Rick Warren's Blog, page 411

La Gran Comisión no es una gran Sugerencia

 

“Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:18-20 (NVI)

Todo el mundo necesita a Jesús.

Jesús dijo esto muy claramente una y otra vez, en Mateo 28:18-20 nos dio la Gran Comisión: “Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (NVI).

¿Cuál es nuestra misión? Se trata de “Ir”. Esto no es una gran sugerencia. No es opcional. Si eres un hijo de Dios, Dios espera que vayas.

¿Cuál es la tarea? Ir y hacer discípulos. Un discípulo es alguien que hace las cinco cosas que nos pusieron para hacer en la tierra: conocer y amar a Dios, crecer en madurez espiritual, servir a Dios con tu F.O.R.M.A. a través del ministerio, compartir las Buenas Nuevas, y adorar a Dios con todo tu corazón.

¿Cuál es nuestra autoridad? No es un gobierno o la agencia de inteligencia. Es Jesús.

¿Cuál es nuestra responsabilidad? ¿Se supone que debemos ir y hacer discípulos a algunas naciones? No. A todas las naciones. ¿Eso incluye a Siria? Sí. ¿Eso incluye a Corea del Norte? Sí. ¿Eso incluye a Irán? Sí. No hay nación que esté excluida.

¿Qué significa esto para ti? Si todo el mundo necesita a Jesús, entonces debes compartir las Buenas Nuevas. Mantenerlo en secreto sería un crimen. Si supieras la cura para el Alzheimer, el SIDA o el cáncer y no la compartes, eso sería un crimen. Pero tenemos algo incluso mejor que una cura para la enfermedad. Sabemos la cura para el corazón humano y las necesidades más profundas de la humanidad. Ellos necesitan un Salvador. Ellos necesitan el perdón. Necesitan su pasado perdonado, un propósito para la vida y un hogar en el cielo. No podemos retenerlo. Tenemos que compartirlo.

Juan 3:17 dice: “Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él” (NVI). 

Quiero ser como Jesús. Yo quiero que seas como Jesús. Tenemos que dejar de juzgar al mundo y ser tan críticos. Mantengámonos ocupados compartiendo las Buenas Nuevas.

Escucha la enseñanza de hoy del pastor Rick

Reflexiona sobre esto :

Si Dios no te ha llamado a trasladarte a otro país y compartir el Evangelio, ¿qué más se puede hacer para apoyar su misión en el mundo?
¿Cómo crees que tus vecinos y compañeros de trabajo se sentirían si supieran que tenías el secreto de la vida eterna y no lo compartiste con ellos?
¿Qué parte de la Gran Comisión te da el valor que necesitas cuando estás asustado o nervioso para compartir el Evangelio?

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When Temptation Calls, Just Hang Up

It’s common sense that if you don’t want to get stung, stay away from the bees! If you don’t want to get burned, don’t get close to the fire! If you don’t want to fall off the cliff, don’t hang off the ledge!

The goal is not to see how close you can get to temptation but rather how far away from it you can stay.

Proverbs 14:16 says, “A wise man is cautious and turns away from evil, but a fool is arrogant and careless” (NASB). You might think you can handle temptation, but who are we kidding? You need to do a frank assessment. You need to analyze when and where you are most tempted and vulnerable. Then you need to stay away from those situations as much as you can.

The Bible says to run from temptation: “I pondered the direction of my life, and I turned to follow your laws” (Psalm 119:59 NLT). If you have to physically remove yourself, do it! When Potiphar’s wife tempted Joseph, he left his coat and split. Sometimes you may have to leave your coat. Get out of the situation. Run from it. Don’t stick around.

When you’re tempted, get up and change the channel. Or turn on music. Go for a walk. Read the Bible. Call a Christian friend in your small group. Do something to break the spell.

Here is some practical advice: Don’t ever try to argue with the Devil. You’ll lose every time. He’s had thousands of years to think up lines to counter anything you could come up with. Don’t rationalize it. Don’t justify it. Don’t argue it. The key thing to do is break the focus. Don’t look at the cookies and repeat, “I don’t want them! I don’t want them!” Turn around! The more you fight a feeling, the more it grows in intensity.

When temptation calls you on the phone, don’t try to argue. Just hang up, and go do something else.

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La Iglesia: Donde Aprendemos a Amar

 

“Edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará”. Mateo 16:18b (NTV)

Sólo la iglesia va a durar para siempre.

Nada más va a durar. Los negocios no van a durar para siempre. El gobierno no va a durar para siempre. La nación no va a durar para siempre. Sólo la iglesia va a durar para siempre.

Jesús dijo en Mateo 16:18b, “Edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará” (NTV). La iglesia es la mejor idea que Dios o cualquier ser humano jamás pudo haber pensado.

Todo el universo fue creado para la familia de Dios. ¿Cómo se le llama a la familia de Dios? La iglesia.

La iglesia no es un edificio. La iglesia es la familia de Dios. Dios quería una familia, por lo que decidió crear el universo entero sólo para poder crear la tierra, sólo para poder crear seres humanos y así poder tener la opción libre de elegirlo o rechazarlo. Él sabía que algunos de nosotros elegiríamos amarlo, y Él va a llevarnos al cielo para que seamos parte de su familia para siempre.

Si ya estás en la familia de Dios, ¿Qué significa esto para ti? Significa que ya todos vamos a vivir juntos para siempre, por eso es mejor aprender a llevarse bien. Mientras que tú estás aquí en la tierra, debes amar a la familia de Dios.

No basta con amar a Dios. Tienes que amar a la iglesia. ¿Quieres saber lo mucho que Dios ama a la iglesia? Él murió por ella. Cualquier persona que dice: “Yo amo a Jesús, pero no necesito la iglesia”, esa persona no lo entiende. Esa persona es un creyente inmaduro. Mucha gente usa la iglesia, pero no la ama.

¿Amas a la iglesia? ¿O simplemente utilizas la iglesia? Cristo murió por ella. Tienes que aprender a amar a cada creyente en el Cuerpo de Cristo.

Escucha la enseñanza de hoy del pastor Rick

Reflexiona sobre esto:

¿Cuáles son algunas maneras que las personas usan la iglesia?
¿Cómo se puede amar a las personas antipáticas incluso en la Iglesia? ¿Qué necesitas cambiar de ti mismo, para que puedas amar bien a los demás?
¿Cuáles son algunos pasos prácticos que puedes tomar para demostrar amor a la iglesia?

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Choose Holiness over Happiness

Today we live in an age of irresponsibility, where no one wants to admit that their problems are their own fault. We’ve all become victims. No problem we have is ever considered our fault anymore; it’s always somebody else’s problem. We blame others. We blame the government, the media, our parents, the schools, our DNA, and the environment—everything but ourselves.

The truth is that we bring most of our problems on ourselves. We just need to accept responsibility and quit blaming others. Every time we blame somebody else, we’re not admitting what the real problem is.

If you’re facing temptation right now, you’re never going to find freedom until you stop fixing the blame and start fixing the problem. Stop blaming other people! Even when other people have hurt you, it’s your reaction that’s causing the problem.

It’s amazing to me that some people even try to blame God for the messes in their lives. But God’s will never contradicts God’s Word. If God says, “Don’t do that” in the Bible, he will never tell you “yes” through a feeling. I don’t care how good the feeling is—when you listen to your feelings instead of God’s Word, you’re walking straight into a trap. One of the most common excuses I’ve heard to justify a multitude of sins is, “God wants me to be happy, and this will make me happy.”

God wants you to be happy. But God wants you to be holy more than he wants you to be happy. He wants you to obey him. You will never be totally happy when you ignore God’s will. In fact, you’re heading for destruction when you do that. The rules and principles in the Bible are not there just to make life miserable. They’re there for our own good.

The happiest people in the world are those who hang on to what God says and follow it, regardless of what their feelings say.

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If You Sow Generosity, You Will Reap Generosity

The Bible says in 2 Corinthians 9:6-7, “Remember this: Whoever sows sparingly will also reap sparingly, and whoever sows generously will also reap generously. Each of you should give what you have decided in your heart to give, not reluctantly or under compulsion, for God loves a cheerful giver” (NIV).

The principle of sowing and reaping applies to every area of life, not just your finances. Whatever you sow in life, you’re going to reap. Whatever you deposit is going to be returned to you. If you sow criticism in life, you are going to reap criticism from other people. If you sow kindness, you’re going to reap kindness. It’s the law of the harvest. If you plant apple seeds, you don’t get pears; you get apples. If you sow with generosity, you will reap generosity.

This is the principle of the harvest: Whenever you have a need, plant a seed. When a farmer looks at his barren fields, he doesn’t gripe about it. He just goes out and starts planting some seed. If he only has a little bit of seed, he has a choice. He can either hoard it or give it away. If he holds on to it, that’s all he’s got. If he gives it away, God will multiply it. The amazing thing is this: You don’t just reap what you sow. You always reap more than you sow!

God set it up this way because he wants you to become like him. God is a giver. The only way that you’re ever going to become like him is to learn to be generous. When you’re stingy, you’re like the Devil. When you’re generous, you’re like God. When you give it away, God multiplies it.

This sounds illogical—to give away when you have a need so that you will get more back. But that’s why it requires faith! God says the way you get is by giving, not by holding on.

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La Meta de Dios es Desarrollar tu Carácter, no tu Comodidad

 

“Ya no vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de vivir. Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él”. Efesios 4:22-24 (TLA)

Muchas religiones y filosofías de la Nueva Era, promueven la vieja mentira de que somos divinos o que podemos llegar a ser dioses. Déjame ser absolutamente claro: Tú nunca serás Dios, ni siquiera un dios pequeño.

Esta mentira llena de orgullo es la tentación más vieja que usa Satanás. Satanás prometió a Adán y a Eva que, si ellos seguían su consejo, “serán como Dios” Génesis 3:5 (NTV)

Este deseo de ser un dios aparece cada momento que tratamos de controlar las circunstancias, nuestro futuro y a la gente que nos rodea. Pero como hemos sido creados, nunca seremos el Creador. Dios no quiere que te conviertas en un dios; Él quiere que seas santo, procurando sus valores, sus actitudes y su carácter. Esta es la intención de Dios con nosotros: “Ya no vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de vivir. Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él” Efesios 4:22-24 (TLA)

El objetivo final de Dios para tu vida en la tierra no es la comodidad; sino el desarrollo del carácter. Él quiere que crezcas espiritualmente y que llegues a ser como Cristo. El ser como Cristo no significa perder tu personalidad o convertirte en un “clon” (una imitación) sin una mente propia.

Dios te ha creado como un ser único, y en definitiva Él no quiere destruir esto. Para ser semejante a Cristo es asunto de transformar tu carácter no tu personalidad.

Cada vez que olvides que el carácter es uno de los propósitos de Dios para tu vida, te sentirás frustrado por tus circunstancias. Te preguntarás, ¿Por qué me está pasando esto a mí?  ¡Una respuesta es que la vida se supone que sea difícil!  Y esto es lo que nos ayuda a crecer. Recuerda, la tierra no es el cielo.

Muchos cristianos interpretan mal la promesa de Jesús, “una vida plena y abundante” en Juan 10:10 (NTV), al interpretarla como perfecta salud, un estilo de vida confortable, felicidad constante, la realización de tus sueños y alivio inmediato de problemas a través de la fe y la oración.

En una palabra, ellos esperan que la vida cristiana sea fácil. Ellos esperan el cielo en la tierra.

Esta perspectiva egocéntrica trata a Dios como a un genio quien simplemente existe para servirte en tu búsqueda egoísta de tu realización personal.  Pero Dios no es tu siervo y si muerdes el anzuelo de que la vida es fácil, te convertirás en un ser severamente desilusionado o vivirás en un mundo irreal.

¡Nunca olvides que la vida no gira a tu alrededor! Tú existes para el propósito de Dios, no viceversa. ¿Por qué Dios proveerá el cielo en la tierra cuando el real está en la eternidad? Dios nos da un tiempo en la tierra para formar y fortalecer nuestro carácter para el cielo.

Escucha la enseñanza de hoy del pastor Rick

Reflexiona sobre esto:

A la luz de la forma como el mundo está cambiando, muchas veces no para mejor, ¿De qué manera te anima este devocional?
¿Qué versículos de la Escritura vas a memorizar para ayudarte cuando enfrentes desaliento o circunstancias difíciles?
¿Qué esperas de Dios? ¿De dónde viene la motivación para esas expectativas?

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Dios Tiene un Trabajo para que Hagas

 

“Nosotros somos obra de Dios, creados en Jesucristo para realizar las buenas obras que Dios ya planeó de antemano para que nos ocupáramos de ellas”. Efesios 2:10 (PDT)

Dios te llama a un servicio que va más allá de cualquier cosa que puedas imaginar. Tú has sido puesto en la Tierra para hacer una contribución.

No has sido creado solamente para consumir recursos —comer, respirar y ocupar un espacio. Dios te ha diseñado para que marques una diferencia con tu vida. Fuiste creado para aportar a la vida en la tierra, no solo para consumir de ella. Dios quiere que contribuyas.

La Biblia dice que, “Nosotros somos obra de Dios, creados en Jesucristo para realizar las buenas obras que Dios ya planeó de antemano para que nos ocupáramos de ellas” Efesios 2:10 (PDT). Esas “buenas obras” son tu servicio para el mundo. Cada vez que sirves a los demás, estás sirviendo a Dios. (Colosenses 3:23-24; Mateo 25:34-45; Efesios 6:7).

Lo que Dios le dijo a Jeremías es también una verdad para ti: “Antes de que yo te formara en el vientre, te conocí. Antes de que nacieras, te santifiqué y te presenté ante las naciones como mi profeta” Jeremías 1:5 (RVC).

Cuando la mayoría de la gente piensa sobre un “trabajo especial” ellos piensan en los pastores, sacerdotes y ministros de profesión, pero Dios dice que cada miembro de su familia es un ministro. En la Biblia la palabra “siervo” y “ministro” son sinónimos, como lo son “servicio” y “ministerio”. Si eres un cristiano, eres un ministro y cuando estás sirviendo estás ministrando.

¿Te has preguntado por qué Dios no nos lleva inmediatamente al Cielo en el momento   que aceptamos su gracia?  ¿Por qué nos mantiene en este mundo caído?  Nos deja aquí para cumplir Sus propósitos. Una vez que eres salvo, Dios intenta usarte para Sus metas. Dios tiene un ministerio para ti en Su iglesia y una misión para ti en el mundo.

Escucha la enseñanza de hoy del pastor Rick

Reflexiona sobre esto:

¿Qué te detiene de aceptar el llamado de Dios para servirle?
Si cada miembro es un ministro, ¿Cuál es la responsabilidad de los líderes de la iglesia? ¿Cómo puedes orar por los líderes de tu iglesia?
Dios tiene un ministerio para ti en Su iglesia y una misión para ti en el mundo. ¿Cuál es Su llamado para que hagas en el lugar donde vives —en tu hogar, en tu vecindario o comunidad— no importa lo pequeño que sea? ¿Cómo vas a responder?

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Hold Your Blessings with an Open Hand

God is more interested in your character than your comfort. He’s not going to give you things if you haven’t learned the principle of contentment first.

Contentment is not a lack of ambition. It’s not a lack of goals. Contentment means your happiness doesn’t depend on your circumstances.

How do you eliminate discontent? You eliminate the cause: comparing. We compare everything in this country—lawns, cars, husbands and wives, clothes, the education of our kids (we even put “My Kid Was Student of the Month” on car bumpers).

Whenever you compare, you’re going to become discontent. You’ve got to learn to stop comparing yourself to others.

Paul says in Philippians 4:12, “I know what it is to be in need, and I know what it is to have plenty. I have learned the secret of being content in any and every situation” (NIV). Contentment does not come naturally; it is something we have to learn. If we do this, God promises to meet all our financial needs.

The Bible says, “There is great gain in godliness combined with contentment; for we brought nothing into the world, so that we can take nothing out of it” (1 Timothy 6:6-7 NRSV).

One of the greatest secrets in learning to be content is to realize that you don’t really own anything. It’s all on loan to you for a few decades! You didn’t bring a single thing into this world, and you’re not going to carry anything out of it, either. You just get to use it while you’re here on earth.

The Bible calls that stewardship. You are the manager or steward of what God allows you to have while you’re here, but it’s not really yours. When you understand that you’re just a manager of the blessings God allows in your life and you hold them with an open hand, you won’t be uptight about losing them.

So what if you lose things? God can turn off one faucet and turn on another just as easily. Learn to be content because things don’t last. God is more interested in your character than your comfort.

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Hope in God, Not Your Bank Account

The only thing in all of creation that worries is a human being. Plants don’t worry. Animals don’t worry. Only human beings act as if we don’t have a heavenly Father. When you worry about your finances, you’re basically saying, “I think God is a liar. I don’t really think he will meet my needs.” But God will, if you meet the conditions.

When I was a kid, I’d go to my dad and say, “Dad, I need some money.” Not once when I was growing up did I ever wonder, “Where is he going to get it?” It’s kind of an unwritten rule about money: Dads and moms make it, and kids spend it. Kids never wonder, “Where are my parents going to get this money?” I never worried about it.

Worry is really a form of atheism. Every time you worry, you’re basically saying, “I don’t believe there’s a God who is going to take care of me.” If you’re a Christian and you worry, you’re acting like an orphan. You’re acting like you don’t have a heavenly Father who has already promised over and over again in Scripture, “I will meet your needs if you will obey me and do what I tell you to do.” Trust forces you to live by faith.

Worry is a warning light. Every time we worry about our finances, it’s a warning that we doubt God loves us and will take care of us. We always get into trouble when we doubt God’s love. Always.

Matthew 6:33 says, “Seek the Kingdom of God above all else, and live righteously, and he will give you everything you need” (NLT).

As long as you love anything more than God, that thing is going to be a source of anxiety. Only one thing was meant for first place in your life, and it’s not your family. Anything you put first in your life besides God will create anxiety, because that thing can always be lost.

Your bank account is not your security, no matter how big it gets. The Bible says in 1 Timothy 6:17, “Command those who are rich in this present world not to be arrogant nor to put their hope in wealth, which is so uncertain, but to put their hope in God, who richly provides us with everything for our enjoyment” (NIV).

Put your hope in God, because he will assume responsibility for your needs if you’ll trust him.

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Tu Vida Tiene Importancia Eterna

 

“Nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo”. Romanos 12:5 (NVI)

Tú vas a dar tu vida por algo. ¿Que será —una Carrera, deporte, afición, fama, riquezas? Ninguna de estas cosas tiene una trascendencia perdurable.

El servicio es el camino a una verdadera trascendencia. Es a través del ministerio que descubrimos el significado de nuestras vidas. La Biblia dice, “Nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo” Romanos 12:5 (NVI).

A medida que servimos juntos en la familia de Dios, nuestras vidas toman una importancia eterna. Pablo dijo “Ahora bien, el cuerpo no consta de un solo miembro, sino de muchos . . . Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo?” 1 Corintios 12:14,19 (NVI).

Dios quiere usarte para hacer la diferencia en el mundo. Él quiere trabajar a través de ti. Lo que importa no es la duración de tu vida, sino la donación de ella. No cuánto viviste, sino cómo viviste.

Si no estás involucrado en ningún tipo de servicio o ministerio, ¿Cuál excusa has estado usando?

Abraham era Viejo.
Jacob era inseguro.
Lea era poco atractiva.
José fue abusado.
Moisés era tartamudo.
Gedeón era pobre.
Sansón era co-dependiente.
Rahab era inmoral.
David tuvo una aventura amorosa y todo tipo de problemas familiares.
Elías era suicida.
Jeremías estaba deprimido.
Jonás era renuente.
Noemí era viuda.
Juan el Bautista fue excéntrico, por decir algo.
Pedro era impulsivo y de temperamento fuerte.
Martha se preocupaba mucho.
La mujer samaritana había fracasado en varios matrimonios.
Zaqueo era poco popular.
Tomas tenía sus dudas.
Pablo tenía mala salud.
Timoteo era tímido.

¡Vaya lista de inadaptados! Pero Dios usó a cada uno de ellos en su servicio. ¡Él está listo para usarte a ti también! Simplemente deja de dar excusas.

Escucha la enseñanza de hoy del pastor Rick

Reflexiona sobre esto:

¿Cuáles son algunas excusas que te han impedido servir?
¿Cómo Dios le ha dado forma a tu ministerio? ¿cuáles son las cosas por las que te emocionas?
¿Crees que Dios puede usarte tal como eres para hacer la diferencia para Su Reino? Toma tiempo ahora mismo para orar y hablarle. Compártele tus dudas y preocupaciones, y pídele Fortaleza.

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