Roberto Wong's Blog: El Anaquel, page 5

February 28, 2021

Reseña: Un verdor terrible de Benjamin Labatut

«Monstruos que inspiraron a Mary Shelley a escribir su obra maestra, Frankenstein o el moderno Prometeo, en cuyas páginas advirtió sobre el avance ciego de la ciencia, la más peligrosa de todas las artes humanas»Un verdor terrible – Benjamin Labatut

Benjamin Labatut poseé uno de esos perfiles sui-generis: nació en Rotterdam, creció en La Haya, Buenos Aires y Lima y vive ahora en Santiago de Chile. De sus primeros años en la escritura el autor cuenta que vivió por un tiempo «como un ermitaño. Pasé más tiempo soñando que despierto. Aprendí a meditar, conocí otra parte de mi cerebro». La entrevista completa es interesantísima: un Labatut casi vagabundo avanza bajo el sol de Miraflores escoltado por perros callejeros.

En uno de los cuentos de su primer libro el narrador (¿autor?) confiesa:

Lo que realmente quería era ser escritor. Una decisión valiente, pensaba yo, algo con lo que había soñado durante toda mi vida. No era una vocación como cualquier otra: ser escritor, como ser soldado o samurái, tenía que ver con una postura violenta frente a la realidad, una oposición activa, una resistencia sin compromisos y sin tregua. La normalidad, la rutina, la felicidad eran para los demás, mientras que la vida del escritor servía para acercarse al abismo. Dónde estaba el abismo y qué se hacía cuando se alcanzaba ese punto era algo que no sabía. Supongo que quedarse mirando hacia adentro.

Esta cita del cuento La Antártica empieza aquí podría ser el epígrafe de Un verdor terrible: lo que leemos en los cinco relatos del libro son los abismos que se abren al margen de la ciencia, la oscuridad al lado de las certezas, el terror corriendo al lado del progreso –un espacio sin duda poco apreciado por los escritores por preferirse otras alternativas (a esto: los vicios, el amor, la Historia, la posibilidad, por mencionar tan solo algunos ejemplos).


«La literatura ilumina aquello que la ciencia oscurece»


Benjamín Labatut


El libro comienza con una trampa: lo que se narra posee distintos grados de verdad (el autor nos advierte en el postfacio que el libro es “una obra de ficción basada en hechos reales”, y que “la cantidad de ficción aumenta” al tiempo que se progresa en el libro), lo que dificulta la aproximación al texto: ¿comenzamos con un ensayo de divulgación, para avanzar hacia la ficción más pura?

Salvado el hipo inicial, el primer texto, Azul de Prusia, narra la conexión desconocida entre las drogas que utilizaban las tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, el cianuro y las cámaras de gases junto al «azul de prusia», pigmento apreciado por centenares de artistas al comienzo del siglo XX:

Décadas antes, un antecesor del veneno utilizado por los nazis en sus campos de la muerte -el Zyklon A- había sido rociado como pesticida sobre las naranjas del estado de California, y empleado para despiojar trenes en los que decenas de miles de inmigrantes mexicanos se escondieron al entrar a los Estados Unidos. La madera de los vagones quedaba teñida con un hermoso color azulado, el mismo que puede verse lasta el día de hoy en algunos de los ladrillos de Auschwitz; ambos remiten al verdadero origen del cianuro, derivado en 1782 del primer pigmento sintético moderno, el azul de Prusia.

Páginas después, el texto continúa:

Uno de los componentes del elixir de Dippel fue lo que acabó produciendo el azul que adornaría no solo La noche estrellada de Van Gogh y La gran ola de Kanagawa de Hokusai, sino también los uniformes de la infantería del ejército prusiano, como hubiera algo en la estructura química del color que invocara la violencia, una sombra, una mácula esencial heredada de los experimentos del alquimista, quien despedazó animales vivos y ensambló sus partes en horribles quimeras que intentó reanimar con electricidad, monstruos que inspiraron a Mary Shelley a escribir su obra maestra, Frankenstein o el moderno Prometeo, en cuyas páginas advirtió sobre el avance ciego de la ciencia, la más peligrosa de todas las artes humanas.

El libro no es una acusación contra la ciencia, sino más bien su lado B: los avances que han formado al mundo de una manera u otra tienen (como en el caso del azul de Prusia) un lado oscuro detrás.

En La singularidad de Schwarzschild, un matemático, astrónomo y militar durante la Primera Guerra Mundial sienta las bases de la Teoría de la Relatividad. El texto es una oda a la curiosidad, la maravilla y el asombro.

En 1910, descubrió que las estrellas tenían distintos colores y fue el primero en medirlos utilizando una cámara especial que construyó con la ayuda del conserje del observatorio de Postdam (el único otro judío que trabajaba allí además de él), con quien solía emborracharse hasta el amanecer. Utilizó esa cámara, que se apoyaba en el palo de la escoba del conserje e iba trastabillando en círculos, tomando fotos desde diverso ángulos, para confirmar la existencia de los gigantes rojos, monstruosas estrellas ciencots de veces más grandes que nuestro sol.

El resto de los textos recorren rutas similares: Cuando dejamos de entender el mundo es un recorrido por los orígenes de la Teoría Cuántica, y El corazón del corazón es una exploración de los misterios (espirituales y conceptuales) de las matemáticas puras. En este sentido, podríamos proponer que Un verdor terrible es, en realidad, un libro de viajes, donde el trayecto no es geográfico ni espiritual (ni el paisaje ni el mundo interno de los personajes cambia drásticamente), sino a través de estadíos, de maneras de entender el mundo y, acaso, a través de las múltiples fronteras del progreso que van bordeando abismos inefables.

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Published on February 28, 2021 05:09

February 27, 2021

¿Cómo comenzar un podcast? Guía Sencilla y Recursos

Hace tres años arranqué con el podcast El Anaquel, dedicado a comentar libros y hablar de literatura. Lo que he aprendido tal vez te sirva para comenzar tu primer podcast.

El podcast ha democratizado la radiofonía: cada vez más personas crean y consumen contenidos en plataformas específicamente dedicadas a ello. En 2020 había 850 mil podcasts activos (la mayoría de ellos en inglés) y más de 30 millones de episodios al aire. En palabras de Jorge Carrion, el podcast es «una nueva critura digital, un objeto cultural no identificado», quizás por el entretejido que se forma entre las redes sociales, las plataformas de streaming (siendo la más nueva Clubhouse) y los contenidos digitales.

Es un hecho que vive una época de oro, y esta breve guía pretende ayudarte a comenzar tu primer podcast.

¿Cómo elegir el tema?¿Cómo elegir la duración?¿Cómo crear la portada de tu podcast?¿Qué necesitas para comenzar tu podcast?¿Qué software gratuito puedes descargar para crear tu podcast?¿Cómo puedes subir tu podcast a iTunes, Spotify y otras plataformas?¿Cómo puedes promover tu podcast?Cómo elegir el tema

El arte siempre es una obsesión. Cuándo una vez me preguntaron cómo había comenzado mi podcast, me di cuenta que todo empezó como una manera de compartir mis lecturas (en el blog y en mi cuenta de Instagram publico reseñas de libros todo el tiempo). Si todavía te preguntas el tema potencial de tu podcast, puedes hacer dos cosas:

Anota en una lista todas tus obsesiones y afectos: a partir de esa constelación puedes elegir un tema que te apasione para comenzar.Si esto no es suficiente, hay otras maneras de abordar el problema: el mal llamado diagrama ikigai es, en realidad, un modelo sencillo (y quizás efectivo) para reflexionar sobre la intersección entre lo que nos gusta, en lo que somos buenos y lo que nos hace ganar dinero –elimino en mi versión, «lo que el mundo necesita», pues me parece menos relevante para crear un podcast.

Mi podcast, por ejemplo, está únicamente en el círculo de «lo que me gusta», pero no hay una fórmula o intersección correcta. Pensar en estas tres dimensiones, sin embargo, te puede ayudar a acotar tu tema –sobra decirlo, pero sugeriría mantenerte alejado de las modas o los temas populares: si algo no te entusiasma o no te interesa te será muy difícil crear un contenido de calidad al respecto.

¿Cómo elegir la duración de tu podcast?

Hay dos formatos usuales: 30 y 60 minutos. Esto, sin embargo, es una convención: lo interesante del podcast es que en realidad puede durar lo que tú quieras. Dicho esto, Dan Misener se tomó esta pregunta muy en serio y analizó 19 millones de podcasts para entender la duración promedio por categoría. Estos son los resultados:

La media está en 36 minutos 34 segundos, aunque si tu podcast pretende enseñar un idioma tal vez te interese hacerlo en un espacio más corto.

¿Cómo crear la portada de tu podcast?

Un podcast casi siempre viene acompañado de una portada. Su objetivo es:

Diferenciar tu contenidoAyudar al escucha a identificar el temaCrear una identidad única

Sería muy extraño, por ejemplo, que un podcast sobre meditación tenga una ilustración de heavy metal por portada o viceversa. Dicho esto, hay dos cosas que puedes hacer:

Utilizar herramientas como Canva, que cuentan con cientos de templates para todos los gustosMezclar un editor gratuito de imágenes como Pixlr junto a un banco de imágenes grautito para crear tu propia iconografía

En mi caso me decanté por la segunda opción: quería rescatar la estética ochentera de los cassettes en el podcast por un tema de nostalgia (fue así como comencé a escuchar música: copiando y compartiendo cassettes con amigos. El cassette también es un ícono del mixtape, compilación personal de música y producto cultural que podría ser, en cierto sentido, el antecedente del podcast).

¿Qué necesitas para comenzar tu podcast?

El equipo que necesitas no es tan difícil ni caro de conseguir: la segunda y tercera temporada de El Anaquel la grabé con mi computadora (la compré en 2014, así que ya tiene unos años) y un micrófono USB bastante barato. No necesitas mucho más. La edición, sin embargo, toma bastante tiempo, pero puedes reducir el tiempo invertido en ello si tomas en cuenta un par de cosas:

El eco del lugar en el que grabasEl ruido ambiental (incluso el sonido de tu computadora puede llegar a colarse en la grabación)Chasquidos y otros vicios al hablar

Cada uno de estos problemas pueden reducirse al tomar precauciones en las condiciones que grabas (yo, por ejemplo, mantengo el micrófono lo más alejado del ordenador para evitar contaminación en la grabación) y con un buen micrófono (este artículo tiene algunas recomendaciones para distintos presupuestos).

En todo caso, vale la pena recalcar que no necesitas una gran inversión para comenzar.

¿Qué software gratuito puedes descargar para crear tu podcast?

Hay varias opciones para editar audio –creo que las Mac viene con un software pre-instalado–, pero si eres un usuario de Windows probablemente necesites un software para crear y editar tu podcast. En mi caso uso Audacity: es gratutito, open-source y bastante sencillo de utilizar —en Youtube hay un montón de tutoriales.

Una vez que lo descargas puedes comenzar a grabar. Algunos consejos:

Haz pruebas antes de comenzar a grabarCerciórate del volumen de la grabación (el volumen ideal es en un rango entre -12 and -6 decibeles)Comienza a grabar con un script o escaleta (acá hay una buena guía al respecto)Diviértete y experimenta

En https://freesound.org/ hay toda una comunidad dedicada a grabar sonidos ambientales y efectos que puedes utilizar sin necesidad de regalías para tus proyectos. Tómalo en cuenta.

Una vez que hayas grabado tu primer episodio, expórtalo en *.wav o *.mp3 para el siguiente paso.

¿Cómo puedes subir tu podcast a iTunes, Spotify y otras plataformas?

Antes de enviar tu podcast a iTunes o Spotify, lo primero que tienes que hacer es subirlo a un servicio que te permita exportar tus episodios como un archivo xml (esto suena demasiado técnico, pero en realidad es muy sencillo).

Yo uso dos: SoundCloud y Sounder.fm (para la versión sin música que va a Spotify). Para comenzar, ambas plataformas son gratuitas, aunque dependiendo del número de episodios u otros requerimientos que tengas puede ser que lleguen a cobrarte. En todo, hay muchísimas más opciones.

Una vez que tienes tu podcast montado en alguno de estos servicios, lo que sigue es muy sencillo:

iTunesCrea una cuenta en Apple si es que no tienes unaCopia la URL de tu XML (en el caso de SoundCloud, aquí están las instrucciones)Envía tu podcast viaEspera la resolución de AppleSpotifyCrea una cuenta en SpotifyDa de alta tu podcast utilizando la misma URL de tu XML

Una vez que crees tu cuenta en cada uno de estos servicios, verás que el resto es muy sencillo.

¿Cómo puedes promover tu podcast?

Esta es la parte más complicada, pero no es imposible. Si bien no hay una «guía» como tal para promover tu podcast, puedes hacerlo a partir de estas cinco estrategias iniciales:

Escoge un nombre que permita encontrarlo (utiliza el tema o palabra clave en tu título para que sea más sencillo que la gente de con él)Compártelo con amigos y conocidos (todos estamos en al menos un grupo en Whatsapp: que no te dé pena compartirlo con tus amigos)Compártelo en redes sociales y promueve que la gente se suscriba (si no tienes redes sociales, tal vez valga la pena abrir alguna)Encuentra comunidades y grupos afines en Facebook o Reddit y promuévelo ahí (mi preferida: encuentra a la gente que le interesa lo mismo que tú y establece una comunicación con ellos)Envíaselo a periodistas que consideres interesados en el tema (no es tan sencillo, pero puede funcionar)

 

¡Espero que esta breve guía te ayude a comenzar, pero si tienes alguna duda déjame un comentario!

 

 

 

 

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Published on February 27, 2021 03:16

February 22, 2021

Árboles Petrificados – Ámparo Dávila

Árboles petrificados (1977) es el tercer libro de Amparo Dávila (Zacatecas, 1928), escritora mexicana cuya obra se considera punta de lanza en la literatura fantástica mexicana —en particular por sus cuentos relacionados al horror, la locura, la persecución o la muerte.

El patio cuadrado, por ejemplo, narra el recorrido delirante de una mujer que, de forma terrible, se da cuenta que está muerta, mientras que La rueda nos recuerda que el eterno retorno es una de las maneras de concebir el infierno.

Griselda me parece, en todo caso, el cuento mejor logrado del volumen: dos mujeres se encuentran en los restos de una finca y se hacen confidentes. «Uno siempre vuelve al sitio de sus recuerdos», dice la mujer que da título al cuento, anticipando con esta frase su carácter fantasmagórico.

Me interesa, además, la candidez con la que los personajes nos cuentan sus vidas —en el caso de «Griselda», las confesiones entre ambas mujeres son tan cercanas que podrían suceder en cualquier entorno— lo que permite que se recorra, de forma muy rápida, el espacio entre lo conocido y lo fantástico.

La mujer dejó de llorar y alzó la cara. Martha contempló entonces un rostro transfigurado por el dolor y dos enormes cuencas vacías; mientras los ojos de Griselda, cientos, miles de ojos, lirios en el estanque, la traspasaban con sus inmensas pupilas verdes, azules, grises, y después la perseguían apareciendo por todos lados como tratando de cercarla, de abalanzarse sobre ella y devorarla, cuando ella corría desesperada abriéndose paso entre las sombras vivas de aquel jardín.

Alberto Chimal comenta que la caracterización fantástica de la obra de Amparo Dávila es problemática. «Si se entiende lo fantástico solamente como la descripción de ‘cosas imposibles’ o ‘sobrenaturales’, no se podrá comprender ni el sentido profundo de los textos de Dávila ni siquiera su origen». Una pista, entonces, para penetrar de lleno en la obra de la autora la podemos encontrar en ella misma: «trato de lograr en mi obra un rigor estético basado no solamente en la perfección formal, en la técnica, en la palabra justa, sino en la vivencia».

Es tan claro el silencio que nuestra sangre se escucha. El alumbrado de las calles ha palidecido. Ni un alma transita por ninguna parte. Los árboles que nos rodean están petrificados. Tal vez ya estamos muertos… tal vez estamos más allá de nuestro cuerpo…

Así, su obra persiste debido a su capacidad de conectarse con aquella sospecha que sentimos cuando apagamos la luz o doblamos en una esquina. La vivencia del miedo, y no lo fantástico, tal vez sea la verdadera piedra de toque al acercarnos a sus textos. Si les interesa, busquen sin duda sus Cuentos Reunidos, compilados recientemente por el Fondo de Cultura Económica en México. Para escuchar más sobre otras autoras mexicanas y latinoamericanas, escucha nuestro podcast al respecto:

 


 

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Published on February 22, 2021 09:43

February 21, 2021

Sobre las cosas ocurridas a bordo de la goleta Banbury – Witold Gombrowicz

En 1933 Gombrowicz publicó “Memorias del periodo de la inmadurez”, retitulado “Bakakai” años después tras el nombre de la calle en la que vivió el escritor polaco en Buenos Aires.

El libro es una referencia obligada para todos los fans de Gombrowicz pues contiene las claves tempranas para entender su obra —en los diez cuentos de la serie es posible atisbar temas medulares como el problema de la forma, la inmadurez, la transgresión y la libertad, entre otros.

Sobre las cosas ocurridas en la goleta Banbury” (puedes leerlo en el link, es mi cuento favorito de este primer libro de Gombrowicz) narra una travesía desconcertante por mar al tiempo que la tripulación lucha contra el tedio. Más allá de esta peripecia, lo que se narra posee una lógica propia, hilarante, que roza constantemente lo grotesco y lo absurdo.goleta banbury

“Su obra –oscura, sonámbula y extravagante– era la reencarnación de su propia personalidad”, escribiría Enrique Vila-Matas sobre el Rioplatense polaco en su momento.

Como comentario final, debo decir que conseguí esta primera edición (1974) en un viaje que hice a la Argentina hace años —lo encontré en Córdoba, en un puesto de libros de segunda mano. La traducción es de Sergio Pitol.

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Published on February 21, 2021 12:15

January 11, 2021

Los ojos azules pelo negro – Marguerite Duras

Los ojos azules pelo negro es una nouvellede Marguerite Duras sobre lo terrible de los afectos y lo azaroso del amor. En ella, un hombre le propone un trato a una mujer: cada tarde irá a su casa a hacerle compañía y dormir a su lado. La razón, descubrimos después, es que ella le recuerda al hombre del que él estaba enamorado. Ella, por su parte, no puede sino aceptar: el rostro de aquel hombre le recuerda sus propios naufragios:

—En su casa usted está solo.
Solo, sí. Él busca qué decir. (…) Él no la oye. No la ha oído. Deja de llorar. Dice que es presa de un gran dolor porque ha perdido el rastro de alguien a quien hubiera querido volver a ver. Añade que tiene tendencia a sufrir a menudo por ese tipo de cosas, de esas tristezas mortales. Le dice: Quédese conmigo.

«Es la historia de un amor, el mayor y más terrible que me haya sido dado escribir. Lo sé. Uno sabe las cosas por sí mismo. Se trata de un amor que no nombran las novelas y que tampoco nombran aquellos que lo viven; de un sentimiento que en cierto modo no tendría aún su vocabulario, sus costumbres, sus ritos. Se trata de un amor perdido. Perdido en el sentido de perdición», escribió en su momento Marguerite para presentar esta novela. La imposibilidad de sobrepasar la separación entre los personajes los convierte en fantasmas para el otro, presencias que solo convocan las historias de otros cuerpos y nada más.

Sus encuentros, por otro lado, están llenos de ritos: ella se coloca un pedazo de seda negra en el rostro mientras duerme; él le pide que le hable de los amantes con los que se encuentra. La memoria es liturgia; se puede entender estos ritos como una manera de convocarla, regresar a aquellos momentos que se han perdido para siempre:

Llora. Dice que lo más terrible es el olvido de los amantes, de esos jóvenes extranjeros de ojos azules pelo negro. Él se queda inmóvil, mirando a otro lado. Ella se tiende, se cubre con las sábanas y, su rostro, lo oculta con la seda negra. Recuerda que desde luego debe tratarse del tiempo que pasa en aquel extraño discurso que a veces la despierta.

En una entrevista, Duras comentó al respecto de esta novela: «Un libro siempre se hace sobre el propio yo. Las historias inventadas no tienen nada que ver conmigo. No tengo palabras para hablar de eso. En el libro me he aproximado a la brutalidad, al crimen. Es algo que se vive en solitario. El deseo es la razón de ser, el estado de deseo constante de otro, del deseo que es fugaz pero que lo invade todo: las noches, los días, las palabras, la escritura».

El deseo es una manera de enfrentarse a la trágica soledad que nos habita a todos. Con una prosa brutal, Duras nos recuerda que solo aquel que sabe que ha perdido algo, se empeña en recordarlo.

Recuerda escuchar nuestro podcastsobre literatura y libros:

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Published on January 11, 2021 07:00

January 9, 2021

[Podcast] Mishima: el abismo de la literatura y la muerte

Kimitake Hiraoka, escritor japonés mejor conocido como Yukio Mishima, cumplió 50 años de muerto el pasado 25 de Noviembre de 2020. En el ensayo El Sol y el Acero, publicado dos años antes de su suicidio, Mishima escribe:


Descubrí que los grandes abismos de la imaginación estaban en la muerte.


Tal idea no debería sorprendernos: sabemos, por sus primeros textos, que su imaginario infantil está plagado de imágenes de héroes muriendo y cierta idea que él llama “lo trágico”; también, que leyó desde muy joven el Hagakure, un texto de un samurái convertido en monje que nos exhorta a “morir cada mañana con el pensamiento”; que fue un niño enfermizo bajo el cuidado obsesivo de una abuela loca de ascendencia samurái; o, finalmente, que una experiencia en un jet de caza le brindaría la imagen de una serpiente gigante que se muerde la cola, revelación de que el espíritu y el cuerpo están unidos en la muerte. Todos estos eventos no son causas, sino síntomas acaso de un espíritu que, como diría Kawabata, nace cada trecientos años.


La verdadera literatura nos muestra con dureza y sin el menor eufemismo el horrible destino que pesa sobre el ser humano.


Escribe Mishima en sus Lecciones espirituales para los jóvenes samurái. “Cuanto más alta es la calidad de la literatura”, continúa, “tanto mayor es la intensidad con que nos transmite la idea de que el ser humano está condenado”.


Este podcast es un homenaje y un recorrido por sus principales obras: Confesiones de una máscara, El Pabellón de Oro y la tetralogía El mar de la fertilidad. Del lado musical escuchamos a:



Seppuku Pistols – Live from Harlem
Kinoku Teikoku – Haru to Shura
Number Girl – Invisible girl
Cornelius – If you are here
Lemon’s Chair – Swallowtail


El Anaquel – Podcast en Español sobre Literatura · Season 3 – Ep 6 – Mishima y el abismo de la muerte

 


Espero lo disfruten (y no olviden de seguirme en Instagram para más reseñas).


¡Saludos!


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Published on January 09, 2021 02:00

July 28, 2020

Carolina y otras despedidas – Elvira Liceaga


Lo primero es abrir el pecho para que entre el aire. No encorvarse. Hinchar los pulmones y, sin pujar todavía, sacarlo por la boca: que suene como un viento amenazante. Que se escuche en las otras habitaciones.



Éste párrafo abre ‘Sofía’, uno de los cuentos de Carolina y otras despedidas en el que la protagonista entrega al bebé que ha cargado los últimos 9 meses a sus padres adoptivos. Podría pensarse, entonces, que el libro, relata una serie de anécdotas sobre diversos adioses —los hijos que se despiden de los padres, los vivos que dicen adiós a los muertos, los amantes que cargan el último aliento del ser querido—, pero tal lectura tal vez resulte incompleta: hay, en la mayoría de los textos, una ficción que cobra forma y carcome a los personajes. En ‘Rocío’, por ejemplo, una ¿niña? charla con su tía, de quien sospechamos está loca.



Yo sé que ella sabe que la observo. A pesar de que no se sienta con nosotros, me mira de reojo desde allá. Hace como que no, pero de pronto, gira la cabeza hacia el jardín, donde nos acomodan a todos los demás, y nuestras miradas se encuentran. Entonces yo volteo enseguida hacia otro lado.


Desde nuestra mesa puedo ver si está despierta o si se está quedando dormida en el sillón color café que sacan del estudio a la terraza. También le sacan una televisión y una mesa. Ella nos queda lejos, pero ahí está más cómoda, cerca del baño y cerca del que era su cuarto, por si se quiere subir a descansar a su cama, donde todavía hay muñecas, de las que se rompen, con las que no me dejan jugar. Pero al fin, que a mí ya no me gustan las muñecas.



El texto, sin embargo, apenas sugiere esta idea y abre la puerta para otras interpretaciones. Vemos algo similar en otros textos (una chica que se esfuerza por retener pequeños trozos de la mujer de la que está enamorada, una niña que insiste en hacerse de un pedazo material de su amiga muerta y un hombre que esconde su lascivia entre las enseñanzas de la Biblia) en los que los personajes parecen doblegarse ante el peso de sus sueños incumplidos.


Ella ha acumulado tanto odio por Sofía que ha devorado algo de ella ahí dentro.


Tal vez nos suceda lo mismo con ciertos propósitos insatisfechos: terminan por generarnos un hueco tan grande que es imposible volver a cerrarlos.


Escucha más sobre esta y otras novelas escritas por mujeres en el podcast reciente:















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“Lo primero es abrir el pecho para que entre el aire. No encorvarse. Hinchar los pulmones y, sin pujar todavía, sacarlo por la boca: que suene como un viento amenazante. Que se escuche en las otras habitaciones”. Éste párrafo abre ‘Sofía’, uno de los cuentos de ‘Carolina y otras despedidas’ en el que la protagonista entrega al bebé que ha cargado los últimos 9 meses a sus padres adoptivos. Podría pensarse, entonces, que el libro, relata una serie de anécdotas sobre diversos adioses —los hijos que se despiden de los padres, los vivos que dicen adiós a los muertos, los amantes que cargan el último aliento del ser querido—, pero tal lectura tal vez sea incompleta: hay, en la mayoría de los textos, una ficción que parece cobrar forma y carcomer a los personajes. En ‘Rocío’, por ejemplo, una niña charla con su tía, de quien sospechamos está loca —en otras palabras, su realidad ha cedido ante sus fantasías. El texto, manejado de tal forma que la idea apenas es sugerida, abre la puerta para otras situaciones similares: una chica de esfuerza por retener pequeños trozos de la mujer de la que está enamorada, una niña insiste en hacerse de un pedazo material de su amiga muerta y un hombre esconde su lascivia entre las enseñanzas de la Biblia. Sus motivaciones no importan: todos parecen doblegarse ante el peso de sus sueños incumplidos. “Ella ha acumulado tanto odio por Sofía que ha devorado algo de ella ahí dentro”, dice la narradora del cuento antes referido. Tal vez suceda lo mismo con ciertos propósitos insatisfechos: terminan por generarnos un hueco tan grande, que es imposible volver a cerrarlos. . . . . . #librosgram #booklover #literatura #instabook #lectura #librosenespañol #libro #book #librosrecomendados #bookstagram #libros #libros

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Published on July 28, 2020 08:34

July 23, 2020

Yonqui – William S. Burroughs

Una historia de adicción es una historia que ha sido contada ya mil y un veces. Y, pese a esto, Yonqui posee un carácter único, pese a haber más de 130 años entre ésta y las «Confesiones de un fumador de opio” de de Quincey. Acaso es la crudeza y el tono casi didáctico de Burroughs al explicar sus hábitos como adicto o, tal vez, la belleza de la prosa.


La anécdota, en realidad, es simple: un hombre se pincha heroína por primera vez y se queda prendado.



La morfina pega primero en la parte de atrás de las piernas, luego en la nuca, y después notas una gran oleada de relajación que te despega los músculos de los huesos y parece que flotes sin sentir el contorno de tu cuerpo, como si estuvieras tendido sobre agua salada caliente.



De ahí, lo que sigue es un deambular por ciudades y situaciones, cada una más sórdida que la anterior. El descenso a los bajos fondos seduce a la mayoría de los lectores, acaso porque nos recuerda la respetabilidad o la (¿falsa?) seguridad de nuestras sábanas. Hay, sin embargo, algo más en la literatura de Burroughs, una honestidad brutal que nos aleja de los arquetipos usuales de este tipo de historias (la redención o la caída) y nos acerca a cierta revelación o, al menos, una dosis de verdad (William Blake diría que el camino del exceso lleva a la sabiduría).


Finalmente, habría que mezclar la biografía de Burroughs con la historia del libro: como el protagonista, Burroughs escapa a México. Ahí, juega a Guillermo Tell con su esposa y pone una manzana en su cabeza. Toma una pistola y dispara. El tiro, por supuesto, no acierta, y Burroughs termina asesinándola. A partir de ese momento vemos una inflexión en su literatura: el tono realista de este primer libro queda detrás, dirigiéndose vertiginosamente hacia el delirio y la experimentación formal.


Dicho esto, Yonqui es (o debiera ser) un libro de cabecera (lo fue, al menos, para Kurt Cobain) que nos demuestra que, a pesar de que Burroughs sobrevivió a las drogas, su encuentro no lo dejó indemne. Para conocer más, escuchen nuestro podcast.



 














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Una historia de adicción es una historia que ha sido contada ya mil y un veces. Y, pese a esto, Yonqui posee un carácter único, pese a haber más de 130 años entre ésta y las “Confesiones de un fumador de opio” de de Quincey. Acaso es la crudeza y el tono casi didáctico de Burroughs al explicar sus hábitos como adicto o, tal vez, la belleza de la prosa. En todo caso, Yonqui es (o debería ser) un libro de cabecera: . «La morfina pega primero en la parte de atrás de las piernas, luego en la nuca, y después notas una gran oleada de relajación que te despega los músculos de los huesos y parece que flotes sin sentir el contorno de tu cuerpo, como si estuvieras tendido sobre agua salada caliente» . La anécdota, en realidad, es simple: un hombre se pincha heroína por primera vez y se queda prendado. De ahí, lo que sigue es un deambular por ciudades y situaciones, cada una más sórdida que la anterior. El descenso a los bajos fondos seduce a la mayoría de los lectores, acaso porque nos recuerda la respetabilidad o la (¿falsa?) seguridad de nuestras sábanas. Hay, sin embargo, algo más en la literatura de Burroughs, una honestidad brutal que nos aleja de los arquetipos usuales de este tipo de historias (la redención o la caída) y nos acerca a cierta revelación o, al menos, una dosis de verdad (William Blake diría que el camino del exceso lleva a la sabiduría). . Finalmente, habría que mezclar la biografía de Burroughs con la historia del libro: como el protagonista, Burroughs escapa a México. Ahí, juega a Guillermo Tell con su esposa —pone una manzana en su cabeza y toma una pistola. El tiro, por supuesto, no acierta, y Burroughs termina asesinándola. A partir de ese momento vemos una inflexión en su literatura: el tono realista de este primer libro queda detrás, dirigiéndose vertiginosamente hacia el delirio y la experimentación formal. A pesar de haber sobrevivido a las drogas, queda claro que su encuentro no nos deje indemnes. Para conocer más, escuchen nuestro podcast. . . . #megustaleer #librosgram #booklover #literatura #instabook #lectura #leer #books #libro #book #bookstagram #libros #libros

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Published on July 23, 2020 07:09

July 21, 2020

Mi bello Fauvel – Gonzalo Campos Suárez

Mi bello Fauvel cuenta con 18 cuentos divididos en tres secciones: “Escenas de París”, “Sobre hombres” y “Sobre bestias”, arcos que establecen vasos comunicantes entre los textos y sirven, si se quiere, para ordenar la lectura.

La primera parte, por ejemplo, posee la rara distinción de construir sus textos sobre dos tradiciones que acaso sean la misma: Anton Chéjov y Guy de Maupassant: personajes entrañables enfrentados de golpe ante la futilidad o la banalidad —Lev Shestov escribió sobre el primero que sus cuentos poseen “ese arte para matar con un mero toque, un aliento, una mirada, todo aquello por lo cual los hombres viven y de donde obtienen su orgullo”. Algo similar ocurre en estos textos, en los que la derrota parece ser el eje que comunica la mayoría de estos textos.

En la segunda parte lo extraño o lo fantástico penetra progresivamente las tramas y las fractura, dejándonos con la intuición de que la realidad es mucho más compleja de lo que sospechamos —“Uniformes”, mi cuento favorito de esta sección, reinventa un milagro borgeano al tiempo que resignifica la Historia.

Finalmente, la última parte ofrece una serie de juegos literarios entre los que destaca el cuento que da nombre al libro, homenaje a Kafka en el que Gregorio despierta en esta ocasión convertido en un caballo (el tropo permite toda clase de desfiguros que el autor no escatima en aprovechar).

Como nota adicional, Gonzalo Campos Suárez es dramaturgo, aspecto que se percibe en distintas partes del libro. “Si bien en la primera parte hallamos un relato con tintes dramáticos desde el mismísimo título, «Café en tres actos», y en la segunda nos topamos con «La puerta» (evidente homenaje a Jean-Paul Sartre y su A puerta cerrada), ya como remate destaca una pieza en la que un peculiar celoso se bate en duelo interpretativo con un inspector de policía en el marco de un interrogatorio por un extraño homicidio”, escribe Antonio Moreno Ayora en otra reseña.

“Mi bello Fauvel”, en resumen, es un volumen ambicioso que nos habla de la derrota, las fracturas que nos hacen dudar de la realidad y, entre estos dos temas, la vida subordinada a la literatura.

 


 

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Published on July 21, 2020 07:30

Mi bello Fauvel -Gonzalo Campos Suárez

Mi bello Fauvel cuenta con 18 cuentos divididos en tres secciones: “Escenas de París”, “Sobre hombres” y “Sobre bestias”, arcos que establecen vasos comunicantes entre los textos y sirven, si se quiere, para ordenar la lectura.


La primera parte, por ejemplo, posee la rara distinción de construir sus textos sobre dos tradiciones que acaso sean la misma: Anton Chéjov y Guy de Maupassant: personajes entrañables enfrentados de golpe ante la futilidad o la banalidad —Lev Shestov escribió sobre el primero que sus cuentos poseen “ese arte para matar con un mero toque, un aliento, una mirada, todo aquello por lo cual los hombres viven y de donde obtienen su orgullo”. Algo similar ocurre en estos textos, en los que la derrota parece ser el eje que comunica la mayoría de estos textos.


En la segunda parte lo extraño o lo fantástico penetra progresivamente las tramas y las fractura, dejándonos con la intuición de que la realidad es mucho más compleja de lo que sospechamos —“Uniformes”, mi cuento favorito de esta sección, reinventa un milagro borgeano al tiempo que resignifica la Historia.


Finalmente, la última parte ofrece una serie de juegos literarios entre los que destaca el cuento que da nombre al libro, homenaje a Kafka en el que Gregorio despierta en esta ocasión convertido en un caballo (el tropo permite toda clase de desfiguros que el autor no escatima en aprovechar).


Como nota adicional, Gonzalo Campos Suárez es dramaturgo, aspecto que se percibe en distintas partes del libro. “Si bien en la primera parte hallamos un relato con tintes dramáticos desde el mismísimo título, «Café en tres actos», y en la segunda nos topamos con «La puerta» (evidente homenaje a Jean-Paul Sartre y su A puerta cerrada), ya como remate destaca una pieza en la que un peculiar celoso se bate en duelo interpretativo con un inspector de policía en el marco de un interrogatorio por un extraño homicidio”, escribe Antonio Moreno Ayora en otra reseña.


“Mi bello Fauvel”, en resumen, es un volumen ambicioso que nos habla de la derrota, las fracturas que nos hacen dudar de la realidad y, entre estos dos temas, la vida subordinada a la literatura.


 














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“Mi bello Fauvel” cuenta con 18 cuentos divididos en tres secciones: “Escenas de París”, “Sobre hombres” y “Sobre bestias”, arcos que establecen vasos comunicantes entre los textos y sirven, si se quiere, para ordenar la lectura. La primera parte, por ejemplo, posee la rara distinción de construir sus textos sobre dos tradiciones que acaso sean la misma: Anton Chéjov y Guy de Maupassant: personajes entrañables enfrentados de golpe ante la futilidad o la banalidad —Lev Shestov escribió sobre el primero que sus cuentos poseen “ese arte para matar con un mero toque, un aliento, una mirada, todo aquello por lo cual los hombres viven y de donde obtienen su orgullo”. Algo similar ocurre en estos textos, en los que la derrota parece ser el eje que comunica la mayoría de estos textos. En la segunda parte lo extraño o lo fantástico penetra progresivamente las tramas y las fractura, dejándonos con la intuición de que la realidad es mucho más compleja de lo que sospechamos —“Uniformes”, mi cuento favorito de esta sección, reinventa un milagro borgeano al tiempo que resignifica la Historia. Finalmente, la última parte ofrece una serie de juegos literarios entre los que destaca el cuento que da nombre al libro, homenaje a Kafka en el que Gregorio despierta en esta ocasión convertido en un caballo (el tropo permite toda clase de desfiguros que el autor no escatima en aprovechar). Como nota adicional, Gonzalo Campos Suárez es dramaturgo, aspecto que se percibe en distintas partes del libro. “Si bien en la primera parte hallamos un relato con tintes dramáticos desde el mismísimo título, «Café en tres actos», y en la segunda nos topamos con «La puerta» (evidente homenaje a Jean-Paul Sartre y su A puerta cerrada), ya como remate destaca una pieza en la que un peculiar celoso se bate en duelo interpretativo con un inspector de policía en el marco de un interrogatorio por un extraño homicidio”, escribe Antonio Moreno Ayora en otra reseña. “Mi bello Fauvel”, en resumen, es un volumen ambicioso que nos habla de la derrota, las fracturas que nos hacen dudar de la realidad y, entre estos dos temas, la vida subordinada a la literatura. . #libros #libros

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Published on July 21, 2020 07:30

El Anaquel

Roberto Wong
El Anaquel es un blog y podcast sobre Literatura y Libros, realizado por Roberto Wong, escritor mexicano ("París D.F." es su primera novela. "Los recuerdos son pistas, el resto es una ficción", es un ...more
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