Rick Warren's Blog, page 427

Encuentra tu Valor único como Parte del Cuerpo de Cristo

 

“Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, el cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros” (Romanos 12:4-5 NTV).

Solo dentro del cuerpo de Cristo encuentras tu valor único. La Biblia dice que todos somos diferentes, pero juntos podemos lograr lo que nunca podremos hacer solos.

Cuando somos parte del cuerpo de Cristo, descubriremos nuestra posición –el cuál es nuestra importancia- en su trabajo.

No encontrarás esto en ningún lugar excepto en la iglesia. No lo descubrirás en el trabajo o en el gimnasio o en un equipo atlético.

La Biblia dice, “Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, el cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros” (Romanos 12:4-5 NTV).

Este pasaje nos dice cuatro cosas sobre como encajamos juntos en el cuerpo de Cristo.

El cuerpo de Cristo está hecho de muchas partes diferentes. Solo mira alrededor –puedes decir que todos somos diferentes. Nadie se ve como tú, nadie suena como tú. Dios te diseñó de esa manera, porque él ama la variedad.

Todos necesitamos completar el cuerpo. Nadie puede decir, “No soy importante”. La iglesia nos necesita a todos nosotros.

Todos tenemos trabajo que hacer. Todos tenemos diferentes roles y ministerios. Si todas las partes de nuestros cuerpos físicos hicieran la misma cosa, sería un desastre. Lo mismo es verdad para la iglesia.

Nos pertenecemos unos a otros. No solo pertenecemos a Dios sino unos a otros en el cuerpo de Cristo. Cada uno de nosotros necesita al resto.

No puedes obtener esto fuera del cuerpo de Cristo. Para realmente proporcionar tu contribución única en el mundo, necesitas ser una parte activa de la iglesia.

Reflexiona sobre esto:

¿Por qué a menudo nos alejamos de nuestra singularidad?
¿Cómo has descubierto tu valor único dentro de la familia de la iglesia?
¿Cuáles son algunos de los dones únicos de otras personas que has visto florecer dentro de la iglesia?

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Your Lasting Identity Comes from God’s Family

Much of our identity is based upon our relationships.

I’m a grandson. I’m a son. I’m a husband. I’m a grandfather. I’m a team member. I’m a small group member. I’m a pastor. I’m an employer. I’m all of those things. Those relationships help to define who I am.

We know who we are in relationship to other people. People who have gone through a divorce or the death of a spouse know this. When that relationship ends, many people have trouble coming to grips with who they are. Or if they’ve been laid off from a job that’s been tied to their identity, it can be really tough to get clarity with their identity.

That’s why God wants us to gain our identity from a relationship that’ll never end: our relationship with his family.

The Bible says, “You are members of God’s very own family . . . and you belong in God’s household with every other Christian” (Ephesians 2:19 TLB).

It doesn’t matter what family you’ve had in the past. Your identity doesn’t come from it. Your identity comes from your relationship with God’s family.

In fact, your physical family was just a channel to get you into God’s family. God used your parents—whether they were good parents or bad parents—to bring you into the world. But his real goal wasn’t to keep you in that family; it was to put you in his family.

Your spiritual family is actually more important than your physical family. Physical families don’t last forever. People grow up. They move away. They get divorced. They die.

Your spiritual family will last forever.

When that’s what your identity is built upon, it’ll last.

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Tu Identidad Duradera proviene de la Familia de Dios

 

“Ustedes … son ciudadanos junto con el pueblo santo y forman parte de la familia de Dios” (Efesios 2:19 PDT ).

Mucha de nuestra identidad está basada en nuestras relaciones.

Soy un nieto, soy un hijo, soy un esposo, soy un abuelo, soy un miembro de un equipo, soy miembro de un grupo pequeño, soy un pastor, son un empleador, soy todas esas cosas. Esas relaciones ayudan a definir quién soy.

Sabemos quiénes somos en una relación con otras personas. Las personas que han pasado por un divorcio o la muerte de un esposo conocen de esto. Cuando esa relación termina, muchas personas tienen problemas para comprender quienes son. O si ellos han sido despedidos de un trabajo con el que se identificaban, eso puede hacer realmente difícil clarificar su identidad.

Ese es el por qué Dios quiere que obtengamos nuestra identidad de una relación que nunca terminará: Nuestra relación con su familia.

La Biblia dice, “Ustedes … son ciudadanos junto con el pueblo santo y forman parte de la familia de Dios” (Efesios 2:19 PDT).

No importa en qué familia pertenecías en el pasado. Tu identidad no viene de ahí. Tu identidad viene de tu relación con la familia de Dios.

De hecho, tu familia física solo fue un canal para llegar a la familia de Dios. Dios usa a tus padres –ya sea, que sean buenos o malos padres- para traerte a este mundo. Pero su meta real no fue mantenerte en esa familia; solo fue para ponerte en su familia.

Tu familia espiritual actualmente es más importante que tu familia física. Las familias físicas no duran para siempre. Las personas crecen. Se mudan, se divorcian, mueren.

Tu familia espiritual durará para siempre.

Cuando en eso se basa tu identidad, permanecerá para siempre.

Reflexiona sobre esto :

¿Puedes pensar de un tiempo en tu vida cuando la pérdida de una relación impactó tu sentido de identidad? ¿Cómo fue?
¿En qué formas estás invirtiendo tu vida en cosas que realmente importan, cosas que durarán para siempre?
¿Cómo has entendido mejor tu identidad a través de tus relaciones con la familia de Dios?

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You’re Called to Belong to the Church

You’re not just called to do. You’re called to belong.

The Bible says, “God is the One who made all things, and all things are for his glory. He wanted to have many children share his glory” (Hebrews 2:10 NCV).

God doesn’t want his children to be orphans. He puts them in a family, and God’s family is called the church. You are called to belong to his church.

In Ephesians 2:19, the Bible says this: “So now you . . . are not visitors or strangers. Now you are citizens together with God’s holy people. You belong to God’s family” (ICB).

The word for “church” in the Bible is the Greek word ecclesia. It comes from the word kaleo, which means “called.” Ecclesia literally means the group of people who are called by God.

You know what that means? The church isn’t an event. It’s not a building. It’s not something you go to. The church is something you belong to. It’s a relationship. You’re called to be a part of a family with all the other people God has called.

Church is not a burden or a rule or a requirement. It is a family, and you will only ever get to know God and his purpose for your life when you are in community with God’s family.

Belonging to the church will be one of the greatest blessings and sources of encouragement in your life.

You don’t want to miss out on that.

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Eres llamado a Pertenecer a la Iglesia

 

“Ustedes … son ciudadanos junto con el pueblo santo y forman parte de la familia de Dios” (Efesios 2:19 PDT).

No solo eres llamado a hacer. Eres llamado a pertenecer.

La Biblia dice, “Dios —para quien y por medio de quien todo fue hecho— eligió llevar a muchos hijos a la gloria. Convenía a Dios que, mediante el sufrimiento, hiciera a Jesús un líder perfecto, apto para llevarlos a la salvación” (Hebreos 2:10 NTV).

Dios no quiere que sus hijos estén huérfanos. Él los puso en una familia, y la familia de Dios se llama la iglesia. Eres llamado a pertenecer a su iglesia.

En Efesios 2:19, La Biblia dice esto: “Ustedes … son ciudadanos junto con el pueblo santo y forman parte de la familia de Dios” (PDT).

La palabra para “iglesia” en la Biblia es la palabra griega ecclesia. Viene de la palabra kaleo, que significa “llamado”. Ecclesia literalmente significa el grupo de personas que son llamados por Dios.

¿Sabes lo que eso significa? La iglesia no es un evento. No es un edificio. No es algo a dónde vas. La Iglesia es algo a lo que perteneces. Es una relación. Fuiste llamado a ser parte de una familia con todas las otras personas que Dios ha llamado.

La Iglesia no es una carga o una regla o un requerimiento. Es una familia, y solo conocerás a Dios y su propósito para tu vida cuando estás en comunión con la familia de Dios.

Pertenecer a la iglesia será una de las más grandes bendiciones y fuentes de ánimo en tu vida.

No querrás perderte eso.

Reflexiona sobre esto :

¿Por qué es tan fácil confundir la iglesia con un evento o un edificio? ¿Cómo puedes recordarte la verdadera naturaleza de la iglesia?
¿Qué rol ha jugado la iglesia en tu vida? ¿Qué emociones experimentas cuando te dicen que fuiste llamado a pertenecer a la iglesia?
¿Cómo puedes comprometerte completamente a la familia de la iglesia?

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No te preocupes, ¡Adora!

 

“Así que no se preocupen por todo eso diciendo: ‘¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?’. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.” (Mateo 6:31-34 NTV).

¿Cómo sabes que no estás experimentando el amor de Dios?

Estas preocupado.

No puedes preocuparte y adorar a Dios simultáneamente. Cada vez que te preocupas, olvidas cuánto te ama Dios. La preocupación es realmente actuar como un ateo. Estás fingiendo que eres un huérfano en lugar de un hijo de Dios.

Jesús dijo: “Así que no te preocupes por estas cosas, diciendo: “¿Qué vamos a comer? ¿Qué vamos a beber? ¿Qué nos pondremos?” Estas cosas dominan los pensamientos de los no creyentes, pero tu Padre Celestial ya conoce todas tus necesidades. Busca el Reino de Dios por encima de todo, y vive con rectitud, y él te dará todo lo que necesitas. Así que no te preocupes por el mañana, porque mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas de hoy son suficientes para hoy” (Mateo 6:31-34 NTV).

Jesús nos dice que hay una verdad que es mucho más importante que cualquier cosa por la que nos preocupemos: tenemos un Padre Celestial que nos creó, nos ama, quiere lo mejor para nosotros y nos está cuidando. Él está trabajando por nuestro bien y nos ha dado cientos de promesas de su fidelidad.

La preocupación es fingir que no sabes nada de eso.

A mi hijo Josh no le gusta volar cuando hay turbulencias. Hace unos años, estaba en un avión experimentando turbulencias constantes. Más tarde me dijo: “Tenía que decidir si me preocuparía o adoraría. Entonces, en lugar de preocuparme, me puse los auriculares y puse muchas canciones de adoración”.

Vas a preocuparte o vas a adorar por el resto de tu vida. O entrarás en pánico u orarás. Verás tus problemas o mirarás a Dios.

¿Cuál es tu opción?

Reflexiona sobre esto:

¿Cuáles son las razones más comunes de preocupación en tu vida?
¿Qué impacto ha tenido la preocupación en tu vida? ¿Cómo te ha impedido confiar completamente y seguir a Dios?
¿Qué puedes hacer para recordarte que eliges la adoración sobre la preocupación?

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Don’t Worry—Worship!

How do you know you’re not experiencing the love of God?

You’re worried.

You can’t simultaneously worry and worship God. Every time you worry, you’ve forgotten how much God loves you. Worry is really acting like an atheist. It’s pretending you’re an orphan rather than a child of God.

Jesus said, “So don’t worry about these things, saying, ‘What will we eat? What will we drink? What will we wear?’ These things dominate the thoughts of unbelievers, but your heavenly Father already knows all your needs. Seek the Kingdom of God above all else, and live righteously, and he will give you everything you need. So don’t worry about tomorrow, for tomorrow will bring its own worries. Today’s trouble is enough for today’” (Matthew 6:31-34 NLT).

Jesus tells us there’s a truth that’s much more important than anything we’re worrying about: We have a heavenly Father who created us, loves us, wants what is best for us, and is watching over us. He is working for our good and has given us hundreds of promises of his faithfulness.

Worry is pretending you don’t know any of that.

My son Josh doesn’t like to fly when there’s turbulence. A few years ago, he was on a plane experiencing constant turbulence. He told me later, “I had to decide whether I would worry or worship. So instead of worrying, I put in my ear buds and put on a bunch of worship songs.”

You’ll either worry or worship for the rest of your life. You’ll either panic or pray. You’ll either look at your problems or look at God.

Which will you choose?

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Your Greatest Dream Is Still Possible

You’re capable of far more than you understand right now. You just need someone to believe in you.

I have good news for you: Someone already does.

When someone believes in you unconditionally, as God does, it releases you to take great risks. You have unfulfilled dreams in your life because you’ve been scared to death to go after them. You’ll die with unfulfilled dreams unless you let one truth really sink in: God loves you unconditionally.

No matter who you are and no matter what’s in your past, God believes in you far more than you believe in yourself. That means fear doesn’t have to stop you anymore.

The Bible says, “There is no fear in love. But perfect love drives out fear, because fear has to do with punishment” (1 John 4:18 NIV).

Think you’ve blown it? Ready to throw in the towel on your dream? God’s love says to not be afraid to give it another shot.

When I was in seventh grade, my family lived in Northern California, home to the redwoods. In my shop class, everyone was supposed to make something. I wanted to make a redwood table for my mom and dad. Unfortunately, I have zero artistic or crafting ability. I worked on that table for six months in our barn, but it was still a mess.

One day, my dad heard me sobbing over my table in that barn. I told him of the mess I’d made of it. I wanted so badly for it to be nice, but it was awful.

I’ll never forget what my dad told me: “Son, it’s okay. We can start over, and this time I’ll help you.”

My dad was a master carpenter. I knew if he said he’d help, we would succeed.

Your heavenly Father is telling you that today. You may have messed up. You may feel as if your dream is dead.

But God says to you today, “It’s okay. We can start over, and this time I’ll help you.”

And when God says he’ll help, you can do anything.

 

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Tu Sueño más Grande, todavía es Posible

 

“El amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.” (1 Juan 4:18 NVI).

Eres capaz de mucho más de lo que entiendes en este momento. Solo necesitas que alguien crea en ti.

Tengo buenas noticias para ti: alguien ya cree en ti.

Cuando alguien cree en ti incondicionalmente, como Dios lo hace, te libera para tomar grandes riesgos. Tienes sueños no cumplidos en tu vida porque te han dado mucho miedo de perseguirlos. Morirás con sueños incumplidos a menos que dejes que una verdad se hunda realmente: Dios te ama incondicionalmente.

No importa quién eres y no importa qué hay en tu pasado, Dios cree en ti mucho más de lo que tú crees en ti mismo. Eso significa que el miedo ya no tiene que detenerte.

La Biblia dice: “El amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor” (1 Juan 4:18 NVI).

¿Crees que haz fallado? ¿Listo para tirar la toalla en tu sueño? El amor de Dios dice que no tengas miedo de darte otra oportunidad.

Cuando estaba en séptimo grado, mi familia vivía en el norte de California, hogar de las secoyas. En mi clase de arte manual, se suponía que todos debían hacer algo. Quería hacer una mesa de madera roja para mi mamá y mi papá. Desafortunadamente, no tengo ninguna habilidad artística o artesanal. Trabajé en esa mesa durante seis meses en nuestro granero, pero todavía era un desastre.

Un día, mi papá me escuchó sollozar sobre mi mesa en ese granero. Le conté el desastre que había causado. Tenía tantas ganas de que todo fuera agradable, pero fue horrible.

Nunca olvidaré lo que mi papá me dijo: “Hijo, está bien. Podemos empezar de nuevo, y esta vez te ayudaré”.

Mi papá era un maestro carpintero. Sabía que, si decía que me ayudaría, tendríamos éxito.

Tu Padre Celestial te lo está diciendo hoy. Puede que te hayas equivocado. Puedes sentir que tu sueño está muerto.

Pero Dios te dice hoy: “Está bien. Podemos empezar de nuevo, y esta vez te ayudaré”.

Y cuando Dios dice que te ayudará, tú puedes hacer cualquier cosa.

Reflexiona sobre esto:

¿Cómo te ha ayudado la creencia de otra persona en ti a lograr algo que no creías que pudieras hacer?
¿Cómo te das cuenta del hecho de que Dios te ama y cree en ti a medida que persigues su llamado en la vida?
Si has renunciado a un sueño, ¿cómo puedes invitar a Dios para que te ayude?

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Why We Pray, “Your Will Be Done”

We worship God when we give him our lives every time we pray. Jesus teaches that when we pray, we should commit ourselves to God’s will.

God has a specific will for your life. Romans 12:2 says that his will is good and perfect and it fits you. Part of connecting with God is saying, “God, what is your will for me today? I want to do your will.”

In heaven, God’s will is done perfectly. The problem on earth is that God’s will is not always done. That’s why we’re to pray, “Your will be done on earth as it is in heaven.” We’re saying, “God, I want to submit to you. I want to do what you want me to do.”

“Your will be done” can be prayed in three different ways. You can say it in resentment: “Your will be done, but I don’t like it.” You can say it in resignation: “Your will be done, because I can’t help it.” Or you can say it in anticipation: “Your will be done, because I know it is the best, and that’s what I want for my life today!”

Your earthly father may not always know what’s best, but you can trust that your heavenly Father does. That’s what it means to say, “Your will be done.”

Pray this prayer: “God, I know your will for my life is better than anything I can dream up. I want to give you my life. I want your will done in my life.”

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