Andrés Accorsi's Blog, page 40
October 30, 2021
ETERNALS

Published on October 30, 2021 10:17
October 23, 2021
18 al 24 de OCTUBRE


Published on October 23, 2021 15:25
October 21, 2021
¿QUIÉN QUIERE SER SUPERHÉROE?

Published on October 21, 2021 19:55
October 16, 2021
11 al 17 de OCTUBRE



Published on October 16, 2021 14:03
October 10, 2021
4 al 10 de OCTUBRE


Published on October 10, 2021 11:28
October 2, 2021
27 de SEPTIEMBRE Al 3 de OCTUBRE



Published on October 02, 2021 16:23
September 25, 2021
KRAZY KAT: THE COMIC ART OF GEORGE HERRIMAN
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Esta vez me tomé toda la semana para leer un solo libro… pero qué libro, maestro. 224 páginas de las cuales… más de 70 son textos y el resto, todo historietas. Y además historietas anteriores a 1945, algunas con más de 100 años de antigüedad. La selección de las historietas y la redacción de los textos corrieron por cuenta de Karen O´Connell, Georgia Riley de Havenon y el maestro Patrick McDonnell, el genial creador de Mutts. Es una selección alucinante, pensada para ampliar nuestra comprensión del universo gráfico y mágico de George Herriman. Hay planchas de casi todas las obras del maestro anteriores a Krazy Kat, y una vez que nos centramos en su obra magna, hay tiras diarias, planchas dominicales en blanco y negro, planchas dominicales a color y hasta unas cuantas planchas e ilustraciones que originalmente se publicaron en los diarios en blanco y negro, pero que Herriman coloreó con acuarelas y tintas para regalárselas a amigos suyos. Todo esto reproducido con una calidad incuestionable y acompañado de textos muy completos, redactados de modo muy dinámico, que nos aportan datos valosísimos acerca de la vida de Herriman y su familia, y del contexto histórico en el que le tocó trabajar. De la mano de McDonnell, O´Connell y Riley de Havenon me enteré de muchísimas cosas que desconocía, especialmente acerca de los trabajos de Herriman anteriores a Krazy Kat. Pero no quiero caer en la tentación de transcribir la información que aparece en el libro, ni de usarlo como machete a la hora de contar qué impresión me causó volver a leer Krazy Kat después de muchos años. Esta es una historieta sobre la que se ha escrito muchísimo, y no es fácil ir por otro lado, sin repetir ideas o conceptos que uno ya leyó en otro lado. Creo que (además de la calidad de la historietas) lo que más me llamó la atención es que Krazy Kat es intraducible. No solo por la manera en que Herriman deforma las palabras, en esa búsqueda de que suenen más graciosas y más parecidas a la fonética que a la ortografía. Algo de eso también vimos en el Popeye de Elzie Segar, y no es fácil de traducir, pero se puede. El tema es que Herriman jamás aclara si Krazy Kat es macho o hembra, y de hecho ese dato va variando, es una identidad de género tan fluida que no se queda quieta. A veces se establece que es gato, a veces que es gata y a veces los propios chistes ironizan acerca de esta indefinición. Se supone que si los dos personajes que se vinculan afectivamente con Krazy son varones, Krazy debería ser mujer, pero no está para nada claro y no son pocas las tiras en las que se denomina al personaje como “he” (él). Entonces, si Krazy dice “I´m in love” y el traductor pone “estoy enamorada”, está mal. Y si pone “estoy enamorada”, también está mal. Cualquier indicio que rompa esta ambigüedad, va en contra de lo que quiso hacer Herriman, que era precisamente mantener al lector desorientado, sin saber nunca si Krazy era una gata heterosexual o un gato homosexual. Por supuesto, en ninguna de las historietas reproducidas en el libro aparece la palabra “homosexual”. Te regalo tener que traducir esta historieta al castellano. Otra cosa que me llamó mucho la atención es cómo incluso en las planchas de los años ´30 y ´40 Herriman se resiste a incorporar planos en los que los personajes no se vean de cuerpo entero. A veces los enfoca más de cerca, a veces más de lejos (para que se luzcan esos paisajes majestuosos basados en los desiertos de Arizona), pero prácticamente nunca nos muestra solo las cabezas de los personajes, ni siquiera cuando estos largan extensos globos de diálogo- Algo que para los años ´30 ya estaba completamente naturalizado en las historietas que aparecían en los diarios de EEUU, en Krazy Kat se vio poquísimo, y muy sobre el final de la tira. Y el otro elemento (este sí, más abordado por varios textos que leí sobre la serie) es esa relación absolutamente promiscua entre humor y poesía. Poesía humorística o humor poético. No importa, llamalo como quieras. Acá tenemos situaciones 100% en joda (que rara vez motivan carcajadas, pero siempre te sacan sonrisas) en las que se ven involucrados todo el tiempo recursos poéticos e incluso una mirada poética del mundo, de los personajes, su entorno y la forma en que se vinculan. Sobre el dibujo de Herriman también se escribió muchísimo, y es realmente increíble. Durante muchos años, es un típico dibujante humorístico de aquella época, muy suelto, muy plástico, con gran manejo de los sombreados y los detalles. Y en algún punto, encuentra una síntesis imposible, que le hace pegar un salto cualitativo brutal y que logra que en sus últimos años Krazy Kat adopte una estética totalmente moderna, o por lo menos atemporal. Si te dicen que esas planchas de 1942 son de 1972, te lo creés sin ningún problema. Y si te dicen que son de 2002… por ahí desconfiás un toque, pero no lo descartás de plano. Y nada más. Krazy Kat es una historieta que se publicó casi todos los días entre 1913 y 1944, que perduró más por el prestigio del autor que por su popularidad entre los lectores, y que estaba obviamente adelantada a su época. Hoy, por suerte, tiene el status que se merece, de Obra Maestra, de genialidad absoluta, de joya vanguardista difícil de explicar en el contexto de 1913 e incluso en el de hoy. También por suerte hay muchas reediciones, como para descubrirla como y cuando quieras. Esta en particular me encantó, por la calidad de los textos y la posibilidad de ver material de las otras obras de Herriman. Gracias por el aguante y hasta el finde que viene.
Published on September 25, 2021 11:46
September 18, 2021
13 al 19 de SEPTIEMBRE



Published on September 18, 2021 10:15
September 11, 2021
6 al 12 de SEPTIEMBRE
Otra semana de pocas lecturas, pero bueno, ustedes ya saben… Mucho trabajo, complicaciones, la sanata de siempre. Y también saben que si quieren leer mucho más, se pueden descargar la Comiqueando Digital nº3 en https://comiqueandoshop.blogspot.com/ y disfrutar horas y horas de artículos, secciones, columnas y contenidos audiovisuales exclusivos. Hoy tengo para reseñar dos libros antiguos, y arranco con el Vol.2 de Yugurta, editado en España en 1981, pero realizado por Jean-Luc Vernal y Hermann mucho antes, a fines de los años ´60 para la revista Tintin. Este es el último tomo que dibuja Hermann, pero la serie continuará 14 álbumes más, que no creo que lea nunca. Esta segunda entrega no se separa en nada de la anterior (ver reseña del 21/08/21), pero a mí me atrapó bastante menos, se me hizo más pesada. Me encantó ver a Hermann romper varias veces la grilla de las cuatro tiras por página, para lucirse con viñetas más grandes. Pero si bien visualmente este álbum es más poderoso que el anterior, el relato me resultó más previsible y menos emocionante. Por ahí porque ya conocía a los personajes y a la situación, y la verdad que lo único que podía sacudir ese estado de cosas que planteaba Vernal en el Vol.1 era la confrontación directa entre Yugurta y el Imperio Romano… cosa que sucede, pero de modo intermitente, con escaramuzas, más que con una guerra posta. En el medio, en el tira y afloje entre el orgulloso príncipe númida y los corruptos senadores romanos, la trama se hace protocolar, muy conversada al pedo. Ojo, me parece loable que en una historieta juvenil el guionista se juegue a explicar el “lado B” de los conflictos bélicos, la trama de ambición, poder y codicia que casi no deja espacio para la epopeya. El tema es que no lo hace con la fluidez ni con la pericia que la situación (a mi juicio) requería. Así que me sorprendí “pidiendo la hora” varias veces. Me quedo con el Vol.1, como testimonio de lo más cercano que encontré a un “Year One” del maestro Hermann, y si bien acá el dibujo está un poquito mejor, no me resultó una lectura para nada imprescindible ni algo que se deba recomendar enfáticamente a los fans del maestro belga que siguen este blog.
Me vengo a Argentina, año 1989, porque felizmente conseguí el libro que más me calentaba de los que me faltan de la colección de Grandes Humoristas Argentinos que publicó Hyspamérica en aquellos días hiperinflacionarios. “No le veo la gracia” recopila una enorme cantidad de chistes de una sola viñeta y unas poquitas historietas de una sola página del maestro Manuel Peirotti, más conocido como Peiró. A diferencia de otros libros de esta colección en la que se agrupaba material de distintas épocas, que nos permitían ver distintos estadíos en la evolución del autor, el de Peiró ofrece un contenido muy, muy homogéneo. No hay un solo chiste que te haga suponer “esto es mucho más antiguo que el resto, esto es de los inicios de la carrera de Peiró”, o cosas por el estilo. Si te dicen que Peiró dibujó todos estos chistes en el mismo año, te lo creés, tranquilo. Obviamente no es así: el material está realizado a lo largo de (aventuro yo) toda la década del ´80. Pero arranca en un nivel altísimo y se mantiene así, durante todo el libro. Son casi 160 páginas, algunas con un solo chiste, otras con cuatro chistes, o sea que la cantidad de gags es brutal. Y la efectividad, altísima. Me reí fuerte muchas veces. Lógicamente, algunos chistes hoy atrasan un poco (por ejemplo, los del cuarentón pusilánime que la juega de pirata para “escaparle” o para burlar a una esposa gigantesca y con cara de déspota, ya quedaron muy atrás), pero no son muchos. Tampoco hay una gran cantidad de chistes anclados a una coyuntura que hoy no se entienda: en general casi todos los temas de los que se reía Peiró en los ´80 hoy siguen bastante vigentes (para bien y para mal). Y donde mejores resultados obtiene el cordobés es en el humor negro, macabro, filoso, con exquisita mala leche. Esos chistes, y los que juegan a extremar por medio del grotesco las miserias económicas y morales de los argentinos, me causaron mucha gracia. Por supuesto que aunque no me hubiese reído nunca en todo el libro, igual lo recomendaría, por la calidad desorbitada de los dibujos. Peiró es un dibujante perfecto, dueño de un trazo preciso, personal, brillante, que le permite descollar tanto en el humor gráfico como en historietas de corte más dramático. Su manejo de las manchas, las arrugas de la ropa, los detalles que observa y reproduce, las expresiones de las caras, el trabajo en fondos y objetos… todo está muy por encima de la media de los típicos cuadritos que cuentan un chiste en una única viñeta. Si tenés Córdoba Blues (y si no, compralo hoy mismo), ya tenés la mitad más aventurera del Peiró más grosso, que fue el de los ´80. Y con No le veo la gracia, completarías la otra mitad, la mitad más volcada al humor. No te digo que cierro ahí, porque faltan recopilar varias historietas humorísticas realizadas por el ídolo en los ´80. Pero con estos dos libros, me armé un combo devastador. Nada más, por hoy. Será hasta el finde que viene. Gracias por el aguante.

Published on September 11, 2021 15:01
September 4, 2021
30 de AGOSTO al 5 de SEPTIEMBRE


Published on September 04, 2021 12:11
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