Víctor Fernández García's Blog, page 2
May 22, 2024
Leyendas de Animalia | Desarrollando el mundo
Hacepoco más de un año nos reunimos, querido lector, para divagar un poquito entorno a un ensayo titulado ‘Construyendo el mundo’. En él, creamos una danza entorno a algunos personajes y escenarios de Leyendas de Animalia.
Transcurridoalgún tiempo, siento la necesidad de empapar nuevamente de tinta sedante lapluma de la retrospectiva. Amparado por la hoguera de las fases más bajas del estadode ánimo, su crepitar me conduce indefectiblemente a un lugar ya conocido pormuchos lectores. Se trata de El Ternero.
Cuandonació el proyecto de estas leyendas, los focos apuntaron con gran fuerza aVilla Bigotes. Lugar en el que conviven unos seres que, pese a tomarse muy enserio sus nobles objetivos, no dejan de dar con situaciones tan hilarantes comodesternillantes.
El Ternerotambién dispone de un riego constante de humor, para que engañarnos. Sinembargo, creo que el ronroneo de la musa felina que acompaña a mi teclearapunta indefectiblemente a que, en este bloque de Animalia, moran ingredientesun tanto diferentes.
De lastres historias que han visto la luz dentro del marco de El Ternero, no hay unasola que no me haya puesto, sino unas buenas lágrimas en el rostro, sí unenorme puño en la garganta bien al diseñarla, bien al forjarla. La lista deLaClasse, El sistema del gusano y Las Cuerdas de la locura beben de un mismo manantial.El drama, ese antiguo conocido que suele convertirse en un viejo aliado, llamócon tanta fuerza a las puertas creativas de la saga, que no solo obtuvo todo unsector del mundo, sino también un nuevo estilo. Más elegante, más pausado eintrospectivo.
Ya nosolo hablo de personajes principales. Si bien es cierto que tanto LaClasse Dumontcomo Guzha Niyo, tanto Cuco Nicola como las Cuerdas, se muestran aquejados delúgubres realidades iniciales, es el propio El Ternero el que parece, siempre,tratar de brillar en condiciones un tanto abruptas. Como un sol que se abrepaso a contracorriente entre crecientes nubarrones. Con una carga perenne deincertidumbre y desazón, que encuentra motor en el latido de una convicción yesperanza ciegas.
¿No tesuena de algo?
Podríarecordar al manido viaje del héroe.
Noobstante, un cuervo que compite al Cacahuete engullido en su universidad, unpueblo ávido de crear una comunidad audiovisual o una banda de músicos pacientesde psiquiátrico entregada en cuerpo y alma a la composición de su gran fuga,son elementos en clara disonancia y rebeldía con todo cuanto uno pueda esperarde las tramas iniciales.
Ese es,considero, el principal encanto del bloque de El Ternero. El sello de estevolantazo enmarcado en las Leyendas de Animalia no es otro que el juego decontrastes. Y es que… ¿Cuándo la luz puede brillar más si no es ante crecientesgrises y oscuros?
A menudo,damos por sentado que la escala de grises es un buen lugar donde morar. Que sunaturaleza tendiente al equilibrio es una carta segura. Un buen acordeón con elque tocar nuestra melodía vital. Pero no siempre logramos resistir la postergaciónde lo que termina siendo un túnel sin aparente salida. Y, al igual que nosotros,los protagonistas y personajes de El Ternero tienden a buscar el dinamitado desu realidad, cueste lo que cueste.
Lanarrativa breve presenta entre su elenco de dificultades una muy clara ydestacable: Los tiempos de cocción. Para un bloque como el que nos ocupa, esoes algo muy importante a tener en cuenta. Queremos que el lector se sientaincómodo, ávido por saber, apremiado a resolver y urgido a recapacitar una vezlogra ver como el telón se dispone a bajar por el horizonte de la conclusión.
VillaBigotes supo resolver de forma holgada dicho conflicto.
Tanto ‘Ramírezy el volcán’ como ‘Un misterio de lo más Funesto’, así como ‘Las alas del amor’y ‘El devorador de estrellas’, presentaron estructuras multiformes, aunquecompartiendo avances vertiginosos e imparables. Improvisación y tenacidad sedieron la mano, como si el autor, la ilustradora, los personajes y toda Animaliaen sí misma remasen a una.
  
ElTernero es diferente.
Es comoaquí, en una posición de subterfugio, el rasgar de la pluma contra el pergaminoquisiera hacerse escuchar a su vez. Si bien se trata en todo momento de manteneruna esencia global, también es cierto que la universidad UNPICO, el pueblo dePaso Alegre o el hospital Hatoda Pastiyah gozan de, por así decirlo, una mayoridentidad. Una vida propia más profunda, compleja y devastadora. Como si elpeso de nuestra realidad hubiese encontrado una grieta en la fantasía másdisparatada.
Es medianteesta sutileza desde donde quise construir esta extensión del mundo de Animalia.
Evidentemente,va a ir a caballo entre el origen y el destino que ya empieza a vislumbrarse enla lejanía de mis cavilaciones.
No haynada más emocionante que sentir como los grandes continentes de un mundo enormecomienzan a desplazarse indefectiblemente sobre sus placas neuronales.
Novamos a montar Pangea, desde luego, pero sí vamos a construir Animalia entretodos, en un ejercicio inolvidable de alianza entre pluma, lápiz y lectura.
Conesto despido este segundo ensayo entre líneas.
Estallamada invisible a ti, querido lector, que tanto me empujas a sentarme,incluso en el gris más disimulado, cruel y despiadado que mi mente pueda llegara sentir.
El crepitardel fuego se ahoga mientras este se apaga.
Un nuevodía nace. Nuevas oportunidades.
Nuevashistorias.
  
  
Puedes leer 'Construyendo el mundo' siguiendo este enlace
March 29, 2024
¡Bienvenidos a Sagrada Esparta!
  
  
Recuerdo cuando el niño nació.
Si hubiese nacido pequeño o raquítico, cosa que en efecto hizo, le habría dotado de la mejor de las armas en estos tiempos de alto consumo y aún mayor inmediatez: La paciencia.
Si hubiese nacido enfermizo o deforme, cosa que efectivamente hizo, lo último que habría hecho habría sido descartarlo.
Así es.
Los primeros mandamientos espartanos, discutidos.
Recuerdo cuando el proyecto comenzó a crecer en redes sociales.
Son un territorio que suele obligar a las iniciativas a luchar, a pasar hambre y, de ser necesario, a matar.
Castigados a golpes de vara y látigo, los fundadores de Sagrada Esparta fuimos adiestrados para no sentir dolor, ni piedad. Y no pasó mucho tiempo hasta que fuimos abandonados a nuestra suerte. Dejaron que midiéramos nuestra fuerza e ingenio con la furia de la naturaleza.
Recuerdo cuando el gigantesco lobo olfateó nuestra presencia desamparada.
Todos la conocemos. Se trata de una bestia temible. La siega de los sueños que estiran hacia la superficie las intenciones más nobles. El ancla del navío de la esperanza. Guadaña de ilusiones, tierra yerma, futuro vacuo.
Sin embargo, nuestro pulso fue firme.
Nuestra forma física, perfecta.
Han pasado cinco años desde entonces.
Un lustro en el que, a nuestra vez, hemos tenido hijos. Concretamente, seis fanzines que, bajo el nombre ‘Las Termópilas’, nos han llevado de forma indefectible a la guerra. Si bien unas veces el enemigo se muestra esquivo o invisible, no nos cabe duda de que es tan inmenso como apabullante.
Aunque, nuevamente, nuestro pulso no tiembla. Las alianzas se multiplican y, cada vez, más corazones se alzan desde pechos henchidos de orgullo y pasión.
Ya no sé si somos 300 o 10000. Solo sé que nuestro rival, al igual que el monstruo que nos quiso engullir, se ha percatado de nuestra presencia.
Ha mordido el anzuelo.
Antes de que el cansancio cause mella en nosotros, el muy loco nos envía lo mejor que tiene.
No vamos a deponer nuestras armas.
Evidentemente, van a tener que venir a por ellas.
Todos nos hemos acostumbrado a dormir de forma pésima, a comer cuando y como se pueda, a movernos tanto agazapados como erguidos.
Sí, nos hemos hecho a la guerra de guerrillas. Al barro y la mugrienta naturaleza de la escoria más bárbara.
Y, tal y como ante el gigantesco lobo en aquella noche de luna rojiza, no nos invade el temor.
Simplemente, somos más conscientes de todo cuanto nos rodea.
Van seis fanzines y subiendo.
Sagrada Esparta crece y respira.
Por si fuera poco, nuestro flamante programa cultural arremolina alrededor de su eje cuanto una vez soñamos para este proyecto. Un espacio de buen rollo y afiladas opiniones, altavoz cultural y trampolín artístico.
El epicentro de un huracán de fuerza abrumadora.
¡Bienvenidos a Sagrada Esparta!
  
  
  
  
  
  
  
¡Mira nuestro primer programa en Youtube!
  
  
  
  
  
  
¡Mira nuestro segundo programa en Youtube!
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
March 15, 2024
Victoria | Sagrada Esparta
  
  
Si solo tienes una pistola
  
No vas a dejarla ir.
No, no vas a soltarla.
El agarre va a ser firme,
Quizá en tu bolsillo,
Quizá a plena vista.
Quizá ante todos…
  
  
Si solo tienes una bala
  
No vas a desperdiciarla.
No, no vas a malgastarla.
El objetivo va a ser concreto,
Quizá en las altas esferas,
Quizá en el alcantarillado.
Quizá tu propia cabeza.
  
  
Si solo tienes un disparo
  
No vas a ahorrártelo.
No, no vas a comértelo.
La mierda ha venido en bloque,
El sufrimiento como puños.
Boxeador de las miserias, grita.
Púgil de la injusticia, ¡Grita!
  
Soldado. Álzate.
Combatiente. Pelea.
Espartano. Gana tu escudo.
  
February 29, 2024
El sistema del gusano | Leyendas de Animalia
  
  
SINOPSIS
  
Guzha Niyo es jefe de planta en la Factoría de los Hermanos Tocino.
Su vida gris habrá de experimentar un tremendo giro en el momento menos pensado. Como resultado de ello, el gusano acabará en un pequeño poblado llamado Paso Alegre.
Allí tratará de alzar un videoclub, persiguiendo sus sueños mientras hace uso de su amor por el cine como cimientos.
‘El sistema del gusano’ se yergue sobre los pilares de las ‘Leyendas de Animalia’ a las que pertenece, presentando una mezcla de fantasía, aventura, drama, amor... y mucho humor.
  
  
BOOKTRAILER
  
  
  
Puedes hacerte con él en tapa dura en Amazon y en digital en Amazon Kindle, Apple Books, Rakuten Kobo y Google Libros.
  
January 11, 2024
El nacimiento de Bipolar Music
  
  
Bipolar Music nació como canal en youtube el 7 de abril de 2023.
Lo hizo con una serie de temas que peinaban conceptos muy conocidos en el ámbito de la salud mental y, más concretamente, dentro del marco del trastorno bipolar.
Primero de todo, querido lector, las presentaciones.
Detrás de Bipolar Music están un teclado sintetizador y un sujeto con muchas ganas de canalizar a través de la música.
El teclado no es otro que un Akai MPK mini, un modelo que, en conjunción con el programa Garage Band, otorga cientos de miles de posibilidades a la hora de crear.
En cuanto al sujeto que hay detrás del proyecto, soy yo.
Me llamo Víctor Fernández García, soy autor de las sagas literarias ‘Identidad’, ‘El Nexo’ y ‘Leyendas de Animalia’, narrador también el audiolibro ‘Ramírez y el volcán’ y un apasionado del dibujo a lápiz, además del asunto musical que nos ocupa.
Regresando al nacimiento de Bipolar Music, me gustaría contar una pequeña historia.
Recuerdo cómo, desde bien pequeño, junto con mis primos pasábamos agradables ratos trasteando un teclado Casio. Eran tiempos amables, de familias unidas y meriendas infinitas, y lo cierto es que no me puede dejar mejor sabor de boca cada reminiscencia de aquellos atardeceres sumidos en la parte más gamberra de la creatividad musical.
Crecí bajo el influjo de la banda musical de mi padre.
Sklat, Tempus Fugit y Vintage fueron nombres, para mí, con un claro elemento común: El piano Korg con el que se manejaba Clooney, que así conocemos por aquí al buen hombre.
Sin embargo, pese a sus muchos intentos por acercarme al portal creativo que representaba ese gran teclado, la vida me condujo a otras aficiones.
Mi desconocimiento a la hora de crear musicalizando resultó tan abrumador como generosa fue la dosis de información al respecto que me llevé en mi adolescencia. Ensayos y ensayos, a los que quizá acudía con los ojos cerrados, pero también con el corazón bien abierto.
La guitarra eléctrica me hacía fantasear con su práctica y aprendizaje y los gadgets del bajista me dejaban flipando de lo lindo. Alucinaba con la compleja mesa de sonido que trasteaba el cantante y sonreía al ver a mi padre dirigir el cotarro cuando alguna oveja se descarriaba.
Hasta el batería me hacía a veces entrega de las baquetas y el control de su flamante parafernalia, aunque lo máximo que lograba hacer nacer eran carcajadas al tocar el bombo como quien pisa algunos huevos.
Hasta aquí, la primera parte de la historia. La más amable.
Luego sigue ya la crónica de un verdadero, abrupto, cruel y absoluto descarrío: El mío propio.
Una excursión involuntaria a la locura, que, aparte de anular los más de 14 años que promedia perdidos toda persona bipolar, hizo trizas una realidad que terminó barrida y plagada de ruinas de un pasado mejor.
Aunque ya se sabe, de todo lo malo se aprende, y de esa amarga experiencia yo traté de enriquecer mi maltrecha psique, ya fuese armado de pluma, lápiz o, finalmente, un instrumento musical.
Sabía de los beneficios de la escritura como canal terapéutico. También de lo sedante del dibujo. Pero nunca imaginé que la creación musical fuese tan, tan, pero tan divertida.
A veces, al crecer, nos olvidamos de auténticas claves con las que dimos en nuestra más tierna infancia. Y es que, si con menos de 10 años ya chalaba con el Casio, ¿Por qué el salto a software y teclas de piano y drum iba a ser diferente?
No lo fue, no lo está siendo y estoy seguro de que jamás lo será.
Esto es divertidísimo. Desde juguetear con los instrumentos con los que uno siempre soñó aprender a tocar hasta descubrir docenas, cientos y miles de nuevos sonidos, todos aguardando en un dispositivo de apenas un par de palmos.
Una vez, por ejemplo, fantaseé con estudiar violín, sin duda alguna mi elección predilecta si tuviese que entrar a lo grande en el mundillo. Pues aquí hay toda una orquesta digital aguardando a modo de humilde aperitivo.
Cuernos, flautines y trompetas, corales, chelos, órganos y hasta la sedante y armoniosa arpa.
¿Qué más se puede pedir?
Querido lector, puedo afirmar que sí que hay más.
Mucho, muchísimo más.
Los resultados han ido llegando tal y como mis manos los iban sacando del fuego.
Seguramente se trate de comida rápida musical y, muy probablemente, no tenga nada que ver con lo que obran aquellos que se dedican en cuerpo y alma a este arte, pero sin duda alguna yo no puedo guardarle más cariño a los diferentes procesos de composición que he ido siguiendo.
Las horas, esas mismas que a veces conforman un paso del tiempo tedioso y cruel, aquí saltan a dimensiones desconocidas.
Y hablo de crear un simple minutillo de musicalización. Algo arbitrario, sin demasiada guía, brújula o destino.
Muy pronto se me abrieron los mundos de posibilidades.
Me lancé a tratar de crear las bandas sonoras de mis obras literarias como un tigre en los huesos que descubre cerca de él un banquete abandonado. Y todo fluyó. Vaya si lo hizo.
Ahora puedo presentarte Bipolar Music como un proyecto con sus buenas raíces y una proyección llena de ilusiones y repleta de multitud de ideas.
Mi imaginario, a lomos de sintetizadores.
Puedes visitar el canal siempre que quieras, de forma gratuita.
Así me acompañarás en un viaje que promete emociones tan fuertes como profundas, tan delicadas como poderosas y, por encima de todo, impregnadas de principio a fin de ese ‘algo’ que nace de lo más profundo de nosotros mismos.
Alma, lo llaman algunos. Y, como si se tratase de una niña inmortal, a mí me susurra como la más fiel de las musas, empujándome a caminar y guiando mis pasos por este viaje emocional a través de la bipolaridad.
Feliz escucha.
  
  
  
  
  
January 6, 2024
VR Writers | Colaboraciones literarias desde 2016
  
Apoyado en buscar historias de narrativa breve, encuentra entre sus cimientos el cruce de universos literarios y personajes de los diferentes escritores participantes.
Así pues, los miembros fundadores del proyecto, R. Crespo y Víctor Fernández García, abrieron la lata con 'Un ritual en la taberna', una historia que mezclaba múltiples ingredientes de sus novelas 'Ritual' y 'La Taberna: Una libreta para el recuerdo', respectivamente.El segundo proyecto, 'Una navidad en Reus', sumó ya hasta cinco participantes, en una trama de suspense psicológico que vio desfilar a otros tantos personajes muy queridos por los autores, entremezclados para la ocasión.Con 'Abismos' llegó el tercer proyecto, un arriesgado thriller dentro del marco de la salud mental.Le siguieron 'Rescate Jurásico' y 'El ocaso de la luz que guarece', proyectos cada vez más masivos y complejos que exploraron ciencia ficción fantástica y terror, contando ya con multitud de manos escritoras detrás.'Tirita: Vendas de humor para tiempos fríos' buscó arrancar unas risas en los difíciles tiempos del covid, mientras que en 'Una consumación en la taberna' se conectó con el escenario del primer proyecto VR, para en este caso servir un sentido homenaje a la Saga Identidad.Entre tanto, 'Presentando a los autores' dio un espacio individual a muchos de los autores del proyecto, en tanto que 'Ilustrando VR writers' hizo lo propio con artistas de las talla de Vlad Strange o Alex Firefly.Precisamente la primera se puso manos a la obra con la ilustración de 'Animaladas', el décimo proyecto de VR Writers, que además de tratar con mucho humor una serie de aventuras fantásticas en torno a las 'Leyendas de Animalia', también ha supuesto la primera de las obras en dar el salto a formato físico.
¿Quieres participar en uno de nuestros proyectos?¡Escríbenos!
proyectovrwriters@gmail.com
O visita nuestra web para más información.
www.victorfernandezgarcia.com/vr-writers
Tras casi una década creando, desde VR Writers no podemos estar más contentos de poder seguir efectuando colaboraciones de lo más enriquecedoras.
  
December 30, 2023
Reseña de 'PAX vol. 1' Serie Mago | Saga El Nexo (por Àngels Aguilera López)
  
  
INTRODUCCIÓN
Àngels estaba segura. Lo estaba del todo. Verdis había existido justo donde pisaban sus pies.
Sabía que se trataba de una ciudad extinta, pero también era consciente de que todo lo que vive deja un rastro. Y si incluso una luciérnaga encontraba un eco en el irradiar de su luz, algo tan espectacular como debió ser Verdis, a buen seguro, debía haber dejado cuanto menos unas buenas ruinas.
Sin embargo, no quedaba nada de nada.
El bosque lo había reconquistado todo. Se lo había comido entre sus mandíbulas de rama y masticado a conciencia con su pétrea dentadura.
Por un momento, se sintió tan cansada que tomó asiento sobre un gran tronco.
Meditando en torno a la luciérnaga a la que su psique acababa de hacer referencia, Àngels no tardó demasiado en ver llegar las primeras comparaciones y asociaciones.
Las apartó enérgicamente. Tanto las odiaba. Aunque una pregunta quedó morando frente a las puertas de su consciencia, revoloteando incómodamente hasta que la mujer, abatida, decidió dejarse sorprender.
¿Dejaría ella en su vida algún tipo de huella destacable?
El sol se puso del todo en ese mismo instante.
El ocaso había resultado tan longevo y generoso en el crepúsculo que Àngels no había ni siquiera caído en la cuenta de que aún quedaba un hilo de luz... Del que ya era inútil estirar.
Sintió de forma súbita como un puño estrangulaba su garganta. Tal fue el rápido humedecimiento de su mirada que, por un momento, no supo si los tonos lilas que bailaban a unos metros, efectuando gráciles trayectorias en el aire, eran cosa de su propia alucinación.
Se secó la vista y enfocó nuevamente sus ojos en el cercano horizonte.
Rio. Lo hizo modo ruidoso, abierto, y sin guardarse una sola carcajada.
«Esas hadas desaparecen a la velocidad de la luz... pero se olvidan de recoger bien el eco de su presencia.» Meditó Àngels, ya para sus adentros.
Muchos misterios moraban ocultos en la profundidad de aquellos bosques. Y, al igual que ella, habían ido generando y recibiendo huellas inmortales.
—Como la pasión por la lectura... Argumentó en voz alta antes de partir de aquel sector.
Quizá en su mente no se proyectó la imagen de cierto autor, pero desde luego, tanto Víctor Fernández García como Àngels Aguilera López pudieron sentir el calor de una gran amistad crepitando en su interior.
  
  
  
  
  
  
RESEÑA
  
Han pasado 500 años desde que un acontecimiento catastrófico arrasó la ciudad más emblemática y sus bosques milenarios, eliminando a todos los magos de las tierras de Pax.
En la actualidad la Voz del Bosque contacta con Vulcany, un anciano solitario en el final de sus días, y le entrega un bastón. Su misión será encontrar los amuletos perdidos y aprender a usar su poder para erigirse como el Mago Guardián y enfrentarse a la oscuridad que está despertando y que eliminará toda vida en estas tierras.
  
Pax vol. 1 es el primer libro de la serie Mago.
Una novela corta de fantasía con todos los ingredientes que la caracterizan, magia, personajes fantásticos, héroes y villanos. Una aventura en la que el protagonista debe avanzar aprendiendo de sus errores.
Con un lenguaje sencillo pero trabajado, Víctor Fernández nos describe, con todo lujo de detalles, paisajes verdes, bosques tenebrosos, tierras yermas asoladas por la lava y una ciudad en el cenit de su esplendor y sabiduría.
El autor profundiza en la personalidad de sus personajes haciéndonos llegar hasta sus sentimientos más profundos. Y es ahí donde reside el verdadero motor de la historia, donde el escritor consigue la magia que hace avanzar la leyenda. Donde el amor, la pérdida, el dolor, la ira y la venganza dirigen los pasos de los protagonistas.
  
Una lectura amena, rápida y que empuja a querer seguir leyendo los próximos volúmenes.
  
  
  
“Si te lanzas al Separatio, que tu fe y tu alma permanezcan juntas.”
  
    
  
PAX vol.1
  
  
  
  
  
  
  
December 26, 2023
Mis doce campanadas
  
Las doce campanadas de este año se han vestido de punto de inflexión.
Uno más.
Desde los cielos de la esperanza hasta la ciénaga de la problemática salud mental, pasando por la irrupción de la ilusión y la colorida fantasía, hasta la contemplación de la épica más pura, a golpe de campanada me he marcado una década escribiendo.
Son doce.
Doce libros que asoman cual punta de iceberg pero que ostentan raíces que causan algo de vértigo. Ha sido una década que ha visto pasar también blogs de relatos, plataformas de escritura, proyectos por y para el arte y hasta ha tonteado con musicalizar. Han nacido audiolibros de letras que jamás hubiesen soñado con poderse escuchar a sí mismas.
Se trata de un bosque en el que he querido perderme, y vaya si he pujado por ello.
No tengo ni idea de hacia dónde se dirige todo esto.
Ni falta que hace.
Aquí, bajo las copas de magnos proyectos y jugando a ser un espadachín de la tinta con ramas infinitas, no puedo sino sonreír ante lo vivido, y desear con todo mi corazón otros diez años más.
Gracias, País de Nunca Jamás.
Nunca fuiste tan real.
  
  
  
  
  
  
  
December 1, 2023
Dirimir la elección
  
  
DIRIMIR LA ELECCIÓN
Un texto para Sagrada Esparta
  
  
  
Nos dicen los más sabios que vivamos el momento. Los más inteligentes, que hay trenes que solo pasan muy de vez en cuando.Los más experimentados, por su parte, esgrimen lo crucial del equilibrio.Perfiles de personas, por lo regular, muy duchas en el noble arte del viaje. Que, seguramente, beben de periplos anteriores de almas que han pasado a mejor vida.Sin embargo, en un mundo cambiante y vertiginoso, ¿Son la sabiduría, la inteligencia y la experiencia valores constantes?
Nadie suele adivinar al filósofo debajo del payaso. Nadie intuye al roto dentro de la esfinge.Mundo de apariencias y superficies, de icebergs que asoman tímidamente para nunca ser contemplados en su justa medida.Barcos que se hunden mientras se nos apremia a agarrar cada viaje posible, como un correcaminos al que el coyote ya casi le da caza.
En ocasiones, un lujoso AVE bajo un sol primaveral puede llevarnos al infierno.Otras, un montacargas destartalado en una noche lluviosa mecida por vientos tan desalentadores como la inclemente mirada de una fría luna... Quién sabe a dónde conducirá.
Es la gracia del libre albedrío.La esencia que nos da vida.Nadie dirime. Solo tú.
  
November 5, 2023
Mis reseñas: Torpedo 1936 vol. 14 ¡Adiós muñeco! (Enrique Sánchez Abulí & Jordi Bernet)
  
RESEÑA
  
  
¿Quién diablos prevé que una amalgama de prostitutas, alcoholes, armas, sangre y venganza va a resultarle del todo educativa?
Sexo, vicio, violencia.
Blanco y negro.
Una bonita fachada.
Es quizá lo que este volumen de la obra ‘Torpedo 1936’ proyecta como si estuviera armada de fuegos artificiales hasta los dientes.
Sin embargo, como en todo festival pirotécnico, si uno se mueve un poquito, en seguida se puede dar con el doble fondo del cajón de la feria. Pues, como en todo, si se sabe observar debidamente, siempre suele haber una generosa cantidad de aspectos extra a analizar.
Me gusta lo underground. Lo que, a posta o de potra, queda entretejido entre los componentes de cualquier obra de arte. El tipo, buen amigo ya, que me prestó este volumen, bien debía saberlo de antemano.
Como regente de una fusión de taquería, restaurante, club de jazz y pub, debí esperar de él que sus gustos fuesen, cuanto menos, refinados y muy brutos. La dupla puede parecer una contradicción en sí misma, pero entrando en materia con el cómic del que hablamos, pronto veremos que, de la colisión de conceptos, puede manar algo excelso.
No soy un dibujante que vaya más allá de obsesionarse con el detalle de la copia.
Tampoco un escritor que pueda jactarse de dominar el noble arte del guion.
Pero mis ojos saben ver y mi mente, aparte de impresionable, suele hacerse rápido la maleta ante la perspectiva de un buen viaje.
Y vaya si este ‘¡Adiós Muñeco!’ de Torpedo 1936 me ha hecho viajar.
En el cuaderno de bitácora siento que hay información para extenderme hasta la saciedad. De modo que tiraré del índice que he garabateado en mi cabeza.
Lo primero es lo primero. Uno observa portada y contraportada y lee sinopsis.
¿Qué puedo decir de la presentación de Jordi Bernet?
Pues que el que se hiciese cargo de la herencia paterna de las viñetas tituladas ‘Doña Urraca’ ha llamado poderosamente mi atención. Que esté detrás de ‘Clara de noche’ ha terminado de abrir mis ojos, apetito y expectativa.
¿Qué decir del guion de Enrique Sánchez Abulí?
Esta respuesta ya pasa a introducirse en la obra misma pues, como reza la sinopsis de ‘¡Adiós Muñeca!’, esta pareja de artistas ha estado más que bien compenetrada.
Segundo punto del cuaderno de bitácora del viaje que me he pegado.
La historia es brutal.
Recoge el aura de cuanto pretende trasladar al lector.
Luca Torelli, el propio Torpedo que pone nombre a la serie, va a ponerse bajo el foco del protagonismo en un conjunto de historietas que nos van a sacudir mediante continuos flashbacks y saltos de trama, paseándonos por escenarios variopintos con el claro eje motriz tan característico del género negro.
Así pues, diría que deberían abstenerse de entrar aquí aquellos lectores que no quieran cohabitar durante 50 páginas exquisitas con los típicos tópicos más crudos que suelen venir a este mundo con la mochila natal.
Se nazca cuando se nazca.
Ahí van a estar las triquiñuelas entre socios, amantes y familias.
Las sombras de un mundo despiadado y violento, proyectadas en el par de cojones que Torpedo le echa al asunto.
Como peces en el agua, nuestro gángster y su sicario Rascal van a pasearse en ‘¡Adiós Muñeco!’ por multitud de escenas y escenarios. Y tanto va a dar si son diurnos o nocturnos. Si muestran infancia o madurez. Atracos o fiestas.
Todo va a acabar como un delicioso rosario de la maldita aurora gracias a la impulsiva, sarcástica y extremadamente carismática personalidad de Torpedo.
Todo ello, por si fuera poco, ilustrado con tal maestría por parte de Bernet, que uno, por momentos, siente que debe revisar a media lectura si dispone del arma cargada bien cerca. Por si acaso. El retrato de la época, el marco de los acontecimientos y el reflejo de cada pequeño detalle provoca que, indefectiblemente, uno no asista, sino que esté en pleno meollo en todo momento.
El tercer y último punto del cuaderno de bitácora deben ser mis impresiones finales. Y hay una frase, ya en la última viñeta de este volumen de ‘Torpedo 1936’ que analizamos, que me sirve de lección y atajo: “Yo solo fui a ver si podía joder y acabé bien jodido.”
Puesto que algo me impulsaba a entrar con recelo en esta obra y, en verdad, no era más que la antesala de un nuevo hito que, sin duda, añadiría con los ojos cerrados a la sección más mítica de mi propia biblioteca.
  
  
  


