Rick Warren's Blog, page 382

El Cambio Requiere Comunidad

“Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, el cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros”.   Romanos 12:4-5 (NTV)

No harás todos los cambios que necesitas hacer, quieres hacer, desearías hacer, planeas hacer, o esperas hacer por tu propia cuenta. Si pudieras, lo harías, pero no puedes, ¡así que no lo harás!

La Biblia dice en Romanos 12:4-5 “Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, el cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros”  (NTV).

Dios diseñó el universo de tal manera de que nos necesitamos unos a otros. Yo te necesito, y tú me necesitas. La frase “unos a otros” es usada 58 veces en el nuevo testamento: amarnos unos a otros, cuidaros unos a otros, animarnos unos a otros, soportarnos unos a otros, orar unos por otros, saludarnos unos a otros, compartir unos con otros. Dios nunca quiso que fueras sólo por la vida. ¡Aún el llanero solitario tenía a Toro! No fuiste creado para ir sólo por la vida. Sin importar tu estatus marital, eso no es relevante. Necesitas una familia espiritual, y necesitas estar en una congregación.

Necesitas personas a tu alrededor, y ellos te necesitan. Nos pertenecemos mutuamente.

Hay muchos libros de auto ayuda que te dirán las cosas correctas que debes hacer, pero no te proveerán las dos cosas que la Biblia dice que debes de tener: El poder de Dios y la comunión. Eso es lo que realmente necesitas para cambiar de verdad. El cambio necesita comunión.

En Saddleback, tenemos personas con todo tipo de pasado. Hablamos 65 idiomas en nuestra iglesia y tenemos miembros de diferentes religiones etnias antecedentes y nacionalidades.

Pero lo que tenemos en común es nuestro amor por Dios. Eso nos une y nos permite ayudarnos unos a los otros.

Gálatas 3:28 dice, “Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús” (NVI).

Reflexiona sobre esto :  

¿Qué cambios quieres hacer en tu vida este año? ¿Qué metas te has fijado?
¿Cómo la ayuda de las personas más cercanas a ti te ayudará a cumplir esos propósitos?
¿Qué evita que aceptes o pidas ayuda de las demás personas?

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Becoming a Student of the Bible

What do a good detective and a good Bible student have in common? They both learn to ask good questions and draw solid conclusions.

When detectives arrive at a crime scene, they first observe. They look around and see the details most of us would overlook. Then they ask questions. Finally, they put all the facts together to make conclusions.

When you’re a student of the Bible, you approach Scripture like a detective.

You come to a text and look closely at it. You look for details that a quick read might overlook. You ask questions about it. You compare it with other Bible verses. Then you put it all together to figure out, “What does this mean to me today?”

Psalm 1:1-2 says, “Happy are those who reject the advice of evil people . . . Instead, they find joy in obeying the Law of the Lord, and they study it day and night” (GNT).

To really get God’s Word into your life, you can’t just read it. You need to study it, like a good detective would.

The difference between just reading and studying is simple. When you read, you merely put your eyes on the words. When you study, you engage with the words. You might make notes with a pen or pencil. You may use a good Bible app to compare verses. You have an inquisitive mind that asks questions of the text.

Consider the investigation questions many of us learned in school: who, what, when, where, why, and how. Those are a great place to start with asking questions of the Bible.

Whether you’ve studied the Bible for years or you’re just getting started, one of the best ways to do it is with a small group. Together you’ll discuss, ask questions, listen, and share with other people. And you’ll gain insights you’d miss on your own.

If you’re not part of a local church, look for one that offers small group Bible studies. If your church doesn’t offer small groups, gather a group of friends to discuss each Sunday’s sermon or to study a book of the Bible together.

As you become a student of the Bible, you’ll come to know what the Bible says and what it means. And then you’ll be able to apply it to your life.

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To Benefit from the Bible, You Have to Read It

Do you ever feel like you just don’t understand the Bible? Do you wonder why it’s not making a big difference in your life? If so, let me ask you this question: How much time do you spend reading the Bible?

For much of Christianity’s history, only priests had Bibles. As a result, they were the only ones to interpret Scripture. Everyone else just had to accept what they said.

Then, around 1440, Johannes Gutenberg invented the movable-type printing press. For the first time, common people had regular access to Bibles. “What the priest is telling me and what I read in the Bible don’t match!” they said.

Getting the Bible into the hands of ordinary people led to a type of revolution—a major church upheaval that we now know as the Protestant Reformation.

Thanks to the printing press and the Reformation, you and I can read the Bible every single day—but do you?

I know some Christians who are more faithful to the sports page than they are to God’s Word. People might spend three hours a day on social media or watching TV, while spending just a few minutes reading the Bible. They expect that formula will transform them into spiritual giants, but it just doesn’t work that way.

To understand and grow from the Bible, you have to read it. And reading the Bible is easier than you think. If you read it for 15 minutes every day, you’ll read through it once in a year. If you replace one 30-minute television program a day with Bible reading, you’ll read through the Bible twice a year.

Think about what you spend your time reading every day—a favorite blogger, the morning newspaper, or your social media feed. Do you believe everything you read in those places? What about what you read in the Bible? Many people say, “I believe the Bible from cover to cover.” And I want to respond, “Have you read it from cover to cover?”

If you don’t have a regular Bible reading habit, start today. Take one of those sources that isn’t completely reliable and replace it with the Word of God. Remember what the book of Revelation says: “Happy is the one who reads this book” (Revelation 1:3 GNT).

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Para Saber hacia Dónde Vas, Evalúa dónde Estás

“Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado”.  Romanos 12:3b (NVI)

La primera y más grande barrera en cualquier área de tu vida es el orgullo.

De hecho, nadie tiene todo bajo control. Yo no tengo todo bajo control. Tú no tienes todo bajo control. El Papa no tiene todo bajo control. La Biblia dice que nada es perfecto en la Tierra excepto La Palabra de Dios. Todo en este planeta está destruido a causa del pecado.

Pero vamos por ahí tratando de impresionar a la gente y pretendiendo que tenemos todo bajo control. El problema es que, si quieres tener un cambio duradero en tu vida, primeramente, tienes que evaluar tu estado actual humildemente y admitir que no tienes todo bajo control. Tienes que admitir que tienes problemas con tus finanzas, con tu salud, y con muchas otras cosas.

Romanos 12:3b dice, “Nadie tenga un concepto más alto de si del que debe tener, sino más bien tenga un concepto equilibrado de acuerdo con la medida de fe que Dios le haya dado” (NVI).

¿Estás dispuesto a preguntarle a las personas que te rodean: “Dónde necesito cambiar”? ¿Tienes el valor de preguntarle a otras personas que sean honestas contigo, a cerca de ti?

¿Por qué es esto tan importante? Porque sólo puedes manejar lo que mides. Si no sabes la medida de tu fe, no puedes crecer en fe. Si no sabes la media de tu salud, no puedes desarrollar y crecer en salud. Si no sabes la medida de donde estás financieramente, no puedes fijar metas financieras. Si no sabes la medida de donde te encuentras espiritualmente o vocacionalmente o en tus relaciones, no puedes crecer en esas áreas. Sólo puedes manejar lo que puedes medir.

También es muy importante registrar tu progreso sobre cualquier meta en un diario. Si vas a fijar algunas metas de salud, financieras o de cualquier otro tipo, registra tu progreso a lo largo del año para que puedas medir tu crecimiento.

Evalúa donde te encuentras para que puedas saber hacia dónde debes de ir.

Reflexiona sobre esto :

¿Con qué personas en tu vida puedes hablar abierta y honestamente?
¿Cuáles áreas de tu vida necesitas evaluar para que puedas fijar metas realistas para cambiar?
¿De qué formas puedes darle seguimiento a tu crecimiento y progreso?

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Quítate lo Viejo y Ponte lo Nuevo

“En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo”. Efesios 4:23-24 (NTV)

Si quieres tener un cambio duradero en tu vida, tienes que empezar con tu cuerpo, y eso incluye tu forma de pensar para que honres a Dios a través de las cosas que piensas y permites en tu mente.

Efesios 4:23-24 dice, “En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo” (NTV).

Date cuenta de que hay un quitarse y un ponerse. Tu salud realmente se resume en detener algo que vienes haciendo y empezar a hacer algo que tienes que hacer. Deja de poner cosas negativas e hirientes en tu cuerpo, y comienza a ponerte cosas que edifican.

Deja de poner cosas negativas e hirientes en tu mente, y comienza a observar y escuchar las cosas de Jesús que te edifican y te hacen más como Él. En la renovación de tu mente, tienes que quitar, antes de poder poner.

Digamos que vas a una tienda a buscar un abrigo nuevo. Tomas uno y entras con él a un probador. Si ya estás usando un abrigo, no entras ahí y te pones el abrigo nuevo sobre tu viejo abrigo. Eso no sería sabio, ¡pues no vas a saber si te queda! Lo que tiene sentido es que te quites el abrigo viejo antes de ponerte el nuevo.

Eso es verdad espiritualmente, emocionalmente y mentalmente, también. Te tienes que quitar lo viejo antes de ponerte lo nuevo.

Reflexiona sobre esto:

¿Qué cosas necesitas quitar de tu vida, mente y cuerpo?
¿Qué cosas nuevas necesitas para llenar tu mente y cuerpo? ¿Qué hábitos nuevos tendrás que desarrollar para lograr eso?
¿De qué formas deseas ser más como Dios en “verdadera rectitud y santidad”?

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How to Welcome God’s Word into Your Heart

The Bible is one of God’s great gifts to us. But a closed Bible is worthless. To reap the benefits of the Bible, you have to get its truths into your life.

One way you can do that is by receiving God’s Word with an attentive, open heart. Jesus says, “Those on the rocky ground are the ones who receive the word with joy when they hear it, but they have no root . . . Therefore consider carefully how you listen” (Luke 8:13, 18 NIV).

In this Scripture, the word “receive” comes from the Greek word dechomai, which literally means “to welcome.” You can welcome God’s Word like a generous host would welcome a stranger.

But that verse includes a caution, too. You need to be careful of how you listen to God’s Word. Receive it with an open, teachable attitude.

It’s more than just hearing. We all have heard someone without really listening. It’s possible that as you’re reading this devotional today, you’re reading the words but not listening to the message; while your eyes are reading, your mind may be a million miles away.

Scripture says that we should “receive” God’s Word. Think of a Wi-Fi connection. When you have a strong connection, you can download things quickly and smoothly; when you don’t, your device might never display what you need.

God’s Word is the same way. Sometimes we don’t have a strong connection. That keeps us from really receiving God’s Word.

Sometimes we have a poor connection to the Bible because we’re just not paying attention. Other times it might be because something’s blocking that connection—maybe your relationship with God or another person is off. Get your relationships in order. Then you’ll find you have a stronger connection to God’s Word, and God will be able to use it to speak to you.

Hebrews 2:1 says, “We must pay the most careful attention, therefore, to what we have heard, so that we do not drift away” (NIV).

How can you hold on to God’s Word instead of letting it drift away? One way is by taking notes. Choose a part of this devotional that God used to speak to you and write it on a note in your phone or in a journal.

How will you know when you’re receiving God’s Word with an open, attentive heart? You’ll start to see your life being changed. Acts 2:41 says, “Those who accepted his message were baptized, and about three thousand were added to their number that day” (NIV).

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Want to Grow Spiritually? Accept the Bible’s Authority.

A baby needs many things to grow, but the most obvious requirement is nourishment. You can hold, rock, and sing to a baby—but without milk, the baby won’t grow.

Our hearts are the same way. To grow spiritually, we need spiritual food. We get that from the Bible, God’s Word. First Peter 2:2 says, “Like newborn infants, desire the pure milk of the word, so that you may grow up into your salvation” (CSB).

But it’s possible to read the Bible and not get anything out of it. You need certain keys to unlock Scripture. One of those keys is accepting its authority.

The Bible says it’s God’s Word: “And we also thank God continually because, when you received the word of God, which you heard from us, you accepted it not as a human word, but as it actually is, the word of God, which is indeed at work in you who believe” (1 Thessalonians 2:13 NIV).

One of the reasons why there is so much confusion in the world today is because people are listening to so many different authorities, and everybody’s asking, “Who’s right?”

Whether you realize it or not, you have an authority for your life. It’s what you use to make your choices.

There are four unreliable sources of authority that people often use instead of Scripture:

Culture. People who follow this authority source say, “But everybody’s doing it.” Yet Exodus 23:2 warns against it: “Do not follow the crowd in doing wrong” (NIV).
Tradition. These people say, “But we’ve always done it that way!” Jesus told some of the religious people of his day: “You have let go of the commands of God and are holding on to human traditions” (Mark 7:8 NIV).
Reason. This unreliable source says, “Well, it seems logical; it seems rational.” But Scripture warns against using our intellect as our authority source: “There is a way that seems right to a man, but in the end it leads to death” (Proverbs 16:25 NIV).
Personal feelings. Throughout the United States you’ll find people saying, “I believe it because I feel it.” But the Bible tells about a time when the world was in anarchy because of this attitude: “Every man did that which was right in his own eyes” (Judges 21:25 KJV).

There’s only one completely reliable authority for life: God’s Word. As 2 Timothy 3:16–17 says, “The whole Bible was given to us by inspiration from God and is useful to teach us what is true and to make us realize what is wrong in our lives; it straightens us out and helps us do what is right. It is God’s way of making us well prepared at every point” (TLB).

And Proverbs 30:5 says it quite simply: “Every word of God is flawless” (NIV).

Settle this in your heart today: “I’m going to accept the Bible as the final authority for every issue in my life.” When you accept that authority, you’ll start to get more out of the Bible.

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Cuidar de tu Cuerpo es un Acto de Adoración

“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios”.   Romanos 12:1 (NVI)

Para que el cambio ocurra en cualquier área de tu vida, ya sea financiera, vocacional, educativa, mental o relacional, tienes que comenzar con lo físico.

¿Por qué? Porque tu cuerpo afecta tu comportamiento. Tus músculos afectan tu estado de ánimo y tu motivación. Tu fisiología puede afectar tu psicología.

Romanos 12:1 dice: “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios” (NVI).

El problema con un sacrificio vivo es que puede escoger salir del altar. Hacemos esto todo el tiempo. Nos ofrecemos a Dios, y luego nos retiramos. Este no es un ofrecimiento de una vez para siempre. ¡Tienes que hacerlo cuatro, cinco, o tal vez 10 veces al día!

Entonces, ¿cuál es “tu verdadera y adecuada adoración”? Hay tres cosas que puedes hacer con tu cuerpo que la Biblia dice que son actos de adoración:

Limpia tu cuerpo . La Biblia dice en 2 Corintios 7:1: “Limpiémonos de todo lo que pueda contaminar nuestro cuerpo o espíritu. Y procuremos alcanzar una completa santidad porque tememos a Dios” (NTV). Tú limpias tu cuerpo controlando lo que permites en tu mente a través de lo que tú miras y escuchas, y en tu cuerpo por lo que comes y bebes.
Cuida tu cuerpo . Efesios 5:29 dice: “Nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo hace por la iglesia” (NTV). Mantener tu cuerpo en forma es un acto de adoración a Dios.
Controla tu cuerpo . “Cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa” 1 Tesalonicenses 4:4 (NVI). Controla tu cuerpo para que no te controle. No hay razón para decir: “¡No pude evitarlo!”

No importa qué tipo de cambio deseas hacer en tu vida, se requiere energía. Para tener la energía para alcanzar tus metas, el cambio tiene que comenzar con tu cuerpo.

Reflexiona sobre esto:

¿Qué maneras prácticas de honrar a Dios a través de tu cuerpo puedes hacer hoy?
¿En qué cosas pequeñas necesitas trabajar para controlar tu cuerpo? ¿Cuáles son las grandes cosas?
¿Cómo puede Cristo “alimentar y cuidar a la iglesia”? ¿Por qué crees que Dios quiere que hagas lo mismo con tu cuerpo?

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No le des Lugar al Diablo

“No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo”.  Efesios 4:26b-27 (NTV)

Cuando le das lugar al diablo en tu vida, él toma una fortaleza. ¿Qué significa eso? Si le das a Satanás el control de una pequeña parte de tu vida, pronto se hará cargo de todo. Le das lugar en tu vida, y él lo convierte en una fortaleza.

Permítanme explicarlo de esta forma: Un día, las fuerzas aliadas aterrizaron en las playas de Normandía. Era fundamental que establecieran un campamento en la playa, — es decir, un lugar en la playa que les permita establecer un área de preparación para traer más hombres y equipo para la batalla. Desde ese pequeño lugar, las fuerzas aliadas en un esfuerzo por liberar a Francia, pudieron hacer presión.

Pero Satanás no está tratando de liberarte. Él quiere establecer un lugar en tu vida con el fin de tomar más y más de ella. Una vez que se profundiza lo suficiente en un área de pecado, convierte el lugar en una fortaleza, y hace que sea más difícil para ti tomar de nuevo el control de tu vida.

¿Cómo Satanás consigue un lugar en tu vida? En Efesios 4:27, el ejemplo es el enojo, pero podría ser cualquier emoción negativa. Si llenas tu vida de preocupaciones, él ha ganado un lugar en tu vida. Si llenas tu vida de resentimiento, él ha ganado lugar en tu vida. Si permites que la culpa se convierta en vergüenza, Satanás tiene lugar en tu vida.

El Apóstol Pablo dice que la mejor manera de lidiar con estas emociones negativas es inmediatamente. Él dice: “No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo“ Efesios 4:26b-27 (NTV). Tú decides hacerle frente de inmediato.

De lo contrario, la emoción negativa afectará tu corazón y le darás a Satanás la oportunidad de establecer un lugar en tu vida.

Reflexiona sobre esto:

¿Qué emoción negativa le has permitido al diablo usar para tomar un lugar en tu vida? o ¿qué emoción tiene el potencial de convertirse en un lugar para el Diablo?
¿Qué significa que una emoción negativa afecte tu vida?
¿Cómo puedes ser precavido acerca de cómo lidiar con las emociones negativas que puedan surgir en tu vida?

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How to Build Your Life on a Strong Foundation

In the book of Matthew, Jesus tells the story of two builders: a wise one and a foolish one.

The foolish man builds his house on sand. When a storm comes, the house falls with a great crash. Jesus says people who hear his teachings but don’t put them into practice are like that foolish builder.

The wise builder, though, builds his house on the rock. When rain and winds come, his house stands firm. Jesus says: “Everyone who hears these words of mine and puts them into practice is like a wise man who built his house on the rock” (Matthew 7:24 NIV).

James also had a lot to say about practicing what the Bible teaches. The first chapter of the book of James concludes with three examples of how you can know that you’ve been effectively putting God’s Word into practice:

You’ll have a controlled mouth: “Those who consider themselves religious and yet do not keep a tight rein on their tongues deceive themselves, and their religion is worthless” (James 1:26 NIV).
You’ll have a caring heart: “Religion that God our Father accepts as pure and faultless is this: to look after orphans and widows in their distress” (James 1:27 NIV).
You’ll have a clean mind: “keep oneself from being polluted by the world” (James 1:27 NIV).

Those things, James tells us, are evidence of genuine Christianity.

In John 13:17, Jesus tells his followers: “Now that you know these things, you will be blessed if you do them” (NIV). The blessings of the Bible come when you put its teachings into practice.

No matter who you are, you know more spiritual truth than you’re living out right now. So just start where you are today. Practice what you already know. And then, as you learn more, put that into practice, too. Be a doer of the Word.

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