Rick Warren's Blog, page 381

Cómo Cooperar con el Espíritu Santo

“Dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos”.   Efesios 4:23 (NTV)

A lo largo de la Biblia vemos una importante verdad ilustrada una y otra vez: El Espíritu Santo libera su poder en el momento en que se da un paso de fe.

Cuando Josué se enfrentaba a una inaccesible barrera, las aguas del río Jordán retrocedieron sólo después de que los líderes avanzaron dentro de una precipitada corriente de agua en obediencia y fe. La obediencia desata el poder de Dios.

Dios espera que actúes primero. No esperes sentirte poderoso ni confiado. Avanza con tus debilidades, haciendo lo correcto a pesar de tus miedos y sentimientos. Esta es la forma en que colaboras con el Espíritu Santo, y es así cómo se desarrolla tu carácter.

La Biblia compara el crecimiento espiritual con una semilla, con un edificio y con un niño en crecimiento. Cada metáfora requiere una activa participación: las semillas deben ser plantadas y cultivadas, los edificios deben ser construidos —no aparecen solos— y los niños deben comer y hacer ejercicio para crecer.

Aunque el esfuerzo no tiene nada que ver con tu salvación, si tiene mucho que ver con tu crecimiento espiritual. Al menos siete veces en el Nuevo Testamento se nos dice que “hagamos todo el esfuerzo posible” en nuestro crecimiento espiritual para llegar a ser más como Jesús (Lucas 13:24, Romanos 14:19, Efesios 4: 3, 2 Timoteo 2:15, hebreos 4:11; 12:14, 2 Pedro 3:14).

No estés sentado esperando que esto suceda.

Pablo explica en Efesios 4:22-24 nuestras tres responsabilidades para parecernos más a Cristo:

Primero, debemos renunciar a la antigua manera de vivir.  “Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos” Efesios 4:22 (DHH).

Segundo, debemos cambiar nuestra manera de pensar. “dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos” Efesios 4:23 (NTV) La Biblia dice que nosotros somos “transformados” por la renovación de nuestras mentes (Romanos 12:2).

La palabra griega para “transformado” es metamorfosis (usada en Romanos 12:2 y 2 Corintios 3:18), y se usa hoy para describir el asombroso cambio que una oruga experimenta para convertirse en una mariposa. Es una hermosa descripción de lo que nos sucede espiritualmente cuando permitimos que Dios dirija nuestros pensamientos:

Somos cambiados de adentro hacia afuera, nos volvemos más hermosos y nos liberamos para elevarnos a nuevas alturas.

Tercero, debemos revestirnos con el carácter de Cristo desarrollando nuevos hábitos piadosos. Tu carácter es esencialmente la suma de tus hábitos; esta es la forma que habitualmente actuamos.

No te sientes a esperar que el crecimiento espiritual suceda. ¡Sé obediente en esto para que puedas liberar el poder de Dios en tu vida!

Reflexiona sobre esto:

¿Cómo crees que Dios responde cuando avanzas en la fe a pesar de tus debilidades?
¿Qué hábitos necesitas desarrollar para que puedas crecer espiritualmente?
¿De qué manera puedes renovar tu mente?

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God Wants to Show You His Perspective—Through the Bible

Imagine that you’re driving up a mountain. The road is twisting and turning, and you’re stuck behind an incredibly slow car. You think, “If I could just see around the corner, I could pass this car.” Then a helicopter flies by and the pilot radios down, “I can see two miles ahead. It’s okay for you to pass.”

What’s the difference between you in the car and the pilot in the helicopter? Perspective.

The pilot had a much bigger perspective than you. So he could help you know the next move to make.

Your relationship with God is the same. He has a much bigger perspective on your life than you do.

God wants to share his perspective with you, and he does that through the Bible.

God’s perspective helps you understand the big picture—the reasons behind what he does and what happens in the world.

Without God’s perspective in your life, life can be full of constant frustration. You spend your days asking questions you can’t answer: Why is this happening to me? Why is that happening to other people? What is the purpose of this? What is the meaning of life?

The answers to those questions are found in God’s perspective.

Have you ever tried to do something, thinking it would work out, but found that it didn’t? You lacked perspective.

Proverbs 14:12 says, “There is a way that seems right to a person, but eventually it ends in death” (GW).

By gaining perspective, you get outside your own way of thinking and learn to think like God does.

Psalm 103:7 says, “He made known his ways to Moses, his deeds to the people of Israel” (NIV). The people of Israel saw what God did—the opening of the Red Sea, the manna, the miracles with water, and more.

But God let Moses understand the “why” behind what he did. He gave Moses his perspective.

How can you get perspective? By studying God’s Word.

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The Bible: God’s Owner’s Manual for Life

Having the right equipment is often the difference between success and failure. To insert a screw, a carpenter doesn’t use a knife. When you’re under anesthesia, you don’t want your surgeon using a chainsaw. A climber on Mount Everest won’t use dollar store equipment.

Professionals are picky about using the right equipment as they know it can be dangerous if they aren’t.

Life can be dangerous, too, so it’s essential that you use the right equipment.

One of those pieces of equipment is the Bible. It’s like God’s owner’s manual for your life. Like any good owner’s manual, the Bible gives you instructions and you can consult it when you need help.

Second Timothy 3:17 says, “The scriptures are the comprehensive equipment of the man of God and fit him fully for all branches of his work” (PHILLIPS).

There are four simple reasons you need the Bible:

To help you know God. Nature shows us how God is powerful, creative, and organized, and how he likes variety. But God reveals many other things about himself through the Bible. To know what God is like, we need the Bible.
To teach you the truth. In this age of truth decay, who are you going to trust? Politicians? Twitter? The media? Jesus says, “You will know the truth, and the truth will set you free” (John 8:32 TLB). When God speaks through the Bible, he offers eternal truth that you can count on.
To show you how to live. The Bible is God’s big instruction book. It includes the guidance you need to make life work.
To give you spiritual strength. God will always give you the power to do what he asks. You’ll find that power in the spiritual truth of his Word.

You never know what the day will bring you. But whatever it is, make sure you’re equipped with the Bible, God’s owner’s manual for life.

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El Espíritu de Dios está Trabajando en Ti

“Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada”.  Filipenses 2:13 (NTV)

El trabajo del Espíritu Santo es crear un carácter parecido al de Cristo en ti.

La Biblia dice, “El Señor … nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen” 2 corintios 3:18b  (NTV). A este proceso de cambiarnos para ser más como Jesús se le llama santificación.

No puedes reproducir el carácter de Jesús por tu cuenta. Los propósitos de año nuevo, la voluntad, y las mejores intenciones no son suficientes. Sólo el Espíritu Santo tiene el poder de hacer los cambios que Dios quiere hacer en nuestras vidas. La Biblia dice, “Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada” Filipenses 2:13 (NTV).

Menciona “El poder del Espíritu Santo”, y muchas personas creen en demostraciones milagrosas y emociones intensas. Pero la mayoría del tiempo el poder del Espíritu Santo es derramado en tu vida de forma silenciosa, de formas modestas de las que ni siquiera estás al pendiente o lo sientes. Él a menudo nos toca con “un suave murmullo” 1 Reyes 19:12b (NVI).

La semejanza a Cristo no es producida por imitación sino por Cristo viviendo en nosotros. Le permitimos a Cristo vivir a través de nosotros. “Y el secreto es: Cristo vive en ustedes” Colosenses 1:27 (NTV).

¿Cómo pasa esto en la vida real? A través de las elecciones que hacemos. Elegimos hacer lo correcto en situaciones y entonces confiamos en el Espíritu de Dios para que nos dé su poder, amor, fe y sabiduría para hacerlo. Debido a que el Espíritu de Dios vive en nosotros, esos dones están siempre disponibles para que los pidamos.

Reflexiona sobre esto:

¿Por qué crees que Dios te permite elegir si respondes o no al movimiento del Espíritu Santo en tu vida?
Si el Espíritu Santo a menudo trabaja de forma discreta, de forma modesta, ¿Qué puedes hacer para ser más consciente de Su trabajo en tu vida?
Pídele a Dios que te dé una nueva conciencia del Espíritu Santo y que Él trabaje en ti y te haga más como Jesús. Pídele que te quite el miedo y te dé valor para cumplir tu propósito por medio del poder del Espíritu de Dios en ti.

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Moving from Spiritual Milk to Maturity

D. L. Moody was a great evangelist and Christian educator in the late 19th century. He used to say, “The Bible was not given to increase our knowledge, but to change our lives.”

You can receive God’s Word with an open heart. You can memorize it. You can meditate on it. And once you finish those things, you will have loads of Bible knowledge. But the ultimate goal is for God to use the Bible to change your life.

Jesus told his followers: “Now that you know these things, you will be blessed if you do them” (John 13:17 NIV).

The book of Hebrews has strong words for people who don’t apply the Bible’s principles: “We have much to say about this, but it is hard to make it clear to you because you no longer try to understand. In fact, though by this time you ought to be teachers, you need someone to teach you the elementary truths of God’s word all over again. You need milk, not solid food! Anyone who lives on milk, being still an infant, is not acquainted with the teaching about righteousness” (Hebrews 5:11-13 NIV).

Think about your own life. Are you consistently applying the Bible truths you have learned? Or are you still learning the basics?

Hebrews goes on to say: “But solid food is for the mature, who by constant use have trained themselves to distinguish good from evil. Therefore let us move beyond the elementary teachings about Christ and be taken forward to maturity”(Hebrews 5:14–6:1 NIV).

Do you see there how you move on to maturity? It’s not by constant Bible study or constant conference-going. You become mature by intentionally, constantly applying what you’re learning in Scripture. You have to put your knowledge into practice.

If you have been practicing what you’ve learned, then it’s time for you to start teaching other people. Teaching is one of the fastest ways to grow in spiritual maturity. God doesn’t need you to be a perfect teacher; he just needs you to be available to him.

I challenge you to make three commitments today:

Begin a regular program of Bible intake by reading it, studying it, memorizing it, and meditating on it.
Accept God’s Word as the final authority in your life and start doing what it says.
Join a small group Bible study where you can learn and teach.

Do these things, and you’ll see Jesus’ promise in John 13:17 becoming true for you: “Now that you know these things, you will be blessed if you do them” (NIV).

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La Meta de Dios es tu Carácter, no tu Comodidad

“Por eso, ya no vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de vivir. Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él”.  Efesios 4:22-24 (TLA)

Muchas religiones y filosofías de la Nueva Era promueven la vieja mentira de que somos divinos o podemos convertirnos en dioses. Permítanme ser absolutamente claro: nunca te convertirás en Dios o serás un dios.

Esta arrogante mentira es la tentación más antigua de Satanás. Satanás le prometió a Adán y Eva que si seguían su consejo, serían “como dioses” (Génesis 3:5).

Este deseo de ser un dios aparece cada vez que tratamos de controlar nuestras circunstancias, nuestro futuro y la gente que nos rodea. Pero como criaturas, nunca seremos el Creador. Dios no quiere que te conviertas en un dios; Él quiere que seamos creyentes sabios, asumiendo sus valores, actitudes y carácter. Estamos destinados “Por eso, ya no vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de vivir. Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él” Efesios 4:22-24 (TLA).

El objetivo final de Dios para tu vida en la Tierra no es la comodidad sino el desarrollo de tu carácter. Él quiere que crezcas espiritualmente y te conviertas como Cristo. Convertirse como Cristo no significa perder tu personalidad o convertirte en un clon sin cerebro.

Dios creó tu singularidad, así que ciertamente Él no quiere destruirla. La semejanza a Cristo se trata de transformar tu carácter, no tu personalidad.

Dios quiere que desarrolles el tipo de carácter que se describe en las Bienaventuranzas de Jesús, el fruto del Espíritu, el gran capítulo de Pablo sobre el amor y la lista de Pedro de las características de una vida efectiva y productiva (Mateo 5: 1-12, Gálatas 5:22-23, 1 Corintios 13, 2 Pedro 1: 5-8).

Cada vez que te olvides de que el carácter es uno de los propósitos de Dios para tu vida, te sentirás frustrado por tus circunstancias. Te preguntarás, “¿Por qué me está sucediendo esto? ¿Por qué estoy teniendo un momento tan difícil?”  Una respuesta a esto es que la vida se supone que sea difícil. Eso es lo que nos permite crecer. Recuerda, la Tierra no es el Cielo.

Muchos cristianos interpretan mal la promesa de Jesús de la “vida abundante” (Juan 10:10) piensan que significa: salud perfecta, un estilo de vida cómoda, felicidad constante, realización plena de tus sueños y alivio inmediato de los problemas a través de la fe y la oración.

En pocas palabras, esperan que la vida cristiana sea fácil. Esperan el cielo en la Tierra.

Esta perspectiva egoísta trata a Dios como un genio que simplemente existe para servir en tu búsqueda egoísta de la realización personal. Pero Dios no es tu siervo, y si crees en la idea de que la vida se supone que sea fácil, te sentirás desilusionado o vivirás en la negación de la realidad.

¡Nunca olvides que la vida no es solo sobre ti! existes para los propósitos de Dios, no viceversa. ¿Por qué Dios proveería el cielo en la Tierra cuando planeó lo real para ti en la eternidad? Dios nos da nuestro tiempo en la Tierra para desarrollar y fortalecer nuestro carácter para el Cielo. 

Reflexiona sobre esto:

A veces es difícil ver cómo Dios está trabajando en nuestro carácter en medio de circunstancias difíciles. ¿Qué crees que Dios quiere que hagas cuando no entiendes cómo está trabajando en tu vida?
¿Cómo la perspectiva eterna —enfocándote en la recompensa del Cielo – cambia tu manera de enfrentar tiempos difíciles?
¿De qué manera tus dones y habilidades pueden ser más efectivos cuando están alineados con los propósitos de Dios?

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Para Obtener Entusiasmo, Obtenlo en Dios

“Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración”.   Romanos 12:11-12 (NVI)

Para poder alcanzar tus metas, tienes que encontrar la solución para mantener tu entusiasmo durante el largo recorrido.

Ralph Waldo Emerson dijo, “No se logra nada grande sin entusiasmo”. Yo creo eso con todo mi corazón. He encontrado que es verdad en mi vida. Tienes que tener pasión, tienes que tener entusiasmo, o nunca vas a llegar al final.

La mayoría de las personas me consideran un entusiasta, y lo soy. Pero no he sido un entusiasta por una semana o un mes. Mi entusiasmo no ha disminuido en un año o cinco o diez años. He sido un entusiasta consistente acerca de las metas que me he fijado durante más de treinta años.

¿Cómo hago eso? ¿Cómo mantengo mi entusiasmo día tras día a pesar de los retrasos y las dificultades, los callejones sin salida, los problemas, las presiones y las críticas? ¿Cómo puedes mantener tu entusiasmo por más de treinta años?

El pensamiento positivo no es suficiente. Animarte a ti mismo no es suficiente. Hablarte de una forma optimista no es suficiente.

La forma en la que te mantienes entusiasta por toda la vida se encuentra en la palabra “entusiasmo”. La palabra entusiasmo viene de la frase griega en theos. En es la palabra griega para la palabra en español “en”. Theos es la palabra griega para “Dios”, así que en theos significa estar “en Dios”.

Cuando estás en Dios, serás entusiasta. Es el tipo de entusiasmo que no se ve afectado por la economía o el clima o las circunstancias. Es eterno porque tú estás anclado al Dios eterno. Estás en Cristo.

Pablo nos dice cómo hacer esto en Romanos 12:11-12 Él dice, “Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración” (NVI).

Si quieres alcanzar tus metas este año, necesitas el poder de Dios. Permanece gozoso en la esperanza, paciente en la aflicción y fiel en la oración.

Haz esta oración hoy:

“Señor mi Dios, No quiero pasar otro día en mi vida sin ti, quiero que estés a cargo de cada parte de mi corazón. Te ofrezco mi cuerpo. Me dedico enteramente a ti. A la luz de todo lo que has hecho por mí, me entrego con un sacrificio vivo en un acto de adoración espiritual.

Humildemente admito que necesito ayuda. Te pido que renueves mi mente. Ayúdame a pensar de la forma en la que quieres que piense. Perdóname por mi orgullo. No quiero pensar de mí más alto de lo que debo. Mi fe necesita crecer, y yo necesito tu ayuda para fijar las metas que sean realistas y puedan ser medidas, para poder realizarlas. Perdóname por intentar cambiar por mi cuenta.

Quiero llenar mi vida con amor. Quiero llenar mi vida contigo. Ayúdame a obtener ayuda en un grupo pequeño. Ayúdame a deleitarme en honrar a las personas, a enfocarme en dar mi vida para que tú tengas cuidado de mis necesidades. Quiero nutrir mi entusiasmo al estar en ti. Ayúdame a estar gozoso en la esperanza, paciente en la aflicción y constante en la oración. Te entrego mi vida. Todo esto te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén”.

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To Gain Insight into God’s Word, Learn to Meditate on It

There are so many things you can do to unlock the gifts the Bible offers. You can read Scripture, study it, and memorize it. But you should also meditate on it.

Second Timothy 2:7 says, “Reflect on what I am saying, for the Lord will give you insight into all this” (NIV).

When you reflect on the Bible—when you meditate on it—God gives you more insight into his Word.

What does it mean to meditate? It simply means to think seriously about something. It means you engage your mind.

Wondering how to meditate? If you know how to worry, you know how to meditate. Worry is simply negative meditation. When you worry, you take a negative thought and go over and over it in your mind. And the more you worry, the bigger your thought gets.

In meditation, you do the same thing with Scripture: You go over and over a passage of the Bible in your mind. But unlike with worry, meditating on Scripture produces positive results.

One of the ways you can meditate on Scripture is by doing what I call “pronouncing” it. Say a Bible verse aloud over and over again. Each time you say it, emphasize a different word.

Take Philippians 4:13, for example: “I can do all things through Christ who strengthens me” (NKJV). The first time you say the verse, emphasize I. The next time emphasize can. And so on, until you emphasize the last word of the verse.

Each time you say the verse, its meaning will be nuanced in a different way.

Another tool for meditating is a reflection bridge. Beneath every story in the Bible is a timeless principle, and the reflection bridge helps you find it. First, you read the story and ask what it meant when it first happened. Then you ask what timeless principle it’s teaching. Then you personalize it by asking what it means to you today.

The Bible promises tremendous blessings if you spend time meditating on it: “Keep this Book of the Law always on your lips; meditate on it day and night, so that you may be careful to do everything written in it. Then you will be prosperous and successful” (Joshua 1:8 NIV).

Take the time now to develop the habit of meditating on God’s Word, and you’ll reap the benefits for the rest of your life.

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Llena tu Vida con Amor

“No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno. Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente”.  Romanos 12:9-10 (NTV)

Si quieres un cambio permanente en tu vida, debes llenar tu vida con amor.

El amor es lo único que puede cambiar lo incambiable. El amor revigoriza. El amor revitaliza. El amor renueva. El amor refresca. El amor es la fuerza más ponderosa en el universo, porque Dios es amor. No dice, que Dios tiene amor; dice que Dios es amor. El amor cura lo que no puede ser sanado de otra manera. El amor levanta. El amor fortalece. El amor energiza. El amor empodera.

“No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno. Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente” Romanos 12:9-10 (NTV).

“Deléitense al honrarse mutuamente” —¡me encanta eso! ¿Sabes lo que eso significa? Significa que cuando las personas en tu grupo pequeño tienes una victoria en la salud, finanzas, o cualquier meta que se hayan fijado, necesitas celebrar con ellos. Celebrar su victoria. ¿Perdiste un kilo más? ¡felicidades! ¿Ya debes menos? ¡Fantástico! ¿Tuviste un avance en tu matrimonio? ¡estupendo! La Biblia dice que nos deléitenos en honrarnos unos a otros y demostremos un afecto genuino.

Esto es lo sorprendente: Dios ha diseñado el universo para que cuando ayudes a otras personas, Dios cuide de tus problemas. Dios está observándote no para decir: “¿te estás ayudando a ti mismo?”, sino “¿estás ayudando a otros?” ¿Quieres ayuda con tus metas? Comienza ayudando a otros con sus propósitos. Entrégate. Es sano dar a los demás.

¿Recuerdas la historia de Job cuando perdió todo? Perdió su salud, su familia, sus riquezas, lo perdió todo. Al final del libro, Dios le devolvió todo a Job. ¿Por qué? ¿Acaso porque Job pidió para sí mismo? No. Dice, “Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo y le dio dos veces más de lo que antes tenía” Job 42:10 (NVI).

¿Por qué necesitas estar en un grupo pequeño? No solo porque otras personas te pueden ayudar, sino porque tú puedes ayudarles. Para que puedas orar por esas personas, y entonces Dios te ayudará. Entrégate en amor, y observa a Dios trabajar en tu vida. 

Reflexiona sobre esto :

Piensa en las formas en las que demuestras amor a los demás cada día. ¿Cuál es la motivación detrás de tu amor?
¿Cómo el amar a otros ha resultado en bendición para tu vida?
¿Quién en tu vida necesita tu amor y respaldo o necesita que celebres con él o ella hoy?

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How and Why You Should Memorize Scripture

The Bible is a gift that offers you so much. But like a box full of treasure, it does you no good unless you have the keys to unlock it.

One of the keys to unlocking the Bible is Scripture memorization. Nothing will do more for your Christian life than developing the habit of memorizing Bible verses.

It’s a habit that will assist you in overcoming temptation. Psalm 119:11 says, “I have hidden your word in my heart that I might not sin against you” (NIV). Memorizing the Bible helps you to resist temptation.

John 15:7 says that having God’s Word in your heart also leads to answered prayers. It says, “If you abide in me, and my words abide in you, ask whatever you wish, and it will be done for you” (ESV).

Memorizing Scripture also helps you have victory over worry, keeps you encouraged, and develops your prayer life. Having God’s Word memorized makes it easier to counsel and share the Good News of Jesus with other people because you have Bible verses always at the ready.

I’ve heard all the excuses for not memorizing Scripture. People say, “I just can’t memorize.”

The truth is that you remember what’s important to you and the things that you use. So the questions are: Do you value God’s Word enough to commit some verses to memory? Do you read God’s Word often enough that you start to remember it?

Think of all the times during the day that you pick up your smartphone—maybe as you’re waiting in the carpool line, on your lunch break, or sitting on your couch in the evening. What if you spent those times memorizing Scripture instead? In your lifetime, you’d probably memorize several books of the Bible that way.

If you’re new to Scripture memory, start with just one verse a week. Write the verse on a piece of paper or in a note on your phone. Pull it out and look at it several times a day. And when you’re ready to move on to the next verse, keep reviewing the ones you’ve already memorized.

It’s important to get a partner— maybe a friend, coworker, spouse, or child. Say your verses to each other and encourage each other to keep up the habit.

As you memorize the Bible, you’ll find yourself changing for the better: “Remember what Christ taught, and let his words enrich your lives and make you wise” (Colossians 3:16 TLB).

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