Fernando Ariel García's Blog, page 26
December 18, 2020
"BUENAS NOCHES MALVINAS" SE ESTRENA EL 31 DE DICIEMBRE EN CINE.AR
(Información de prensa) Un documental sobre las heridas que dejó la guerra. Buenas noches Malvinas (Argentina, 2020) se estrena el 31 de diciembre en Cine.Ar. Al día siguiente estará disponible también en Cine.Ar Play. La película de Ana Fraile y Lucas Scavino pone sobre la mesa las distintas formas de hacer frente a lo traumático y las cicatrices físicas y psicológicas que persisten a casi 40 años del conflicto bélico.
En abril de 1982, Dalmiro Bustos y Elena Noseda enfrentan uno de los momentos más difíciles de sus vidas, cuando su hijo mayor, Fabián, es enviado a combatir a las Islas, junto a cientos de soldados conscriptos. A casi cuarenta años de los hechos, Dalmiro, Elena y sus dos hijos menores, Javier y María Elena, cuentan lo que no pudieron decir entonces, en un intento de ir tras las huellas de Fabián y poner en palabras las angustias y los dolores que aún permanecen.
"El pasado en el presente -aseguran los directores-. Conocimos a la familia Bustos en 2011 y recorrimos varios años acercándonos a su historia, a su dolor y también a sus estrategias de supervivencia. Dalmiro, Elena, Javier y María Elena compartieron con nosotros experiencias de su vida durante la guerra y Fabián compartió los rastros de la guerra en su cuerpo y en sus escritos. Elegimos tres formas de contar esos testimonios, emocionar y transformar al espectador: el viaje a las islas Malvinas, las entrevistas y el teatro espontáneo".
Según Fraile y Scavino, "el viaje a Malvinas fue ir a la búsqueda de Fabián a través de las imágenes de su libro y, a la vez, del viaje de Javier tras las huellas de su hermano: imágenes del presente que retratan el pasado de la guerra. Las entrevistas nos brindaron el testimonio de la familia en palabras, en primera persona. Finalmente, el teatro espontáneo abrió una caja de Pandora a través de los actores que representaron. Así conocimos la angustia de quienes contaban su dolor por primera vez y, al mismo tiempo, trataban de elaborarlo".
En la coincidencia de días, actividades y sentimientos, los realizadores encontraron "una forma de hilvanar cada historia para abordar las heridas presentes en el cuerpo y el espíritu de los sobrevivientes. De ese modo, abrimos una instancia de reflexión sobre las distintas formas de hacer frente a lo traumático y cómo sobrellevar las cicatrices silenciosas que trabajan en el inconsciente colectivo".
La plasticidad del documental les permitió "articular la representación, el testimonio y la observación en una película sobre la guerra, en el marco de la dictadura más sangrienta de la historia argentina en el siglo XX. A casi cuarenta años de los hechos rescatamos las experiencias invisibles de aquellos que transitaron la guerra a la distancia. Encontramos las heridas que viven en la sociedad de manera silenciosa y dolorosa. Con esta historia queremos hablar de ese dolor y también proponer una posibilidad de reparación".

En abril de 1982, Dalmiro Bustos y Elena Noseda enfrentan uno de los momentos más difíciles de sus vidas, cuando su hijo mayor, Fabián, es enviado a combatir a las Islas, junto a cientos de soldados conscriptos. A casi cuarenta años de los hechos, Dalmiro, Elena y sus dos hijos menores, Javier y María Elena, cuentan lo que no pudieron decir entonces, en un intento de ir tras las huellas de Fabián y poner en palabras las angustias y los dolores que aún permanecen.
"El pasado en el presente -aseguran los directores-. Conocimos a la familia Bustos en 2011 y recorrimos varios años acercándonos a su historia, a su dolor y también a sus estrategias de supervivencia. Dalmiro, Elena, Javier y María Elena compartieron con nosotros experiencias de su vida durante la guerra y Fabián compartió los rastros de la guerra en su cuerpo y en sus escritos. Elegimos tres formas de contar esos testimonios, emocionar y transformar al espectador: el viaje a las islas Malvinas, las entrevistas y el teatro espontáneo".

Según Fraile y Scavino, "el viaje a Malvinas fue ir a la búsqueda de Fabián a través de las imágenes de su libro y, a la vez, del viaje de Javier tras las huellas de su hermano: imágenes del presente que retratan el pasado de la guerra. Las entrevistas nos brindaron el testimonio de la familia en palabras, en primera persona. Finalmente, el teatro espontáneo abrió una caja de Pandora a través de los actores que representaron. Así conocimos la angustia de quienes contaban su dolor por primera vez y, al mismo tiempo, trataban de elaborarlo".

En la coincidencia de días, actividades y sentimientos, los realizadores encontraron "una forma de hilvanar cada historia para abordar las heridas presentes en el cuerpo y el espíritu de los sobrevivientes. De ese modo, abrimos una instancia de reflexión sobre las distintas formas de hacer frente a lo traumático y cómo sobrellevar las cicatrices silenciosas que trabajan en el inconsciente colectivo".

La plasticidad del documental les permitió "articular la representación, el testimonio y la observación en una película sobre la guerra, en el marco de la dictadura más sangrienta de la historia argentina en el siglo XX. A casi cuarenta años de los hechos rescatamos las experiencias invisibles de aquellos que transitaron la guerra a la distancia. Encontramos las heridas que viven en la sociedad de manera silenciosa y dolorosa. Con esta historia queremos hablar de ese dolor y también proponer una posibilidad de reparación".
Published on December 18, 2020 04:59
December 17, 2020
"NOMADLAND" SE ESTRENARÁ EN LA ARGENTINA EL 25 DE MARZO DE 2021
(Información de prensa) Te veré en el camino. Nomadland (EE.UU., 2020) se estrenará en la Argentina el 25 de marzo de 2021, según afirma la gacetilla de prensa de Disney. El film de Chloé Zhao está protagonizado por Frances McDormand, David Strathairn, Linda May y Swankie.
Basada en el libro Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century, de Jessica Bruder, la película ganó el León de Oro a la Mejor Película en la última edición del Festival de Cine de Venecia.
Después del colapso económico de una colonia industrial en una zona rural de Nevada, Fern (Frances McDormand) junta sus cosas en una van y emprende un viaje de exploración por carretera, fuera de la sociedad convencional y como una nómada de la era moderna.
Nomadland, tercera película de Chloé Zhao (directora de la próxima The Eternals de Marvel) presenta a nómadas reales como Linda May, Swankie y Bob Wells, como mentores y camaradas de Fern en su viaje de exploración a lo largo del vasto paisaje del oeste estadounidense.

Basada en el libro Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century, de Jessica Bruder, la película ganó el León de Oro a la Mejor Película en la última edición del Festival de Cine de Venecia.
Después del colapso económico de una colonia industrial en una zona rural de Nevada, Fern (Frances McDormand) junta sus cosas en una van y emprende un viaje de exploración por carretera, fuera de la sociedad convencional y como una nómada de la era moderna.

Nomadland, tercera película de Chloé Zhao (directora de la próxima The Eternals de Marvel) presenta a nómadas reales como Linda May, Swankie y Bob Wells, como mentores y camaradas de Fern en su viaje de exploración a lo largo del vasto paisaje del oeste estadounidense.










Published on December 17, 2020 07:37
FLASH Y ZAGOR, SEGUNDO ENCUENTRO DE LOS HÉROES DE DC COMICS Y SERGIO BONELLI
Dos héroes. Dos universos. Un portal abierto entre Darkwood y Ciudad Central. Algo atrasado por la pandemia, y continuando los cruces abiertos con
Batman y Dylan Dog
, DC Comics y Sergio Bonelli Editore presentaron en Italia el segundo encuentro entre los personajes de ambas escuderías. Desde el 10 de diciembre, The Flash & Zagor: La scure e il fulmine se consigue sólo en librerías especializadas italianas y por venta online; y queda por ver qué pasará con la edición estadounidense de la (por ahora), propuesta trilogía que culminaría el año que viene con Nathan Never & Justice League.
Con guion de Giovanni Massi y Mauro Uzzeo, dibujos de Davide Gianfelice y colores de Luca Saponti, el cómic se distribuyó con dos portadas interconectadas, a cargo de Carmine Di Giandomenico, que homenajea y recrea la tapa de The Flash 123, aquella clásica imagen del Flash de dos mundos inmortalizada por Carmine Infantino. Hasta donde se sabe, un niño velocista aparece en el bosque de Darkwood, hogar de Zagor, poniendo en riesgo el destino de dos universos, preanunciando el fin de toda realidad.
"Dos héroes son los protagonistas de El hacha y el rayo -adelanta la nota de prensa-. Dos héroes con un gran corazón y una valentía infinita, que durante más de sesenta años han entretenido a lectores de todas las edades con historias llenas de giros imprevistos, dibujos impresionantes y misterios increíbles. Y aunque sus mundos, aparentemente, puedan parecer lejanos, Zagor y Flash han encarnado, quizás más que cualquier otro personaje de sus respectivas editoriales, la Aventura con A mayúscula".

Con guion de Giovanni Massi y Mauro Uzzeo, dibujos de Davide Gianfelice y colores de Luca Saponti, el cómic se distribuyó con dos portadas interconectadas, a cargo de Carmine Di Giandomenico, que homenajea y recrea la tapa de The Flash 123, aquella clásica imagen del Flash de dos mundos inmortalizada por Carmine Infantino. Hasta donde se sabe, un niño velocista aparece en el bosque de Darkwood, hogar de Zagor, poniendo en riesgo el destino de dos universos, preanunciando el fin de toda realidad.
"Dos héroes son los protagonistas de El hacha y el rayo -adelanta la nota de prensa-. Dos héroes con un gran corazón y una valentía infinita, que durante más de sesenta años han entretenido a lectores de todas las edades con historias llenas de giros imprevistos, dibujos impresionantes y misterios increíbles. Y aunque sus mundos, aparentemente, puedan parecer lejanos, Zagor y Flash han encarnado, quizás más que cualquier otro personaje de sus respectivas editoriales, la Aventura con A mayúscula".





Published on December 17, 2020 05:22
December 16, 2020
BUÑUEL EN EL LABERINTO DE LAS TORTUGAS: NADA MÁS SURREALISTA QUE LA REALIDAD
Buñuel en el laberinto de las tortugas. Director: Salvador Simó. Protagonistas: Jorge Usón (Luis Buñuel), Fernando Ramos (Ramón Acín), Luis Enrique de Tomás (Pierre Unik) y Cyril Corral (Eli Lotar), entre otros. Guionistas: Eligio R. Montero y Salvador Simó, basado en la homónima novela gráfica (2008) de Fermín Solís. Sygnatia / Glow / Hampa Studio. España, 2018. Sin estreno comercial en la Argentina, proyectada dentro de los ciclos
XVII Encuentro de Cine Europeo
(2020) y Espanoramas 2020.
Convertir las contradicciones de los sueños y la realidad en una realidad absoluta, una súper realidad. Según el escritor y teórico André Breton, fundador y uno de los principales exponentes del surrealismo, ésta era la razón de ser del movimiento artístico-filosófico que irradió su influencia mundial desde el centro de la ciudad luz. Priorizando el fluir de la conciencia como energía creativa capaz de generar imágenes desconcertantes y textos escindidos de todo pensamiento lógico, los verdaderos surrealistas debían hacer lo suyo evitando la mediación de la razón, concepto estético o precepto moral.
Estamos en 1930, en París, justo cuando Luis Buñuel (1900-1983) estrena La edad de oro, film que escandalizó por igual a las autoridades francesas y a la Iglesia católica. Las primeras decidieron prohibir la exhibición de la película luego de que un grupo de ultraderecha destruyera el cine que la estaba proyectando. Y la segunda impuso un fuerte voto de censura sobre el cineasta, que vio aniquiladas sus futuras posibilidades laborales a ambos lados del Atlántico.
Cuando arranca Buñuel en el laberinto de las tortugas (adaptación del homónimo cómic de Fermín Solís), el director de cine se encuentra en la encrucijada definitoria de su vida y de su arte. Con mucho para decir y sin nada por hacer, salvo observar cómo su rol tutelar dentro del movimiento surrealista se hunde bajo el peso específico de su ex amigo y colaborador Salvador Dalí. La salida, como en todo laberinto, vendrá por arriba. La filmación de un documental antropológico, financiado por su amigo Ramón Acín: Las Hurdes, tierra sin pan, sobre esa carenciada región montañosa de Extremadura (España), tan alejada de todo y tan abandonada por todos que sus habitantes no conocían el pan.
Punto de inflexión en (y para) Buñuel, el mes de dificultoso rodaje lo llevó a entender que no hay nada más surrealista que la realidad invisibilizada. Y le permitió elevar al surrealismo al estado de una poética más cruda, más visceral, más salvaje y más violenta. Capaz de romper los límites a la hora de cuestionar los valores convencionales y derrocar las tradiciones hegemónicas, desde el clero a la aristocracia, pasando por las normas de conducta y de educación arraigadas en los cuerpos y las mentes de los ciudadanos. Aunque en el camino tuviera que dejar de documentar los hechos y empezara a provocarlos para poder tomar registro. Una puesta en escena brutal (amoral, por momentos) que, además de cubrir las necesidades discursivas del relato, exhibía la realidad de manera más real que la propia realidad. Como una realidad absoluta, una súper realidad.
Además de traducir los preceptos surrealistas en secuencias animadas de honda belleza, el film de Salvador Simó toma como propio el método de trabajo de Buñuel y lo pone en valor. Así como Buñuel intervino la realidad que veía para generar un artefacto narrativo que expandiera la comprensión del choque cultural entre los espectadores y los habitantes de Las Hurdes, Fermín Solís intervino la personalidad de Buñuel para generar una novela gráfica que mostrara el proceso interno del cineasta como un camino lineal que lo llevó de un punto a otro, exorcizando sus demonios interiores en el mientras tanto. Y del mismo modo, Simó intervino el Buñuel de Solís para contarnos la construcción del Buñuel ideal más parecido al de verdad. Aquel que en las tierras olvidadas por el Señor y abandonadas por los hombres, entendió que el surrealismo debía ser social. O no ser nada.Fernando Ariel García

Convertir las contradicciones de los sueños y la realidad en una realidad absoluta, una súper realidad. Según el escritor y teórico André Breton, fundador y uno de los principales exponentes del surrealismo, ésta era la razón de ser del movimiento artístico-filosófico que irradió su influencia mundial desde el centro de la ciudad luz. Priorizando el fluir de la conciencia como energía creativa capaz de generar imágenes desconcertantes y textos escindidos de todo pensamiento lógico, los verdaderos surrealistas debían hacer lo suyo evitando la mediación de la razón, concepto estético o precepto moral.
Estamos en 1930, en París, justo cuando Luis Buñuel (1900-1983) estrena La edad de oro, film que escandalizó por igual a las autoridades francesas y a la Iglesia católica. Las primeras decidieron prohibir la exhibición de la película luego de que un grupo de ultraderecha destruyera el cine que la estaba proyectando. Y la segunda impuso un fuerte voto de censura sobre el cineasta, que vio aniquiladas sus futuras posibilidades laborales a ambos lados del Atlántico.

Cuando arranca Buñuel en el laberinto de las tortugas (adaptación del homónimo cómic de Fermín Solís), el director de cine se encuentra en la encrucijada definitoria de su vida y de su arte. Con mucho para decir y sin nada por hacer, salvo observar cómo su rol tutelar dentro del movimiento surrealista se hunde bajo el peso específico de su ex amigo y colaborador Salvador Dalí. La salida, como en todo laberinto, vendrá por arriba. La filmación de un documental antropológico, financiado por su amigo Ramón Acín: Las Hurdes, tierra sin pan, sobre esa carenciada región montañosa de Extremadura (España), tan alejada de todo y tan abandonada por todos que sus habitantes no conocían el pan.
Punto de inflexión en (y para) Buñuel, el mes de dificultoso rodaje lo llevó a entender que no hay nada más surrealista que la realidad invisibilizada. Y le permitió elevar al surrealismo al estado de una poética más cruda, más visceral, más salvaje y más violenta. Capaz de romper los límites a la hora de cuestionar los valores convencionales y derrocar las tradiciones hegemónicas, desde el clero a la aristocracia, pasando por las normas de conducta y de educación arraigadas en los cuerpos y las mentes de los ciudadanos. Aunque en el camino tuviera que dejar de documentar los hechos y empezara a provocarlos para poder tomar registro. Una puesta en escena brutal (amoral, por momentos) que, además de cubrir las necesidades discursivas del relato, exhibía la realidad de manera más real que la propia realidad. Como una realidad absoluta, una súper realidad.

Además de traducir los preceptos surrealistas en secuencias animadas de honda belleza, el film de Salvador Simó toma como propio el método de trabajo de Buñuel y lo pone en valor. Así como Buñuel intervino la realidad que veía para generar un artefacto narrativo que expandiera la comprensión del choque cultural entre los espectadores y los habitantes de Las Hurdes, Fermín Solís intervino la personalidad de Buñuel para generar una novela gráfica que mostrara el proceso interno del cineasta como un camino lineal que lo llevó de un punto a otro, exorcizando sus demonios interiores en el mientras tanto. Y del mismo modo, Simó intervino el Buñuel de Solís para contarnos la construcción del Buñuel ideal más parecido al de verdad. Aquel que en las tierras olvidadas por el Señor y abandonadas por los hombres, entendió que el surrealismo debía ser social. O no ser nada.Fernando Ariel García
Published on December 16, 2020 13:54
December 15, 2020
LA VIDA ANTE SÍ: LA SOLIDARIDAD DE LOS NADIES
La vida ante sí. Director: Edoardo Ponti. Protagonistas: Sophia Loren, Ibrahima Gueye, Abril Zamora, Renato Carpentieri, Babak Karimi y Massimiliano Rossi, entre otros. Guionistas: Ugo Chiti y Edoardo Ponti, basado en la novela La vie devant soi (1975) de Romain Gary (bajo el seudónimo de Émile Ajar). Tema musical de cierre: Io sì / Seen / Yo sí / Eu sim / Moi si, interpretado en italiano, inglés, castellano, portugués y francés por Laura Pausini. Palomar. Italia / EE.UU., 2020. Estreno en la Argentina: Disponible en Netflix desde el 13 de noviembre de 2020.
Sophia Loren, revalidando por millonésima vez su status de icono cinematográfico. Ibrahima Gueye, actor debutante que se planta de igual a igual frente al icono. Las dos principales razones que elevan este melodrama bastante previsible a la categoría de trascendental obra artística. Lo de ambos es superlativo, de contenida introspección cuando corresponde, de explosiva expansión cuando se hace imprescindible. Lo que en otros sería terreno baldío, aquí es fértil sustrato para el tránsito de las emociones. Bravo. Bravísimo.
Adaptación de la homónima novela que ya fuera llevada al cine en 1977 con Simone Signoret en el papel principal, La vida ante sí (La vita davanti a sé / The Life Ahead) echa luz sobre la relación forjada, a la fuerza, entre una ex prostituta sobreviviente de Auschwitz y un preadolescente senegalés, huérfano de padres y de posibilidades. La primera tiene toda su vida por detrás, signada por los traumas que dejaron las heridas que no paran de sangrar. El segundo tiene toda su vida por delante; y llega a la casa de Madame Rosa (Sophia Loren) justo en el momento en que debe decidir qué camino tomar.
El dilema es claro y conciso. Momo (Ibrahima Gueye) puede optar entre una vida de trabajo dura y sacrificada, tal vez algo opaca y gris, con carencias garantizadas y algún destello de felicidad. O elegir la vía rápida que ofrece el narcomenudeo callejero, con plata fácil, acceso a cierto nivel social y placenteros espejismos. La decisión, cantada desde el principio, sobrevendrá como resultado de la evolución que transformará a Rosa y a Momo. De la violencia inicial al ineludible compromiso afectivo, el lazo económico devendrá filial, permitiendo la aparición y posterior consolidación de algo que ya parecía perdido en la condenada existencia de ambos: el amor.
El guion de Ugo Chiti y el director Edoardo Ponti (hijo de Carlo Ponti y Sophia Loren), traslada tiempo y locaciones del original, de un municipio parisino en los ’70 a la ciudad portuaria italiana de Bari, en la actualidad. También cambia las nacionalidades de los protagonistas, francesa y árabe, a italiana y senegalés, pero mantiene los nudos existencialistas que sostienen el relato: la orfandad, la vejez, la enfermedad, la muerte, la discriminación, los racismos surgidos de las cenizas del Holocausto, la precariedad social que pareciera definir las oportunidades de las minorías étnicas en tiempos de grandes migraciones forzadas. Y el resguardo que sigue brindando la empatía de los pares, la solidaridad de esos nadies que podemos ser nosotros. Fernando Ariel García

Sophia Loren, revalidando por millonésima vez su status de icono cinematográfico. Ibrahima Gueye, actor debutante que se planta de igual a igual frente al icono. Las dos principales razones que elevan este melodrama bastante previsible a la categoría de trascendental obra artística. Lo de ambos es superlativo, de contenida introspección cuando corresponde, de explosiva expansión cuando se hace imprescindible. Lo que en otros sería terreno baldío, aquí es fértil sustrato para el tránsito de las emociones. Bravo. Bravísimo.
Adaptación de la homónima novela que ya fuera llevada al cine en 1977 con Simone Signoret en el papel principal, La vida ante sí (La vita davanti a sé / The Life Ahead) echa luz sobre la relación forjada, a la fuerza, entre una ex prostituta sobreviviente de Auschwitz y un preadolescente senegalés, huérfano de padres y de posibilidades. La primera tiene toda su vida por detrás, signada por los traumas que dejaron las heridas que no paran de sangrar. El segundo tiene toda su vida por delante; y llega a la casa de Madame Rosa (Sophia Loren) justo en el momento en que debe decidir qué camino tomar.

El dilema es claro y conciso. Momo (Ibrahima Gueye) puede optar entre una vida de trabajo dura y sacrificada, tal vez algo opaca y gris, con carencias garantizadas y algún destello de felicidad. O elegir la vía rápida que ofrece el narcomenudeo callejero, con plata fácil, acceso a cierto nivel social y placenteros espejismos. La decisión, cantada desde el principio, sobrevendrá como resultado de la evolución que transformará a Rosa y a Momo. De la violencia inicial al ineludible compromiso afectivo, el lazo económico devendrá filial, permitiendo la aparición y posterior consolidación de algo que ya parecía perdido en la condenada existencia de ambos: el amor.
El guion de Ugo Chiti y el director Edoardo Ponti (hijo de Carlo Ponti y Sophia Loren), traslada tiempo y locaciones del original, de un municipio parisino en los ’70 a la ciudad portuaria italiana de Bari, en la actualidad. También cambia las nacionalidades de los protagonistas, francesa y árabe, a italiana y senegalés, pero mantiene los nudos existencialistas que sostienen el relato: la orfandad, la vejez, la enfermedad, la muerte, la discriminación, los racismos surgidos de las cenizas del Holocausto, la precariedad social que pareciera definir las oportunidades de las minorías étnicas en tiempos de grandes migraciones forzadas. Y el resguardo que sigue brindando la empatía de los pares, la solidaridad de esos nadies que podemos ser nosotros. Fernando Ariel García
Published on December 15, 2020 09:16
December 14, 2020
MULÁN: MUJER EMPODERADA MATA PRINCESA
Mulán. Directora: Niki Caro. Protagonistas: Yifei Liu (Mulán), Donnie Yen (comandante Tung), Jason Scott Lee (Böri Khan), Yoson An (Chen Honghui), Gong Li (Xianniang), Jet Li (Emperador), Tzi Ma (Hua Zhou), Rosalind Chao (Hua Li), Xana Tang (Hua Xiu), Ron Yuan (sargento Qiang) y Jun Yu (Cricket), entre otros. Participación especial de Ming-Na Wen (voz original de Mulán en la versión animada). Guionistas: Rick Jaffa, Amanda Silver, Lauren Hynek y Elizabeth Martin, basado en la película animada Mulán (1998), inspirada en el relato folclórico chino La Balada de Mulán (siglo IV a. de C.). Temas musicales de cierre: Loyal Brave True / El mejor guerrero, interpretado en inglés y castellano por Christina Aguilera; y Reflection, interpretado en inglés por Christina Aguilera y en mandarín por Yifei Liu. Walt Disney Studios. EE.UU., 2020. Estreno en la Argentina: 4 de diciembre de 2020, en la plataforma Disney+.
Las voy viendo a medida que se van estrenando, y siempre termino haciéndome la misma pregunta. ¿Qué necesidad tiene Disney de volver a filmar sus clásicos animados bajo el “novedoso” formato de acción en vivo, con actores en lugar de dibujos? Me resisto a pensar que sólo por la plata baila el mono (el ratón, en este caso), porque la empresa del Tío Walt tiene muchísimos otros recursos para generarse las mismas (o mayores) ganancias. Quiero creer que hay una búsqueda creativa, alguna exigencia artística detrás de todo esto. Aunque la busque y no la encuentre por ningún lado.
Básicamente, esta Mulán (Mulan) cuenta la misma historia que el film animado de 1998, que adaptaba para el paladar masivo occidental las peripecias de Hua Mulán, heroína del milenario folclore chino. Una joven mujer que decidía hacerse pasar por un hombre, con la intención de ocupar el lugar de su padre ante un reclutamiento militar para la guerra. En esa época, una acción que, de descubrirse, sería considerada como un crimen de alta traición, castigado con la muerte inmediata para ella y el deshonor perpetuo para su familia.
Las principales diferencias entre ambas versiones Disney son, exclusivamente, formales. En el campo narrativo, abandonando el influjo estilístico de Akira Kurosawa, oriental balance entre el pathos shakespereano y la crítica social del neorrealismo italiano, para abrazar fervientemente el decálogo del moderno cine de acción firmado por Zhang Yimou, pródigo en coreografías que hacen de las artes marciales un efecto especial digno del mejor cine fantástico. O sea, un volantazo que va de los contenidos dramáticos hasta los continentes capaces de estimular los sentidos. Un poco se entiende, es cierto. Después de todo, Kurosawa era japonés y Yimou es chino. Y Mulán está demasiado pendiente del qué dirán.
Por eso el tratamiento de los puntos neurálgicos de la historia: el rol de la mujer y la identidad de género. En el tiempo real en que transcurre la acción, pero mirado desde el espacio simbólico que demanda la actual militancia globalizada. De ahí que todo se explicite hasta el hartazgo, que aquello expuesto por la casualidad ahora sea resultado de la decisión personal, que se hayan borrado de cuajo los recursos cómicos del film animado, basados en la explotación visual del travestismo y la tensión sexual entre dos personas del (aparente) mismo sexo. Y la constitución de Mulán como una heroína feminista del siglo XXI, implantada con fórceps en las dinastías chinas del siglo IV a.de C. Al extremo de eliminar su título de princesa Disney, entendiendo (y haciendo entender) que ninguna mujer necesita de un hombre al lado para abrazar el destino que cada una haya elegido para sí.
Todo bien. Todo más que bien. Ideológicamente, Mulán es un minucioso y logrado trabajo de equilibrio, adaptación y traslación conceptual. Pero cinematográficamente es de una chatura irremontable. Predecible y aburrida, carente de interés, poco convincente. Mujer empoderada mata princesa; y eso se aplaude. Pero la corrección política, al menos en este caso, mata al arte. Y eso se sufre.
Fernando Ariel García

Las voy viendo a medida que se van estrenando, y siempre termino haciéndome la misma pregunta. ¿Qué necesidad tiene Disney de volver a filmar sus clásicos animados bajo el “novedoso” formato de acción en vivo, con actores en lugar de dibujos? Me resisto a pensar que sólo por la plata baila el mono (el ratón, en este caso), porque la empresa del Tío Walt tiene muchísimos otros recursos para generarse las mismas (o mayores) ganancias. Quiero creer que hay una búsqueda creativa, alguna exigencia artística detrás de todo esto. Aunque la busque y no la encuentre por ningún lado.
Básicamente, esta Mulán (Mulan) cuenta la misma historia que el film animado de 1998, que adaptaba para el paladar masivo occidental las peripecias de Hua Mulán, heroína del milenario folclore chino. Una joven mujer que decidía hacerse pasar por un hombre, con la intención de ocupar el lugar de su padre ante un reclutamiento militar para la guerra. En esa época, una acción que, de descubrirse, sería considerada como un crimen de alta traición, castigado con la muerte inmediata para ella y el deshonor perpetuo para su familia.
Las principales diferencias entre ambas versiones Disney son, exclusivamente, formales. En el campo narrativo, abandonando el influjo estilístico de Akira Kurosawa, oriental balance entre el pathos shakespereano y la crítica social del neorrealismo italiano, para abrazar fervientemente el decálogo del moderno cine de acción firmado por Zhang Yimou, pródigo en coreografías que hacen de las artes marciales un efecto especial digno del mejor cine fantástico. O sea, un volantazo que va de los contenidos dramáticos hasta los continentes capaces de estimular los sentidos. Un poco se entiende, es cierto. Después de todo, Kurosawa era japonés y Yimou es chino. Y Mulán está demasiado pendiente del qué dirán.
Por eso el tratamiento de los puntos neurálgicos de la historia: el rol de la mujer y la identidad de género. En el tiempo real en que transcurre la acción, pero mirado desde el espacio simbólico que demanda la actual militancia globalizada. De ahí que todo se explicite hasta el hartazgo, que aquello expuesto por la casualidad ahora sea resultado de la decisión personal, que se hayan borrado de cuajo los recursos cómicos del film animado, basados en la explotación visual del travestismo y la tensión sexual entre dos personas del (aparente) mismo sexo. Y la constitución de Mulán como una heroína feminista del siglo XXI, implantada con fórceps en las dinastías chinas del siglo IV a.de C. Al extremo de eliminar su título de princesa Disney, entendiendo (y haciendo entender) que ninguna mujer necesita de un hombre al lado para abrazar el destino que cada una haya elegido para sí.
Todo bien. Todo más que bien. Ideológicamente, Mulán es un minucioso y logrado trabajo de equilibrio, adaptación y traslación conceptual. Pero cinematográficamente es de una chatura irremontable. Predecible y aburrida, carente de interés, poco convincente. Mujer empoderada mata princesa; y eso se aplaude. Pero la corrección política, al menos en este caso, mata al arte. Y eso se sufre.
Fernando Ariel García
Published on December 14, 2020 17:16
December 8, 2020
Totem Extra Nº 15: Especial John Lennon. Autores: Andreas...
Totem Extra Nº 15: Especial John Lennon. Autores: Andreas, André Barbe, Enki Bilal, Christian Binet, Michel Blanc-Dumont, François Boucq, Max Cabanes, Daniel Ceppi, Florence Cestac, Didier Comès, Cosey, Philippe Delan, Jean C. Denis, Gérard Dewamme, Alain Dister, Dominique Douay, Philippe Druillet, Michel Duveaux, Jacques Ferrandez, F'Murr, Régis Franc, Fred, Luis García, Jean-Pierre Gibrat, Daniel Goosens, Got, Dominique Grange, Peter Hammil, Laurence Harlé, Jacques de Loustal, Lucques, Milo Manara, Diego A. Manrique, Frank Margerin, Chantal Montellier, Gérald Poussin, François Rivière, Daniel Rodolphe, Jean-Claude Servais, Romain Slocombe, Benoît Sokal, Jean Solé, Jacques Tardi, Martin Veyron, Violeff, Philippe Vuillemin, Marc Wasterlain. Portada: Liz Bijl (no acreditada). Traductor: No acreditado. 110 páginas en blanco y negro. Editorial Nueva Frontera. España, sin fecha (presumiblemente, abril de 1981).
Bang. Bang. Bang. Bang. Bang. Cinco tañidos de muerte que tiñeron de rojo la calle frente a uno de los portones de acceso al mítico edificio Dakota, en el corazón de Manhattan, la noche del 8 de diciembre de 1980 en que se paró el mundo, atronado por la tragedia y el ritmo periodístico que le sobrevino.
Dominique Grange (guion) y Jacques Tardi (dibujos)
De esos cinco tiros, cuatro dieron de lleno en el cuerpo del mito destinado a trascender como un nuevo mártir incombustible, incorruptible. Hombro, tórax, pulmón y arteria subclava izquierda. Por esas heridas se desangró John Lennon. Y por esas heridas se desangró también el sueño de una generación que se había animado a formular las demandas de un activismo global pacifista, reivindicador de los derechos civiles, primerizo defensor de las causas feministas y ambientales.
André Barbe
Además del estupor iniciático, del espanto frente a la brutalidad del hecho consumado y absoluto de esa muerte inesperada y traicionera, lo que mejor retratan las páginas calientes de este Totem Extra en homenaje al Dios del rock, es la sensación de abrupta horfandad, de arrebatado futuro, de abismal incerteza, que cayó como un balde de hirviente plomo derretido sobre el corazón y las conciencias de millones de hombres buenos y millones de mujeres buenas, a lo largo y ancho del planeta.
Enki Bilal
A cargo de un dream team de la historieta adulta europea de ese entonces, la revista española (traducción casi íntegra del (A Suivre) Special John Lennon con algunos agregados provenientes del Nº 60 deMétal Hurlant, ambas publicadas en Francia en enero de 1981, a un mes del asesinato) rinde homenaje al Lennon artista, por supuesto, pero sobre todo exhibe sus respetos hacia los ideales que Lennon había venido encarnando para aquellos jóvenes revolucionarios e inconformistas que creían posible el cambio de rumbo de la historia.
Jean-Pierre Gibrat
Al mismo tiempo, el conglomerado de historias cortas deja entrever la incredulidad generalizada frente a la naturaleza del asesino. Quien se había cargado al profeta de la nueva religión no era la CIA ni ninguno de los imperios conocidos y esperables. No, se trataba de un psicótico depresivo, paranoico y esquizofrénico, con antecedentes violentos, lector obsesivo del evangelio rebelde escrito por J.D. Salinger, agobiado por una culpa existencial que terminó alimentándose de su fanatismo por Lennon y los Beatles. Más que una oveja negra descarriada, un auténtico feligrés que había caído en desgracia antes de causar la desgracia. En completo control de sus facultades mentales, tal como declararía en más de una ocasión el propio Mark David Chapman.
Milo Manara
De todas formas, lo único importante de estos cómics es que, leídos cuarenta años después, con sus más y con sus menos, todavía se animan a reivindicar esa utopía sin cielos ni infiernos, sin países ni religiones, sin posesiones ni codicia ni hambre, sin motivos para matar o morir, con un mundo unido viviendo en paz. El sueño trunco de un soñador que, por suerte, no es el único. Fernando Ariel García

Bang. Bang. Bang. Bang. Bang. Cinco tañidos de muerte que tiñeron de rojo la calle frente a uno de los portones de acceso al mítico edificio Dakota, en el corazón de Manhattan, la noche del 8 de diciembre de 1980 en que se paró el mundo, atronado por la tragedia y el ritmo periodístico que le sobrevino.

De esos cinco tiros, cuatro dieron de lleno en el cuerpo del mito destinado a trascender como un nuevo mártir incombustible, incorruptible. Hombro, tórax, pulmón y arteria subclava izquierda. Por esas heridas se desangró John Lennon. Y por esas heridas se desangró también el sueño de una generación que se había animado a formular las demandas de un activismo global pacifista, reivindicador de los derechos civiles, primerizo defensor de las causas feministas y ambientales.

Además del estupor iniciático, del espanto frente a la brutalidad del hecho consumado y absoluto de esa muerte inesperada y traicionera, lo que mejor retratan las páginas calientes de este Totem Extra en homenaje al Dios del rock, es la sensación de abrupta horfandad, de arrebatado futuro, de abismal incerteza, que cayó como un balde de hirviente plomo derretido sobre el corazón y las conciencias de millones de hombres buenos y millones de mujeres buenas, a lo largo y ancho del planeta.

A cargo de un dream team de la historieta adulta europea de ese entonces, la revista española (traducción casi íntegra del (A Suivre) Special John Lennon con algunos agregados provenientes del Nº 60 deMétal Hurlant, ambas publicadas en Francia en enero de 1981, a un mes del asesinato) rinde homenaje al Lennon artista, por supuesto, pero sobre todo exhibe sus respetos hacia los ideales que Lennon había venido encarnando para aquellos jóvenes revolucionarios e inconformistas que creían posible el cambio de rumbo de la historia.

Al mismo tiempo, el conglomerado de historias cortas deja entrever la incredulidad generalizada frente a la naturaleza del asesino. Quien se había cargado al profeta de la nueva religión no era la CIA ni ninguno de los imperios conocidos y esperables. No, se trataba de un psicótico depresivo, paranoico y esquizofrénico, con antecedentes violentos, lector obsesivo del evangelio rebelde escrito por J.D. Salinger, agobiado por una culpa existencial que terminó alimentándose de su fanatismo por Lennon y los Beatles. Más que una oveja negra descarriada, un auténtico feligrés que había caído en desgracia antes de causar la desgracia. En completo control de sus facultades mentales, tal como declararía en más de una ocasión el propio Mark David Chapman.

De todas formas, lo único importante de estos cómics es que, leídos cuarenta años después, con sus más y con sus menos, todavía se animan a reivindicar esa utopía sin cielos ni infiernos, sin países ni religiones, sin posesiones ni codicia ni hambre, sin motivos para matar o morir, con un mundo unido viviendo en paz. El sueño trunco de un soñador que, por suerte, no es el único. Fernando Ariel García
Published on December 08, 2020 06:39
Totem Extra Nº 15: Especial John Lennon. Autores: An...
Totem Extra Nº 15: Especial John Lennon. Autores: Andreas, André Barbe, Enki Bilal, Christian Binet, Michel Blanc-Dumont, François Boucq, Max Cabanes, Daniel Ceppi, Florence Cestac, Didier Comès, Cosey, Philippe Delan, Jean C. Denis, Gérard Dewamme, Alain Dister, Dominique Douay, Philippe Druillet, Michel Duveaux, Jacques Ferrandez, F'Murr, Régis Franc, Fred, Luis García, Jean-Pierre Gibrat, Daniel Goosens, Got, Dominique Grange, Peter Hammil, Laurence Harlé, Jacques de Loustal, Lucques, Milo Manara, Diego A. Manrique, Frank Margerin, Chantal Montellier, Gérald Poussin, François Rivière, Daniel Rodolphe, Jean-Claude Servais, Romain Slocombe, Benoît Sokal, Jean Solé, Jacques Tardi, Martin Veyron, Violeff, Philippe Vuillemin, Marc Wasterlain. Portada: Liz Bijl (no acreditada). Traductor: No acreditado. 110 páginas en blanco y negro. Editorial Nueva Frontera. España, sin fecha (presumiblemente, abril de 1981).
Bang. Bang. Bang. Bang. Bang. Cinco tañidos de muerte que tiñeron de rojo la calle frente a uno de los portones de acceso al mítico edificio Dakota, en el corazón de Manhattan, la noche del 8 de diciembre de 1980 en que se paró el mundo, atronado por la tragedia y el ritmo periodístico que le sobrevino.
Dominique Grange (guion) y Jacques Tardi (dibujos)
De esos cinco tiros, cuatro dieron de lleno en el cuerpo del mito destinado a trascender como un nuevo mártir incombustible, incorruptible. Hombro, tórax, pulmón y arteria subclava izquierda. Por esas heridas se desangró John Lennon. Y por esas heridas se desangró también el sueño de una generación que se había animado a formular las demandas de un activismo global pacifista, reivindicador de los derechos civiles, primerizo defensor de las causas feministas y ambientales.
André Barbe
Además del estupor iniciático, del espanto frente a la brutalidad del hecho consumado y absoluto de esa muerte inesperada y traicionera, lo que mejor retratan las páginas calientes de este Totem Extra en homenaje al Dios del rock, es la sensación de abrupta horfandad, de arrebatado futuro, de abismal incerteza, que cayó como un balde de hirviente plomo derretido sobre el corazón y las conciencias de millones de hombres buenos y millones de mujeres buenas, a lo largo y ancho del planeta.
Enki Bilal
A cargo de un dream team de la historieta adulta europea de ese entonces, la revista española (traducción casi íntegra del (A Suivre) Special John Lennon con algunos agregados provenientes del Nº 60 deMétal Hurlant, ambas publicadas en Francia en enero de 1981, a un mes del asesinato) rinde homenaje al Lennon artista, por supuesto, pero sobre todo exhibe sus respetos hacia los ideales que Lennon había venido encarnando para aquellos jóvenes revolucionarios e inconformistas que creían posible el cambio de rumbo de la historia.
Jean-Pierre Gibrat
Al mismo tiempo, el conglomerado de historias cortas deja entrever la incredulidad generalizada frente a la naturaleza del asesino. Quien se había cargado al profeta de la nueva religión no era la CIA ni ninguno de los imperios conocidos y esperables. No, se trataba de un psicótico depresivo, paranoico y esquizofrénico, con antecedentes violentos, lector obsesivo del evangelio rebelde escrito por J.D. Salinger, agobiado por una culpa existencial que terminó alimentándose de su fanatismo por Lennon y los Beatles. Más que una oveja negra descarriada, un auténtico feligrés que había caído en desgracia antes de causar la desgracia. En completo control de sus facultades mentales, tal como declararía en más de una ocasión el propio Mark David Chapman.
Milo Manara
De todas formas, lo único importante de estos cómics es que, leídos cuarenta años después, con sus más y con sus menos, todavía se animan a reivindicar esa utopía sin cielos ni infiernos, sin países ni religiones, sin posesiones ni codicia ni hambre, sin motivos para matar o morir, con un mundo unido viviendo en paz. El sueño trunco de un soñador que, por suerte, no es el único. Fernando Ariel García

Bang. Bang. Bang. Bang. Bang. Cinco tañidos de muerte que tiñeron de rojo la calle frente a uno de los portones de acceso al mítico edificio Dakota, en el corazón de Manhattan, la noche del 8 de diciembre de 1980 en que se paró el mundo, atronado por la tragedia y el ritmo periodístico que le sobrevino.

De esos cinco tiros, cuatro dieron de lleno en el cuerpo del mito destinado a trascender como un nuevo mártir incombustible, incorruptible. Hombro, tórax, pulmón y arteria subclava izquierda. Por esas heridas se desangró John Lennon. Y por esas heridas se desangró también el sueño de una generación que se había animado a formular las demandas de un activismo global pacifista, reivindicador de los derechos civiles, primerizo defensor de las causas feministas y ambientales.

Además del estupor iniciático, del espanto frente a la brutalidad del hecho consumado y absoluto de esa muerte inesperada y traicionera, lo que mejor retratan las páginas calientes de este Totem Extra en homenaje al Dios del rock, es la sensación de abrupta horfandad, de arrebatado futuro, de abismal incerteza, que cayó como un balde de hirviente plomo derretido sobre el corazón y las conciencias de millones de hombres buenos y millones de mujeres buenas, a lo largo y ancho del planeta.

A cargo de un dream team de la historieta adulta europea de ese entonces, la revista española (traducción casi íntegra del (A Suivre) Special John Lennon con algunos agregados provenientes del Nº 60 deMétal Hurlant, ambas publicadas en Francia en enero de 1981, a un mes del asesinato) rinde homenaje al Lennon artista, por supuesto, pero sobre todo exhibe sus respetos hacia los ideales que Lennon había venido encarnando para aquellos jóvenes revolucionarios e inconformistas que creían posible el cambio de rumbo de la historia.

Al mismo tiempo, el conglomerado de historias cortas deja entrever la incredulidad generalizada frente a la naturaleza del asesino. Quien se había cargado al profeta de la nueva religión no era la CIA ni ninguno de los imperios conocidos y esperables. No, se trataba de un psicótico depresivo, paranoico y esquizofrénico, con antecedentes violentos, lector obsesivo del evangelio rebelde escrito por J.D. Salinger, agobiado por una culpa existencial que terminó alimentándose de su fanatismo por Lennon y los Beatles. Más que una oveja negra descarriada, un auténtico feligrés que había caído en desgracia antes de causar la desgracia. En completo control de sus facultades mentales, tal como declararía en más de una ocasión el propio Mark David Chapman.

De todas formas, lo único importante de estos cómics es que, leídos cuarenta años después, con sus más y con sus menos, todavía se animan a reivindicar esa utopía sin cielos ni infiernos, sin países ni religiones, sin posesiones ni codicia ni hambre, sin motivos para matar o morir, con un mundo unido viviendo en paz. El sueño trunco de un soñador que, por suerte, no es el único. Fernando Ariel García
Published on December 08, 2020 06:39
November 26, 2020
IN MEMORIAM: D10S (1960-2020)
Ayer lloramos con él. Hoy, lloramos por él. El mundo gráfico despide al 10 como se lo merece. A lo grande. Y con la emoción a flor de piel.

Rep





















Published on November 26, 2020 12:25
November 16, 2020
EMPEZÓ EL RODAJE DE "CAUSALIDAD", CON JUANA VIALE Y LAURA NOVOA
(Información de prensa) Comenzó el rodaje de Causalidad, una de las producciones pioneras en el periodo de post-cuarentena. Dirigida por Who, la película está protagonizada por Juana Viale, Laura Novoa, Pablo Mónaco, Esteban Bigliardi, María Soldi y Fabián Arenillas.
Cuando Claudia se presenta a una cita en un bar para conocer a Luis, que la contactó a través de Tinder, no se imagina lo que el destino le tiene preparado. Un secuestro que termina con una muerte inevitable. Una historia de venganza, suspenso, y giros sorprendentes, narrada en un único plano. "Desde muy chico que me atraparon los thrillers -confiesa Who-. Estudié admirando a Alfred Hitchcock y mi director favorito es David Fincher, ambos genios en el suspenso. Luego de 10 años filmado comerciales de televisión, me destaqué filmando humor en cine publicitario. Es por ello que me decidí a que mi opera prima, Soy tu Karma, fuera una comedia de enredos, la cual filmé en 2016 y se estrenó en 2017 en 40 salas del país. Luego de esta gran experiencia, quiero contar esta historia y dedicarme a profundizar este género. Para ello estudié minuciosamente mis películas favoritas para poder desarrollar un thriller que atrape al espectador y que nos cuente una gran historia". Causalidad está pensada en plano secuencia. No hay cortes intermedios. La cámara toma a los personajes que deambulan en este hospital, narrando una historia llena de suspenso e intriga. Se ensaya mucho previamente para, una vez en rodaje, conseguir la toma perfecta, donde todos entran a tiempo y nadie se equivoca. Es una coreografía, un baile sincronizado, donde se logra contar la película en un solo plano. Esta técnica tiene muy pocos precedentes en la historia del cine. Esto hace que se encare un proyecto único y muy complejo. Al estilo 2", la serie protagonizada por Kiefer Sutherland, la historia transcurre en tiempo real y el plano secuencia es fundamental para darle realismo y vertiginosidad a esta cuenta regresiva por saber la verdad y descubrir una trama oscura.

Cuando Claudia se presenta a una cita en un bar para conocer a Luis, que la contactó a través de Tinder, no se imagina lo que el destino le tiene preparado. Un secuestro que termina con una muerte inevitable. Una historia de venganza, suspenso, y giros sorprendentes, narrada en un único plano. "Desde muy chico que me atraparon los thrillers -confiesa Who-. Estudié admirando a Alfred Hitchcock y mi director favorito es David Fincher, ambos genios en el suspenso. Luego de 10 años filmado comerciales de televisión, me destaqué filmando humor en cine publicitario. Es por ello que me decidí a que mi opera prima, Soy tu Karma, fuera una comedia de enredos, la cual filmé en 2016 y se estrenó en 2017 en 40 salas del país. Luego de esta gran experiencia, quiero contar esta historia y dedicarme a profundizar este género. Para ello estudié minuciosamente mis películas favoritas para poder desarrollar un thriller que atrape al espectador y que nos cuente una gran historia". Causalidad está pensada en plano secuencia. No hay cortes intermedios. La cámara toma a los personajes que deambulan en este hospital, narrando una historia llena de suspenso e intriga. Se ensaya mucho previamente para, una vez en rodaje, conseguir la toma perfecta, donde todos entran a tiempo y nadie se equivoca. Es una coreografía, un baile sincronizado, donde se logra contar la película en un solo plano. Esta técnica tiene muy pocos precedentes en la historia del cine. Esto hace que se encare un proyecto único y muy complejo. Al estilo 2", la serie protagonizada por Kiefer Sutherland, la historia transcurre en tiempo real y el plano secuencia es fundamental para darle realismo y vertiginosidad a esta cuenta regresiva por saber la verdad y descubrir una trama oscura.
Published on November 16, 2020 12:24
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