Víctor Fernández García's Blog, page 5
April 29, 2023
La banda sonora de La Taberna
La Taberna es un libro muy actual para mí.
Si cuando vio la luz, hace más de un lustro, resultaba todo un escalón evolutivo frente a su novela precedente en la Saga Identidad, hoy en día podríamos decir que la luz de su farolillo tan característico brilla con luz propia.
No nos engañemos, no se trata de un brillo cegador y apabullante.
‘La Taberna: Una libreta para el recuerdo’ tiene en el grito ahogado que representa la información necesaria para entender su discreta naturaleza.
Se trata de una novela que sabe emerger de los pozos existenciales con mayor éxito que ‘La Cabaña’. Pausada, con el aroma al café recién hecho de la madrugada o las primeras horas del día o de la tarde, propone un viaje que no va a necesitar de los vertiginosos raíles de las montañas rusas literarias.
Resulta diferente si la medida la hacemos de su componente emocional.
El viaje de Joel, así como su propio ejercicio de escritura, van a ser nuestra espada y escudo ante rivales muy difíciles, tanto como los que la Identidad fue forjando desde buen comienzo en sus páginas.
Ahora le toca el turno a la banda sonora.
Nuevamente con un teclado sintetizador Akai MPK mini y siendo, en esta ocasión, Garage Band el programa elegido, propongo peinar los grises más destacados del libro.
Así pues, ejecutando una regresión en el camino instrumental que abrimos no hace mucho, el primer paralelismo a tener en cuenta en esta musicalización literaria es, sin duda, la simplificación.
Creo que el piano, como instrumento principal e hilo conductor de cuanto se intenta transmitir, resulta una elección de lo más acertada.
El resto de los elementos, así como la misma trama de la novela, están y seguirán estando al alcance de cualquiera que desee adentrarse en sus compases y páginas. Del mismo modo que lo que supuso para mí, como autor y persona, anida en lo más hondo de mi corazón.
¿Qué hay de bonito en unos grises abruptos en contraste con el tono de apagado yermo mayoritario? Podría preguntarse alguien...
Lo bonito del origen de la primera luz siempre pasa por la pureza de una época bendecida con la juventud. Una suerte de rejuvenecimiento, en ocasiones contra natura, que no solo hace de sólido escalón en el proceso vital de los implicados. También actúa como un diamante en sí mismo. Una experiencia destinada a ser observada, escrita, leída y escuchada.
Feliz escucha.
Feliz lectura.
April 17, 2023
BSO de la Saga Identidad | Una nueva y emocionante aventura
Ahora que estoy dando mis primeros pasos en el territorio de la composición musical, lo cierto es que mi foco creativo rápidamente se ha dispuesto apuntando de pleno a mi obra literaria.
Concretamente hacia la Saga Identidad.
Un trabajo que me va a tener, como mínimo, bien entretenido y, a buen seguro, saboreando las mieles de la emoción, la novedad y la aventura.
Este proyecto me emociona sobremanera por varios motivos.
Uno es el regreso desde el nuevo enfoque que proporciona la experiencia.
Otro podría ser, perfectamente, el ver que tras imaginar sobre el papel un concepto, este puede extrapolarse de su entorno natal para migrar a uno nuevo.
Un tercer y último ejemplo de la emoción que me transmite la composición musical tiene que ser, cómo no, el hecho de que todo fluya de la forma en que lo hace. Pues las horas se me pasan volando ya sea ideando, tocando, montando o rectificando. Ya sea debatiendo aspectos varios y pormenores concretos con mis consejeros de guerra, armando los videos finales o tratando de compartir mi trabajo. Se trata de un proceso delicioso. Grácil, liviano y muy agradable.
Decía que viene impregnado del aura de lo novedoso.
Eso se debe a que hará escasos meses que me lancé a tratar de comprender a un pequeño sintetizador llamado Akai MPK mini.
Mis primeros pasos en la composición musical más recientes a nivel personal se remontan a mi infancia, donde junto a mis primos aporreábamos un Casio que aún me trae grandísimos recuerdos. El resto, observación y escucha ciegas. Digo esto porque mi oído musical y sentido del ritmo siempre han sido, siendo generoso al decirlo, algo discutibles. Pero eso sí, siempre he disfrutado muchísimo de la música en general y las bandas sonoras en particular.
Todo esto nos lleva irremisiblemente al aspecto aventurero de esta empresa.
Cuando uno da inicio a un nuevo camino va a tener que luchar, estar al loro y ser receptivo, sin que con ello el ego se desmorone hasta aplastar la ilusión e iniciativa propias.
Viniendo de la literatura no es que sea un reinicio lo que uno afronta, sino más bien un super enriquecedor cambio de punto de vista desde el que revisarlo todo. Y todo esto, para un bipolar que puso buena parte de sí mismo a lo largo de los seis volúmenes que componen la Identidad, cae tan bien como la esperadísima agua de mayo.
Emoción, novedad y aventura.
¿Qué más se puede pedir?
La lista de reproducción que figura más abajo contiene la exploración de los primeros cimientos a tener en cuenta para esta BSO tan especial.
‘Niño en el laberinto helado’, ‘La Sombra’ y ‘Grande y pequeño’ pertenecen a la banda sonora del libro ‘La cabaña: El oscuro laberinto de la psicosis’. Apenas son unas primeras propuestas, pero ya intuyo a través de ellas la verdadera dimensión de lo que pretendo sacar adelante.
Si algo es seguro, es que va a ser un largo camino.
Espero, querido lector, que decidas acompañarme.
Ya no solo con tu vista, sino también con tu oído.
Felices lecturas.
Felices escuchas.
April 9, 2023
Bipolar Music
El trastorno bipolar resulta tan complejo en su desarrollo como variopintos son los estados por los que navega. Hipomanía, manía, psicosis, episodio mixto, depresión o depresión mayor son solo algunos de los cimientos asociados a la condición bipolar. A partir de ahí, como un poderoso árbol invisible, las ramificaciones habrán de conducirnos por todo un abanico de síntomas y consecuencias tales como alucinaciones, alteración de patrón del sueño, aparición de megalomanía o mesianismo, consumo abusivo de tóxicos y, sin olvidarnos de la otra cara de la moneda, el hundimiento progresivo de una psique enterrada en ingentes cantidades de pastillas y medicaciones varias.
Como afectado por la bipolaridad de tipo 1, no solo conozco sobradamente en qué consisten dichos episodios, sino que, en los quince años transcurridos desde el diagnóstico, he tratado de plasmar dicha realidad mediante las letras.
Muchos han sido los ensayos construidos a tal efecto. Vueltas y vueltas de tuerca en busca de forjar de modo hiperrealista algo que pudiese servir de reflejo para una sociedad aún demasiado ciega y asustada al respecto.
Ahora, ya incluso con una saga finalizada de novelas llamada Identidad bajo el brazo, siento que, quizá, sea hora de comenzar desde cero. Para ello, cómo no, no hay nada mejor que cambiar tanto el escenario como la disposición de las piezas. No sólo eso, sino que el propio teclado va a verse transformado en esta nueva excursión que ya me ha transmitido incluso las mieles de sus primeras nuevas brisas.
Ahora el teclear genera sonido.
Un pequeño sintetizador llamado Akai MPK mini, junto con el software MPC Beats, pasa a primera línea a la hora de intentar definir la bipolaridad.
El proyecto contempla la creación de algo así como una gran enciclopedia sonora.
Los estados, sintomatología y consecuencias citados antes quizá tan solo supongan la punta del iceberg. La verdad es que no sé si estaré a la altura de lo que requiere la empresa, puesto que la hipersensibilidad emocional habitual entre bipolares resulta, a menudo, muy delicada y profunda. Dibujarlo en el lienzo de las notas musicales va a requerir, seguramente, de mucho más que buena actitud y horas de empeño. Sin embargo, en ello estamos ya, querido lector, con montajes subidos al canal principal como este del que dispones a continuación:
INSTRUMENTAL MANIC DEPRESSION
Bipolar Mood Swings
Part 1
Esta es la propuesta.
Representa el inicio de un camino que, como toda senda, no podemos saber a dónde conducirá. Lo que está claro es que, perteneciendo a su rama artística correspondiente, la práctica en la creación de música no puede ni destruir ni ser autodestructiva. Más bien, todo lo contrario.
Para estos montajes he invertido una cantidad de horas considerable. Y me he quedado con muchas ganas de más. Componer canaliza de una forma de lo más agradable. La sensación de asistir a algo nuevo y casi mágico aún no se me ha quitado. La verdad, espero y deseo que nunca lo haga.
INTRUMENTAL MANIC DEPRESSION
Bipolar Mood Swings
Part 2
Por último, ya no serán palabras lo que añadiré, sino una lista de reproducción con montajes audiovisuales para cada una de las piezas presentes en el canal oficial de Bipolar Music.
Te animo a visitar el canal de Youtube de Bipolar Music y sumarte a esta aventura musical tan emocionante.
March 22, 2023
Leyendas de Animalia | Construyendo el mundo
La construcción de un mundo literario tiene algo en común sea cual sea el género que se vaya a frecuentar: La aventura.
Ya desde el tierno comienzo en el que el escritor ubica su mente en un nuevo lugar, algo muy mágico acontece. Sí, pronto el calzado de variopintos personajes no solo pisará esas tierras, sino que probablemente ya serán más suyas que del autor. Podrán pasar trazos de ilustrador, mil líneas de trama y múltiples diálogos, pero habrá algo de inmutable naturaleza en todo ello. El mundo, cada pequeña parte de él, dispondrá de su propia autonomía. Pues si bien la acción podrá conducir al lector por las sendas que deba surcar, los diferentes parajes van a seguir ahí, y no precisamente aguardando o suspirando por un regreso de los focos creativos.
Leyendas de Animalia toma arranque en Villa Bigotes, unas tierras que habrán de valernos de perfecto ejemplo para lo que tratamos de exponer.
Calles tranquilas con tierra por pavimento y marcada tendencia al reposo de mente, cuerpo y alma.
Ese es el origen.
Un chasquido cuya naturaleza hay que repartir entre lo neuronal y lo etéreo. El trabajo del artista moldeado por las musas. El barro de un molde infinito que, en un momento dado, tiene a bien entregarnos una pequeña porción para que intentemos crear.
Es así como conocemos Villa Bigotes Largos y Villa Bigotes Mojados.
Aunque si bien nuestra cabeza puede volar como si de un águila mecánica se tratase, aunque sus alas puedan ir propulsadas por altas velocidades en campos como la concepción o visualización de escenarios, no estaríamos hablando de aventura alguna si no pudiésemos darnos el capricho de recorrerlo todo a pie.
Cuando pienso en Animalia siento como si un soplo de aire fresco ventilase muchos de los rincones que antaño lucían bastante más oscuros en mi cabeza. Y es que el mero sendero que separa Villa Bigotes de su bosque adyacente ya me regala el sonido de una cascada cercana, acelerándome el pulso mientras recorto la distancia a los amplios páramos que conectan con Villa Bigotes Largos. Ahí el viento sopla fuerte. Navega limpio y surca el ambiente con, nunca mejor dicho, aires de novedad.
Como si el propio mundo no solo cobrase vida a cada paso mental que lo recorre, sino que saludase a cada lector cual mar hablando abiertamente con aquel que lo contempla.
La creación es un campo que puede estudiarse desde multitud de prismas.
Sin entrar en demasiada profundidad de análisis, no cabe duda de que el más venerado es el que equipara al hombre con su creador.
Hay algo de místico en fraguar mundos literarios. Mucho de alquímico.
Piezas de todos los tamaños y constituciones, pasadas por la batidora de un cerebro que, a su vez, puede haber sido gestado de igual modo que la concepción de dicho puzle.
Parece una danza, un ecosistema en el que las hormigas humanas gozan de tal autonomía como para poder lanzarse a emular a sus padres, entregando nuevo material a sus hijos. Tanto literal como metafóricamente, cada escenario que creemos podrá descomponerse en nuevas partes de otros todos... Aunque gocen de buen comienzo de una identidad real, fuerte y sólida.
La aventura de dibujar nuevas realidades donde solo hay lienzos de invisible blanco la llevamos a cabo cada noche, simplemente con cerrar los ojos. Esos esquíes soñadores que se deslizan por las pistas de nuestros anhelos más sinceros antes de que durmamos, no son más que la prueba fehaciente de que, sea cual sea el género que peine puntualmente nuestra vida, siempre nos quedará el goce del tacto del pincel con el que hemos nacido.
March 15, 2023
Mis rese��as: 'La melanc��lica muerte de Chico Ostra' (Tim Burton)
LA MELANC��LICA MUERTE DE CHICO OSTRA
por Tim Burton
Cada uno tenemos un hogar al que desear��amos regresar.
Por muy luminoso que sea lo que nos sonr��a, es inevitable con el paso de los a��os experimentar el peso de la p��rdida y el sabor amargo de la melancol��a.
Sin embargo, curiosamente, en ocasiones esos lugares que llamamos hogar adoptan formas de lo m��s extra��as o, cuanto menos, peculiares.
Es el caso del universo de Tim Burton.
Una mente que podr��a juzgarse como turbia, gris��cea e incluso siniestra, pero que para m�� representa un manantial de la m��s carism��tica ternura.
La mente de este genio viviente,
Atrapa y encandila.
Te seduce con hermosos garabatos,
Eres su espectador de primera fila.
���La melanc��lica muerte de chico ostra��� supone un viaje por las alocadas neuronas de su autor. No digo por su alma o su coraz��n, pues a buen seguro la primera est�� hecha de chicle de fresa y lo segundo sea un transistor trucado. Adem��s, el chicle probablemente est�� pisoteado y el transistor encargado de palpitar, averiado.
As�� podr��a seguir, horas y horas.
Como, estoy seguro, que tantos y tantos individuos hemos hecho a lo largo de la dilatada obra de Tim Burton y de este libro en concreto.
Tiene a��os su Chico Ostra, pero envejece de la mejor manera. Es curioso que el trazo del autor tratando de engullir un largo futuro para su criatura haya logrado precisamente lo contrario.
Supongo que es lo que tiene mimar con cari��o la inspiraci��n. Regar de buen hacer aquello que tengan a bien soplarnos las musas. Vientos que suelen ser bien dispares seg��n quien los perciba, y que en el caso que nos ocupa, llevaron al autor a un mundo sin igual.
Nos esperan en esta cuidada edici��n por parte de Anagrama un magn��fico pu��ado de historias. Semillas con vistas a grandes tramas, as�� como tramas apasionantes que pasan a morar nuestros corazones como peque��as joyas de la mejor s��tira.
S��, algunos de nosotros s�� tenemos coraz��n. Y doy gracias de que artistas como el que nos ocupa tengan a bien clavarnos de vez en cuando un buen vud��.
Mis reseñas: 'La melancólica muerte de Chico Ostra' (Tim Burton)
LA MELANCÓLICA MUERTE DE CHICO OSTRA
por Tim Burton
Cada uno tenemos un hogar al que desearíamos regresar.
Por muy luminoso que sea lo que nos sonría, es inevitable con el paso de los años experimentar el peso de la pérdida y el sabor amargo de la melancolía.
Sin embargo, curiosamente, en ocasiones esos lugares que llamamos hogar adoptan formas de lo más extrañas o, cuanto menos, peculiares.
Es el caso del universo de Tim Burton.
Una mente que podría juzgarse como turbia, grisácea e incluso siniestra, pero que para mí representa un manantial de la más carismática ternura.
La mente de este genio viviente,
Atrapa y encandila.
Te seduce con hermosos garabatos,
Eres su espectador de primera fila.
‘La melancólica muerte de chico ostra’ supone un viaje por las alocadas neuronas de su autor. No digo por su alma o su corazón, pues a buen seguro la primera esté hecha de chicle de fresa y lo segundo sea un transistor trucado. Además, el chicle probablemente esté pisoteado y el transistor encargado de palpitar, averiado.
Así podría seguir, horas y horas.
Como, estoy seguro, que tantos y tantos individuos hemos hecho a lo largo de la dilatada obra de Tim Burton y de este libro en concreto.
Tiene años su Chico Ostra, pero envejece de la mejor manera. Es curioso que el trazo del autor tratando de engullir un largo futuro para su criatura haya logrado precisamente lo contrario.
Supongo que es lo que tiene mimar con cariño la inspiración. Regar de buen hacer aquello que tengan a bien soplarnos las musas. Vientos que suelen ser bien dispares según quien los perciba, y que en el caso que nos ocupa, llevaron al autor a un mundo sin igual.
Nos esperan en esta cuidada edición por parte de Anagrama un magnífico puñado de historias. Semillas con vistas a grandes tramas, así como tramas apasionantes que pasan a morar nuestros corazones como pequeñas joyas de la mejor sátira.
Sí, algunos de nosotros sí tenemos corazón. Y doy gracias de que artistas como el que nos ocupa tengan a bien clavarnos de vez en cuando un buen vudú.
Mis rese��as: 'Piel de Asno' (C��cile Roumigui��re & Alessandra Maria)
PIEL DE ASNO
por C��cile Roumigui��re & Alessandra Maria
Acabo de cerrar un volumen de espectacular acabado. Una lujosa edici��n que, en el momento inaugural, me ten��a sumido en la duda de si su contenido iba a estar a la altura. De si mis expectativas se ver��an colmadas ahora que me hab��a decidido a aventurarme en su historia.
Pues bien, tras la lectura de Piel de Asno, no me cabe duda de que he vivido un viaje de igual mimo a la delicada belleza de todas y cada una de sus ilustraciones.
Si este libro fuese un barco, el lapso de tres a��os que ha tardado en llegar a mis costas tiene su propia historia. Capitaneado por la escritora C��cile Roumigui��re, construido por la ilustradora Alessandra Maria y enarbolando con orgullo la bandera del ahora comandante Benjamin Lacombe, la llegada de este nav��o no hace sino que sellar mis labios, oblig��ndome a entrar en, m��s que un an��lisis, la contemplaci��n de su recuerdo.
Muchos cuentos, tras la traves��a que conlleva su gesta, vienen cargados tanto de luz como de oscuridad. Luces y sombras que, en ocasiones, juegan con los elementos m��s evidentes en busca de la transgresi��n descarada de la moral y la ��tica de los lectores. A menudo, la luz es tan bella como delicada y ef��mera, mientras que la oscuridad mora en profundidades dantescas mientras teje el origen y apogeo de su maldad.
En Piel de Asno no ocurre as��.
Mediante una trama sobradamente humana, la obra mece su esencia en unas aguas inmortales. F��cilmente reconocibles de forma atemporal, y con una brutal capacidad de volatilizar la paz de cualquier lector deseoso de, a priori, vivir un viaje tranquilo.
Ojo, aqu�� vamos a encontrar paz a raudales.
Belleza y luz. Sutileza y aromas. Delicadeza y armon��a.
Como danzando sobre un t��mido oleaje, todo elemento luminoso del que podamos tener sed al contemplar este volumen terminar�� por saciar nuestros sentidos... Sin por ello perder de vista lo dem��s.
Un resto que no significa ni relleno, ni complemento, ni contrapeso.
Aqu�� las sombras, como he mencionado antes, son las mismas que cualquiera de nosotros va a poder ver en su realidad o so��ar en sus pesadillas. Demonios con la horrible forma de las peores bajezas humanas. Y, en medio de todo ello, como cosido en mareas submarinas... Magia a raudales.
Yo no s�� si las reminiscencias a otras historias que s�� conoc��a de antemano ha puesto su granito de arena en mi juicio. No s�� si las corrientes de esta flamante edici��n de Edelvives me han conducido a leer impresionado las conclusiones que acompa��an al libro.
Lo que s�� s�� es que los espejos no enga��an.
Si me mirase a uno ahora mismo, con este nuevo barco literario atracado en el puerto de mi memoria, ver��a una sincera sonrisa ante un trabajo efectuado con mimo, pasi��n y perfeccionismo.
Mis reseñas: 'Piel de Asno' (Cécile Roumiguière & Alessandra Maria)
PIEL DE ASNO
por Cécile Roumiguière & Alessandra Maria
Acabo de cerrar un volumen de espectacular acabado. Una lujosa edición que, en el momento inaugural, me tenía sumido en la duda de si su contenido iba a estar a la altura. De si mis expectativas se verían colmadas ahora que me había decidido a aventurarme en su historia.
Pues bien, tras la lectura de Piel de Asno, no me cabe duda de que he vivido un viaje de igual mimo a la delicada belleza de todas y cada una de sus ilustraciones.
Si este libro fuese un barco, el lapso de tres años que ha tardado en llegar a mis costas tiene su propia historia. Capitaneado por la escritora Cécile Roumiguière, construido por la ilustradora Alessandra Maria y enarbolando con orgullo la bandera del ahora comandante Benjamin Lacombe, la llegada de este navío no hace sino que sellar mis labios, obligándome a entrar en, más que un análisis, la contemplación de su recuerdo.
Muchos cuentos, tras la travesía que conlleva su gesta, vienen cargados tanto de luz como de oscuridad. Luces y sombras que, en ocasiones, juegan con los elementos más evidentes en busca de la transgresión descarada de la moral y la ética de los lectores. A menudo, la luz es tan bella como delicada y efímera, mientras que la oscuridad mora en profundidades dantescas mientras teje el origen y apogeo de su maldad.
En Piel de Asno no ocurre así.
Mediante una trama sobradamente humana, la obra mece su esencia en unas aguas inmortales. Fácilmente reconocibles de forma atemporal, y con una brutal capacidad de volatilizar la paz de cualquier lector deseoso de, a priori, vivir un viaje tranquilo.
Ojo, aquí vamos a encontrar paz a raudales.
Belleza y luz. Sutileza y aromas. Delicadeza y armonía.
Como danzando sobre un tímido oleaje, todo elemento luminoso del que podamos tener sed al contemplar este volumen terminará por saciar nuestros sentidos... Sin por ello perder de vista lo demás.
Un resto que no significa ni relleno, ni complemento, ni contrapeso.
Aquí las sombras, como he mencionado antes, son las mismas que cualquiera de nosotros va a poder ver en su realidad o soñar en sus pesadillas. Demonios con la horrible forma de las peores bajezas humanas. Y, en medio de todo ello, como cosido en mareas submarinas... Magia a raudales.
Yo no sé si las reminiscencias a otras historias que sí conocía de antemano ha puesto su granito de arena en mi juicio. No sé si las corrientes de esta flamante edición de Edelvives me han conducido a leer impresionado las conclusiones que acompañan al libro.
Lo que sí sé es que los espejos no engañan.
Si me mirase a uno ahora mismo, con este nuevo barco literario atracado en el puerto de mi memoria, vería una sincera sonrisa ante un trabajo efectuado con mimo, pasión y perfeccionismo.
February 15, 2023
Punto de no retorno
Estudiando, una vez más, diferentes enfoques para analizar la problemática existencial a la que está atada la bipolaridad, me he dado cuenta por enésima vez de algo: El trastorno maníaco depresivo es un acordeón que exagera y reduce, respectivamente, los momentos de euforia y las fases depresivas de todo ser humano.
Este enfoque inclusivo me aleja momentáneamente de la ira y el odio ante la incomprensión que sufrimos todos aquellos que pisamos las arenas movedizas de la salud mental.
Ando soñando de forma recurrente con una temprana época de mi pasado.
Los ingredientes son actuales, las emociones del campo onírico también, aunque no así los maltrechos escenarios en ruinas que tratan de ilustrar la decadencia de lo que tanto brilló.
Y para mí, que he recorrido el modelo de circuito de salud mental varias veces, resulta evidente que todas esas pesadillas y sueños vívidos no son más que la punta de un iceberg enorme, profundo y significativo.
Se trata del punto de no retorno.
Muchos de los que aquejamos problemas mentales achacamos a ese concepto buena parte de nuestra carga depresiva y, por tanto, gran parte de nuestras excursiones a las nubes invisibles de los cielos más altos. Esos que descargan tormentas psicóticas que empapan el barro de nuestras miserias, atrapándonos largo tiempo e inmovilizándonos ahí donde otros corren, saltan y ríen.
Sin embargo, ¿Cuánto hay de auténtico en esas carcajadas? ¿Cuánto de saludable en sus carreras? ¿Cuánto de valor humano en sus brincos dentro del sistema?
Me pregunto a menudo qué ocurriría conmigo de no haber brotado el trastorno latente que, desde niño, me hacía caminar por los senderos de la locura. También cuestiono si, antes de mi punto de no retorno, verdaderamente había un futuro, con sus anhelos y esperanzas intactos.
Todo ello me lleva a pensar en la misma naturaleza de ese punto maldito.
En si a base de máscaras y disfraces, como si de un macabro carnaval se tratase, la sociedad trata desesperadamente de desmarcarse de un hecho tan lapidario y funesto. De dejarle el marrón a los que, diagnóstico de papanatas profesional en mano, sí habrán de llevar el concepto casi que con un post-it en la frente.
Punto de no retorno.
¿De no retorno a dónde?
¿A infancias burbuja en las que ganar tiempo antes de que la jungla se nos trague?
¿De no retorno a qué?
¿A una senda de ilusa y vana esperanza henchida en optimismo ciego?
Los bipolares ciclamos anualmente a esa burbuja de sobreprotectora superioridad. A esa dosis de furiosa ambición desmedida. Y, créeme, querido lector, que ese lugar nunca ha existido como tal.
Solo es un estado mental, un punto en el mapa de la psique humana, que algunos tratarán de diagnosticar y medicar, otros comprender y algunos descifrar.
Sin embargo, para los que tratamos simplemente de avanzar, crecer y superar con tal de ganarnos cierta paz, ese punto de no retorno no merece ser considerado como tal.
APUNTES DE IRA
Ya nadie me escucha.
Solo es una sensación tan refutable como los dedos que podrían alzarse negándolo. Y tendrían razón.
No obstante, es mi responsabilidad atajar esa sensación y tratar de dibujarla con hiperrealismo.
Cuando las pesadillas llegan acompañadas de malos presagios, y los lobos dejan de agazaparse oliendo la debilidad que necesitan para desenmascararse, es el momento de poner los puntos sobre las íes.
El trastorno maníaco depresivo, señoras y señores, mutila y destruye a cotas que solo los bipolares conocemos. Los cimientos de vidas diseñadas para volar se ven dinamitados para que la escoria de la sociedad pueda eyacular su mierda sobre nuestros hombros aprovechándose de la situación.
Cobardes como solo su cinismo permite, guardan silencio mientras nuestras fases maníacas iluminan la monotonía de la perenne oscuridad en la que viven.
Saben perfectamente que el mundo está diseñado para penalizar la autenticidad y premiar lo que va de cara a la galería.
Pues bien, por un momento, querido enemigo, saborea.
Ojalá y esa selfie revelase el demonio del que tratas de protegerte con tu fe hipócrita. Ojalá y se te tragase entero para que pudieses fotografiar el excremento resultante que no es más que el asqueroso reflejo de tu alma.
¿Ahora sí escuchas con atención, verdad?
Pues tranquilo, aquí lo único que pasa es que todos van a mirar para otro lado mientras un trastorno incomprendido siega vidas, aniquila esperanzas y erige montañas a los que más ya han peleado.
Buenos días País de Nunca Jamás.
Repasando mis furiosas notas de hace apenas una jornada, me pregunto cuál es la verdadera esencia del punto que no admite retorno alguno.
¿Estamos en la tesitura de tener que establecerlo en el instante en que nacemos?
Si el infinito, lo eterno, lo divino y la nada entran en juego, este artículo se habrá de desvanecer junto al estado de ánimo que, en vísperas primaverales, se me escapa entre los dedos como fina arena.
Como especie, como conjunto condenado a convivir o coexistir, debemos respetar ciertas normas y códigos morales. Y nada tienen que ver con los impuestos por los canales oficiales.
Nuestro código ético debe ser tan estricto como la complejidad de nuestra mente, la profundidad de nuestro corazón y lo antiguo de nuestra alma puedan llegar a dictaminar. Solo así estableceremos los puentes que habrán de llevarnos a una correcta evolución, permitiendo a su vez que los simios, insectos y demás basura disfrazada con aspecto humano pueda también aprender, mejorar y, a la postre, servir para algo más que la servidumbre a un egoísmo sectario.
¿Dónde pues establecemos el punto de no retorno?
En la memoria colectiva.
Con el mapa inventado, con los circuitos sociales premeditadamente estudiados y finalmente dispuestos, todos los individuos no podemos aspirar más que a ser cromos repetidos de vidas pasadas que nada han aprendido.
La solución al circuito de trampas de hámster en el que vivimos, que nos condena a arrastrar depresiones y contener los impulsos de la agresividad que nos termina pudriendo el interior, pasa por escapar de él.
¿Y cómo se da la vuelta a esa tortilla?
¿Cómo se pide permiso o turno en una escalera tan llena de lameculos oteando las nalgas de los que se creen blindados en la falsa nobleza de su escalada?
Si prendemos fuego al circuito, su madera arderá.
Si todos morimos, alguien podrá ver que había mucho más fuera de los márgenes de lo que nos han preparado. Y mientras avanzamos más allá del siguiente punto de no retorno, una última cuestión quedará sobre la mesa: ¿La historia de la humanidad es un ensayo con seres de laboratorio? ¿Es la moneda el queso?
February 11, 2023
Mis rese��as: 'Blacksad 5: Amarillo' (Juan D��az Canales & Juanjo Guarnido)
BLACKSAD 5
Amarillo
por Juan D��az Canales & Juanjo Guarnido
Escribir, ese universo lleno de posibilidades.
He le��do la sinopsis de este quinto volumen de Blacksad justo antes de introducirme en sus p��ginas. Y lo primero que he hecho es lanzar una carcajada. Por la primera ocurrencia y por la simpat��a de la escena inicial. Por lo familiar y el reencuentro con un mundo, ya hace tiempo, muy especial para m��.
La escritura es bien sabido que supone un arma de doble filo.
Lo saben los lectores, fieles escuderos de aquellos que se lanzan a garabatear sus mentes con tal de sacar un manuscrito limpio.
Lo saben los seres cercanos a la figura del escritor, habitualmente tan torturada y machacada por su propia presi��n, que el resultado final hace tan especial como abrumadora la tarea de seguirle la estela.
C��mo no, lo sabe el propio artista de las letras. Mucho hay de noche en vela y ojeras ah�� donde se suele ver nada m��s que el traje a llevar en el evento de turno donde recopilar, ensalzar y jactarse de multitud de an��cdotas.
Por todo eso, cuando he le��do en esa sinopsis acerca del escritor maldito, una sonrisa se me ha escapado justo antes de esa primera carcajada de pura camarader��a con Juan D��az Canales y Juanjo Guarnido.
No puedo imaginar cu��n felices deben sentirse cada vez que sus manos acarician el lomo de uno de sus tomos. Uno a uno, brillan con luz propia, y como no pod��a ser diferente, este Amarillo lo hace refulgiendo con especial vivacidad para los fieles de la saga.
Enfocado como un periplo de descanso para nuestro detective felino, el argumento de esta entrega supone un in crescendo delicioso en cuanto al ritmo de la problem��tica que se gesta. Un conflicto en ciernes que sabr�� tocar palos muy bien enmarcados en esa idea inicial de someter a John a unas aventuras en una suerte de exilio de lo visto hasta ahora en Blacksad.
Lo que no se distancia ��pice alguno de su nivel de calidad es la ilustraci��n. El desfile de recursos en protagonistas y escenarios habla por s�� mismo desde el nacimiento de esta obra, y para un ojo novato e impresionable en la materia, casi que solo me queda decir al respecto que, ojal��, si esto tiene que ver un final, no ser�� porque no vaya a quedar inmortalizado en mis recuerdos.
La escritura enmarca muchos frentes. Y, aunque no siempre se trate de ���poes��a y cojones���, como citan en Amarillo, mucho de lo que gesta estos comics estoy seguro de que nace de una locura idealista. De un sentido del perfeccionismo enfermizo y dif��cil de manejar por lo vol��til de su naturaleza.
Puede que s��.
Puede que siempre se trate de algo parecido a esa poes��a y a esos cojones. Pero darlo por hecho nos aleja de la responsabilidad con la ternura, las amistades, la familia y, en definitiva, el alma del circo en el que estamos todos inmersos.
El mismo circo que espera en Amarillo y que, si te gusta Blacksad, no puedes perderte.


