Rick Warren's Blog, page 450

La Motivación Correcta para Obedecer a Dios

 

“Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (Juan 15:14 NTV).

Jesus dijo en Juan 15:14, “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (NTV).

No puedes decir que amas a Jesús y luego irte a vivir como el diablo. No puedes decir que eres un cristiano y luego seguir viviendo una vida egocéntrica. No puedes decir que eres un seguidor de Jesús y luego elegir y escoger los versículos que quieres escuchar e ignoras los que no. Jesús dice que eres su amigo si lo obedeces a él y a sus mandamientos.

¿Por qué obedecemos a Dios? Los no creyentes se equivocan todo el tiempo. Dicen: “No quiero ser cristiano, porque no quiero obedecer a Dios. Ustedes, los creyentes, lo obedecen por culpa o por temor o por obligación, y no quiero eso para mi vida.”

¿Por qué realmente obedecemos a Dios? ¡Porque nos ama! Él quiere lo mejor para nosotros. Él te ama como nadie más te amará. La Biblia dice que la única razón por la que hay amor en el mundo es porque Dios es amor. No obedecemos a Dios por temor, culpa u obligación. Obedecemos a Dios por amor, porque él nos amó y nos salvó.

Cuando yo era un niño en la escuela secundaria, un chico se me acercó y me dijo: “Estás restringido”. Le dije: “¿Qué quieres decir?”. Él dijo: “Porque eres un cristiano. No puedes hacer ninguna de las cosas divertidas que el resto de nosotros hacemos.”

Lo miré a los ojos y le dije: “Podría tomar todas las drogas que quiero tomar. Podría tomar todo lo que quiera tomar. Podría ir a todas las fiestas a las que quiero ir. Podría irme a la cama con tantas mujeres que quiera. Pero aquí está la diferencia: Jesús cambió mis deseos “.” No quería hacer esas cosas antes. No quiero hacer esas cosas ahora. Son emociones falsas y baratas que parecen dar una patada temporal a la vida, pero luego se recuperan. Pueden parecer libertad, pero no duran, y conducen a la desesperación, no a la dignidad y la depresión, no al deleite.

Juan 15:9-11 dice, “Yo los he amado a ustedes tanto como el Padre me ha amado a mí. Permanezcan en mi amor. Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo” (NTV)

Dios no quiere que lo obedezcas porque le tienes miedo. Él no quiere que lo obedezcas porque tienes miedo del castigo. Dios quiere que lo obedezcas por amor. Es su amor el que conduce al gozo verdadero.

Reflexiona sobre esto :

Para obedecer, tienes que saber lo que Dios te dice que hagas. ¿Cómo puedes saber lo que Dios quiere que hagas?
¿Cómo has visto a veces que la obediencia a Dios lleva a la restricción? ¿De qué manera has visto que la obediencia a Dios te lleva a la libertad?
¿Cómo pueden los padres enseñar a sus hijos a obedecer por amor y no por miedo? ¿Cómo se vería obedecer por amor y no por miedo?

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The Right Motivation to Obey God

Jesus said in John 15:14, “You are my friends if you do what I command” (NLT).

You can’t say you love Jesus and then go live like the devil. You can’t say you’re a Christian and then keep on living a self-centered life. You can’t say you’re a follower of Jesus and then pick and choose the verses that you want to listen to and ignore the ones you don’t. Jesus says you’re his friend if you obey him and his commandments.

Why do we obey God? Nonbelievers get this wrong all the time. They say, “I don’t want to be a Christian, because I don’t want to obey God. You believers obey him out of guilt or fear or obligation, and I don’t want that for my life.”

Why do we really obey God? Because he loves us! He wants the best for us. He loves you like nobody else will ever love you. The Bible says the only reason there’s love in the world is because God is love. We don’t obey God out of fear or guilt or obligation. We obey God out of love, because he loved us and saved us.

When I was a kid in high school, a guy came up to me and said, “You’re restricted.” I said, “What do you mean?” He said, “Because you’re a Christian. You can’t do any of the fun stuff the rest of us do.”

I looked him in the eye and said, “I could take all the drugs I want to take. I could get stoned all I want to get stoned. I could drink all I want to drink. I could go to all the parties I want to go to. I could go to bed with as many women as I want. But here’s the difference: Jesus changed my want to.’” I didn’t want to do those things then. I don’t want to do those things now. They are cheap, phony thrills that seem to give a temporary kick to life, but then they kick back. They may look like freedom, but they don’t last, and they lead to despair, not dignity and depression, not delight.

John 15:9-11 says, “I have loved you even as the Father has loved me . . . When you obey my commandments, you remain in my love, just as I obey my Father’s commandments and remain in his love. I have told you these things so that you will be filled with my joy. Yes, your joy will overflow!”

God doesn’t want you to obey him because you’re afraid of him. He doesn’t want you to obey him because you’re scared of punishment. God wants you to obey him because of love. It’s his love that leads to true joy.

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Learn to Value What God Values

The key to a friendship with God is deciding whose friendship you want most.

You don’t have time for everybody to be your friend. You’ve got to decide who you want most to be your best friend.

The Bible says in 1 Timothy 6:21, “Some of these people have missed the most important thing in life—they don’t know God” (TLB).

They know all the baseball scores. They know the stock market quotes. They know the top 10 songs. They know who’s in and who’s out in every soap opera. But they don’t know God. They missed the most important thing in life!

If you’re not a friend of God, it means you care about something else more. James 4:4 says, “You should know that loving the world is the same as hating God. Anyone who wants to be a friend of the world becomes God’s enemy” (NCV).

When James writes, “loving the world,” he means loving the value system of the world. God wants you to love people, but that doesn’t mean you have to love the world’s value system. We get so caught up in the distractions of life that we tend to do just the opposite. We love the world’s value system, but then we don’t love people. We love materialism. We love pleasure. We love popularity. We love prestige. We love passion, possessions, and position.

But God loves people, and he wants us to love them too. One way we show our love to others is to show an interest in their interests. In other words, what is important to you becomes important to me (always within the context of biblical truth).

If you’re going to be a friend of God, then you’ve got to care about what he cares about and stop caring about the things he doesn’t care about. God doesn’t care about your image. He’s not interested in your status. He’s interested in your character—not how you look but who you are. An essential step toward friendship with God means choosing to value what God values.

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Aprende a Valorar lo que Dios Valora

 

“Algunos se han desviado de la fe por seguir semejantes tonterías. Que la gracia de Dios sea con todos ustedes.” (1 Timoteo 6:21 NTV).

La clave para una amistad con Dios es decidir qué amistad quieres más.

No tienes tiempo para que todos sean tus amigos. Tienes que decidir a quién quieres más para que sea tu mejor amigo.

La Biblia dice en 1 Timoteo 6:21, “Algunos se han desviado de la fe por seguir semejantes tonterías. Que la gracia de Dios sea con todos ustedes” (NTV).

Ellos conocen todos los registros del beisbol. Saben el precio de las acciones de mercado. Ellos saben las diez canciones más populares. Conocen cada personaje de las telenovelas. Pero ellos no conocen a Dios. ¡Ellos se han perdido la cosa más importante en la vida!

Si no eres un amigo de Dios, significa que te preocupa algo más. Santiago 4:4 dice, ¡Adúlteros! ¿No se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en enemigos de Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios.” (NTV).

Cuando Santiago escribe, “amistad con el mundo” significa amar el sistema de valores del mundo. Dios quiere que ames a las personas, pero eso no significa que tienes que amar el sistema de valores del mundo. Quedamos atrapados en las distracciones de vida que tendemos a hacer solo lo opuesto. Amamos el sistema de valores del mundo, pero entonces, no amamos a las personas. Amamos el materialismo. Amamos el pacer. Amamos la popularidad. Amamos el prestigio. Amamos la pasión, las posesiones y la posición.

Pero Dios ama a las personas, y quiere que lo amemos a él también. Una forma en la que mostramos nuestro amor a otros es mostrar un interés en sus intereses. En otras palabras, lo que es importante para ti se vuelve importante para mi (siempre dentro del contexto de la verdad bíblica).

Si vas a ser un amigo de Dios, entonces tiene que importarte lo que a él le importa y dejar de cuidar las cosas que a él no le importan. A Dios no le importa tu imagen. Él no está interesado en tu estatus. Él está interesado en tu carácter –no como luces sino en quién eres. Un paso esencial hacia la amistad con Dios significa elegir valorar lo que Dios valora.

Reflexiona sobre esto:

 

¿Que se interpone para que seas un amigo de Dios? ¿Qué tipo de ajustes puedes hacer en tus pensamientos o comportamiento?
¿Hay algo más importante para ti que conocer a Dios? ¿Qué es? ¿Por qué lo valoras más?
¿Cuáles son algunas cosas que Dios valora? ¿Qué tan importantes son esas cosas para ti?

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Dale a Dios tu mejor Tiempo

 

“El Señor es amigo de los que le temen; a ellos les enseña su pacto” (Salmo 25:14 NTV).

Si quieres construir una profunda relación con Dios, tienes que relajarte y estar en silencio.

La amistad con Dios es como cualquier otra amistad –tienes que ocupar tiempo en ello. Si no haces tiempo para los amigos humanos, no son tus amigos. Tu dedicas tiempo a tus amigos. Y si Dios va a ser tu mejor amigo, tienes que darle tu mejor tiempo.

La Biblia dice, “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.” (Salmos 46:10 NVI).

Necesitas tener un tiempo dedicado a Dios. Tienes que estar quieto para que puedas conocerlo mejor.

Salmos 25:14 dice, “El Señor es amigo de los que le temen; a ellos les enseña su pacto” (NTV).

Muchas personas no conocen a Dios. Ellos no han experimentado el amor de Dios. Ellos no conocer por qué el hace lo que hace. Aun así, la Biblia dice que la amistad con Dios está reservada para quienes lo honran –en otras palabras, aquellos quienes se detienen y dedican tiempo a él.

¿Qué sería de una amistad si nunca inviertes tiempo en ella? Las amistades necesitan atención. Nunca conocerás a Dios íntimamente si todo lo que haces es venir a los servicios de la iglesia. Tienes que leer la Palabra de Dios y preguntare, “Dios, ¿Hay algo que quieras decirme?” No tienes que usar palabras o frases elegantes. ¡Solo habla con él auténticamente y escucha!

La Biblia lo dice de esta manera en Mateo 5:5-6: “Dios bendice a los humildes, pues ellos recibirán la tierra prometida. Dios bendice a los que desean la justicia, pues él les cumplirá su deseo.” (TLA).

Toma un tiempo hoy, enfócate en Dios, y escucha mientras él te habla sobre su gracia.

Reflexiona sobre esto :

¿Cuáles son los distractores que evitan que estés quieto ante Dios? ¿Cómo puedes limitar esas distracciones?
¿Por qué es a veces más fácil o agradable ocupar tiempo con tus amigos que con Dios? ¿Qué mal entendemos sobre Dios cuando nos sentimos de esta manera?
A veces nosotros complicamos nuestro tiempo a solas con Dios. ¿Qué tipo de cosas puedes hacer para estar quieto y ocupar tiempo con Dios de forma simple y honesta?

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Give God Your Best Time

If you want to build a deep relationship with God, you have to slow down and be quiet.

Friendship with God is like any other friendship—you have to make time for it. If you don’t make time for your human friends, they’re not your friends. You make time for your friends. And if God is going to be your best friend, you’ve got to give your best time to him.

The Bible says, “Be still, and know that I am God” (Psalm 46:10 NIV). 

You need to have a daily quiet time with God. You have to be still so that you can know him better.

Psalm 25:14 says, “Friendship with God is reserved for those who reverence him. With them alone he shares the secrets of his promises” (TLB).

Many people don’t know God. They haven’t experienced God’s love. They don’t know why he does what he does. Yet, the Bible says that friendship with God is reserved for those who reverence him—in other words, those who slow down and spend time with him.

What would a friendship be if you never invested your time in it? Friendships need attention. You will never know God intimately if all you do is come to church services. You’ve got to read God’s Word and ask him, “God, is there anything you want to say to me?” You don’t have to use any fancy phrases or words. Just talk to him authentically. And then listen!

The Bible says it like this in Matthew 6:5-6: “When you come before God, don’t turn that into a theatrical production . . . Find a quiet, secluded place so you won’t be tempted to role-play before God. Just be there as simply and honestly as you can manage. The focus will shift from you to God, and you will begin to sense his grace” (Matthew 6:5-6 The Message).

Slow down today, focus on God, and listen as he speaks to you about his grace.

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Knowing God Is What Matters Most

You’re never going to become a friend of God in your spare time. You have to make knowing God your number one priority in life.

Paul says it like this: “Everything else is worthless when compared with the infinite value of knowing Christ Jesus my Lord. For his sake I have discarded everything else, counting it all as garbage, so that I could gain Christ” (Philippians 3:8 NLT).

Are you doing that? Are you seeking God with all your heart every day?

Remember: You are as close to God as you choose to be. You’re going to become a friend of God when you want to become a friend of God.

You can’t blame anybody else. You can’t blame your wife, your husband, your parents, or your kids. You are as close to God as you want to be. And if you feel far from God, guess who moved? You didn’t make him the number one priority of your life.

Knowing and loving God is our greatest privilege. And being known and being loved by God is our greatest pleasure.

I’ve noticed that you can tell what’s important to people by what they brag about. If their kids are most important, they brag about their kids. If their job is the most important thing in their life, they brag about their job. If travel and having experiences is most important, that’s what they talk about. If partying or buying new clothes is what you talk about most, guess what you value most? You brag about what you value most.

God says in Jeremiah 9:23-24, “The wise should not boast of their wisdom, nor the strong of their strength, nor the rich of their wealth. If any want to boast, they should boast that they know and understand me” (GNT).

Why? Because that’s what life is all about. Knowing God is what matters most. The God of the universe loves you and wants to have a relationship with you. Getting close to God will give you peace and perspective. Now that’s good news!

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Conocer a Dios es lo más Importante

 

“Todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo” (Filipenses 3:8 NTV).

Nunca vas a ser un amigo de Dios en tu tiempo de sobra, tienes que hacer que conocer a Dios sea tu prioridad número uno en la vida.

Pablo lo dice de esta forma: “Todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo” (Filipenses 3:8 NTV).

¿Estás haciendo esto? ¿Estás buscando a Dios con todo tu corazón todos los días?

Recuerda: estas tan cerca de Dios como deseas estar. Te convertirás en un amigo de Dios cuando quieras ser un amigo de Dios. 

No puedes culpar a nadie más, no puedes culpar a tu esposa, o a tu esposo, a tus padres ni a tus hijos. Estas tan cerca de Dios como deseas ser y si te sientes lejos de Dios, ¿adivina quién se movió? No lo hiciste prioridad número uno de tu vida.

Conocer y amar a Dios es nuestro mayor privilegio; ser conocido y ser amado por Dios es nuestro mayor placer.

Me he dado cuenta de que puedes ver lo que es más importante para las personas por lo que se jactan. Si sus hijos son lo más importante, se jactan de sus hijos. Si su trabajo es lo más importante en su vida, se jactan de su trabajo. Si lo más importante es viajar y tener experiencias, de eso se trata. Si lo que más hablas es de divertirte o comprar ropa nueva, ¿adivina qué valoras más? Te jactas de lo que más valoras.

Dios dice en Jeremías 9:23-24, “Esto dice el Señor: «No dejen que el sabio se jacte de su sabiduría, o el poderoso, de su poder, o el rico, de sus riquezas. Pero los que desean jactarse que lo hagan solamente en esto: en conocerme verdaderamente y entender que yo soy el Señor quien demuestra amor inagotable, y trae justicia y rectitud a la tierra, y que me deleito en estas cosas. ¡Yo, el Señor, he hablado!” (NTV).

¿Por qué? Porque de esto se trata la vida. Conocer a Dios es lo que más importa. El Dios del universo te ama y quiere tener una relación contigo. Acercarte a Dios te dará paz y perspectiva. ¡Esto son buenas nuevas!

Reflexiona sobre esto :

¿Cómo necesitas reevaluar tu vida para conocer mejor a Dios para que sea tu prioridad número uno?
Basado en lo que más hablas, ¿qué diría la gente que es más importante para ti?
¿De qué maneras puedes presumir de tu relación con Dios en tus conversaciones diarias?

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La Humildad Construye Relaciones

 

“Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes” (Filipenses 2:3 NTV).

El orgullo destruye las relaciones. Se muestra de muchas maneras diferentes, como en la crítica, la competencia, la obstinación y la superficialidad.

El problema con el orgullo es que te engaña a ti mismo. Todos los demás pueden verlo en nosotros, menos nosotros mismos. Cuando tienes un problema con el orgullo, no lo puedes ver en tu vida.

Proverbios 16:18 dice, “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso.” (NVI). Me gusta este verso en la traducción en lenguaje actual “El orgulloso y arrogante al fin de cuentas fracasa.”

El orgullo destruye las relaciones, pero la humildad es el antídoto del orgullo. La humildad construye relaciones. La biblia dice en 1 Pedro 3:8, “En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.” (NVI).

¿Cómo vamos a crecer tú y yo en humildad? Sucede al permitir que Jesucristo comience a controlar nuestros pensamientos, corazones, actitudes y reacciones. Él tiene que ser parte de este cambio. Efesios 4:23-24 dice, “Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él.” (TLA).

¿Cómo te conviertes en una nueva persona? ¿Cómo empiezas a pensar de una manera diferente? La ley básica de relaciones es esta: tú tiendes a ser como las personas con las que estás pasando tiempo. Si pasas tiempo con gente gruñona, te vuelves más gruñón. Si pasas tiempo con gente feliz, te vuelves más feliz. Si quieres tener más humildad, pasa tiempo con Jesucristo. Él es humilde y Él quiere una relación contigo. Él quiere que pases tiempo con Él en oración, leyendo su Palabra y hablándole. Él es humilde y a medida que lo conozcas, te volverás más como Él.

“Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. . . Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse.” (Filipenses 2:3, 5-6 NTV).

Nadie ha hecho nada más humilde que lo que Jesús hizo, viniendo del cielo a la tierra para convertirse en un hombre, para vivir por nosotros, dar su vida por nosotros y ser resucitado por nosotros. Cuando pasas tiempo con El, te vuelves más humilde y eso construye tus relaciones.

Reflexiona sobre esto :

¿Cuáles son algunas de las características y hábitos comunes de las personas que conoces que llamarías humildes?
¿Que necesitas cambiar en la forma que piensas de otras personas para que coincida con lo que piensa Jesús?
¿Qué significa dar más honor a los demás que a ti mismo?

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Humility Builds Relationships

Pride destroys relationships. It shows up in a lot of different ways, like criticism, competition, stubbornness, and superficiality.

The problem with pride is it’s self-deceiving. Everybody else can see it in us but us. When you have a problem with pride, you don’t see it in your life.

Proverbs 16:18 says, “Pride leads to destruction; a proud attitude brings ruin” (NCV). I love this verse in the Message paraphrase: “First pride, then the crash—the bigger the ego, the harder the fall.”

Pride destroys relationships, but humility is the antidote to pride. Humility builds relationships. The Bible says in 1 Peter 3:8, “Everyone must live in harmony, be sympathetic, love each other, have compassion, and be humble” (GW).

How are you and I going to grow in humility? It happens by letting Jesus Christ begin to control our thoughts and hearts and attitudes and reactions. He’s got to be a part of this. Ephesians 4:23-24 says, “Let the Spirit change your way of thinking and make you into a new person” (CEV).

How do you become a new person? How do you start to think in a different way? The basic law of relationships is this: You tend to become like the people you spend time with. If you spend time with grumpy people, you get grumpier. If you spend time with happy people, you get happier. If you want to have more humility, spend time with Jesus Christ. He is humble. He wants a relationship with you. He wants you to spend time with him in prayer and reading his Word and talking to him. He is humble, and as you get to know him, you’ll become more like him.

“Be humble and give more honor to others than to yourselves . . . You must have the same attitude that Christ Jesus had. Though he was God, he did not think of equality with God as something to cling to” (Philippians 2:3, 5-6 NCV/NLT).

No one has done anything more humble than Jesus, coming from heaven to Earth to become a man, live for us, give his life for us, and be resurrected for us. When you spend time with him, it makes you more humble, and that builds your relationships.

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