Lola Ancira's Blog, page 56
December 31, 2014
Los cuatro hermanos lunares - Gustav Meyrink

Esta es una pequeña nota preliminar que escribí para el cuento "Los cuatro hermanos lunares" de Gustav Meyrink para Mono de piedra, un proyecto en la red que apoya las publicaciones independientes de escritores iberoamericanos, impulsando así a la literatura a través de una plataforma actual. También pueden visitar su página en Facebook.
Gustav Meyrink es uno de mis escritores de literatura fantástica favoritos desde hace más de diez años, así que no fue difícil hacer la selección de un cuento para prologar cuando me hicieron la invitación para ser parte de Mono de piedra, pues Murciélagos, libro de cuentos al que pertenece "Los cuator hermanos lunares", marcó mi juventud.
Transcribo a continuación mi nota preliminar, y el cuento completo lo pueden descargar en formato ePub en este enlace.

Austria vio nacer en el siglo XIX a uno de los escritores representativos de la literatura fantástica, Gustav Meyrink (1868-1932). Comenzó a publicar relatos a los 32 años y en ellos ya existen características de la sátira, lo fantástico y ciertos toques de misterio que acompañarían desde entonces a sus narraciones. Gracias a esto, su nombre comienza a ser conocido en el ámbito literario. En 1915 publicó su primer y más famosa novela, El Golem. Al siguiente año publica Murciélagos (Fledermäuse: Ein Geschichtenbuch), libro que reúne siete de sus relatos más célebres, entre ellos Los cuatro hermanos lunares (Die Vier Mondbrüder, 1915).
Antes de dedicarse a la literatura y el ocultismo, Meyrink ejerció como banquero y abandonó el rumbo financiero debido a una estafa. Decidido a dejar este plano existencial a los 24 años, un opúsculo sobre la vida después de la muerte hizo un oportuno acto de aparición debajo de su puerta segundos antes de poder accionar el gatillo de la pistola, salvando su vida. He ahí la explicación del gran interés que surgió en él por las ciencias ocultas y que éstas sean unas de las principales temáticas en su mística narrativa, que influenció fuertemente a los escritores anglosajones adeptos al género fantástico, el horror y afines.
En toda su obra Meyrink muestra una fuerte preocupación por todo lo relativo al espiritismo, la parapsicología, la cábala, el taoísmo o la masonería, así como por doctrinas, ciencias y disciplinas alternativas y fascinantes que lo maravillaron y a las que introduce a sus lectores a través de su literatura. El simbolismo es clave en la narrativa de este autor, donde la muerte y lo onírico se filtran a través de las imágenes. Sus abundantes y acertadas descripciones logran crear el ambiente idóneo para cada uno de sus relatos y los imprevistos acontecimientos sorprendentes otorgan una carga de emoción con la que resulta imposible detener la lectura. El misterio es un sello siempre presente en las letras de Meyrink y se respira una atmósfera de suspenso en cada párrafo.
En el cuento Los cuatro hermanos lunares (especie de documento) Meyrink nos presenta,en una clase de autobiografía, la lúgubre historia del magistrado Wirtzigh, víctima de una alucinación o quizá de un sueño premonitorio. Este relato refleja el miedo latente al desarrollo tecnológico e industrial del siglo XX que muestra a las máquinas como objetos vivos y de perdición, pues estas inician una contienda apocalíptica contra sus inventores, los seres humanos. Los viajes espacio-temporales y los diferentes planos existenciales son otras preocupaciones del autor inscritas en estas líneas.
En el mismo cuento, Meyrink menciona al peculiar ilustrador Alfred Kubin, quien pareciera haber diseñado a los singulares personajes de esta historia: figuras alargadas, demacradas y oscuras representadas en funestas acciones o situaciones. De la relación de estos autores, hermanados por el misterio y lo indescifrable, surgió La otra parte, una de las obras maestras de la novela fantástica que Kubin publicó gracias a las ilustraciones que hizo por petición de Meyrink (para cierta novela que el literato finalmente no escribió).
Las tinieblas poblaron el imaginario de Meyrink y haberlo transmitido con tanta certeza es sólo uno de sus múltiples méritos. Miedo, asombro y extrañeza son algunas de las emociones garantizadas con esta lectura.
Lola Ancira, México, 2014.
Published on December 31, 2014 15:32
December 30, 2014
Cuento(s) de Navidad

Tengo el placer de presentarles (y obsequiarles) este pequeño libro digital en el que participo y que reúne 9 relatos inéditos de diferentes autores, todos con la misma temática pero tratada desde imaginarios muy peculiares.
Este es un proyecto digital para distribución gratuita de Édgar Adrían Mora (Raza de víctimas, Memoria del polvo) y Alejandro Pérez Cervantes, que junto con Joel Flores (Rojo semidesierto, El amor nos dio cocodrilos), Carlos Dzul, Ira Franco, Iván Farías, Rafael Villegas y Valeria Gascón expresan sentimientos, ideas y emociones diversos en torno a las festividades que vivimos en días recientes.
Como spoiler alert sólo puedo dejarles el increíble prefacio:
Con este fantasmal librito hemosprocurado despertar al espíritu de una idea sin que provocara en nuestroslectores malestar consigo mismos, con los demás, con la temporada nicon nosotros.
Ojalá encante sus hogares y nadie sientadeseos de verle desaparecer.
Diciembre de 2014
Los autores.
Transcribo también la entrada en la que Edgar Adrián Mora le dio la bienvenida al libro en Facebook, pues habla sobre lo que hay detrás de este encantador proyecto:
CUENTO(S) DE NAVIDADEste año se me ocurrió regalar a aquellas personas con quienes comparto el espacio virtual algo por Navidad. Ese algo tenía que ser, a no dudarlo, un relato que aludiera a estas épocas que se prestan para la evocación de múltiples sensaciones, recuerdos y sentimientos (no todos felices como nos ha hecho creer la avalancha de publicidad, por cierto). Después se me ocurrió que podría ser algo más grande, que quizá algunos amigos quisieran hacer algo similar. Y así fue como se lo comenté a Alejandro Pérez Cervantes, escritor coahuilense y editor de revistas universitarias, quien se animó a enriquecer el proyecto dándole una forma más terminada que aquella que tenía en mente. Y así, de a poco fui invitando y se fueron uniendo otros tantos amigos. La edición se hizo en tiempo récord, ayudados por las maravillas de la comunicación a distancia que los medios electrónicos nos permiten actualmente.
Al final quedó un conjunto que se llama CUENTO(S) DE NAVIDAD por aquello de hacer un guiño al clásico de Charles Dickens, A CHRISTMAS CAROL. Los escritores y los cuentos que se incluyen en esta antología son los siguientes:
"Bebiendo gasolina" de Iván Farías"Santa llegó a la ciudad" de Édgar Adrián Mora"El padre vencido" de Alejandro Pérez Cervantes"El fantasma incidental" de Lola Ancira"Regalo" de Carlos Dzul"Son los papás" de Rafael Villegas"La cueva" de Ira Franco"Navidades perdidas" de Joel Flores"Tal vez el infierno es algo parecido a una sala de espera, con una televisión prendida en el canal cinco, pasando 'Mi pobre angelito 2: perdido en Nueva York' una y otra vez" de Valeria Gascón
Aquí se los dejamos, ojalá lo disfruten.
Para finalizar, dejo los párrafos iniciales de mi cuento, que pueden leer completo, junto con los demás cuentos, en este enlace.
El fantasma incidental
En todo lo que nos rodea y en todo lo que nos mueve debemos advertir que interviene en algo la casualidad.Anatole France
Otra vez las pequeñas luces de colores, árboles decorados con esferas brillantes que reflejan rostros transfigurados, como el alma de quienes las miran; temperaturas bajas y una alegría exagerada que parecería fingida. O al menos así fue hasta el año anterior, la última vez que tuve algo por qué celebrar.
Nuestra familia no había sufrido pérdidas trágicas ni acontecimientos espeluznantes, mi esposa, nuestros tres hijos y yo llevábamos una vida desenfadada y sin preocupaciones, pensando únicamente en los atuendos que utilizaríamos para las últimas fiestas del año o los alimentos de los que dispondríamos para tales ocasiones.
Ayer se cumplieron exactamente cinco años. A las ocho en punto de la mañana abría una pequeña caja cubierta con un vistoso papel de los típicos colores, verde y rojo, cuyo contenido cambiaría el destino de todos los presentes. Era un libro. La etiqueta del obsequio sólo tenía escrito el nombre del destinatario, y tanto mis hijos como mi esposa negaron haberlo comprado o colocado ahí para mí, cosa que por supuesto nos resultó de lo más extraña. Abrí el libro y tenía una dedicatoria en la primera página, en letras grandes, negras y gruesas. Acto seguido, leí en voz alta a mis atentos oyentes: “Encontrarás la revelación determinante a todos tus conflictos en estas letras. Lee con atención, sé que lo comprenderás todo.” Estaba firmado únicamente con las iniciales E. S.
El libro era Cuento de navidad, de Charles Dickens. Nadie en mi familia lo había leído, pero mis hijos habían visto la película hacía un par de años, cuando todavía se adjudicaban el término de 'niños'. Al recordárselos, comentaron que era una cinta interesante y con moraleja, afirmando mi esposa, además, que algún propósito debía tener la aparición misteriosa de aquel objeto en nuestras vidas.
Sinceramente, no soy aficionado a la lectura. He leído algunos cuantos libros a lo largo de mi vida, pero éste lo leí completo ese mismo día, por la noche. No fui capaz de cerrar los ojos o dejarlo en la mesa de noche, incluso tras varios minutos de lectura, como me suele ocurrir. Leí de la primera hasta la última palabra, contando el prólogo, el índice y la información de la edición.
(Continúa en la página 23 del libro digital Cuento(s) de Navidad.)
Published on December 30, 2014 16:07
December 27, 2014
La muerte como ornamento

El texto de este mes para mi columna mensual, Irreverencias maravillosas, de la Revista VozEd, está dedicado a la taxidermia alternativa o moderna, un arte que parte de lo tradicional o convencional para crear algo extraordinario.
Pueden leer el texto completo, directamente de la revista, en
La muerte como ornamento
La taxidermia es el arte de la preparación y conservación de cadáveres para otorgarles una apariencia natural y viva. Esta palabra es un cultismo que surge del griego taxis (arreglo o colocación) y derma (piel) más el sufijo –ía (acción, cualidad), pues es precisamente la piel la que se debe conservar al realizar el proceso de disección, ya que después de tratarla se utilizará sobre un maniquí (de poliuretano o madera) del cuerpo del animal en cuestión.

Desde hace aproximadamente 8000 años algunas técnicas de la taxidermia han sido usadas por diversas culturas, y poco después, en Egipto, se practicó la momificación. Durante el renacimiento (s. XV) los naturalistas se dedicaron a observar y comentar las características de especies nuevas, con la finalidad de lograr un conocimiento más extenso y profundo sobre la naturaleza. Poco después, en el siglo XVI, se hicieron populares los Gabinetes de curiosidades, que fueron los antecesores de los museos de historia natural actuales. El médico, naturalista y filósofo Ulisse Aldrovandi descubrió la zoología, la geología y la botánica, y su Gabinete fue uno de los más prolijos de la época. Contaba con más de 17,000 especímenes en 1595, una década antes de su muerte. Dibujos, textos y ejemplares físicos de plantas, minerales y animales disecados conformaban estos excéntricos y hermosos gabinetes, que creaban colecciones únicas de singularidades de los tres reinos de la naturaleza reunidos.

Actualmente existe una corriente en el mundo de la taxidermia que se enfoca más en el aspecto artístico y simbólico que comprende un cadáver de cualquier especie al ser tratado para su preservación, pero modificando el resultado final. Sarina Brewer fundó hace más de diez años, junto con Scott A. A. Bibus y Robert Marbury, el movimiento Rogue Taxidermy, que ellos mismo definen de la siguiente manera:
Un género del arte pop surrealista caracterizado por esculturascreadas con técnicas mixtas que contienen materiales de taxidermia convencionales utilizados de una manera poco convencional.
Marbury incluso publicó este año el fascinante libro Taxidermy art (disponible en Amazon por menos de 16 dólares) que contiene fotografías de las mejores piezas realizadas de diversos autores y una guía ilustrada para quienes estén interesados en hacer sus propias creaciones, así como lugares y sitios específicos para conseguir lo necesario.

Esta taxidermia «moderna» (por llamarla con algún término adecuado en español) no es una extensión de la taxidermia tradicional, sino una nueva manera de preservar diferentes especímenes y crear nuevos seres inexistentes por completo en la naturaleza, pero conservando algunas técnicas y aplicando conocimientos específicos necesarios para realizar de manera adecuada sus creaciones, en las que monos y gatos alados, reptiles con engranajes dentro, ardillas de dos cabezas, conejos cornudos y zorros de 9 colas recrean las fantasías más dislates, con claras reminiscencias mitológicas. Estos artistas buscan honorar y preservar, al tiempo que trabajan éticamente con cuerpos de animales que fallecieron accidentalmente o por causas naturales, una de las principales diferencias con la taxidermia tradicional.
Algunos de los artistas más representativos de la taxidermia moderna son Lisa Black, que reúne en sus piezas la taxidermia con la estética del steampunk, y actualmente es una de las más populares. Sus obras biomecánicas fusionan la naturaleza y la tecnología de manera magistral, recibiendo el toque de la perfección.

Jessica Joslin define a sus creaciones como «bestias híbridas hechas de metales y hueso». Pero, al contrario a lo que se entiende con la palabra bestia, sus creaciones son estilizadas y dueñas de una delicada belleza que resalta en cada detalle que las conforma. Suele trabajar con cráneos y cuerpos de aves, reptiles y mamíferos pequeños y utiliza también piedras preciosas y diferentes metales.


Precisamente en octubre del año en curso, la revista Vice publicó en su versión digital un texto titulado «Las mujeres dominan el mundo de la taxidermia alternativa», donde la autora habla un poco sobre la evolución de este arte y el importante (y primordial) papel de las mujeres en el ámbito actual, e incluye algunas entrevistas, entre ellas la de Joslin. Al parecer, hay muchas más mujeres involucradas que hombres, sin embargo –algo que no imaginé que pudiera seguir ocurriendo– son víctimas de comentarios ofensivos o amenazas (a pesar de que los cadáveres de los animales utilizados son «reciclados» y que no maltratarían jamás a alguno vivo) e incluso de discriminación por el simple hecho de ser mujeres, cuestión más que desagradable y retrógrada. El argumento principal del texto es que esta taxidermia alternativa ha surgido por la necesidad de una reinterpretación actual de la taxidermia tradicional.
Estas metamorfosis sintéticas creadas por profesionales definitivamente otorgan una segunda vida después de la muerte al cuerpo tratado, venerando cada parte de su existencia, reivindicando y uniendo los conceptos de muerte y belleza.
Published on December 27, 2014 16:04
December 26, 2014
Presentación de Tusitala de óbitos en Guadalajara

El pasado 5 de diciembre tuve el placer de presentar finalmente mi libro, Tusitala de óbitos, en Guadalajara.
Exactamente a un año de su publicación, pude visitar una de mis ciudades más queridas, en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.
Mis presentadores no pudieron ser mejores: dos grandes escritores a los que admiro y respeto, Alfonso López Corral ( Musiquito del talón ) y Rafael Villegas (autor, entre varios más, de Juan Peregrino no salva al mundo, cuya reseña aparecerá muy pronto por acá).
Amigos entrañables de los años que viví en esta ciudad lograron crear un ambiente muy ameno, en verdad esa noche fue de muy grata compañía y mejores conversaciones.
Alfonso dio inicio a la presentación con la lectura de una carta asombrosa que hizo tras leer Tusitala, que tuvo a bien enviarme hace unos meses (aparecerá transcrita aquí tan pronto me sea posible), antes de que esta presentación fuera planificada. Leer (y en este caso, escuchar) los comentarios certeros y formidables que un escritor genial tiene que decir sobre tu obra es sumamente gratificante.
A continuación fue el turno de Rafael, que con soltura y agudeza comentó varios puntos referentes a Tusitala entre anécdotas misteriosas de su infancia y alusiones a lecturas clásicas.
Alfonso y Rafael son personas muy interesantes, que demuestran su gran acervo cultural en cada conversación y a través de sus obras.
Para finalizar, tras algún par de palabras y agradecer tanto al público como a mis presentadores, leí uno de los cuentos del libro, "Pāyğāme", que pueden leer en este enlace.
No puedo más que agradecer infinitamente por las palabras y elogios de ambos, los recuerdos, sensaciones y sentimientos que declararon sentir con la lectura de mis letras.
En definitiva, como bien dice Alfonso, una presentación, más allá de ser el espacio y momento para mostrar de lo que es capaz una obra, también sirve para convivir con los escritores involucrados en ella y pasar unas horas de lo más agradables.
De nuevo gracias, tanto a ellos como a los asistentes, por el tiempo e interés. Y claro, también a ustedes.

Published on December 26, 2014 16:08
November 27, 2014
SEMANARIO - El hombre que fue lunes

SEMANARIO es una feria de arte, un evento que reúne múltiples disciplinas y una ocasión para comunicar lo que el talento tapatío quiere expresar. Es una oportunidad para hacer visibles las propuestas de ilustradores, diseñadores gráficos, fotógrafos, narradores y artistas audiovisuales. Es, sobre todo, el verter una reflexión personal sobre el tiempo, la intimidad y sus vivencias utilizando las experiencias del día a día.
A SEMANARIO Feria de Arte Joven la componen tres escenarios: una galería, los muros de Guadalajara y el espacio público.
Durante un mes, a partir del seis de Noviembre, el Laboratorio de Arte Jorge Martínez será la sede donde se exhibirán 35 piezas. Cinco disciplinas aportarán la visión de los participantes sobre cada uno de los siete días que conforman la semana. Las obras expuestas reúnen diálogos y conversaciones, plasman sentimientos, ideas, recurrencias, motivos, obsesiones en torno a la experiencia de lo cotidiano.
Siete muros de la ciudad y el corredor cultural de Av. Chapultepec constituyen los otros dos escenarios. Los murales plasmarán, también una serie de reflexiones personales sobre la semana y sus días. El espacio público mostrará una serie de imágenes que sintetizan la vivencia de la exhibición.
TEASER SEMANARIO
El 6 de noviembre del año en curso se inauguró en Guadalajara la exposición interdisciplinaria "Semanario", en la que tengo el placer de participar con un texto inédito, "El hombre que fue lunes" (texto transcrito en la parte inferior). El fragmento que describe este proyecto hace referencia al talento tapatío, del que formo parte porque viví casi dos décadas de mi existencia en dicha ciudad.
Una de las peculiaridades de este proyecto es que reúne, entre otros, a diseñadores, fotógrafos, ilustradores y narradores que enfocaron en conjunto sus creaciones al día que les fue asignado, en mi caso el lunes.
Pueden visitar la exposición y adquirir postales y los cuentos cortos referentes a cada día de la semana hasta el 12 de diciembre. Semanario es su página de Facebook, donde encontrarán varias fotografías de la inauguración y diversas publicaciones con referencias artísticas.

El hombre que fue lunes
El lunes era el día preciso para salir, confirmar que el mundo seguía ahí y reafirmar su postura con la realidad: los seres humanos seguían siendo tan detestables como los recordaba; siempre mirando, siempre entrometiéndose, hablando de cosas sin sentido y de sus insignificantes vidas.
Esperaba religiosa y pacientemente el primer minuto de cada inicio de semana, pues era el único momento en que su vida parecía tener un propósito real. El agua escasa en sus manos y rostro traía de vuelta cierto sentimiento de satisfacción ya casi olvidado, pasar el peine de pocos dientes sobre sus grasosos cabellos y calzar las botas rescatadas de un terreno baldío eran lo necesario para mostrar su rostro de nuevo.
Hacía años que acataba este comportamiento y la vida se había convertido en una rutina que había adoptado incluso sus mínimos esfuerzos por cambiarla. Ahora lo único anclado a su memoria era el día exacto en que decidió marcharse, renegar (o abrazar) su existencia y venerar a su don del engaño, su don de la mentira. Fue un lunes en que debía huir de la realidad para no dar cabida al terror, para permanecer en su área de confort; huyó del sentimiento de pertenencia para ser dominado por la eterna paranoia, para idolatrar al delirio.
Ahora la vida parecía repetirse por ciclos pero lo que en realidad pasaba era una sucesión lineal de tiempo que repetía nombres según los segmentos avanzados, los días. Y decidió anclarse en uno, el primero. Cada minuto transcurrido de estos segmentos se llevaba a la persona que había sido hacia un instante, las horas lo renovaban, pero durante los siguientes seis días ellas mismas se encargaban de destrozar todo avance, por lo que su convicción se volvía cada vez más delgada, hasta que desaparecía.
No recordaba nada más. Anular su pasado ante el horror de recordar una realidad menos dolorosa a la presente resultaba lo más adecuado. Pensar el instante como lo único verdadero en su existencia, a la vida como algo transitorio y al sufrimiento como una necesidad, lo mantenía expectante.
Sabía que pudo evitar la catástrofe pero no lo hizo. Al contrario, provocarla una y otra vez ante sus ojos cerrados gracias a su imaginación, que crecía como una bola de estambre alimentada de cobardía, era otro de sus pocos placeres.
El hombre que siempre fue lunes realmente no ha vivido en ningún otro día, su biografía está formada únicamente por una consecución de inicios prometedores que devienen en las mismas calamidades que está habituado a experimentar, a ese regreso al anonimato y a la sombra, a una vida ignorada incluso por él mismo. Pero esta vez (como muchas otras veces se ha dicho a sí mismo), es una nueva oportunidad para comenzar.
Hoy se ha dado cuenta de lo cretino que ha sido. Este lunes ha decidido que es su última oportunidad. Por impulso sale del callejón donde durmió, obedeciendo los latidos de su corazón, de ese órgano vital que toda su vida le había indicado que deseaba escapar de un tórax igual de exánime que él. Subió al puente peatonal que tan bien conocía y respiro profundo.
Ver por dos segundos su entorno desde una perspectiva completamente diferente fue su despedida. No tuvo tiempo suficiente para escuchar el estruendo tras su caída y lo que cambió en otras vidas aquel lunes, gracias a su partida.

Published on November 27, 2014 19:17
November 22, 2014
De angustias y creaciones

El texto de este mes para mi columna mensual, Irreverencias maravillosas, de la Revista VozEd, está dedicado a los autómatas, mecanismos increíbles creados por el ser humano para realizar tareas específicas y diversas.
Pueden leerlo, directamente en la revista, en este enlace, y pueden ver a los 7 autómatas antiguos más extraños aquí.
De angustias y creaciones
No tengo miedo de los robots. Tengo miedo de la gente.Ray Bradbury
Los autómatas (del latín automăta, derivado del adjetivo griego autómatos, que se mueve por sí mismo) son creaciones que han existido desde la prehistoria, desde la cultura del antiguo Egipto o el periodo helenístico hasta la actualidad, y sus usos han variado entre lo didáctico, lo religioso o la imitación de diferentes acciones humanas.
Han aparecido en la literatura en obras como El Satiricón (s. I), “El jugador de ajedrez de Maelzel” (1836) de Edgar Allan Poe, El Maestro Zacarías (1875) de Julio Verne o Los Robots Universales de Rossum (1920) de Karel Čapek, obra en la que también aparece la palabra “robot” por primera vez –actualmente, ambos términos se pueden usar por igual–.

“El jugador de ajedrez de Maelzel” es un ensayo en el que Poe trata de explicar el funcionamiento de un supuesto autómata llamado El Turco, fabricado en 1769 por el escritor e inventor Wolfgang von Kempelen y que representaba a una persona sentada ante un tablero de ajedrez sobre una cabina de madera que escondía el aparente mecanismo del autómata, cuando en realidad era el lugar donde se ocultaba algún jugador notable de ajedrez. Este supuesto genio ajedrecista también es mencionado en La máquina de pensar y otros diálogos literarios (1998), una compilación de ensayos de Alfonso Reyes y Jorge Luis Borges.
El escritor Isaac Asimov (1920-1992), uno de los autores más reconocidos de ciencia ficción escribió, en 1942, las tres leyes de la robótica dentro de su cuento “Runaround”:Ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano resulte dañado.Todo robot obedecerá las órdenes recibidas de los seres humanos, excepto cuando esas órdenes puedan entrar en contradicción con la primera ley.Todo robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando esta protección no entre en contradicción con la primera o la segunda ley.
Estos preceptos son un tipo de código registrado en la memoria de los robots creados en su literatura, usadas o mencionadas en diversas ocasiones por otros autores (principalmente de ciencia ficción) y son una especie de invocación protectora para sus creadores, los seres humanos.
El hombre, siempre temeroso de afrontar a la divinidad, no quiere equipararse con la “potencia creadora” al engendrar este tipo de mecanismos, pues podrían cobrar conciencia de su poder. El escritor Gustav Meyrink (1868-1932), a través de su emblemática novela El Golem (1915), demuestra cómo una gran figura humana de arcilla, un autómata (en el sentido de quien actúa de forma maquinal, condicionada), fue creada para defender a su creador, pero por un error de éste, el Golem comete actos incongruentes e inicia el caos. Otro ejemplo, cronológicamente anterior, lo tenemos en la primer obra de ciencia ficción, Frankenstein (1818) de la escritora Mary Shelley (1797-1851), donde el protagonista da vida a un extraño ser, formado por partes de diferentes cadáveres, utilizando la electricidad. Al poco tiempo, este ser es consciente de su existencia y poder y termina cometiendo atrocidades. En ambos casos, la tragedia y el enigma conducen a la misma moraleja: no tratar de imitar a la divinidad, pues siempre habrá un castigo que incluso podría ser mortal.

En cuanto al séptimo arte, los autómatas también han sido un tópico frecuente desde principios del siglo pasado, entre ellos El Golem (1920, basada en la novela homónima de Meyrink), Metrópolis (1927), El hombre bicentenario (1999), Inteligencia artificial (2001), Yo, robot (2004) o La invención de Hugo Cabret (2011). Esta última se basa en El dibujante y El escritor, autómatas de tamaño real creados por Jaquet-Droz, entre 1768 y 1774, para los aristócratas europeos. El escritor, hecho con más de 6 mil piezas, ha sido considerado uno de los primero antepasados de las computadoras modernas, lo que nos lleva a la máquina de Turing (fabricada por el genio británico Alan Turing): un mecanismo que sirvió para poder crear la primera computadora y que hasta ahora sigue siendo utilizado en ellas. En resumen, la máquina está conforma por una cinta marcada con el sistema binario y un elemento que lee y escribe, según el caso, estos símbolos, realizando un trabajo en serie.
El Golem
Metrópolis
Turing, interesado en la cuestión de la inteligencia artificial creó, en 1950, el test de Turing, una prueba de desafíos con el objetivo de demostrar la agudeza que puede tener una máquina. Este test nunca obtuvo resultados positivos, pues las computadoras no pudieron imitar las respuestas del cerebro humano (aunque lograron engañar a un porcentaje notable de los jueces), pero se estima que en el 2029 las respuestas que den las máquinas logren superar dicho test, aventajando o al menos asimilando la inteligencia humana, ya que la inteligencia artificial continúa perfeccionándose.
Pero hay muy buenas razones para dudar que los robots tomen el control del mundo. Y unas de ellas nos las da el escritor Ray Bradbury (1920-2012), quien adjudica este miedo a la ignorancia y a aquellos que ejercen la censura (de cualquier tipo). En la carta que le escribe a Brian Sibley en 1974, respecto al temor de éste a que en Disneylandia se usaran audio-animatronics(un tipo especial de robots para shows), pues “había leído muchas historias de ciencia ficción en las que se refleja el miedo de que los robots tomen el poder del mundo”, Bradbury responde en una carta concisa, en la que explica que los verdaderos monstruos somos los mismos seres humanos al perder nuestra humanidad, pues miles, millones de personas, a través de la historia, se han fulminado entre sí por motivos diversos y ridículos, como ideologías o religiones que intentan imponer, y para Bradbury, la tecnología (incluidos los robots) sólo nos ayuda con la tarea obligatoria de humanizarnos.
Bradbury termina la carta de manera magistral:
Tengo miedo de jóvenes asesinando viejos y viceversa.Tengo miedo de los comunistas matando capitalistas y viceversa.Pero… ¿robots? Dios, yo los amo. Los utilizaré humanamente para enseñar todo lo anterior. Mi voz hablará por ellos, y será una maldita hermosa voz.
Debido a la desconfianza que generó en algunas personas la industrialización y la llegada de maquinaria cada vez más compleja, surgió el temor de la rebelión de las máquinas, al que Asimov nombró como el “complejo de Frankenstein”, donde las creaciones tecnológicas son capaces de revelarse contra sus creadores y así dar inicio a un episodio apocalíptico.
Finalmente, este temor es tan válido como la defensa que hace Bradbury, y tomar una posición sólo depende de nuestra elección de argumentos y juicios.
Published on November 22, 2014 18:44
November 11, 2014
El diablo no existe - Rogelio Flores

La entrada anterior, sobre la presentación de El diablo no existe de Rogelio Flores (autor de Rocanrol suicida), es un preámbulo al texto que preparé para una lectura en dicho evento, pues suelo expresarme mucho mejor por escrito que oralmente.
Reproduzco entonces dicho texto, a manera de reseña, para darle la bienvenida al tercer libro de cuento de este increíble autor al blog.

Los doce relatos que conforman El diablo no existe son una suma de experiencias, situaciones y sensaciones vividas por personajes terrenales en los que podemos ver reflejada cierta necesidad de comprensión, empatía e incluso cariño.
Una característica de la narrativa de Rogelio es la sutil insinuación, al inicio del relato, que hace referencia a las situaciones contundentes y específicas que surgen en la trama de cada historia. A través del imaginario del autor, logramos encontrar el motivo principal de la creación literaria, esa necesidad humana de relatar o contar que persigue siempre la misma finalidad: crear, para los otros, magníficas mentiras como las que concebimos todo el tiempo en nuestras mentes, ya sea alterando los recuerdos o ideando realidades alternas en una permanente dualidad mitológica entre lo cómico y lo funesto.
En el primer cuento del libro, “Verde esmeralda” (que pueden leer en este enlace), la vuelta de tuerca o el giro argumental, que ocurre casi al finalizar, es lo que introduce lo fantástico en esta narración detectivesca, como fuga o escape a la situación angustiante a la que se enfrenta el protagonista. Esta característica literaria se comparte con el cuento “Un tatuaje con mi nombre”, que quizá es el relato más fuerte del libro, pues en sus letras coexisten adolescentes con el síndrome de Estocolmo, cucarachas de Acapulco, violaciones y abusos que acompañan a una tristeza infinita por la muerte de una persona amada, narrado a través de una voz femenina e infantil que trasluce inocencia a pesar del contexto violento en el que vive, y que denuncia la horrible realidad de algunos seres humanos indefensos que subsisten en condiciones de pobreza.
En “El cabrito de oro”, la mitología griega se traslada al norte de México y a un circo de fenómenos en decadencia, mientras que en “El asno en la lejanía” la hipocresía y doble moral condenan y aniquilan bajo el manto de indiferencia que otorga la ignorancia.
“La diva del Bronx” demuestra cómo, en una era cada vez más deshumanizada, el contacto físico e incluso sexual se vuelve mucho más íntimo con una muñeca inflable, siendo este objeto plástico el encargado de satisfacer las necesidades de afiliación de cualquier desdichado.
“Afuera del salón Madrid” plantea, entre varias cuestiones, el poder metafísico de las botellas de alcohol para distribuir las penas o el destino de todos aquellos que compartan su contenido líquido:
El cantinero tomará mi botella y verterá en ese pequeño caballito una onza de alcohol. El cliente, ajeno a mi historia, beberá con tranquilidad, y sin saber por qué, sentirá mis labios en los suyos, como si fuera un beso desde el más allá, ya que para ese momento, yo estaré muerto. Entonces algo cambiará en su interior.
La cuestión musical tiene un gran peso en algunos de los cuentos: con un soundtrack ecléctico, que oscila entre la música ranchera de Joan Sebastian y la energía de la música disco, entre el espíritu del rock setentero y ochentero y la historia trágica de Simón, en una salsa de Willi Colon, siempre otorga a la obra un mismo resultado: ambientar con el ritmo adecuado estas páginas tan sorprendentes como los singulares protagonistas que las habitan.
Tenemos entonces una obra de más de cien páginas en las que se esconden secretos mortales, un libro que describe la ficción en torno a criaturas diabólicas y donde los fantasmas amorosos perdonan y esperan, donde la soledad y la desdicha de los onanistas queda expuesta al tiempo que una cariñosa muñeca de plástico cobra vida y donde las moscas imitan la existencia del ser humano, presagiando la muerte y putrefacción.
Por último, en lo referente al título, El diablo no existe, Rogelio demuestra que podemos ser el peor de los mitos que creamos, pues el mal somos nosotros mismos. Es una premisa de que todo lo negativo o adverso que atribuimos a fuerzas externas o misteriosas, toda la maldad que puede existir en este mundo, aquello a lo que llamamos diablo, que representa la maldad y depravación es, en realidad, nuestra parte más humana.
El libro lo pueden adquirir en la librería de Casa Refugio Citlaltépetl.
Para finalizar, transcribo mis frases favoritas del libro:
“Demostrar alegría, darle importancia, era evidenciar lo extraordinario del momento y con ello, presionas las cosas.” P. 18
“-¿Una Lamia?, ¿qué es una Lamia?-Una mujer quien por ser más bella que las diosas es convertida en monstruo. Es como un vampiro, pero sólo bebe sangre de los chicos a quien seduce.” P. 25
“(…) suspiró con el dese infantil de seguir escuchando la historia. No creía que fuera cierta, pero eso no le importaba la consideraba una mentira genial, le resultaba interesante y quería conocer los detalles, saber más.” P. 28
“(…) confiado en que los habitantes del Distrito Federal, sin importar su nivel educativo o condición social; no pueden resistirse a las leyendas urbanas, ni a inventar sus propias mentiras o añadidos (…)” P. 29
“Sin luz, la cara del viejo se tornó una máscara griega que no se decidía a ser cómica o trágica.” P. 34
“Inocentes, eso no pasa nunca. Ese es su primer error, verse a sí mismas como seres poderosos e invulnerables, cuando en realidad son sólo unos malditos bichos, cuya única virtud es el tesón más estúpido del reino animal. Su segundo error es creer que la mierda es deliciosa. Malditos animales, ni siquiera tienen conciencia de su vida tan horrible. Quizá yo sea una de ellas, y tampoco pueda seguir este viaje.” P. 46
“Ya había dispuesto una fotografía en la mesa del departamento, la mejor de todas, para que si la cosa se ponía fea, su retrato póstumo no fuera el de un loco abatido por los disparos de la policía.” P. 49
‘“La masa sanguinolenta y deforme de piel, sangre y huesos parecía sonreírle al mundo.”’ P. 52
“Entonces te mira y te sonríe, pero con un gesto muy feo, con una sonrisa que se ve que no le nace, que no le gusta y le duele.” P. 58
“(…) un cuento de hadas triste (…)” P. 68
“Sobre mi rostro, de manera intermitente, danzaban luces de colores; una roja, la otra azul. Era la policía, venía por mí.” P. 72
“El cantinero tomará mi botella y verterá en ese pequeño caballito una onza de alcohol. El cliente, ajeno a mi historia, beberá con tranquilidad, y sin saber por qué, sentirá mis labios en los suyos, como si fuera un beso desde el más allá, ya que para ese momento, yo estaré muerto. Entonces algo cambiará en su interior.” P. 73
“No se dio cuenta del momento en que le pasamos la soga alrededor del cuello, ni sintió cuando le amarramos las manos tras la espalda.” P. 83
“Pudo haberlo hecho más rápido, sin embargo demoraba cada uno de sus movimientos, intentando retrasar lo inevitable.” P. 84
“Sin poder evitarlo expulsé algunas lágrimas que podían ser de vergüenza, miedo u horror. O de ese odio terrible que comenzaba a sentir por mí y mis desdichados cómplices, por nuestra causa cruel.” Ibídem
“Murió en silencio y por minutos, todos los asesinos contemplamos su cuerpo oscilando con tristeza.” P. 86
Published on November 11, 2014 19:20
November 4, 2014
Presentación de El diablo no existe de Rogelio Flores

El miércoles 5 de noviembre a las 19:30 horas, tendré el honor de oficiar la misa negra, junto con los escritores Miguel Antonio Lupián y Omar Delgado, para El diablo no existe (Casa Editorial Abismos, 2014), tercer libro de cuentos del escritor mexicano Rogelio Flores, en Casa Refugio Citlaltépetl.
Su primer libro de cuentos, Adiós princesa, aparecerá pronto en el blog, y el segundo fue Rocanrol suicida.
Quedan todos cordialmente invitados.
Published on November 04, 2014 08:47
October 31, 2014
Tusitala de obitos - reseña por Roberto Wong

Me complace anunciarles que poco antes de concluir el año, hay una nueva reseña de Tusitala de óbitos por Roberto Wong (escritor mexicano, 1982), autor de París D.F., obra con la que ganó el premio Dos Passos a la primera novela este año y que será publicada en enero de 2015. Actualmente escribe para la revista digital Letras Libres y El Anaquel es su sitio web personal, en el que encontrarán diversas reseñas e interesantes textos que escribe con frecuencia.
Agradezco infinitamente sus bellas y acertadas palabras para mi primogénito, y espero con ansias tener en mis manos París D.F., leerla y presentárselas. Es, sin duda, un autor del que escucharemos mucho más próximamente.
Transcribiré, a continuación, algunos párrafos de la reseña, que pueden leer completa directamente en la entrada de su sitio web.
Tusitala de óbitos – Lola AnciraPOR ROBERTO WONG el 30 OCTUBRE, 2014
No hay, en México, una antología de nuestros raros. Propondría, por citar únicamente algunos nombres, a Arreola, Garro, Tario, Chimal, Bellatín. De conformarse dicho grupo, Lola Ancira (Querétaro, 1987), podría postular a un espacio. Su primer volumen de cuentos, publicado por Pictographia Editorial, gira en torno a temas poco frecuentes en la literatura mexicana: el sueño, la locura, la muerte.
No hay, en México, una antología de nuestros raros. Propondría, por citar únicamente algunos nombres, a Arreola, Garro, Tario, Chimal, Bellatín. De conformarse dicho grupo, Lola Ancira (Querétaro, 1987), podría postular a un espacio. Su primer volumen de cuentos, publicado por Pictographia Editorial, gira en torno a temas poco frecuentes en la literatura mexicana: el sueño, la locura, la muerte.
En otro extremo de su literatura se lee un importante rechazo al mundo y sus normas. “Un inminente progreso” es, al estilo de Huxley, una distopía en la que el personaje escoge la muerte ante lo terrible de la realidad. En “El dueño de los sinos”, el protagonista pretende cambiar el destino y muere consumido. “Jeremiades” intenta repetir la creación y se encuentra rodeado de esperpentos. En síntesis, los múltiples universos de Ancira parecen castigar lo contranatura –la opción al mundo parece siempre ser la muerte. ¿Es esto una crítica frontal a nuestra realidad? ¿Un sino de la autora?
Published on October 31, 2014 18:28
October 30, 2014
Poéticas de los 80, proyecto de Joel Flores

Poéticas de los 80 es un proyecto del escritor zacatecano Joel Flores, autor de El amor nos dio cocodrilos y de Rojo semidesierto , ganador del Certamen Internacional de Literatura 2012 Sor Juana Inés de la Cruz. Este año se hizo también acreedor del Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Primera Novela, con Nunca más su nombre y actualmente es becario del FONCA en la categoría de novela. Un escritor que, sin duda, tiene claro su camino y destino.
Este proyecto, que reúne a 12 escritores mexicanos nacidos en la década de los 80, plantea crear un acervo de sus obras publicadas y dar a conocer esta literatura, una literatura contemporánea, tan diversa como las personalidades de sus creadores y que oscila entre el realismo y lo fantástico.
En lo personal, es un placer formar parte de este grupo de escritores coetáneos con mi libro Tusitala de óbitos . Entre los otros once autores que conforman este proyecto se encuentran Gabriel Rodríguez con Niños tristes y Mariel Iribe Zenil con El último intento, así como Israel Terrón, con Artemisa Café, Bernardo Araujo con Toque de queda y Eduardo Ruiz Sosa con Anatomía de la memoria (tres de mis siguientes lecturas).
Pueden leer la entrada original del escritor en su blog. A continuación transcribo sus palabras, necesarias para deducir la relevancia de este proyecto:
A inicios de octubre decidí cerrar el primer bloque de entrevistas a escritores
nacidos durante el 80, que empecé en enero publicando en La gualdra y en esta página. Quien me motivó fue Fernando Trejo, al invitarme a convertir este trabajo
en conferencia y a ofrecer el resultado en la Feria Internacional del libro de Chiapas Centroamérica, más precisamente en Tuxtla, que es su tierra natal.
Para Fernando, como poeta y promotor cultural que siempre se ha preocupado
por el diálogo entre escritores, era bueno hablar en el Sur
sobre ¿quiénes son y qué están escribiendo los narradores de nuestra generación?
Fue así como en una semana Flor y yo empezamos a trabajar en lo que primero
fueron las diapositivas de la conferencia, para después, tras un par de bocetos
e ideas que se fueron desechando, terminar haciendo este catálogo compuesto por 12 escritores que están publicando en fondos editoriales estatales y nacionales,
así como en editoriales del país y españolas. Esto apenas es un inicio
de un proyecto que está en continúa construcción y crecerá.
Pues su objetivo es, como se lee en el texto introductorio que acompaña el catálogo,
ofrecer un mapa completo de los narradores jóvenes de México e invitar no sólo al lector,
sino también a otros escritores, a conocerlos.
Les dejo aquí el catálogo para su consulta. De verdad no tiene desperdicio, sobre toda la creatividad que le puso Flor en el diseño.
Published on October 30, 2014 14:01