Lola Ancira's Blog, page 51

February 18, 2016

El confeccionador de deseos - Aniela Rodríguez (presentación)



Tendré el honor de presentar, el sábado 20 de febrero en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería a las 16:00 horas, en el pabellón de Chihuahua, el libro de cuento El confeccionador de deseos de Aniela Rodríguez junto con Gabriel Rodríguez Liceaga.

¡Allá nos vemos!

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Published on February 18, 2016 08:16

February 12, 2016

Tratado de las espirales - Víctor Roberto Carrancá (Presentación)




El próximo 19 de febrero a las 20:00 horas tendré el placer de presentar el libro de cuento fantástico Tratado de las espirales de Víctor Roberto Carrancá, junto con Omar Nieto y el autor, en el Instituto Mexicano para la Justicia (Francisco Sosa #409, Coyoacán).

¡Hasta entonces!








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Published on February 12, 2016 11:06

January 31, 2016

Encarnación de una generación quemada - David Foster Wallace (cuento)




"Encarnación de una generación quemada" es un cuento de David Foster Wallace (escritor estadounidense, 1962-2008). Su novela más popular es La broma infinita, y fue un autor muy prolífico, a pesar de su relativamente corta carrera antes de su suicidio en 2008.
Este cuento se publicó por primera vez en su libro Oblivion: Stories (2004), en 2009 en la revista Square e incluido en la compilación Generación quemada (una antología de autores norteamericanos) (Siruela, 2005), a la que da nombre.

Este relato es, literal y metafóricamente, una pieza ardiente. Inicia con un grito de dolor del que se sabe la razón en muy poco tiempo, es una carrera de obstáculos invisibles y sumamente dolorosos.

Con un narrador omnisciente y un final abierto nada favorecedor, Foster nos ofrece una narración tan breve como un alarido y que sin duda permanecerá en nuestra memoria. Como bien lo afirma en esta encarnación,  "If you've never wept and want to, have a child".

Pueden leer la versión original en inglés en este enlace.



Encarnación de una generación quemada

El papá estaba al otro lado de la casa instalando una puerta para un inquilino cuando oyó los alaridos del niño y la voz de la mamá que se alzaba entre los gritos. Era una persona que se movía deprisa y, como el porche trasero daba a la cocina, antes de que la puerta mosquitero se hubiera cerrado a sus espaldas con un portazo, el papá abarco con la mirada toda la escena, la olla volcada sobre el suelo de baldosas delante de la cocina, la llama azul del quemador y el charco de agua en el suelo todavía humeante que se extendía en muchos brazos, el pequeñín con su abultado pañal, rígido, con el pelo despidiendo vapor y el pecho y los hombros de color escarlata, los ojos en blanco, la boca abierta y desencajada que de algún modo parecía independiente de los sonidos que emitía, la mamá, una rodilla en tierra, que lo secaba inútilmente con el paño de la cocina y que respondía a los aullidos del niño con sus gritos, histérica, casi paralizada. Una de sus rodillas y los suaves piececitos descalzos estaban aun en el charco humeante, y el primer movimiento del papa fue coger al niño por los sobacos, alzarlo y llevarlo al fregadero, de donde aparto los platos y abrió el grifo al máximo para que subiera el agua fría del pozo y corriese sobre los pies del niño, mientras con la mano ahuecada recogía y derramaba o arrojaba más agua fría sobre la cabeza, los hombros y el pecho, con el deseo, antes de nada, de ver que dejaba de salirle vapor, la mamá, junto a su hombro, siguió invocando a Dios hasta que la mando a por toallas y gasa si la tenían, el papá que se movía con rapidez y precisión, la mente masculina vacía de todo excepto de capacidad de decisión, sin percatarse todavía de con cuanta suavidad se movía o de que había dejado de oír los alaridos porque oírlos le habría paralizado y le habría impedido hacer lo que tenía que hacer para ayudar a su hijo, cuyos gritos eran tan regulares como su respiración y duraban tanto que se habían convertido en otra cosa más de la cocina, algo más que era necesario evitar deprisa. Fuera, la puerta lateral del inquilino montada sólo a medias colgaba de la bisagra superior y se movía ligeramente a causa del viento, y un pájaro posado en el roble al otro lado del camino que llevaba a la casa parecía observar la puerta con la cabeza ladeada mientras del interior seguían saliendo gritos. Las quemaduras más graves parecían ser las del hombro y el brazo derechos; el rojo del pecho y del estomago estaba transformándose en rosa bajo el agua fría y las tiernas plantas de los pies no tenían ampollas que el papá pudiera ver, aunque el pequeñín todavía apretaba los puños y chillaba, pero ya únicamente como reflejo por el miedo que el papá sólo más tarde sabría que creyó posible, la carita hinchada y las venas que sobresalían como cuerdas en las sienes y el papá seguía diciendo que estaba allí, que estaba allí, mientras la adrenalina disminuía y la indignación con la mamá por permitir que sucediera aquello empezaba a acumularse en volutas en el fondo de su espíritu aunque todavía a horas de distancia de que llegara a expresarla. Cuando la mamá regresó no estaba seguro de si convenía envolver al niño con una toalla o no, pero la mojó y lo envolvió apretando y luego alzó al bebé para sacarlo del fregadero y colocarlo en el borde de la mesa de la cocina para calmarlo mientras la mamá trataba de ver el estado de las plantas de los pies, y agitaba una mano en las proximidades de su boca al tiempo que profería palabras sin sentido y el papá se inclinaba hasta que su rostro estaba a la altura de la cara del niño sobre el borde ajedrezado de la mesa, y repetía la obviedad de que estaba allí al tiempo que trataba de calmar los gritos del pequeño, si bien el niño aún chillaba de manera entrecortada, un sonido agudo puro brillante, que podría haberle parado el corazón, y los labios mordisqueados y las encías que ahora parecían teñidas con el azul suave de una llama baja pensó el papa, mientras el niño gritaba de dolor como si aún estuviera bajo la olla volcada. Un minuto o dos como aquellos, que parecieron mucho mas largos, con la mamá al lado del papá hablando con voz cantarina ante el rostro del niño y la alondra en la rama y con la cabeza ladeada y la bisagra que comenzaba a mostrar una grieta blanca por el peso de la puerta inclinada hasta que la primera voluta de vapor salió, perezosa, por debajo del borde de la toalla que envolvía al niño y los ojos de los padres se encontraron, desorbitados: el pañal, que cuando retiraron la toalla y recostaron al pequeñín sobre el hule ajedrezado y despegaron los velcros reblandecidos y trataron de quitárselo, se resistió levemente con acompañamiento de nuevos alaridos; el pañal estaba caliente, el pañal de su bebé les quemaba las manos y vieron entonces donde había caído la mayor cantidad de agua y donde se había acumulado y había estado quemando al pequeñín todo aquel tiempo mientras aullaba para que le ayudaran y no lo habían hecho, no lo habían pensado y cuando se lo retiraron y vieron el estado de lo que estaba allí, la mamá pronunció el nombre de su Dios y se agarró a la mesa para mantenerse en pie mientras el padre se volvía y lanzaba un directo al aire de la cocina y se maldecía a sí mismo y al mundo, aunque no por última vez, mientras su hijo podría haber estado dormido ahora si no fuera por el ritmo de la respiración y los minúsculos movimientos convulsos de sus manos en el aire por encima de donde estaba tumbado, las manos del tamaño del pulgar de un adulto que habían agarrado el pulgar del papá en la cuna mientras miraba el movimiento de la boca del papá al cantar, la cabeza de lado y dando la sensación de ver algo mucho mas allá, con una mirada que causó al papá un extraño sentimiento de desamparo. Si no has llorado nunca y quieres hacerlo, ten un hijo. Te romperá el corazón dentro del pecho, eso es lo que hará un hijo, es la gangosa canción que el papá oye de nuevo como si la dama del country estuviera allí con él contemplando lo que habían hecho, aunque horas mas tarde lo que el papá menos se perdonaba era lo mucho que deseaba un cigarrillo, precisamente entonces, cuando le pusieron un pañal como mejor sabían, hecho de gasa y dos toallas pequeñas cruzadas y el papá lo alzó como un recién nacido con la cabeza en la palma de una mano y lo llevó corriendo hasta la furgoneta recalentada y quemó los neumáticos todo el camino hasta la ciudad y la sala de urgencias de la clínica, con la puerta del inquilino colgando abierta todo el día hasta que cedió el gozne, pero para entonces era demasiado tarde, cuando la cosa no cesaba y ellos no lograban detenerla y el niño había aprendido a abandonarse y contemplar todo lo que quedaba por suceder desde un lugar mas alto, y lo que se hubiera perdido carecía ya de importancia desde entonces, y el cuerpo del bebé se expandió y anduvo de aquí para allá y recibió mensualidades y vivió su vida sin que nadie lo habitara, una cosa más entre las cosas, su alma suspendida en lo alto como una nube de vapor, cayendo como lluvia y luego alzándose, el sol arriba y abajo como un yoyo.
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Published on January 31, 2016 10:17

January 30, 2016

January 29, 2016

Agenda del suicidio - Pablo Raphael




(Publicación temporal)
Agenda del suicidio (Tumbona ediciones, 2011) de Pablo Raphael (escritor mexicano, 1970) es el primer libro de cuento del autor y con el que se hizo acreedor al Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen.


El libro se puede conseguir en Librerías Gandhi o directamente en la página de la editorial.

Selección de las mejores frases del libro:
A esta hora el agua
"En toda la tierra y por unos segundos nadie piensa en ella." p. 10
"...los gritos para llamarla son en realidad para llamarse entre ellos..." p. 11

El error de la liga Witte
"Hay tres posibilidades para mí: el cadalso, el suicidio o un futuro tan brillante que no me atrevo a pensar en ello." p. 36
"El asco recorría mi estómago mientras mi lengua se encargaba de deleitar sus oídos." p. 37

Trofeo para Idaho
"Y no había noche, ni bebida, ni objeto que pudiera calmar las ganas de una nueva víctima. Era un acumulador. En sus manos y con sus manos tenía la posibilidad de conseguir la última pieza que le faltaba. Se decidió y colocó esa pieza, ese animal, en la mira: el miedo mismo. Siempre dijo de sí que era un hombre extraño y más que creerle yo lo comprobaba en cada una de sus manías, en la forma de contradecir todo lo que se le decía..." p. 43
"Era un experto, revisó los cartuchos, acarició el gatillo, se detuvo unos segundos en la mira, giró la escopeta hacia su cuerpo y calmó el fuego y el miedo, la respiración nerviosa de su último trofeo." p. 46

El olvido del mundo 
"...reconociéndose como el alma que lleva muchas décadas arrastrando a un cuerpo con la memoria despedazada." p. 53

El uno y su doble
"...los críticos no tienen noción del espacio y por eso no caben en ningún sitio." p. 57
"vivía atormentada por la duda de la infidelidad, tanto de la propia como la que pudiera cometer su marido." p. 61
"Se puede negar, se puede coincidir, incluso de puede cambiar de opinión. Pero poner en duda la palabra de alguien es algo que insulta." p. 64
"...sólo era capaz de encontrar la verdad en la contradicción que hay en el gusto de dudar." Ibídem
"Los años habían agotado las estrategias." p. 67
"Ver que una persona muere es como dar dos pasos. El primero es fácil y ligero, el siguiente pesa dos toneladas." p. 73

Días conjugados
"...una vida donde la tragedia fue siempre silenciosa." p. 89
"...en la lectura de esa historia las lágrimas escurrieron con el desasosiego de aferrarse irremediablemente a lo que hace daño." p. 91

Portbou, el último pasaje
"Pero si hablamos de escalones, cuando un pie no ejerce la presión que garantice el equilibrio, la caída será, casi siempre, mortal." p. 108
"Nadie sabe qué hacer con una persona cuando ésta muere en sus brazos, nadie sabe cargar con un muerto en las espaldas o en los brazos." p. 112
"...la culpa y el miedo son dos consejeros que siempre llevan al fracaso." p. 114

La mano anárquica
"Se fue matando ante nuestros ojos sin que nadie quisiera o pudiera hacer nada." 
"Le encantaba estar borracho, Lo vivía como una liberación, como una manera de entender el mundo, de sobrevivir." p. 123
"¿Quién diría que apagar y prender un interruptor pudiera ser algo demencial? Los cuarenta y cinco intentos de tu izquierda no fueron suficientes para vencerte con cuarenta y seis. Ahora el insomnio y la noche." p. 126


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Published on January 29, 2016 11:57

January 24, 2016

Irreverencias maravillosas: Los monstruos que nos habitan



El texto de este mes para Irreverencias maravillosas, mi columna mensual en la Revista VozEd, busca las razones por las que los monstruos, esos seres extraños y misteriosos que muchas veces provocan terror con su sola presencia, nos han atraído desde siglos atrás y han estado presentes en nuestras vidas desde entonces. 
La versión completa del texto se encuentra en este enlace de la revista. 


Los monstruos que nos habitan
No hace falta conocer el peligro para tener miedo;
de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.
Alexandre Dumas

LA PALABRA MONSTRUO viene del latín monstrum (maravilla o prodigio) que deriva de la raízmonere (advertir, avisar). Sus primeras acepciones incluían deformidades físicas y espantosos seres irreales, pero actualmente incluye también aspectos amorales o despiadados del comportamiento del ser humano, mismo que puede comprenderse con algún acercamiento a la psicología y al psicoanálisis.
Criaturas vistas en viajes hechos entre 1788 y 1789 de China a la costa noroeste de American.
Uno de los arquetipos de la psicología analítica de Carl Gustav Jung es la Sombra, lo inconsciente de la personalidad, todo lo opuesto al Yo, puede tener un carácter personal o colectivo y era representada a través de figuras despreciables, como monstruos y demonios. Jung la describía de la siguiente manera: «…en el hombre inconsciente justamente la sombra no sólo consiste en tendencias moralmente desechables, sino que muestra también una serie de cualidades buenas, a saber, instintos normales, reacciones adecuadas, percepciones fieles a la realidad, impulsos creadores, etc.». Los monstruos representan en su totalidad esa sombra, lo que no podemos ser pero que anhelamos en la intimidad. Nos reflejamos en ellos. El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde (1886), novela de Robert Louis Stevenson, muestra a la perfección esta dualidad del ser humano: mientras el doctor Jekyll es un hombre que actúa conforme a todas las normas sociales, su antagonista, el señor Hyde, ser en el que se transforma después de consumir cierta pócima, se regocija en el comportamiento más reprobable que puede ejercer.

El actor Hobart Bosworth en su papel de doctor Jekyll, 1908.
La mitología y literatura de distintas culturas están plagadas de leyendas muy similares, de seres monstruosos e historias fantásticas, y el terror que han creado desde cientos de siglos atrás ha servido para acercar y unir a los seres humanos. Un magnífico ejemplo literario son los bestiarios fantásticos, y entre las distintas obras que podrían identificar con lo monstruoso se encuentran Frankenstein (1818), novela de Mary Shelley que refleja el temor por el «desafío a lo divino» que podría significar la Revolución Industrial, o el poema «Jabberwocky» (1871), de Lewis Carroll, que manifiesta los descubrimientos en geología y paleontología de la época en las ilustraciones del extraño y siniestro ser descrito.
Ilustraciòn del Jabberwock por John Tenniel.
Con el surgimiento del cine clásico de horror, este género encontró vías mucho más lucrativas: a través de la pantalla grande, los directores de cine pudieron explotar los temores reprimidos de su audiencia. En The vampire (1913) aparecen las primeras vampiras atractivas que modifican la percepción general sobre un tema satanizado. Drácula (1897), novela de Bram Stoker, fue adaptada por primera vez a la pantalla grande en 1920, y su protagonista, un vampiro seductor, representaba la maldad misma, por lo que también causaba repudio. El fantasma de la ópera, adaptación de 1925 de la obra literaria de Gastón Leroux, donde el personaje principal tiene desfigurada una parte del rostro que mantiene oculta y es dueño de un porte impecable, resultando en misterio y atracción. Nuestra señora de París, novela de Víctor Hugo que cuenta con 6 adaptaciones cinematográficas desde 1905, muestra a un personaje amorfo que finalmente logra ser amado. Una de las hipótesis de mostrar a personajes peculiares es la de crear una mayor aceptación por parte de la población hacia las personas afectadas debido a las numerosas guerras y los conflictos armados.

Diálogo de El fantasma de la ópera
Tras la increíble y fiel adaptación a la radio de la novela La guerra de los mundos de H. G. Wells por Orson Welles, en 1938, la llegada del hombre a la Luna y la amenaza de la Guerra Fría, las invasiones alienígenas ganaron espacio en cintas como The Day the Earth Stood Still The Thing from Another World (1951), It Came from Outer Space (1953) y la película de serie B Plan 9 from Outer Space (1959).En 1954, nueve años después de los bombardeos a Iroshima y Nagasaki, se produjo la película Godzilla, cuyo protagonista, un inmenso monstruo reptiloide, resultado de la radiación, devastaba todo a su paso, imitando el desastre en ambos sitios después del ataque.

Godzilla
La temática principal en los inicios de la década de los 70 fue lo demoniaco o satánico específicamente en personajes infantiles, donde sobresalen El bebé de Rosemary (1968), la saga de El exorcista (1972) y la de La profecía, que inició tres años después. Una de las posibles explicaciones es que en ellas se representa la preocupación social norteamericana por la revolución sexual y el amor libre pregonado por los hippies.En la década de los 80, la saga de Terminator retrató la desconfianza a las nuevas tecnologías y a la rebelión de las máquinas, como lo hizo también Blade Runner (1982), basada en parte en la novela  ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?  (1968) de Philip K. Dick.Pero también existen, y son muy numerosos, los monstruos que no se pueden reconocer a primera vista, y esos son, muchas veces, los más peligrosos, como los psicópatas o los asesinos seriales. Respecto a lo anterior, el autor David Schmid ha publicado, entre otros, los libros Natural Born Celebrities: Serial Killers in American Culture y The Devil You Know: Dexter and the ‘Goodness’ of American Serial Killing. El escritor Norman Mailer declaró que los auténticos monstruos eran aquellos que escribían libros maravillosamente dulces, de ahí que se pueda extrapolar a la idea de que quienes se comportan de manera extraordinaria, puedan ser en realidad, o por debajo de la piel, los seres más atroces. Además, los monstruos más temibles son aquellos con características humanas, pues fungen como espejos de nuestra Sombra.
Jeffrey Dahmer, un carismático y popular asesino serial norteamericano.

En Speaking of Monsters: A Teratological Anthology, uno de los múltiples libros del doctor John Edgar Browning, explica respecto a los monstruos que «Él o ella puede provocar empatía o pathos, lo que nos obliga a reconocer su monstruosidad como nuestra y así abrazar lo que una vez nos enseñaron a odiar».El terror, en cualquier de sus facetas, nos fascina porque lo sabemos irreal, porque inconscientemente nos otorga cierto placer, genera un miedo consciente y temores gratificantes. La empatía con lo monstruoso nos hace comprender nuestros propios miedos y sus orígenes, y conocer sus más ocultas motivaciones nos vuelve partícipes, cómplices; pero también abriga el temor a la imitación y denota cierta misantropía: se prefiere lo diferente por rechazo a lo humano.Los monstruos, que antes fungían como un augurio, se han convertido en un espectáculo fascinante, la Sombra ha cobrado una forma real y ya no se esconde, sino que busca todas las superficies posibles para mostrar que está presente todo el tiempo, aun cuando la luz pretenda abarcarlo todo para otorgar seguridad. Finalmente, y recordando a Jung, «Uno no se ilumina imaginándose figuras de luz, sino tornando la oscuridad consciente».~
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Published on January 24, 2016 12:29

December 30, 2015

La existencia a través de la fotografía (Travel Journal | Chile por Cast Zam)



Fotografía por Cast Zam


Cast Zam (Querétaro, 1991) es un talentoso fotógrafo y diseñador gráfico de la ciudad de Querétaro. Se enfoca en el diseño editorial y el branding.



Cast Zam

The Travel Journal es, como él lo define, un proyecto fotográfico a manera de diario para registrar su viaje a través de Chile:

Ésta es la página de sus bellos proyectos de diseño e increíble fotografía,  y éste es su sitio en VSCO.

Tuve la fortuna de redactar algunas líneas para este proyecto, que me pareció magnífico desde el inicio:






Éstas son algunas de las magníficas fotografías de su proyecto:













Postales, timbres de correo, fotografías enmarcadas y una selección de las mismas publicadas en un pequeño y hermoso book estarán a la venta próximamente.
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Published on December 30, 2015 11:55

December 29, 2015

Carta de bienvenida (cuento publicado en Laberinto, suplemento cultural de Milenio)

Fotografía de Kudryashka


En el número 653 de Laberinto, el suplemento cultural del periódico Milenio, se publicó el 19 de diciembre mi cuento "Carta de bienvenida" como una de las 6 perlas navideñas reunidas para conmemorar estas fechas. Elizabeth Bishop, Jonathan Minila, Lorel Manzano, Maritza M. Buendía y Maira Colín son los otros autores de perlas con los que comparto páginas.
"Carta de bienvenida" es un cuento breve inspirado en un antiguo reino escocés y las celebraciones paganas que dieron origen a la Navidad del cristianismo.
Pueden leer la versión digital en este enlace del suplemento, y las otras perlas navideñas y el número completo en el sitio de Laberinto en Issuu.
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Published on December 29, 2015 14:16

December 28, 2015

Irreverencias maravillosas: La locura a través de los siglos

Thomas Windisch, hospital psiquiátrico abandonado en Italia

El texto de este mes para Irreverencias maravillosas, mi columna mensual en la Revista VozEd, es un compendio de la (muchas veces sombría) historia de los principales manicomios y hospitales psiquiátricos del mundo como el Charenton, en Francia, el Manicomio di Mombello, en Italia, o La Castañeda, en México.

La versión completa del texto se encuentra en este enlace de la revista. 


La locura a través de los siglos 
La ciencia no nos ha enseñado aún
si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia.
Edgar Allan Poe

LOS MANICOMIOS ERAN centros de reclusión para los enfermos mentales que tiempo después se transformaron en hospitales psiquiátricos. Manicomio viene del vocablo manía y del griego cuidar: era el espacio designado para vigilar y atender a quienes sufrían de un padecimiento designado como locura, término aplicado a todos aquellos que sufrían de delirios o trastornos psicológicos.Antes de la existencia de los manicomios, durante el siglo XIV, en ciertos hospitales de Suecia, Italia, Polonia y Alemania se destinaban algunas habitaciones para el aislamiento de los enfermos mentales. El Hospital Real de Bethlem, en Londres, fundado en 1330 tras haber fungido durante 83 años como priorato, se convirtió algunas décadas después en el primer hospital psiquiátrico europeo. Los terribles acontecimientos en dicho lugar han inspirado libros, series de televisión y películas como Bedlam (1946, Boris Karloff), palabra que fue usada como apodo para el hospital y cuya acepción es caos o confusión, pues durante sus primeros años resaltó el trato inhumano y los abusos hacia los pacientes, mismos que fueron condenados por la reforma psiquiátrica siglos después.
Fotografía del Manicomio di Colorno por Thomas Windisch


En 1410 se inauguró el Hospital de los Pobres Inocentes en Valencia, donde por primera vez se consideró como una enfermedad a la locura. El trato humanitario y los procedimientos médicos para los pacientes designados como curables o incurables significaron un cambio radical para la psiquiatría. Este modelo de hospital se estableció en otras ciudades españolas e incluso llegó a México en 1567, con la fundación del Hospital de San Hipólito, en funciones hasta 1910.En 1645 se fundó el manicomio Charenton, en Francia, famoso también a principios del siglo XIX por el trato caritativo a sus pacientes. Ahora se conoce como el Hospital Esquirol. A finales de 1800 Philippe Pinel, un médico especializado en trastornos psicológicos, al ser nombrado jefe del manicomio de Bicertre (el área masculina del Hospital de la Pitié-Salpêtrière, fundado en 1656 en París) prohibió el uso de las cadenas y pidió al personal ser bondadosos con los enfermos. Este hospital atendía principalmente a vagabundos y pobres, y fue el primero en designar áreas para hombres, mujeres y niños. 
Fotografía del Manicomio di Colorno por Thomas Windisch
En 1687 se fundó en la ciudad de México el Hospital del Divino Salvador, que sólo albergaba mujeres. En 1796 se estableció el York Retreat, en Inglaterra, popular por dar un trato humano y ético a los enfermos mentales, modelo imitado en los psiquiátricos del resto del mundo y que actualmente sigue vigente. En 1811 se fundó el Hospital General de Massachusetts, con una división para psiquiatría. Durante 1850 se construyeron en Estados Unidos más de 200 hospitales psiquiátricos de arquitectura palaciega, con inmensas y encantadoras fachadas que recluían todo tipo de horrores, y que tan sólo un siglo más tarde albergaban a 500 mil personas. Debido al hacinamiento y las condiciones deplorables, los padecimientos de los pacientes dentro de estas instituciones no mejoraban en absoluto.En 1873 se fundó el Manicomio di Mombello, en Italia, uno de los más grandes en su país, y su capacidad máxima fue de 3,000 personas. Cerró sus puertas en 1999 y actualmente el edificio se mantiene en pie y abandonado.

Fotografía del Manicomio di Colorno por Thomas Windisch



La Castañeda, hospital psiquiátrico fundado en 1910 en la ciudad de México, fue conocido como el Palacio de la locura, y su arquitectura trató de imitar la del Charenton de París. A él fueron enviados los internos del San Hipólito y las internas del Hospital del Divino Salvador. Dos meses después de su inauguración, la Revolución Mexicana modificó las funciones del hospital, convirtiéndolo en un asilo que refugiaba alcohólicos, criminales, mendigos, prostitutas y enfermos mentales en los mismos espacios. Las condiciones extremas, la falta de recursos, la ineficacia de sus brutales tratamientos (como la terapia electroconvulsiva y la reclusión prolongada), el ambiente de violencia y alojar al triple de pacientes en sus múltiples pabellones derribaron los ideales de progreso y modernidad con que fue fundado. Este Palacio también fue testigo de una historia surrealista en los años 40, la del estrangulador de Tacuba, Gregorio Cárdenas, considerado décadas después como un «gran ejemplo» para el país en el homenaje que le rindió la Cámara de diputados (del PRI) de la época. Cuando en 1968 demolieron los 21 edificios que lo conformaban, justo meses antes de la Matanza de Tlatelolco y de los Juegos Olímpicos celebrados durante el mismo año en el país, la fachada se vendió momentos antes de las detonaciones y fue trasladada en su totalidad a otra construcción en el Estado de México, donde permanece hasta ahora como el único recuerdo del Palacio.
Fachada de La Castañeda
Jardines y pabellones 



Internos (fotografía del acervo de la Fototeca Nacional)


Las leyes generales de sanidad que iniciaron en los años 60 en Europa, abogaban por un trato humano y mucho más justo para los enfermos mentales, que contemplara la rehabilitación y reinserción como uno de sus principales objetivos. Fue así como los manicomios comenzaron a cerrar sus puertas, y la mayoría de los enfermos se convirtieron en pacientes de sus familiares. A pesar de que tampoco contaran con el medicamento o los elementos necesarios para su tratamiento, con el tiempo se han demostrado ciertos avances.  Asylum  (The Mit Press, 2009) es un libro de fotografías de manicomios estadounidenses abandonados que incluye un ensayo sobre el tema y puede ser considerado como un documento histórico, y el fotógrafo y explorador urbano Thomas Windisch visitó durante dos años manicomios italianos tras aplicarse estas nuevas leyes en la década de los 70, recopilando la fascinante obra en su página en internet.Estudiar las funciones cerebrales y conocer las causas de estos padecimientos permitió su tratamiento y prevención, logrando que los trastornos de conducta, las enfermedades mentales o la discapacidad intelectual sean tratados de una manera mucho más eficaz y especializada. La rehabilitación psicosocial ha permitido la reinserción adecuada de pacientes con enfermedades crónicas como la esquizofrenia o la bipolaridad, pero aún existen centros psiquiátricos que se mantienen en la sombra del trato cruel de los manicomios de varios siglos atrás.~
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Published on December 28, 2015 13:32

December 27, 2015

La atracción que inquieta: encontrar la belleza en cosas raras e imperfectas (texto publicado en Milenio)





El domingo 6 de diciembre se publicó en Milenio (Jalisco) mi texto titulado "La atracción que inquieta: encontrar la belleza en cosas raras e imperfectas". Éste fue mi primer texto publicado en un medio impreso de tal magnitud, y sobra decir que quedé fascinada cuando el último día de la FIL de Guadalajara, al tomar y abrir uno de los ejemplares, encontré mi texto acompañado de unas bellísimas imágenes. Escribir sobre temas que me apasionan y llegar a miles de lectores es lo más satisfactorio.
Victoria Modesta, Aimee Mullins, cuerpos hermosos y mutilados, algunos detalles de la historia de los freak shows e información sobre las prótesis modernas, temáticas sobre las que anteriormente escribí en este año (en enero ("La fragmentación del cuerpo") y en noviembre ("La afinidad con lo singular") para mi columna mensual Irreverencias Maravillosas, en VozEd, están presentes en estas letras.
El texto lo pueden leer en el sitio web de Milenio en la sección de Tendencias, en este enlace.
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Published on December 27, 2015 13:24