Ramón Muñoz Carreño's Blog, page 4

January 8, 2014

Slender man, El Hombre Delgado

slendermanEn la entrada anterior hice referencia a un mito de creación relativamente reciente como Santa Claus, que en realidad no es mucho más antiguo que Tarzán o Sherlock Holmes. Y ya puestos podríamos continuar con otra invención, en este caso originada en el presente siglo, que casi parece una actualización del Hombre del Saco. Y como buena hija de nuestro tiempo su origen no podía dejar de estar relacionado con las nuevas tecnologías, ya que surgió en unos foros de Internet como una especie de broma a la que se le fueron añadiendo más y más contenidos hasta acabar creando toda una mitología de la nada.


Me estoy refiriendo al Slender man, El Hombre Delgado, una figura espectral, de gran altura y brazos inacabables que acecha a los niños para acosarlos o abducirlos. Quizás uno de los grandes aciertos del personaje sea ese rostro sin rasgos ni expresión, porque al no tener cara cualquiera puede imaginarle la que más aterradora le resulte. Como también me parece un acierto que aparentemente no haga nada excepto estar. Su simple presencia en una fotografía, o la simple sugerencia de su presencia, provocan más escalofríos que ninguna acción por horripilante que sea. De nuevo, todo o casi todo queda en manos de nuestra imaginación. Slender man es pura sugestión: no es lo que hace, es lo que tememos que ha hecho o podría hacer. Y el tercer elemento fundamental es el misterio. No se sabe qué es, no se sabe qué pretende, no se sabe cómo se le podría vencer. No se sabe por qué está ahí, por qué ha escogido a esas víctimas y no otras. Todo son preguntas y no hay ninguna respuesta.


El personaje  nació hace poco tiempo, en el año 2009. Y desde entonces ha ido extendiéndose paulatinamente, modestamente, sin pausa pero sin prisa. Primero unas cuantas fotografías trucadas. Luego una serie web, Marble Hornets, cuyo protagonista se tropieza por casualidad con Slender man mientras rueda un documental y comienza a ser acosado por él. Y varios video-juegos y puede que una película en el futuro cercano. El personaje tiene un potencial extraordinario aunque, como siempre, espero que nadie la fastidie empezando a enseñar demasiado. Ciertas cosas solo funcionan bien si se mantienen en segundo plano y Slender man es una de ellas.


Si os ha picado la curiosidad, aquí podéis ver las 80 entregas de Marble Hornets, que además de suponer una perfecta introducción al personaje funcionan bastante bien como historia de terror:  http://www.youtube.com/user/MarbleHornets


 


The post Slender man, El Hombre Delgado appeared first on Las sombras peregrinas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on January 08, 2014 13:16

December 26, 2013

El origen de Santa Claus

451px-Icon_c_1500_St_Nicholas


Dadas las fechas en las que estamos parece apropiado revisar uno de esos mitos asociados con la Navidad y que, como suele ocurrir en estos casos, ha acabado convirtiéndose en algo tan distinto de lo que fue en sus orígenes que resulta prácticamente irreconocible. El Santa Claus que todos tenemos en mente, vestido de rojo, tripón, subido a un trineo tirado por renos, es un invento relativamente reciente. Del siglo XIX, para ser exactos, al que se le fueron añadiendo detalles gracias a ilustraciones, almanaques, canciones, películas… Y como sucede con la mayoría de los mitos modernos fue creado en Estados Unidos y exportado al resto del mundo a lo largo del siglo XX.


Pero antes de Santa Claus hubo un San Nicolás que entregaba regalos a los niños el 6 de diciembre, y al que le cambiaron el nombre durante la Reforma protestante por aquello de que Lutero, que debía ser una persona más bien áspera, no aprobaba el culto a los santos. La fiesta era tan popular, sin embargo, que sobrevivió a la Reforma. Cambió el nombre del portador de regalos y cambió la fecha de entrega de los mismos, que pasó al 24 de diciembre, pero la fiesta persistió.


¿Y quién era ese San Nicolás que de protagonista de las ilusiones infantiles ha acabado convertido en una nota a pie de página? Se trataba de un monje armenio que vivió en el Asia Menor allá por el siglo III d.C. durante la decadencia del Imperio Romano. San Nicolás había heredado una pequeña fortuna de sus padres y dice la leyenda que ayudó a un vecino suyo que había entrado en bancarrota. El vecino tenía tres hijas a las que los acreedores pensaban llevarse para cobrarse la deuda. Había pensado en casarlas para evitar que fueran vendidas como esclavas o a algún burdel, pero no tenía el dinero para pagar sus dotes, algo imprescindible en la época. Y entonces fue cuando intervino San Nicolás. Entregó al atribulado padre una bolsa de oro por cada hija para que pudiera casarlas, aunque no le dio el dinero directamente, sino que colocó las bolsas en lugares donde pudiera encontrarlas fácilmente, de modo que no se supiese quién era el benefactor de aquella familia. Y ahí tenemos dos de las características fundamentales del mito: dar regalos y además hacerlo en secreto, sin que se vea al que los trae.


Con el tiempo San Nicolás ha caído en el olvido. Y en su lugar tenemos una figura sin apenas raíces pero que ha triunfado como si hubiera estado ahí desde siempre. Y es que la antiguedad, frente a lo que muchas veces se cree, no da más valor a los mitos.


The post El origen de Santa Claus appeared first on Las sombras peregrinas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 26, 2013 14:59

December 16, 2013

El hundimiento del califato (II)

granincendio


Acababa la primera parte de esta entrada explicando que la rebelión estalló en Córdoba durante la ausencia de Sanchuelo. Un príncipe omeya, bisnieto de Abderramán III, había aprovechado la ocasión para tratar de devolver a su familia el poder que Almanzor le arrebatase y para ello asaltó el Alcázar con sus partidarios. El califa Hisham, tan pusilánime como siempre, se apresuró a abdicar en su favor y el príncipe pasó a ser el califa al-Mahdi Billah, el guiado por Dios. Su siguiente medida fue ordenar el saqueo de Medina Zahira, la ciudad palatina que Almanzor había mandado construir como prueba definitiva de que él no se consideraba menos que nadie, ni siquiera menos que Abderramán III y su Medina Azahara. El pillaje duró cuatro días y fue tan absoluto que ni las ruinas nos han quedado para saber al menos dónde estuvo situada Medina Zahira.


Cualquier otro en su lugar se habría mantenido bien lejos, al menos hasta haber preparado una respuesta acorde al desafío, pero Sanchuelo eligió comportarse como un idiota hasta el último momento. Sin amilanarse porque la mayor parte de su ejército de mercenarios le hubiera abandonado, decidió reconquistar Córdoba con las limitadas fuerzas de las que disponía y a las primeras de cambio fue derrotado por el nuevo califa. Acabó con la cabeza ensartada en una pica, una recompensa lógica para alguien que cometió torpeza tras torpeza hasta el desastre final.


Por desgracia para los cordobeses habían saltado del fuego para caer en las brasas. Al-Mahdi Billah era tan estúpido y borrachín como Sanchuelo, y no supo parar a tiempo el odio generalizado hacia los mercenarios bereberes que constituían el grueso de su ejército igual que antaño habían sido el puntal del gobierno de Almanzor. A los andalusíes nunca les gustaron los norteafricanos, a los que tenían por unos salvajes de extrañas y detestables costumbres, y este sentimiento creció sin control bajo el reinado de Al-Mahdi hasta concretarse en terribles matanzas ejecutadas por un populacho ebrio de rabia. Los mercenarios bereberes huyeron en masa de la capital y pocos meses después proclamaron califa a otro príncipe omeya de nombre Suleyman. Su venganza fue terrible. Regresaron a Córdoba y se enfrentaron a aquella muchedumbre que había tratado de exterminarlos, obteniendo una resonante victoria. Al-Mahdi pudo escapar a Toledo, pero atrás quedaron miles de cordobeses que pronto perderían vida y hacienda a manos de los norteafricanos.


Al-Mahdi, como Sanchuelo antes que él, tenía dificultades para entender cuándo le convenía desaparecer para siempre. Así que reunió un ejército de mercenarios eslavos y catalanes y volvió a apoderarse de Córdoba. Pero fue una victoria efímera. Los bereberes consiguieron aplastar a las tropas de al-Mahdi cerca de Algeciras y continuó aquel juego macabro en el que cordobeses y bereberes se repartían alternativamente los papeles de víctimas y verdugos.


A partir de entonces la situación en Córdoba adquiere tintes de farsa siniestra. Mientras los guerreros norteafricanos asediaban la ciudad, una conspiración palaciega devuelve el trono a Hisham, que ya debía andar mareado después de tantos vaivenes, al mismo tiempo que al-Mahdi pasaba a ser una cabeza más bajo. Durante los tres años que duró el asedio la lista de las calamidades que tuvieron que sufrir los cordobeses fue interminable: hambre, pestes, inundaciones, luchas ciegas por el poder… Parecía que una maldición hubiera caído sobre Córdoba para despojarla de todo el esplendor que había acumulado en las décadas anteriores. Medina Azahara también fue arrasada, en esta ocasión por los enfurecidos bereberes. Y finalmente fue la propia Córdoba la que sucumbió, después de que un traidor abriera una de las puertas de la muralla a los sitiadores.


Cuando concluyó el saqueo de los conquistadores la ciudad estaba llena de escombros y cadáveres. Ya nunca volvería a ser lo que había sido. Pero si Córdoba subsistió, aunque con heridas que tardarían siglos en cicatrizar, no puede decirse lo mismo del califato. Tampoco Suleyman logró imponerse: aparecieron otros califas, algunos de ascendencia omeya, otros no, que disfrutaron breves periodos de gloria antes de ser depuestos o vencidos. Y en el año 1031 los notables de Córdoba decidieron hacer oficial lo que ya era más que evidente aboliendo el califato. El sueño de Abderramán I y de sus sucesores había concluido en pesadilla, ni sus peores enemigos habrían sido capaces de diseñar una destrucción tan definitiva. Esa etapa de la historia de al-Ándalus había acabado y comenzaba una nueva, la de los reinos de taifas.



The post El hundimiento del califato (II) appeared first on Las sombras peregrinas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 16, 2013 13:21

December 12, 2013

El hundimiento del califato (I)

OLYMPUS DIGITAL CAMERA




 En varias entradas anteriores he mencionado el fin del ambicioso proyecto político que inició Abderramán III. En otras palabras, el desmoronamiento del Califato de Córdoba. Cuarenta años después de su muerte todo lo que el califa construyó se había derrumbado, y quizá esto sea lo que definitivamente ensombrece su figura: A pesar de sus éxitos, Abderramán III fue incapaz de dejar un legado duradero tras él. El Califato de Córdoba acabó siendo un periodo bastante breve de la Historia de España que los musulmanes de épocas posteriores recordarían como una irrepetible Edad de Oro.




En este caso el fin no fue paulatino, no hubo una larga decadencia hasta la extinción definitiva como sí sucedería en el caso de los califatos abasí y fatimí o, mucho más tarde, con el imperio otomano. El final del estado omeya es, además de prematuro, brusco, brutal; el califato desaparece a hierro y fuego, desintegrándose en un puñado de reinos independientes cuya historia también sería corta.




Las causas de un cataclismo semejante son, por supuesto, demasiado numerosas y complejas para detallarlas en esta entrada. Permítanme, por lo tanto, que haga unas cuantas generalizaciones más bien groseras y que resuma los acontecimientos no menos groseramente. Y así, me atreveré a decir que el responsable máximo de la catástrofe es Almanzor, el arribista sin escrúpulos que logró convertirse en el califa en lugar del califa.


Almanzor






Además de ambicioso y despiadado, Almanzor fue uno de esos personajes que surgen de vez en cuando y que cambian el rumbo de la historia. De origen humilde, ascendió poco a poco por la maquinaria de la burocracia cordobesa hasta convertirse en el hombre más rico y poderoso de al-Ándalus. Y de ese modo, cuando falleció el califa al-Hakam II fue él quien impuso su voluntad a la hora de elegir al sucesor. Pero no eligió al candidato más prometedor. Muy al contrario, secundó a Hisham, por entonces solamente un niño, porque sabía muy bien que un soberano fuerte podía despojarle de sus privilegios. Y desde ese punto de vista resultó ser una decisión muy acertada, puesto que Hisham sería toda su vida un pelele manejado a su antojo por Almanzor y sus herederos.


No se detuvo ahí. Además de usurpar el trono, pues Almanzor era califa en todo menos en el título que ostentaba, quiso fundar una dinastía paralela a la de los Omeyas que perpetuase la forma de gobierno que había establecido. Y ese fue su gran error. Aún tardaría algún tiempo en hacerse patente, ya que Abd al-Malik, que sucedió a su padre como jefe político y militar de al-Ándalus, al menos era un buen guerrero y había aprendido de Almanzor las reglas básicas para mantenerse en el poder. Pero Abd al-Malik murió joven, quizá envenenado, y el siguiente en ocupar el cargo de primer ministro iba a ser otro de los hijos de Almanzor: Abderramán, apodado Sanchuelo por ser nieto del rey navarro Sancho, un idiota que además era bien conocido en Córdoba por ser un borracho y un mujeriego.




Estableciendo una forzada comparación con el Imperio Romano, si Almanzor fue Augusto, Sanchuelo fue Calígula. Debía pertenecer a la clase más peligrosa de tonto, los que no saben que lo son. Y como tal, en el año 1009 d.C. hizo precisamente aquello que Almanzor no se había atrevido nunca a hacer: forzar al califa Hisham a que le nombrara su heredero. Esto suponía acabar de un plumazo con la farsa que Almanzor y Abd al-Malik habían conservado cuidadosamente para envolverse en una aureola de legitimidad. Pero a Sanchuelo, demasiado estúpido para entenderlo, no le bastaba con el título de primer ministro. Además de gobernar en la sombra quería ser el verdadero califa, reconocido por todos.




Un hombre más hábil tal vez habría logrado salir airoso de la pirueta. Por desgracia Sanchuelo era simplemente un vividor con unas ambiciones que no se correspondían con sus capacidades. Por toda Córdoba circulaban rumores sobre su impiedad y su afición a los placeres, y a Sanchuelo no se le ocurrió nada mejor para atajar las críticas que reverdecer los triunfos conseguidos por su padre organizando una expedición militar contra los reinos cristianos del norte. Pero lo hizo en enero en lugar de en primavera, que era tradicionalmente la época elegida para realizar dichas expediciones, y el osado aprendiz de califa descubrió muy pronto el motivo de esta costumbre. Después de arrastrarse por caminos llenos de barro y perderse con todo su ejército al ser sorprendido por tremendas tormentas de nieve, regresó a Córdoba sin haber llegado siquiera a entrar en contacto con el enemigo.




Y en Córdoba se encontró con que había estallado la rebelión durante su ausencia.









The post El hundimiento del califato (I) appeared first on Las sombras peregrinas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 12, 2013 11:07

December 9, 2013

El día después

IMG_1249


Aparecer en televisión es toda una experiencia, desde luego. Para los que no estamos acostumbrados a estas lides casi todo supone una sorpresa: que te maquillen, que te peinen, descubrir cómo son las partes de un estudio de televisión que nunca aparecen en pantalla, etc., etc.


En mi caso, todas esas sorpresas fueron agradables. No puedo por menos que dar gracias a los productores y directores del programa por la forma en la que me trataron, del mismo modo que tengo que agradecer a su presentadora, Mª José García, su amabilidad y los conocimientos que demostró acerca de mi novela, no solo durante la entrevista sino también durante la charla previa. Aparte de los nervios típicos de ponerse delante de las cámaras, algo que no hago todos los días, la grabación fue un auténtico placer gracias a la labor del equipo que hace el programa.


Y después de este prolegómeno ya solamente me queda dejar el enlace al programa del pasado día 5 de diciembre, mi intervención comienza aproximadamente en el minuto 44:


rtve.es/v/2197530/ 


The post El día después appeared first on Las sombras peregrinas.

1 like ·   •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 09, 2013 12:36

December 4, 2013

Entrevista en La aventura del saber

Por desgracia no quedan muchos programas culturales en la televisión patria, pero al menos los que sobreviven mantienen con mucha dignidad el pabellón. Uno de ellos es La aventura del saber, de TVE2, que lleva la friolera de 21 años en antena. Algo que debería darnos motivos para la esperanza: si un programa como este lleva tanto tiempo emitiéndose sin interrupción es que quizá no todo esté perdido en nuestro país.


El caso es que mañana, 5 de diciembre, los responsables del programa me van a hacer el honor de entrevistarme con motivo de la publicación de El brillo de las lanzas. El programa comenzará a las 10:00 de la mañana y puesto que TVE tiene la buena costumbre de colgar los programas emitidos en Internet, en cuanto esté disponible el link lo pondré en este blog para todos los que esteis interesados y no podais ver la entrevista mañana.


'La aventura del saber - Web Oficial - RTVE_es' - www_rtve_es_television_la-aventura-del-saber


The post Entrevista en La aventura del saber appeared first on Las sombras peregrinas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 04, 2013 12:14

December 1, 2013

Kairo (2001)

1373839007029


Hay películas que te atrapan por lo que cuentan, otras por cómo te lo cuentan y algunas por introducir en tu mente imágenes que nunca podrás olvidar, por mucho que te empeñes. Y no me estoy refiriendo a imágenes que simplemente te producen asco o repulsión, como es tan frecuente en ciertas películas de terror que buscan “el más difícil todavía”. Me refiero a imágenes que te sugieren algo que no sabrías describir con precisión, pero que de cualquier forma te causa pavor. En el caso de Kairo, imágenes que te sugieren desesperación, soledad, una pesadilla hecha de materiales perfectamente mundanos.


Dicen que uno de los grandes males de la sociedad japonesa es la soledad. Una tasa de suicidios elevadísima o fenómenos como los de los hikikomori parecen respuestas extremas en una sociedad en la que existen graves problemas de comunicación entre las personas. Y una película como esta parece también inspirada por dichos problemas. Porque de lo que habla sobre todo Kairo es de incomunicación: una incomunicación y un aislamiento tan espantosos que muerte y vida se convierten en indistinguibles. Ambas son igual de tenebrosas, ninguna ofrece escapatoria.


El argumento de Kairo no es especialmente original. Se trata del fín del mundo. Y además ese fín del mundo se produce porque los muertos comienzan a regresar al mundo físico. Pero no estamos ante una película de zombis. Ni mucho menos. Aquí no hay gore, prácticamente no hay sangre. Estos muertos, que llegan a nuestro mundo a través de Internet, se limitan a vagar por las ciudades, tan solos como lo estuvieron cuando vivían. Y al mismo tiempo que los muertos vuelven, los vivos se desvanecen, como si una epidemia inexplicable les hiciera convertirse ellos también en fantasmas.


Entre medias unas cuantas imágenes inolvidables. Esas personas que se convierten en sombras, esas habitaciones selladas con cinta roja. Esas misteriosas páginas web que nos muestran un Más Allá mucho más temible que las clásicas visiones del Infierno, llenas de demonios que torturan a sus víctimas durante toda la eternidad. No hay que buscarle un significado a lo que sucede o preguntarse por qué sucede. Para disfrutar Kairo simplemente hay que dejarse llevar por esa tristeza sin límites que se extiende como una plaga por las esquinas de un Japón desolado.


Bienvenidos al fín del mundo

                                     Bienvenidos al fín del mundo


 


The post Kairo (2001) appeared first on Las sombras peregrinas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on December 01, 2013 13:00

November 28, 2013

Entrevista en 20 minutos

www_20minutos_es_noticia_1990742_0_brillo-lanzas-novela-historica_rebeldia-alandalus-



La entrevista a tamaño completo aquí: http://www.20minutos.es/noticia/19907...


The post Entrevista en 20 minutos appeared first on Las sombras peregrinas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 28, 2013 22:36

November 24, 2013

Los Cármatas

9783894846060


De los diversas sectas ismailitas que aparecieron durante el siglo IX d.C. en tierras del califato abasí, entre ellas los Fatimíes a los que dediqué una entrada anterior, pocas tan fascinantes como los Cármatas. Su origen puede situarse en el establecimiento de una especie de base de operaciones ismailí en Salamiyeh (en la actual Siria) desde la que comenzaron a enviar en secreto misioneros por todo el Islam propagando sus creencias.


Uno de los lugares donde estas semillas hallaron arraigo fue  el sur de Irak. Allí un campesino de Kufa llamado Hamdan al-Qarmat (En árabe qarmat significaba “caminar” o “dar pasos cortos”) fue convertido al ismailismo y a su vez comenzó a convertir a los campesinos y tribus de la zona, preparando el retorno del Mahdi. Debió sorprenderle bastante recibir una carta años después firmada nada más y nada menos que por el mesías prometido. Hamdan envió a uno de sus lugartenientes a Salamiyeh para investigar este suceso y aquel regresó con la noticia de que al-Mahdi, el futuro califa fatimí en el norte de África , había reclamado para sí el imanato.


A Hamdan no le hizo ninguna gracia la noticia y el resultado fue una escisión dentro del ismailismo. Se desvinculó por completo de Salamiyeh e inició una guerra por su cuenta contra los Abasíes, desapareciendo poco después. Su desaparición no supuso el fin de los Cármatas, ni mucho menos. Tras ser derrotados en Irak se desplazaron a Bahrein, donde los debilitados Abasíes ya no ejercían ningún control. Y en Bahrein fundaron un estado propio, tratando de crear una sociedad utópica en la que algunos han querido ver una suerte de comunismo primitivo.


A partir de ese momento, y sobre todo durante el tiempo en que su lider fue el sanguinario Abu Tahir, los Cármatas se convirtieron en el terror de Arabia. Puesto que consideraban la peregrinación a La Meca una superstición atacaban las caravanas de peregrinos, asesinando a miles de ellos. Estuvieron a punto de tomar Bagdad y en el año 929 d.C. conmocionaron al mundo musulmán saqueando La Meca. Además de cegar el pozo de Zamzam con los cadáveres de sus víctimas, destrozaron la puerta y el velo que cubría la Kaaba y se llevaron consigo la Piedra Negra, que conservaron en su poder durante veintidos años hasta que la devolvieron a cambio de un jugoso rescate, fragmentada en siete pedazos.


Abu Tahir aún tendría que dar una muestra más de su peculiar forma de ser durante su periodo como líder de los Cármatas. En el año 931 d.C. llegó a la conclusión de que un muchacho persa era el esperado Mahdi e hizo que le sustituyera al frente de la secta. Por desgracia el joven no debía estar en sus cabales, pues su conducta fue tan extravagante que solo ochenta días más tarde Abu Tahir se vería obligado a asesinarlo.


Los años siguientes serían también exitosos para los Cármatas. Lucharon contra Abasíes y Fatimíes, conquistaron Damasco y poco faltó para que conquistasen también El Cairo. Pero su época había pasado. Comenzaron a sufrir derrota tras derrota y a partir del año 988 d.C. perdieron casi toda su importancia. Aún sobrevivirían cien años más como un poder local sin apenas importancia hasta que los Abasíes consiguieron acabar con ellos por completo, vengándose por fin de las tremendas humillaciones que les habían inflingido en el siglo anterior.



The post Los Cármatas appeared first on Las sombras peregrinas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 24, 2013 12:48

November 19, 2013

Noroi (2005)

noroi-original


Hoy voy a cambiar radicalmente de tercio. Ni voy a hablar de Historia ni de El brillo de las lanzas, sino de una de mis películas de terror favoritas de todos los tiempos. Como ya supondréis por el título de la entrada, me refiero a Noroi, una película japonesa dirigida en el año 2005 por Koji Shiraishi.


Los aficionados al terror recordarán que durante unos años el J-Horror pareció ser la gran esperanza de renovación del género. Después del éxito en Occidente de Ringu (1998) comenzaron a llegar títulos orientales en masa a los video-clubs (que en aquella época todavía no estaban en peligro de extinción), y aunque no todos eran buenos, tuvimos acceso a joyas como Ju-On, Kairo (a la que también le dedicaré una entrada algún día), Dark Water o Cure.


Como suele ocurrir con estos fenómenos, el interés por el cine de terror japonés se fue difuminando poco a poco, en parte porque los elementos que al principio parecían novedosos dejaron de parecerlo con el tiempo y en parte porque los productos procedentes del Extremo Oriente ya no tenían la calidad de antaño, repitiéndose con demasiada frecuencia fórmulas que ya resultan trilladas (más fantasmas con el pelo largo no, por favor).


Curiosamente la película que hoy traigo a la palestra no es de las más famosas, pero a mí me encanta. Y me encanta sobre todo porque pocas películas he visto que me hayan asustado como lo ha hecho Noroi. Y si yo veo cine de terror es sobre todo buscando ese momento en el que se te hiela la sangre en las venas y recuerdas lo que era ser niño y no  atreverte a mirar debajo de la cama por miedo a lo que pudiera haber ahí debajo. Y Noroi tiene dos momentos de esos. Bueno, tiene más, pero sobre todo dos.


El argumento es bastante complejo y no creo que pudiese hacerle justicia al resumirlo, así que me limitaré a decir que se encuadra en el sub-género del falso documental. En este caso se trata de un documental que sigue la investigación desarrollada por un experto en fenómenos paranormales. Una investigación que le acaba llevando a sitios muy oscuros. Y cuando digo muy oscuros, lo digo en serio. Meses después de haber visto la película aún me estremecía recordando cualquiera de los dos finales.


Es una lástima que Koji Shiraishi no haya dirigido más películas de esta calidad, aunque Occult (2009) no está nada mal. Pero su obra maestra es Noroi, para mí de lo mejorcito que ha producido el cine de terror asiático. Que no os asuste su metraje ni la aparente falta de conexión entre los hechos que se producen en la primera mitad. Más adelante todo encaja. Y cómo.


 Ya verás lo que te espera, majete

                          Ya verás lo que te espera, majete


The post Noroi (2005) appeared first on Las sombras peregrinas.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on November 19, 2013 12:37

Ramón Muñoz Carreño's Blog

Ramón Muñoz Carreño
Ramón Muñoz Carreño isn't a Goodreads Author (yet), but they do have a blog, so here are some recent posts imported from their feed.
Follow Ramón Muñoz Carreño's blog with rss.