Miguel Lozano's Blog, page 20
January 29, 2014
Frances Ha (2012)
 
Para no ser tan negativo y malaleche quisiera reseñar una película que no me cae gorda. Soy demasiado picky con las películas y libros últimamente, siempre hay algo que no me gusta. Supongo que llega un punto donde uno dedica tiempo exclusivamente a lo que le llega a las fibras sensibles. Antes, cuando reseñaba películas para radio y televisión, debía hacer muchas concesiones para otras personas. No podía decir que odiaba todo. Además, no pensaba en lo que me gustaba a mí, sino en lo que le gustaba a los demás. Veía lo que me asignaban, e intentaba ver las películas con los ojos de otros. Mis reseñas se basaban en eso.
Mi criterio ha cambiado mucho. En este blog no debo darle gusto a nadie, sólo a mi. Claro que quiero compartir mi opinión con ustedes y me daría mucho gusto que coincidamos pero en realidad me tiene sin cuidado. Si no les gusta lo que escribo, hay millares de bloggers y videobloggers que coincidirán con lo que ustedes piensan: Véanlos a ellos.
Ya no me interesa tanto el ruido y el espectáculo en el cine. Me interesan mucho los personajes y sus situaciones. Todo lo demás para mi, al menos en este momento de mi vida, es un adorno para los personajes que son retratados.
La película que comentaré hoy se llama Frances Ha (2013). Esta comedia trata de una joven adulta, aprendiz de bailarina, que no encuentra su lugar en la vida. Su vida es una juventud tardía, prolongada hasta el punto que ya no es gracioso. La intimida el mundo, se siente torpe en situaciones que sus conocidos manejan sin parpadear. Y está sola, siente que está perdiendo a su mejor amiga y se siente desorientada.
La trama no es mucho más, y esto se refleja en la duración: Poco menos de una hora y media. Lo que es interesante del filme no es la extravagancia de las situaciones ni las enormes adversidades que cargan encima los personajes. Es simplemente la dificultad de adaptarte, la dificultad de abrirte camino en la vida sobre todo cuando eres tu propio peor enemigo.
El director es Noah Baumbach, cuya The Squid and the Whale (2005) es una de mis películas favoritas. Escribió Frances Ha junto con la actriz principal: Greta Gerwig. Está filmada en blanco y negro. La mayor parte de las películas que intentan esto actualmente parecen filmes a color a los que se les ha quitado el color. Las tonalidades blancas no son puras, y el negro es más bien grisáseo. El contraste es poco y los tonos se confunden. En Frances esto no sucede: Parece verdadero blanco y negro. La fotografía es bellísima, particularmente en las escenas nocturnas en exteriores. Las tomas a veces son incómodas y estresantes, como las actitudes de algunos de los personajes.
La música también vale la pena mencionarse. Es simple y dulce, con toques de nostalgia. Enmarca muy bien las situaciones y sentimientos del personaje principal. La última toma resume particularmente toda la película, y la música está ahí para reafirmar lo que sentimos durante todo el largometraje.
Frances Ha es una película ligera, que apela más al corazón que al cerebro. Esto es un halago dado el estado del cine actual. La recomiendo mucho. Y es muy graciosa. Al menos a mi me hizo reír mucho.
Por cierto, hace unos párrafos dije que si no les gusta mi blog leyeran otros. Quisiera terminar esto con otra molestia que tengo por el rumbo que han tomado los blogs en años recientes: Son completamente impersonales. Creo que queda poca gente que se desnuda en sus posts, que comparte algo más personal. Quizá hay algunos todavía, pero ya nada es como antes. Ahora la mayor parte de los blogs tiene ambiciones comerciales. Incorporan información refrita e inexacta. Hacen listitas de: "Los diez momentos más vergonzosos de los famosos" y "Veinte películas independientes que no puedes dejar de ver". Ponen títulos tramposos a sus publicaciones como: "Mira lo que Justin Bieber hizo en la fiesta de Miley Cirrus: No lo vas a creer". Pura carnada con calorías vacías. No parecen escritos por personas.
Pero ese es tema de un post más largo y detallado, que escribiré luego si me queda tiempo.
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January 15, 2014
The wolf of Wall Street (2013)
 
Fui a ver la última película de Martin Scorsese con expectativas muy bajas, pero salí increíblemente decepcionado. Primero, una confesión: No me han gustado mucho sus últimas películas. Ni Pandillas de Nueva York, ni Los Infiltrados, ni Hugo... Me gusta El Aviador, pero cada ver siento que Marty no envejece bien como los buenos vinos, y se está transformando en vinagre.
Entremos en materia: En las primeras tomas de El lobo de Nueva York, el personaje principal alardea de su riqueza y su estilo de vida. Mientras aspira cocaína del trasero de una prostituta anuncia que ama las drogas. Un súbito sonido lo desconcierta. Voltea hacia atrás asustado, quizá es alguien, quizá lo están buscando. La paranoia se ve en su rostro. "¡Oh, sí!", pensé yo, "este será el conflicto de la película". Peeeeero... el personaje ignora la sensación y continúa con lo que estaba haciendo. Además, nalguea a la prostituta en el proceso.
Siguiente toma: El mismo personaje pilotea un helicóptero totalmente drogado. Pone en riesgo su vida y la de su copiloto. "¡Recórcholis!", pensé de nuevo, "¡se va a matar!". Peeeero... después de un pequeño golpe contra el suelo aterriza sin contratiempos. El copiloto lo felicita.
Flashback a su juventud. El personaje inicia su carrera como corredor de bolsa. Le comenta a un colega: "Si uno obtiene dinero y a la vez logra ganancias para su cliente, todos ganamos, ¿no?". El colega responde: "No". Así nomás, sin ninguna explicación ni argumentación. ¿Esta es toda la motivación para sus acciones durante las próximas tres horas? ¿Debo creer que el personaje principal se desmorona ética y moralmente y comienza su carrera de estafa? ¿Sólo por esa frase? Okay... continuemos.
El tipo aprende mañas y obtiene ganancias. Se asocia con gente no muy brillante pero igual de ambiciosa que él. Monta su pequeño imperio. Hay muchas drogas, tratan a las mujeres peor que objetos, estafan y estafan a mucha mucha gente (true story). Okay, no me está gustando mucho la historia, es trilladísima y la he visto miles de veces, pero supongo que esto no es todo lo que hay, ¿verdad?
Dos horas y media después sigo esperando algo diferente. Siguen las drogas, siguen las mujeres y siguen las estafas. Y se repite un millón de veces la fórmula del inicio: Acciones sin consecuencias. Los personajes nunca se enfrentan a ningún obstáculo real. Es aburrida, predecible, poco interesante. ¿Lo peor? Se supone que es una comedia y no estoy riendo. ¿Qué sucede?
El lobo de Wall Street es una película que me deja preguntándome qué pasó con el director de Taxi Driver. La película es ruidosa, molesta, exagerada y nada sutil. Los cortes son rápidos, la improvisación evidente, la trama poco interesante, el conflicto nulo y el mensaje muy perezoso. Pero, ¡hey!, quizá yo me estoy haciendo viejo. Quizá el nuevo cine me pasa por arriba de la cabeza.
En fin. Nada me gusta.
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November 15, 2013
Living without it
 
Un atraganto de nostalgias en la epiglotis. El mar y su oleaje golpeando las rocas me despide todos los días. Lo eterna presencia se burla de mi porque casi nunca cargo con mi cámara. Da igual: ¿De qué me sirve guardarlas?
Pero si fotografié la lencería más triste del mundo. Ella no se burla de mí, más bien viceversa. La fotografíe con mi cámara Minolta y un rollo Fuji. La que me atendió cuando revelé el rollo era una inepta.
La mayor parte de las cosas han quedado atrás. Parece que mañana lloverá. No todo se paga, pero de algunas no te escapas.
Leí escritos viejos para inspirarme. No me movieron nada. Es como si teclear ese inmenso palabrerío fuera masticar un chicle. Releer textos que sentía buenos, palabras que sentí inteligentes, fue como observar los desechos babeantes y amasados de una goma de mascar sin sabor. Y eso está muy bien, a decir verdad.
Ya no necesito correr ni esconderme. Tampoco necesito lucirme. Simplemente me deslizo, camino por ahí y me aparezco de vez en cuando.
Como si vivir fuera fácil.
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October 22, 2013
La chispa de la vida
 
En una materia uno de mis estudiantes expuso sobre la Coca-Cola. Mostró un comercial de los años setenta, donde un niño le regala su botella a un jugador de fútbol americano. Él la toma, ya abierta, y se la traga completa frente a la cámara. No sólo eso, deja abierta su garganta y el turbio líquido se desliza a una velocidad alarmante hacia sus entrañas. Al final del comercial, como siempre, todo mundo está sonriente y feliz.
Yo dejé de tomar soda a los dieciocho años. Decidí dejarla después de leer sobre los peligros de consumirla y sobre los sucios manejos que hacen esas empresas transnacionales. Ya para los veinte años el cardiólogo me dijo que mi arritmia cardiaca no se beneficiaría del consumo de cafeína. Esto le puso el último clavo al ataúd de la Coca-Cola en mi vida. Con el tiempo ni siquiera se me antojaba. El sabor me desagradaba, la sentía exageradamente azucarada y cuando tomaba un trago no podía dormir en toda la noche.
Pero el comercial era tan bueno, que se me antojó probarla de nuevo.
Las cosas cambiaron desde que dejé de tomarla. Ahora hay muchas más opciones. Sin azúcar y sin cafeína. Otros tamaños. Lo que no ha cambiado es que está en todas partes. Al día siguiente de la exposición, caminaba por la calle Juárez y la noté de pronto: En cada local de comida había un refrigerador con Coca-Colas. Fue impresionante para mí esta revelación después de ser inmune a ella durante tanto tiempo.
Total que probé las opciones sin cafeína y comprendí por qué la gente las consume tanto: Te ponen en un estado de relajación semi-feliz. Te levanta el ánimo. Es una sensación dulce y efervescente que comienza en la boca y termina en la piel. Obliga a sonreír tímidamente como Charlie Brown aunque no lo quieras. Es una droga omnipresente, que de ta un empujoncito para sobrellevar la deprimente realidad.
Como muchas drogas, también te da un bajón poco tiempo después. Se te agota la energía y la felicidad, y comienzas a eructar dióxido de carbono. Pero la solución, como con muchas otras drogas, es consumir más.
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October 21, 2013
Gravity (2013) (Spoilers)
 
La última película de Alfonso Cuarón es una buena montaña rusa: Te estruja, te lleva a grandes alturas para dejarte caer de golpe, un paseo a toda velocidad que nunca se detiene. Al final de la película, cuando sales de la sala, sientes que debes readaptarte a la gravedad del planeta. La he visto dos veces en 3D, y en ambas ocasiones sentí que la cabeza me dio vueltas (esto es un halago). Gravity, junto a 2001: A space odissey (1968) son las dos cintas más fieles en cuanto a representación del espacio en el cine. Ambas son toda una experiencia. Sin embargo, Gravity está lejos de ser perfecta.
La trama es extremadamente simple: Durante reparaciones a un telescopio a 600 kilómetros sobre la superficie terrestre, dos astronautas son expulsados al espacio cuando los restos de un satélite impactan contra su transbordador. El resto de la película es la historia de su supervivencia.
La verdadera estrella de la película es la microgravedad. Prácticamente todas las escenas ocurren en el espacio, todos los objetos flotan libremente. El fondo son las estrellas en un manto negro, o lo azul del planeta con todas sus nubes. Algunos objetos son visibles: Estaciones espaciales y el transbordador en cuestión. La cámara se mueve como si fuera un astronauta más, sigue la acción, viaja entre los objetos, se coloca en los ángulos más extraños. Notablemente, uno nunca está desorientado, visualmente es bastante clara.
En cuanto al sonido: También es excepcional. Las tomas que ocurren en el espacio no tienen más sonido que el que ocurre dentro del casco de los astronautas. Cuando entran en una estación espacial o nave, solo escuchamos lo que ocurre dentro. Desde este punto de vista, el sonido es bastante consistente lo que ocurriría en la realidad. La música es efectiva, no tan convencional y no es demasiado entrometida. Los mayores logros de Gravity son sin duda en el terreno visual y auditivo. Quizá ustedes hayan leído ya muchas alabanzas al respecto. Alfonso Cuarón ya había demostrado su destreza en películas como Children of men (2006) o Harry Potter and the prisioner of Azkaban (2004), y en esta última películas utilizó todos los trucos de su libro, y unos cuantos más.
Pero hay varias cosas que no me dejan ser totalmente entusiasta con respecto a esta película. Yo he defendido el trabajo de este director a capa y espada. Me parece que Y tu mamá también (2001) es una de las mejores películas mexicanas. Creo que su versión de Harry Potter es la mejor de la serie. Creo que Children of men es simplemente genial. Pero creo que Gravity tiene serios problemas. Huecos que creo que deslucen todo el resto del trabajo, los efectos especiales y lo increíble del montaje audiovisual. Iniciemos con los spoilers, si no la has visto y no te quieres enterar de puntos cruciales de la trama, te recomiendo que no sigas leyendo.
Primero: El elenco. ¿Soy el único a quien le parecen poco adecuados George Clooney y Sandra Bullock como los protagonistas? Según lo que entendí del libreto, la doctora Ryan Stone se encontraba en una etapa depresiva de su vida, sin rumbo. De ahí la metáfora a la desconexión, o vivir en una burbuja, que nos plantea la película. Pero Sandra Bullock es Miss Simpatía, la optimista y simpática de las películas. El drama se habría incrementado de haber contado con una actriz que reflejara la negrura de su conflicto interno, cuyo verdadero enemigo fuera ella misma. Alguien que tuviera que salir de la depresión para sobrevivir.
George Clooney actuó el estereotípico macho guapo, encantador que siempre sabe qué hacer. ¿No está ese estereotipo demasiado desgastado? Para añadir insulto a la herida, la doctora Stone es una estúpida que actúa gritando en pánico ante todas las situaciones y nunca sabe que hacer. Es médica y deben explicarle qué sucederá cuando se le agote el oxígeno. Cuando está a punto de darse por vencida, debe aparecer el macho a decirle cómo salvarse. Si se salvó, fue solo porque siguió al pie de la letra las instrucciones del galán que sabe qué hacer, incluso desde el más allá. ¿Es mucho pedir que el personaje principal tenga alguna idea propia? ¿No pudo haberse salvado por su propio ingenio y no por seguir instrucciones de otro? Esto me parece un cliché de la más baja ralea, uno que ya no tiene lugar en 2013.
Tomemos como ejemplo a otra gran película de ficción científica: Alien (1979). En un inicio, el personaje principal parece ser el macho, pero muere precisamente por eso. Ripley, la verdadera heroína, debe enfrentarse a una creatura desconocida utilizando como recurso únicamente su fuerza e inteligencia. Esto no solo es más interesante, también está fuera del estereotipo. ¿No hubiera mejorado Gravity con un personaje fuerte, inteligente e ingenioso?
Por otra parte, los obstáculos fueron demasiados. Es verdad que una película, para tener buena tensión dramática, debe presentar dificultades a los personajes. Pero cuando superan todo sin un rasguño, la tensión se evapora inmediatamente. Cuando la doctora Stone llega a la Tierra, su cápsula se inunda con agua. Cuando logra salir e intenta nadar a la superficie, el traje la detiene. Luego parece se atorará en unas algas marinas. En ese punto ya estamos esperando que le caiga un yunque en la cabeza. Pase lo que pase, sabemos que se salvará.
Aún así, estos estereotipos fácilmente podrían ser evitados con algunos cambios cosméticos al libreto. Además, creo también que los personajes carecen de profundidad. No sabemos casi nada de sus vidas, más que unas cuantas pinceladas burdas. Tampoco son los grandes amigos entrañables, son compañeros de trabajo en su primera misión juntos. ¿Dónde está el riesgo? ¿Dónde está la tensión humana? En este aspecto, esta película nos sale debiendo.
El efecto de ver esta película es similar al de Avatar (2009): Los efectos especiales, el 3D y la tecnología son impresionantes, pero en el aspecto humano se queda corta. Es una versión modernizada de Pocahontas. En cuestión de trama, Gravity es una película de ciencia ficción cincuentera, con todos sus estereotipos, pero con efectos visuales increíbles.
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October 17, 2013
La República de Baja California
 
Si viven ustedes en Baja California, quizá ya le dieron like a la página de Facebook que se llama "República de Baja California". El objetivo de este grupo es organizar a los pobladores para independizar a la península del resto del país y vivir felices para siempre. Suena bien, pero bien bonito, ¿a poco no?
Al resto del país la noticia le suena un tanto simpática y hasta ingenua, pero no es noticia para los bajacalifornianos. Desde que yo iba en la primaria, ya escuchaba esas ideas en clase: Que somos súper-prósperos y geniales, y que el resto del país es un lastre que succiona nuestros recursos. Este sentimiento es particularmente fuerte en las ciudades fronterizas, donde creemos que si el resto de México estallara, nosotros todavía podríamos sobrevivir comprando en San Diego o Caléxico. Además, el estándar de vida en Baja California es bastante alto, la densidad de población es baja y no hay tanta inestabilidad social. Para el bajacaliforniano, la independencia es un paso lógico.
La historia del estado parece confirmarlo. Estados Unidos estuvo interesado comprar el estado poco tiempo después del tratado de Guadalupe-Hidalgo, donde México perdió casi la mitad de su territorio. Ya para la revolución mexicana, grupos de filibusteros del Partido Liberal Mexicano pretendían tomar la península y crear una nación independiente. Ahorita no tengo frescos estos datos, pero recuerdo haber leído en un libro de historia de Baja California que el estado fue independiente durante aproximadamente tres días, y una bandera nueva ondeó durante ese tiempo en Ensenada. Pero no tengo este dato confirmado, así que no me crean mucho. (De hecho, no me crean mucho en nada de lo que escriba).
Baja California se convirtió en estado hasta 1952. Geográficamente se encuentra muy retirado del resto de la república. Esto provoca una sensación de aislamiento del país, y cercanía a un país extranjero. Yo recuerdo que mis libros de texto de la primaria estaban muy alejados culturalmente de mi realidad, como gran parte de la programación de la televisión. Y por cierto, vi las caricaturas en inglés porque nos llegaba la señal de los canales gringos.
En fin, es posible que este nuevo sentimiento separatista se haya avivado gracias al gobierno de Peña Nieto, uno de los peores en la historia. Otra de sus estúpidas decisiones es el aumento del IVA en la región fronteriza. Esto afecta el comercio regional porque comprar del otro lado de la frontera se hace más atractivo. Por supuesto, el gobierno centralista de este país no ayuda: Toman decisiones que reflejan el desconocimiento de la situación de los estados del norte. Esto aumenta la sensación de diferencia y no pertenencia al resto de la república.
En el nuevo grupo de Facebook ya se diseñó una bandera para este nuevo país. También las nuevas monedas, que ya se definió que equivaldrían a un dólar estadounidense (aunque no nos han aclarado cómo piensan hacerlo). Yo digo que en cualquier momento subirán la nueva constitución y un nuevo himno nacional. Las encuestas que han hecho en línea indican que hasta el 80% de los encuestados estarían de acuerdo con una independencia.
Como sueño guajiro suena rebonito. Pero cuando lo piensas más de cinco minutos, este movimiento más bien arece la rabieta de un niño de 13 años que se quiere ir de su casa porque no aguanta a sus papás. Hay miles de asuntos sin responder: ¿Y el petróleo? ¿Y las instituciones federales? ¿Y la infraestructura? ¿Y el gobierno? ¿Creen que firmarán un papel y nos dirán: "que les vaya bien"? Si nos separamos, no será diplomáticamente ni con amabilidad. Oh, no, señores. Así que tomen su fusil y a defender la nueva patria.
Así como el niño se quiere ir de con sus papis, nosotros, si queremos ser independientes verdaderamente, tendríamos que enfrentarnos a una realidad muy difícil. Ser autosuficientes, organizarnos para perder el cobijo del gobierno federal, tener una economía sustentable, recursos alimenticios, energéticos, educativos y un largo etcétera.
¿Me gustaría ser independiente? Nada me agradaría más. Lamentablemente todavía nos falta bastante para llegar a la mayoría de edad. Además, yo no les veo a nuestros papás la menor intención de dejarnos ir.
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October 15, 2013
Gladiator (1986)
 
Los jovencillos actuales no saben la emoción que causaba entrar a un arcade hace veinte años. Era un orgasmo visual y auditivo, lleno de pixeles de colores, animación cuadriculada y sonidos de ocho bits. Era como entrar a Narnia (para que me entiendan los morros, pues). A veces los supermercados tenían algunas maquinitas justo en la entrada, como para que los niños se entretuvieran un rato mientras sus papás hacían las compras. Y gastaran más dinero, claro está. Estos tiempos están perdidos... No está cool hablar como viejito en mecedora, pero las cosas cambian tan rápido en el ámbito de las computadoras que así se siente uno en tan solo veintitantos años. Tengo muchas experiencias y recuerdos qué compartir al respecto, pero hoy escribiré solo de una.
Con cinco y seis años cumplidos, me era muy difícil recordar el nombre de la mayoría de las maquinitas que jugaba. Algunos nombres eran obvios y memorables, como Donkey Kong o Pac-Man, pero otros parecían palabras extraterrestres: Zaxxon, Xenophobe o Rygar. Cuando crecí y quería platicar con amigos sobre esos juegos, tenía que describirlos con el mayor detalle posible para que los identificaran: "Era uno de un caballero que iba matando gente con una espada, y se veía de lado y te salían gnomos...", etc. Normalmente la otra persona escuchaba un rato con la vista en el cielo, intentando recordar, hasta que exclamaba: "¡Ah, si! Era uno en donde primero iniciabas en un bosque, y luego en las rocas y luego tenías que subir por una cuerda..." Se lograba la identificación y la plática continuaba, recordando buenos momentos en lugares como lavanderías, supermercados o la tiendita de la esquina, perdiendo monedas gigantes de cien y quinientos pesos.
En este tipo de pláticas logré identificar una gran cantidad de juegos de mi infancia. Pero otros fueron mucho más difíciles. Recuerdo que batallé mucho para ubicar a Rygar y Haunted Castle, que posteriormente me enteraría era una versión de Castlevania para arcade. Pero poco a poco todos los juegos fueron saliendo a la luz y con Wikipedia a la mano conocí mucho de su historia y algunos datos que no tenía forma de saber en los ochenta, cuando no existía Internet. Las únicas fuentes de información eran los rumores y las pocas revistas que existían al respecto. Qué tiempos tan deprimentes, ahora que lo pienso... Ahora incluso esos videojuegos se pueden ejecutar en mi propia computadora o hasta en el celular con algunos emuladores. Lamentablemente estoy tan viejo que no es tan divertido como antes. Los problemas de vivir en la época equivocada.
Pero había un juego que yo recordaba pero nadie identificaba. Eras una especie de guerrero con armadura, espada y escudo. Era un side-scroller. Tenías la posibilidad de subir y bajar tu escudo para bloquear ataques, pero si recibía mucho daño tenías posibilidad de perderlo. Si no te cubrías algún golpe, y te daba en la armadura, perdías esa pieza y tu piel quedaba expuesta. Un solo golpe en tu piel desnuda significaba la muerte. Recuerdo bien que había algunas guerreras, y si las golpeabas "apropiadamente" podías exponer sus senos. Totalmente pixelizados, pero a unos niños morbosos de los ochenta no les importaba, al final de cuentas eran senos. Yo recuerdo que las gráficas se veían sumamente realistas, los personajes me parecían enormes en la pantalla. Claro, estamos hablando de una época en donde los monitos que aparecían en el juego tenían el tamaño del Pac-Man.
Nadie sabía darme razón del juego. Décadas pasaron y no tenía una sola noticia sobre él. Me parecía increíble que siendo tan bueno, según yo, nadie lo recordara. Busqué en foros, YouTube, Wikipedia... Nada. Hasta hace unos meses encontré un arcade muy viejito, de esos que tienen como quinientos juegos en uno, y vi uno que se llama Blandia. Era de pelea, con caballeros con armadura, y las gráficas eran sospechosamente parecidas. ¿Podría ser? Era muy parecido, y la memoria después de veintitantos años falla. Anoté el nombre, busqué en Wikipedia cuando llegué a mi casa, y voilá! No era el juego que estaba buscando.
Pero bueno, ¡era su secuela! Descubrí que el juego misterioso que nadie recuerda se llama Gladiator, y es de 1986. El descubrimiento me ha dado tanto gusto, que vine a publicarlo acá, aunque ya casi ni publico en mi blog. Les dejo un video de reseña sobre el juego, donde pueden ver algo de lo que les estaba hablando. En verdad, no se mira como gran cosa actualmente, pero en su tiempo era apantallante. Sentía que los personajes estaban casi vivos.
Ahora me falta encontrar otro, uno en donde otro tipo con armadura va matando gente con una espada y un escudo. Pero en esta ocasión va en una ciudad, parece un futuro post-apocalíptico. Te sale gente de la alcantarilla, y unos enemigos con casco y mazos con picos. ¿Alguien lo recuerda?
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September 25, 2013
Hipervigilancia
 
Debido a frecuentes robos de laptops, iPods y iPads, me pidieron instalar cámaras de seguridad en mi trabajo. También para estar a la moda de la sociedad hipervigilada, supongo yo. Con estas noticias de que Obama y la NSA andan revisando conversaciones telefónicas y comunicaciones por Internet, no es descabellado pensar en cámaras de seguridad por todas partes a lo Orwell.
El sistema de cámaras causó revuelo en la escuela, como era de esperarse. Sobre todo por la escasa vigilancia que normalmente existía antes. No hay prefectos ni guardias. De pronto aparecieron cuatro ojos vigilantes en el cielo que prometían poner fin a los robos en la comunidad.
Dentro del laboratorio de cómputo, soy el privilegiado que tiene acceso a las imágenes de las cámaras. Conecté el dispositivo de grabación a un monitor de computadora y observo con frecuencia. No es necesario que lo haga, todo lo que ocurra en un periodo de dos semanas queda grabado. Lo curioso es que me gusta mucho ver. Descubrí que es mucho más interesante ver a la gente a través de una cámara que asomarme por la ventana a ver exactamente lo mismo.
Los alumnos que me ven observando las cámaras normalmente exclaman: «¡Qué miedo!» al caer en cuenta de que han sido observados sin siquiera darse cuenta. Pero pronto ellos también se quedan embobados en la pantalla. Dicen: «¡Mira! Ahí va fulanito!» y comienzan a reír sin motivo alguno. Luego llegan otros estudiantes y también se quedan pegados a las imágenes cotidianas de nada en particular. Entre ellos comentan lo extrañamente divertido que es ver a través de las cámaras. Descubren lo mismo que yo: Ser voyeurista es extrañamente placentero.
Quizá esta sensación se incrementa por las condiciones en las que vivimos hoy día. Las redes sociales no son algo tan diferente: Una posibilidad de espiar en la vida de los demás, en gran parte sin ser vistos.
No ha sucedido ningún robo desde que se colocaron las cámaras, solo extravíos en donde las cámaras no han sido de mucha utilidad. Sin embargo, creo que también ha sucedido algo interesante: La excesiva confianza en este sistema de seguridad ha provocado que la tensión se haya relajado cuando en realidad las posibilidades de robo son exactamente las mismas. Estoy esperando todavía el momento en cuando algo desaparezca y las cámaras no nos ayuden de nada. Sucederá tarde o temprano.
Me pregunto cuál será la reacción: ¿Querrán poner más cámaras o buscarán que haya vigilantes humanos?
No sé la respuesta, pero me da miedo saber cuál es la más fácil y entretenida.
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September 23, 2013
V Tiempo de literatura
 
Si todo sale bien, este viernes compartiré algunos de mis nuevos cuentos en el evento "Tiempo de literatura". Este es un encuentro literario que se realiza en Mexicali desde hace cinco años y lo organiza Elma Correa. No participo desde la primera edición. Andaba en el limbo académico, literario y en cuanto limbo puedan ustedes imaginar. Creo que ya es hora de reintegrarme a la civilización literaria.
Participarán muchas personalidades de la ciudad y de fuera. Quizá yo ya sea considerado "de fuera", no lo sé. Lo que si sé es que tengo muchas ganas de leer en público de nuevo. No he publicado mucho desde hace tiempo y quiero una oportunidad de compartir mis escritos. Mi mesa de lectura será en el COBACH plantel Mexicali, en el teatro a las 12 PM de este viernes 27 de septiembre.
Participarán muchas otras personas y habrá talleres. Anexo el programa completo en PDF. Nos vemos por allá.
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