Rodrigo Éker's Blog, page 4
January 30, 2025
Reseñas cortas de mis lecturas recientes
1. El Fantasma de Canterville y otros relatos de Oscar Wilde
Calificación: 3/5 estrellas
El fantasma de Canterville es uno de los más icónicos relatos cortos de Oscar Wilde. Se trata de una parodia de la literatura gótica, una sátira de las clásicas historias de castillos embrujados que pululaban en Inglaterra durante el siglo XVIII. En él, una sofisticada familia americana se muda a un antiguo castillo embrujado en el que habita un fantasma que intentará alejarlos de la propiedad aterrándolos. Sin embargo, para desconcierto del fantasma, la familia no siente ningún miedo ante sus artimañas, sino que sus miembros expresan tedio y lástima por aquel ser alienado del mundo. Si bien es un relato sencillo, se lo recuerda por la manera singular con que subvierte las expectativas literarias de su tiempo.
El resto de los cuentos de esta edición son una selección casi completa de tres de las antologías tempranas del autor: "El príncipe feliz y otros relatos" (1888), "Una casa de granadas" (1891) y "El crimen de Lord Arthur Saville y otras historias" (1891). Muchos de estos relatos son de corte infantil y fantástico, mientras que otros son más complejos y elaborados. Destacan "El pescador y su alma" y "El crimen de Lord Arthur Saville". En general, son cuentos interesantes, bien escritos, pero que carecen de profundidad.
Un elemento que caracteriza a la literatura del autor es su formación católica: todos sus mensajes son sobre culpa y sacrificio, y su visión del mundo se supedita enteramente a estos dos conceptos.
2. Cuento de Invierno de William ShakespeareCalificación: 5/5 estrellasInspirado en el romance pastoral titulado "Pandosto" de Robert Greene, este relato de malentendidos y tragedias tiene una estructura irregular, pero destaca por su complejidad y lo completo de su trama.
Leontes, rey de Sicilia, acusa a su amigo de la infancia Polixenes, rey de Bohemia, de seducir a su mujer Hermione mientras ésta se encuentra embarazada. Le ordena a un noble de su Corte, Camilo, que envenene a Polixenes pero, en lugar de cumplir con dicha misión, éste le confiesa al rey el plan macabro y ambos se exilian en Bohemia. Hermione será encarcelada y su hija abandonada en el campo. Como consecuencia de la angustia que la situación provoca, tanto el hijo como la esposa de Leontes fallecerán.
Dieciséis años después, el hijo de Polixenes decide casarse con una campesina, despertando así la ira de su padre. Pronto descubrirán que esta muchacha no es otra que la hija perdida de Hermione y Leontes.
Una obra de teatro compleja, muy desgarradora en su primera mitad pero más leve en la segunda, poseedora de personajes memorables y diálogos de inmensa belleza poética.
Sin dudas, una de las mejores de William Shakespeare.
3. Leviathan de Scott WesterfeldCalificación: 3/5 estrellasEsta historia es un retelling alternativo de los eventos históricos que desencadenaron la Primera Guerra Mundial. Iniciándose con el asesinato del Archiduque Franz Ferdinand de Austria, sigue las aventuras de Alek, su hijo ficcional (basado en los dos herederos reales del aristócrata, Max y Ernst) en su huida lejos del Imperio.

En el mundo de "Leviathan", los alemanes poseen un avanzado armamento mecánico y los ingleses crean tecnología a base de seres vivos (animales modificados genéticamente). Si bien la historia es entretenida, encuentro muy poco del "Steampunk" que suele adjudicársele. Es una trilogía, pero dudo que continúe leyéndola. Está plagada de clichés de la literatura juvenil.
4. Medea de EurípidesCalificación: 5/5 estrellasMedea es una de las mejores y más modernas obras teatrales de la Antigua Grecia. Narrada como apéndice de la leyenda de Jasón y los Argonautas, trata la venganza de la hechicera Medea contra Jasón luego de que éste la abandonara para casarse con la hija de Creonte, rey de Corinto.
Sin embargo, la obra se centra en el tormento psicológico de Medea, las razones detrás de sus actos y nos presenta un retrato compasivo hacia la mujer, que se rebela contra todos los cánones establecidos por la sociedad de su tiempo.
La intensidad emocional de los diálogos, la brutalidad de la violencia que ellos describen y lo intrincado de su trama la han convertido en una de las obras de teatro más estudiadas y representadas de todos los tiempos. Pese a que fue muy cuestionada por los propios griegos y se intentó censurar o modificar alguno de sus aspectos más controvertidos a lo largo de los siglos, permanece vigente como una de las piezas literarias más influyentes jamás escritas.
A partir del siglo XX, con el despertar del movimiento feminista, se ha interpretado a esta obra como gestora de un espíritu antipatriarcal, radicalizado, insospechado para la Atenas del siglo VI a. C.
Definitivamente, uno de esos clásicos que todos deberían leer alguna vez.
5. Las flores del mal de Charles BaudelaireCalificación: 4/5 estrellasLa obra fundamental de uno de los "poetas malditos" franceses, llevados a juicio por obscenidad durante el siglo XIX, es uno de los lazos esenciales entre la poesía romántica y el simbolismo pre-moderno: Las flores del mal (Les Fleurs du Mal).
Los poemas que contiene son de temática variada: el amor, la muerte, la crítica social, la religión, la corrupción de la ciudad de París, el erotismo (cuestión que aparece de manera insistente en casi todos sus poemas), etc. A pesar de que la extensión y la calidad de las piezas que componen este compilado son irregulares, todas se caracterizan por la búsqueda de la exacerbación emocional y el impacto visual de sus metáforas.
En lo personal, considero que los más interesantes son aquellos que muestran una fuerte influencia de la Antigüedad Clásica. También me resultó significativa la constante alusión a otras figuras artísticas contemporáneas, lo que demuestra lo inmerso que estaba Baudelaire en el zeitgeist cultural francés de su tiempo.
Una pieza literaria fundamental, muy útil para comprender la mentalidad romántica de la segunda mitad del siglo XIX

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito. >> CONOCÉ MIS OBRAS LITERARIAS <<
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January 23, 2025
Cómo introducirte a la obra de un nuevo autor

Una de las preguntas que muchos lectores nos hacemos a la hora de abordar a un autor inexplorado es: “¿Por dónde empezar a leerlo?”. Nos topamos de repente con un catálogo inmenso de obras literarias, incluyendo novelas, ensayos y relatos cortos, y nos abruma la idea de cuál título elegir para iniciarnos con su prosa. Empezar a leer a un escritor puede ser una experiencia refrescante, introduciéndote a nuevas ideas, historias, reflexiones y visiones del mundo. Sin embargo, para poder hacerlo sin abrumarte en el proceso, es indispensable tener un procedimiento que te permita evitar perderte. Si estás atravesando dicha experiencia, aquí te dejo algunos métodos que a mí me han resultado muy útiles para leer a nuevos escritores. Espero que te sirvan.¿Cómo empezar a leer a un nuevo autor?1. Empezá por su obra más popular Un buen lugar donde iniciarse con un autor es con su obra maestra, su opus magnum, es decir, el libro del que todos hablan y que ha marcado su legado como escritor. Sea que se trate de una novela cumbre, un ensayo influyente o una colección de relatos, arrancar con la pieza literaria esencial de un escritor te permitirá apreciarlo en la cima de su talento artístico y asimilar rápidamente el porqué de su legado. Seleccionar lo mejor de cada autor tiene la ventaja de que no te quedarás con sus trabajos más tempranos y/o mediocres como primera impresión, lo que podría incentivarte a abandonar su obra.2. Leé cronológicamente Un método útil para leer a escritores más jóvenes que cuentan con un portfolio reducido de obras literarias es hacerlo cronológicamente: desde su publicación más antigua hasta la más reciente. Así podrás apreciar su evolución artística y el desarrollo de sus habilidades. Además, podrás percibir el gradual cambio en sus intereses, la adaptación constante de su visión del mundo y cómo esta se transfiere de un libro al siguiente. Personalmente, encuentro a dicho proceso muy gratificante, porque te permite crecer como lector a la par de dicho autor.3. Empezá con sus obras cortas En el caso de los autores prolíficos con obras grandes e intimidantes (Victor Hugo, Charles Dickens y Fiodor Dostoievski serían buenos ejemplos), una manera muy práctica de mojarte los pies en sus aguas literarias es arrancar con relatos cortos y novelas breves. Leyendo sus piezas más pequeñas y paulatinamente arribando a sus libros más extensos, podrás decidir si su obra te llama suficientemente la atención como para invertir tu tiempo en sus libros más gordos. Es mejor -y más seguro- empezar con un compilado de cuentos que involucrarte con un mamotreto que después vas a terminar abandonando si no cumple con tus expectativas.4. Consultá reseñas y opiniones online Antes de decidirte por un libro, podrías intentar consultar reseñas o blogs literarios (espero que éste que estás leyendo pueda servirte de ayuda) para escoger la obra del autor que más se adapte a tus intereses. Las opiniones de otros lectores sirven para que identifiques los puntos de entrada accesibles o evites los libros que están muy lejos de aquello que estás buscando en este momento.5. Leé introducciones de terceros En el caso de los clásicos antiguos o de libros cuyo contexto y lenguaje es muy ajeno a nuestra época moderna ( Shakespeare , Cervantes o los griegos antiguos podrían servirnos como ejemplo), una buena manera de abordarlos es a través de la voz especializada de terceros. Sea mediante prólogos incluidos en las ediciones de nuestros clásicos, análisis literarios digitales o biografías académicas, asimilar las palabras de expertos en la materia puede ayudarnos a comprender mejor el lenguaje, el contexto histórico o el modo de pensamiento de la sociedad donde se desenvolvió el autor. Empaparte de contexto mejorará indudablemente tu experiencia de lectura.

Recibir inspiración Entre los múltiples beneficios de leer obras de ficción , se encuentra la estimulación del pensamiento creativo. Conocer a autores de todo tipo, con libros de la más variada índole, te inspirará tanto intelectual como emocionalmente, despertando nuevas pasiones en el ámbito de tu vida personal.Arriesgarte a encontrar un nuevo favorito La única manera de afirmar que un libro fue tu favorito es habiéndolo leído primero. De la misma manera, los escritores que se encuentran en nuestra lista de predilecciones son aquellos que pasaron por nuestras manos múltiples veces. En ocasiones, la única manera de expandir esa lista y encontrar un nuevo preferido es arriesgándote a leer nuevos escritores. Nunca sabés dónde estará esperándote una verdadera joya literaria.
Expandir tu persectiva del mundo La literatura no sólo sirve como entretenimiento, sino que también ayuda a modificar nuestra visión del mundo y del lugar que ocupamos en él. Leer a nuevos autores no sólo te servirá para conocer historias interesantes, sino que puede introducirte a nuevas ideas que cambien tu perspectiva y tu manera de ver aquello que te rodea.
Conocer mejor el pasado En el caso de los clásicos, adentrarte en la bibliografía de escritores del pasado te permitirá conocer mejor ciertas épocas históricas, empaparte del pensamiento de la gente que vivió en otros siglos y entender mejor el porqué de muchos de los acontecimientos históricos que fueron preanunciados en la literatura. Leer a nuevos escritores de épocas extintas es la única manera de conocer los modos de vida, de acción y de creencia de nuestros antepasados.
Esos son sólo algunos de mis consejos para adentrarte en la obra de nuevos autores. ¿Se te ocurren otros? Dejamelos en los comentarios :)

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January 16, 2025
Cómo la infancia marcó la narrativa de Charles Dickens
Charles Dickens fue el escritor más importante de la Inglaterra victoriana. Creador de los dramas novelescos más recordados de todos los tiempos, su obra causó un profundo impacto cultural que sigue influyendo en los escritores más variados de la actualidad.
Maestro de la trama, formador de ideas e inventor de algunos de los personajes más célebres de todos los tiempos, sus historias han permanecido latentes en el imaginario colectivo de todo el mundo Occidental. Habiéndose erigido como el primer escritor de lectura masiva, sus obras lo colocaron dentro de los grandes genios literarios universales, valiéndole la reputación del Gran Novelista del siglo XIX.
Sus historias se caracterizaron siempre por una aguda crítica social, una visión moralista de las relaciones sociales y una sátira de las injusticias de la Era victoriana.
Dickens fue el segundo de ocho hijos de un matrimonio originario del sudeste inglés. Su padre era empleado de la Oficina de Pagos de la Marina Real Británica y, si bien no era un hombre acaudalado, se esforzaba por darle a sus hijos una crianza respetable. Sin embargo, el mayor déficit de la familia Dickens pasaba por la educación. El pequeño Charles ansiaba desde muy pequeño recibir una formación privilegiada que lo transformara en caballero, destino que sus padres reservaron para su hermana Fanny -a quien consideraban la única con talento de su clan-. Con el tiempo, fue haciéndose más y más dificil sostener a la creciente familia con los magros ingresos de su padre y las épocas de privaciones empezaron a hacerse sentir.
La vida del escritor daría un drástico giro al cumplir los doce años. John Dickens, su padre, fue arrestado y encarcelado en la prisión Marshalsea por haber incumplido el pago de sus deudas. Como única opción de subsistencia, el pequeño Charles fue enviado a trabajar en una fábrica de pomadas para zapatos, ganando unas míseras monedas y recibiendo malos tratos por parte de su jefe, Bob Fagin.

Eventualmente, John Dickens fue liberado de la cárcel luego de alcanzar un acuerdo con sus acreedores, lo que puso fin al trabajo de Charles en la fábrica. Su madre, oponiéndose a los deseos de su esposo, insisitió para que su hijo regresara al trabajo industrial. John se negó y, en cambio, lo envió a la Wellington House Academy. Charles nunca olvidó que su madre estaba dispuesta a retornarlo a esa ocupación infernal, cosa que jamás le perdonó y alimentó su resentimeinto hacia ella.
Estas experiencias traumáticas marcaron de por vida al autor, quien nunca se refería a ellas de manera directa en conversación ni por escrito, pero que llegaron a colorear los personajes de casi todas sus novelas.
La inclusión de niños en la ficción de Dickens no es accidental ni secundaria, sino que constituye el corazón del mensaje del autor. Buscan reflejar, de la manera más cruda, las injusticias propias de la sociedad victoriana. Representan una encarnación de la pureza y la esperanza que subsisten en un mundo hostil, aquella infancia truncada por la necesidad de supervivencia (que impone la obligación de trabajar o mendigar). El autor no sólo veía estas crueldades forzadas sobre cientos de niños a su alrededor, sino que las había experimentado en carne propia y, por eso mismo, le apasionaba explayarse sobre ellas en cada uno de sus relatos.
Con personajes como Nell Trent de La tienda de antigüedades, David Copperfield, Pip de Grandes Esperanzas o hasta el propio Oliver Twist, Dickens nos muestra una resiliencia constante de la niñez en contextos que incluyen desde la pobreza extrema hasta la violencia familiar. No se centra en explorar el trauma provocado por estas experiencias, sino que las utiliza como mecanismo para denunciar los males de la sociedad de su tiempo. Y, de esta manera, intentó forzar un cambio cultural sobre el rol que ocupaba la infancia en el mundo victoriano.
Dado que muchos de los abusos que el autor sufrió en su niñez fueron trasladados directamente a las páginas de sus novelas, éstas nos muestran elocuentes ejemplos de hambrunas, explotación laboral, separaciones familiares, orfandades, pobreza y miseria espiritual. La exploración de estos elementos fue muy estratégica: buscaba que dichos retratos suscitaran emociones profundas en los lectores de clase media y media-alta que no estaban al tanto de la magnitud de la pobreza infantil inglesa.

La empatía, por lo tanto, fue el arma predilecta del autor para movilizar el cambio social a través de su pluma. El uso cuidado de las emociones como vehículo de expresión literaria, muchas veces desbordadas para generar efecto en el lector, constituyó la principal relación entre Dickens y los escritores del Romanticismo que le precedieron.
La historia de maduración enmarcada en un contexto de redención fue el formato predilecto del autor para estructurar sus novelas. Pip en Grandes Esperanzas, Esther Summerson en La casa lúgubre o el pequeño David Copperfield atraviesan un proceso de adversidad que no sólo forja su carácter, sino que además termina signando su destino. La calidad épica de dichas narraciones terminaron convirtiéndolo, ante los ojos del público, en un ícono de la literatura universal, cultor de las emociones humanas y gran crítico histórico.
Dickens veía en los niños a las víctimas por excelencia de los cambios radicales que ocurrían a su alrededor. La industrialización había traído una enorme prosperidad para las clases medias británicas, pero el requerimiento de mano de obra inmediata había forzado a muchos padres que vivían en pobreza extrema a enviar a sus hijos a trabajar en las fábricas, realidad que nunca dejó de enfatizar en sus libros.
Por otro lado, su pluma intentó echar luz sobre la corrupción que existía en la instituciones destinadas a ayudar a los más vulnerables. Los orfanatos, las asociaciones religiosas y los centros de asistencia social son retratados por el autor como espacios de abuso y humillación. La deshumanización del humanismo es uno de los temas centrales de su obra.
El sistema educativo compulsivo, que apareció con fuerza en Europa durante la segunda mitad del siglo XIX, aparece en sus novelas como una máquina de mantener a los pequeños en la ignorancia y la desigualdad, reforzando jerarquías sociales anacrónicas y distribuyendo sólo dos valores universales: la disciplina y el adoctrinamiento.

La fantasía de autosuperación, de personajes que luchaban por romper el ciclo de pobreza y superar sus circunstancias, fueron espejos de la vida del autor y de las ansias espirituales de generaciones enteras de ingleses que se encontraban en esa misma situación -una de las principales razones por las que sus novelas fueron tan populares-.
Por último, Dickens buscaba denunciar la indiferencia de la sociedad en su conjunto. No sólo hacia la pobreza, sino también hacia los propios vicios sociales que muchos justificaban. Al darle vos a los "invisibles", al señalar a los cómplices y al demostrar cómo la inacción perpetuaba los peores defectos de la Inglaterra de su tiempo, el autor forzaba al lector a cuestionar su propio rol en las injusticias victorianas.
Del legado literario a la acción en la vida real Si bien Dickens no generó un impacto directo sobre las prácticas sociales de su época, sus novelas sirvieron para despertar conciencia en sus lectores. Esta semilla de duda y cuestionamiento que buscaba instalar sirvió como base para muchos de los movimientos de reforma posteriores que eliminaron el trabajo infantil, fomentaron la protección de la infancia, terminaron con la explotación laboral y replantearon la rigidez del sistema de clases británico.
Mezclando experiencia, trauma, denuncia social y una prosa exquisita que reflejaba un inteligente uso del humor, Dickens pasó a la inmortalidad como uno de los principales novelistas del siglo XIX. Su prolífico trabajo nos brindó algunos de los personajes literarios más famosos de todos los tiempos, mientras que sus historias permanecen aún vigentes en la conciencia colectiva de todo el mundo Occidental.
¿Cuál es tu libro favorito del autor? Contame en los comentarios :)

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.
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January 9, 2025
El progreso en Cándido: ¿Es el bienestar humano una ilusión?

Voltaire es reconocido como uno de los más grandes pensadores de la Ilustración francesa. Historiador, filósofo, poeta, novelista y ensayista, su carrera literaria se extendió por casi todos los medios de expresión disponibles en su época. Cultor de la separación entre la Iglesia y el Estado, defensor de la libertad de expresión y de creencias, buscaba oponerse a la intolerancia y el dogma religioso tan prevalente en la Europa del siglo XVIII.
Durante su extensa y controvertida carrera, publicó una importante cantidad de textos que defendían su visión del mundo, ganando una gran fama y numerosos enemigos, e influyendo directamente en los eventos que desembocaron en la Revolución Francesa. En la actualidad, muchos consideran que su obra más importante fue su novela satírica titulada Candide (Cándido o el optimismo), unos de los más directos ataques filosóficos destinados a uno de sus rivales: Gottfried Leibniz.
Cándido es el sobrino bastardo del Barón de Westphalia, enamorado de la hija legítima de éste: Cunegunda. Su tutor, el profesor Pangloss, es un filósofo ("metafísico teólogo cosmolonigólogo") que intenta indoctrinar al muchacho bajo el precepto de que él vive en el "mejor de todos los mundos posibles".
Sin embargo, una serie de hechos fortuitos pondrán en cuestionamiento la veracidad de dicha afirmación. Estos incluyen: el robo y asesinato de la casa real, el exilio forzado, un brutal terremoto, un tsunami, un incendio, un asedio por los bárbaros, la tortura salvaje de su amada y miles de pequeños y encadenados infortunios que poco a poco van destruyendo el alma del pobre Cándido y eventualmente lo llevan a rechazar la idea de que se encuentra en el "mejor de todos los mundos posibles".
La trama es ligera, vertiginosa, fantástica y por momentos excesivamente absurda, plagada de referencias culturales de su tiempo y dada al humor sarcástico y a las observaciones incisivas.
El objetivo principal de Voltaire era satirizar y echar por tierra la filosofía del "Optimismo" de Gottfried Leibniz, un pensador de la Ilustración fuertemente influenciado por la lógica matemática que intentó explicar a través de ella muchos de los fenómenos del mundo natural.
La principal tesis del Optimismo Leibniziano, sostenida en su esayo Teodicea de 1710, era que todas las imperfecciones del mundo se encontraban justificadas debido a que formaban parte del mejor de todos los mundos posibles. El fundamento detrás de esta afirmación era la idea de que el mundo en que vivimos sólo puede ser el mundo más balanceado posible porque fue creado por un Dios omnipotente y omnisciente, quien no elegiría crear un mundo imperfecto si existiese la posibilidad de fabricar un mundo mejor. Por lo tanto, lo que identificamos como defectos deben existir en todos los mundos potenciales, de lo contrario Dios habría elegido excluirlos.
Leibniz buscaba conciliar la filosofía con la religión, mostrándolas a ambas como inseparables, en oposición a una corriente creciente de pensadores del siglo XVIII que ponían en jaque a ésta como sistema para explicar el mundo (fue el momento en que inició la secularización de Occidente). Esgrimiendo dicho argumento, Leibniz se propuso poner fin a las controversias, cosa en la que fracasó épicamente.

Mediante la representación de calamidades interminables, Voltaire demuestra que existe un mal metafísico, medible e irredimible, que no es diseñado por Dios, sino creado por los propios seres humanos. En esencia, defiende la idea del "libre albedrío" que tan importante se convertiría para el Occidente moderno.
Si bien la novela se publicó en 1759, Voltaire no admitió su autoría hasta 1768. Durante esos nueve años, la novela estuvo firmada con el pseudónimo de "Dr. Ralph". La principal razón para este secretismo fue que a la obra la denunciaron inmediatamente las autoridades seculares y religiosas. Las primeras se oponían al cuestionamiento de la autoridad del Gobierno, mientras que las segundas a las burlas sobre la Iglesia. No obstante, en menos de un año se vendieron más de 33.000 copias de Cándido, cifra impensada para su época, convirtiéndola en uno de los primeros best-sellers europeos.
En las décadas subsecuentes, la reedición de la novela fue prohibida por numerosos parlamentos europeos (en Estados Unidos estuvo censurada hasta la década de 1930) y se la incluyó en la lista de libros prohibidos de la Iglesia Católica, el famoso Index Librorum Prohibitorum del Vaticano.
Preguntas que nos deja: ¿Es el bienestar humano una ilusión?Uno de los cuestionamientos que hace Cándido respecto al universo en que vivimos es la posibilidad de que el bienestar humano no sea más que una ilusión. Si bien el propio Voltaire tenía un origen nobiliario, era capaz de ver -al igual que muchos otros pensadores de la Ilustración- la miseria y el dolor ajeno que lo rodeaba. ¿Existe progreso en una sociedad que se encuentra podrida hasta sus cimientos?
Una de las causas de este malestar, según el propio autor, tenía que ver con la fe en la Providencia para sostener la felicidad, la paz y la abundancia del Hombre. Que sólo porque existe un Dios, éste busca lo mejor para nosotros y nos regala la existencia en el "mejor de todos los mundos posibles". Una suerte de comodidad metafísica que nos incentiva a la inacción y la aceptación pasiva.
Por el contrario, como gran defensor de la idea del progreso, el autor encarna en su protagonista un defecto fatal que nunca se modifica ni siquiera hacia el final de la novela: la fe ciega, ingenua, sin capacidad crítica. Así como Cándido absorbió sin filtro las instrucciones de su profesor Pangloss, Voltaire nos advierte sobre el peligro de aceptar ideas que no han sido cuestionadas ni puestas a prueba.
Por lo tanto, el verdadero progreso es el que surge como resultado del uso de la Razón, de cultivar una mentalidad crítica y de buscar soluciones racionales a los problemas del mundo. La verdadera libertad no viene dada por Dios, por la Iglesia, por el Gobierno, por el Rey o por ninguna fuente externa a la cual obedecer. Viene dada por el uso juicioso y responsable de la propia mente.
Como toda literatura del siglo XVIII, su estilo puede resultar un poco anacrónico para los gustos modernos. En lo personal, encuentro que el ritmo de la novela es demasiado agitado -la trama avanza excesivamente rápido, casi hasta el punto de marear al lector- y que algunos de sus personajes son increiblemente superficiales. Esta es una de las características de la sátira de su época: la mofa sin tregua y sin profundidad basada exclusivamente en los conceptos aplicados.
Sin embargo, es una novela imprescindible que te permitirá introducirte al arte de la sátira literaria, comprender mejor la mentalidad de los pensadores de la Ilustración francesa, cuestionar la veracidad de los dogmas religiosos y hacerte preguntas personales sobre la naturaleza metafísica del bien y el mal.
En el fondo, se trata de un clásico infaltable en la biblioteca de todo lector de la literatura universal, uno de los más influyentes de todos los tiempos y la fuente de inspiración de la mayoría de los escritores postmodernos de la segunda mitad del siglo XX.
¿Leíste Cándido o el optimismo de Voltaire? ¿Qué te pareció? Contame en los comentarios :)

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.
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January 2, 2025
Generación saga: por qué los autores nos obligaban a leer secuelas

Si has venido prestando atención al mercado editorial, quizás hayas notado un fenómeno muy curioso que se ha desarrollado a lo largo de las últimas dos décadas y que ha echado raíces en todas las editoriales: la proliferación de las trilogías, las sagas y las franquicias literarias. Con cada vez más frecuencia, los escritores publican libros con la intención de extender sus historias a lo largo de múltiples tomos y mantener a los lectores en vilo.
Si bien esto es más notorio en la literatura juvenil, se trata de un rasgo que ha infectado a todos los géneros y que ha moldeado el consumo de libros de una generación entera. ¿Se trata de una simple estrategia de marketing o hay otros factores en juego?
Desde la aparición de la novela en el siglo XVIII, los escritores de ficción han estado obsesionados con la creación de la "Gran novela universal": una obra literaria trascendente, inmortal, que exprese perfectamente las ideas, emociones y criticas sociales de su autor. La primera mitad del siglo XIX significó el climax de este movimiento. Obras como Los Miserables, Crimen y Castigo o El conde de Montecristo ejemplifican a la perfección dicha búsqueda, con sus intrincadas y épicas tramas de redención que mezclan filosofía, psicología y religión, creando un microcosmos y una identidad propia que las diferencian de las demás historias de su tiempo.
Sin embargo, con el surgimiento de extensas novelas divididas en tomos como En busca del tiempo perdido de Marcel Proust y los ciclos de libros entrelazados como La Comedia Humana de Honoré de Balzac o Los Rougon-Macquart de Émile Zola, el interés de los autores por extender sus historias más allá del libro autoconclusivo aumentó significativamente. Pese a que muchos de estos tomos tenían dificultades para comercializarse y que sus lectores no estaban del todo convencidos con la presentación, eventualmente probaron ser exitosos.
Hacia la segunda mitad del siglo XX, con obras como El señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien y la saga de Los Pilares de la Tierra de Ken Follet, el público masivo empezó a aclimatarse a la idea de las historias extensas publicadas en numerosos volúmenes. Estos ejemplos tempranos sembraron la semilla para el desarrollo de una nueva forma de editar y leer narraciones de ficción.
Con la introducción de la saga de Harry Potter de J. K. Rowling en 1997, uno de los fenómenos editoriales más exitosos de todos los tiempos, hordas enteras de lectores crecieron bajo la presencia de historias prolongadas en múltiples novelas. Estos jóvenes se acostumbraron a esperar al menos un año para obtener una nueva entrega y avanzar con la trama, que siempre terminaba en un cliffhanger o aludiendo al próximo libro.
Gracias al triunfo de esta estrategia de marketing, tanto autores como editoriales empezaron a exigir la publicación de nuevos títulos divididos en múltiples tomos. Sagas como Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins, Los Cazadores de Sombras de Cassandra Clare, Percy Jackson y los dioses del Olimpo de Rick Riordan y Crepúsculo de Stephanie Meyer fueron inmensamente populares entre las nuevas generaciones de lectores.
Hacia finales de la década del 2000, parecía que el único medio de conseguir el éxito literario era mediante la publicación de sagas. Las editoriales lo requerían, los autores lo buscaban e incluso se promocionaba como la única manera de vender a través de la autopublicación. Pero ¿a qué se debía exactamente esta obsesión?
La creación de historias inconclusas a ser continuadas en sus respectivas secuelas demostró ser muy lucrativa para el mercado editorial. Le permitió a los autores crear una base de seguidores dedicada que, una vez enganchados con el primer libro, se verían en la necesidad de comprar las continuaciones para conocer el desarrollo de la historia y la suerte de los personajes.

Gracias al descubrimiento de esta conducta por parte de los consumidores, tanto la industria literaria como los escritores de ficción comprendieron un hecho relevante: sólo bastaba con publicar una muy buena primera novela para exprimir una mayor ganancia por cliente que con la clásica novela autoconclusiva. No importaba si las siguientes entregas eran decepcionantes o de calidad mediocre. Una vez empezada la historia, la mayoría de los lectores se esforzaría por culminarla.
Este modelo de negocios trajo aparejadas ciertas ventajas competitivas: la obtención de clientes repetidos (si compraron el libro una vez, continuarían comprando otros del mismo autor), la creación de fans automáticos (especialmente si la primera entrega cumplía con las expectativas), la eficiencia del esfuerzo de marketing (al estar la audiencia ya familiarizada con los personajes y el mundo ficcional) y las oportunidades de venta cruzada (mediante la edición de box sets, republicaciones, colecciones especiales, etc.)
Esta revolución en las formas de publicación creó una nueva atmósfera editorial que marcó la juventud de miles de lectores primerizos. Quienes crecieron a la sombra del boom de las sagas desarrollaron una marcada preferencia hacia este formato de novelas, acostumbrándose a los finales inconclusos y a las historias contadas a medias y extendidas en el tiempo, que resultaban muy desconcertantes para generaciones de lectores previas.
Además, gracias al advenimiento del género juvenil, estos lectores se iniciaron en la literatura dentro de un mercado hecho a medida de sus intereses: libros que contenían personajes de su edad, género y apariencia física enfrentados a situaciones con las que podían identificarse. Si bien esto contribuyó a potenciar la lectura entre los jóvenes, también atrofió el músculo lector de muchos de ellos. La repetición de temáticas, la limitación de los géneros y lo formulado de las narraciones generó una comodidad lectora que desalentó la exploración literaria, la diversidad de historias y la expansión de las temáticas a ser consumidas.
Con el tiempo, estos mismos lectores se encontraron ante la disyuntiva de migrar hacia otros formatos y estilos o continuar la lectura de sagas, franquicias y libros juveniles. Y esto terminó dividiendo las aguas del mercado, creando nichos de lectores atrapados en la segmentación del marketing que se dio en un momento específico de su juventud, muchos de los cuales terminaron abandonando el hábito de la lectura al ser incapaces de adaptarse a las nuevas tendencias editoriales. Después de todo, el mercado siempre evoluciona y lo que está de moda en un momento deja de estarlo al siguiente.
A mediados de la década del 2010, con el fenómeno en pleno auge, muchos lectores empezamos a cuestionarnos esta sobrepoblación de sagas, trilogías y franquicias que acaparaban los anaqueles de nuestras librerías favoritas. Ya no abarcaban solamente la literatura juvenil, sino que empezaron a aparecer dentro del género policial, los thrillers, el terror, la ficción histórica y hasta la literatura contemporánea (un buen ejemplo de esto último sería el boom de la "autoficción" distribuida en múltiples entregas). Peor aún, muchos lectores descubrían que libros se promocionaban como novelas autoconclusivas, sin ninguna indicación de lo contrario, acababan en un cliffhanger que prometía ser continuado en otro libro.
Esta sobreexplotación del formato serializado empezó a abrumar a los consumidores, que rápidamente empezaron a dejar las sagas inconclusas, se rehusaron a comprar historias de múltiples partes y se abocaron a la adquisición exclusiva de libros auto conclusivos. Poco a poco, las editoriales fueron entendiendo que una nueva tendencia estaba surgiendo entre los lectores de ficción y que el auge de las sagas estaba llegando a su fin.
A partir del 2020, con la pandemia del COVID-19 haciendo estragos en el mercado literario y poniendo en juego la supervivencia de las librerías físicas, muchas editoriales decidieron alejarse de la publicación de sagas, ya que dudaban de la viabilidad comercial de un modelo que requería asegurarse del consumo futuro en un contexto incierto. En consecuencia, la aparición de novelas autoconclusivas volvió a dominar el mercado, como no lo había hecho durante los veinte años previos.
Uno de los problemas que nos legó un mercado saturado por las sagas, las secuelas y las series, fue el advenimiento de escritores que hicieron una carrera literaria exclusivamente escribiendo de esta manera. Esos mismos autores están teniendo severos problemas para adaptarse al cambio, todavía intentando vender historias en múltiples entregas y descubriendo que éstas son rechazadas tanto por los lectores como por las editoriales. Muchos de ellos se están volcando hacia la autopublicación -uno de los nichos donde aún es viable publicar libros serializados- pero el aspecto lucrativo de las décadas pasadas parece haber quedado atrás.
¿Serán estos autores capaces de renovar su producción y dedicarse a las obras autoconclusivas? Algunos ya han venido experimentando con ello. Sin embargo, existe un pequeño grupo de influyentes escritores dispuestos a mantener sus viejos hábitos, apoyándose sobre los gustos de sus propios fans, sin verse inmutados por las tendencias editoriales.
En lo personal, considero que el ocaso de las sagas es una excelente noticia. No sólo porque personalmente me resulta muy desagradable terminar un libro y descubrir que no tiene ningún tipo de conclusión (me ocurrió recientemente con Leviathan de Scott Westerfeld), sino porque siento que para extender el material en múltiples tomos los autores caen en el error de incluir excesivo relleno en sus historias.
Sea cual sea la dirección mayoritaria que tome el mercado editorial en los próximos años, si se orienta hacia el público juvenil o si veremos un resurgir de la ficción adulta, creo que es tiempo de retornar a la idea de la gran novela universal. Después de todo, un libro que es capaz de cambiarte la vida por sí mismo, sin necesidad de acudir a ningún tipo de secuela, conserva un poder que jamás vas a conseguir en las obras serializadas. El poder de la autosuficiencia y la individualidad, del impacto directo, único e irrepetible.
¿Qué opinás al respecto? Contame en los comentarios :)

December 26, 2024
Cómo hacer un diario de lectura en 2025
Una de las herramientas más útiles para organizar nuestra vida lectora es lo que suele llamarse "diario de lectura" o "reading journal". Debido a su practicidad y al potencial que tiene para mejorar la calidad de nuestras lecturas, te propongo utilizarlo este 2025 para sacar el mayor beneficio a tu hábito lector. Si nunca has tenido uno, el año nuevo es la excusa perfecta para empezarlo.
Un diario de lectura es un espacio personal en el que un lector registra sus pensamientos, impresiones, reflexiones y perspectivas acerca de los libros que ha leído. Nos proporciona un inventario de los textos que han pasado por nuestras manos y, al mismo tiempo, nos permite capturar la experiencia de lectura en tiempo real.
Si se utiliza en su plenitud, ayuda a que comprendamos mejor nuestras respuestas instintivas a las obras literarias, las motivaciones detrás de nuestro acto de leer y las dificultades que puedan generarse en el proceso. Aunque no esté hecho para ser compartido con nadie, si eventualmente te interesa reseñar o escribir una opinión pública de un libro, es una base que te permitirá iniciar ese proceso. Podés llevarlo en un cuaderno común, en una agenda o de manera digital.
A pesar de que guardar un registro de lo que se lee significará un trabajo adicional, existen numerosos beneficios en hacerlo. En primer lugar, lograrás perfeccionar tu comprensión lectora, ya que detenerte a poner por escrito la lectura te forzará a reflexionar acerca del contenido de la misma y a organizar tus pensamientos respecto a ella.
En segundo lugar, desarrollarás tus habilidades de escritura, síntesis y expresión personal. Dado que se trata de un documento privado, podés ser tan explícito como desees y ejercitar tu creatividad como mejor que plazca. Esto te ayudará a encontrar inspiración en los libros que pasan por tus manos y expresar tus sentimientos con completa libertad.
Por otro lado, la estructura del hábito te ayudara a cumplir con metas y retos lectores, seguir la pista de todos los libros que leíste en el año y ver el grado de avance que estás teniendo en tus objetivos. Consideralo como una extensa lista de seguimiento de lecturas.
En lo personal, opino que la mejor manera de llevar adelante este tipo de registros es en formato papel y escrito de tu puño y letra. Si bien existen numerosas herramientas digitales que podés utilizar en tus dispositivos o libros prediseñados ofrecidos por las editoriales, es más útil crearlo por cuenta propia. Así tendrás un mayor control sobre el contenido, la extensión y la configuración del mismo.
Es importante que consigas un cuaderno apropiado para tal fin. Éste debe ser de tapa dura, con hojas resistentes y lo suficientemente portátil como para acompañarte en tus sesiones de lectura. Deberá permanecer siempre cerca para que podás vertir tus pensamientos en él apenas sientas la necesidad de hacerlo.
Tu diario de lectura puede ser tan sencillo o tan complejo como te guste. Puede constituirse de una simple lista de libros leidos o puede incluir una ilimitada cantidad de secciones a ser completadas. Algunos elementos que quizás te interese agregarle pueden ser:
Tus páginas pueden ser tan básicas o elaboradas como te parezca. Lo importante es que, si elegiste un formato, lo continúes en el tiempo. Esta consistencia te ayudará a mantener el hábito de registrar lo que leés en tu diario de lectura.
3. Desarrollá un tracker de lecturas Supongamos que te gustaría leer cierta cantidad de libros en el año o que tenés una extensa lista de novelas pendientes en tu biblioteca esperando ser consumidas. Si armás un tracker o seguidor para ir controlando tu avance a medida que transcurre el tiempo, podrás verificar si estás llegando a tus objetivos. Puede ser tan fácil como ir marcando con una cruz los libros de una lista a medida que los vas leyendo, o complejizarse hasta tal punto que cuentes las páginas terminadas cada día. En cualquier caso, es una herramienta muy importante para obtener información útil.

¿Te interesa leer más novelas que el año pasado? ¿Adentrarte en la poesía y los relatos cortos? ¿Darle una oportunidad a escritores de un país o cultura específicos? ¿Querés consumir libros más extensos o explorar la obra de ciertas minorías? Cualquiera sea tu meta, ponerla por escrito e ir chequeando en distintos momentos del año qué tan cerca o lejos estás de alcanzarla, es un uso fundamental de los diarios de lectura.
A medida que vayas concluyendo y calificando distintas obras literarias, es bueno depurar aquellas que te resultaron más destacables. Sean tus favoritos de ese año o de un período específico, dichas listas nos ayudan a mantener siempre presentes aquellos libros que causaron una impresión muy agradable en nosotros.
A veces, un pasaje literario suscita ideas particulares que merecen ser inmortalizadas. Quizás ciertos personajes te hicieron cambiar tu perspectiva del mundo. Es posible que algunas frases se hayan marcado a fuego en tu pecho, conmoviéndote en lo más profundo. Tener el cuaderno a mano e ir transcribiendo estas vivencias constituye una de las finalidades principales de tu diario de lectura. Luego podrás revisarlas y revivir la experiencia que tuviste con ese libro. Es especialmente útil cuando ha pasado mucho tiempo desde la lectura y sentís la curiosidad de saber qué pasaba por tu mente cuando consumías esa obra.
Si estás en mi posición y te interesa escribir una reseña del libro (sea para Goodreads, Booktube, Bookstagram o tu blog literario), ir tomando nota de los temas y las ideas centrales te permitirá estructurar mejor tu crítica de él. Es muy difícil hablar sobre una historia sin tener en claro qué es lo que está intentando decirnos. Anotarlo en tu cuaderno te servirá de referencia e inspiración para llevar a cabo la tarea.

Si bien suelo ser fan de los estilos más minimalistas, no hay nada que te prohíba personalizar y embellecer tu diario de lectura hasta satisfacer a tu corazoncito. Imágenes, dibujos, colores, stickers, recortes y pinturas, todo puede serte útil para transformar este diario en un objeto íntimamente tuyo. He visto ejemplos muy hermosos de diarios personalizados en internet. Si es una idea que te entusiasma, sentite libre de convertirla en realidad.
Tené siempre presente que éste es un documento creado para tus propios ojos y que, probablemente, jamás será visto por nadie. No existe razón para que no seas 100% honesto con lo que escribís en él. Opiniones negativas, pensamientos intrusivos, comparaciones con otras obras, lo que sea que pase por tu cabeza, escribilo con total sinceridad.
La clave de todos los hábitos es la constancia. Si bien no todos leemos de manera habitual, es importante que te esfuerces por escribir en el diario luego de cada sesión de lectura. Así te acostumbrarás a hacerlo y formarás el hábito.
Como el diario es de uso personal exclusivo, no es necesario que lo que en él coloques sea perfecto. Errores (ortográficos y tipográficos), rayones, manchones de tinta, equivocaciones o reescrituras son moneda corriente de este tipo de registros. Aceptalos como vienen y no te esfuerzes por hacer todo perfecto. Con que puedas incluir en él la información requerida, es más que suficiente.
De nada sirve tener un diario si no vas a releerlo en un futuro. Si bien escribir por escribir puede ser satisfactorio en el momento, el fin último de un diario de lecturas es poder consultarlo y referenciarlo en adelante. Por eso mismo, otra práctica importante para mantener el orden es clasificar, etiquetar y organizar los cuadernos a medida que los vayas terminando. Quién sabe, quizás también te apetezca exhibirlos en tu estantería junto al resto de tus libros.
Clubes de lectura, eventos literarios, lecturas conjuntas y grupos de discusión colectiva son ámbitos de inspiración lectora muy rica. Si te sumás a una de estas iniciativas, podés destinar a ellas una sección específica dentro de tu diario con todas tus vivencias de grupo. Así tendrás, sin dudas, muchísimo material para apuntar en tus cuadernos.
Espero que el artículo te haya sido útil. Se sentís inspiración para iniciar el año con un nuevo diario de lectura, te deseo mucha suerte y ojalá puedas mantenerlo hasta fines del 2025.

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.
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Cómo crear un diario de lectura en 2025
Una de las herramientas más útiles para organizar nuestra vida lectora es lo que suele llamarse "diario de lectura" o "reading journal". Debido a su practicidad y al potencial que tiene para mejorar la calidad de nuestras lecturas, te propongo utilizarlo este 2025 para sacar el mayor beneficio a tu hábito lector. Si nunca has tenido uno, el año nuevo es la excusa perfecta para empezarlo.
Un diario de lectura es un espacio personal en el que un lector registra sus pensamientos, impresiones, reflexiones y perspectivas acerca de los libros que ha leído. Nos proporciona un inventario de los textos que han pasado por nuestras manos y, al mismo tiempo, nos permite capturar la experiencia de lectura en tiempo real.
Si se utiliza en su plenitud, ayuda a que comprendamos mejor nuestras respuestas instintivas a las obras literarias, las motivaciones detrás de nuestro acto de leer y las dificultades que puedan generarse en el proceso. Aunque no esté hecho para ser compartido con nadie, si eventualmente te interesa reseñar o escribir una opinión pública de un libro, es una base que te permitirá iniciar ese proceso. Podés llevarlo en un cuaderno común, en una agenda o de manera digital.
A pesar de que guardar un registro de lo que se lee significará un trabajo adicional, existen numerosos beneficios en hacerlo. En primer lugar, lograrás perfeccionar tu comprensión lectora, ya que detenerte a poner por escrito la lectura te forzará a reflexionar acerca del contenido de la misma y a organizar tus pensamientos respecto a ella.
En segundo lugar, desarrollarás tus habilidades de escritura, síntesis y expresión personal. Dado que se trata de un documento privado, podés ser tan explícito como desees y ejercitar tu creatividad como mejor que plazca. Esto te ayudará a encontrar inspiración en los libros que pasan por tus manos y expresar tus sentimientos con completa libertad.
Por otro lado, la estructura del hábito te ayudara a cumplir con metas y retos lectores, seguir la pista de todos los libros que leíste en el año y ver el grado de avance que estás teniendo en tus objetivos. Consideralo como una extensa lista de seguimiento de lecturas.
En lo personal, opino que la mejor manera de llevar adelante este tipo de registros es en formato papel y escrito de tu puño y letra. Si bien existen numerosas herramientas digitales que podés utilizar en tus dispositivos o libros prediseñados ofrecidos por las editoriales, es más útil crearlo por cuenta propia. Así tendrás un mayor control sobre el contenido, la extensión y la configuración del mismo.
Es importante que consigas un cuaderno apropiado para tal fin. Éste debe ser de tapa dura, con hojas resistentes y lo suficientemente portátil como para acompañarte en tus sesiones de lectura. Deberá permanecer siempre cerca para que podás vertir tus pensamientos en él apenas sientas la necesidad de hacerlo.
Tu diario de lectura puede ser tan sencillo o tan complejo como te guste. Puede constituirse de una simple lista de libros leidos o puede incluir una ilimitada cantidad de secciones a ser completadas. Algunos elementos que quizás te interese agregarle pueden ser:
Tus páginas pueden ser tan básicas o elaboradas como te parezca. Lo importante es que, si elegiste un formato, lo continúes en el tiempo. Esta consistencia te ayudará a mantener el hábito de registrar lo que leés en tu diario de lectura.
3. Desarrollá un tracker de lecturas Supongamos que te gustaría leer cierta cantidad de libros en el año o que tenés una extensa lista de novelas pendientes en tu biblioteca esperando ser consumidas. Si armás un tracker o seguidor para ir controlando tu avance a medida que transcurre el tiempo, podrás verificar si estás llegando a tus objetivos. Puede ser tan fácil como ir marcando con una cruz los libros de una lista a medida que los vas leyendo, o complejizarse hasta tal punto que cuentes las páginas terminadas cada día. En cualquier caso, es una herramienta muy importante para obtener información útil.

¿Te interesa leer más novelas que el año pasado? ¿Adentrarte en la poesía y los relatos cortos? ¿Darle una oportunidad a escritores de un país o cultura específicos? ¿Querés consumir libros más extensos o explorar la obra de ciertas minorías? Cualquiera sea tu meta, ponerla por escrito e ir chequeando en distintos momentos del año qué tan cerca o lejos estás de alcanzarla, es un uso fundamental de los diarios de lectura.
A medida que vayas concluyendo y calificando distintas obras literarias, es bueno depurar aquellas que te resultaron más destacables. Sean tus favoritos de ese año o de un período específico, dichas listas nos ayudan a mantener siempre presentes aquellos libros que causaron una impresión muy agradable en nosotros.
A veces, un pasaje literario suscita ideas particulares que merecen ser inmortalizadas. Quizás ciertos personajes te hicieron cambiar tu perspectiva del mundo. Es posible que algunas frases se hayan marcado a fuego en tu pecho, conmoviéndote en lo más profundo. Tener el cuaderno a mano e ir transcribiendo estas vivencias constituye una de las finalidades principales de tu diario de lectura. Luego podrás revisarlas y revivir la experiencia que tuviste con ese libro. Es especialmente útil cuando ha pasado mucho tiempo desde la lectura y sentís la curiosidad de saber qué pasaba por tu mente cuando consumías esa obra.
Si estás en mi posición y te interesa escribir una reseña del libro (sea para Goodreads, Booktube, Bookstagram o tu blog literario), ir tomando nota de los temas y las ideas centrales te permitirá estructurar mejor tu crítica de él. Es muy difícil hablar sobre una historia sin tener en claro qué es lo que está intentando decirnos. Anotarlo en tu cuaderno te servirá de referencia e inspiración para llevar a cabo la tarea.

Si bien suelo ser fan de los estilos más minimalistas, no hay nada que te prohíba personalizar y embellecer tu diario de lectura hasta satisfacer a tu corazoncito. Imágenes, dibujos, colores, stickers, recortes y pinturas, todo puede serte útil para transformar este diario en un objeto íntimamente tuyo. He visto ejemplos muy hermosos de diarios personalizados en internet. Si es una idea que te entusiasma, sentite libre de convertirla en realidad.
Tené siempre presente que éste es un documento creado para tus propios ojos y que, probablemente, jamás será visto por nadie. No existe razón para que no seas 100% honesto con lo que escribís en él. Opiniones negativas, pensamientos intrusivos, comparaciones con otras obras, lo que sea que pase por tu cabeza, escribilo con total sinceridad.
La clave de todos los hábitos es la constancia. Si bien no todos leemos de manera habitual, es importante que te esfuerces por escribir en el diario luego de cada sesión de lectura. Así te acostumbrarás a hacerlo y formarás el hábito.
Como el diario es de uso personal exclusivo, no es necesario que lo que en él coloques sea perfecto. Errores (ortográficos y tipográficos), rayones, manchones de tinta, equivocaciones o reescrituras son moneda corriente de este tipo de registros. Aceptalos como vienen y no te esfuerzes por hacer todo perfecto. Con que puedas incluir en él la información requerida, es más que suficiente.
De nada sirve tener un diario si no vas a releerlo en un futuro. Si bien escribir por escribir puede ser satisfactorio en el momento, el fin último de un diario de lecturas es poder consultarlo y referenciarlo en adelante. Por eso mismo, otra práctica importante para mantener el orden es clasificar, etiquetar y organizar los cuadernos a medida que los vayas terminando. Quién sabe, quizás también te apetezca exhibirlos en tu estantería junto al resto de tus libros.
Clubes de lectura, eventos literarios, lecturas conjuntas y grupos de discusión colectiva son ámbitos de inspiración lectora muy rica. Si te sumás a una de estas iniciativas, podés destinar a ellas una sección específica dentro de tu diario con todas tus vivencias de grupo. Así tendrás, sin dudas, muchísimo material para apuntar en tus cuadernos.
Espero que el artículo te haya sido útil. Se sentís inspiración para iniciar el año con un nuevo diario de lectura, te deseo mucha suerte y ojalá puedas mantenerlo hasta fines del 2025.

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.
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December 19, 2024
El último hombre: la novela definitiva de Mary Shelley
Cuando pensamos en Mary Shelley, generalmente se nos viene a la cabeza su clásica novela Frankenstein. Sin embargo, hay una historia dentro de su producción literaria que ella consideraba como una de sus más importantes y que permaneció debajo del radar durante mucho tiempo: la obra post-apocalíptica titulada El último hombre.
Esta épica narración ficcional nos cuenta la destrucción de una Europa futurista, acechada por una plaga que amenaza con quebrar la voluntad de toda la Humanidad. Y, debido a la delicada construcción de la narración, considero que es una de las mejores novelas de toda la carrera de esta maravillosa escritora inglesa.
Ambientada entre 2073 y 2100 en una Inglaterra futurista que tiene mucho más en común con el siglo XIX que con un futuro imaginado, la novela empieza como un drama pasional de intrigas palaciegas. Leonel Verney, hijo huérfano de un noble caído en la miseria, se hace amigo del Duque de Windsor, Adrian, un agradable muchacho que termina convirtiéndolo en caballero. Junto a su hermana Perdita, Leonel se muda al castillo de Windsor y traba una estrecha relación con la familia Real. Allí se enamora de Idris, la hermana de Adrián, mientras que Perdita se enamora de Raymond, un ambicioso joven militar que ansía convertirse en el Rey de Inglaterra por encima de la línea de sucesión que lo tiene a Adrian como favorito. El conflicto estalla cuando quedan en claro las intenciones republicanas antimonarquistas de Adrian que amenazan la estabilidad del Reino. Y la idea de un matrimonio entre el Duque y la hermana de un huérfano sin posición nobiliaria termina enemistando a la realeza de Windsor.
Sin embargo, cuando la historia se aproxima a un climax argumental, se entromete un hecho fortuito que dará forma a la segunda mitad de la novela: un brote pandémico de la peste bubónica que desvasta a Europa como nunca antes se ha visto. La enfermedad no da tregua y no distingue de clases sociales. La familia del Duque se verá forzada a encerrarse primero en su castillo mientras la población perece a su alrededor, y luego a exiliarse de Inglaterra en el continente europeo, cuya destrucción termina por barrer con los cimientos de la civilización que hasta ese momento habían conocido. Enfrentando al lector y a los personajes a lo desconocido, Mary Shelley da un argumento potente para sostener la imprevisibilidad y la fragilidad de la vida humana.
La novela funciona como una síntesis de todos los temas que Mary Shelley buscaba explorar en sus obras literarias. Por un lado, ficcionalizó a través de sus personajes muchos de los eventos que ocurrieron en su vida real: la trágica muerte de su marido Percy luego de que una tormenta hundiera su bote en el río, el exilio en guerra de Lord Byron, el luto por la pérdida de sus hijos, etc. En cada sección de la narración encontramos de manera desbordada los traumas personales de la escritora, en la mejor tradición del Romanticismo europeo.

Por otro lado, la novela explora el fracaso de los ideales republicanos -encarnados en Adrian-, el sentido de aislamiento involucrado en la nobleza y los fallos limitantes de la medicina moderna. A través de Lionel Verney, el último hombre que quedará en pie sobre la Tierra, la autora nos presenta un retrato descarnado y pesimista del individualismo Romántico: la soledad del hombre como un hecho existencial profundamente trágico.
A pesar de que la autora la consideraba como su obra más importante, la publicación del libro fue una experiencia tortuosa. El tono pesimista de la historia imitó a muchos de los textos que habían aparecido en Francia e Inglaterra en el transcurso de la década, copiando el tema del "último ser humano" del planeta que fue muy popular durante la era del Romanticismo inglés.
Sin embargo, luego de su publicación, El último hombre fue destrozada por la crítica. Algunos reseñadores la catalogaron como "enfermiza", plagada de "crueldades estúpidas" y nacida de la "imaginación enferma" de la autora. Esta recepción tomó por sorpresa a la propia Mary Shelley, quien había pensado que se convertiría en un gran éxito de ventas. Tuvo que prometerle a su editor un libro más popular para su próxima publicación sólo con el objetivo de mantener su contrato.
Debido a la áspera reacción de la crítica, sólo dos ediciones se publicaron del libro: una en Londres y otra en París, ambas en 1826. No volvió a editarse hasta 1965. Y aún así, permaneció por debajo del radar del público general durante gran parte de su existencia. No fue hasta el año 2020, con la pandemia del COVID-19 y la crisis del cambio climático, que la obra cobró una relevancia inédita y se transformó en un éxito de ventas. La idea de un "último ser humano" que sobrevive al caos natural propagado por el hombre se volvió muy trascendente para los tiempos que corren, introduciendo otra faceta de esta clásica autora a nuevas generaciones de lectores modernos.
Por qué deberías leerlaDe todos los libros de Mary Shelley, considero que El último hombre es el mejor de su producción. La historia es muy interesante, la prosa llega a alturas poéticas muy elocuentes, los personajes están profundizados de manera admirable, está plagada de escenas conmovedoras que te llegan al corazón y la estructura de la trama se desenvuelve con sorpresiva naturalidad. El héroe de la narración, el joven Leonel, es el arquetipo del hombre Romántico, siempre enterrado en una bruma de sentimientos y pasiones, y su viaje a lo largo de la historia nos identifica con sus batallas personales. Fue claramente una novela pensada para ser un gran clásico, muy avanzada para su época, pero que nunca recibió el reconocimiento que se merece.
Y, dado que sus temas están más vigentes que nunca, es hora de otorgarle a esta pequeña historia post-apocalíptica el lugar que le corresponde dentro del canon literario universal. Le sobra calidad, profundidad y, sobre todo, atención detallista a la psicología humana.
¿La has leído? ¿Qué te pareció? Contame en los comentarios :)

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.
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December 12, 2024
Diario de escritura 11: Gótico y Dark Academia, una amalgama accidental

Luego de una pausa que ocupó un semestre completo, he retomado el trabajo en mi segunda novela. Como ya les he revelado en otro de mis Diarios de Escritura, la obra es una novela gótica ambientada en la Provincia de Mendoza y trata sobre un muchacho de dieciséis años que visita a un tío desconocido que habita en lo profundo de la Coordillera de los Andes, en una antigua y lujosa mansión en estado dilapidado.
A medida que he ido revisando el material, estructurado bajo el estilo de las clásicas novelas góticas del siglo XIX, me he dado cuenta de que la historia tiene el potencial de responder también a la estética del Dark Academia, especialmente en el aspecto sensorial de la misma. Esta combinación de estilos, no buscada de manera intencional en un principio, promete ser muy fructífera si consigo integrarla de manera convincente.
En el año 2020, cuando todavía contaba con mi canal literario de youtube, fui uno de los primeros creadores de contenido en hablar de la estética Dark Academia para el mundo hispanohablante. En ese momento, sentí que pocas personas se iban a interesar por el género y su respectivo aspecto visual, ya que éste parecía muy alejado de la cultura y la idiosincracia latinoamericanas. Sin embargo, para mi sorpresa, he visto que en los últimos años los jóvenes han adoptado al Dark Academia con más fuerza y pasión que ninguna otra estética de origen digital. Especialmente para quienes somos lectores, el estilo apela a nuestro sentido del refinamiento, nuestro gusto por el aprendizaje y nuestra tendencia a la idealización de los mundos ficcionales -sobre todo los académicos-.
El Dark Academia se ocupa de la educación de élite, las artes, la literatura, la poesía, la Antigüedad Clásica, la arquitectura gótica universitaria y muchos otros elementos que aluden a una idílica estancia colegiada orientada a las pasiones refinadas. Al mismo tiempo, las historias que pertenecen al estilo se centran en la muerte, los misterios, los asesinatos y la perversidad que se oculta por debajo de la alta sociedad (justamente, el aspecto "Dark" implicado en el nombre).
Cuando fui releyendo aquellos capítulos de mi libro que completé durante la primera mitad del año, fui descubriendo largas y emotivas descripciones sobre pinturas al óleo, sonetos de Shakespeare, discusiones acerca del rol del artista, refinadas comidas en una mansión de lujo, nostalgia por las épocas universitarias y una presencia constante de la música clásica, las esculturas y las obras de teatro. El aspecto visual del Dark Academia es reflejado en la ambientación misma de la novela y me sorprendió lo compatible que resultaron las imágenes que conseguí plasmar en el papel con el estilo mismo del movimiento.

Por otro lado, la novela se centra en los misterios escondidos, en el descubrimiento de inconfesables secretos familiares, en las muertes inexplicables del pasado y en las pasiones reprimidas. Este otro aspecto, inesperadamente, también se adapta a la estética del Dark Academia.
Lo sobrenatural, que responde al género gótico del texto, está tratado de manera más tradicional: historias sobre fantasmas, espectros torturados, desdichas de generaciones pasadas y el recuerdo de tragedias que vienen a apoderarse del presente. Pasillos vacíos embrujados por el espíritu de lo desconocido y lo inconfesable, tormentas terroríficas que amenazan los cimientos de la casa, y una permanente noción de ruina y decadencia aparecen como rasgos fundamentales de la narración.
A medida que avanzo con las revisiones, me mantengo indeciso acerca de cuál es el estilo final que deseo incorporar en este libro. Creo que hay ventajas y desventajas de orientarme hacia una de las dos opciones. Sin embargo, lo que más me interesa es combinar ambos estilos en una ambientación híbrida que utilice lo mejor de cada uno. A veces siento que la naturaleza descriptiva de mis pasajes narrativos puede llegar a resultar un poco densa a cierto tipo de lectores. Pero, para quienes aman tanto como yo el aspecto visual y sensorial de un libro y aquellas historias que logran compenetrarte a fondo con los sitios en donde éstas transcurren, creo que será una experiencia agradable y muy valorada. Mi mayor deseo es crear una historia que sea memorable no sólo por su trama y sus personajes, sino por su estética: un festín visual que cause una huella profunda en la imaginación de mis lectores.
A pesar de lo interesante que resulta discutir las cuestiones ornamentales y atmosféricas de un libro, opino que todo buen escritor debe centrarse en lo más importante de una historia: la trama y los personajes. En este momento, mi prioridad fundamental es dedicarme a explorar las complejidades de cada uno de mis personajes y estructurar el libro de una manera coherente y creíble.
Dado que la narración se basa en pequeñas revelaciones que van sucediendo de a poquito, encuentro que la mayor dificultad está en irlas descubriendo de manera realista sin que resulten artificiales. Esto requiere de un gran trabajo de preparación en los capítulos previos a las mismas para que se lean como naturales dentro del contexto de la historia. Sé que lo que estoy diciendo es extremadamente difuso, pero se debe a que quiero evitar hacer spoilers de cualquier tipo.
Trabajaré arduamente en los meses de diciembre, enero y febrero con el objetivo de terminar el primer borrador de la novela antes de que termine el verano. El año pasado me propuse el mismo objetivo, pero fui incapaz de cumplirlo. ¡Espero tener mejor suerte en este incipiente 2025!

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.
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December 5, 2024
Literatura del Romanticismo: Pasión y libertad en el siglo XIX

El Romanticismo del siglo XIX causó un profundo impacto cultural cuyos ecos continúan resonando hasta el día de hoy. No sólo representó una estética inmensamente popular que se apoderaría de todas las ramas del arte de su tiempo, sino que redefinió el significado y la función del mismo y el rol del artista en la sociedad moderna. Originándose en Europa central a fines del siglo XVIII, alcanzó su momento de esplendor entre 1800 y 1850 y continuó evolucionando durante muchas de las décadas posteriores.
A diferencia de otros movimientos artísticos contemporáneos, el Romanticismo buscaba poner énfasis en la experiencia estética, glorificando a la Naturaleza por encima de la Razón y en detrimento de la modernidad industrial. Y, bajo ese paradigma, fue responsable de muchas de las mejores obras literarias jamás escritas.El rechazo a las convenciones iluministas Los románticos buscaban poner el foco en la subjetividad individual, argumentando que la pasión y la intuición eran las herramientas esenciales para descubrir la verdadera belleza: aquella que produce una conmoción emocional. En contraposición a la "Era de las Luces", este movimiento se alejó conscientemente del culto a la Razón que tanto había dominado a la Europa de su tiempo y se acercó al mundo de lo sobrenatural, enfatizando la imaginación y la idealización por encima de las capacidades intelectuales. Se volvió muy popular entre los escritores románticos honrar el llamado "culto a la sensibilidad", retratar el aspecto menos optimista de las relaciones humanas y definir al artista como un ser aislado de sus pares. La Naturaleza como un refugio inquebrantable El uso de las ambientaciones naturales en la literatura romántica no buscaba ser un mero telón de fondo, sino que transformó a la Naturaleza en un personaje en sí misma. En la mente de estos escritores, el mundo natural era un sitio donde el alma podía finalmente descansar, un refugio bajo el cual ponerse a salvo de las crueldades de la vida y, a su vez, una inagotable fuente de inspiración y temor.

Abundan en la poesía y la prosa de esta época extensos pasajes que describen la grandeza todopoderosa de la montaña, la calma de los ríos, la profundidad infranqueable de los bosques, la ferocidad de los animales y la inmensidad inescrutable del firmamento. A través de ellos, sus autores nos invitaban a experimentar el mundo desde nuestra pequeñez humana asfixiada por el poder sombrío del mundo natural.
Lo sobrenatural, aquella fuerza omnipresente Muchos escritores de este período estaban fascinados con lo desconocido y con el misterio que se oculta detrás de los fenómenos inexplicables. Mediante la inclusión de leyendas, fantasmas y otros temas esotéricos, buscaban involucrar el lector en lo que existe más allá de la comprensión. Esto, afirmaban, le brindaba a la mente humana un alivio de los fastidiosos patrones sociales y morales y del peso opresivo de los tabúes. Los románticos daban gran importancia a la descripción del "alma" como elemento separado de la identidad humana cotidiana, exploradora independiente de planos de existencia inusuales. Y, si bien no todos incluían elementos sobrenaturales en sus obras, quienes sí lo hicieron ayudaron a dar forma al movimiento.El individuo como centro de todo Desde la época del Renacimiento italiano, Occidente dio un giro hacia el humanismo racional, basado en la idea de que el Ser Humano individual, alejado de los misterios religiosos, está en el centro del universo -por encima de los Dioses y espíritus que habían dominado la cultura medieval-. A pesar de que el Romanticismo rechazó el racionalismo de la Ilustración, sí conservo el énfasis en el individuo como eje central de su propio mundo, pero ahora atado a una subjetividad radical.

Para los románticos, el hombre heróico era un ser solitario que luchaba contra su propia sociedad, en defensa de sus propias convicciones, y se hallaba en una constante búsqueda de su propia identidad. Esta exacerbación del "yo" venía a transmitir uno de los mensajes primordiales del movimiento: la creencia en que la esencia del hombre no estaba en su interacción con el mundo sino en su propio ser.
De las tradiciones cosmopolitas al nacionalismo El individualismo romántico y el rechazo a las tradiciones preestablecidas derivó rápidamente en la defensa de la autodeterminación de las naciones desde un punto de vista geográfico, étnico, lingüístico y religioso. Si bien éste puede ser considerado el legado más oscuro de la Era Romántica, fue históricamente trascendente para la formación de la Europa moderna. Muy prevalente en la poesía, el nacionalismo romántico intentaba exaltar las virtudes de los distintos países y se valía de la revitalización del folklore como su principal arma. En contraposición a las corrientes clasicistas y neoclásicas que se esforzaban por crear una experiencia universal para todos los seres humanos, los románticos intentaban segmentar el mundo en pequeñas unidades geográficas generadoras de identidad. Por esta razón, estuvo detrás de muchos de los conflictos nacionales que se esparcieron por Europa durante el siglo XIX.

El gótico como hijo pródigo El Romanticismo fue indispensable en el sostenimiento y desarrollo de la literatura gótica europea. Un género que se desarrolló de manera casual , pero que encontró una inmensa popularidad entre los lectores de su tiempo, se basaba en la estética del miedo y de lo inquietante. La ficción gótica ponía énfasis en la arquitectura en decadencia, lo sobrenatural, los ambientes claustrofóbicos y los espectros espirituales de todo tipo. Dado que compartía el tono y los intereses con la ficción romántica, muchos autores experimentaron alternativamente con ambos géneros.Autores que definieron el movimiento Con la publicación de Las penas del joven Werther de Johann Wolfgang von Goethe en 1774 (uno de los ejemplos más tempranos de la literatura romántica derivada del Sturm und Drang alemán), el público empezó a familiarizarse con una nueva forma de héroe que se convertiría en sinónimo de la estética romántica: el artista joven y sensible de temperamento apasionado que es incomprendido por su sociedad. A partir de entonces, escritores tales como E. T. A. Hoffman, Hans Christian Andersen y los Hermanos Grimm se apoderaron de la escena en Alemania con relatos que instilaron un sentido de identidad nacional; mientras que Friedrich Schiller, Friedrich Hölderlin y Joseph von Eichendorff inspirarían a los jóvenes con sus visiones de libertad y tragedia.

En Inglaterra, Percy Shelley y Mary Shelley, con su poesía y prosa respectivas, denunciaron las crueldades del mundo industrializado y se dedicaron a idealizar la mortalidad y el mundo de lo sublime. Poetas como William Wordsworth, Samuel Taylor Coleridge, William Blake, John Keats y Lord Byron, buscaban salir de lo meramente contemplativo y volcarse hacia un desbordamiento espontáneo de sentimientos potentes. Este último autor fue responsable de la invención del llamado "héroe byroniano": un hombre cínico e implacable capaz de profunda afección romántica. En Francia, la irrupción del romanticismo estuvo dada por escritores de la talla de Victor Hugo, Alexandre Dumas, Prosper Merimée, Alfred de Vigny, Alphonse de Lamartine y Alfred de Musset. Los conflictos maritales, los amores prohibidos y los tabúes sociales fueron los temas predilectos de dichos autores, que intentaban conmover hasta las lágrimas mediante sus turbulentas y trágicas historias. Libros importantes de este período fueron: Los Miserables, La dama de las Camelias, Frankenstein, Don Juan, Marmion, Christabel, El jorobado de Notre Damme, Carmen, Rojo y Negro, El Conde de Montecristo, La novia de Lammermoor, William Tell y La cartuja de Parma, entre muchos otros.
¿Por qué leer literatura del Romanticismo? Entre todos los géneros y movimientos artísticos que han regido el mundo de las Letras, el Romanticismo nos ofrece una perspectiva única y atractiva. A través de sus historias, nos adentramos en las profundidades de la experiencia humana, explorando pasiones, suscitando emociones y hundiéndonos en reflexiones acerca del amor, la muerte y la naturaleza de la existencia. Los escritores románticos ponían mucho énfasis en la orfebrería del lenguaje, buscando desarrollar un efecto deslumbrante que conmoviera al lector y pusiera de manifiesto las pasiones más crudas, de manera desproporcionada, para causar gran impacto emocional. Debido a esto, la literatura romántica es una de las más placenteras de leer y una fuente inagotable de entretenimiento y emoción. Además, te ayudará a ampliar tu vocabulario y a encontrar expresiones muy poéticas para ilustrar los fenómenos cotidianos.
A pesar de que el tiempo de esplendor del Romanticismo se extinguió hace ya más de un siglo y medio, su presencia se ha vuelto omnipotente. Nuestra visión del arte como vehículo de expresión del mundo interno del artista, nuestra noción del escritor como un ser torturado y la idea de que las personas más creativas son genios incomprendidos por el mundo, nos han llegado como herencia directa del movimiento Romántico. ¿Existe acaso sobre la Tierra mente y alma que no haya sido penetrada por la grandeza de estos escritores?

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.