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June 8, 2019 - February 1, 2020
En otras palabras, el volumen del espacio «reside» en los nodos del grafo y no en sus líneas.
(Feynman decía que nunca hay que hacer un cálculo sin saber antes el resultado),
el área no es continua: es granular.
Se deduce que el espacio físico, como campo que es, también «está hecho de cuantos».
El espacio es el campo gravitatorio y los cuantos del campo gravitatorio serán «cuantos de espacio»: los integrantes granulares del espacio.
La divisibilidad del espacio tiene un límite inferior.
Los grafos que representan los estados cuánticos del espacio se caracterizan por un volumen v por cada nodo y un número semientero j por cada línea.
Un grafo con estos números asociados se llama «red de espín»
Los números semienteros, en física, se llaman «espín» porque aparecen muy a menudo en la mecánica cuántica de las cosas que gira...
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el espacio es genuinamente granular a pequeña escala. Éste es el meollo de la gravedad cuántica.
Los fotones existen en el espacio, mientras que los cuantos de espacio son ellos mismos el espacio.
Dos nodos unidos por un enlace son dos cuantos de espacio contiguos.
no debemos pensar en las redes de espín como si fueran entidades o una malla en que descansa el mundo.
Debemos pensar en ellas como efecto del espacio en las cosas.
El tiempo no existe
Einstein demostró, hace más de un siglo, que no podemos separar el tiempo y el espacio,
No hay tiempo, solo hay movimiento. Nada, absolutamente nada, esta inmovil.
El espacio concebido como amorfo recipiente de las cosas desaparece de la física con la gravedad cuántica.
Si debemos abandonar la idea del espacio como recipiente inerte, entonces también debemos abandonar la del tiempo como flujo inerte a lo largo del cual la realidad se desenvuelve.
hay que reconocer que también el tiempo debe de tener las propiedades de indeterminación probabilística, granularidad y relación que son comunes a toda la realidad.
Porque el tiempo no transcurre igual en todo el mundo. En algunos lugares pasa más rápido y en otros más lento.
No podemos pensar en el tiempo como si fuera un gran reloj cósmico que marca la vida del universo.
Galileo
Había observado que las oscilaciones de un péndulo duran lo mismo (aunque su amplitud disminuya).
En otras palabras, la existencia de la variable tiempo es una suposición, no el resultado de ninguna observación.
La idea de un tiempo t que discurre por sí mismo y respecto al cual todo evoluciona deja de ser una idea eficaz.
El mundo que la teoría describe dista mucho del que conocemos.
Cada centímetro cúbico de espacio y cada segundo que pasa son el resultado de esta espuma en la que se agitan pequeñísimos cuantos.
¿De qué está hecho el mundo? La respuesta es ahora sencilla: las partículas son cuantos de campos cuánticos;
En otras palabras, el mundo está hecho enteramente de campos cuánticos
El mundo, las partículas, la energía, el espacio y el tiempo, todo eso no es sino la manifestación de un único tipo de entidad: los campos cuánticos covariantes.
Entre el continuo del espacio-tiempo y los cuantos de espacio no hay sino la misma relación que existe entre las ondas electromagnéticas y los fotones.
El precio conceptual que hemos pagado ha sido renunciar a la idea de espacio y tiempo como estructuras generales dentro de las cuales encuadrar el mundo.
Kant
se equivocaba cuando afirmaba que el espacio y el tiempo newtonianos eran formas a...
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La ventaja principal de esta física es que, como veremos en la parte siguiente, el infinito desaparece.
En 1927 un joven científico belga educado por los jesuitas, que se había ordenado sacerdote católico unos años antes, estudia las ecuaciones de Einstein
el universo está expandiéndose: las galaxias vecinas se alejan a gran velocidad,
Si vemos que las galaxias se alejan y el universo se expande, es que antes las galaxias estaban cerca y el universo era pequeño, y algo ha provocado su expansión.
Hoy lo llamamos «big bang».
Se llama Georges Lemaître
la constante cosmológica produce una aceleración de la expansión del universo que ha podido medirse recientemente. Una vez más, Einstein se equivocaba y Lemaître estaba en lo cierto.
pudo convencer al Santo Padre para que no volviera a hablar en público de la relación entre la creación divina y el big bang.
Lemaître creía que mezclar así ciencia y religión era absurdo:
la Biblia no sabe de física y la física n...
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Desmentir a Einstein y al Papa, convencerlos de que se equivocan, y tener razón en ambos casos, no es sin duda poca cosa. «El Maestro» merece su nombre.
las observaciones de la radiación que llena el universo hechas por el satélite Planck confirmaron una vez más plenamente la teoría del big bang.
en los últimos catorce mil millones de años,
el universo no puede contraerse más allá de determinada medida.
Sin indicios, buscamos en direcciones erróneas. Sin pruebas, permanecemos en la duda.
