Rodrigo Éker's Blog, page 16
November 21, 2022
El payaso en boca de todos

Hace unos días decidí darle una oportunidad a Terrifier 2 (2022), la película de la que todos están hablando en redes sociales. Lamentablemente, nunca llegó a estrenarse en cines en nuestro país, pero pude conseguirla en streaming y me resultó una experiencia tan singular que necesitaba dedicarle un artículo al respecto. Si tienen el estómago para mirarla, les recomiendo hacerlo. Pero no es un film apto para todo público.
Mi experiencia con Art the Clown, el villano protagonista de esta serie de ficción, empezó allá por el 2014 cuando vi el debut cinematográfico de su creador (Damien Leone): la película All Hallows´ Eve. Si bien no me resultó particularmente buena, fue mi introducción a este payaso asesino que ha logrado capturar la imaginación de espectadores del mundo entero.

Damien Leone parece haberse obsesionado con este personaje durante más de una década. Lo presentó en un primer cortometraje de terror denominado The Ninth Circle (2009) para luego unificarlo con otros dos cortos en una trilogía de terror con temática del 31 de octubre. Pese a que nunca me interesaron los payasos asesinos (no disfruté de la era en 2016 cuando todos se vestían de payasos que asustaban a la gente y jamás quise mirar It), siento una enorme debilidad hacia Halloween y todo lo que se relacione con él. All Hallow's Eve no fue un debut logrado: se lo notó como un film creado por un cineasta sin experiencia, y fue destruido por la crítica y las audiencias. Sin embargo, contenía tres elementos con un inmenso potencial: decisiones estéticas originales, un concepto refrescante (Art the Clown) y un alto nivel de violencia expresado artísticamente. Si bien mi experiencia con dicho film fue agridulce, permaneció en mi memoria lo suficiente como para esperar ansioso la próxima entrega del director.
Luego de un doloroso proceso de recaudación de fondos, Leone sorprendió al mundo en 2016 con el estreno de la película Terrifier, el primer film centrado en la figura de Art the Clown. Ensamblada con un bajísimo presupuesto y protagonizada por actores mediocres, la película resultó un nuevo fracaso ante la crítica y el público. La recepción fue mixta en esta ocasión, con los críticos apreciando la actuación de David Howard Thornton en el papel de Art y los efectos especiales prácticos, pero reprobando la falta de trama, los pésimos diálogos y las malas decisiones de reparto. La distribución de la película fue sumamente limitada (principalmente en home media) y pronto quedó en el olvido como una desilusión más dentro de la incipiente franquicia. A pesar del fracaso, ciertos elementos provocaron entusiasmo entre los fans del género del terror: la orientación artística del film, el talento como director demostrado por Leone, la capacidad de Thornton de elevar a Art the Clown a la categoría de villano icónico y la brutalidad insuperable del gore en esta cinta. Una escena en particular, relacionada a una muchacha que es cortada en dos con una sierra manual, quedó en la historia como una de las muertes más brutales colocadas en pantalla en los últimos tiempos.

Sin desanimarse por la recepción de su film, Leone hizo lo que todos los grandes artistas deben hacer: aprendió de sus errores y aplicó el feedback en la creación de su nuevo proyecto. Se unió nuevamente a David H Thornton y juntos se pasaron los siguientes años escribiendo, produciendo y recaudando dinero para una secuela. A través del crowdfunding, los fans de la primera película le donaron al director $250.000 dólares para filmar la segunda parte, proceso que duraría unos tres años. Con apenas 9 personas trabajando en esta película, un presupuesto limitadísimo, y una reputación en caída, Damien Leone estrenó Terrifier 2 en octubre de 2022, en poquitos cines de los EEUU, sin ningún estudio asociado al proyecto y sin distribuidores ni campaña de marketing destinada a promocionarlo. Lo que sucedió a continuación quedará grabado en la historia del cine del terror.
En poco más de cuatro semanas, Terrifier 2 lleva recaudados 12 millones de dólares. Ha sido elogiada por la crítica profesional, aplaudida por las audiencias y, con ayuda del boca a boca, viralizada en redes sociales. El film representa una mejora sustancial respecto a su predecesor y ha conseguido inmortalizar a Art the Clown como un ícono del terror al mismo nivel que Michael Myers, Jason Vorhees, Freddy Kruger o Chucky. Y ha generado un entusiasmo que garantizará que el éxito económico y artístico acompañen a la franquicia durante la próxima década. La cálida acogida que está generando un film independiente como éste ha dejado en shock a los ejecutivos de hollywood y hasta hay rumores de que será presentado para que se lo considere en los Academy Awards por su excelente uso del maquillaje y las prótesis.

Dicho todo esto, no se trata de una película para cualquier audiencia. El nivel de violencia, gore e imágenes chocantes que contiene superan ampliamente a la original. Es una continuación directa a la misma, ambientada un año después de la masacre original, en que Art y una nueva ayudante deciden aterrorizar una pequeña ciudad del condado de Miles donde habitan dos hermanos que parecen guardar una misteriosa conexión con el diabólico payaso. Sienna y Jonathan (interpretados por Lauren Lavera y Elliott Fullman respectivamente) son los nuevos protagonistas, que se ven acechados durante la noche de Halloween por el malvado Art y su pequeña ayudante. Mientras tanto, sus seres queridos son asesinados uno a uno a su alrededor. De las maneras más brutales que se puedan imaginar.
Las escenas de muerte y mutilación que contiene esta película son gráficas y extremas (especialmente una que dura alrededor de tres minutos y que causó desmayos y vómitos en los cines estadounidenses). No obstante, están realizadas de manera humorística y exagerada, lo que ayuda a digerirlas un poco mejor. Es un elemento importante a tener en cuenta a la hora de decidir si mirar esta película: si le tienen aversión al gore, les recomiendo no mirarla. De lo contrario, queda totalmente recomendada.
Algo que personalmente me enamoró de la película es su estética. No sólo vemos la mano de un director creativo y talentoso, sino que la iluminación, los sets y la trama tienen un espíritu halloweenesco que me encantó. Si bien hay cosas para criticarle (es muy larga y podría ser editada para quitarle al menos quince minutos), la manera en que inventa una mitología propia y resulta entretenida en cada escena la ha convertido, en mi opinión, en una de las mejores cintas de terror del 2022.
Si la vieron, cuéntenme en los comentarios qué les pareció. Esperaré ansioso la llegada de Terrifier 3 y de las próximas entregas de esta saga que promete mucho para quienes somos amantes del buen cine de terror.

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción literaria y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo.
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October 28, 2022
Cuentos clásicos para leer en Halloween

Ahora que nos estamos acercando a la tan amada y especial noche de Halloween, decidí dejarles una pequeña lista de recomendaciones de relatos cortos para leer el 31 de octubre. En lugar de seleccionar cuentos de terror, creí interesante hablarles de narraciones de estilo gótico, victoriano o simplemente siniestros de grandes autores del pasado. Porque nunca viene mal enamorarnos una vez más de las grandes joyas de la literatura universal.
La leyenda de Sleepy Hollow - Washington Irving (1820)
Considerada por muchos como la narración esencial de Halloween en Estados Unidos, esta historia breve del maestro literario estadounidense se inspira en los miedos puritanos de su época respecto a los horrores de las guerras de independencia que habían signado su territorio apenas unas décadas antes de su publicación. Está protagonizada por el joven Ichabod Crane quien intenta cortejar a la hija de un acaudalado granjero. Luego de una celebración otoñal de la cosecha, el muchacho intenta regresar a casa a través de un frondoso bosque donde encontrará al jinete protagonista de las leyendas que tanto ha escuchado en su paso por el pueblo. Pintoresca y llena de sorpresas, es una historia que todos deberían leer alguna vez.
Salida de la mente maestra creadora de La maldición de Hill House, este relato breve que causó furor en su tiempo ha sido analizado hasta el hartazgo por la crítica académica y literaria. Si bien su contenido es sencillo, no por ello deja de ser potente. Nos habla de una pequeña ciudad ficcional estadounidense que una vez al año practica una tradición de corte barbárico: un habitante es elegido en base a una lotería para ser apedreado hasta la muerte. Si bien el escándalo que originó en su época manchó negativamente la reputación de Shirley Jackson, su legado incuestionable la ha consolidado como una de las mejores historias breves de la literatura americana.
Cuando era niño, este cuento me traumó durante varias semanas. Es simple, rápido de leer y altamente sensacionalista, pero no por ello menos estremecedor. Cuenta la historia de la familia White, cuyo marido recibe un amuleto importado de la India de manos de un general del ejército británico. Este objeto de apariencia inocua (una pata de mono disecada) posee la habilidad de conferir tres deseos a su portador, pero éstos vienen acompañados de terribles consecuencias como castigo por haber manipulado el destino. Su misterioso final continúa causando intriga en lectores más de un siglo después de su publicación.

El ladrón de cadáveres - Robert Louis Stevenson (1884)
En este pequeño cuento del gran autor escocés que fue inmortalizado debido a su Dr Jekill y Mr Hyde, un grupo de amigos de notorios médicos rememoran su tiempo en la facultad de medicina donde fueron instruidos por un profesor de características muy peculiares. Parte de la tarea de estos muchachos involucraba recibir cadáveres para su posterior disección, muchos de los cuales llegaban bajo sospechosas circunstancias. Basado en casos reales de robos de cadáveres que azotaron a la Inglaterra victoriana de su tiempo, se trata de una historia que ha quedado entre los clásicos de clásicos de la ficción gótica universal.
Pocos cuentos son tan elocuentes como El papel tapiz amarillo de esta escritora americana de fines del siglo XIX. Apreciado como un trabajo seminal de la literatura feminista, este relato está constituido por una sucesión de entradas de diario de una mujer cuyo esposo médico ha alquilado una mansión veraniega para el mutuo descanso de ambos. Como forma de "tratamiento", el esposo le prohíbe a la mujer trabajar y escribir durante largos períodos de tiempo para recuperarse de sus "tendencias histéricas". Eventualmente, el abuso psicológico y emocional sumado a un singular papel tapiz amarillo que decora la estancia terminaran con el colapso nervioso de la mujer que será, para todo lector, sumamente inquietante de contemplar.
Cortázar es el genio supremo del relato corto latinoamericano. Su uso del lenguaje, el surrealismo y las estructuras difusas convierten a su narración en una experiencia sumamente placentera. En Casa tomada, el autor nos introduce a la vida de dos hermanos que viven en una casona colonial antigua que deben escapar a una serie de ruidos y fenómenos extraños que les indican que su casa está "tomada". Misteriosa, fantástica, surrealista y ambigua, esta narración nos ilustra una vez más el inmenso talento de Cortázar para los formatos breves.
Ojalá lean y disfruten alguno de estos cuentos. Cuídense mucho y tengan un muy feliz Halloween :)

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción literaria y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo.
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October 8, 2022
Cómo cumplir metas
He estado reflexionando últimamente acerca de los objetivos que he cumplido a lo largo de los años y aquellos que estoy próximo a cumplir en el futuro cercano. Mucha gente me pregunta cómo hago para concretar tantas cosas al mismo tiempo y avanzar en mis metas a pesar de los múltiples obstáculos. En este momento estoy balanceando muchas cosas: trabajo de tiempo completo, estoy acreditando un curso universitario, he publicado dos libros (con un tercero en el camino), estudio piano y canto y voy al gimnasio entre cinco y seis veces por semanas. Todo esto al mismo tiempo que vivo solo, pago todas mis cuentas y financio ciertas metas futuras -una cirugía, un nuevo guardarropas, inversiones financieras y muchos otros gustos que planeo darme con el paso del tiempo-. Y hoy me gustaría centrarme en cómo he llegado a este punto. Ojalá les sea de alguna utilidad.
Si bien no es fácil lograr múltiples cosas de manera simultánea -y soy el primero en quejarme cuando el estrés me supera-, encuentro que saber aprovechar el tiempo, los recursos y las energías que uno tiene para poder alcanzar objetivos personales es increíblemente gratificante. Algunas de las técnicas importantes a aplicar tienen que ver con la gestión del tiempo (en lo personal, utilizo mucho el time-blocking, pero ese será tema para otro artículo), además del buen manejo de los recursos. Hoy quiero darles algunos tips para cumplir con esas metas que te parecen inalcanzables pero que, en el fondo, te gustaría alcanzar en algún momento de tu vida.
Siempre es importante considerar el motivo detrás de aquello que nos proponemos lograr. Puede que se trate de la autorealización personal, la ayuda a otros, la prosperidad económica o el simple gusto de realizar aquello que nos gusta. Cualquiera sean las razones que subyacen debajo de tus objetivos, es fundamental que sepas distinguirlas y clasificarlas para tenerlas presentes en aquellos momentos en que el camino a cumplirlos se torne duro o tedioso. Sólo considerando el por qué, en todo momento, seremos capaces de perseguir el objeto de nuestro deseo.
Solemos subestimar el poder de la palabra escrita (lo sé muy bien: soy escritor). Pero en el caso de cumplir metas, creo que es importantísimo dejarlas por escrito. Esto nos impide olvidarlas, cristalizarlas en nuestra conciencia y poder consultarlas permanentemente ante la aparición de dudas que puedan llegar a presentarse. Sea que las anotes en un bullet journal o agenda, en un papel colgado sobre la heladera o donde tu corazón más lo desee, tener un listado de metas a cumplir escritas a mano es de gran utilidad.
Cuando tratamos con metas de gran escala, magnitud o lejanía temporal, crear un plan de acción se convierte en un elemento esencial. Consiste en tomar esa gran meta y romperla en pequeños pasos secuenciales que sean fáciles de alcanzar uno tras otros. Dichos pasos deben ser accionables, específicos, medibles y ubicados en un período de tiempo determinado. Esto hará que puedas seguir el avance que vayas teniendo en dirección al cumplimiento de la meta y convertirá a cualquier objetivo que parezca imposible en uno cercano y alcanzable.
Terminado el momento de la planificación, llega el punto en que debés actuar. Esto es lo más difícil del proceso, ya que el mero hecho de comenzar suele ser el muro que nos bloquea a la hora de realizar una acción difícil. No hay atajos posibles: tenés que forzarte a dar el primer paso. Puede que sea buscando una inspiración que te motive o bloqueando el día y la hora en tu calendario para destinarlos a esta tarea. Encontrá la manera de iniciar tu camino y sólo entonces estarás poniendo el proceso en marcha. Y una vez que empieces estarás un paso más cerca de la concreción de tu meta.
La responsabilidad es parte de la vida adulta. Nadie va a controlar que estés cumpliendo con lo que te habías propuesto, por lo que vas a ser vos mismo quien se encargue del control y ajuste de tus propias acciones. Por un lado, esto puede asustar a los principiantes ya que devela una verdad incuestionable: nadie va a hacerse cargo de vos mismo. Por el otro, es increíblemente liberador y motivador. Sea que utilices el llamado de atención externo, las revisaciones constantes o la medición de tus actos de manera escrita, estar a la expectativa de que no te desvíes del camino que te habías propuesto, y tomar las acciones correspondientes cuando esto ocurra te permitirá concentrar tu atención y alejarla de la inacción, el pesimismo o la procastinación.
7. Evaluá tu plan constantemente
Nada en esta vida es perfecto. Ni siquiera lo somos nosotros mismos. A veces aquello que nos proponemos termina siendo difícil de conciliar con la vida real. Puede que tu plan haya sido demasiado ambicioso para el tiempo o las energías que pensaste que ibas a poder dedicarle en un principio. Puede que con el paso del tiempo descubras nuevas maneras de llegar al mismo destino y tus acciones cambien. Puede que tengas que ajustar tus metas sobre la marcha. Todo esto es normal y esperable. Por eso es importante evaluar constantemente tu plan de acción e ir modificándolo para adaptarlo a tus necesidades. Lo que no significa una derrota o un fracaso, sino simplemente la manera en que se dan las cosas: el cambio es parte inevitable de la vida.
Espero que estos consejos te hayan sido útiles y ojalá tengas muchos éxitos a la hora de cumplir tus metas :) Si desean que les hable del time-blocking o de otros recursos que personalmente utilizo, háganmelo saber en los comentarios.

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción literaria y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo.
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September 21, 2022
¿Alguna vez terminamos de conocernos?
No es ninguna novedad el hecho de que, más frecuentemente de lo que me gustaría, cambio de actitud, metas y prospectos de futuro en mi vida. He dado muchas vueltas, he tenido múltiples ideas acerca de mí mismo y del mundo que me rodea. A veces observo a los demás, la capacidad que tienen para tomar decisiones y establecer un curso a seguir que guía el resto de sus vidas y tengo la infinita curiosidad de comprender qué se siente. Y esto se debe a que, durante la mayor parte de mi vida, nunca he estado demasiado seguro de aquello que quería para mí.
En el fondo, intuyo que el problema está relacionado con la falta de opciones que tuve mientras crecí. Siempre demostré una orientación artística desde pequeño, faceta que fue desalentada por todos aquellos que me rodeaban. Escribo desde muy chico, siempre tuve curiosidad por la música y decidí, en mi adolescencia, que quería dedicarme a ser músico por el resto de mi vida. Sin embargo, cada vez que lo intenté, siempre hubo un obstáculo en el medio. Llegué al punto de estudiar una carrera universitaria al respecto, pero hubieron numerosas dificultades externas que me impidieron culminar esos estudios.
Habiendo fracasado en mi primer gran intento de profesión, me volqué hacia mi segunda pasión artística: la literatura. Fue entonces cuando abrí mi canal de youtube y me dediqué a leer y reseñar libros, además de escribir los propios que publiqué y continuaré publicando en los próximos años. Fue un intento de profesión que duró un par de años, pero que eventualmente me dejó aún más perdido que el anterior.
En la actualidad, como les he comentado en el pasado, estoy persiguiendo una carrera universitaria de la cual no estoy 100% convencido, pero que me permitirá ganar un dinero decente en un país que destruye los ingresos, las metas y los sueños de todos sus habitantes. Veremos cómo me va y cuánto me durará este nuevo empuje. Si me permite ser emprendedor e independiente, como siempre quise serlo, bienvenido sea.
A medida que van pasando los años, voy dándome cuenta de que es más y más difícil conocerse a uno mismo. Es complicado saber quién es uno si uno quiere muchas cosas y, al mismo tiempo, no quiere ninguna. Y ese drama existencial es lo que exploro en mis obras literarias. Mi primera novela (Melodías Sepultadas) trata, quizás como tema secundario, las cuestiones relacionadas al éxito, el fracaso y la propia identidad. Y espero que haya resonado un poco con algunos de mis lectores. Definitivamente puse mucho de mí a la hora de escribirlo porque todos mis libros, si bien no son autobiográficos, son extremadamente personales.
Continúo en este viaje de autoconocimiento, navegando los mares de la constante incertidumbre y sin una perspectiva de futuro que sea segura en el país de las inseguridades. Pero mi voluntad continúa tan firme como siempre, ya que se ha vuelto inextinguible. ¿Quién soy? Es una pregunta abierta que cada año deberé responder de una manera distinta. ¿Ustedes saben quiénes son? ¿O también lo van descubriendo de a poco, año a año, a lo largo de la vida?
Déjenme sus opiniones en los comentarios :)
September 11, 2022
Diario de escritura 2: volviendo a las bases
Como les conté anteriormente, mi modesto proyecto de compilado de relatos cortos continúa avanzando. Esta semana empecé uno nuevo. Mis energías creativas y mi imaginación siguen tan intactas como siempre, a pesar de las dificultades que tengo para hallar el horario para sentarme a escribir como me gustaría. Sin embargo, he decidido volver a mi especialidad: los cuentos que se centran en personajes más que en tramas. El espíritu general de todas estas historias es la caracterización por encima de las acciones, siguiendo la tradición de la ficción literaria contemporánea. Es el tipo de relatos que más disfruto escribiendo y leyendo. Pero no se preocupen: hay una gran cantidad de momentos shockeantes en mis relatos.
En este caso, me estoy inspirando (de manera lejana) en una persona que conozco en la vida real. La narración trata de un muchacho que emigra a Francia por motivos deportivos y que, una mañana gris y nublada, descubre ciertas verdades sobre sí mismo que había estado evitando inconscientemente desde hacía tiempo. Decirles más es hacerles spoilers. Sin embargo, contiene ciertos elementos estéticos que siempre caracterizaron mis historias: París, una Europa nostálgica, el café, los libros, las mañanas al aire libre, etc. Una romantización rota por la melancolía y los dolores emocionales. En los últimos días me he estado debatiendo seriamente cuántos relatos voy a incluir en este libro. Tenía desde el principio la intención de agregar 20 o 25 para hacerlo bien completo y que se sienta más como un libro denso que uno ligerito. No obstante, a medida que voy avanzando, va ganando más terreno la idea de que sea un volumen corto, de sólo 7 u 8 relatos. Quizás mi mayor objeción a esta última opción es que resultaría demasiado pequeño para ser publicado como libro (llegaría alrededor de las 150 páginas). Pero siempre he sido un gran defensor de la calidad por encima de la cantidad. Además, leyendo los relatos de corrido me doy cuenta de que así como vienen hasta ahora permiten ser leídos con fluidez sin que la lectura se torne pesada e interminable -cosa que odiaría generar con mi ficción-. Las principales ventajas de publicar un libro breve de relatos cortos serían:Lo terminaría más rápido: En esta fase particular en mi vida donde la literatura ya no ocupa la posición central de mis días -épocas donde estudio en la universidad y trabajo de tiempo completo-, terminar proyectos más largos se convertiría en una empresa inacabable. Sé que muchos de ustedes aguardan por este libro y desean recibir novedades al respecto. Reducir su longitud me permitiría publicarlo, cuanto mucho, en la primera mitad del año que viene.Sería más ligero de leer: Si bien la longitud de mis cuentos es intermedia -salvo uno particularmente largo-, reducir la extensión total haría de la experiencia algo más ameno, que se podría leer en una o dos semanas, sin esa sensación de tedio que generan los libros de cuentos que parecen cargados de relleno (experiencia que he tenido leyendo libros gordos de cuentos de Stephen King, por ejemplo). Me gustaría evitar saturar a mis lectores de material innecesario sólo para engrosar el libro.Se parecería más a otros compilados de relatos: Una verdad ineludible es que la gran mayoría de compilados de cuentos publicados en el mercado editorial son cortos. Suelen llegar, a lo sumo, a las 200 páginas. No sé si esto se debe a la tradición, a las convenciones de estilo, a las limitaciones de los escritores o a la demanda de los lectores, pero son pocos los libros de cuentos verdaderamente extensos publicados por un escritor. Los que solemos encontrar en las librerías suelen ser recopilaciones de terceros, que toman relatos prestados de varios volúmenes para crear una gran bestia maryshelliana. Publicar un libro corto me acercaría mucho más a los escritores que adornan mis propias estanterías. Aún teniendo en cuenta estos puntos, continúo dudando. Tengo energías para seguir escribiendo relatos (es una energía que nunca se acaba, ya que permanece intacta desde mi niñez), pero creo que este proyecto me llama a incluirle sólo un relato más antes de empezar a pulirlo para su eventual publicación. Quiero crear una obra que sea memorable, que permanezca cierto tiempo en la mente de mis lectores luego de haber sido terminada. Y creo que, en busca de ese fin, no tiene sentido escribir por escribir. Al menos, es lo que siempre he sostenido. Hay relatos que me gustan demasiado. Hasta ahora, he disfrutado escribiendo cada uno de ellos. Y no puedo esperar a que sean leídos por otras personas. Me siento muy orgulloso de haberme embarcado en este proyecto :)
SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción literaria y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo.
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September 2, 2022
Sobre la violencia política
No soy mucho de hablar de política en mi blog o en mis redes sociales, pero creo que las circunstancias ameritan unas palabras al respecto. Hace dos semanas que tenía la intención de reflexionar acerca del clima enrarecido que se vive en mi país en cuanto a lo gubernamental. El intento de asesinato de Cristina Kirchner sólo es un eslabón más de una cadena que viene ininterrumpida desde hace tiempo y que está en un punto de tensión al punto del quiebre. Si bien tengo una clara visión personal acerca de lo que sucede, son bienvenidos de disentir conmigo en sus opiniones. Simplemente deseaba expresar la mía.
La política argentina viene deteriorándose de manera acelerada desde hace un par de años. A partir del 2020, con la cuarentena brutal que nos impusieron (9 meses) sobre una frágil economía, destruyendo los ingresos y las variables económicas para millones de ciudadanos del país, la veta autoritaria del actual gobierno viene acrecentándose a pasos agigantados: persecuciones, acusaciones, escraches, impuestazos y múltiples intentos de ejercer control arbitrario sobre la ciudadanía. El Frente gobernante se formó, en un primer lugar, para desarticular las causas judiciales por corrupción que están pendientes sobre las cabezas de los políticos que lo integran. Esa fue la única meta por la cual buscaron regresar al poder y la principal preocupación del presidente, la vice y sus ministros durante los últimos tres años. Todo lo demás se fue improvisando sobre la marcha, lo cual explica la falta de rumbo económico, políticas integrales o discurso oficial de la presidencia en curso. La única meta de ellos siempre fue arremeter contra la Justicia. Sin embargo, cuando empezó a quedar en evidencia que esa escalada para llegar a la impunidad estaba fracasando, las acciones del Gobierno empezaron a ser erráticas y provocadoras.
A partir del 22 de Agosto pasado, el clima político de la Argentina empezó a descomponerse de un modo que no se veía hace muchas décadas. En el contexto de un ajuste económico brutal que el flamante ministro de economía (Sergio Massa) está imponiendo sobre los privados (quita de subsidios de tarifas, torniquete sobre el cepo al dolar, restricciones a las importaciones y controles económicos de todo tipo), continuó avanzando la llamada Causa Vialidad contra Cristina Kirchner y sus ex ministros por asociación ilícita. En dicho proceso judicial, el fiscal de la causa, Diego Luciani, demostró con pruebas contundentes que Cristina Kirchner y sus ministros se robaron de las arcas del Estado alrededor de 5231 millones de pesos ( equivalentes a USD $926.000.000) via sobreprecios en la obra pública, desviados por empresas ficticias y lavados con hoteles falsos en el sur del país. Pidió para ella una pena de prisión de 12 años e inhabilitación vitalicia para ejercer cargos públicos. La reacción del Gobierno no se hizo esperar. No sólo incluyó amenazas violentas contra el fiscal y la familia de los jueces, sino que además engendró un discurso de Cristina Kirchner trasmitido prácticamente en cadena nacional donde acusa a la justicia de conspiración, claramente desbordada y sobrepasada por la acusación.
Frente a estos hechos, los militantes del gobierno salieron a la calle en respaldo de la vicepresidente y se instalaron en un acampe fuera del departamento de Cristina en el refinado barrio de Recoleta. Permanecieron allí durante días hasta que la policía metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires decidió vallar la zona para garantizar la libre circulación de los vecinos. Los militantes tiraron abajo las vallas y se enfrentaron brutalmente con la policía, en una jornada de violencia de impredecibles resultados. Al mismo tiempo, el presidente Alberto Fernandez salió a decir en una entrevista que esperaba que el fiscal Luciani no apareciera "sucidado" (en referencia al asesinato del fiscal Nisman, quien también había acusado a Cristina Kirchner de encubrimiento antes de amanecer muerto en su departamento). Los partidos de la oposición presentaron el juicio político (pedido de destitución) del presidente en el Congreso y la tensión continuó creciendo y creciendo. Los militantes salieron nuevamente a la calle, a pesar de la tregua que habían declarado con el gobierno de la Ciudad para desconcentrar el acampe y fue en este contexto, hace 24hs, que un brasilero desequilibrado intentó asesinar a Cristina Kirchner cuando regresaba a su departamento. Mientras firmaba autógrafos y se sacaba fotos con sus seguidores en plena acera, el hombre puso el arma contra su rostro y gatilló dos veces. Aparentemente, la bala no salió y el sujeto fue rápidamente reducido y apresado.
Muchas preguntas quedan pendientes al respecto: ¿Cómo es que nadie advirtió la presencia del hombre armado? ¿Cómo es que la custodia no reaccionó a tiempo? ¿Cómo es que los políticos se arriesgan a semejante exposición en tal clima de tensión extrema en plena zona de conflicto?
Más allá del repudio que pueda generar este fallido atentado, es importante aclarar que la violencia política no es nueva en la República Argentina. Muchos presidentes han sufrido intentos de asesinato (Roca y Alfonsín son ejemplos emblemáticos). En los 70, la década violenta argentina, se asesinaron múltiples políticos, periodistas, sindicalistas y hombres de las fuerzas de seguridad por motivos políticos. Guerrillas, secuestros y torturas solían ser la orden del día en todo el país. En épocas anteriores, se tiraron bombas sobre concentraciones sociales, se derrocaron presidentes y ni hablar de los horrores cometidos por las sucesivas dictaduras militares. El siglo XX argentino es el siglo de la violencia política y, en pleno siglo XXI, hemos aprendido poco y nada.
Hay muchas teorías sobre lo que sucedió anoche. Algunas involucran acusaciones cruzadas entre gobierno y oposición (incluyendo aquella que sostiene que es todo un show armado para tapar los problemas socio-económicos que se están engullendo al país). Sea cual sea el motivo o la importancia de este atentado, es cierto que marca un antes y un después en la vida política argentina. Y no es para mejor. Lamentablemente, pienso que la escalada de tensión y de violencia en este país va a continuar incrementándose en los próximos meses. El clima está enrarecido y es beneficioso -para ambos extremos de la llamada grieta- continuar tensando la cuerda más y más. Para el gobierno, en su interés de eludir las causas judiciales. Para la oposición, en su interés de ganar las elecciones presidenciales del año que viene.
En medio de todo, continuamos estando los ciudadanos, que de manera callada y sufrida continuamos trabajando y produciendo con nuestra calidad de vida extremadamente deteriorada. La inflación rampante, el congelamiento de salarios y la devaluación permanente continúan afectándonos en un país que está llegando al borde mismo del precipicio en lo que será la peor crisis económica de su historia.
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August 25, 2022
Regresando a uno de los libros de mi infancia

Cuando tenía nueve o diez años, uno de mis tíos me regaló una pequeña novela de bolsillo con una dedicatoria escrita a mano. En ese momento, todavía no adquiría el hábito de la lectura y tampoco sabía cómo reaccionar ante tal obsequio. No entendía por qué me estaban regalando un libro ni cuál era la razón para que yo lo leyera: no estaba relacionado a ninguno de mis intereses del momento, ni tampoco entendí el motivo detrás de él. Quizás la palabra que mejor me definía en esos momentos fue simplemente confusión. Pero, a pesar de todo, decidí guardarlo entre mis pertenencias y durante mucho tiempo permaneció allí, dormido, sin atraer ningún tipo de atención de mi aún inmadura persona. La novela no era otra que la edición de bolsillo de Plaza y Janés de Capitanes Intrépidos de Rudyard Kipling, un clásico del siglo XIX que rara vez se menciona en las comunidades de lectores online, pero al que me gustaría dedicarle un artículo especial. Mi relación con este libro es ciertamente traumática. Dado que soy una persona que no puede contener su curiosidad ni su necesidad de aprender siempre cosas nuevas, desde el minuto uno supe que no pararía hasta leerlo entero. El primer obstáculo que encontré fue que no podía pasar más de una o dos páginas sin que me agarrara un terrible dolor de cabeza. La prosa de Rudyard Kipling era muy densa y dificultosa y todo el lenguaje marítimo (con sus constantes alusiones a cabestrillos, popas, proas, velas, estibaciones, horquillas y anzuelos) era demasiado pesado de digerir para un niño que todavía no entraba en la pubertad. Y, aún después de iniciar mi proceso de lectura con libros incluso más complejos pero mucho más interesantes -recuerden que mi amor por la literatura empezó con cuentos de Edgar Allan Poe-, esta novela seguía acumulando polvo en mis estanterías, ya que cada vez que lo abría me llevaba de vuelta a esos dolorosos primeros intentos de lectura y esto me motivaba a abandonarlo antes de terminar el primer capítulo. Sin embargo, perseveré en mi accionar y, cuando ya estaba acabando mi adolescencia, finalmente lo terminé. Se convirtió rápidamente en uno de mis libros favoritos. Capitanes Intrépidos es una novela difícil de catalogar. Como todos los libros de Kipling, se asienta firmemente en la tradición británica de la novela de aprendizaje con un fuerte sesgo moralista y aleccionador. Está escrita en un estilo que claramente la coloca en el género de la novela juvenil y, a la vez, constituye una típica historia de aventuras -género que apasionaba al autor-. En la actualidad, Rudyard Kipling suele ser recordado por novelas tales como El libro de la selva o Kim, además de su infinidad de pintorescos relatos cortos, pero es quizás Capitanes Intrépidos la obra que considero mejor lograda y más recomendable de su producción.

Está protagonizada por un muchacho quinceañero llamado Harvey Cheyne Jr, el hijo malcriado y egocéntrico de un magnate de la industria de ferrocarriles, quien tras un fortuito accidente termina a la deriva en el mar, a pocos minutos de ahogarse. Es entonces rescatado por un barco pesquero portugués que logra salvarle la vida y cuyos tripulantes no tienen la más mínima noción de quién es el joven. En el frío temporal del atlántico norte, rodeado de pescadores rudos que no tienen ninguna relación con su pasado aristocrático, Harvey deberá adaptarse a la dura vida marítima de hombres que lo forzarán a dejar atrás su niñez de lujos y lacayos para convertirse en un hombre de carácter y compasión. Es una narración claramente moralizadora en el espíritu tradicional de la novela inglesa, destinada a los jóvenes de la alta sociedad del imperio británico a la que Kipling pertenecía. Y, si bien está plagada de estereotipos y anacronismos, no deja de ser una historia simpática, entretenida y sumamente tierna. En lo personal, la considero como una obra esencial para introducir a los jóvenes a la literatura del siglo XIX, familiarizarlos con la prosa romántica de la época y presentar costumbres y puntos de vista de una era extinguida hace mucho tiempo. ¿Qué sería de la literatura si no es capaz de llevarnos a tierras y épocas lejanas para sacarnos de nuestra aburrida cotidianeidad? Eventualmente, perdí mi copia de Capitanes Intrépidos que me había regalado mi tío cuando era niño. Recuerdo que la última vez que la vi estaba totalmente destruida por el descuido y los malos hábitos y no me extrañaría que haya acabado en la basura. Con el paso de los años, me olvidé de que existía. Es más, me olvidé siquiera de que en algún momento la había leído. Y salvo por alguna referencia al pasar cuando se menciona el nombre de Rudyard Kipling, mi relación con esta historia fue quedando más como un recuerdo distante que otra cosa. Y dado que mi hábito por la lectura ha empezado a ser relegado por otras prioridades (recuerden que además de trabajar de tiempo completo estoy a punto de empezar la universidad de manera simultánea), nunca fue una obra literaria que me interesara rescatar en lo más mínimo. No fue hasta hace uno o dos meses que, recorriendo los kioscos de revistas de mi ciudad, me encontré con la edición en tapa dura que pueden ver en la foto que ilustra este artículo. Es una edición española de Cedro que ha llegado a nuestro país recientemente, cuya colección incluye numerosos clásicos de la literatura del siglo XIX. Si bien me encantaría coleccionarlos, no tengo la libertad económica en este momento para continuar comprando libros. No obstante, cuando estaba escaneando los títulos de las diferentes novelas (entre las cuales se encontraba El llamado de lo salvaje de Jack London, otro de mis favoritos de la juventud) me encontré con el título de Capitanes Intrépidos y sentí una ternura muy especial. Fue como reencontrarse con un viejo amigo, alguien olvidado en las arenas del tiempo que nuevamente te saluda con un renovado entusiasmo. Decidí, en ese momento, que esta copia tenía que ser mía y que debía ocupar un lugar privilegiado en mi estantería, al igual que continúa ocupando un lugar especial en mi corazón. En algún momento voy a releerla, tan solo para revivir aquellos olvidados pasajes victorianos con evocativas ilustraciones que caracterizaron mi primer acercamiento al mundo de la literatura romántica. Y, esta vez, voy a deleitarme en el placer de poder digerir y disfrutar de su lenguaje con la madurez suficiente con la que debe asimilarse toda obra literaria. Es lo mínimo que se merece uno de los clásicos literarios de mi niñez que, sin dudas, ha entretenido a muchas generaciones de jóvenes en su más de un siglo de existencia.

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción literaria y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo.
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August 13, 2022
Momentos difíciles, momentos de cambio
Ah, seguro que algunos pensaban que había abandonado este blog. Si es así, se equivocan. Me tomé un descanso no intencional, forzado por circunstancias internas y externas, pero sabía que tarde o temprano volvería a él. Como dije en un posteo anterior, quiero que este blog se transforme en mi ventana al mundo donde poder expresarme con absoluta libertad. Y quizás es esa misma libertad lo que me ha estado faltando en este último mes y medio.
Todos los argentinos atravesamos momentos difíciles. Estamos en la peor crisis económica de nuestra historia, con malestares sociales en constante crecimiento, y una inflación descontrolada que hace imposible ahorrar, invertir o planificar a futuro. Sumado a estresores laborales (este mes me tocó capacitar nuevo personal para el puesto que ocupo) y problemas de índole personal, he tenido pocos incentivos para permanecer activo en redes sociales. No obstante, he vuelto y con algunas novedades.
Continúo escribiendo mi compilado de relatos cortos que ya he mencionado en el pasado. Voy a paso de tortuga, pero todo avance es siempre preferible al estancamiento. Confío en el proyecto y espero verlo terminado en el futuro intermedio. Además, sigo firme con el ejercicio e intentando regresar a mi dieta saludable. Una de las cosas que más extrañaba de mi pasado musical era el simple acto de cantar (si no lo saben, estudié un año de canto lírico cuando era más joven) y por fin me han dado el visto bueno los médicos para retomar. He descubierto que estoy horriblemente fuera de forma en lo que a la voz se refiere. Mientras busco un nuevo profesor de canto, hago ejercicios vocales y de calentamiento diario para fortalecer un instrumento largamente abandonado. Al igual que con el gimnasio, es una mera cuestión de constancia y paciencia. Tengo ganas de retomar mis antiguos proyectos musicales. Quizás algún día verán finalmente la luz del día.
Estoy profundamente conmocionado por el atentado contra Salman Rushdie. El caso de este hombre es uno que he seguido de cerca a lo largo de los años. Lo mencioné explícitamente en uno de mis videos del antiguo canal de booktube. Es inadmisible que en el siglo XXI, en Occidente, las personas paguen un precio tan alto por crear arte. He considerado escribir un artículo en el blog con mis reflexiones al respecto (hace tres años di una conferencia sobre libertad de expresión en Occidente y me centré en el caso de Rushdie como ícono de la destrucción de este derecho en nuestras sociedades). Veré si finalmente lo hago o si ahorraré mis palabras para otra ocasión. Todo depende de cómo se desarrolle este evento que, al menos para mí, tiene una magnitud histórica enorme.
Fuera de los problemas, lo demás es puro impulso creativo.
¿Alguna vez sintieron estar en una carrera contra el tiempo? En estos últimos días, me invade cada vez más la sensación de que todo lo que quiero hacer debo hacerlo ahora. Tengo múltiples proyectos y muchas energías para llevarlos a cabo, pero siento que no me alcanza el tiempo para concretarlos. Estoy inentando balancear mi ambición creativa con mi necesidad de trabajar para mi propia subsistencia. Y no siempre es fácil. La vida adulta está llena de obstáculos que la salud mental no siempre permite sortear. Teniendo en cuenta que el año que viene regreso a la universidad, las ansiedades me consumen.
Estamos en los últimos días del invierno. Si bien todavía hace mucho frío, ya se empiezan a sentir los cambios que anticipan la llegada de la primavera. Los días se alargan, los amaneceres nos saludan más temprano y el canto de los pájaros tiene un sonido distinto, más pacífico y constante. A veces, en el ajetreo del día a día, no nos detenemos a percibir todo aquello que nos rodea. Me he planteado el objetivo, este mes, de adquirir una actitud un poco más reflexiva y consciente. Quizás volver a mi práctica meditativa. Me encantaría regresar a la lectura, pero eso probablemente ya sea demasiado esfuerzo. En pocas semanas empiezo mi curso preuniversitario y con eso se termina todo atisbo de tiempo libre que le quedaba a mis días.
Quizás es en los momentos de cambio donde más se pone aprueba nuestra capacidad de adaptación. En el pasado, he fallado al desafío por demasiada debilidad, impaciencia e impulsividad. Mis treinta, como me los he planteado, serán la década donde finalmente conquistaré todo aquello que siempre quise lograr pero que nunca tuve la fortaleza necesaria para alcanzar. Deséenme suerte, porque realmente la necesito.
Si estás pasando un momento difícil, te envío un abrazo virtual. En esta época de locura, fanatismos, violencia y crisis, un poco de fraternidad es lo que va a terminar salvando al mundo.

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June 26, 2022
¿De dónde salió esta cosa del Orgullo Gay?

Ah, lo escucho todos los años. Es uno de los cantos cuasi religiosos de mis amigos heteros. "¿Para qué hacen toda esta alharaca del Orgullo Gay?", "yo soy hetero y no ando declarando ningún orgullo por ahí", "¿no te da verguenza ver toda esa depravación en las calles?", "eso de las marchas me parece una tontería". Y un infinito etcétera. Hasta me da ternura escucharlo. Tiene un encanto folklórico que acompaña la atmósfera del Mes del Orgullo (para que quede asentado: es el mes de junio).
Por un lado, entiendo perfectamente de dónde vienen las inquietudes que muchos de mis amigos plantean. Ninguno de ellos es realmente homofóbico o intolerante (después de todo, son mis amigos), pero muchas de las conclusiones a las que llegan son típicas de un observador externo al movimiento y que desconoce su historia. Ciertamente, tanto desde adentro como desde afuera, las manifestaciones públicas del orgullo gay contienen una dosis concentrada de cringe que es necesario admitir: desnudismo gratuito, fetichismo sexual enarbolado como identidad, ideologías nefastas y consignas violentas erigidas como si tuviesen algo que ver con la sexualidad. También aparecen frecuentemente marchando (con pretensiones de protagonismo) algunos movimientos políticos deplorables infiltrados sin necesidad (por dar dos ejemplos concretos: los que reivindican al Che Guevara, el famoso carnicero que amaba matar homosexuales; y los que reivindican a Juan Domingo Perón, el milico pedófilo que sostenía que la homosexualidad era una enfermedad propia de la burguesía).
A pesar de ello, considero esencial utilizar mi pequeña plataforma para asesorar a mis amigos sobre el origen y significado de esta fecha en particular. Y, ya que estamos, relatarles una pequeña historia que va a responder ésas y muchas más preguntas. Es mi pequeño granito de arena para contribuir a la educación general sobre uno de los temas más polarizadores de los últimos tiempos.

Como tantas otras historias relacionadas con la libertad, ésta empieza en los Estados Unidos de América. Corrían tiempos de cambio, en el año vintage de 1969. Sucedía lo que tiende a ocurrir en toda sociedad capitalista: el mercado ya estaba respondiendo a las demandas de la gente, a pesar del autoritarismo rancio de los gobiernos y burócratas estatales. Muchos pequeños emprendedores, en una ciudad tan cosmopolita y burbujeante como Nueva York, habían inaugurado espacios de reuniones para gays y lesbianas que deseaban vivir su sexualidad sin esconderse.
Uno de ellos era el bar Stonewall Inn en el barrio Greenwich Village de Manhattan (sobre Christopher Street). El clima cultural y social de la época no era particularmente propicio para dichos encuentros. De hecho, muchos de estos establecimientos eran controlados o financiados por la mafia, ya que ningún ciudadano de bien que se identificara como tal estaba dispuesto a invertir en ellos. Sucede que durante las décadas de 1950 y 1960, el sistema legal estadounidense se inclinaba decididamente en contra de la comunidad gay: la homosexualidad era considerada una felonía e incurrir en ella conllevaba una larga pena de prisión intercambiable por un período de trabajo forzado. Con el emergente movimiento contracultural de los años sesenta, los bares gays prosperaron en las grandes ciudades, particularmente Chicago y Nueva York. Y por esto mismo, políticos anti-gay (incluidos unos cuantos alcaldes) hicieron carne propia la misión de desaparecer todo sitio donde se congregara la comunidad homosexual con el fin de "limpiar la imagen" de la ciudad.
Redadas, arrestos, clausuras y confiscaciones se convirtieron en una experiencia cotidiana para los dueños de estos locales. Y como ocurre siempre que el Estado se cree árbitro de la vida personal de los ciudadanos, el impulso de control rápidamente se transformó en fuerza bruta. Muchos de los arrestos fueron de carácter violento y les permitían a los agentes manchar la reputación y el futuro laboral de toda víctima frente a una sociedad que consideraba a la homosexualidad como algo repugnante.
El método que empleaban era el siguiente: dos policías mujeres y dos polícias hombres entraban a un bar haciéndose pasar por parejas gays y hacían una inspección visual del lugar. Luego le daban una señal al Escuadrón de Moral Pública (que generalmente esperaba afuera) utilizando el teléfono público del bar. El escuadrón entonces entraba por la fuerza y comenzaba la redada. Es el mismo método que utilizaron aquella fatídica noche del 28 de junio de 1969. Realmente había que tener muchos huevos para ser gay en un momento como ese.

Aquel sábado 28, cuando la policía empezó a hacer detenciones, obraron como estaban acostumbrados: pararon a las personas contra una pared y revisaron sus documentos muy cuidadosamente. Si el sexo del individuo no combinaba con el modo en que estaba vestido, lo llevaban al baño para verificar su sexo y, de no coincidir, era trasladado inmediatamente al móvil policial para ser arrestado. También se secuestraron 19 botellas de alcohol. Las redadas en bares gays solían ser altamente cooperativas: el miedo a quedar expuestos en la prensa al día siguiente era palpable y servía como amenaza para controlar a la gente. Esa noche, muchas lesbianas fueron objeto de manoseo indebido por parte de los oficiales que se aprovecharon de la indefensión de sus víctimas. Ante las primeras muestras de resistencia, los policías respondieron con empujones y patadas con el fin de llevar a los revoltosos a los patrulleros. Pidieron coches de refuerzo, pues entendieron que deberían trasladar más gente de lo planeado.
Sin embargo, algo estaba sucediendo en las puertas del Stonewall Inn. Cerca de 100 o 150 transeúntes, no todos simpatizantes de la comunidad gay (muchos eran vecinos del lugar) se había reunido en la calle a mirar lo que estaba pasando. Algunos aplaudían y vitoreaban a los policías, lo que aumentaba el espíritu violento de muchos oficiales. El objetivo primordial era la clausura. Primero sacaron esposados a los dueños del bar, luego a los empleados y finalmente escoltaron a varios de los clientes. En medio del tumulto, alguien gritó la frase "Gay Power!" y otros empezaron a cantar. Buena parte de la multitud respondió con humor. Un clima de hostilidad hacia los oficiales empezó a crecer lentamente. Una mujer trans que estaba siendo arrestada respondió golpeando la cabeza de un policía con su bolso. Algunos transeúntes arrojaron piedras, botellas y monedas hacia los agentes. Los policías respondieron esposando a los más inquietos de la multitud y fue entonces cuando se desató la violencia.

A medida que las protestas (cuyo tamaño iba creciendo rápidamente) sobrepasaba a los policías, éstos hicieron barricada en la puerta del establecimiento. La gente empezó a romper vidrios y a pinchar las cubiertas de los patrulleros a medida que rodeaban a los oficiales. Ante aquella hecatombe, tuvieron que acudir a la Fuerza Táctica del Departamento de Policía de Nueva York que llegó para liberar a los agentes que habían quedado atrapados en el Stonewall Inn. Los jóvenes se resisteron a los nuevos policías arrojando cascotes, objetos diversos y repartiendo puñetazos y patadas. Todos los elementos adentro del bar (teléfonos, inodoros, espejos, ventanas, etc) quedaron completamente destruidos. Cerca de las 04:00 am, las calles fueron finalmente liberadas con un saldo negativo: trece arrestos, múltiples hospitalizaciones y cuatro policías heridos. Pero la cuestión estaba lejos de terminar.
Los periódicos se habían enterado de madrugada de lo ocurrido. Editoriales sobre la redada fallida aparecieron en el New York Times, el New York Post y el Daily News. La noche siguiente, nuevas protestas se desataron en Christopher Street. Esta vez, mucho más numerosas y otra vez de carácter violento. Nueve precintos policiales se desplegaron para detener la manifestación pero, al no poder contenerla, volvieron a acudir al escuadrón de la Fuerza Táctica. Los oficiales fueron recibidos nuevamente con piedrazos, golpes y numerosos incendios. La cantidad de arrestos de la segunda noche fue mayor pero, para ese entonces, todo el país sabía de los motines de Stonewall.
Quienes participaron de las protestas empezaron a congregarse en los días subsecuentes. Discutieron la necesidad de organizarse formalmente para luchar contra la opresión policial y los insultos que la prensa crítica había escrito contra ellos (en prácticamente todas las editoriales). Conformaron el Frente de Liberación Gay (primer impulso de utilizar concientemente el término Gay) con un flyer que indicaba "¿Creés que los homosexuales se están rebelando? ¡Podés apostar tu trasero a que lo estamos haciendo!". Seis meses después de las protestas de Stonewall, lanzaron un periódico titulado "Gay" con el fin de encontrar miembros y voluntarios. La publicación llegó a tener 25.000 lectores y sirvió para organizar encuentros, fiestas y activismo para contrarrestar la mala prensa en los medios tradicionales. Gracias al ruido generado con su accionar, se calmó la persecusión de las fuerzas policiales. Hacia fin de año, las redadas a los bares gays habían cesado por completo.
Al cumplirse el aniversario de los disturbios de Stonewall, el 28 de Junio de 1970, la comunidad homosexual organizó el primer Desfile del Orgullo Gay en Christopher Street (iniciando en la puerta del Stonewall Inn). Si bien la marcha fue convocada por vías clandestinas, la asistencia y el apoyo de la sociedad en general (muchos demostraron simpatía con la causa gay) fue palpable. El New York Times reportó en la primera página que el desfile se extendía por 15 cuadras. Miles de jóvenes marcharon, sirviendo de inspiración para decenas de organizaciones de gays y lesbianas que se esparcirían como llamarada por todo el país. Para 1972, los desfiles por el Orgullo Gay se replicarían en ciudades como Atlanta, Buffalo, Detroit, Washington DC, Miami, Minneapolis, Filadelfia, etc. El año siguiente aparecieron en Canadá, Australia y buena parte de Europa Occidental.

El fenómeno crecía de manera descomunal, a medida que crecía la necesidad de libertad. La ola del cambio que se fortalecía en las sociedades occidentales se volvió imparable. Los países estaban maduros para la aceptación de la comunidad gay y, en el transcurso de una década, las naciones más importantes del mundo derogaron las leyes que criminalizaban la homosexualidad. En el mismo período, las asociaciones médicas y psicológicas eliminaron a la homosexualidad como patología y numerosos programas de entretenimiento empezaban a incluirlos en su programación habitual. La era de los closets y la clandestinidad lentamente estaba desapareciendo, todo gracias a un grupito de personas que se animó a resistir la persecución, aquel sábado a la noche en el barcito de Stonewall Inn de los Estados Unidos de América.
Los disturbios de Stonewall y las marchas del orgullo sirvieron para marcar un antes y un después en la cultura gay. Durante décadas, los gays y lesbianas habían vivido a escondidas, ocultándose de los prejuicios de la sociedad y sintiendo vergüenza por su propia condición. La ambivalencia, el odio propio y las conductas autodestructivas (empezando por el alcoholismo) llegaron a representar una época de oscurantismo que era necesario dejar atrás. La adopción de la palabra "gay" ("alegre") para referirse a la homosexualidad contaba con un simbolismo muy particular: implicaba una celebración de la vida, una afirmación en la búsqueda de la felicidad y una negativa contundente a aceptar el odio y rechazo que una sociedad hostil imponía desde todos los frentes hacia quienes habían cometido el único pecado de ser diferentes. Ese espíritu de celebración, esa muestra de fortaleza incorruptible, continúa acompañando al movimiento en la actualidad.
Cuando hoy marchamos por las calles, desde cada rincón del planeta, marchamos por nuestro "Nunca Más" frente a ese pasado reciente y por la necesidad de dignidad, igualdad, aceptación y visibilidad. No se trata ya de una protesta ni de un reclamo específico (ya que éste puede cambiar a medida que la historia cambia), sino que es un evento de conmemoración, donde homenajeamos el punto de inflexión preciso en la historia LGBT que marcó una profunda diferencia en nuestras vidas, que cambió la dirección de las sociedades y logró que ellas empezaran a reconocer nuestro derecho humano a existir libres de estigmas y amenazas. El "orgullo" puede tomarse de manera literal, pero es fundamentalmente simbólico: es una manera de afirmar identidad, construir comunidad y oponerse a la vergüenza, los estigmas y los tabúes. No salimos a las calles para refregar nuestra sexualidad en la cara de nadie, salimos a las calles para recordarles a todos que hubo una época en que nuestra existencia era consideada criminal y que jamás estaremos dispuestos a volver atrás.
El bar Stonewall Inn continúa existiendo. En el 51-53 de Christopher Street, en el barrio de Greenwich Village de Nueva York, está abierto para todo aquel que desee visitar uno de los sitios donde se construyó la Historia. Y si miran cuidadosamente, van a encontrar enmarcado en una de sus paredes el viejo y gastado cartel que colocó el Departamento de Policía de Nueva York aquel 28 de Junio de 1969. Sirve como ícono y recordatorio de aquello que nunca más debe repetirse en una sociedad civilizada.
Fuentes: Wikipedia, Pink News UK, "Stonewall" de David Carter y The Atlantic

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción literaria y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo.
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June 18, 2022
Un tiempo apropiado para la desconexión
Hace unas semanas que no me aparezco por acá. He estado super atareado con trabajo, ejercicio y otras tareas pendientes. Pero quería aprovechar el fin de semana largo para escribir una pequeña reflexión y actualizarles un poco sobre aquello que he estado haciendo en cuanto a literatura, escritura y vida en general.
Si bien mi producción literaria se ha ralentizado un poco (ah, las idas y vueltas de la vida que siempre complican todo), continúo firme en mi decisión de publicar un compilado de cuentos el año que viene. Sigo entusiasmado con las historias que estoy creando y aquella relacionada a una cacatúa/loro me está trayendo algunas dificultades: tengo tantas ideas que deseo incorporarle que me resulta difícil conectarlas entre sí y, más aún, decidir qué incluir y qué no. Tampoco me decido acerca del tono que le quiero dar: si mundano, de suspenso o directamente de terror (hay una imagen que circula en mi cabeza para el final, que definitivamente perturbará a mis lectores, y todavía no estoy seguro de si debo utilizarla). Creo que el tiempo, como siempre ocurre en estos casos, terminará decantando lo interesante del mero relleno.
En cuanto a mis lecturas, estoy atravesando cierto bloqueo lector. En este caso no se trata de poco entusiasmo o ganas de sentarme a leer, sino que no encuentro el tiempo ni el estado de paz mental necesario para concentrarme en la lectura. Sobre todo teniendo en cuenta aquello que estoy leyendo. Como les conté en un artículo anterior, empecé a tacklear La Rama Dorada de Sir James George Frazer, un tratado antropológico de más de 700 páginas sobre el rol de la magia en la religión a lo largo de los siglos. Y si bien el tema me apasiona, definitivamente se necesita de mucha calma para digerirlo, dada la prosa academicista del siglo XIX que por momentos peca de pura pedantería. Sin embargo, voy avanzando lento pero seguro. También quiero empezar con El retrato de una dama de Henry James, novela que adquirí allá por el 2018 y que aún no he tenido tiempo de empezarla como se debe. Cuando recupere mi gusto por la ficción, será el primer libro que ocupará mis horas de lectura.

Si se preguntan por las fotografías, ilustran un viaje que hice con mi padre, en uno de mis escasos días libres, al Cerro de la Gloria. Es un cerro que bordea mi ciudad (parte del Parque General San Martin, y el límite que marca su final) en cuya cima se asienta el Monumento al General José de San Martín. Quienes vivan en la República Argentina estarán familiarizados con él, ya que es el que solía adornar los billetes de cinco pesos -hoy retirados- y cuenta de manera pictórica la gesta sanmartiniana de independencia. Si bien necesita de una restauración (todas las placas de bronce están oxidadas), es un monumento masivo, sumamente bello, que debería ser visitado por todos aquellos que decidan venir a la Ciudad de Mendoza. Hay incluso placas donadas por los distintos gobiernos del continente (alrededor de una por país) detrás de un águila de piedra que adorna las escalinatas de ingreso. Si bien se puede subir a pie, es recomendable ir en auto porque se trata de un trecho largo.
Mirar la ciudad desde arriba siempre ha conseguido inspirarme. Le tengo un poco de miedo a las alturas, por lo que colocarme en los bordes siempre es un desafío para mí, pero la verdad que constituye un sitio muy pacífico, ideal para pasar el día y desconectarse de las preocupaciones. Allá arriba, además del monumento, hay un puesto de artesanías que vende alfajores caseros empacados en una pintoresca cajita de madera que simula una cabaña (actualmente la tengo decorando mi estantería de libros). En el futuro, van a colocar baños, restaurantes y cafés, lo que transformará al cerro en una verdadera experiencia turística. Cuando fuimos ese viernes, la obra estaba en pleno proceso de construcción, así que le falta mucho tiempo para estar terminada. Y en buena hora que lo esté.
Espero que hayan utilizado este fin de semana largo para descansar y estar con sus seres queridos. A mí personalmente me tocó trabajar de corrido todos estos días, pero trato de encontrar momentos para descansar y protegerme del frío. El invierno está siendo crudo pero tolerable y ayuda a crear una atmósfera apropiada para quedarse en casa y distraerse de todos los problemas. Se aproxima Yule y, si bien no he establecido cómo voy a celebrarlo, a veces una simple comida casera con una taza de café es todo lo que se necesita para homenajearlo.
Ojalá tengan una buena semana y logren encontrar inspiración en todo lo que se propongan :)

SOBRE EL AUTOR Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción literaria y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo.
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