Zoé Valdés's Blog, page 2985

August 30, 2011

Compartiments fumeurs.

Un poemario mío traducido por Claude Bleton, publicado por Actes-Sud. Titulo original: Vagón para fumadores, publicado por Lumen, en España. Cliquear en la imagen para ir al sitio:




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Published on August 30, 2011 02:49

August 22, 2011

Estado de "Sad".

Tomado de Estado de Sats.





Bueno, al parecer en Cuba ya hay libertad, y el único problema son las carencias y la economía, y la "emigracion", porque aquí no he oído en ningún momento una denuncia seria de la falta de libertad y en contra de la represión, ni siquiera de que los Castros deberían irse y ser juzgados. O sea, mientras los libios y los sirios están batiéndose por lo más preciado para ellos: la libertad, allá, en Aquella Isla, de lo que se discute es de transformaciones económicas con el castrismo.



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Published on August 22, 2011 13:16

Una presentadora de la televisión Libia, pro régimen, amenazaba pistola en mano.

Decía que ella estaba lista para matar o morir. Bueno, ya ha sido arrestada por los libios que tomaron la televisión.



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Tomado de El Eskup de Verónica Calderón.


"Una presentadora de la televisión libia, Hala Al-Misrati, muestra una pistola mientras asegura que ella y sus compañeros "están listos par morir como mártires" y que estaba preparada para "matar o morir". Ha sido detenida hoy por las fuerzas rebeldes."



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Published on August 22, 2011 10:30

Mimí Yoyó dice que el mayor desafío es eliminar la burocracia.

Lo dice desde la presidencia de la UNEAC, EN EL MEJOR ESTILO ANCIEN RÉGIME SOVIÉTICO. La burocracia que por más de cincuenta años han fomentado los mismos Castro, ¡qué gente tan retorcida, por favor! El Nuevo Herald.



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Published on August 22, 2011 08:41

Los Clavos. Por Esteban Fernández.

LOS CLAVOS.



Con tremenda alegría los soviéticos recibieron la buena nueva de que "un loco" les quería arrendar una bella isla a 90 millas del país  representativo del sistema capitalista por excelencia que ellos querían destruir y eliminar de la faz de la tierra. El trastornado era Fidel Castro, un tipo que ellos venían camelando desde hacía mucho tiempo.


 


La realidad es que estaban haciendo un pacto increíble: de diablo a diablo. Y la renta, la gran inversión en Cuba, les resultó tan cara que contribuyó muchísimo a llevarlos a la bancarrota. Los soviéticos se convirtieron en protectores del castrismo, y para alcanzar su objetivo, dejaron que Castro los desangrara como una sanguijuela.  Cuba resultó ser un barril sin fondo. Cuando se acabó la U.R.S.S. se terminó el subsidio y se secó el torrente de rublos que corría hacia nuestra nación.  Ante la hecatombe, ante el desastre inminente, los líderes castristas se reunían, se miraban unos a otros aterrorizados y se preguntaban: "¿Y… ahora que hacemos?"


 


La solución del problema no fue idea de Castro. Es más, costó muchísimo trabajo convencerlo de que la única forma de salir del atolladero era acudiendo a los exiliados cubanos e incrementar sus viajes a Cuba. Fidel gritaba: "¡Ustedes están locos!". El General José Abrantes era el más ardiente defensor de esa descabellada idea. El dictador llegó al extremo de insultarlo: "Pepe, tu estás demente ¿cómo  te vas a atrever a decirme que esa gusanera inmunda nos va sacar las castañas  del fuego?". Pero poco a poco, no le quedó más remedio que entrar por el aro.  Y Cuba terminó creando -y copiando- un método, que a través de los años, ha resultado ser uno de los sistemas de manipulación humana más sofisticados y refinados en la historia del mundo.


 


Y de ahí en adelante los revolucionarios, los cuerpos de Inteligencia, y todos los castristas  se convirtieron en usureros, negociantes y en buscadores de dólares. De guerreros, de generales, y de "internacionalistas", pasaron a ser gerentes y empleados de hoteles españoles.


 


Uno de los tragos más amargos  para el tirano fue aceptar que los desterrados viajaran a Cuba. A duras penas, y con desprecio absoluto, aceptó la teoría de que: "Aquí lo que hace falta es buscar dinero para salvar la revolución, sea como sea"…


 


Lograron algo increíble: que los fidelistas rabiosos aceptaran la llegada de los gusanos, de los vende patria y del lumpen que regresaban a visitar desde "el Norte Revuelto y Brutal". Después del odio que les habían inculcado contra nosotros desde el mismo enero de 1959, se vieron obligados a aceptar la avalancha de "apátridas".


 


A los fervientes militantes los convencieron diciéndoles la verdad: que todo era un tumbe, un paripé para buscar billetes. Crearon todo tipo de negocios y al mismo tiempo se convirtieron en traficantes de drogas. Mandaron médicos para el exterior cobrando por sus servicios y lanzaron al exilio a miles de "hombres nuevos" que trece meses más tarde regresaban como las golondrinas con dólares y vituallas.


 


Se creó la industria de exportar música y artistas. Los cantantes recorren medio mundo presentando sus actuaciones – principalmente en USA- y trabajan al servicio del gobierno cubano depositando una abundante tajada en las arcas del castrismo. Las llamadas telefónicas y los celulares es otro negocio redondo.


 


Se promueve el chantaje a los exiliados con ruegos y exigencias de sus familiares en la Isla. A veces los que piden ayuda se han pasado 45 años sin querer comunicarse con sus parientes en el exterior. Los mismos monstruos que provocaron la separación de la familia y destrozaron cruelmente esos lazos, nos tratan de acomplejar con la muy sonada hipocresía de "la unidad familiar". 


 


Los miembros de los Comités de Defensa han recibido órdenes de ser amables y hasta cariñosos con los visitantes portadores de los billetes verdes. Esos visitantes son los mismos que ellos chivatearon,  enviaron a las cárceles y les hicieron inventarios en sus casas para después adueñarse de ellas. Son los mismos  que escupieron y  les echaban los perros cuando abandonaron el país por el Mariel, y que ahora abrazan sumisamente. Pero… lo más importante: si mañana la tiranía da una contraorden, a dentelladas y latigazos sacan a los mercaderes del templo fidelista. Y vuelven a llamarlos lame botas del Imperio.


 


Y la mayoría de los cubanos exiliados han caído en la trampa­.  Son muy poquitos los que pueden decir: YO NO LE DOY, NI LE HE DADO, UN SOLO QUILO PRIETO AL RÉGIMEN OPRESOR.


 


Hace muchos años Lenin dijo: "Vamos a ahorcar a todos los capitalistas". Alguien le preguntó: "¿Dónde vamos a conseguir tantas sogas" Y Vladimir contestó: "Ellos nos van a vender las sogas" En el caso cubano, parece que dijeron: "Vamos a clavar a los desterrados cubanos, ellos nos van a suministrar los clavos"…


 


(Amabilidad del autor).    



Filed under: Historia, Política Tagged: Cuba, Esteban Fernández, Fidel Castro, United States
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Published on August 22, 2011 08:06

Libia y Cuba: Las voces "buenas" de las dictaduras "buenas".

LIBIA Y CUBA. LAS VOCES « BUENAS » DE LAS DICTADURAS « BUENAS ».


Hasta hace algunos días el dictador libio Muammar Al Khadafi era considerado un apreciado líder de la izquierda, aunque, eso sí, un poco excéntrico a la hora de vestirse y de peinarse, y de elegir "hotel" para acampar, junto a su séquito, cuando se desplazaba en algún viaje "presidencial". Hasta hace muy poco no sólo le aguantaban las "malacrianzas", además le reían sus pesadeces, al igual que a sus hijos, todos dignos seguidores de su padre. Hubo hasta un dirigente cubano que llamó la atención sobre el "ejemplo feminista" que daba al poner de guardaespaldas únicamente a mujeres, y no a cualquier mujer, sino las más bellas, jóvenes y aguerridas.


Bien, eso ha variado mucho, de un tiempo a esta parte, el tiempo en que los opositores libios decidieron convertir las "revueltas árabes", que para algunos fueron nefastas revoluciones y para otros "revueltas pacíficas", como si en esta dualidad no existiera ya una contradicción irrisoria, en guerra civil llevada hasta sus últimas consecuencias. No sólo Khadafi dejó de ser un líder de la izquierda, y el presidente libio, para convertirse en un dictador, además ahora se burlan de su ejército de féminas masculinizadas, y de su afeminada manera de arengar a sus fieles seguidores, y los hijos han devenido unos payasos engreídos para los ojos del mundo (que se preparen los Castro-Guevara).


Para colmo, la OTAN hoy ya está pensando en bombardear su búnker, que antes no era llamado así, sino más bien residencia presidencial, o tienda de campaña oficial. No me negarán que eufemismos como estos, soportes de lo políticamente correcto, en situaciones como las que estamos viviendo en la Libia actual, son para despatarrarse de la risa.


Esto me recuerda a un personaje nefasto, diplomático libio, que llevaba, o lleva, casi más de treinta años en la UNESCO, en la oficina de su país, pero que ha ido escalando posiciones manejando de este modo los puntos clave de las decisiones internacionales. Lo conocí en la época en que yo trabajaba en la UNESCO en los años ochenta. Y claro, como yo era un poco más que Nadie, me trataba como a una mierda de pigeon, pero en cuanto supo que yo trabajaba en la oficina de Cuba, y que era la esposa de uno de sus colegas, empezó a mostrar una cierta delicadeza.


Hasta que regresé a Cuba, luego me exilé, y volví a encontrármelo en el Parlamento Francés algunos años más tarde. Yo era miembro del jurado que premiaría a varios niños del mundo que presentaban un proyecto destinado al Parlamento Mundial de la Infancia, para el Siglo XXI que contendrían soluciones, medidas, propuestas, pensadas por los niños, en relación a su propio futuro, al futuro de la infancia. Entre los jurados había varios premios Nobeles, y nos reunimos en varias ocasiones con políticos franceses, en el mismo Parlamento. Compartimos desayunos y leímos y analizábamos cada uno de los trabajos enviados por los niños de todas partes del planeta. La mayoría de esos trabajos, escritos a mano, eran de una gran ingenuidad, pero dentro de esa ingenuidad, se notaban los verdaderos deseos y aspiraciones de los niños, sin ningún tipo de manipulación por parte de los adultos. Menos en uno, el que venía de Cuba, escrito a máquina, con cuño del MINREX, lo único que reclamaba aquel supuesto "niño cubano" era el levantamiento del embargo norteamericano, usando un lenguaje de Cedeerre que a los cubanos que aquí me leen no les será difícil imaginar. Rechacé el trabajo de inmediato argumentando que con toda evidencia ese texto no provenía de la mente de ningún niño cubano, sino de un robot castrista. La gran mayoría del jurado estuvo de acuerdo, y el texto fue apartado.


Al día siguiente, para mi asombro, aunque no tanto, la cosa había cambiado, y varios miembros del jurado habían dejado afuera el proyecto del niño estadounidense para meter al cubano, sin mi aprobación. Por supuesto que batallé, hasta que logré que los premios fueran los justos, pero no pude evitar que el cubano quedara en tercer puesto. Para ello tuve que enfrentar a este diplomático libio, que aunque no formaba parte del jurado, se metía en todo, y negociaba por debajo del tapete, a mis espaldas. Me pregunto dónde estará ahora ese diplomático libio, cómo lo tratarán los políticos franceses en este momento, y si todavía se cree el dueño de los caballitos, y si anda negociando como mismo negoció cochinamente en aquel momento, en que sólo se trataba de un concurso para niños. Si esto era así, cómo sería en las grandes ligas de la política internacional.


Lo mismo me pasó, en otro contexto, en Gijón, cuando años atrás presenté mi novela Querido primer novio, no sólo me colaron a una castrista tapiñada en la mesa, para que me hiciera la contrapartida, además, entre el público estaba un escritor cubano castrista, de esos que cuenta con más palabras en su curriculum ñángara que en sus libros, y que siempre anda de mala racha, por no decir, leche, y al que sueltan en un avión de Cubana como a un rotwailer rabioso para que muerda a los que le ataquen a su "adorada revolución".


Presenté mi novela, que trata de las escuelas al campo, en gran parte, y aquel hombre, de buenas a primeras, me saltó al cuello para increparme con que él había nacido antes de la revolución (qué suerte, pensé yo), y que había conocido el batistato (bueno, yo me lo perdí, seguí lamentándome para mis adentros), y que los guajiros en la Cuba de antes vivían aterrados por la policía de Batista, y que Fidel les había dado tierras a los campesinos, y ya ustedes saben, todo el tequeteque que siguió, y que ya podrán imaginar: Que él se había caído de una mata antes de la Robolución (el término es mío), se había roto la cabeza, y no había podido curarse la cicatriz porque en el pasado no había médicos, y tao, tao, tao… Bueno, claro que no me quedé callada, y lo puse en su lugar, lo que no impidió que aquel esbirro me aguara la presentación de mi trabajo, una novela de casi cuatrocientas páginas, de las que no se escriben guataqueando en el sentido literal y figurado del término, ni la tierra, ni a nadie, precisamente. Aunque mucho guataca tuve que dar, de la de verdad, y trabajar en el campo, para poder escribirla.


Hoy he recordado a este policía cultural y me pregunto dónde andará, ¿seguirá dando guataca ideológica en los predios de la UNEAC, o se habrá marchado como gusañero (ni gusano ni compañero), o será uno de los próximos que llegará a Miami para engrosar la nómina del intercambio cultural? Me pregunto qué haría este señor en caso de que en Cuba sucediera lo que han provocado los rebeldes libios, algo muy remoto, desde luego, si pensamos que los verdaderos opositores cubanos lo único que poseen como artefacto bélico es la garganta para gritar en las calles, y con los militares no se puede contar por el momento, porque no sólo todavía no se han enterado de que sin los Castro podrían enriquecerse aun más, es lo único que los movería a la lucha real, además su pendejería crónica los tiene paralizados, pintando paisajitos y mariqueras por el estilo.


En cuanto a estos diplomáticos, y policías culturales, ¿qué pasará con ellos? Nada. Ahí se quedarán, en el mejor de los casos naufragando o flotando, o quizás a última hora se aferren a un machete, o a una guataca de verdad, o a una pistola, para cambiar, no el curso de la historia, sino sus casacas. Pero nadie podrá quitarles nunca la nostalgia de sus líderes de antaño chéris, habibi! Ahora sí que viene llegando para Libia, cuando al parecer hasta Willy Chirino se ha olvidado de su propia canción. Y es que con Cuba ha llegado ya muchas veces, y la hemos dejado pasar de largo.


Zoé Valdés.



Filed under: Política Tagged: Cuba, Fidel Castro, Gijón, Libia, Muammar Al-Khadafi, Raúl Castro, UNESCO, Willy Chirino, Zoé Valdés
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Published on August 22, 2011 07:06

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Zoé Valdés
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