Rick Warren's Blog, page 456

Don’t Just Believe. Belong!

You are called to belong, not just believe.

Even in the perfect, sinless environment of Eden, God said, “It is not good for the man to be alone” (Genesis 2:18 NIV).

We are created for community, fashioned for fellowship, and formed for a family, and none of us can fulfill God’s purposes by ourselves. The Bible knows nothing of solitary saints or spiritual hermits.

While your relationship to Christ is personal, God never intends it to be private. In God’s family you are connected to every other believer. The Bible says, “In Christ we, though many, form one body, and each member belongs to all the others” (Romans 12:5 NIV).

Following Christ includes belonging, not just believing. British author and theologian C.S. Lewis noted that the word membership is of Christian origin, but the world has emptied it of its original meaning. Stores offer discounts to “members,” and advertisers use member names to create mailing lists. In churches, membership is often reduced to simply adding your name to a roll, with no requirements or expectations.

To Paul, being a “member” of the church meant being a vital organ of a living body, an indispensable, interconnected part of the body of Christ. We need to recover and practice the biblical meaning of membership. The church is a body, not a building, and an organism, not an organization—truths we encounter in such Scriptures as Romans 12:4-5, 1 Corinthians 6:15, and 1 Corinthians 12:12-27.

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No Sólo Cree. ¡Pertenece!

 

“La familia de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad”. 1 Timoteo 3:15 (NBV)

Eres llamado a pertenecer, no solo a creer.

Incluso en el ambiente sin pecado y perfecto del Edén, Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo” (Genesis 2:18 NVI).

Somos creados para la comunidad, forjados para el compañerismo, y formados para una familia, y ninguno de nosotros podemos cumplir los propósitos de Dios por nuestra cuenta. La Biblia no dice nada sobre santos solitarios o ermitaños espirituales.

Mientras tu relación con cristo es personal, Dios nunca tuvo la intención de que fuera privada. En la familia de Dios estás conectado a cada uno de los otros creyentes. La Biblia dice, “también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás” (Romanos 12:5 NVI).

Seguir a Cristo incluye pertenecer, no solo creer. El autor y teólogo británico C.S. Lewis notó que la palabra membresía es de origen cristiano, pero el mundo la ha vaciado de su significado original. Los almacenes ofrecen descuentos a “miembros”, y los anunciantes usan nombre de miembros para crear listas de correspondencia. En las iglesias, la membresía es a menudo reducida a simplemente agregar tu nombre a una lista, sin requisitos o expectativas.

Para Pablo, ser un “miembro” de la iglesia significa ser un órgano vital de un cuerpo vivo, una parte indispensable, interconectada del cuerpo de Cristo. Necesitamos recuperar y practicar el significado bíblico de membresía. La iglesia es un cuerpo, no un edificio, y un organismo, no una organización –las verdades que encontramos en tales escrituras como Romanos 12:4-5, 1 Corintios 6:15 y 1 Corintios 12:12-27

Reflexiona sobre esto:

¿En qué formas has mantenido tu relación con cristo privada?
¿Cómo es pertenecer unos a otros para cada miembro?
¿Cómo estás practicando el significado bíblico de ser un miembro de tu iglesia?

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Dios nos Bendice para que Podamos Bendecir a Otros

 

“Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: 45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno”. Hechos 2:44-45 (NVI)

Nadie se ha sacrificado como la iglesia primitiva. En hechos 2:44-45 la Biblia dice: “Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno” (NVI). Estos primeros cristianos no solo daban su dinero. Eran generosos con todo lo que tenían. Se podría decir que eran radicalmente generosos.

¿Qué sucedería en nuestras iglesias si fuéramos así de radicalmente generosos? La Biblia dice que somos mayordomos -o administradores- de todo lo que Dios nos ha dado. Somos responsables de usar nuestros recursos de una forma que impacte el Reino.

Dios no solo te da recursos para que los disfrutes, sino para hacer una diferencia en el mundo a tu alrededor. Dios nunca nos bendice solo para sentarse y ver qué sucede. Él nos bendice para que podamos bendecir a otros.

Eso es una verdad esperanzadora y alentadora que debemos recordar durante el año, porque la generosidad no es algo que demostramos en acción de gracias o navidad. Encontrar formas de ser radicalmente generosos y hacer un impacto en las personas en tu iglesia, las personas en tu comunidad, y las personas que Dios ha puesto estratégicamente en tu vida.

Reflexiona sobre esto:

¿Cómo cambiaría tu vida si fueras más radicalmente generoso? ¿Cómo sería?
¿Cuándo batallas con la generosidad, con qué cosas luchas más?
Basado en la verdad de que Dios nos bendice para que podamos bendecir a otros, ¿Cual es un paso práctico que puedes tomar esta semana?

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God Blesses Us So We Can Bless Others

No one sacrificed like the early church. In Acts 2:44-45, the Bible says, “All the believers were together and had everything in common. Selling their possessions and goods, they gave to anyone as he had need” (NIV). These early Christians didn’t just give their money. They were generous with everything they had. You could say they were radically generous.

What would happen through our churches if we were just as radically generous? The Bible says we’re stewards—or managers—of all that God has given us. We’re responsible to use our resources in a way that impacts the Kingdom.

God doesn’t just give you resources for your own enjoyment, but to make a difference in the world around you. God never blesses us just to sit on what we have. He blesses us so we can bless others.

That’s a hopeful, encouraging truth to remember throughout the year, because generosity isn’t something we only display at Thanksgiving or Christmas. Find ways to be radically generous, and make an impact on the people in your church, the people in your community, and the people God has strategically placed in your life.

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The Power of a Focused Life

If you want God to use you in great ways, you need focus. The more focused you are, the more effective you’ll be—and the more God will use you.

There’s awesome power in a focused life. Diffused light doesn’t have much of an effect on what it touches. But when you focus light—like the rays of the sun through a magnifying glass—you can ignite a piece of paper or grass. If you can focus it even more, it becomes a laser. A laser can cut through steel and destroy cancer.

The same is true with your life. If you’re directionless, you’ll just drift through without much impact. But if you focus on a few key goals, then you can make a powerful impact on the world for God.

The Bible says, “Good planning and hard work lead to prosperity, but hasty shortcuts lead to poverty” (Proverbs 21:5 NLT).

One of the great examples of focus in the Bible is the story in Genesis 24. God had promised to create a great nation through Abraham’s own family. But Abraham was getting old, and his son, Isaac, still didn’t have any kids. He wasn’t even married yet. So Abraham gave his servant a goal of finding a wife for his son. Abraham told his servant, “Don’t get a wife from the Canaanites, who live around here. Go back to my country, to the land of my relatives, and find a wife for Isaac.”

Like all good goals, the servant’s goal was clear. He knew he needed to find Isaac a wife, and he knew exactly what kind of wife to look for. He needed to find a wife from Abraham’s homeland. You’ll never reach a vague goal because you’ll never know if you’ve completed it. Abraham’s servant didn’t have that problem.

For example, if your goal is to be a better parent, that’s vague. Even if you set the goal of spending more time with your children, you’ll never really know if you’ve completed the goal.

But if you commit to spending an hour every Tuesday evening with your children, that’s specific. You’ll know whether or not you’ve completed it. Those kinds of goals can change your life.

So what specific goal will you set for yourself as you pursue a more focused life?

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El Poder de una Vida Enfocada

 

“Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad,

pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza”. Proverbios 21:5 (NTV)

Si quieres que Dios te use de grandes formas, necesitas estar enfocado. Entre más enfocado estés, serás más efectivo – y Dios te usará más.

Hay un gran poder en una vida enfocada. La luz difuminada no tiene mucho efecto en lo que toca. Pero cuando concentras un haz de luz – por ejemplo, los rayos del sol a través de una lupa – puedes iniciar un fuego en la hojarasca. Si puedes enfocarlo aún más, se convierte en un rayo láser que puede cortar acero y destruir cáncer.

Lo mismo es verdad en tu vida. Si no tienes dirección, irás a la deriva sin mucho impacto. Pero si te enfocas en unas pocas metas claves, entonces podrás ser de gran impacto en el mundo de Dios.

La Biblia dice, “Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza” (Proverbios 21:5 NTV).

Uno de los grandes ejemplos de estar enfocado en la Biblia está en Génesis 24. Dios prometió crear una gran nación de la descendencia de Abraham. Pero Abraham se estaba poniendo viejo, y su hijo Isaac, aun no tenía hijos. Ni siquiera estaba casado. Así que Abraham mando a su sirviente a buscarle esposa. “No le traigas esposa de los cananeos, que viven en los alrededores. Ve a mi tierra, a la tierra de mis parientes y encuéntrale esposa a Isaac.”

Como todas las buenas metas, la meta del siervo era clara. Él sabía que tenía que encontrarle esposa a Isaac, y sabía exactamente que esposa buscar. Necesitaba encontrarla en la tierra natal de Abraham. Nunca lograras una meta no especifica porque nunca sabrás si las has completado. El sirviente de Abraham no tenía ese problema.

Por ejemplo, si tu meta es ser mejor padre, eso es impreciso. Aun cuando tu meta sea pasar más tiempo con tus hijos, nunca sabrás si realmente cumpliste tu meta.

Pero si te comprometes a pasar la tarde de los martes con tus hijos, eso es específico. Sabrás si lo cumpliste o no. Ese tipo de metas pueden cambiar tu vida.

Así que, ¿qué metas específicas te pondrás mientras persigues una vida más enfocada?

Reflexiona sobre esto:

¿Cómo es que al tener metas específicas te empodera más para cumplirlas?
¿Qué metas específicas te quieres poner?
¿Con quién puedes compartir tus metas para recibir apoyo y rendición de cuentas?

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Entrena tu Mente para Recordar a Dios

 

“Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Gálatas 2:20 (NTV)

La Biblia nos dice que “Oren en todo momento” (1 Tesalonicenses 5:17 TLA).

¿Cómo es posible hacer esto? Una forma es usar “oraciones de respiro” a lo largo del día, como lo han hecho muchos cristianos durante siglos. Eliges una frase breve o una frase simple que se le puede repetir a Jesús en un respiro: “Estás conmigo”. “Recibo tu gracia”. “Dependo de ti”. “Quiero conocerte”. “Te pertenezco.” “Ayúdame a confiar en ti.”

También puedes usar una frase breve de la Escritura: “Para mí, vivir es Cristo”. “Nunca me dejarás”. “Tú eres mi Dios”.

Ora tan a menudo como sea posible para que estés profundamente arraigado en tu corazón. Solo asegúrate de estar motivado para honrar a Dios, no tratar de manipularlo para que hagan tus propios deseos.

Practicar la presencia de Dios es una habilidad, un hábito que puedes desarrollar. Así como los músicos practican escalas todos los días para tocar música hermosa con facilidad, puedes aprender a pensar en Dios en diferentes momentos de tu día. Puedes entrenar tu mente para recordar a Dios.

Al principio, deberás crear recordatorios para que tus pensamientos vuelvan a la conciencia de que Dios está contigo en ese momento. Comienza colocando recordatorios visuales a tu alrededor. Puedes publicar pequeñas notas que digan: “Dios está conmigo y para mí ahora mismo”

Si estás buscando una experiencia de Su presencia a través de todo esto, has perdido el punto. No alabamos a Dios para sentirnos bien sino por hacer el bien. Tu meta no es un sentimiento sino una conciencia continua de que Dios siempre está presente. Ese es el estilo de vida de la adoración.

Reflexiona sobre esto

Trata de usar oraciones de respiro para adorar a Dios a lo largo del dia. ¿Qué diferencia experimentas en tu actitud y en tus interacciones con otras personas?
¿Qué recordatorios visuales pueden ayudarte a ser más conscientes de la presencia de Dios?
Habla sobre la forma en que aprendió a tocar un instrumento o un deporte. ¿Cómo puedes aplicar las mismas disciplinas y energía para desarrollar un estilo de vida de adoración?

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Train Your Mind to Remember God

The Bible tells us to “pray all the time” (1 Thessalonians 5:17 The Message).

How is it possible to do this? One way is to use “breath prayers” throughout the day, as many Christians have done for centuries. You choose a brief sentence or a simple phrase that can be repeated to Jesus in one breath: “You are with me.” “I receive your grace.” “I’m depending on you.” “I want to know you.” “I belong to you.” “Help me trust you.”

You can also use a short phrase of Scripture: “For me, to live is Christ.” “You will never leave me.” “You are my God.”

Pray it as often as possible so it is rooted deep in your heart. Just be sure that you’re motivated to honor God, not trying to manipulate him into doing your own bidding.

Practicing the presence of God is a skill, a habit you can develop. Just as musicians practice scales every day in order to play beautiful music with ease, you can learn how to think about God at different times in your day. You can train your mind to remember God.

At first you will need to create reminders to regularly bring your thoughts back to the awareness that God is with you in that moment. Begin by placing visual reminders around you. You might post little notes that say, “God is with me and for me right now!”

If you are seeking an experience of his presence through all of this, you’ve missed the point. We don’t praise God to feel good but to do good. Your goal is not a feeling but a continual awareness that God is always present. That is the lifestyle of worship.

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Necesitas Amigos que te Ayuden a Triunfar

“Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras”.  Hebreos 10:24 (NVI)

Los verdaderos amigos sacan lo mejor el uno del otro. Se animan y se motivan mutuamente para alcanzar sus metas. Los amigos que te animarán al éxito son una parte fundamental para cumplir tu propósito en la vida.

Hay un viejo proverbio de Zambia que dice: “Cuando corres solo, corres rápido. Pero cuando corres con otros, corres lejos”. La vida cristiana no es una carrera de 50 yardas. Es una maratón.

Los corredores de maratón saben que llega un momento en el que empiezan a sentir un dolor en su costado que los hace querer rendirse. Pero si tienes otras personas corriendo contigo, puedes encontrar la fuerza para continuar hasta la línea de meta. La única manera de lograr los objetivos dados por Dios es tener a otros involucrados en tu vida.

“también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás” (Romanos 12:5 NVI).

Reflexiona sobre esto:

Todos tenemos diferentes puntos fuertes cuando se trata de animar a otros. ¿Cuáles son algunas maneras en que puedes alentar a las personas que te rodean en su misión de vida?
¿Por qué es importante alentar y celebrar el éxito de tus amigos tanto como el tuyo?
Al reflexionar sobre Romanos 12:5, ¿a qué personas en tu vida puedes buscar fácilmente para obtener ayuda?

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You Need Friends Who Will Help You Succeed

Real friends bring out the best in each other. They encourage and motivate one another to reach their goals. Friends who will cheer you on to success are a critical part of fulfilling your purpose in life.

There’s an old Zambian proverb that says, “When you run alone, you run fast. But when you run together, you run far.” The Christian life is not a 50-yard dash. It is a marathon.

Marathon runners know there comes a point when you start getting a pain in your side that makes you want to give up. But if you have other people running with you, you can find the strength to continue to the finish line. The only way you’ll achieve your God-given goals is to have others involved in your life.

“In Christ we, though many, form one body, and each member belongs to all the others” (Romans 12:5 NIV).

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