Miguel Lozano's Blog, page 14

January 31, 2016

La pluma fuente

Fui un regalo de felicitación. Desperté cuando mi nuevo dueño abrió mi estuche y me presumió ante todos los presentes. “Muchas gracias, Doctor Salinas”, respondió con una gran sonrisa al que me obsequió. Me imaginé con un destino brillante. Las plumas fuente somos obsequios para novelistas, abogados o personas muy propensas a escribir. Prometí ser de toda la utilidad posible.


Pero mi dueño casi nunca escribe. Me mantiene de cabeza sobre la hoja en blanco, desprotegida y a la expectativa. Choco con el papel mientras piensa. Con cada golpe dejo un pequeño punto negro de tinta china. Es una lástima, pues las hojas son membretadas. La mano que me sostiene es indecisa, la otra se soba la barbilla en actitud meditabunda, observando por la ventana con mirada ausente. A la semana comprendí que tuve una suerte mediocre.


Soy sólo una simple pluma fuente. Quiero funcionar, quiero servir, quiero que escriban conmigo. No pido mucho. Los bolígrafos terminan en un bote de basura cuando se vacían. Yo aspiro a algo más: Perdurar, que lo que escriba se siga leyendo durante siglos. Que sirva a otros. Me gustaría firmar algún documento importante.


Por eso me emocioné el primer día que sentí que mi dueño, un hombre de aspecto elegante, me utilizaría por primera vez. Sacó un pequeño frasco con tinta negra de un cajón de su escritorio. No revisé bien en la etiqueta, pero era tinta barata. Me decepcioné, pero conjeturé que al principio solo querría probarme. Decidí dar lo mejor de mí para que sintiera que valgo la pena. Seguramente compraría tinta cara después. Me desarmó para rellenarme. ¡Qué emoción! Abrió el frasco de tinta. Se quedó inmóvil unos minutos y luego levantó mis piezas de nuevo. Me observaba desde todos los ángulos. Intentó armarme de nuevo y fracasó en el intento. ¿Qué sucedía? Quedé en pedazos en su escritorio. Se asomó a la entrada y al parecer habló con su secretaria. Ella entró y me examinó. Ambos platicaban con rostros de duda. La triste realidad fue clara para mi: Ninguno de los dos sabía cómo utilizarme. ¿Por qué no me regalaron a un músico para que escriba la partitura de su nuevo concierto de piano? ¿Por qué no fui propiedad de algún novelista famoso? Aunque sea de algún caricaturista político.


—Disculpe, señor presidente —dijo ella—, mañana mismo le investigo cómo se utiliza.


¿Por qué me tocó ser la pluma de Enrique Peña Nieto?


* * *


Ahora estoy boca abajo, esperando todavía a que mi dueño me utilice por primera vez. Llevo meses esperando, pero el tipo simple y sencillamente no escribe nada. Escuché que debía elaborar un discurso y emocioné mi ya decaído ánimo. Ahora estoy aquí, rogando que alguna idea salga de su cabeza para plasmarla en papel. Mientras, su mirada poco inteligente se va hacia la ventana. La decepción es mi pan de cada día. Su secretaria aprendió cómo rellenarme de tinta. Ahora esa tarea es de ella. Me pone en el bolsillo de su camisa y yo me aferro con mi único brazo. En cada reunión, me presume: El decorado, el exterior y lo bien que escribe conmigo. ¡Bah! Si los demás supieran que no escribe nada. Ni siquiera en computadora.


Después de una hora de estar frente a la hoja en blanco, parece que por fin se da por vencido como siempre. Me pone la tapa y me coloca otra vez en el bolsillo: Otro día sin ser estrenada. Le dice a la secretaria que elabore el discurso por él. Le da cinco puntos que deben estar incluidos. Con esto se va a hacer lo mismo de todos los días: Nada que requiera esfuerzo.


* * *


Estuve presente, por supuesto, en el discurso. Era un día frío. Se trataba de un compromiso público que el presidente firmaría para realizar varias investigaciones. Primero, sobre la desaparición de 43 estudiantes normalistas. Segundo, sobre la procedencia de una mansión de su esposa, quien se encontraba de compras en Palm Springs. Tercero, sobre corrupción en el caso de construcción de un ferrocarril. Cuarto, sobre el derribamiento de un helicóptero del ejército con una bazooka. Quinto, la erradicación de la corrupción. El presidente mencionó que no debíamos detenernos tanto tiempo en estos temas, y que tales discusiones podrían empañar el progreso del país. Que debíamos ver hacia adelante, hasta un futuro glorioso.


Aparecieron algunas rechiflas, pero en general hubo muchos aplausos. Alguien gritó: “¡Peña asesino!” y lo escoltaron fuera los elementos de seguridad. Me sorprendió que mi dueño pudo leer el discurso de principio a fin. Sobre todo, porque tenía algunas palabras difíciles para él como “dicotomía” o “transversalmente”. Pero salió bien librado de esa batalla.


Lo siguiente de la ceremonia era la firma el compromiso. En una mesa larga se encontraba el papel que firmarían. Los camarógrafos apuntaban hacia el lugar, listos para capturar el momento histórico. El presidente se acercó, se llevó la mano a su bolsillo. ¿Sería posible? ¿Me estrenaría? No podía creerlo. Intenté calmar mis nervios. Seguramente es una falsa alarma: Se acomodará la corbata o algo así. ¡Pero no! Me tomó a mí, fui elegida para firmar el documento. ¡Mi primer uso real! Casi brincaba del gusto.


Pero un pensamiento llegó a mi cabeza. No podía quedarme tan tranquila, no podía olvidar todo lo que pasó, todo lo que me ignoró, todo lo que me hizo esperar y desesperar. Las decepciones, el maltrato... Me sentía inútil. No me conformaría con migajas, ¡eso no se quedaría así!


Quizá ya escucharon en las noticias qué sucedió después. Los encabezados de los periódicos: “El presidente Peña Nieto no sabe utilizar una pluma fuente”. Si, decidí vaciar mares de tinta en el documento. Los fotógrafos no se daban abasto tomando fotografías de cada expresión facial del presidente, obteniendo algunas tomas francamente graciosas. Según escuché, en Internet la gente se dio vuelo. La verdad es que me lucí, hasta la mano le manché. Mojé el mantel, parte de su pantalón... Mi dueño no sabía ni en qué limpiarse.


Sufrí las consecuencias de ofender al presidente. Al llegar a su casa, se cambió de traje y se limpió las manos meticulosamente. Se sentó en su sillón. Contempló las llamas de la pequeña fogata en su chimenea. Luego me observó a mí. Las plumas fuentes existimos para escribir, no como adorno. El presidente me arrojó a la fogata. Desde dentro de la chimenea, observé su rostro frío e impersonal mientras me consumía en el fuego.


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Published on January 31, 2016 13:58

January 24, 2016

Buscando El Cañón de Doña Petra

Hace unos días decidí irme al trabajo en bicicleta. No lo había intentado hace dos años, y en aquel entonces guardé la experiencia en mi baúl de grandes errores de la vida. Pero ya había pasado el suficiente tiempo como para repetir el error.


"Error, ¿por que?", se estarán preguntando los lectores más sagaces. Por varios motivos, empezando por la distancia. Según Google Maps, queda a 10 kilómetros y medio de mi casa. Es decir, 21 kilómetros de ida y vuelta. Quizá a un ciclista muy experimentado esto no le resulte demasiado preocupante, pero estamos hablando de mí. Mi condición física deja mucho qué desear.


Además, los terrenos de Ensenada no son muy amigables para el ciclista aficionado, ya que hay muchas subidas. Estas hacen estragos en mis muslos. Y, por si fuera poco, está afuera de Ensenada. Así que debo transitar algunos kilómetros por una carretera poco amable donde han muerto varios ciclistas. Además de algunos kilómetros de terracería.


Pero era hora reintentar esos errores suicidas que de cuando en cuando tengo a bien realizar. Ya me han atropellado dos veces en la bicicleta, ¿qué más me puede pasar?


Bueno, esa pregunta se responde con mi cadáver despanzurrado entre las llantas de un tráiler, pero prefiero no pensar en ello.


Tomé la bicicleta y agarré camino. La llegada fue relativamente sencilla, y me tardé solamente una hora en llegar. Descubrí algunas rutas menos peligrosas y me felicité por ello. Ensenada no da muchas opciones para transitar, pero al menos por algunas calles alternas sin tantos carros.


Pensé que el regreso sería igual de sencillo así que intenté probar suerte por una nueva ruta. Un típico atajo. Hay una nueva sección de carretera que ni siquiera ha sido inaugurada, que lleva también hacia Ensenada. Como el tramo es relativamente nuevo y no está terminado, hay poco tráfico.


Así que decidí irme por allá.


Una hora después, pedaleando de pura subida, entendí la estupidez que cometí. Cada vuelta de carretera pensaba que ahora sí habría algo de bajada. Pero la subida seguía, hasta que alcancé a ver las colonias que estaban cercanas a la presa. Eso es totalmente lejos de donde vivo yo. Eso quería decir que erré el camino en un punto, y me pasé de largo.


En mi trabajo me comentaron que si bajaba de la carretera en el punto adecuado, podía salir por el Cañón de Doña Petra. Ese camino llevaría fácilmente a mi casa, pero no sabía ni por dónde era eso. Asumí que sería sencillo.


Por pura casualidad vi que un pick-up se salió de la carretera y bajó. Imaginé que era mi salida, y lo seguí. Pero avanzó tan rápido que lo perdí de vista, precisamente en un camino que se bifurca. Terminé en un paraje rural, sin agua, sin señal de celular, sumamente cansado, y sin nadie a kilómetros a la redonda.


Traté por varios caminos y ninguno llegaba a nada. Hasta eso que el paisaje era muy agradable: Planicies con veredas cubiertas de césped silvestre, y árboles. Pero el sol calaba cada vez más. Avancé lo suficiente como para perder la entrada a la carretera. Así que no me quedaba otra opción que seguir una vereda a ver a dónde me llevaba.


Por cierto, al día siguiente más o menos, se publicó la noticia de que denunciaron tala ilegal en el Cañón de Doña Petra. Me pregunto si ese pick-up tenía algo que ver. Pero bueno...


Seguí avanzando por la soledad. Imaginé que podía ser mordido por una víbora de cascabel y no se encontraría mi cadáver sino hasta semanas después.


Después de algunos minutos que me parecieron eternos, llegué a una pequeña granja. Hasta eso, estaba muy bonita. Mis músculos y rodillas ya pedían piedad. La crucé sin saludar a nadie, incluso vi a una persona sentada pero creo que no notó mi presencia. Me alejé antes de que sacar su escopeta. Pero llegué a territorio conocido: Donde está mi trabajo.


Así que seguí avanzando y me detuve en el primer Oxxo que tuve a la vista. Compré un Gatorade que medio me refrescó. Ahora, con señal de celular, le mandé mensajes desesperados a mi novia explicando mi horrible error. Y ella me recordó que me lo advirtió, como de costumbre. Siempre acierta.


No me quedó de otra más que seguir pedaleando otra hora más, hasta mi casa. Otra vez me topé con las mismas subidas, la misma carretera y el mismo peligro.


¿Qué me quedó de esto? El dolor de rodillas, un kilo perdido y un aprendizaje: No buscar atajos por zonas deshabitadas.


Pero, bueno, siempre me he considerado un "ciclista salvaje". Alguien que no necesariamente sigue todas las reglas y se abre paso como se le ocurre.


Ahora, tengo que esperar otros dos años para cometer un nuevo error. Podría decir que ya no sucederá, pero estamos hablando de mí.


[Fotografía de El Cañón de Doña Petra por Surya González.]


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Published on January 24, 2016 22:25

December 11, 2015

Destroying street art for dummies

Vean esta orgullosa selfie. Son jóvenes de un grupo llamado Rotaract Cimarrón, en Mexicali. Entusiastas buscadores del cambio social. Se les ocurrió imitar una iniciativa viral de proveer abrigo a personas necesitadas. La intención fue buena, pero la ejecución atroz.


Decidieron hacerlo en el edificio abandonado de un antiguo McDonald's, cerca de la Plaza Cachanilla. La dinámica es sencilla: Si tienes un abrigo que ya no necesitas, puedes ir a colgarlo en un improvisado perchero que instalan ahí. Si no tienes un abrigo, vas y lo tomas.


Para que el lugar saliera más atractivo para las selfies, decidieron destruir un insignificante rayadero que estaba en la pared. Se trataba de obras de estudiantes de muralismo en un intento por darle un poco de vida al triste panorama urbano de Mexicali. Los jóvenes decidieron que no era lo suficientemente importante como para salir en la selfie.


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Así que tomaron sus rodillos y hacendosamente pusieron manos a la obra con entusiasmo. El perchero no pudo estar en alguna pared sin imágenes, tuvo que ser específicamente ahí. Con una total falta de consideración por el trabajo de otros, y con una ignorancia desbordante, procedieron a pintar encima.


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¡Quedó rebonito!


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Imaginen que cortan un rectángulo de una página de algún libro ilustrado. La estética sería similar. Parafraseando a Casablanca: De todos los muros, de todos los edificios abandonados de toda la ciudad, eligen ese.


Me enojé bastante cuando me enteré de esta noticia. Siempre es indignante cuando gente con. Pero mi nivel de ira se ha incrementado ahora que veo la reacción de la gente.


Muchos Mexicalenses han reaccionando con respuestas predecibles: “Nomás es arte”, “al cabo que nadie conocía al artista”, “parece vandalismo, cualquiera lo confundiría con graffiti”, "¿qué tiene si fue por una buena causa?", "la gente nomás se quiere quejar", “se ve mejor así”, etc. Esa actividad se puede hacer de nuevo, se puede cambiar de lugar. En cambio ese "insignificante" mural que "afea la ciudad" ya se perdió para siempre.


¿Creen que me dan ganas de dejarlo pasar? Quizá soy uno de esos "que no hace nada", como muchos dijeron en las redes sociales. Aclarando el que se refieren al "hacer algo" mexicalense, que no implica nada de arte. Por que el arte no cuenta, no es "hacer algo" por la ciudad.


Este proyecto fue elaborado por Fernando Méndez Corona, quien imparte un taller de muralismo en el Centro Estatal de las Artes (CEART). En los murales participaron él y sus estudiantes en 2014. Fueron creados con recursos públicos, e intervinieron espacios como Mexicali Rose y el mismo CEART.


Pero estos improvisados jueces de arte decidieron que las obras no tenían derecho a existir.


Fernando me comentó que en el street art, uno sabe que la obra corre peligro. Alguien más puede llegar a encimar su propias creaciones. Pero cuando sucede así, sin motivo alguno, sin un propósito, no para mejorar la estética, es doloroso. Más aún para los estudiantes que vieron su trabajo destruido. Su esfuerzo de trabajo bajo el sol (porque fue pintado en el calorón).


Ahora: Yo entiendo que un error lo comete cualquiera. Estos jovencitos impulsivos quizá erraron el tino al tapar estos “insignificantes dibujitos” con pintura de un café horroroso. Quizá pensaron que le hacían un favor a la ciudad quitando el “vandalismo”.


Pero ya saben que no fue así. Ya saben que destruyeron el producto del esfuerzo de otras personas. ¿Cuál fue la reacción de estos entusiastas buscadores del cambio social? Ignorarlo. Esperar a que el tema muera solo. Abrigarse en la calientita sensación de que lo que ellos están haciendo por la sociedad es mejor que eso que estaba en la pared, fuchi.


¿Qué hay en el muro de esta organización? Puras palmaditas en la espalda, y felicitaciones mutuas. Es como si nunca se hubieran equivocado.


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El frío en Mexicali no tiene madre. Como desierto, las temperaturas son extremas. Estoy seguro que una campaña como la que copiaron estos muchachos puede ayudar a mucha gente. Nadie cuestiona eso. Pero si se ponen la camiseta de muy bondadosos, ¿no sería lo mínimo esperar una disculpa?


Pues no, el caso no merece dos o tres palabritas. Ya ayudaron suficiente a la ciudad y deberíamos estar muy agradecidos.


Los argumentos en defensa de estos vándalos (me refiero a los muchachos que destruyeron los murales), son estúpidos: Que no hay nada que indique que eso es arte, y qué ya habían pasado mucho por ahí y ni lo habían notado, así que no se perdió nada.


Creo que lo que más me molesta es el ninguneo y la arrogancia mostrado por los involucrados.


¿Qué tal si decimos que fue un performance? Le pondremos de nombre “I can't believe it's not art”.


Lo que Fernando Méndez propone es un catálogo de arte urbano que existe en la ciudad. Para que se pueda proteger y no suceda algo como esto impunemente. Además, hay murales que datan de los años cincuenta, y no están protegidos.


Mientras tanto, no quisiera que esto cayera en el olvido tan pronto.


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Published on December 11, 2015 23:19

November 15, 2015

Música con instructivo

El sábado 7 de noviembre se estrenaron en Ensenada varias piezas de música cuyo objetivo fue romper las reglas. Al entrar a la sala "Ernesto Rosas Montoya" de la Facultad de Artes de la UABC, la imagen era conocida: Músicos vestidos de negro sentados frente a atriles. Violines, viola, percusiones, trompeta, piano y otros instrumentos de orquesta también se encontraban presentes.


Pero las convenciones fueron rotas muy pronto. Los asistentes nos sentamos alrededor de la orquesta, de manera que los rodeamos en todo momento. El flautista Wilfrido Terrazas, quien participó como solita, y el director Álvaro Díaz, explicaron al inicio del concierto que se estrenarían tres piezas de compositores contemporáneos. Dos de ellos se encontraban entre el público.


Todas involucraron participación activa por parte de los músicos. Ninguna interpretación será igual a las demás. En la mayor parte de ellas, ni siquiera tenían partituras enfrente.


Form and content (2015) de Josué Amador, se basó en la improvisación. Tanto del solista como del director y los mismos músicos. La música no está determinada por la partitura, más bien por los impulsos instantánteos de cada uno de los participantes.


En Some kind of piece (2015) de Emmanuel Uribe, el director asumió también el rol de soundpainter, dando instrucciones gestuales a los músicos sobre lo que debían interpretar. Los músicos interactuaron entre sí y las decisiones musicales no solo fueron del compositor, si no de todos en conjunto. Ésta fue la constante en este concierto.


En la pieza Tukxa ja smodo ja jujune (2015) de Fernando Lomelí, cada músico recibió una tarjeta con instrucciones. Éstas podían ser: "Haz lo que quieras" o "Cita material conocido". En base a esta frase, cada uno interpretaba lo que quería decir. El resultado fueron sonidos discordantes y ruido organizado. Una instrucción que en lo particular llamó mi atención fue "Hackea tu instrumento". Al toparse de ella, el pianista (Esteban Lagarde) manipuló las cuerdas del piano con la mano y el percusionista (Miguel Cuevas) tocó un serrucho con un arco de chelo. Cada músico encontró una manera diferente de generar sonido con su instrumento.


El concierto cerró con Estudios espectrales I (2010) de Édgar Guzmán. En ésta, el compositor grabó piezas conocidas, y posteriormente hizo un análisis de espectro sonoro. Éste análisis se imprimió y fue lo que se interpretó.


Durante siglos vivimos el autoritarismo de la determinación y lo predefinido. Esta música rompe esquemas, se crea al momento. No es música con partitura, es música con instructivo. Cada participante de la Orquesta de Cámara de Ensenada aportaron su sensibilidad y pericia para crear un todo sonoro, una experiencia inusual. Debe aplaudirse su esfuerzo y talento.


Ésta es música que hace sentir, cuestiona y sacude. Aunque experimentos como éste existen desde hace décadas, todavía es raro verlos en esta ciudad y mucho menos llegan a los medios como convencionales como la radio.


Hacer un disco con estas piezas sería absurdo, ya que se perdería el aspecto espontáneo. En un mundo de reciclaje, donde los recursos musicales refritos y manoseados ya no nos hacen sentir nada, la música que causa una reacción visceral es un ave rara.


[La fotografía fue tomada por Jaime Brambila. Esta reseña fue publicada en El suplemento Palabra del diario El Vigía el domingo 15 de noviembre de 2015.]


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Published on November 15, 2015 16:03

November 6, 2015

Crimson Peak (2015)

La cumbre escarlata (2015) es una madeja de hilos sueltos. Cuando se observa superficialmente, parece un hilo contínuo, una sólida bola de estambre. Pero jala cualquier parte y te quedarás con un fragmento inconexo en la mano.


Guillermo del Toro es un director con una inventiva inigualable. Es responsable de excelentes películas, incluyendo su obra cumbre: "El laberinto del Fauno". Un trabajo redondo por donde se vea. ¿Qué sucedió? ¡Primero "Pacific Rim" y luego esto!


Batallo incluso para resumir la trama de "La cumbre escarlata". Edith, una joven y frustrada aspirante a escritora de horror se casa con un aristócrata en la ruina. Él busca financiamiento para una máquina que sirve para minar arcilla roja. Después de la muerte de su padre, Edith se muda a la mansión tétrica del aristócrata, donde también vive la hermana de este último.


Fantasmas hacen su aparición muy pronto. Desde niña, Edith ha tenido visiones, las cuales continúan hasta su vida adulta y en la mansión. Esto podría indicar una historia de horror o fantasmas. Pero el romance entre los dos personajes principales parece ser el enfoque principal de la cinta.


Al inicio de la cinta nos enteramos de que Edith escribió una novela de fantasmas. El manuscrito es rechazado por las editoriales, quienes le piden historias de amor. Ella sospecha que estas negativas se deben a que es mujer y todos esperan algo tierno y lindo de ella.


Imaginé que ese sería la vena estilística de la cinta: La oposición entre el horror y el romance. Se ve que Edith tiene como modelo de escritora a Mary Shelley y no a Jane Austen, sin embargo la película incluye referentes de ambas escritoras.


Pero todo se vino abajo: La mezcla no funcionó.


Si lo piensas, ningún elemento tiene relevancia alguna. ¿De qué sirvió que Edith fuera escritora? Ese aspecto de su vida es pronto olvidado. ¿Por qué tuvieron que mudarse a esa ridícula mansión embrujada? ¿De qué sirvieron las apariciones de fantasmas? Ninguno reveló información importante, o que no se conociera por medios terrenales.


¿Qué tenía que ver la arcilla roja con cualquier cosa? ¿De qué importó el cheque que expidió el padre de Edith? ¿Qué rol jugó el detective en la historia? ¿Para qué pusieron un personaje que fuera médico si nunca curó ni salvó a nadie? ¿Por qué hay tantas referencias a The Shining?


Nada tiene sentido en esta incoherente película. Ningún elemento se relaciona con el otro y termina derrumbándose como una mansión de naipes que nadie supo armar bien en un principio.


No puedo decir que no haya nada bueno aquí. Las actuaciones son competentes, los efectos especiales impecables, los escenarios y el vestuario bellísimos (un punto que siempre resalta en las películas de Guillermo del Toro)


Pero extraño el laberinto del fauno, realmente lo extraño.


También te puede interesar:


Reseña de Pacific Rim (2013).
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Published on November 06, 2015 12:16

November 2, 2015

Los estudiantes de medicina y sus batas blancas

Hace poco las redes se inundaron con una oleada de memes burlones sobre estudiantes de medicina que no se quitan su bata blanca ni para bañarse. Varias fotografías retrataban a los estudiantes embatados en el cine, en el parque y hasta en la playa. Es verdad, los estudiantes de medicina generalmente son arrogantes. Históricamente su carrera se ha asociado con dificultad, capacidad mental y la nobleza de salvar vidas. No es ningún secreto. Dicen que cuesta mucho trabajo entrar, y que si entras no duermes nunca y que está muy pesado. Quién sabe, quizá es verdad, a mi no me consta por que nunca me interesó estudiar eso.


Pero todo mundo se burló porque la bata no sólo es un uniforme: es una protección para aquellos que trabajan en un laboratorio. La bata, si se pasea por la calle se contamina. Es absurdo y sólo muestra ignorancia.


Los estudiantes la pasean porque les encanta que los demás vean que estudian medicina, no nos hagamos pendejos. Y eso que las batas no son exclusivas de los médicos. Toda persona que trabaja en un laboratorio las usa. Además, toda carrera puede ser tan difícil como tu lo determines.


Todo estudiante universitario carga consigo cierta clase de arrogancia. Ésto no es exclusivo de los estudiantes de medicina.


Cuando estaba en ingeniería yo también me creía la gran cosa. Esa es otra carrera donde los estudiantes presumen que está muy complicado y que "hay muchas matemáticas". Incluso entre ingenierías había absurdos "niveles" que siempre están fomentados por estereotipos. Los ingenieros electrónicos decían que la ingeniería en sistemas computacionales no era una ingeniería "de verdad" porque no se basaba en mediciones de la realidad. Es decir, los eléctricos, mecánicos y electrónicos debían medir magnitudes físicas, sin embargo los de sistemas vivimos en un mundo de fantasía dentro de la computadora.


¡Háganme el favor!


Y los de sistemas nos burlábamos de los ingenierios industriales. Decíamos que eran administradores (lo peor, según un estudiante de ingeniería) que estudiaron un poco de matemáticas.


Los médicos y los enfermeros también traen sus diferencias. Así como los arquitectos y los ingenieros civiles. La lista es larga.


Los músicos, a los que les doy clase, también cargan con su arrogancia. Casi no tienen comunicación con los de artes plásticas.


En la facultad de artes, por algún motivo desconocido, los médicos han acaparado las bancas. Quizá van a la facultad porque está más silencioso que en medicina. No lo comprendo del todo. Sin embargo, los estudiantes pusieron el siguiente letrero en el garrafón de agua:


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Ni siquiera pudieron escribir bien el nombre de la facultad. En fin.


Recuerdo un día estar comiendo tacos, mientras era estudiante de ingeniería, cuando tuve una epifanía. Observé a mi alrededor y dije: "Los más grandes logros de la humanidad son logros de la ingeniería".


Todo a mi alrededor vi cableado, tuberías, sistemas eléctricos y electrónicos. Estructuras materiales y soporte tecnológico. Era obvio que todo esto lo hizo la ingeniería, ¿verdad?


Oh, juventud, divino tesoro. Como hoy y entonces, fui increíblemente ciego. La única diferencia es que hoy me doy cuenta de ello e intento eliminar mi ceguera.


¿Por qué se dan estas rivalidades entre carreras? Muros absurdos levantados por la ciencia en su desarrollo histórico. Lo que llamamos realidad no se divide en disciplinas. Esas barreras están en nuestra mente y deben ser destruidas.


Además, estudiar una carrera es un privilegio. Sobre todo en un país como México. Que no se nos olvide. ¿Y para qué existen? El verdadero motivo es para resolver necesidades sociales. Si eres estudiante de licenciatura y no ves eso, algo estás haciendo mal.


¿Eres mejor que otros porque estudias una carrera universitaria? ¡Felicidades! ¿Qué harás al respecto?


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Published on November 02, 2015 09:18

October 26, 2015

Bienaventurados los que inventan una religión

Debe ser un ejercicio sumamente estimulante el inventar una nueva religión. El ponerte a imaginar y crear y escribir. Sobre todo escribir. Una religión no es nada sin un libro. Muchos aventurados lo intentan seguido, pero pocos con éxito. Asumo que se requiere la dosis correcta de narcisismo y fantasía que no abunda.


Por otra parte, es un negociazo. No pagan impuestos y la gente da dinero por gusto. Además, se sienten buenas personas al hacerlo. Muchas religiones surgieron, de hecho, como un vil negocio y nada más. El sistema de creencias es lo de menos. Lo importante era ganar billetes.


Es fácil burlarnos de religiones recientes, cuyas creencias suenan totalmente absurdas. Normalmente platicamos de lo que creen con una sonrisa condescendiente en el rostro. Pero si damos una pequeña revisión a cualquier clase de culto, no les faltan dosis de absurdo.


Y todas ganan dinero. Todas. ¿Cuándo se ha visto que el mayor líder de una religión viva en la pobreza? A veces, algunos profetas vivían en la absoluta pobreza, pero los que fundaron la religión basada en sus creencias nunca lo fueron.


Aún así, respeto mucho todas las creencias, por más absurdas que éstas me suenen. Yo también tengo las mías y no me causa gracia cuando se burlan de ellas: Creo en la ciencia. Tengo fé en ella. No me constan muchísimas cosas en las que creo, pero confío en los científicos que las publicaron.


Mientras que a muchos ateos que conozco les encanta crear polémicas en el facebook compartiendo imágenes en contra de la religión, no le veo ningún sentido. Es verdad, mucha gente religiosa harta al intentar imponer sus creencias a los demás. ¿Por qué cometer el mismo error?


El pensamiento mágico ha sido parte del ser humano desde que empezamos a caminar por este planeta. Con todos nuestros avances científicos, no se ha logrado erradicar. Quizá nunca se pueda.


En estos tiempos tan "posmo", los cultos religiosos se han multiplicado. Es verdad, siempre existieron dioses para aventar pa'rriba, pero hoy hay cultos pequeñitos y variopintos para todos los gustos.


Ya viene el día de muertos, que tantos mexicanos defienden a capa y espada como una tradición mientras que desprecian el halloween. El dos de noviembre muchos pondrán altares con la creencia de que los muertos volverán al mundo de los vivos a comer la comida que les ponen ahí.


Claro, en realidad, pocos creen eso y lo hacen sólo por la tradición. Hay comida y con eso basta. Pero así veo yo la mayor parte de las tradiciones religiosas. Sólo que unas son más aburridas que otras.


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Published on October 26, 2015 22:12

October 21, 2015

Volver al pasado

Hoy, Marty McFly llegará a Hill Valley desde 1985 y se impactará por los muchos avances tecnológicos del año 2015. Muchas páginas web están comparando el futuro de la película con nuestro presente. Yo los veo idénticos.


Si lo pensamos, no hay mucha diferencia: En "Volver al futuro" la sociedad es mediática, materialista e hiperconectada.


Sin embargo, la escena que me parece más profética es cuando Marty McFly entra a la tienda de antigüedades donde compra el almanaque deportivo. En el aparador pueden verse algunos objetos que hoy nos causan nostalgia por que han pasado de moda.


A través del vidrio se observa una televisión CRT, una videocámara VHS, unos cassetes de Nintendo, una Macintosh original y un sistema de sonido ochentero.


Por supuesto, cuando se estrenó esta película el chiste era que todos estos objetos eran bastante modernos. Además, muy caros. Marty observa extrañado que todas esas cosas ahora forman parte de la historia.


Y así sucedió. El ver ese aparador hoy en día es un verdadero viaje al pasado. Actualmente podemos ir a las tiendas de segunda y ver todos esos objetos en un pésimo estado ser malbaratados como vejestorios.


Si los quieres como nuevos, te costará bastante caro. Tendrás que acudir a una tienda "vintage", donde te venden eso y más a un precio irrisorio. Todo por un afán nostálgico.


La película no logró predecir los hipsters, pero al menos los presintió.


El mismo hecho que le rindamos tanto culto a una película de los ochenta es casi lo mismo. Es nuestra forma de observar el aparador de esa tienda de antigüedades y reírnos un poco de la ingenuidad de la época. Pero también añorarla.


Marty observa a través del vidrio y, nosotros, a través de la pantalla, lo observamos a él.


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Published on October 21, 2015 08:00

September 30, 2015

Nuestro amigo Internet

Internet se ha convertido en ese amigo muy, muy chistoso que todos tenemos. El que siempre hace chistes, para el que todo es broma y siempre nos hace reír. Además, está disponible las veinticuatro horas. Puedes llegar con él y decirle: “¡Ey, Internet! Me acaban de dar una pésima noticia: Tengo cáncer”. Él inventará una serie de memes ingeniosísimos sobre tu enfermedad. Te carcajearás hasta que te duela el estómago. El problema es que, al final del día, seguirás teniendo cáncer.


Es una consecuencia previsible del capitalismo: Darle a la gente lo que quiere. A veces me imagino al capitalismo como un pésimo padre que no sabe decir que no a sus hijos. Les da dulces, comida chatarra, demasiado azúcar y los deja ver demasiada televisión. El producto es esta sociedad.


Cuando la World Wide Web inició, su objetivo era compartir el conocimiento científico fácilmente. Poco más de veinte años después, se comparten memes, gatos y bullying. Si bien todo esto es divertido, y también río como cualquier otro cuando lo veo, no puedo dejar de pensar en el potencial desperdiciado de esta tecnología, y la gente que la utiliza.


¿Hay un fraude electoral? Inmediatamente se crean memes al respecto. Se ridiculizará la situación o se comparará con la de alguna película que todos hemos visto. Los más conscientes compartirán imágenes con frases reflexivas o críticas. Al final del día el fraude seguirá ahí. Todos hicimos nuestra catarsis y nadie movió un dedo.


A finales de los noventa, me frustraba que el sentido del humor que tanta risa me daba en Internet no existía por ninguna parte a mi alrededor. Los medios no lo tenían y mis conocidos tampoco porque el acceso todavía era muy limitado. Hoy está por todas partes, y peor: todo es un chiste.


Internet tiene un potencial increíble. Todos los días aprendo más gracias a la red, los blogs, noticias, documentales. Pero de nada sirve esta herramienta si no hay criterio o reflexión. Al contrario, parece una avalancha de tonterías inmensa. Uno tiene que desperdiciar gran cantidad de tiempo macheteando lo inservible, como en la jungla, para conseguir algo útil.


Lo que más odio, y lo he dicho una y mil veces, es que existan sitios cuya única función es generar visitas. No aportan información útil, no dicen nada nuevo. Sólo recomparten lo mismo, o revuelcan la información tantito para despistarla. Te dividen el contenido en diez páginas que debes ver una a una, mientras te atiborran de anuncios. Otros ponen títulos engañosos y francamente estúpidos. Tomemos una aguja en el pajar: El caso de Upsocl.com. Algunos de sus titulares recientes:


27 bromas de oficina que llegaron demasiado lejos.
25 países “exitosos” sufren día tras día con estos 7 problemas.
Darle un poco de comida a este perro fue la mejor idea que tuvo este hombre en su vida.
¿Puedes adivinar el nombre de estos 63 personajes de dibujos animados?
12 pasos para ser una persona mucho más feliz.

Títulos que prometen entretenimiento o grandes revelaciones. Cosas que transformarán tu forma de ver el mundo, o te ayudarán comprender algo inesperado. ¿Lo hacen? Por supuesto que no. Su ritmo de publicación es implacable: Estos y muchos más titulares son tan solo de las últimas dos horas. ¿Quién puede lograr cambiarnos la perspectiva y la vida quince veces por hora? Es absurdo.


Ya ni hablemos de la redacción de los sitios, que es atroz en la mayor parte de los casos. Además, sus titulares están escritos casi siempre en forma de listas (“25 cosas que...”) o de pregunta (“Te atreverías a...”). Y el contenido, bueno, una pérdida total de tiempo.


Ahora, yo sé que todos necesitamos tomarnos la vida más a la ligera, relajarnos, reír… Estoy totalmente de acuerdo. Mi pregunta es: ¿es lo único que necesitamos? Es un caso similar a la alimentación. Obvio que la sal y el azúcar son vitales para nuestra subsistencia, pero muchos alimentos abusan de ellos. A los seres humanos, por naturaleza, nos encantan estos sabores. Pero hoy en día, la sal y el azúcar se encuentran en un estado puro y es fácil producirlos, por lo que se nos satura de ellos. Lo mismo sucede con la información: Nos vamos hacia las fotografías graciosas y textos ingeniosos y que no requieren esfuerzo para leerse porque nos hacen sentir bien, pero no nos nutren.


Yo era un total partidario de que Internet estuviera en todas partes. Era ingenuamente optimista al respecto: Pensé que ayudaría a la gente a ser más inteligente, a que aprendiera más y a desarrollar su curiosidad natural. Hoy pienso casi lo contrario. La televisión basura era bastante mala, pero el sucesor es un poco más macabro: lo hicimos nosotros mismos.


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Published on September 30, 2015 13:24

September 22, 2015

Mexicalli Rose

ruinas brotan de una bocanada centígrada

que se escabulle por las coladeras

inservibles, taponeadas

apuñala tu rostro

entierra sus pulgares en tus ojos


un valle seco

resguarda construcciones caníbales

una nube de polvo y malos recuerdos


regreso a Mexicali

una y varias veces

a la masa autófaga

tirana

devoradora de edificios

de sí misma

de personas

y tu alma

recicla su basura para frenar el tiempo


una frontera de vidrio

escenario de Casablanca, Star Wars y Touch of Evil

lleno de espejismos y mentiras


otra frontera de hierro

con postes verticales y patrulleros verdes

una más de desierto

otra de montañas

todas te escupen en la cara


una ciudad gemela, enterrada

oculta en callejones

atiborrados de letras chinas


habitantes que se sueñan en otra parte

y la desprecian en vacaciones

huyen de la antropofagia

cuando el pavimento arde

y el recuerdo se congela

para no morir

de Mexicali Blues


un hotel del norte

calles craqueladas

aire púrpura en el horizonte

una tormenta de arena

mujeres que llegaron del infierno en diligencia

una corona de cachanillas

minivans con nada que declarar

y una pincelada de Calíope


Bienvenido al nuevo Mexicalli


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Published on September 22, 2015 19:10

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Miguel Lozano
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