Álvaro Bisama's Blog, page 215
March 22, 2017
El rol de Piñera
EL EXPRESIDENTE formalizó su decisión de ir por un segundo período, su candidatura se da en un momento particular, que le ofrece una gran oportunidad de éxito, pero también una inmensa responsabilidad. Acerca de eso quisiera hacer un par de reflexiones.
La Nueva Mayoría no lo reconoce -tampoco se le puede pedir que lo haga-, pero la formación de este pacto, su proyecto y su símbolo más visible que fue la retroexcavadora, destruyeron el factor estabilizador y de progreso que encarnó la Concertación. En una suerte de sino freudiano, para poder nacer la coalición emergente mató a su antecesora, no renegaron de la marca para remozar su propuesta, renegaron de lo que habían hecho y de lo que habían sido.
Curiosamente, el resultado final de la metáfora del senador Quintana no fue, como él planteó, la destrucción del modelo neoliberal, sino de la opción de centroizquierda que gobernó la transición. Esta destrucción no solo echó por tierra los liderazgos antiguos, por de pronto terminó real y simbólicamente con la figura del expresidente Lagos, sino que anuló cualquier posibilidad de renovación. De hecho hoy se encuentran figuras jóvenes en la extrema izquierda y en la centroderecha.
No hay una centroizquierda que se proyecte, con liderazgos transversales como tuvo en el pasado reciente, no tiene ni siquiera una candidatura que la ordene y, si la improbable esperanza de algunos de que Carolina Goic llegue a la meta se frustra, la candidatura de Guillier terminará afirmándose en la NM, porque “es lo que hay”.
Este gobierno termina heredando una economía dañada estructuralmente, no solo por las reformas que son un lastre prácticamente irreversible, sino por la pérdida de confianza en el rumbo de largo plazo, que en los primeros 20 años de democracia se había asentado fuertemente.
El primer gobierno de Piñera se puede definir como de una excelente gestión, sus números son muy buenos por dónde se les mire. Pero ese era otro Chile, era un país que todavía creía que había encontrado el rumbo, que todavía descansaba en esos consensos ahora tan vilipendiados.
A esta fecha parece probable que el expresidente volverá a gobernar, pero ¿para qué? No creo que sea principalmente para lograr, otra vez, una gestión cuantitativamente exitosa. En este escenario de desorden político, vacío de liderazgos, desconfianza ciudadana, la tarea es más compleja, creo que se parece más al rol de Aylwin en los 90: estar por arriba, convocar a la sensatez, intentar que ahora sea la centroderecha quien sustenta la gobernabilidad, pero con partidos que también están desgastados y debilitados.
Si tuviera que elegir, creo que debiera ser una propuesta de mínimos dónde quepan muchos y no de máximos que suelen ser excluyentes, de metas compartidas por los chilenos(as) de buena voluntad, más que un gobierno de partisanos.
La derecha suele creer que del desarrollo viene la gobernabilidad, pero en esta coyuntura el desafío parece distinto: recuperar la gobernabilidad para volver a aspirar al desarrollo. Por ahí, me parece, está ahora el desafío de Piñera.
La entrada El rol de Piñera aparece primero en La Tercera.
¿Izquierdas enfrentadas?
UNA DE las pocas cosas ciertas que se puede decir del futuro es que sea cual sea el signo del próximo gobierno este enfrentará una difícil y áspera administración y gobernabilidad. Otra cosa cierta, es que la experiencia del actual gobierno enseña que se requiere otra “masa crítica” política, social y cultural para realizar un gobierno de cambios en el Chile de hoy.
Hacia adelante el telón de fondo seguirá siendo más o menos el mismo: un sistema económico y político tocado en su legitimidad por sus abusos sistemáticos; la pérdida de prestigio de las élites empresariales y políticas; el lento e inexorable proceso de disolución de la “república binominal”; la apatía electoral; la ausencia de un “bloque histórico” alternativo. El conflicto seguirá trabado entre quienes creen que se puede restituir la legitimidad del modelo actual sin hacer cambios de importancia versus quienes piensan que solo haciendo cambios de fondo se puede devolver la legitimidad al sistema político y a un modelo de desarrollo. Se trata, en definitiva, de la disyuntiva histórica de parchar el actual pacto social o de construir uno nuevo.
En relación a este dilema, no es mucho lo que se puede esperar de las próximas elecciones. Un gobierno de derecha encabezado por Sebastián Piñera carecerá del respeto moral de una gran parte de la ciudadanía y la presión de “la calle” se intensificará. Un gobierno de la Nueva Mayoría (NM) en lógica de restauración conservadora enfrentará problemas parecidos a uno de derecha y, otro, de vocación transformadora, recibirá los embates del “circuito extrainstitucional del poder” con claras posibilidades de ser neutralizado. A su vez, un gobierno del Frente Amplio encontraría resistencias parecidas y amplificadas a las actuales. Gobernar sin decepcionar no es fácil y Syryza en Grecia es ejemplo de que ello también vale para las “nuevas izquierdas”.
Cabe preguntarse, por tanto, no solo por las condiciones para ganar elecciones sino para formar gobiernos progresistas fuertes, con capacidad de realizar con éxito programas transformadores. En la conformación de esa “masa crítica”, constituye una mala noticia la decisión del Frente Amplio de definir como sus adversarios, en un mismo plano, a la derecha y a la NM. Es una decisión que no reconoce matices ni la diversidad de procesos en curso, y coloca erradamente en el centro las disputas identitarias de la izquierda y no la construcción de una amplia fuerza social y política capaz de superar el neoliberalismo. Si el llamado “partido del orden” ha tenido la sagacidad para actuar de manera transversal y porosa, las fuerzas que se oponen a éste debieran tener la misma capacidad de articularse más allá de las actuales fronteras orgánicas de alianzas y partidos. Haber explorado, por ejemplo, pactos por omisión a nivel parlamentario entre las fuerzas de izquierda de dentro y fuera de la NM hubiese sido más constructivo y eficaz. Pero ya se sabe, la izquierda tiene una irresistible tendencia a fragmentarse y a dispersar sus energías.
La entrada ¿Izquierdas enfrentadas? aparece primero en La Tercera.
El desarrollo de China y su relación con el exterior
EN LAS sesiones anuales de la Asamblea Popular Nacional de China y de la Conferencia Consultiva Política del pueblo chino, las cuales se clausuraron recién en Beijing, se hizo un balance de 2016, en que se demostró los buenos resultados de las políticas implementadas, y se trazó el plan de trabajo de 2017, teniendo en cuenta los desafíos que presenta la coyuntura actual.
En su informe sobre la labor del gobierno, el Primer Ministro Li Keqiang mencionó tanto los retos del entorno exterior, marcado por un crecimiento más lento de la economía y el comercio mundiales y las fluctuaciones financieras internacionales, como los obstáculos internos, tales como los problemas estructurales y la presión bajista del crecimiento. No obstante, la economía china de 2016 arrojó resultados satisfactorios al haber cumplido las metas establecidas: un crecimiento de 6,7%, entre los más altos del mundo; continua mejora de la estructura económica, con el sector servicios que representó 51,6% del PIB; generación de 13 millones 140 mil empleos nuevos, mucho más de lo establecido; mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, con incremento de ingresos disponibles per cápita de 6,3% y reducción en 12 millones 400 mil de la población pobre en las zonas rurales.
En 2017 estamos trabajando bajo los lineamientos de crecer en medio de la estabilidad, promover la reforma del lado de la oferta, aumentar la demanda interna, realizar el cambio estructural mediante la innovación, y continuar resolviendo los problemas que atañan a los intereses del pueblo. Se espera que el PIB crezca alrededor de 6,5%; se crearán 11 millones de nuevos empleos; se desempeñará mejor el comercio exterior; se incrementarán los ingresos del pueblo a un ritmo similar al crecimiento económico.
El gobierno chino presta suma importancia a la prevención y el control de riesgos latentes. Estamos atentos a los acontecimientos para detectar y solucionar a tiempo los problemas, evitando la expansión del riesgo. Contamos con suficientes herramientas para enfrentar los peligros, y es firme el sistema financiero. Los déficits fiscales del gobierno se mantienen por debajo de 3% del PIB, el coeficiente de adecuación de capital de los bancos comerciales se ubica en alrededor del 13%, cifras consideradas dentro del umbral de seguridad e incluso mejores que muchos países.
Por lo tanto, no se ve posibilidad de riesgos sistemáticos. El gobierno chino va a seguir vigilante y llevando el cinturón de seguridad bien puesto.
El desarrollo chino está muy vinculado con el mundo. China se ha beneficiado de la globalización económica, igual que muchos otros países, pero más aún, ha sido contribuidora a la economía mundial en las últimas décadas. Con el 6,7% de crecimiento de 2016 nuestro país aportó más de 30% al crecimiento global. Siempre abogamos por la globalización económica y el libre comercio y persistiremos en ampliar la apertura al exterior. China subió 18 lugares de 2013 a 2016 en el ranking de ambiente de negocios del Banco Mundial, lo que demuestra el interés de las empresas extranjeras.
En mayo se celebrará en Beijing el Foro de “One Belt, One Road”. Esperamos que con esta iniciativa se logre el beneficio común y el desarrollo compartido.
La entrada El desarrollo de China y su relación con el exterior aparece primero en La Tercera.
6 + 6
En 2009 se aprobó reducir la enseñanza básica a seis años y extender la enseñanza media a seis años. Este cambio se debe a que nuestro currículo nacional de séptimo y octavo era significativamente menos exigente que el currículo de los países más desarrollados, perjudicando el desarrollo de nuestros estudiantes. Ponernos a la altura de los países desarrollados no sólo implicaba un cambio curricular, sino también contar con docentes con un conocimiento disciplinar profundo, condición difícil de cumplir cuando se deben enseñar todas las materias como ocurre con los docentes de enseñanza básica.
Para materializar dicho cambio se estableció un horizonte bastante razonable de diez años. Este cambio implica, por una parte, una modificación curricular en línea con la experiencia internacional, y, por otra parte, una adecuación de la infraestructura, pues la ley actual exige que los establecimientos escolares entreguen los niveles de enseñanza completos, es decir, enseñanza básica y/o enseñanza media completa. Durante el gobierno anterior se modificó el currículo nacional, pero no se avanzó ni en este gobierno ni en el anterior en adecuar la infraestructura de los establecimientos para que los liceos puedan impartir seis años de enseñanza media.
Ante esta dificultad el Ministerio de Educación ha decidido prorrogar por otros 10 años más este cambio. Esta prórroga, sin embargo, atenta contra la calidad y equidad de la educación. Tener docentes más preparados con los conocimientos disciplinares adecuados impacta directamente en el proceso de aprendizaje de los alumnos y promueve la equidad en la medida que reducimos las desventajas del sector subvencionado, pues en los colegios particulares pagados los profesores de media ya imparten asignaturas a partir de quinto básico.
¿Qué hacer, si en el tiempo que queda para que se cumpla el plazo no es posible adecuar la infraestructura de todos los liceos del país? Más aún, ¿sería aconsejable gastar estos recursos en adecuar infraestructura en vez de invertir en áreas más prioritarias?
Una posible solución para cumplir con la fecha establecida y así no perjudicar a los estudiantes del sector subvencionado es flexibilizar la ley que exige que los colegios impartan el nivel de enseñanza completo. De hecho, en la actualidad son muchos los establecimientos escolares que no cumplen con dicha norma. En primer lugar, los colegios ofrecen pre-kínder y kínder y no ofrecen la educación parvularia completa. En segundo lugar, no son pocas las escuelas que hoy sólo llegan hasta sexto básico, así como los liceos que actualmente comienzan en séptimo, sin cumplir con la obligación de impartir la enseñanza básica completa. Además, se debería flexibilizar la contratación de profesores, de manera que tanto profesores de básica como de media puedan impartir clases en el segundo ciclo de enseñanza básica (de quinto a octavo básico) y así transitar al nuevo sistema.
Estos pequeños cambios permitirían la implementación de la nueva estructura curricular el próximo año, sin tener que invertir recursos en infraestructura. Esto significaría que los actuales estudiantes de séptimo y octavo recibirán a partir del próximo año la subvención de enseñanza media, que entrega más recursos para su formación que la de enseñanza básica, y podrán gozar de profesores especialistas. Sin duda, son pequeños cambios que pueden traer consigo una mejora en la calidad de la educación del sector subvencionado y con ello mayor equidad al sistema educacional en su conjunto.
La entrada 6 + 6 aparece primero en La Tercera.
Lo pequeño es hermoso
Así tituló E.F. Schumacher a comienzos de los 70 su libro más conocido. En él aboga por una sociedad y una tecnología “con rostro humano”, llamando la atención sobre los evidentes peligros de la macroeconomía, cual “idolatría del gigantismo”. La razón esgrimida es que el desarrollo “no comienza con las mercancías, sino con la gente y su educación, organización y disciplina”. En otras palabras, profetizó muy bien que el legítimo aumento de la riqueza, sin la virtud de lo pequeño, podría subvertir de tal modo el orden, que el inicial interés por el hombre quedara finalmente subordinado al solo crecimiento de la riqueza. Dicha subversión, advertía, tiende, en última instancia, a “eliminar el factor humano”, no solo porque la efectividad de tecnología avanzada es más productiva, sino por la convicción de que “el número de gente que se puede poner a trabajar depende de la cantidad de capital que se tenga”. No se puede perder plata.
Detrás de este capitalismo, decía, hay un individualismo despreciador de las virtudes comunes, que siempre tienen algo de heroico al intentar poner la atención en el/la otro/a, especialmente en el pobre, el disminuido. Su gran critica se dirigía a su profesor J.M. Keynes, quien durante la depresión de los años 30 afirmaba (citado por Schumacher): “la avaricia, la usura y la precaución deben ser nuestros dioses por un poco más de tiempo todavía. Porque solo ellos pueden guiarnos fuera del túnel de la necesidad económica a la claridad del día”. Según esta convicción, la paz y la estabilidad de una sociedad solo se procura con una riqueza macroeconómica, aunque sea solo de algunos ricos. Su discípulo, en cambio, expresa que un “hombre dirigido por la ambición y la envidia pierde el poder de ver las cosas tal como son en su totalidad y sus mismos éxitos se transforman en fracasos”. A ello agregaba las palabras de Gandhi: “la tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre”.
Pero junto con esa crítica al culto del crecimiento económico, Schumacher propone una mirada que él llama “metafísica”, o sea, una visión que va más allá de la simplista lógica de las leyes físicas, tal como presume para sí la economía moderna. Él invita a mirar lo pequeño y con la sabiduría clásica de la cultura agraria y la enseñanza de las religiones tradicionales. Inspirándose en fuentes tan diversas como la economía budista, el magisterio social de la Iglesia católica, los evangelios, e incluso un escrito de Mao Tsé-Tung, presenta su visión del papel del genuino servicio de la economía al hombre, el uso adecuado de los recursos naturales, la problemática del desarrollo y las formas de organización y propiedad empresarial. A eso añade el papel trascendental de la educación, el dilema de la energía nuclear, la utilidad de la descentralización, la autonomía regional, la necesidad de una tecnología intermedia y la urgencia de las pequeñas virtudes tradicionales junto con la correcta consideración del tamaño del hombre (y la mujer). Dice: “El hombre es pequeño y, por lo tanto, lo pequeño es hermoso”. En definitiva, el mero recurso técnico no es lo esencial para “resolver el tema de la producción”. Una “adecuada organización a gran escala” tiene que considerar seriamente la naturaleza de lo pequeño, como creación íntimamente enlazada.
Si bien Schumacher no menciona explícitamente el tema del cuidado del pequeño por nacer, podríamos evocar ese interés por lo pequeño en otro interesado por una “ecología humana”, el papa Francisco: “cuando no se reconoce en la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión humano, de una persona con discapacidad –por poner sólo algunos ejemplos–, difícilmente se escucharán los gritos de la misma naturaleza. Todo está conectado” (Laudato Si, n° 117). La naturaleza no es una realidad que avala un “neutral” impulso de la codicia, la ira o cualquier sentimiento de liberación, no cobija ninguna mano invisible que automáticamente traerá justicia. Eso sería desconocer la genuina libertad del hombre y la mujer: aquella que se ejerce con responsabilidad y virtud, en el decir de Schumacher.
Es muy claro que el liberalismo económico y moral son hermanos de sangre, aun cuando sean reivindicados por la derecha y hoy, por la izquierda, respectivamente. Ambos son reflejos de una especial “subcultura capitalista” (ver Taylor). Pero aunque suene paradójico, es precisamente una moral social la que exige mirar con profundidad al y lo pequeño. El hombre y la mujer, desde la pequeñez y aunque anónimos en una sociedad esclavizada por su pasión de grandeza y por su caprichoso concepto de libertad, siempre pueden ser “señores” para construir una sociedad con rostro humano. Ello si buscan virtuosamente –y no solo como excepción heroica, sino como un hábito bueno– rescatar al más pequeño, es decir, al pobre y al niño por nacer.
La entrada Lo pequeño es hermoso aparece primero en La Tercera.
La derecha y lo “nacionalpopular”: mito y realidad
Hugo Herrera viene, desde hace algunos años, sosteniendo la tesis según la cual la derecha poseería cuatro tradiciones intelectuales: liberal, conservadora, socialcristiana y nacionalista, que denomina “nacionalpopular”. Me detendré en la última por dos motivos: a) es la más discutible en términos históricos, y b) es la más llamativa para la derecha actual.
El segundo motivo no resulta difícil de captar: no existe en el presente ningún partido de la derecha que pueda calificarse como nacionalista. ¿Quiénes, aparte del mismo Herrera, lo son? Pero tanto el documento fundacional de Chile Vamos —Convocatoria Política— cuanto el reciente (y ya polémico) Manifiesto por la República, dan cuenta de manera explícita de dicha tradición. Y es evidente que su introducción se debe a la mano del mismo Herrera, quien participó como redactor principal de ambos textos.
Sin embargo, la gran pregunta es si puede seriamente afirmarse que el nacionalismo ha sido una vertiente ideológica importante en la historia de la derecha. Herrera responde que sí, apoyándose en algunos intelectuales aislados, como Alberto Edwards, Francisco Antonio Encina y Mario Góngora. Intelectuales muy influyentes como historiadores, pero no en términos políticos.
Para responder a la pregunta anterior, cabe distinguir tres niveles: a) el nacionalismo partidista de la primera mitad del siglo XX; b) el Partido Agrario Laborista (PAL), surgido en 1945; y c) el Partido Nacional, fundado en 1966, y a través del cual se fusionaron los partidos de la derecha histórica, el Liberal y el Conservador.
En torno al primer nivel, Herrera subraya el papel jugado por Partido Nacionalista (fundado, al parecer, en 1914) en cuanto habría encarnado la tradición “nacionalpopular”, de la cual Encina daba cuenta. Sin embargo, este partido fue un total fracaso en términos electorales: no obtuvo ningún parlamentario. Además, es un partido que, con dificultad, puede calificarse de derecha, tanto por sus ideas excesivamente estatistas cuanto por el hecho que la díada derecha-izquierda aún no adquiría carta de ciudadanía en la política chilena. Tampoco el nacismo chileno, surgido en 1932, puede calificarse de derecha, ya que siempre se definió como socialista.
Por su parte, el Partido Agrario-Laborista (PAL), surgido en 1945 de la fusión del Partido Agrario con ex nazistas e ibañistas-nacionalistas, como el representado por el Movimiento Nacionalista de Chile (M.N.Ch.), sólo por un corto período trabajó junto a la derecha. Concretamente, participó con su candidato Jaime Larraín García-Moreno en la Convención presidencial de 1946. Y pese a que, finalmente, apoyó la candidatura liberal de Fernando Alessandri, el PAL se terminó definitivamente alejando de la derecha, al sumarse a la candidatura de Carlos Ibáñez en 1951.
Y, finalmente, tenemos el caso del Partido Nacional, fundado en 1966, a partir de la catástrofe electoral sufrida por la derecha en la contienda parlamentaria de 1965, en la cual liberales y conservadores sumaron un 12,4 % de los votos, cifra muy inferior al 30,3 % de 1963. Aquí la situación es al revés: si bien resulta indiscutible calificar a este nuevo partido como de derecha, dado que nació precisamente de sus vertientes históricas —liberales y conservadores—, sí surge la duda en torno a su carácter nacionalista, en el sentido de antiliberal y corporativista (estas fueron las características principales de los dos niveles anteriores).
Al leer su documento fundacional, si bien saltan a la vista ciertos elementos en apariencia nacionalistas, tiende a primar, en lo sustantivo, la adhesión a la libertad empresarial frente a la inevitable avanzada de las ideas socialistas en el país. Por ejemplo, señala: “El Partido Nacional considera que el Estado […] no puede asumir poderes que contraríen los derechos y deberes fundamentales de los ciudadanos, ni coartar las libertades esenciales que posibilitan una vida creadora y responsable”. Y agrega: “No hay libertad política cuando la libertad económica es suprimida o coartada por el Estado”.
En otro documento, publicado en 1969, critica la “destrucción de la empresa privada” por parte del Estado, refutando que la estructura económica del Chile de ese entonces fuese realmente “capitalista”. En este sentido, y a través de diversos ejemplos (como inversión, crédito y empresas de distintos rubros), da cuenta que el Estado controla el 70 % de la actividad económica del país. Y añade que el reemplazo de la empresa privada por la estatal, “es no sólo un despojo criminal y totalitario, sino que, además, el mayor atentado contra la economía del país y la libertad de los chilenos”.
Considerando que aquí se ha hecho una muy apretada síntesis del nacionalismo partidista del siglo XX, de la que Herrera extrae una tradición política al mismo nivel que la liberal, conservadora y socialcristiana, ¿dónde, en términos partidistas, puede encontrarse un nacionalismo de derecha? Lo cierto es que prácticamente no existió.
Y, para los efectos del relato ideológico de la derecha de hoy, resulta, por lo mismo, llamativo (para no decir, desconcertante) que el elemento nacionalista constituya un eje principal de los documentos recientes del sector. El comunitarismo que caracteriza el Manifiesto por la República, suscrito por los senadores Andrés Allamand y Hernán Larraín, junto a los académicos Ramiro Mendoza, Joaquín García-Huidobro y el propio Herrera, se dota de contenido, precisamente, gracias al componente nacionalista.
Así, como la república, de un lado, evitaría la fragmentación, la nación, del otro, apuntaría a centralización de un sentido colectivo. “Sólo una nación con una fuerte identidad propia está en condiciones de abrirse al mundo y de entrar en dialogo fructífero con otros pueblos”, señala el manifiesto.
Si el nacionalismo en la derecha es mucho más mito que realidad en el siglo XX, ¿por qué acudir a él para la configuración del relato actual? ¿Corresponde, por lo demás, hacerlo en el Chile de hoy, crecientemente multinacional y multiétnico? ¿Puede el “proyecto común”, invocado como superación del individualismo liberal, basarse en la idea de nación, por mucho que se intente limpiar de xenofobia y racismo? ¿Puede calificarse como a la altura de los tiempos que corren una derecha que combina comunitarismo y nacionalismo, doctrinas típicamente contrarias a la tolerancia y la diversidad?
Las respuestas a dichas preguntas, de parte de quienes vienen proponiendo una derecha tipo tercera vía (ni liberal ni socialista), enriquecería mucho más la “invitación a pensar” que el manifiesta realiza. No basta con invocar a la nación de manera romántica. Hay que ser mucho más precisos en la practicidad de este concepto y, sobre todo, dar cuenta de por qué lo “nacionalpopular” constituiría una tradición política acorde con la identidad histórica de la derecha en Chile.
La entrada La derecha y lo “nacionalpopular”: mito y realidad aparece primero en La Tercera.
March 21, 2017
Ciber seguridad: Un desafío pendiente (I)
El retail es el sector de la economía mejor provisto para repeler agresiones digitales. Sin embargo, la cadena de supermercados Target, el gigante mundial del retail que atiende a uno de cada tres estadounidenses, fue víctima en 2013 de un ataque cibernético devastador que sirve para corroborar la relevancia estratégica de un tema que los directorios suelen evadir. Esta defección no responde a un menosprecio corporativo del peligro que revisten estas agresiones, sino a la ignorancia en cómo abordarlos. Veamos.
Al momento del ataque, el equipo de seguridad informática de Target tenía un contingente de 300 profesionales, número tres veces superior al de 2006. Este equipo pudo detectar el ataque y prevenir sus efectos -el elemento de infiltración que usaron los hackers era tecnológicamente básico y fácil de neutralizar (malware, malicious software)-, pero su pasividad hizo posible el éxito de los cibercriminales.
¿Qué ocurrió? En los días previos a la fiesta de Thanksgiving (noviembre 2013), alguien instaló el malware en el sistema de seguridad y pagos de Target con el propósito de plagiar tarjetas de crédito usadas por sus clientes en sus 1.797 locales a lo largo de Estados Unidos. Cuando el usuario deslizaba su tarjeta para pagar en la caja, el malware se activaba de inmediato, capturando el número de la tarjeta y almacenándolo en un servidor de Target que era controlado por los hackers.
Seis meses antes, Target ya disponía de una tecnología de punta para detectar intrusos, la misma que usaba el Pentágono, el FBI y la CIA para prevenir ataques a la seguridad interna y externa del país. El sistema alertó oportuna y adecuadamente el problema, pero los técnicos de Target no activaron el protocolo o, simplemente, lo ignoraron.
La embestida criminal permitió a los hackers clonar 40 millones de tarjetas y sustraer 70 millones de direcciones, claves secretas, números de teléfono y otros datos personales. A los pocos días, Target enfrentaba una centena de demandas judiciales interpuestas por clientes, bancos e instituciones financieras que reclamaban compensaciones millonarias por daños y perjuicios originados en la negligencia culpable de la compañía. A fines de 2013, las utilidades de Target cayeron casi a la mitad (46%) con respecto a igual trimestre del año anterior.
El caso Target reúne todos los condimentos de un cyber thriller que, en manos de un buen escritor, tendría gran éxito editorial y cinematográfico: conspiración, intriga, espionaje, contrainteligencia y suspenso, todo envuelto en una trama narrativa que va hilando un cúmulo de argumentos, errores, simulaciones y complicidades de sus protagonistas. Alguien estará profundizando los detalles para plasmarlos en un bestseller basado en hechos reales.
El episodio también demuestra que la seguridad cibernética no puede ser un reducto privativo de técnicos especialistas en la materia, sino una responsabilidad que el directorio debe asumir como prioridad estratégica, con urgencia y sin dilaciones. El cometido implica asimilar una serie de factores tecnológicos y humanos sobre los cuales indagaré en mi próxima columna.
Como muchas crisis, la de Target ofrece una oportunidad y alienta un desafío: corregir insuficiencias y malas prácticas, técnicas y corporativas, que pueden destruir en un segundo la reputación y solvencia de una gran empresa con medio siglo de trayectoria.
La entrada Ciber seguridad: Un desafío pendiente (I) aparece primero en La Tercera.
Bombo Fica y el PC
La inscripción del humorista “Bombo” Fica como militante del Partido Comunista se suma a una serie de otros hechos que involucran a personas ligadas a las comunicaciones.
Al respecto considero que el humor suele ser mal entendido, pues se suele confundir su causa con su efecto: por un lado, se dice que el descontento causa que los humoristas usen a los políticos como diana de sus chistes agresivos; por otro lado, se dice que los chistes agresivos causan mayor descontento entre aquellos que los escuchan.
Existe investigación al respecto. Incluso hoy trabajo en una serie de experimentos para evaluar esto, gracias a un FONDECYT en el cual estudio la relación entre el humor y la confianza en la política.
Si bien hay múltiples factores que afectan la confianza en la política, hay uno que creo que se liga con este fenómeno del humor y que Jon Stewart llama “info-enter-propa-gainment”, o una “suavización” de la forma en que se obtiene información y se consumen noticias. Las “hard news” que otrora se leyeran en periódicos y noticiarios han dado paso a las “soft news”. ¿Qué quiere decir esto? En simple, que las personas nos estamos informando a través de otros medios que farandulizan y convierten en entretención la información y las noticias. Por ejemplo, enterarse de casos judiciales por programas como matinales, o casos de corrupción a través de “Yerko Puchento” en un estelar.
Este no es un tema menor. El humor político, como mezcla de agresión, juicio y entretención, facilita el acceso a información de manera rápida, pues el placer (la entretención) actúa como bálsamo para que la información (juicio agresivo) “entre” en nuestras cabezas por caminos periféricos. El humor puede no sólo comunicar, sino que informar, persuadir y convencer. Para las elecciones de 2004 en Estados Unidos, por ejemplo, una encuesta logró observar que un 26% de las personas conocieron mejor a los candidatos gracias a programas como Saturday Night Live o The Tonight Show. En menores de 30 años y menos la cifra llegó al 50%.
Este fenómeno se da usualmente en personas que tienen menor conocimiento sobre política en general y eso levanta una responsabilidad para aquellos que son figuras reconocibles. Así, los artistas como “Bombo Fica” pueden no sólo convencer a las personas de que la política es un objeto de burlas, sino que pueden también ayudar a entregar herramientas para que, con más y mejor información, puedan participar en actividades políticas que a la larga signifiquen cambios beneficiosos.
La entrada Bombo Fica y el PC aparece primero en La Tercera.
Carabineros
REVELA MUCHO de la idiosincrasia chilena la relación que tenemos con Carabineros. Persistentemente manifestamos que la delincuencia es uno de los temas que más nos preocupan y, paradojalmente, siendo que por tamaño y facultades Carabineros debiera ser la principal institución responsable, no solo no le pasamos la cuenta por esos malos resultados, sino que la premiamos con elevados niveles de confianza. Levantamos los abusos policiales como uno de los principales problemas de derechos humanos que nos aquejan, pero rogamos al mismo tiempo por mayor presencia de carabineros y le decimos a nuestros niños que, ante cualquier problema, acudan al primer uniformado que encuentren. En fin, estamos orgullosos de que nuestros policías no acepten sobornos en las calles, pero no parece importarnos mucho saber y poder influir en cómo gastan el presupuesto público que se les asigna para su funcionamiento.
No es sino otra manifestación de estas incongruencias la fuerte reacción de estos últimos días ante los fraudes detectados en la institución. Nos sorprende mucho que estos hechos hayan podido ocurrir -durante un prolongado espacio de tiempo e involucrando cifras millonarias- pero al mismo tiempo nunca hemos sido capaces como país de lograr que Carabineros opere con los estándares de transparencia y control público propios de un Estado democrático.
Y pareciera que desde hace un tiempo simplemente nos dimos por vencidos. De hecho, la pura existencia en el país de dos policías obedece a un tácito reconocimiento de que como no podemos controlar su funcionamiento con los mecanismos democráticos, es preferible echar a correr en paralelo dos cuerpos para que mutuamente se vigilen. Más recientemente, la creación de las pseudo “policías municipales” surge también como respuesta a las enormes dificultades para que Carabineros se vincule efectivamente con las comunidades y pueda responder a sus demandas.
No sostengo que las policías municipales sean de suyo negativas o que sea imprescindible monopolizar la actividad policial en una sola institución. Hay experiencias comparadas buenas y malas con pluralidad de cuerpos policiales. Sin ir más lejos, varias de las funciones que históricamente asumía la policía en el país desde ya hace tiempo vienen siendo delegadas a cuerpos de seguridad privados (que en muchos casos portan armamento) lo que no parece una mala solución, sobre todo para evitar subsidios con recursos públicos de actividades eminentemente privadas.
El punto es que adolecemos de una crónica falta de política policial en el país, lo que da pie a reacciones espasmódicas, voluntaristas y a veces con sesgos populistas, que distan de ser una solución pensada a los problemas que se busca enfrentar. Desarrollar cuerpos policiales locales perfectamente pudiese ser una alternativa -hay quienes parecieran olvidar que las municipalidades son también parte del Estado- pero ello debiera ser parte de una estrategia global, generalizable y con claras delimitaciones de ámbitos y competencias. Ojalá los recientes acontecimientos se transformen en una oportunidad para al menos iniciar la discusión de estos temas.
La entrada Carabineros aparece primero en La Tercera.
La pregunta más estúpida
EL DIPUTADO Hugo Gutiérrez suma a su haber casi dos docenas de querellas dirigidas contra personas de notoriedad pública, en su mayoría, al final del día, desestimadas. Su última acción penal, contra el expresidente Piñera, no reúne, a juicio de este columnista, fundamentos jurídicos sólidos para obtener una sentencia de condena, sino que su objetivo, evidente por lo demás, es político. Éste consiste en dañar la candidatura de Piñera por la vía de prolongar la vida útil de la querella, obtener diligencias y concitar la atención de los medios de comunicación.
Hasta ahora, la estrategia ha cosechado gran éxito. La acción penal avanza con un solemne y severo ritual y, como es natural, los medios de comunicación desentrañan lo que hoy se denominan “aristas” del proceso, convirtiéndolas en verdaderos fenómenos astronómico-periodísticos siempre en desarrollo, mezclando unos temas con otros, al punto que un lector común -como es el caso de quien escribe- termina por no saber si la noticia o el personaje se refieren al “bullado” caso tal o al “escandaloso” caso cual.
Entonces, uno siente que el diputado Gutiérrez no es un hombre canalla sino astuto. La historia de Piñera y el dinero es antiquísima. ¿A quién iba a importarle ahora la misma cantinela?
Sin embargo, y con mayor fuerza que en el pasado, a Piñera se le ha enrostrado nuevamente su condición de empresario y la incompatibilidad entre los negocios y la política. Izquierda y derecha coinciden en el diagnóstico. Todos estamos de acuerdo en que no son compatibles y las razones para ello.
Por otro lado, nadie se pregunta en Chile si está prohibido tener fortuna y ser presidente. Y ello porque la pregunta es estúpida, la más estúpida de las preguntas.
Lo prohibido es la negociación incompatible, el aprovechamiento de un cargo político para sacar ventaja económica, la información privilegiada que entrega un determinado puesto para obtener privilegios, el empleo de una posición para hacerse de beneficios o beneficiar a otros, el nombramiento de personas que influencien a otras en negocios en los que obtengan ganancias ilegítimas, la torcida administración del cargo, la desviación del poder, y otras figuras.
Cada una de estas materias- según el desarrollo que vaya teniendo la cuestión- puede extenderse en profundidades razonables o desproporcionadas e indeseables para el país, dependiendo del rigor, independencia y criterio con que se examine la pregunta de negocios y política: la conformación de sociedades en Chile y el extranjero, la participación de familiares, el origen de los fondos, la tributación, las asesorías contables, la relación societaria con los parientes, la participación de la señora en sociedades de beneficencia, boletas de los hijos, sus señoras o pololas, los parientes de las señoras, los primos, los empleados y secretarias, los juniors… ¿Cuántas sociedades me dijo que tenía el hermano de su primo, con quién almorzó en Palacio el día de año nuevo…? Y así.
Esto es lo grave del problema. La querella del diputado Gutiérrez puede no tener fundamento, pero según como se trate el tema, tal vez obligue a dar respuesta a la más estúpida de las preguntas.
La entrada La pregunta más estúpida aparece primero en La Tercera.
Álvaro Bisama's Blog
- Álvaro Bisama's profile
- 100 followers

