Rick Warren's Blog, page 426

No te pierdas esta llamada

 

“Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (Romanos 8:28 NVI).

Si te hubieran dicho que Dios te iba a llamar en algún momento hoy, ¿Estarías emocionado o asustado? ¿Permitirías que la llamada se fuera al buzón de mensajes o la contestarías inmediatamente?

La verdad es que, la Biblia dice que Dios ya te ha llamado. Romanos 8:28 dice, “Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (NVI).

Ahora, no es lo mismo que una llamada telefónica –excepto que es un mensaje directamente para ti de parte de Dios y es personal, uno a uno.

La llamada de Dios es tu misión de vida, la que te dio cuando te creó. Pero no confundas tu llamado con tu carrera. Tal vez fuiste llamado para ser un maestro, pero eso no necesariamente significa que estarás en un salón de clases. O tal vez te llamó para ser un escritor, pero eso no significa que trabajarás en periodismo o incluso escribiendo novelas.

Tu llamado es mucho más significativo que cualquier trabajo. Es una misión que lo abarca todo que descansa en el centro de tu vida y debe influir todo lo que haces.

En la Biblia, Dios llama a personas para cumplir esa misión especial –tales personas como Noé, Abraham, Moisés, David, Nehemías, María, Pedro y Pablo. Cada uno de ellos tenían un rol único que apoyaba el plan de Dios para redimir a la humanidad.

Y la Biblia dice que Dios te ha llamado a una tarea igual de importante.

Pablo escribe en Efesios 1:18, “Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo” (DHH).

La más grande de esas gloriosas bendiciones es tu íntima relación con Dios. Enfócate en él, y él hablará contigo sobre tu llamado.

Reflexiona sobre esto :

¿Qué has encontrado difícil sobre descubrir tu llamado?
¿Cómo explicarías la diferencia entre un llamado y un trabajo?
¿Cuáles son algunas de las bendiciones que vienen cuando descubrimos nuestro llamado?

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Let Go of What’s Slowing You Down

If you decided to run a race, you couldn’t do it successfully with unnecessary baggage. You wouldn’t wear nine layers of clothes. That would be a disaster! People who run races strip down to the bare essentials—a pair of shorts, a t-shirt, and the lightest pair of shoes they can find. They don’t want to carry anything they don’t absolutely need.

You’re in a race, too. That’s how the Bible describes the Christian life—the journey to become more like Jesus.

Hebrews 12:1 says, “Let us strip off anything that slows us down or holds us back, and especially those sins that wrap themselves so tightly around our feet and trip us up; and let us run with patience the particular race that God has set before us” (TLB).

Just like runners shouldn’t carry extra baggage along their route, you shouldn’t either. To become the person God wants you to become, you must let go of some stuff along the way.

That starts with making sure you’re running your particular race, according to Hebrews 12:1. Before you can run your God-given race, you must discard everyone else’s plan for your life.

Only you can run that race. Your mom or dad can’t run it. Your boyfriend or girlfriend can’t run it. And you can’t run anyone else’s race either. You have to run your own race.

Once you decide to run, you have to get rid of anything that drags you down. You have to eliminate the sins that entangle you. You have to get rid of the expectations (your own and the expectations of others). You have to let go of your own plans and surrender to God’s purpose.

When you do all of that, you’re telling God, “I’m ready to become the person you’ve called me to be. I’m ready for my race.”

That’s the first step to running a great race.

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Deja ir lo que te está Frenando

 

¡Todas esas personas están a nuestro alrededor como testigos! Por eso debemos dejar de lado el pecado que es un estorbo, pues la vida es una carrera que exige resistencia.” (Hebreos 12:1 TLA).

Si decidiste correr una carrera, no podrías hacerlo con éxito con equipaje innecesario. No usarías nueve capas de ropa. ¡Eso sería un desastre! Las personas que corren carreras con lo esencial: un par de pantalones cortos, una camiseta y los zapatos más livianos que pueden encontrar. No quieren llevar nada que no necesiten absolutamente.

Tú también estás en una carrera. Así describe la Biblia la vida cristiana: el viaje para parecerse más a Jesús.

Hebreos 12:1 dice, “¡Todas esas personas están a nuestro alrededor como testigos! Por eso debemos dejar de lado el pecado que es un estorbo, pues la vida es una carrera que exige resistencia” (TLA).

Al igual que los corredores no deberían llevar equipaje adicional a lo largo de su ruta, tu tampoco deberías hacerlo. Para convertirte en la persona que Dios quiere que seas, debes dejar algunas cosas en el camino.

Eso comienza con asegurarte de que estás corriendo tu carrera en particular, de acuerdo con Hebreos 12:1. Antes de que puedas correr tu carrera puesta por Dios, debes descartar el plan de todos los demás para tu vida.

Solo tú puedes correr esa carrera. Tu mamá o tu papá no pueden correrla. Tu novio o novia no puede correrla. Y tampoco puedes correr la carrera de nadie más. Tienes que correr tu propia carrera.

Una vez que decidas correr, debes deshacerte de todo lo que te deprima. Tienes que eliminar los pecados que te enredan. Tienes que deshacerte de las expectativas (las tuyas y las de los demás). Tienes que dejar tus propios planes y rendirte al propósito de Dios.

Cuando haces todo eso, le estás diciendo a Dios: “Estoy listo para convertirme en la persona que me has llamado a ser. Estoy listo para mi carrera.”

Ese es el primer paso para correr una gran carrera.

Reflexiona sobre esto :

¿Cuáles son algunas de las expectativas de otros que se han interpuesto en el camino hacia el llamado de Dios en su vida?
¿Cómo respondes a las personas que intentan que corras la carrera de otra persona?
¿Qué patrones pecaminosos obstaculizan tu búsqueda del llamado de Dios?

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You’re Called to Become Like Christ

Most of us had big dreams when we were young. We wanted to become something great. Maybe it was a baseball player or a ballerina or the president.

For most of us, that dream looks a bit different today. In fact, you may even think you’ve missed out, that you didn’t become what you hoped to become.

But here’s something you need to know: You have been called to become something significant. Or more precisely, you’ve been called to become like someone significant.

The Bible says, “God knew his people in advance, and he chose them to become like his Son, so that his Son would be the firstborn among many brothers and sisters” (Romans 8:29 NLT).

You’re called to become like Jesus. That doesn’t mean you’re going to become like a god. We’ll never be little mini-gods. That’s not going to happen.

But God does want you to become godly—to become like him. He wants you to take on the characteristics of Jesus, who is loving, joyful, peaceful, patient, kind, self-controlled, and gentle (you may recognize these as some of the fruit of the Spirit found in Galatians 5:22-23).

Will that kind of growth happen overnight? Absolutely not. Will it happen easily? Nope.

But you’ll get there.

The Bible promises us this: “I am certain that God, who began the good work within you, will continue his work until it is finally finished on the day when Christ Jesus returns” (Philippians 1:6 NLT).

Next time you think about the fruit of the Spirit and get discouraged at how far you still have to go, remember this: God isn’t finished with you yet! He is still working to make you more like Jesus.

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Eres llamado a Ser como Cristo

“Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor de muchos hermanos” (Romanos 8:29 NTV).

La mayoría de nosotros tiene grandes sueños cuando somos chicos. Queremos llegar a ser alguien importante. Tal vez un jugador de beisbol, una bailarina o el presidente.

Para la mayoría de nosotros, ese sueño se ve un poco diferente ahora. De hecho, tal vez pienses que lo perdiste, que no te convertiste en lo que deseabas ser.

Pero hay algo que necesitas saber. Has sido llamado para transformarte en alguien significativo. O más precisamente, has sido llamado para transformarte como alguien significativo.

La Biblia dice, “Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor de muchos hermanos” (Romanos 8:29 NTV).

Has sido llamado para ser como Jesús. Eso no significa que te vas a transformar en un Dios. Nunca seremos pequeños dioses. Eso no va a suceder.

Pero Dios quiere que seas santo-que seas como él.  Dios quiere que tomes las características de Jesús, que es amoroso, gozoso, pacífico, paciente, generoso, con autocontrol y gentil (tal vez reconozcas estas características como los frutos del Espíritu Santo mencionados en Gálatas 5:22-23).

¿Este tipo de crecimiento sucede de la noche a la mañana? Absolutamente no. ¿Va a ocurrir de manera fácil? No.

Pero lo alcanzarás.

La Biblia nos promete esto, “Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva” (Filipenses 1:6 NTV).

La próxima vez que pienses en los frutos del Espíritu y te sientas desanimado por todo lo que te falta para llegar, recuerda esto: ¡Dios no terminó contigo aun! Todavía está trabajando en hacerte más como Cristo.

Reflexiona sobre esto :

¿Por qué el trabajo de Dios en hacernos más como Cristo toma aparentemente tanto tiempo?
Cuando miras a los frutos del Espíritu en Gálatas 5, ¿cuál te parece el más difícil de alcanzar para ti? ¿Por qué?
¿Qué diferencia hace para ti el saber que Dios completará su gran obra durante y a través de tu vida?

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To Be Productive, You Must Be Connected

In the Bible, the vineyard is a picture of the church. It’s a metaphor describing how a church family helps you grow like fruit on a tree or grapes on a vine.

Fruitfulness in Scripture revolves around being productive. No one wants their life to end and feel like it was unproductive. We want our lives to count. To be productive, we must be connected.

In God’s garden, in his vineyard, our lives become productive when we are connected.

God has all kinds of fruit he wants you to bear during your lifetime. But your calling will not happen until you’re connected to God’s family, the church.

If you really want the life God created you to live, you need the power to live on, the people to live with, the principles to live by, the plan to live out, and the purpose to live for.

God created the church to meet all of those needs. You won’t find that outside of the church.

The Bible says, “A branch cannot produce fruit if it is severed from the vine, and you cannot be fruitful unless you remain in me. Yes, I am the vine; you are the branches. Those who remain in me, and I in them, will produce much fruit. For apart from me you can do nothing” (John 15:4-5 NLT).

Sometimes getting connected means taking a step (or two) of faith and being uncomfortable at first. It’s not always the easiest thing to do. But it’s one of the most important things you’ll do with your life.

It’s time to plug in. It’s time to get connected. Take a step forward today!

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Para ser Productivo, debes estar Conectado

 

“Una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.” (Juan 15:4-5 NTV).

En la Biblia, la vid es una imagen de la iglesia. Es una metáfora de cómo la iglesia familia ayuda a crecer como frutos en un árbol o uvas en la vid.

Los frutos en la Escritura giran alrededor de la productividad. Nadie desea terminar su vida sintiendo que fue improductiva. Queremos que nuestra vida cuente. Para ser productivos, debemos estar conectados.

En el jardín de Dios, en su viñedo, nuestras vidas se transforman en productivas cuando estamos conectados.

Dios tiene toda clase de frutos que desea que produzcas durante tu vida. Pero tu llamado no se hará realidad hasta que estés conectado a la familia de Dios, la iglesia.

Si realmente deseas la vida que Dios creó para que vivas, necesitas el poder para vivir, las personas con las cuales vivir, los principios por los cuales vivir, el plan para vivir y los propósitos por los cuales vivir.

Dios creó la iglesia para llenar todas esas necesidades. No lo vas a encontrar fuera de la iglesia.

La Biblia dice, “Una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.” (Juan 15:4-5 NTV).

Algunas veces estar conectado significa dar un paso (o dos) de fe y sentirte incómodo al principio. No siempre es lo más fácil de hacer. Pero es una de las cosas más importantes que harás en tu vida.

Es hora de entrar. Es hora de conectarse. Da hoy un paso hacia adelante.

Reflexiona sobre esto :

¿Qué significa para ti ser fructífero y productivo?
¿De qué forma tu participación en la iglesia te hace más productivo en el llamado que te dio Dios?
¿Que está evitando que estés más conectado con la iglesia hoy?

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Find Your Unique Value as Part of the Body of Christ

Only within the body of Christ do you find your unique value. The Bible says we’re all different, but together we can accomplish what we could never do on our own.

When we’re a part of the body of Christ, we’ll discover our niche—which is how we matter—in his work.

You won’t find this anywhere else except the church. You won’t discover it at work or at the gym or on an athletic team.

The Bible says, “Just as there are many parts to our bodies, so it is with Christ’s body. We are all parts of it, and it takes every one of us to make it complete, for we each have different work to do. So we belong to each other, and each needs all the others” (Romans 12:4-5 TLB).

This passage tells us four things about how we fit together within the body of Christ.

The body of Christ is made up of many different parts. Just look around—you can tell we’re all different. Nobody looks like you, nobody sounds like you. God designed us that way, because he loves variety. 

We’re all needed to make the body complete. Nobody can say, “I’m not important.” The church needs all of us.

We all have work to do. We all have different roles and ministries. If all of the parts of our physical bodies did the same thing, we’d be a mess. The same is true of the church.

We belong to each other. We don’t just belong to God but to one another in the body of Christ. Each of us needs the rest of us.

You can’t get that outside of the body of Christ. To truly tap into your unique contribution in the world, you need to be an active part of a church.

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Necesitas el Apoyo de una Familia de la Iglesia

 

“Cuando nos encontremos, quiero alentarlos en la fe pero también me gustaría recibir aliento de la fe de ustedes.” (Romanos 1:12 NTV).

Si eres parte de la familia de Dios, la iglesia, no tienes que ir por los altibajos de la vida por tu cuenta.

Un edificio es una de las imágenes más importantes de la iglesia en la Biblia. En un edificio, todas las partes conectadas se sostienen unas a otras. Ellas se dan soporte.

Tendrás tiempos en tu vida cuando necesitarás personas que te sostengan. Si no eres parte de la familia de Dios durante esos tiempos, tu caerás.

La Biblia dice de Cristo, “En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor. En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu” (Efesios 2:21-22 NVI).

Juntos, formamos el templo de Dios, un edificio. Un marco desconectado no tiene soporte ni estabilidad. Necesitas esta estabilidad. No fuiste diseñado para vivir desconectado.

Me gusta jugar con los legos con mis nietos. Hay solo un propósito para los legos: Están diseñados para estar conectados. Si conectas legos, puedes construir todo tipo de cosas grandes. Pero si nunca los conectas unos con otros, ellos solo son un montón de plástico –no valen nada.

¡Eres un Lego de Dios! Fuiste diseñado para conectarte. Fuiste hecho para estar en un “edificio” de Dios donde nos conectamos unos con otros.

La Biblia dice, “Cuando nos encontremos, quiero alentarlos en la fe pero también me gustaría recibir aliento de la fe de ustedes” (Romanos 1:12 NTV).

¿Por qué es importante esto?

Porque la epidemia número uno en nuestra sociedad es la soledad. Hablo a miles de personas. Veo muchas personas solitarias en este mundo. Ellos se sienten solos, y se sienten desconectados.

Necesitamos a la iglesia. Necesitamos a personas quienes nos amen y apoyen sin importar por lo que estamos pasando.

Reflexiona sobre esto :

¿Cómo han sido un soporte para ti las personas dentro de la iglesia?
¿Por qué a veces es difícil depender del soporte de la familia de la iglesia? ¿Has sido alguna vez lastimado al depender del apoyo de compañeros cristianos?
¿Cómo puedes ser un mejor apoyo para otros cristianos esta semana?

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You Need the Support of a Church Family

If you’re a part of God’s family, the church, you don’t have to go through life’s ups and downs on your own.

A building is one of the most important pictures of the church in the Bible. In a building, all the connected parts hold each other together. They provide support.

You’ll have times in life when you’ll need people to hold you together. If you’re not a part of God’s family during those times, you’ll fall apart.

The Bible says of Christ, “In him the whole building is joined together and rises to become a holy temple in the Lord. And in him you too are being built together to become a dwelling in which God lives by his Spirit” (Ephesians 2:21-22 NIV).

Together, we form God’s temple, a building. A disconnected frame has no support and no stability. You need this stability. You weren’t meant to go through life disconnected.

I like to play Legos with my grandkids. There’s only one purpose for Legos: They’re designed to connect. If you connect Legos together, you can build all kinds of great things. But if you never connect them to each other, they’re just a pile of plastic—they’re worthless.

You are God’s Lego! You were designed for connection. You were made to be in the “building” of God where we connect to one another.

The Bible says, “I want us to help each other with the faith we have. Your faith will help me, and my faith will help you” (Romans 1:12 NCV).

Why does this matter?

Because the number one epidemic in our society today is loneliness. I talk to thousands of people. I see lots of lonely people in this world. They feel alone, and they feel disconnected.

We need the church. We need people who will love and support us no matter what we’re going through.

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