
Esto sí que es una inmoralidad. Me acabo de enterar de que un grupo de periodistas españoles tienen casa en Cuba. Lo bueno que tiene esto de que el socialismo español esté hecho polvo por culpa de Zapatero, es ver cómo personajes tan polémicos como Carlos Carnicero empiezan a vomitar lo que saben.
Fíjense cómo dice que quería pagarse los billetes desde La Habana para que luego nadie dijera que él tenía una situación privilegiada, como si no hubiese tenido siempre una situación privilegiada en Cuba, en relación a los cubanos. Pero claro, esta gente vive en la estratósfera, para ellos los de abajo no existen. Y estos son, señores y señoras, los socialistas españoles.
Entrevista en Periodista digital.
Filed under: Política, Prensa Tagged: Carlos Carnicero, Cuba, España
Murió Jaime Salinas, editor en el lugar sin límites. Por Juan Cruz.
Editor e hijo del poeta Pedro Salinas. A Jaime Salinas lo conocí en Cuba, en los años 80, una gran persona, gran editor.
Artículo en El País.
Filed under: Literatura Tagged: Jaime Salinas, Juan Cruz
January 24, 2011
Foto de encabezado.
En la sala de mi casa, en el año 1998.
Filed under: Literatura, Sociedad Tagged: Ricardo Vega, Zoé Valdés
El onceno mandamiento cubano: Andar emperifollado. Por Esteban Fernández.
EL ONCENO MANDAMIENTO CUBANO:
Andar EMPERIFOLLADO
por Esteban Fernández
La tiranía odia la elegancia. Hace 54 años se vistieron de verde olivo y se han mantenido firmes en lucir como unos espantapájaros. De paso, se han obstinado en suprimirle la elegancia al pueblo cubano. No lo han logrado. Una de las poquitas sabandijas que trató de modernizarse fue Roberto Robaina y lo siquitrillaron.
Algunos cubanos prefieren que les envíen un par de pantalones "Jordache" mejor que un saco de arroz… Es que los cubanos somos, o tratamos de ser, elegantes. Cuando usted asiste a una boda de personas "no cubanas" en California usted puede notar que allí haygente con "una camisita y un pantaloncito" puestos, el cubano SI NO TIENE UN BUEN TRAJE no va a la boda. Ahí tenemos que ir EMPERIFOLLADOS.
Los cubanos nos preocupamos por las "combinaciones". Jamás usted ve a un cubano con un par de zapatos negros y un cinturón carmelita puestos. Desde que nacemos escuchamos decir: "¡Eso no pega, chico!". Los colores deben "pegar", deben coordinar, y desde que tenemos cinco años de nacidos ya sabemos, y nos creemos, que si no ponemos un pantalón verde y una camisa roja vamos a parecer "unas cotorras".
Nunca olvidaré la pena que pasé -apenas tenia 15 años- cuando mi mamá le hizo una Promesa a Santa Bárbara que yo tenia que ponerme durante un mes unas ridículas camisitas de tela de ginga de cuadritos blancos y anaranjados. Recuerdo que le dije a mi madre: "Mami ¿por qué no le prometiste a la Virgen que durante un mes tenia que estrenar cinco trajes nuevos( anatómicos y fotométricos) de la sastreria "El Sol" de la Manzana de Gómez?"
De la única forma en que un compatriota se atreve a ir a un baile cubano con un "short y un t-shirt" es que sea una fiesta de Hallowen y la gente suponga que "va disfrazado de norteamericano".
Los cubanos tenemos "un código de ética" que nos indica cual es la vestimenta adecuada para cada ocasión, y podemos equivocarnos, pero (por sí acaso) preferimos "pecar de elegantes" que "pecar de andrajosos". Es decir, que nos sentimos mejor si vamos a una fiesta en la playa en traje (donde todo el mundo está en trusas) que ir al teatro en trusa y encontrarnos que allí todo el mundo está trajeado.
Las cubanas en eso nunca fallan porque ellas usan el método infaliblede dos días antes estar llamando a todas sus amigas preguntándoles: "Oye ¿y cómo tú vas a ir vestida a la fiesta del sábado?". Las respuestas varían entre: "Chica, no te preocupes, puedes ir de sport" o "¡Muchacha, ponte todos los hierros que la fiesta va a ser A TODO METER!".
El domingo es el día en que todo el mundo aquí "anda como quiera", es el día para descansar, para hacer deportes, para cortar la hierba, inclusive los que sus trabajos los obligan a la semana entera estar elegantes ese día andan como unos pordioseros. Sin embargo, para nosotros los cubanos el domingo es el día que "Dios hizo para extremar la elegancia". Es un deber ENDOMINGARSE. Ese es el ONCENO MANDAMIENTO de nosotros los cubanos: La elegancia.
Preferimos el oro mejor que la plata, el oro debe ser de 18 quilates, y los cubanos somos los únicos seres humanos en el mundo que hemos logrado confeccionar (en Miami), comprar y usar GUAYABERAS que valen 200 dólares, y quizás mucho más… ¡Y hasta Ronald Reagan, siendo Presidente (para estar a la altura de la elegancia cubana) tuvo que ir allí a comprarse una!.
Por favor ¿se acuerdan ustedes que los genocidas nada más que nos dejaban sacar de Cuba DOS PARES DE MUDAS DE ROPA?. Yo creo que en sus mentes obtusas y maquiavélicas se alegraban pensando: "¡Estos pobres diablos, antes de cuatro meses, van a andar todos encueros por las calles de La Florida!".
¡Qué equivocado estaban! ahora usted va a Miami y ve a los cubanos con relojes Rolex, montados en Mercedes Benz, con trajes de dril cien, con manillas de oro 18, con cadenones en el cuello de la Virgen de la Caridad y de San Lázaro, y ¡con guayaberas de Puig!".
Y si el exilio le sigue la corriente a Obama, y aumentan los viajes a Cuba llevando paquetes de "ropa de marca", llegará el momento en que "¡El único zarrapastroso cubano será Fidel Castro!". Aunque últimamente ha entrado por el aro y se ha puesto unos Adidas con peste a canguro tuberculoso…
(Amabilidad del autor).
Filed under: Literatura, moda, Política, Sociedad Tagged: Cuba, Esteban Fernández, Fidel Castro, Roberto Robaina
"Esto está aquí que no se calcula" (II). Blog de Tania Quintero.
La segunda parte del artículo de ayer. Blog de Tania Quintero.
Filed under: Política, Sociedad Tagged: Castrismo, Cuba, Tania Quintero
Atentado suicida en el principal aeropuerto de Moscú.
A Week End in Havana (1941). Cuando había Carmen Miranda y agua potable desde el Acueducto de Albear.
De multitudes que han salido a la calle últimamente, y de la que no lo hizo.
De multitudes que han salido a las calles últimamente, y de la que no lo hizo.
En las últimas semanas hemos leído y visto a través de la prensa, de la televisión, y de internet, acerca de la gran cantidad de personas en el mundo que han salido a las calles, en sus respectivos países, a protestar en contra de las injusticias.
En menos de dos años ha habido una Revolución Verde en Irán, abortada, como todos sabemos, y últimamente una explosión social en Túnez, a la que ahora llaman Revolución de los Jazmines. A mí me cuesta mucho definir estos movimientos como revoluciones, pero al parecer a la gente que no las ha sufrido les atrae la palabra de manera fervorosa; salvo a los franceses, ellos lo hacen por nostalgia, aunque no le gustaría que se repitiera el fenómeno en su propio país. Para los franceses, mientras más lejos las revoluciones, mejor; siempre que no les toque a ello constituye tema de fervor, sí, pero únicamente literario, y ni les cuento lo de los pensadores, enseguida se ponen a la caza de los fallos y los gazapos de esas nuevas revoluciones, pero solamente para afianzarlas, con su apoyo, pero que se queden donde están y no se extiendan más allá del hombre distante abatido, del que cae herido.
En las semanas recientes ha habido manifestaciones en contra de los gobiernos de Egipto, de Argelia, de Marruecos, de Venezuela. En Bélgica, según señala el comentarista Alberto, se lanzaron los jóvenes a la calle a exigirle al gobierno. El domingo pasado, en París, hubo una manifestación en contra de las reformas escolares. Y en Miami, hasta un grupo de personas, me cuenta Silvia Anzola, lectora de este blog, salió ayer en un automóvil por las calles céntricas gritando, óiganlo bien: "¡Viva Fidel!", también gritaban improperios en contra de Posada Carriles.
Bien, yo detesto las manifestaciones, pero he hecho muchas en este país junto a un grupo de cubanos y de franceses, pidiendo la libertad de los presos políticos del régimen de Castro, y reclamando libertad para Cuba. No sólo me he limitado a hacer manifestaciones, he escrito cartas a políticos, a presidentes, he puesto mi firma para defender a gente que no conozco, y ellos no me conocen tampoco, pero son cubanos, viven en Cuba bajo una dictadura, y yo sueño con ver a mi país libre de los Castro. Creo que lo que hice y hago está bien, aún cuando a veces me digo que pudiera hacer más por mi propia obra, y por mi trabajo, y claro que me he cuestionado a mí misma: ¿estaré perdiendo el tiempo en esto? Pero de inmediato me saco la duda de la cabeza, y continúo a ciegas. Palos he recibido a montones, pero he aprendido de la vileza del ser humano, y eso ha enriquecido mi literatura.
Yo lo que aun no entiendo, y me avergüenzo cuando los demás me lo preguntan, es cómo los cubanos todavía tienen fuerzas para salir a mendigar cubos de aguas en colas interminables, dando un espectáculo espantoso en las calles habaneras, y no se acaban de lanzar masivamente a las calles, de manera organizada, o espontánea (lo de la organización vendrá después), a reclamar sus derechos. Lo han hecho las Damas de Blanco, pero cada vez más las marchas de estas mujeres, ahora aliadas a la Iglesia católica, devienen menos contestarías para el régimen, tolerarlas sólo ayuda a dar una buena imagen del régimen, y ellas están más aisladas y solitarias que nunca. La represión que han sufrido en el pasado sólo ha servido para que otros se aprovechen de ella, y saquen lascas con el objetivo de abultar curriculums personales. El apoyo del exilio no ha servido para que un grupo numeroso de cubanos se les junte en sus marchas, o sea para que caminen con ellas pidiendo libertad para Cuba. Y tampoco su ejemplo ha generado otros ejemplos.
Oscar Elías Biscet sigue en la prisión, junto a otros diez cubanos renuentes a marcharse de su país. Los familiares de estos hombres no han recibido solidaridad alguna de la gente que hace rato debieron salir a la calle portando cartelones con sus fotos, tal como pasa en cualquier parte del mundo. Ya sabemos que Cuba no es cualquier parte del mundo, y que la dictadura es una de las más férreas que existen, más que la que hay en China, por ejemplo.
Ya sé, me dirán ustedes que los tanques están preparados para salir a arrasar y que eso lo sabe el pueblo, y temen, se cuidan. Los tanques están preparados en todas partes del mundo, incluido el democrático. Añadirán ustedes que cómo puedo pedir semejante cosa desde la comodidad del exilio. No es cómodo el exilio, eso lo saben los verdaderos exiliados, de una parte. Por otro lado, es cierto, resulta inmoral que yo escriba estas palabras. Pero si no las escribo me ahogo.
Zoé Valdés.
Filed under: Política Tagged: Castrismo, Cuba, Zoé Valdés
Chávez, el mono de la Feria turística.
En El País.
Y esto dice el Ministro de Turismo de Venezuela:
"A pocos metros, Cuba, un país mucho más significado políticamente que Venezuela, se presentaba en Fitur con un decorado que recordaba a un café de La Habana y un cigarrero liando tabaco ante los visitantes. "Cuba ha conseguido romper el cerco mediático que contra ella se estableció", explica Fleming. "El turismo le ha permitido mostrar su realidad, a través de los turistas que van a Cuba y vuelven diciendo: 'Todo lo que me han contado de ese país no es verad'. Eso está ocurriendo también con Venezuela. Cualquiera que venga podrá comprobar cuán plena es la democracia"."
Gracias a Miriam Gómez.
Filed under: Economía, Política Tagged: Castrismo, chavismo, Cuba, Venezuela
Zoé Valdés's Blog
- Zoé Valdés's profile
- 106 followers


