Rick Warren's Blog, page 484

Managing Stress Like Jesus: Listen to God

Over the last few devotionals, I’ve shared with you four of the stress management principles from the life of Jesus:

Identification: Know who you are
Motivation: Know whose approval you are living for
Vocation: Know your calling
Concentration: Focus on what matters most

The fifth principle is particularly important. It’s the Principle of Meditation. To reduce your stress, you need to listen to God.

Jesus did this over and over in the New Testament. For example, the Bible says, “News about Jesus spread even more. Many people came to hear him and to be healed . . . but Jesus often slipped away to be alone so he could pray” (Luke 5:15-16 NCV).

Jesus, who literally had the weight of the world on his shoulders, spent time alone with God. As the pressures on Jesus increased, he got away to talk with God. Jesus had a habit of quiet times where he went away to reflect, to renew, and to recharge.

Noise is stress. That’s why you must create intentional times of quietness and solitude in your life.

If you always have noise in your life—the television is always on, the radio is always on, and the earbuds are always in your ear—you won’t have the spiritual and emotional resources to handle stress in your life.

So let me give you a suggestion. Start your morning with good news. Don’t fill your mind with negativity right off the bat.

Spend time with God. Open your Bible. Find out what God wants to say to you.

If you want to lower the stress in your life, develop a daily time with God where you listen to God—and let that set your mood for the day.

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Manejando el Estrés Como Jesús: Escuchando a Dios

“La noticia de su poder corrió aún más, y grandes multitudes llegaron para escucharlo predicar y ser sanados de sus enfermedades. Así que Jesús muchas veces se alejaba al desierto para orar” Lucas 5:15-16 (NTV)

En los últimos devocionales, compartí contigo cuatro principios del manejo del estrés de la vida de Jesús.

Identificación. Saber quién eres.
Motivación. Saber para la aprobación de quién estás viviendo.
Vocación. Conoce tu llamado.
Concentración. Saber lo que Más Importa.

El quinto principio es particularmente importante. Es el Principio de la Meditación. Para reducir tu estrés, necesitas escuchar a Dios.

Jesús hizo esto una y otra vez a lo largo del Nuevo Testamento. Por ejemplo, la Biblia dice, “La noticia de su poder corrió aún más, y grandes multitudes llegaron para escucharlo predicar y ser sanados de sus enfermedades. Así que Jesús muchas veces se alejaba al desierto para orar” Lucas 5:15-16 (NTV)

Jesús, quién literalmente tenía el peso del mundo en sus hombros, invirtió tiempo a solas con Dios. Cuando aumentó la presión, Él se apartó para hablar con Dios. Jesús tenía el hábito de tiempos tranquilos donde se apartaba para reflexionar, renovarse y recargarse.

El ruido estresa. Por eso debes crear intencionalmente tiempos de quietud y soledad en tu vida.

Si siempre estás rodeado de ruido en tu vida —la televisión está siempre encendida, la radio está siempre encendida y siempre tienes los auriculares en los oídos— no tienes los recursos espirituales y emocionales para manejar el estrés en tu vida.

Así que déjame darte una sugerencia. Comienza la mañana con buenas noticias. No llenes tu cabeza con negatividad apenas sales del baño.

Invierte tiempo con Dios. Abre tu Biblia. Descubre qué es lo que Dios tiene para decirte.

Si quieres reducir el estrés en tu vida, ten un tiempo a solas con Dios diariamente para que lo escuches — y deja que eso determine el estado de ánimo para tu día.

Reflexiona sobre esto:

¿Cuál es tu mayor desafío cuando se trata de escuchar a Dios regularmente?
¿De qué forma los tiempos a solas con Dios han impactado el estrés en tu vida?
¿Cuánto tiempo tomas para estar a solas con Dios? ¿Qué puedes hacer para asegurarte de tener más tiempos de reflexión tranquila?
¿Cuánto tiempo pasas en lugares tranquilos? ¿Qué podrías hacer para asegurarte más tiempo en una reflexión tranquila?

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Managing Stress Like Jesus: Know What Matters Most

You and I tend to get distracted by trivial things.

I’ve found in my years as a pastor that if Satan can’t get you to be bad, he’ll get you to be busy.

And this causes us more stress than we can imagine. In the last few days, I’ve been sharing with you seven principles of stress-free living from the life of Jesus.

The first three principles were:

Identification: Know who you are
Motivation: Know whose approval you are living for
Vocation: Know your calling

Jesus’ fourth principle of stress-free living is concentration. You must know what matters most.

Jesus was a master of concentration. He focused like a laser on what the Father wanted him to do.

When light is defused, it has no power at all. But light that’s focused has enormous power. Take the sun as an example. On its own, the light won’t harm grass. But if you focus its light with a magnifying glass, you can burn that grass.

Focus light even more and it becomes a laser—and a laser can cut through steel and kill cancer.

If you want your life to matter, focus it.

Jesus showed us this in Luke 9:51: “As the time drew near for his return to heaven, he moved      steadily onward toward Jerusalem with an iron will” (TLB).

Jerusalem was where the cross was. Jesus knew that was where God wanted him. Nothing would keep him from it.

You have enormous spiritual power that will only be unlocked if you decide what’s most important to you. You can focus on either what will last for eternity or what is temporary. It’s your choice.

Paul tells us in 1 Corinthians 10:23, “Someone may say, ‘I’m allowed to do anything,’ but not everything is helpful. I’m allowed to do anything, but not everything encourages growth” (GW).

You’re free to do anything, but not everything will be helpful. If you don’t concentrate your life on what matters most, you’ll stress yourself out over what matters least.

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Manejando El Estrés Como Jesús: Saber lo que Más Importa

“Cuando se acercaba el tiempo de ascender al cielo, Jesús salió con determinación hacia Jerusalén”. Lucas 9:51 (NTV)

Tú y yo tendemos a distraernos con cosas triviales.

He encontrado en mis años como pastor que, si Satanás no puede hacer que te vuelvas malo, hará que estés ocupado.

Y esto nos causa más estrés del que podemos imaginar. En los últimos días, he estado compartiendo contigo siete principios para vivir sin estrés basados en la vida de Jesús.

Los tres primeros principios fueron:

Identificación: Saber quién eres
Motivación: Saber para la aprobación de quién estás viviendo.
Vocación: Conocer tu llamado

El cuarto principio de Jesús de vivir sin estrés es la concentración. Debes saber lo que más importa.

Jesús fue un maestro de la concentración. Él se enfocó como un láser en lo que el Padre quería que él hiciera.

Cuando la luz se desactiva, esta no tiene ningún poder. Pero la luz que está enfocada tiene un poder enorme. Tomemos el sol como ejemplo. Por sí sola, la luz no dañará la hierba. Pero si enfocas su luz con una lupa, puedes quemar esa hierba.

Enfoca aún más la luz y se convierte en un láser, y un láser puede cortar el acero y matar el cáncer.

Si quieres que tu vida importe, enfócala.

Jesús nos mostró esto en Lucas 9:51: “Cuando se acercaba el tiempo de ascender al cielo, Jesús salió con determinación hacia Jerusalén.” (NTV).

Jerusalén estaba donde estaba la cruz. Jesús sabía que allí era donde Dios lo quería. Nada lo alejaría de eso.

Tienes un enorme poder espiritual que solo se desbloqueará si decides lo que es más importante para ti. Puedes concentrarte en lo que durará la eternidad o lo que es temporal. Es tu elección.

Pablo nos dice en 1 Corintios 10:23, «Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo” (NVI).

Eres libre de hacer cualquier cosa, pero no todo es útil. Si no concentras tu vida en lo que más importa, te estresarás por lo que menos importa.

Reflexiona sobre esto:

¿A qué tipo de asuntos triviales tiendes a prestarle demasiada atención?
¿Qué nos debería importar más a los que seguimos a Jesús?
¿Qué cambios puedes hacer en tus hábitos que te ayudarían a concentrar tu vida en lo que más importa?

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Managing Stress Like Jesus: Know Your Calling

You have a calling. We all do.

God doesn’t just call pastors and missionaries. The overwhelming message of Scripture is that God calls each of us to a specific purpose and mission.

When we don’t know what God is calling us to do, it causes stress.

In these devotionals, I’ve been sharing with you seven principles of stress-free living from the life of Jesus. The first two were:

Identification: Know who you are
Motivation: Know whose approval you are living for

The third principle of stress-free living from the life of Jesus is this: the Principle of Vocation. You have to know your calling.

Vocation comes from the Latin word for voice and means what God has called us to do.

And you must settle your vocation if you want to cut down on your stress.

Jesus knew his calling. He said in John 8:14, “I know where I came from and where I am going” (NIV).

Jesus understood his unique purpose—and he lived for it.

Your life is driven by something. All of our lives are driven by something. Sometimes they’re driven by regret or anger. Sometimes they’re driven by shame. Sometimes they’re driven by money or sex.

God wants your calling to drive your life. How do you know what you’ve been called to do? For years, I’ve shared an acronym that has helped many, many people. I encourage people to think and pray through their specific SHAPE. That means consider your:

Spiritual gifts
Heart (what you love to do)
Abilities
Personality
Experiences

God doesn’t give you a calling you’ll find miserable. He’ll call you to do something you enjoy and something you’re good at.

Paul writes in Ephesians 4:1, “I urge you to live a life worthy of the calling you have received” (NIV).

I encourage you to ask yourself every day: Am I doing what I’m called to do?

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Manejando El Estrés Como Jesús: Conoce Tu Llamado

 

“Les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido”. Efesios 4:1 (NVI)

Tú tienes un llamado. Todos lo tenemos.

Dios no solo llama a pastores y misioneros. El mensaje sobrecogedor de la escritura es que Dios llama a cada uno de nosotros a un propósito específico y misión.

Cuando no sabemos para lo que Dios nos ha llamado a hacer, causa estrés.

En estos devocionales, he estado compartiendo contigo siete principios de una vida libre de estrés a partir de la vida de Jesús. Los primeros dos fueron:

Identificación: Saber quién eres.
Motivación: Saber para la aprobación de quién estás viviendo

El tercer principio de una vida libre de estrés a partir de la vida de Jesús es este: El principio de la Vocación. Tienes que conocer tu llamado.

La vocación viene de la palabra latina para voz y significa lo que Dios nos ha llamado a hacer.

Y debes definir tu vocación si quieres eliminar tu estrés.

Jesús conocía su llamado. Él dijo en Juan 8:14, “… porque sé de dónde he venido y a dónde voy…” (NVI).

Jesús entendió su único propósito –y él vivió por ello.

Tu vida es dirigida por algo. Todas nuestras vidas son dirigidas por algo. Algunas veces son dirigidas por el arrepentimiento o el enojo. Algunas veces son dirigidas por la vergüenza. Algunas veces son dirigidas por el dinero o el sexo.

Dios quiere que tu llamado dirija tu vida. ¿Cómo sabes para lo que has sido llamado a hacer? Por años, he compartido un acrónimo que ha ayudado a muchas, muchas personas. Animo a las personas a pensar y orar a través de su FORMA específica. Eso significa que consideres:

Formación Espiritual
Oportunidades del corazón
Recursos
Mi personalidad y
Antecedentes

Dios no te dio un llamado para que te sientas miserable. Él te llamó a hacer algo que disfrutas y algo para lo que eres bueno.

Pablo escribió en Efesios 4:1 “Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido” (NVI).

Te animo a preguntarte cada día: ¿Estoy haciendo aquello para lo que fui llamado?

Reflexiona sobre esto:

¿Sientes como si estuvieras persiguiendo tu llamado activamente? ¿Por qué o por qué no?
¿Qué tipos de estrés has experimentado relacionados con tu llamado?
¿Cómo puedes ser mentor de otros para ayudarlos a perseguir su llamado?

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La Clave Para Manejar el Estrés: ¿Para la Aprobación de Quién Estás Viviendo?

 

“Es así porque no trato de hacer lo que yo quiero, sino lo que quiere el Padre que me envió”. Juan 5:30b (PDT)

No puedes complacer a todo el mundo. Esta es una de las grandes verdades de la vida. Si aún no la has aprendido, lucharás contra el estrés por el resto de tu vida.

Si agradas al grupo A, el grupo B se enojará contigo. Y si agradas al grupo B, le disgustarás al grupo A. Un minuto eres un héroe; al siguiente eres nada.

Incluso Dios no puede complacer a todas las personas. Piensa en todos los eventos deportivos donde las personas de ambos lados oran por una victoria. Sólo un equipo puede ganar el partido. Una persona ora por la lluvia. Otra ruega por la nieve. Sólo una persona recibe respuesta a su oración.

Si ni Dios puede complacer a cada persona, es una tontería siquiera intentarlo.

Si no sabes para la aprobación de quién estás viviendo, el estrés siempre te seguirá.

Jesús modela esto para nosotros. He estado compartiendo contigo los siete principios de Jesús para manejar el estrés. Ayer, discutí el Principio de Identificación.

El siguiente es el Principio de la Motivación. Debes saber para qué y, lo que es más importante, para la aprobación de quién estás viviendo.

Jesús nos mostró esto en Juan 5:30 cuando dijo: “Es así porque no trato de hacer lo que yo quiero, sino lo que quiere el Padre que me envió” (PDT).

Jesús no estaba tratando de ganar un concurso de popularidad. Él vivió para la audiencia de uno. Tuvo una vida simple de muchas maneras. Él sencillamente hizo aquello para lo cual Dios le puso en la Tierra.

Jesús nunca dejó que la aprobación o el rechazo de los demás lo controlaran. Es parte de la razón por la que vivió sin estrés.

De hecho, Jesús nos recuerda en Lucas 16:13, ” Nadie puede servir a dos amos” (NTV). No puedes vivir para la aprobación de los demás y vivir para la aprobación de Dios al mismo tiempo.

¿Para la aprobación de quién estás viviendo?

Reflexiona sobre esto:

¿En qué maneras las motivaciones equivocadas causan estrés a las personas que te importan?
¿Cuáles son algunas de las motivaciones erróneas que te han causado estrés?
¿Qué tipo de recordatorio práctico puede ayudarte a recordar tu motivación principal?

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Key to Managing Stress: Whose Approval Are You Living For?

You can’t please everyone. It’s one of the great truths of life. If you haven’t learned it yet, you’ll struggle with stress for the rest of your life.

If you please group A, group B will be upset at you. And if you please group B, you’ll upset group A. One minute you’re a hero; the next minute you’re a zero.

Even God can’t please everyone. Think of all the sporting events where people on both sides pray for a win. Only one team can win the game. One person prays for rain. Another prays for snow. Only one gets their prayer answered.

If God can’t please every person, it’s foolish for us to try.

If you don’t know whose approval you’re living for, stress will always follow you.

Jesus models this for us. I’ve been sharing with you Jesus’ seven principles of handling stress. Yesterday, I discussed the Principle of Identification.

Next is the Principle of Motivation. You must know what (and more importantly, whose approval), you’re living for. 

Jesus showed us this in John 5:30 when he said: “I am not trying to do what I want, but only what [my Father] who sent me wants” (GNT).

Jesus wasn’t trying to win a popularity contest. He lived for an audience of one. He had a simple life in many ways. He just did what God put him on Earth to do.

Jesus never let approval or rejection of others control him. It’s part of the reason he lived without stress.

In fact, Jesus reminds us in Luke 16:13, “No one can serve two masters” (NLT). You can’t live for the approval of others and live for God’s approval at the same time.

Whose approval are you living for?

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Managing Stress Like Jesus: Know Who You Are

If you don’t know who you are, you’ll find all sorts of people who are more than happy to tell you.

Our culture will try to mold you into a certain image. Your parents will try to turn you into what they think you should be. Your friends, your spouse, and your co-workers will all have their ideas, too.

Not knowing who you are—and letting everyone else mold you into their image—is a leading cause of stress for people today.

Jesus gives us another model. He shows us the principle of identification, which is the first principle of stress management from the life of Jesus.

Jesus had no doubt as to his identity. In fact, he defines himself with “I am” statements 18 times in the Bible. He does this every time he says “I am . . .” and then declares key truths.

Jesus says: “I am the truth. I am the way. I am the life. I am the Son of God. I am sent from my Father above. I am the door. I am the bread of life. I am the living water.”

Jesus knew exactly who he was.

And we need to know exactly who we are, who God created us to be.

If you don’t know your identity, you’ll depend too much on what other people say about you.

Stress happens when you try to be something you’re not. We all start off as originals, but too often we end up as carbon copies of somebody else—because we don’t know who we are.

When you learn who you are, you’re less dependent upon the approval of others and you’re more stress-resistant.

In John 14:6, we read this: “Jesus told him, ‘I am the way, the truth, and the life. No one comes to the Father except through me’” (CSB). Jesus didn’t need anyone else’s opinions to prop him up. Neither do you.

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Manejar el Estrés como Jesús: Saber Quién Eres

 

“Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”.   Juan 14:6 (NTV)

Si no sabes quién eres, encontrarás todo tipo de personas que están más que felices de decírtelo.

Nuestra cultura intentará moldearte a una cierta imagen. Tus padres intentarán convertirte en lo que ellos creen que debes ser. Tus amigos, tu esposa o esposo, y tus compañeros de trabajo, todos ellos también tienen sus ideas.

No saber quién eres –y permitir que todos te amolden a su imagen—es una causa principal de estrés para las personas hoy en día.

Jesús nos da otro modelo. Él nos muestra el principio de la identificación, el cuál es el primer principio de administración del estrés de la vida de Jesús.

Jesús no dudaba de su identidad. De hecho, se define con la frase “yo soy” dieciocho veces en la Biblia. Lo hace cada vez que dice “Yo soy …” y entonces declara verdades clave.

Jesús dice: “Yo soy la verdad, Yo soy el camino, Yo soy la Vida, yo soy el hijo de Dios, yo soy el enviado de mi padre celestial, yo soy la puerta, yo soy el pan de vida, yo soy el agua viva”.

Jesús sabía exactamente quién era.

Y nosotros necesitamos saber exactamente quienes somos, y para qué Dios nos creó.

Si no conoces tu identidad, dependerás demasiado de lo que otros te digan.

El estrés sucede cuando intentas ser alguien que no eres. Todos comenzamos siendo originales, pero demasiadas veces terminamos como copias al carbón del alguien más –porque no sabemos quiénes somos.

Cuando aprendes quién eres, eres menos dependiente de la aprobación de otros y más resistente al estrés.

En Juan 14:6, leemos esto: “Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (NTV). Jesús no necesitó la opinión de nadie más para respaldarlo. Tampoco tú.

Reflexiona sobre esto:

¿Qué batallas has enfrentado al intentar afirmar tu identidad?
¿Cómo han intentado otras personas manipular tu identidad?
En un enunciado o dos, ¿cómo definirías quien hizo Dios que seas?

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