Hugo García Michel's Blog, page 103

September 15, 2018

Librero reinstalado

Vinieron mis talentosos carpinteros para colocar en la sala el librero que tenía en el depto y que habían desarmado hace unos días (y que junto con su papá, don Ángel Quiroz, ya retirado, me habían hecho en el año 2000). Quedó prácticamente igual y le da a la sala de mi mamá un aspecto totalmente distinto (y a mi modo de ver más cálido y bonito) del que tenía. Nada mal para ser mi segundo día aquí.

Nota al calce: Hoy mi mejor amiga cumplió sus primeros 40 años. Pensar que la conocí cuando ella tenía 21.
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Published on September 15, 2018 20:00

September 14, 2018

Primera noche en mi nueva-vieja casa


Y llegó el día.
  Finalmente, luego de una intensa, pesada y fragorosa mudanza, esta noche dormí otra vez, luego de 44 años, en la que en 1974 fuera mi efímera recámara, compartida con mi hermano Jorge, y que ahora vuelve a serlo, en la casa familiar tlalpeña.
  No entraré en los pormenores de la locura de la movilización de muebles, libros, discos, aparatos electrónicos, instrumentos musicales, enseres de baño y cocina, ropa, etcétera. La habilidad y fuerza de seis o siete mudanceros (una mujer entre ellos), más la ayuda de mi querida amiga Yareni Torres (no sé qué hubiera hecho si no llega a brindarme su ayuda), hicieron que a pesar de todo todo saliera casi a la perfección. Digo casi, porque uno de mis muebles, el cual mandé hacer hace años, de fuerte madera, para ver la televisión, no pudo salir de la casa debido a su tamaño (me lo construyeron dentro del depto). Tengo dos posibilidades, cortarlo como me cortaron el gran librero o de plano dejárselo a los herederos de mi querido y tristemente enfermo casero.
  El caso es que la casa donde ahora viviré, para hacerme cargo de mi madre a sus 96 saludables años (aunque la sordera y sus problemas de memoria hacen complicada la comunicación con ella), es por ahora un caos que ya iré ordenandop con el paso de los días. Aún quedan algunas cosas en mi amadísimo depto (que recogeré el fin de semana) y ya no hay vuelta atrás (no la había, de hecho, las circunstancias lo impedían). Hoy duermo en un Tlalpan por completo distinto al de hace 18 años y medio, aquel 31 de enero del año 2000 en que me mudé a la colonia Ciudad de los Deportes. Tendré que redescubrir mi terruño natal e iniciar una nueva etapa de mi vida. 
  Así las cosas.

PD: Por cierto, Yare registró fotográficamente la metamorfosis del apartamento al irse quedando vacío. Así se van casi 19 años de vida en pocas horas.
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Published on September 14, 2018 21:39

September 13, 2018

La última visita de Mó

Y aclaro: su última visita a mi depto. Nos conocemos desde hace siete años y en este lugar juntos pasamos momentos grandiosos. Lo bueno es que la amistad perdurará más allá de las mudanzas. Linda velada con el lugar hecho un caos, pero no hay cosa alguna que no salven una buena compañía, la música y el Jack Daniels.
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Published on September 13, 2018 21:30

September 12, 2018

La última visita de Pau

Tantas veces que compartimos momentos de todo tipo, desde que nos conocimos hace poco más de tres años, y hoy fue su última visita a este depto que dejaré pasado mañana. Grandes recuerdos con Paulina. Seguiremos viéndonos, por supuesto. La nuestra es amistad para todo la vida..., con música y vino tinto incluidos.
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Published on September 12, 2018 20:41

September 11, 2018

Alicia a través del espejo


Miro al espejo y miro al que era yo en la década de los noventa. No un jovencito, aunque así me sintiera. Acababa de divorciarme y los aires de mi liberación me hacían mirar todo con nuevos ojos. Era como salir de un oscuro castillo en el que hubiera permanecido encadenado dentro de un calabozo. A mis treintaitantos cercanos a los cuarenta, con dos hijos pequeños a mi entero cargo, sentía que aún estaba en mis años veinte y con toda la vida por delante.
  1994 fue un año definitivo y axial. Lo fue para México, lo fue para mí. Ese año inicié un proyecto editorial tan incierto como aventurado. La Mosca en la Pared se llamaba. Era una revista de rock y cultura que en un principio amenazaba con ser una más, pero que gracias a la conjunción de varios factores y de varios talentos se convirtió desde el principio en algo por completo novedoso y que, a pesar de un accidentado inicio, duraría catorce años exactos y se convertiría, quizás involuntariamente, en un hito del periodismo rockero en México. La Mosca fue un cuerpo incómodo dentro del ambiente en que se desarrolló y aunque muchos trataron de extinguirla, nació, creció, se desarrolló y se transformó en un mito que persiste y que, como el Cid Campeador, sigue ganando batallas después de muerta. Aunque más que muerta, siempre la he considerado como un ser que duerme y que puede desplegar sus breves alas, abrir sus múltiples ojos y despertar en cualquier momento.
  Pero volvamos a aquellos años noventa en los que este que escribe redescubría la libertad. Era una época también en la que la vieja fuerza y la antigua rebeldía del rock primigenio regresaban, después de unos años ochenta tan complacientes, tan artificiosos, tan sobrevalorados y tan faltos de estamina. La ciudad de Seattle, Washington, en la costa del Pacífico norte estadounidense, se convertía en el núcleo central de un nuevo movimiento que tomaba elementos del rock clásico, el punk, el folk, el noise y hasta la vertiente más dura y más ruidosa de la obra de Neil Young. Con antecedentes como Mother Love Bone y The Melvins, agrupaciones como Soundgarden, Nirvana, Pearl Jam y Screaming Trees, entre varios otros, estaban creando no sólo un sonido y un estilo, sino un movimiento que habría de trascender desde la ciudad natal de Jimi Hendrix hasta el mundo entero.
  En lo personal, recibí la llegada del grunge con gran entusiasmo y aunque casi todos sus exponentes eran cuando menos diez años menores que yo, me sentí profundamente identificado con ellos.
  De entre esa pléyade de agrupaciones, surgidas al calor del grunge, una de las que más me atrajo desde un principio, por su música extraña, enfermiza, mórbida e incluso un tanto demoniaca, fue Alice in Chains. Su disco Dirt , de 1992, me impactó con fuerza y canciones como “Them Bones”, “Rooster” o “Would?”, con sus escalofriantes armonías vocales, fueron para mí toda una revelación.
  Vendrían otros excelentes álbumes de esta Alicia encadenada, como el homónimo Alice in Chains de 1995 o el MTV Unplugged de 1996. Luego la tragedia se cebaría con el grupo, tras la lamentable muerte de su vocalista, Layne Staley, y vino la disolución que parecía final. Su líder, el guitarrista Jerry Cantrell, no parecía con ánimos de seguir adelante con el grupo y no fue sino hasta trece años después que lo retomó, al lado de sus fieles Mike Inez (bajo) y Sean Kinney (batería), y con la voz principal del desconocido William DuVall, produjo un nuevo y estupendo disco: Black Gives Way to Blues (2009). En 2013 saldría el no tan bueno y un tanto repetitivo The Devil Put Dinosaurs Here y es ahora que Alice in Chains reaparece, con nuevos ímpetus, para ofrecernos Rainier Fog (BMG, 2018).
  El disco es, literalmente, un regreso a Seattle, donde fue grabado (el título hace referencia a la eterna neblina del monte Rainier, cercano a la ciudad). La formación es la misma de sus dos álbumes anteriores, con William DuVall en la voz principal y el viejo Alice en los controles instrumentales, con Cantrell al mando del buque. Buque que vuelve a adentrarse en aguas procelosas, en un retorno al origen que guarda aquel sonido avernal de los inicios, pero con una actitud menos sombría y pesimista. Es como si el paso del tiempo y el llegar a ciertas edades hubieran hecho del cuarteto una agrupación más sabia y con una perspectiva más serena de la vida. La música sigue siendo densa, fuerte, llameante, pero hay en en el fondo vientos que soplan las velas hacia puertos más amables y menos inhóspitos que los que Alicia visitaba en el pasado.
  Canciones como la inicial “The One You Know”, la homónima “Rainier Fog”, la intensa “Red Giant”, la desgarrada “Drone”, la oscurísima “So Far Under” y la concluyente y esplendorosa “All I Am”, tienen todo el sonido promigenio del Alice in Chains de los noventa. El fantasma de Layne Staley está ahí, más que presente. Hay otros temas más amables pero que no pierden la esencia del sonido clásico del grupo. “Fly” y “Maybe” son claros ejemplos de ello.
  Un gran disco que nos retrotrae a una época que ya es clásica, a un cuarto de siglo de distancia: la del grunge.

(Primera entrega de mi columna "Plumas de caballo" para el sitio Juguete Rabioso que dirige Mixar López)
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Published on September 11, 2018 21:30

September 10, 2018

Reporte del fin de semana

La venta de discos, revistas, películas y devedés (más algunas curiosidades) que hice este fin de semana resultó todo un éxito. Vino mucha gente entre los dos días (calculo unas cincuenta personas) y junté lo suficiente para pagar la mudanza y otros gastos que se me vienen. Quedé muy contento con la solidaria respuesta de los amigos y amigas que se hicieron presentes el sábado y el domingo.
  Ya el día de hoy vinieron los carpinteros a desmontar mi querido librero que volverán a armar en unos días en la casa donde voy a vivir a partir del día 14. Por la noche vino Dani y su compañía, como siempre, me hizo mucho bien.
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Published on September 10, 2018 21:00

September 9, 2018

Interpol y el merodeador

Como siempre, Interpol divide opiniones. Con su flamante álbum, Marauder (Matador, 2018), el cuarteto liderado por Paul Banks ha causado nuevas controversias, pues mientras algunos reseñistas lo consideran una obra de gran nivel, otros –como el afamado videocrítico Anthony Fontana– se muestran abiertamente decepcionados por la nueva producción. Es posible que la realidad se encuentre, como casi siempre, en el justo medio.
  Al escuchar Marauder , sexto opus de Interpol, lo primero que resalta es que el sonido del grupo neoyorquino es el mismo de siempre. Su estilo oscuro, frío, tenso, seco no varía con respecto a sus álbumes anteriores. Sin embargo, se nota un cambio sutil en la manera de acometer su música con lo que podríamos llamar una mayor energía rocanrolera. Esto quizá se deba a que mientras estaban grabando el disco, al mismo tiempo se encontraban realizando la gira conmemorativa de los quince años de su álbum debut, el mítico Turn on the Bright Lights (2002). Algo debió influir el espectro de ese trabajo en el nuevo plato y ello se nota en las canciones del mismo.
  También fue determinante la elección como productor de Dave Friedman (que ha trabajado con Mercury Rev y los Flaming Lips, entre otros), quien a primera vista parecería poco afín a Interpol, Marauder ganó en autenticidad, crudeza y hasta cierta paradójica y catártica frescura, debido a que Friedman hizo que el grupo grabara de un modo más orgánico y menos digital, trabajando directamente en cintas. El resultado se nota al escucharlo y aunque eso es precisamente lo que algunos le critican, al considerarlo casi una traición al sonido característico del cuarteto, a mi modo de ver es una virtud y una forma distinta de ofrecer sus composiciones, sin dejar de sonar a lo que siempre ha sido Interpol.
  Entre los cortes a destacar del disco, me inclino por temas como “If You Really Love Nothing”, “The Rover”, “Stay in Touch”, “It Probably Matters” y “Number 10”, los cuales demuestran que la agrupación no se ha dormido en los laureles de la autocomplacencia y, por el contrario, conserva el afán por la aventura.

(Publicado el día de hoy en el sitio Colibrí Magenta que dirige Trilce Acosta)
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Published on September 09, 2018 18:39

September 8, 2018

Cámara húngara: El corrido de los periodistas corridos

Mi ex mujer solía burlarse de mí cuando yo le decía que mi cariño por Milenio era tanto que traía bien puesta la camiseta de ese diario, en el que trabajé desde el 1 de enero del año 2000 y del que fui (re)cortado, mediante una simple llamada telefónica, el pasado 27 de agosto.
  No fui el único despedido. Se habla de cerca de 200 empleados de planta que de golpe fueron echados del diario y de numerosas plumas que colaborábamos ahí semana a semana. Las formas ciertamente no fueron las mejores. Con frialdad eficientista, quienes hasta hace un mes trabajábamos con gusto para Milenio fuimos desechados de un plumazo. Las razones que se nos dieron tienen que ver con un “reajuste interno”, pero me inclino más a pensar que se trató de un acto a la defensiva de la empresa, por el temor a que le sea cortada la publicidad gubernamental a partir del próximo 1 de diciembre.
  En lo tocante a los columnistas, los de mayor renombre no fueron tocados y permanecen aún en el diario. Duele que pese más la fama que otros aspectos. Por ejemplo, el columnista Agustín Gutiérrez Canet, quien publica los sábados al igual que hacía yo, sigue en el diario, a pesar de los muy pocos comentarios y “me gusta” que recibe y del poco tiempo que lleva como colaborador. A él no lo van a mover. Es pariente de la esposa del presidente electo y eso lo protege.
  No fue Milenio , tampoco, el único medio que cortó a empleados y colaboradores. Lo hizo también Reforma y se dice que en El Universal y en otros pronto sucederá lo mismo.
  El caso es que de un día para otro centenas de personas ligadas al periodismo nos quedamos en la inopia y con muy pocas posibilidades de conseguir trabajo en otros diarios que también se muestran asustados ante la llegada del nuevo gobierno.
  ¿Hay algún trasfondo político en todo esto? La próxima semana trataré de analizar ese punto.

(Mi columna "Cámara húngara" de hoy, ya no publicada en Milenio Diario)
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Published on September 08, 2018 16:54

September 7, 2018

Para dártelas de entendido en rock (77)

Se cuenta que cuando The Who estaba grabando su clásica "My Generation", John Entwhistle utilizó su flamante bajo Danelectro, el cual acababa de ser introducido en Inglaterra y casi nadie poseía. En la parte del solo, el bajista se emocionó tanto que rompió dos de las cuerdas y como era imposible conseguir unas de reemplazo para el novedoso modelo, tuvo que ir a una tienda de música cercana y hacerse de otro bajo Danelectro a fin de completar la toma.
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Published on September 07, 2018 20:52

September 6, 2018

Grabación con Daniela, la No. 30

Finalmente alcanzamos a regrabar la parte vocal de Daniela en "Gitana" y quedó mucho mejor. Muy grata sesión con Iris y Jehová en la casa-estudio de estos, luego de pasar yo buena parte del día con mi queridísima Dani. Será la última grabación de este mes, dados los cambios que me he visto obligado a realizar (y Daniela también, por cierto), pero reanudaremos en octubre.
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Published on September 06, 2018 21:23

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Hugo García Michel
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