Fernando Ariel García's Blog, page 217
January 15, 2014
JUAN GELMAN (1930-2014): TODO UN HOMBRE



Published on January 15, 2014 05:19
January 14, 2014
LO MEJOR DE MAITENA: MUJERES AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS

Gran lomo. Tanto, que me jugaría a decir que es el mejor lomo del año. Del que se fue y del que recién empieza. Lo cual habla de la sintonía entablada entre forma y contenido, entre el afuera y el adentro de este libro, Lo mejor de Maitena, que reconoce en la obsesión femenina por las formas del cuerpo (y la distribución de los kilos en ese cuerpo), una de las patas que define la conflictiva y estimulante relación que las mujeres entablan con(tra) ellas mismas. Antes, claro, de generar lazos con hijos, esposos, amantes, suegras, amigos, compañeros de trabajo, colegas, peluqueros, extraños, otras mujeres en su misma situación.

Selección realizada por la propia Maitena sobre el material que produjo para sus tres trabajos más populares y representativos, Mujeres alteradas, Superadas y Curvas peligrosas, el resultado final (prejuicio masculino incorporado) pareciera exponer el mecanismo neuronal de cualquiera de las mujeres que aparecen reflejadas en estas páginas. Anárquico, mezclando épocas y estilos, ocupado en cuestiones existenciales afines a la maternidad, el sexo, la edad, la moda, el consumo, la soledad, la depilación, todo junto y todo al mismo tiempo. Presionada por la tiranía (interna y externa) de los preceptos modernos que la obligan a ser bella, inteligente, divertida, exitosa, buena en la cocina y mejor entre las sábanas.

Biografía de las neuras femeninas de los ’90, vistas desde la madurez que aporta el paso (y el peso) de dos décadas, las historietas y el humor gráfico de Maitena (con los títulos más cortos, algunos globos y cuadritos eliminados, de acuerdo con lo que firma la autora en la contratapa) retratan quirúrgicamente las problemáticas, las preocupaciones y los puntos de vista de las mujeres de clase media en ámbitos domésticos, mientras siguen reflejando las conductas sociales y los comportamientos contemporáneos aún vigentes. La insatisfacción, el estrés, la angustia, la indecisión, los celos, las envidias, las compulsiones, pero sobre todo el deseo y la culpa. La búsqueda del amor y la felicidad, como si fueran la misma cosa.

La mirada, tierna y satírica, crítica y ácida, guarda cierta amargura nacida de la desesperación de ser quien nos ha tocado ser, pero mediada por la capacidad para reírse de uno mismo, con uno mismo y con los demás. Marca de fábrica del estilo Maitena, de la franqueza con que aborda los tópicos que bombardean la autoestima del mal llamado sexo débil, moldeando estereotipos que buscan replicar mujeres reales, de carne y hueso (y silicona y metacrilato y bótox). La asociación primaria del inconsciente colectivo mayoritario a la hora de definir lo femenino, que no lo feminista.

Y si a nivel estructural de la narrativa predominan los temas por sobre los personajes fijos es porque, en cierta medida, todas esas mujeres que se alternan son facetas de una única mujer, que puede ser tanto la autora como la lectora. Y es que, a pesar de los distingos entre una y otra, a todas pareciera ocurrirle lo mismo; y a todas pareciera afectarlas de la misma manera. La aglomeración de situaciones, que no es otra cosa que el incesante bombardeo de los mandatos culturales por sobre el cuerpo y la psiquis del género humano, cuando lo que está en construcción es la definición de una identidad inclusiva y respetuosa de las diferencias.Fernando Ariel García
Published on January 14, 2014 16:50
January 13, 2014
DETECTIVE COMICS (VOL. II) Nº 27: EL MURCIÉLAGO ETERNO

Cómo no aprovechar la volada. Gracias al relanzamiento de todos los títulos de DC en 2011, el volumen II de Detective Comics (cuyas siglas dieron nombre a la editorial) llega al número 27 en el arranque de este 2014, año en que se cumplen 75 años de la primera aparición de Batman en el mítico número 27 del primer volumen de la revista, allá por 1939. Y nada mejor para inaugurar un largo periodo de festejos, entonces, que este ejemplar especial por varios motivos. Por la cantidad de páginas, por el abanico de autores convocados; y por la calidad del resultado final, muy superior al obtenido por el celebratorio Batman Nº 700, en dónde el contenido no estuvo a la altura de la forma.


Esta vez, en lugar de un largo paneo expositivo sobre las distintas encarnaciones del Hombre Murciélago en el pasado, presente y futuro ficticios del Universo DC, se buscó hacer foco en la esencia ética del personaje, sin importar tanto quién (y cuándo) estuviera debajo de la capucha. Y como resultado aparecieron estas piezas, generalmente pequeñas y autoconclusivas, que se encargan de indagar las implicancias humanas de ser Batman, las motivaciones y alcances de su accionar, la influencia de su presencia y ausencia, el precio que debe pagar al asumir su sino oscuro.


Digamos aquí que las historietas, más allá de su independencia narrativa, se retraolimentan transversalmente en tres instancias básicas. La reconstrucción actualizada de secuencias históricas definitorias, hoy consideradas clásicas (como la primera aventura y el Dark Knight Returns, por nombrar un par); la evolución/involución del Hombre Murciélago, como personaje y como serie, abordada desde distintos niveles de autoconciencia de su naturaleza ficticia; y la comparación contrastada con el próximo gran arco argumental que recorrerá la familia de títulos regulares del superhéroe: Gothopia, un prometedor análisis de un Batman trasplantado a un medioambiente luminoso y abierto, utópico por lo que trae de ¿aparente? felicidad, progreso económico y desarrollo social.


Mediante distintos enfoques y confluentes tratamientos, mayormente liberados del lastre de una obligatoria continuidad canónica, los relatos crecen en representatividad icónica, sumando capas de lectura metahistorietística que operan sobre la naturaleza esencialmente trágica de Batman, elemento clave para comprender su longevidad. El (o los) superhéroes que pueblan estas páginas, se pasean por el drama y la comedia ligera, exhibiendo las máscaras que esconden el trauma original de ausencia y muerte, de dolor y placer culposo. Todo (o casi) contado desde la anécdota pequeña, minúscula y hasta intrascendente, pero que a nuestros ojos se abre revelando el verdadero alcance de la constitución identitaria de un mito moderno y global, capaz de sobreponerse a todas las variables industriales y creativas de las últimas siete décadas.Fernando Ariel García






Links: Batman Nº 222 (Beatles) Batman Nº 700 Batman ’66 Batman and Robin Batman Broken City: Ciudad quebrada Batman Flashpoint: El caballero de la venganza Batman: Hidden Treasures Batman Incorporated Batman: Odyssey Superman/Batman: Public Enemies DVD Wednesday Comics
Published on January 13, 2014 15:57
January 10, 2014
DUGONG Y MANATÍ: ABRIR LA PUERTA PARA IR A JUGAR

Hace mucho, mucho tiempo que no me divertía así con una historieta. Y cuando digo así, no me estoy refiriendo sólo a la cantidad y la calidad del entretenimiento encontrado, sino al tipo de diversión provista por estas páginas de Quique Alcatena, maestro cerrajero con las llaves para abrir los candados de mi adormilada inocencia infanto-juvenil. Será por el formato apaisado, que me llevó en un viaje temporal sin escalas a mi época de atiborrado lector de patoruzitos, don nicolas, pilusos e hijitus varios, paladines mexicanizados por la Editorial Novaro; y los infaltables libros amarillos de la Colección Robin Hood.

Es que las aventuras en formato tira diaria de Dugong y Manatí, pensadas y realizadas para la revista Comic.ar , zarpan desde los puertos del asombro y, en su travesía mar adentro, van hollando reconocibles (y reconocidos) territorios aventurables, con la naturalidad que sólo posee lo verdadero. Impulsado por los motores del ensueño, el barco de Alcatena pone proa a los acantilados de Salgari, el archipiélago de Segar, el fiordo de Verne, la prattiana costa de Ferro. Un mundo más grande (e interesante) que el real, cruzado multicuralmente por Charly García y los Beatles, Lovecraft y Bob Esponja, el libre fluir de la conciencia propuesto por la poesía beatnik.

Mirada adulta sobre la ingenuidad infantil, Dugong y Manatí discurre por las tranquilas aguas de una mitología costumbrista (¿o será costumbrismo mitológico?), abrevando y fusionando panteones superheroicos, pasos de comedia, intrigas policiales, horrores ancestrales y, por supuesto, peripecias marítimas. Géneros y personajes que engarzan mecanismos creativos autoconcientes de las propiedades metalingüísticas de la historieta. Suspensión del racionalismo que libera la ambigüedad del azar para (con)fundir lo incierto con lo dado por cierto.

Fieles a la identidad gráfica de Alcatena, las ocho aventuras completas que recupera este volumen, encuentran la belleza mediante el sabio uso de una ornamentación recargada (muy lejos de la innecesaria saturación), cuyas raíces se hunden en los imaginarios occidentales y orientales, en la mística hindú y el drama victoriano. Formando e informando a sus lectores, recuperan el sentido lúdico primigenio de las historietas, abriendo las puertas de la imaginación para que salgamos a jugar en el patio trasero de nuestros recuerdos más preciados.Fernando Ariel García

Otras obras de Alcatena:
Imperator
Hexmoor , en LancioStory
El Eternauta: El perro llamador y otras historias
Published on January 10, 2014 11:19
January 9, 2014
SWAMP THING Nº 1. LA SEMILLA DEL MONSTRUO

La Tierra está viva. Es una fuerza primordial que existe gracias a la interconectada red de sistemas ecológicos que permiten y favorecen su desarrollo. Y desde su lugar en el universo, ha venido generado las condiciones esencialmente necesarias para la evolución de las distintas especies que la pueblan, incluída la humana. Ahora bien, ¿qué pasaría si, además de estar viva, la Tierra pudiera reconocerse como ser vivo? Supiera que el futuro de las plantas, los animales, las tierras, las aguas y el aire que le son suyos, está en peligro, acechado por las prácticas destructoras del Hombre. Imaginemos que la Tierra es el Elemental que los cómics de DC bautizaron como Swamp Thing / La Cosa del Pantano; internémonos en la psiquis de esa deidad abstracta que supo ser hombre y planta (juntos y por separado) y tratemos de tomar la decisión que debe tomar. ¿Reestableceríamos el balance medioambiental a costa de la vida de millones de personas, incluídas nuestra pareja y nuestra hija?

Con toda la introspección realista que pueda caber en una historieta de género, a caballo entre los superhéroes y el horror psicológico, Andy Diggle y Enrique Breccia respondieron esta pregunta en el primer arco argumental del cuarto volumen de Swamp Thing, publicado por DC/Vertigo a partir de mayo de 2004, cuyas dos primeras entregas acaban de aparecer en los kioscos argentinos gracias a la filial sudamericana de la española ECC. Hecha con la necesidad de reestablecer cierto status quo para la prolongación de una serie regular abrumada por los picos creativos del pasado (sobre todo, la etapa guionada por Alan Moore), el cómic sabe que su destino final es una vuelta a las fuentes temáticas originales, reducción de poderes y recupero parcial del veterano panteón de personajes incluido. Pero en este trayecto, como en todos los viajes en que se conocen de antemano los puntos de partida y de llegada, lo interesante viene dado por las particularidades del recorrido. Y estas páginas nos garantizan, al menos, dos instancias trascendentales.

La primera es de orden artístico, ya que los dibujos de Breccia delimitan con parámetros de reconocimiento racional todas las formas y confines irracionales que la historieta planta en escenarios naturales y estadíos emocionales extremos. La segunda, en cambio, es de naturaleza filosófica; y tiene que ver con el planteo explícito sobre la responsabilidad moral de los detentores del poder para con las consecuencias derivadas de sus decisiones y sus acciones, sobre todo a la hora de optar por la transformación radical de la realidad. ¿Será acaso la conciencia del alcance de nuestros actos la que dirima este interrogante ético? Y si el ciclo de la Naturaleza contra la carne dependiera de la sublimación del Dios al Hombre, ¿no estaríamos plantando la semilla del Monstruo?Fernando Ariel García


Swamp Thing (vol. IV) Nº 1 y 2. Guiones: Andy Diggle. Dibujos: Enrique Breccia. Color: Martín Breccia. Portadas: Enrique Breccia. Editor: Will Dennis. 32 páginas a todo color. DC Comics / Vertigo. ISSN: 7-61941-23935-4. EE.UU., mayo a junio de 2004.
Published on January 09, 2014 14:24
January 7, 2014
LOS SÁBADOS SON COMO UN GRAN GLOBO ROJO: EL MUNDO CON OJOS DE HIJO

Una pelota en el pie. Una toalla como capa. Un libro que nunca termina y siempre está empezando. Las horas de caminata junto con mi abuelo, de Anchorena 1165 hasta la Plaza Once y de la Plaza Once hasta Anchorena 1165. Su voz áspera y cariñosa de gallego acostumbrado a trabajar como un burro. Los caramelos ácidos de limón que nos convidábamos cada vez que encontrábamos algo nuevo en el mismo camino de siempre. Uno por cuadra, uno por risa. Cuando era chico, los sábados representaban la medida de la aventura posible para mis expectativas. La capacidad de ver el mundo a través de los ojos de un adulto.

El último ensayo antes de grabar la pieza teatral que Radio Municipal iba a emitir la noche del lunes siguiente. La adrenalina de la luz roja que se enciende antes del primer parlamento. La red de seguridad de los compañeros, el permiso para hacer las piruetas más arriesgadas sabiendo que no voy a caer. La promesa de una noche amanecida entre karaokes, sangría ácida y alguna que otra mirada cómplice. Cuando era adolescente, los sábados representaban el ejercicio responsable de mi libertad. La capacidad de ver el mundo a través de los ojos de un rufián, de un héroe, de un muerto, de un traidor, de un payaso fracasado, de un amante pasajero, de la última escoria, de Dios.

Despertarme al lado de mi esposa y de mi hija, sin tener que salir corriendo a cumplir con las obligaciones. El desayuno compartido, en la cama. Comprobar que esa beba que supo ser se está haciendo nena. Sorprenderme con los pensamientos que hoy es capaz de formular aunque ayer no podía, con el sabor del viento en la cara al hamacarla, con las formas que toman las nubes cuando su voz las nombra, con sus primeras letras, con su sana anarquía a la hora de distribuir los colores en el espacio. Siendo padre, mis sábados representan el asombro constante del descubrimiento. La capacidad de mirar con ojos nuevos las mismas cosas y los mismos lugares de siempre.

Siempre me gustaron los sábados. Y ahora, me gustan todavía más. Son como un día de clases hecho sólo de recreos, o un día de vacaciones que empieza el viernes a la noche y termina el domingo a la tarde. Por eso disfruté tanto al leer con mi hija este milagro que Liniers encontró observando a sus hijas antes de pintarlo con tintas, acuarelas y gotas de lluvia. Publicado en septiembre en los EE.UU. en inglés y en castellano ( The Big Wet Balloon / El globo grande y mojado) por Toon Books, la editorial de Art Maus Spiegelman y su esposa Françoise Mouly, Los sábados son como un gran globo rojo es dulce, tierno, intimista, mínimo y absoluto. Está lleno de poesía inocente y aprendizajes fantásticos. Como la vida. Como el mundo visto por los ojos de un niño. Pero no de un niño cualquiera. De un hijo, que era algo inexplicable antes de este libro.Fernando Ariel García
Published on January 07, 2014 14:39
CUESTIONARIO MANECO: OSCAR GRILLO





Published on January 07, 2014 06:23
FELIZ 2014: SALUDOS DE LES HUMANOIDES ASSOCIÉS

Published on January 07, 2014 05:48
January 6, 2014
FROZEN: LIBERTAD SIN VUELTA ATRÁS

2 de enero. Primer día hábil del año. Algo de lluvia y un poco de frío matizan el bochornoso infierno en que se había convertido la ciudad de Buenos Aires. Demasiado viento como para ir a remojar los pies en la pileta, demasiada inactividad diaria como para pretender que mi hija (6 años recién cumplidos) se quede quieta dentro de la casa. La única salida posible (porque es la única que acepta) es la de ir al cine a ver la nueva película de Walt Disney, último (hasta la fecha) opus fílmico de la lucrativa licencia de las Princesas. Y allá voy, resignado a soportar Frozen: Una aventura congelada (Frozen, 2013), con la nena vestida de Valiente y la canción de Martina Violetta Stoessel taladrándome los oídos en continuado.

El panorama en la entrada del cine es peor. El vestido y la canción de mi hija aparecen multiplicados al infinito. Para cuando se apagan las luces, ya me ha ganado el desánimo. Estoy entregado. Y, de repente, el milagro. Un Mickey en blanco y negro como eran los mickeys de verdad, como el de los viejos cortos de Ub Iwerks, como el de las inmortales tiras de Floyd Gottfredson. Un Mickey pícaro, sarcástico, simple, original, divertido; en las antípodas del ratón lobotomizado de La Casa de Mickey Mouse que, cada noche, espera que los chicos del otro lado de la pantalla le vayan diciendo qué tiene que hacer.

El corto Es hora de viajar (Get a Horse!, 2013), pensado y dirigido por Lauren MacMullan (Avatar, Los Simpsons), es un maravilloso ejercicio técnico y creativo que homenajea y deconstruye al icono que cumple 85 años y a la mágica naturaleza del séptimo arte que supo encarnar. O sea, lo regresa a sus fuentes imprimiéndole la descontracturada modernidad que andaba buscando desde hace mucho, mucho tiempo. Uno no puede dejar de asombrarse con el desparpajo narrativo que propone Pete Pata de Palo en su recuperado rol de villano querible y desalmado, con la deliciosa venganza que propone una Minnie con el grado justo de perversidad, con la alegre nostalgia que aporta el conejo Oswald (primera creación de Iwerks y Disney, antes del ratón octogenario) y, si la ve en inglés, con la posibilidad de escuchar al propio Tío Walt prestándole su voz a Mickey, gracias al recupero y reutilización de audios originales de los años ’20 y ’30.

Muchas veces dije que no me gusta lo que representa Disney, los valores que prioriza y promueve, el imaginario que instala y perpetúa. Y no me cuesta afirmar que MacMullan acaba de taparme la boca con una altura tan impensada como inesperada. No sé que más proveerá este 2014 en materia de dibujos animados, pero no creo que nada pueda estar por encima de la frescura de Es hora de viajar, obra maestra que se apropia (para su gozo y el nuestro) de esa libertad sin vuelta atrás que canta Violetta en el tema principal de Frozen.Ahora que me doy cuenta, se me acabó el espacio y ni hablé de Frozen, la película que acompaña al corto de Mickey. Otra vez será.Fernando Ariel García
Published on January 06, 2014 13:19
FELIZ 2014: SALUDOS DE KARDO KOSTA
Published on January 06, 2014 07:39
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