Jenn Díaz's Blog, page 27

March 26, 2014

Ojos de niño


Es un decir (Lumen) narra la dificultad de esas tres mujeres, abuela, madre y nieta, que se ven obligadas a sobrevivir en un ambiente cerrado tras la muerte del hombre de la casa en extrañas circunstancias.
En EFE (La Vanguardia) >>>
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Published on March 26, 2014 01:00

March 25, 2014

March 24, 2014

De armas tomar


Se suele situar a Jenn Díaz (Barcelona, 1988) a la cabeza de esa nueva generación de narradoras nacidas e los ochenta, y «Es un decir», su estreno en Lumen, bien podría ser la confirmación definitiva de una autora que conecta la actualidad a la tradición de Martín Gaite y Matute. Publicó su primera novela, «Belfondo», con tan solo 23 años, y desde entonces no ha hecho más que ganar presencia al frente de la renovación literaria con títulos como «El duelo y la fiesta» y «Mujer sin hijos”. Con “Es un decir», Díaz desnuda al máximo su escritura para abordar una historia de soledades y pérdidas ambientada durante el franquismo.
En ABC >>>
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Published on March 24, 2014 01:00

March 23, 2014

La naturalidad de un niño


Tiene Jenn Díaz un don para la música secreta que poseen las historias rurales, esos susurros que de repente elevan la voz y dejan la sangre helada. con «Es un decir» (Lumen), su cuarta novela, vuelca todo su talento en contar una de esas historias, la de una niña que recibe la noticia del asesinato de su padre el que que cumple 11 años.

En La Razón (edición impresa, Catalunya)
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Published on March 23, 2014 01:00

March 22, 2014

La antipoesía


Mucho más poético es ese universo que empezó a edificar con «Belfondo» (2011), su debut literario, y en el que ahora ahonda acompañada por Mariela, voz infantil con «chispazos de vejez (es un decir) prematura» que articula un relato por el que también desfilan una madre en pleno proceso de bancarrota emocional y una abuela que ocupa sutilmente el lugar del padre asesinado. Una primera persona a ras de suelo que con la que Díaz mantiene el equilibrio entre crueldad e ingenuidad, entre atrocidad y naturalidad.
En ABC >>>
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Published on March 22, 2014 01:00

March 21, 2014

Intimidad, incomunicación e infancia


Era un tiempo de silencios, de soledad y marginación. Era una infancia dominada por los secretos y las puertas cerradas. Es una niña que está obligada a descubrir quiénes son sus familiares para saber quién es ella. Ellos son ella y sus enemigos. Ella es Mariela, la protagonista de Es un decir (Lumen), cuarta novela de Jenn Díaz, que todavía no ha cumplido los treinta.
En El Confidencial >>>
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Published on March 21, 2014 01:00

March 20, 2014

La niña rara


En esta historia, como ya hizo en 'Belfondo', la autora sitúa a los personajes en e entorno rural de un pueblo no definido de la España franquista, para explorar las complejas relaciones familiares que se tejen entre tres mujeres de una familia con demasiados secretos.
En El Correo (edición impresa)
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Published on March 20, 2014 01:00

March 19, 2014

La gente dice que...


La narradora infantil de Díaz se llama Mariela y ha visto cosas. A punto de soplar las velas de su undécimo aniversario, oyó un disparo y se quedó sin padre. No es de extrañar, pues, que, como ella misma dice, tenga “chispazos de vejez prematura”. La madurez de esa voz, que nos introduce en una historia de secretos familiares e insospechadas relaciones sentimentales, en un pueblo que no se sacude la Guerra Civil de encima, evoca a Ana María Matute y sus narradoras, “con ojos de niña, flotando entre lo adulto y lo infantil”.
En La Vanguardia >>>
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Published on March 19, 2014 07:59

March 15, 2014

Proteger la literatura tradicional


En todas las generaciones de escritores ocurre lo mismo: un grupo defiende la literatura experimental, la narrativa vanguardista, la novela como entidad evolutiva que se yergue sobre el cadáver de sus antecesoras; y otro protege la literatura tradicional, la ficción de carácter autóctono, el estilo que sigue el camino trazado por sus predecesores. Ninguno de los dos tipos de escritores tiene más razón que el otro, ninguno es más afín al ‘espíritu de los tiempos’ que su contrario, ninguno merece la atención del público si no trae el soporte de una obra de gran calado. Simplemente son dos formas de encarar el trabajo de novelista y ambas encuentran asiento entre los lectores: la primera, gusta más a los modernillos, a los rupturistas, a los transgresores, y la segunda, a los clasicones, a los continuistas, a los tradicionales. Y así ocurre –y seguirá ocurriendo- en todas las generaciones de escritores, en todas las etapas de la literatura española, en todas las discusiones de la prensa especializada. Es, por llamarlo de algún modo, el eterno retorno del debate literario.
Leer en Micro-revista >>>
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Published on March 15, 2014 01:00

March 14, 2014