Hugo García Michel's Blog, page 99

November 20, 2018

Entrevista con Héctor Aguilar Camín


Héctor Aguilar Camín (Chetumal, 1946) no necesita presentación. Se trata de uno de los intelectuales, historiadores y escritores más importantes de México. Director de la prestigiada revista Nexos , su columna “Día con día”, en Milenio Diario , es una de las más leídas del país. Autor de numerosos libros de ensayo y narrativos como Morir en el golfo, La guerra de Galio , Adiós a los padres , Un futuro para México o el más reciente, la novela Toda la vida , sus opiniones y sus visiones políticas son muy apreciadas, comentadas y discutidas. Con Aguilar Camín es la presente entrevista para Los Angeles Times , acerca del momento que está viviendo México en vísperas de la asunción del nuevo gobierno.

Ha pasado poco más de cuatro meses desde el día de las elecciones presidenciales y estamos en el último mes de este interregno previo al inicio del nuevo gobierno, ¿cuál es su visión de cuanto ha sucedido políticamente en este lapso tan lleno de acontecimientos políticos?
Creo que hemos visto a un gobierno electo con mucha prisa, con apresuramientos erráticos. Ningún presidente electo en México  había tenido tanto control de los meses de  su transición al poder, ninguno había ejercido tanto ese poder, desapareciendo de hecho al gobierno en funciones. Ninguno tampoco había tomado, antes de asumir la presidencia, decisiones tan  serias y tan caras, como la de cancelar el nuevo aeropuerto. El poder anticipado del nuevo gobierno le ha traído costos anticipados también. Ha gastado parte de su luna de miel con el electorado, con la opinión pública y con los poderes reales, antes de que empiece formalmente su mandato.

Dado todo lo acontecido, desde la llamada consulta ciudadana para decidir la suerte del NAICM hasta las referencias directas del presidente electo a quienes lo critican en los medios, ¿cómo vislumbra al próximo gobierno en términos económicos, políticos y sociales?

Vislumbro un gobierno conflictivo, inclinado a la confrontación y a establecer duelos de poder con lo que se le opone. Pero me niego a hacer profecías. Lo sensato, creo, es ir midiendo día con día los pasos que da el nuevo gobierno, porque todavía no ha empezado, aunque nos dé la impresión de que empezó  hace mucho tiempo. La prisa y las decisiones apresuradas son veneno para los gobiernos. El gobierno electo de México tiene demasiada prisa y de pronto se instala entre sus miembros una especie de competencia política por ver quién gana los titulares de la prensa o quién parece más activo, con la mejor agenda. El cuadro empieza a ser de descoordinación y contradicciones internas, fisuras que anuncian fracturas.

¿Cuál es su opinión en particular sobre el tema del aeropuerto, incluso más allá de la decisión de suspender las obras en Texcoco a partir del 1 de diciembre? ¿Cuáles pueden ser las implicaciones y las consecuencias a corto, mediano y largo plazos de esta determinación?
No recuerdo haber visto o haber leído en tiempo real algo parecido a la conferencia de prensa del día en que López Obrador anunció la cancelación del aeropuerto. Es la destrucción de valor más impresionante que he visto cumplirse en el tiempo de una conferencia de prensa. Las implicaciones son más caras aún que la anulación de esa inversión de 13 mil millones de  dólares. Puso a los mercados en alerta roja. Algo parecido sucedió con el anuncio de que se cancelarían las comisiones bancarias. Las consecuencias reales de las primeras decisiones del nuevo gobierno, o del anuncio de sus propósitos, han  destruido más que generado valor económico. Han sido malas para la economía. Han calentado de más a los mercados, a las casas calificadoras y a los inversionistas que están  nerviosos, desconfiados, inciertos. Y por lo mismo, muy atentos y muy exigentes. No es la mejor manera de empezar un gobierno.

Hay temas como la reforma energética, la educativa, la de telecomunicaciones que podrían ser también sujetas a la llamada consulta popular. ¿Qué piensa acerca de esta posibilidad?
Si eso sucede en términos parecidos a la consulta  sobre el aeropuerto, sólo acabará de destruir la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros Me preocupa un gobierno que toma decisiones costosas sin consultar realmente a los ciudadanos y a los afectados. También me preocupa la posibilidad de un gobierno que hace consultas a modo para justificar decisiones previamente tomadas, como me parece que fue la del aeropuerto. Hay que reglamentar las consultas y ejercerlas con inteligencia, para lo realmente necesario, cuando hay dudas genuinas sobre lo que quiere la gente, no para legitimar lo que quiere de antemano el gobierno. Han anunciado que corregirán esto reglamentando con transparencia las consultas. Ojalá.

Algunas calificadoras han mencionado la posibilidad de que las consultas sean usadas por el próximo presidente de la república no sólo para refrendar su mandato en 2021, sino incluso para buscar la reelección en 2024, un tema históricamente muy delicado para México. ¿Cree que pueda darse esta situación?
No lo sé. Me he propuesto no hacer profecías sino reaccionar paso a paso a las decisiones del nuevo gobierno. Sin hacer profecías, lo que sé, hoy por hoy, es que la sola idea de la reelección de un presidente es tabú en la cultura política mexicana. 

Otro tema preocupante es el de la libertad de expresión. Como candidato primero y como presidente electo ahora, Andrés Manuel López Obrador ha dado muestras de poco tolerancia hacia la crítica, a la que ha descalificado no tanto con argumentos como con epítetos y adjetivos despectivos. ¿Cuál podría ser la suerte de la prensa y la opinión crítica una vez que AMLO se convierta en presidente constitucional?
Esto dependerá de la actitud del presidente y de la actitud de los medios. Si el presidente decide reprimir la libertad de expresión de los medios, podrá acallar a muchos. Pero si los medios resisten la presión del presidente, sufrirán el paso por el desierto, aunque los sobrevivientes habrán dado a luz una prensa más libre, más independiente y más efectivamente crítica de la que tenemos. Lo que ha dicho el presidente electo a ese respecto, es interesante. Dice que habrá cero censura, total libertad, pero que se reserva el derecho de réplica, porque el proceso debe ser de ida y vuelta: libertad  de los medios para la crítica, pero derecho de réplica para el presidente. No me parece un mal trato, con esta salvedad: las réplicas del presidente electo suelen ser descalificaciones, más que argumentos.  Debate poco y descalifica mucho. Hace también muchos juicios de intención, sugiriendo, con frecuencia, que hay un fondo de corrupción o interés ilegítimo en las críticas que recibe. Ese estilo de réplica no alimenta ni enriquece el debate, lo encona y al final lo inhibe, porque es un intercambio entre desiguales y el presidente tiene muchos seguidores en los medios y en las redes que imitan o reproducen su tono. Si el tono es de descalificación, lo que tendremos es lo que tenemos: no un  debate abierto, sino una mayor  polarización.

En términos de equilibrio político, ¿qué tan benéfico o perjudicial resulta para el país que las dos cámaras legislativas estén dominadas por el ahora partido oficial, Morena?
Unas mayorías tan contundentes como las que los electores le dieron a Morena no le hacen bien a los equilibrios democráticos. Tampoco estaban bien para la democracia las mayorías frágiles de los últimos años. Pasamos de la fragilidad a la contundencia, de la fragmentación a las mayorías absolutas. Hay algo  desmesurado en la voluntad de los votantes mexicanos, pasan de lo sublime a lo ridículo, de la fragmentación democrática al “absolutismo democrático”. Digo esto último con comillas porque es una expresión exagerada, pero no encuentro otra que se aproxime a lo que quiero decir: una hegemonía democrática abrumadora, sin contrapesos. 

Por último: ¿cómo vislumbra al México del año 2024, cuando constitucionalmente termine el mandato de López Obrador? ¿En qué condiciones se encontrará el país?
No hago profecías. Estamos entrando en un terreno inédito de hegemonía política. No me gustan sus síntomas, pero no quiero predecir las enfermedades.

(Entrevista que me publicó el día de hoy el sitio de la versión en español del diario estadounidense  Los Angeles Times)
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Published on November 20, 2018 19:35

November 19, 2018

Apuntes para una historia crítica del rockcito (III)

Puede decirse que fue en 1960 cuando se inició en nuestro país lo que podríamos llamar el periodismo rocanrolero. El primer signo fue la aparición en la portada de la revista Notitas Musicales , como “estrellas del mes”, de Los Rebeldes del Rock. El segundo signo fue el nacimiento, en septiembre de ese año y en la misma publicación, de la columna especializada “Rock en español” del inefable, vacuo, oportunista, reaccionarísimo y pésimo redactor Víctor Blanco Labra, quien años después fundaría y dirigiría la revista Pop .

Comienzan los años sesenta
Podemos decir que los tres grupos “grandes” del rock nacional a finales de los sesenta, aunque por supuesto no los únicos, fueron Los Teen Tops, Los Locos del Ritmo y Los Rebeldes del Rock. Canciones como “Buen rock esta noche”, “Quiero ser libre” y “Muchacho triste y solitario” (de Los Teen Tops”, en la voz de Enrique Guzmán); “Aviéntense todos”, “Haciéndote el amor” y “Pólvora” (de Los Locos del Ritmo, en la voz de Antonio de La Villa) o “Melodía de amor”, “Rock del angelito” y “Siluetas” (de Los Rebeldes del Rock, en la voz de Johnny Laboriel), entre otras, se volvieron no sólo famosas en su momento, sino que por extraños azares del destino trascendieron el tiempo y hoy, en pleno siglo veintiuno y a casi sesenta años de haber sido grabadas, siguen siendo clásicos del rock hecho en México, a pesar de tratarse de covers.
  Sin embargo, para 1961 la oleada de conjuntos rocanroleros se dejó venir en desbandada. Agrupaciones como Los Loud Jets, Los Hermanos Carrión, Los Rogers, Los Sparks o Los Hooligans, entre muchos otros, fueron contratados por las casas disqueras y programados en la radio. La industria musical descubrió que ahí había un negocio de enorme potencial y se dio a la tarea de explotarlo. Pero 1961 fue asimismo el año en el cual los frontmen de las bandas más importantes escucharon el canto de las sirenas, se dejaron seducir por éste y se convirtieron en cantantes solistas.

¿Solitos se veían más bonitos?
Primero fue el tapatío Manolo Muñoz, quien abandonó a su grupo, Los Gibson Boys, para incursionar en el canto en solitario. Lo siguieron Enrique Guzmán de Los Teen Tops, César Costa de Los Camisas Negras, Paco Cañedo de Los Boppers, Luis “Vivi” Hernández de los Crazy Boys, Johnny Laboriel de Los Rebeldes del Rock y Ricardo Roca de Los Hooligans, entre varios más. Toño de la Villa, el magnífico vocalista de Los Locos del Ritmo, no pudo seguirlos –y quién sabe si lo hubiera hecho, aunque cantaba mejor que todos los demás–, porque falleció víctima de cáncer a la temprana edad de 21 años. Fue el primer mártir del rock nacional y de algún modo se convirtió en un mito.
  También surgieron varias cantantes rocanroleras (es un decir) del sexo femenino. Nada que ver con Etta James o Big Mamma Thornton, pero sí con Doris Day o Sue Thompson. Ahí estaban Julissa, María Eugenia Rubio, Mayté Gaos, Leda Moreno, Emily Cranz y Angélica María.
  Para 1962, los y las cantantes solistas empezaron a eclipsar a los grupos, cuando menos a nivel de los medios masivos de comunicación. Enrique Guzmán, César Costa y Angélica María eran los nuevos “ídolos de la juventud”, los que más aparecían en las portadas de las revistas musicales, los que más se escuchaban en la radio, los que más discos vendían, los que acaparaban los programas musicales de televisión, como al cada vez más visto e influyente Premier Orfeón (aunque quien esto escribe tenía apenas siete añitos de edad, recuerda perfectamente la noche en la cual César Costa debutó en la tele en blanco y negro para cantar “Mi pueblo”, enfundado en uno de sus famosos y coloridos suéteres llenos de grecas y garigoles). El rock vivía una crisis a nivel mundial (era la época de los baladistas también en los Estados Unidos y Europa) y eso se reflejaba en México.

(Continuará)

(Publicado el día de hoy en mi columna "Plumas de caballo" del sitio Juguete Rabioso)
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Published on November 19, 2018 17:39

November 17, 2018

Cámara húngara: ¿Debemos ponernos en guardia (nacional)?

Mientras este jueves la Suprema Corte de Justicia determinaba la inconstitucionalidad de la Ley de Seguridad Interior (LSI), al día siguiente el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunciaba su propio plan de seguridad, con muchos puntos que lo asemejan a la LSI, más el añadido, ampliamente cuestionado, de la creación de una Guardia Nacional que dependerá de la Secretaría de la Defensa y cuyo comandante supremo habrá de ser el propio López Obrador.
  ¿Qué significado podemos dar a estos dos hechos y su coincidencia de un día para otro? Una primera interpretación, quizá simplista, podría ser que a pesar de los muchos cuestionamientos, algunos incluso ofensivos, que el tabasqueño ha lanzado en contra de las fuerzas armadas de México, al final ha tenido que negociar con las mismas. ¿Bajo qué términos? No lo sabemos aún, pero resulta claro que su gobierno quedaría muy endeble de persistir una relación tensa con el Ejército y la Marina.
  Sin embargo, hay cuestiones que no encajan en todo este contexto. Por ejemplo, la desinvitación de una centena de  altos mandos militares a la toma de posesión de López Obrador, algo que se ha tomado como una torpe descortesía que tendría muy molestos justamente a los altos mandos castrenses. Es posible que se corrija esa torpeza antes del 1 de diciembre, pero la descortesía se cometió y puede ser que no se olvide.
  Tampoco encaja que un gobierno de pretendida izquierda fomente la creación de una Guardia Nacional manejada por la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que para organizaciones como Human Rights Watch significa la abierta militarización de la seguridad interior del país.
  Mucha tela queda por cortar en este asunto, aunque por lo pronto el senador Ricardo Monreal ya anunció que a partir de la próxima semana se iniciará el proceso formal de reformas constitucionales “para darle rostro y facultades a la Guardia Nacional” la cual, aseguró, será una institución “confiable”.
  ¿Estamos en los prolegómenos del surguimiento de una guardia nacional al estilo de la guardia bolivariana de Venezuela? No lo sabemos, aun cuando no lo podemos descartar, dada la filiación chavista-madurista de muchos personajes influyentes en Morena. Quizá la institucionalidad que hasta ahora han demostrado las fuerzas armadas no permita semejante despropósito, aunque sus pregoneros crean que todo es posible en la Cuarta Transformación, incluso trastocar al ejército.
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Published on November 17, 2018 11:43

November 15, 2018

36 años como papá

Fue mi debut como progenitor. La mañana del 15 de noviembre de 1982, me estrené en el papel de papá al ver nacer a mi adorado primer hijo, Mario Alain, quien llegó al mundo por medio de un parto sin dolor (psicoprofiláctico, le llaman), en el hospital San José de la colonia del Valle. Fue un momento muy emocionante verlo salir del vientre de Rosa, mi entonces esposa y con quien cuatro años y dos meses después tendría a mi segundo chilpayate, Jan Sebastián, también mediante un parto indoloro y sin anestesia.
  Aquella mañana de noviembre de hace 36 años, tomé fotos de mi bebé al ser dado a luz y desde entonces he estado cerca de él y llevamos una estupenda relación de padre e hijo, pero también de amigos y confidentes. Al igual que Jan, heredaron de mí la vocación por la música, aunque ellos derivaron hacia la electrónica y de hecho esa es la profesión de Alain, quien hoy es un hombre casado hecho y derecho.
  ¡Felicidades, amado hijo!

PD: Hoy cumplo también 49 años como compositor. El 15 de noviembre de 1969 escribí mis dos primeras canciones: "Please Be True" y "Vine a decirte adiós". Tenía yo 14 años.
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Published on November 15, 2018 17:47

November 14, 2018

El día más frío del año

Justo el día en que cumplí dos meses en el nuevo hogar y se produce la jornada más fría en lo que va del año. Al menos así lo sentí yo. Lluvia y bajísima temperatura. Un pinche frío que hacia que mi recámara pareciese un refrigerador. Hoy sí que extrañé mi antiguo deptito de la Ciudad de los Deportes, en cuyo interior los días de frío eran tibios y los días de calor eran frescos. ¡Mi apartamento de algodón, hoy sí que te añoré!
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Published on November 14, 2018 21:30

De sexagenarios a sexalescentes


Quienes hoy rondan los sesenta y setenta años viven de un modo tan distinto al de sus predecesores, que precisan un nuevo nombre.
   Es una generación que ha echado fuera del idioma la palabra “sexagenario”, porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales el hecho de envejecer. Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la adolescencia”, denominación que surgió a mediados del siglo XX para dar identidad a una masa de niños desbordados en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse ni cómo vestirse.
   Este nuevo humano que hoy ronda los sesenta o setenta ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura le dio durante décadas al concepto del trabajo. Lejos de las tristes y agobiantes oficinas, esta gente buscó y encontró hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganó la vida con ello. Tal vez por por esto se sienten plenos y algunos ni sueñan con jubilarse.
   Los que ya se han jubilado, disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro en uno y en la otra. Disfrutan de la vida, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos, bien vale mirar el mar con la mente vacía o ver volar una paloma desde su ventana.
   Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad -cuando sus madres sólo podían obedecer- y de ocupar lugares en la sociedad que sus madres ni habrían soñado con ocupar. Esta mujer sexalescente pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo de los años sesenta; en aquellos momentos de su juventud en que los cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad. Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido exclusivamente masculinas, otras eligieron tener hijos, otras eligieron no tenerlos. Fueron periodistas, atletas o crearon su propio “YO, S.A.”, pero cada una hizo su voluntad.
   No fue un asunto fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente, Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas: por ejemplo, que no son personas detenidas en el tiempo. La gente de sesenta o setenta, hombres y mujeres, maneja la computadora como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escriben y se ven con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos y les escriben un e-mail con sus ideas y vivencias. Por lo general, están satisfechos de su estado civil y si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. Tienen más conciencia de disfrutar plenamente todo. A diferencia de los jóvenes, los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota y a otra cosa.
   La gente mayor comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes, de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo. Ellos, los varones, no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte o de los que lucen un traje Armani, ni ellas, las mujeres, sueñan con tener la figura estilizada de una vedette. En lugar de eso, conocen la importancia de una mirada cómplice, una frase inteligente o una sonrisa iluminada por la experiencia.
Hoy, la gente de sesenta o setenta está estrenando una edad que todavía no tiene nombre. Antes, los de esa edad eran “viejos” y hoy ya no lo son. Hoy están plenos físicamente (con sus dignos achaques) e intelectualmente. Recuerdan la juventud sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben. La gente de sesenta y setenta de hoy celebra el sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo.
   Quizás por alguna razón secreta reservada a los sexalescentes del siglo XXI.

(El texto no es mío, pero estoy de acuerdo con todo lo que dice).
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Published on November 14, 2018 20:00

November 10, 2018

Cámara húngara: La morenísima TV UNAM

Entre el fárrago de información que surge de manera cotidiana en los medios, en especial aquella que nos entregan día con día el presidente electo y sus huestes, incluidos sus personeros en las cámaras de diputados y senadores, un hecho que ha pasado prácticamente de noche y que lleva ya varios meses es el de la nueva y morenísima TV UNAM.
  El cambio en la emisora de nuestra máxima casa de estudios se dio a partir de que Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México, nombró al cineasta Armando Casas como director de la estación (y de paso a Benito Taibo –¿les suena el apellido?– como director de Radio UNAM). Esto sucedió hace casi dos años, en diciembre de 2016, tiempo a partir del cual Casas se ha dado a la tarea de morenizar al canal sin rubor alguno.
  Para comprobar este aserto basta con analizar la barra de programación de TV UNAM y ver cuáles son algunos de sus programas estelares, cuando menos los que están relacionados con el análisis (es un decir) y la política, y quienes son sus conductores e invitados. Tres botones de muestra: Diálogos por la democracia , Diametral y El Chamuco .
  Diálogos por la democracia está conducido por John Ackerman; Diametral , por Temoris Grecko y El Chamuco , por los caricaturistas de La Jornada Antonio Helguera y José Hernández. Ya con esos nombres bastaría para adivinar el sesgo de las tres emisiones y sí: se trata de producciones totalmente maniqueas que mantienen el tono polarizante de “nosotros somos los buenos y ellos son los malos” que ha mantenido su mentor ideológico (lo de ideológico es un decir, por supuesto), Andrés Manuel López Obrador. Dicho sesgo se confirma con los invitados que acuden a esos programas, invitados a modo que comparten la misma línea de los conductores. Así, han pasado por esas series personajes como Paco Ignacio Taibo II, Sanjuana Martínez, Alfredo Jalife, Edgardo Buscaglia, Jorge Ramos, Elena Poniatowska, Epigmenio Ibarra, El Fisgón, Alejandro Encinas, Carmen Aristegui, Julio Astillero, Jenaro Villamil y hasta futuros funcionarios del gobierno obradorista como Alfonso Romo, María Luisa Albores, Adelfo Regino y la alucinante y alucinada Elena Álvarez-Buylla, entre otros. Nadie que desentone, nadie que contradiga, nadie que pueda resultar sospechoso de ser un fifí o de pertenecer a la mafia en el poder. Bueno, incluso el programa de revista de la propia televisora universitaria, La hora elástica , es conducido por Fernando Rivera Calderón, autor de ese himno protomorenista que es “Yo te AMLO”.
  ¿Es correcto que la estación oficial de la UNAM esté en manos de un sector político, en detrimento de la pluralidad y la universalidad de ideas que deberían ser consustanciales a nuestra máxima casa de estudios? ¿Es justo que TV UNAM se haya entregado a una facción y dejé afuera a cualquiera que mantenga puntos de vista diferentes a la línea del próximo gobierno?
  Al inicio de cada programa aparece un aviso (con un pésimo uso de las comas), el cual afirma que TV UNAM es un medio de comunicación que promueve el diálogo, la diversidad y la libertad de expresión en un marco crítico y respetuoso. No es así. El canal de nuestra principal universidad ha sido entregado a un grupo que si algo no promueve es el diálogo y la diversidad y que sólo respeta la propia libertad de expresión y no la de los demás y eso es algo que resulta altamente lamentable.
  ¿Diálogos por la democracia? Ni la burla perdonan,
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Published on November 10, 2018 10:54

November 5, 2018

Apuntes para una historia crítica del rockcito (II)

Para fines de los años cincuenta del siglo pasado, estaba claro que el rock and roll en México era mucho más que un ritmo y no iba a desaparecer por más que una punta de viejitos y viejitas histéricos quisieran borrarlo del mapa.
  Lo mejor fue que el género comenzó a permear fuera de las grandes orquestas adultas y que algunos jóvenes, espontáneamente, empezaron a buscar la manera de conformar bandas rocanroleras para ejecutar aquella música con sus propios medios. Se trataba de jóvenes citadinos, principalmente de las ciudades grandes del país, aunque los casos más notorios surgieron inicialmente del Distrito Federal. Los casi adolescentes hicieron hasta lo imposible por adquirir algunos instrumentos, en especial guitarras y bajos eléctricos que, además de caros, eran escasos.
  Entre los primeros conjuntos (que así se les llamaba) que se formaron por allá de 1958 y 1959 estaban los que la mercadotecnia posterior denominaría como “Los pioneros del rocanrol” (del rocanrol hecho en México, se entiende)  y de quienes Federico Arana, “pionero” él mismo, afirma en Guaraches de ante azul que “si algo pudiera definir a los pioneros del roc –sic– nacional, es que la falta de instrucción y talento musical nos unificaría a casi todos”). 
  Grupos como los Teen Tops, Los Locos del Ritmo, Los Rebeldes del Rock, Los Camisas Negras, Los Crazy Boys o Los Sinners comenzaron a adoptar y adaptar los éxitos rocanroleros provenientes de los Estados Unidos, a los que les inventaban letras más o menos relacionadas con la realidad y la idiosincracia mexicanas.
  Así, por ejemplo, “Tallahassee Lassie” de Freddy Cannon se convirtió en “La chica alborotada” de Los Locos del Ritmo, quienes en su letra decían cosas como “Es mi chica alborotada, / es un poquito alocada / y si acaso tú la buscas, / te dirá que tú le gustas. / Es mi chica alborotada / y nunca cambiará”. “Good Golly Miss Molly” de Little Richard pasó por el ingenioso filtro traductor de Enrique Guzmán, el cantante de los Teen Tops, para transformarse en “La Plaga” y exclamar: “Mis jefes me dijeron: ‘Ya no bailes rocanrol, / si te vemos con La Plaga, tu domingo se acabó’”. Mientras tanto, “Jailhouse Rock” (que cantaba Elvis Presley) con los propios Teen Tops decía en mexicano: “Un día hubo una fiesta aquí en la prisión. / La orquesta de los presos empezó a tocar. / Tocaron rocanrol y todo se animó / y un cuate se paró y empezó a cantar el rock”. Por su parte, Los Crazy Boys (en voz de Luis “Vivi” Hernández), para seguir con el tema carcelario, decían en su versión hecha en México de “Leroy”: “Era una vez un muchacho así, / era un rebelde hecho de verdad. / Cuando la redada lo atacó, / él gritó: ‘caramba qué haré yo’”.
  Sin embargo, hubo algunas (pocas) canciones originales. Las más notables fueron “Yo no soy rebelde” de Chucho González y “Tus ojos” de Rafael Acosta, grabadas por Los Locos del Ritmo (aunque también eran originales “Morelia”, “Blues Tempo”, “El mongol” y “Un vasito de agua”); “Vuelve primavera” de Armando Trejo, interpretada por los efímeros Blue Caps; “Pecosita” de Oscar Cossío, cantada por los Silver Rockets; “No está aquí”, de Los Hooligans, “Acapulco rock”, de Eddie Medina, y algunas otras más.

La primera canción radiada
A decir del ya referido Federico Arana, la primera canción de un grupo mexicano de rock que se transmitió por la radio fue el cover de Los Rebeldes del Rock a “Poison Ivy” de los Coasters, llamada en español “La hiedra venenosa”. Ello sucedió en 1958. El tema fue un éxito inmediato y destapó la cañería que tenía detenida a una buena cantidad de grupos ansiosos de grabar rocanrolitos y sacarlos por medio de los ondas hertzianas.
  La oleada del rock en nuestro idioma era incontenible en México, a pesar de las resistencias que seguía habiendo, como la de un tal Enrique Reyes Spíndola, columnista musical que decía: “No cabe duda, amigos, la fiebre del rock and roll cantado en español está en plena efervescencia en nuestra capital, pero creemos que con la misma rapidez con que se popularizó, así se va a desplomar”.
  Incluso en la radio, no todas las estaciones estaban contentas con el arribo de esta nueva música y por ahí se afirmaba que “pronto desaparecerá la fiebre del rock and roll en español, según cómputos realizados por Radio 6.20”.
  ¿Desaparecería el rock, como vaticinaban aquellos malos y malintencionados augures?

(Continuará)

(Publicada en mi columna "Plumas de caballo", en el sitio Juguete Rabioso)
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Published on November 05, 2018 20:55

November 4, 2018

Sin novedad en el frente

Terminé de leer esta espléndida novela de Erich María Remarque, un retrato desesperanzado, exasperante, duro y realista de lo que significó la Primera Guerra Mundial para una generación de jóvenes europeos (sin importar el bando al que pertenecieran), a la que los más oscuros intereses enviaron a matar y a morir, a destrozar sus vidas y las de sis supuestos enemigos (jóvenes inocentes como ellos), sin que tuvieran más motivo que la terrible falacia de "defender a la Patria".
  Con un estilo claro y fluido, lo mismo en las descripciones de las cruentas batallas en las trincheras del frente occidental (es decir, en territorio francés) que en los diálogos llenos de gracia, humor e inteligencia entre los imberbes soldados (casi niños) o en las reflexiones filosóficas y existenciales que hace Paul, el personaje narrador y alter ego del autor, sobre la estupidez de la guerra, Remarque nos entrega una obra clásica de la literatura bélica y a la vez de la literatura pacifista. El escritor nos comparte lo que él mismo vivió entre 1916 y 1918 y lo hace de manera tan vívida que nos conduce de la mano al terror y el horror del conflicto que destrozó a Europa en el alba del siglo pasado, hace cien años.
  Con escenas e imágenes conmovedoras, Sin novedad en el frente , escrita en 1929, posee una actualidad y una contemporaneidad asombrosas. Es una novela que retumba en nuestras mentes y en nuestros corazones, un relato que deja huella, aunque parezca cursi decirlo.
  Gran libro que todos deberíamos leer.
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Published on November 04, 2018 20:34

November 3, 2018

Cámara húngara: La dimensión desconocida

Así se conocía en México, hace más de medio siglo, aquella serie clásica de misterio que en inglés se intitulaba The Twilight Zone y pasaba por la gloriosa televisión en blanco y negro. Había en esos años otras series del mismo corte, como Un paso al más allá y Rumbo a lo desconocido .
  Como si se tratara de un dejá vù, los tres títulos parecen presagios de lo que nos espera a partir del próximo 1 de diciembre. Hemos dado un paso al más allá, vamos con rumbo a lo que no conocemos y nos espera una dimensión aterradoramente desconocida, aunque previsible.
  Conforme se aproxima la fatal fecha, quien ocupará la silla presidencial da muestras de un creciente autoritarismo, una muestra de lo cual vimos con su tajante decisión de cancelar el proyecto del NAICM, apoyado en esa delirante farsa de consulta que todos atestiguamos. Andrés Manuel López Obrador ha puesto en claro que él es quien mandará en este país y que lo hará retrotrayendo algo que creíamos superado: el presidencialismo a la vieja usanza priista. En una extraña alegoría florifunambulesca, dijo que él no es un florero y que se hará lo que él determine, lo cual rubricó con su profunda y filosófica frase de “¡Me canso, ganzo!”.
  Poco le han importado al presidente electo las consecuencias económicas y financieras de su temerario acto. Poco le ha interesado dejar sin empleo a 45 mil trabajadores que aún laboran en las obras de lo que sería el aeropuerto de Texcoco. Rodeado por su cohorte de septuagenarios (Alfonso Romo, Javier Jiménez Espriu y Juan Carlos Roibóo, a los que pronto se sumará el también veterano Sergio Samaniego, socio de Roibóo), López Obrador ha dejado atrás su discurso conciliador y parecería que su intención no es la de gobernar para todos los mexicanos, sino sólo para los que acaten sus designios y lo sigan sin chistar en el incierto camino que habrá de conducirnos a eso que sus fieles denominan la cuarta transformación, misma que imaginan llevará al tabasqueño al Olimpo de los broncíneos héroes de México, al lado de Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas.
  Vamos directo a la dimensión desconocida y esta se vislumbra tan aterradora y escalofriante como los capítulos de la antigua serie televisiva.
  Que Alfred Hitchcock nos agarre confesados.
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Published on November 03, 2018 11:33

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Hugo García Michel
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