Bruno Moreno Ramos's Blog, page 34

August 11, 2020

August 8, 2020

Preguntas sin respuesta


A veces me da por pensar que la información religiosa debería cambiar su nombre por algo más descriptivo, como Misterios sin Resolver, porque uno lee las noticias y no deja de hacerse preguntas sin respuesta.


Por ejemplo, ¿por qué el cardenal Turkson se dedica a pronunciar discursos sobre el turismo rural, la industria turística y los destinos turísticos extraurbanos? Es más, ¿realmente tiene que haber un Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y un Presidente del mismo que participa en Jornadas Mundiales de Turismo? Y, con todo el respeto a su Eminencia, en estos tiempos de tan gran escasez de sacerdotes, ¿no estaría mucho mejor el cardenal Turkson haciendo de párroco y dedicando sus horas a celebrar, predicar y confesar en una parroquia rural de esas que no tienen sacerdote? ¿No se beneficiarían más las “comunidades rurales” de una sola confesión que de todos esos discursos políticamente correctos?Leer más... »

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Published on August 08, 2020 15:03

August 3, 2020

Haz mis pecados ridículos, Señor


En cierta ocasión, el irreverente pero siempre ingenioso Voltaire se jactaba en una carta de la única oración que rezaba: “En mi vida sólo he dirigido una plegaria a Dios, una muy corta: «Oh, Señor, haz a mis enemigos ridículos». Y Dios me lo ha concedido»”.


Aunque, obviamente, no se trataba de una auténtica oración, sino solo de una burla contra sus enemigos, la idea de Voltaire es buena. Pocas cosas aumentan más la moral de los soldados en una guerra que tener enemigos ridículos y dignos de desprecio. En ese sentido, teniendo en cuenta que los cristianos nos pasamos la vida luchando contra el pecado, nos resultaría muy útil ver ese pecado como realmente es: no solo malo y dañino, sino también ridículo y despreciable. El pecador no es un triunfador, sino el más triste y patético de los hombres.


Dándole vueltas a estos temas, he pensado que sería bueno escribir para los lectores una oración para pedir justamente eso a Dios: que haga nuestros pecados ridículos y así facilite nuestra conversión. Espero que les resulte tan útil como lo ha sido para mí.Leer más... »

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Published on August 03, 2020 04:40

August 1, 2020

July 29, 2020

Elogio de la ineficiencia


En la historia, los proyectos centralizadores, reformadores y renovadores han perseguido casi siempre lo mismo: una mayor eficiencia del gobierno para que este, de una manera u otra, nos “solucione la vida”. Es un fin comprensible, acompañado en general por buenas intenciones, pero, como también nos dice la historia, las buenas intenciones son más peligrosas que un cajón de dinamita en manos del Coyote.


Las cosas buenas de la vida, las que mejor y durante más tiempo han funcionado y mayores frutos han ofrecido al ser humano, son completamente ineficientes y desorganizadas. Por ejemplo, la familia basada en el matrimonio indisoluble. ¿Cabe alguna duda de que sería mucho más racional, moderno y eficiente criar a los niños en las comunas de Platón? ¿O centralizar, organizar, estandarizar, y sujetar a control de calidad el cuidado de los niños, sustituyendo las obsoletas familias por unidades de crianza científica y socioeducativa? Sin embargo, siendo sinceros, ¿acaso no somos conscientes de que casi todo lo bueno que hay en nosotros se debe a esa familia radical y gloriosamente ineficiente en la que crecimos?Leer más... »

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Published on July 29, 2020 06:24

July 26, 2020

July 22, 2020

Las bulas de la Santa Cruzada y la abstinencia


Vivimos entre las ruinas de antiguas moradas de gigantes y no nos damos cuenta. Hemos olvidado nuestra historia y lo poco que nos queda, en general, son anécdotas retorcidas en descrédito de nuestros antepasados y a mayor gloria del más que mejorable presente. Este olvido se manifiesta en múltiples aspectos de nuestra vida, desde los fundamentales (vivimos, ay, en una era de apostasía) hasta los detalles cotidianos más sencillos.


Estos días pasados hablábamos en el blog de uno de esos detalles de la vida cristiana que muchos desconocen: el hecho de que los viernes son días de penitencia para la Iglesia y, como consecuencia, la obligación que tienen los católicos de guardar la abstinencia de carne todos los viernes del año (si bien, en el caso de España, por mandato de la Conferencia Episcopal, puede sustituirse esa abstinencia por otros sacrificios o limosnas). Más allá del incumplimiento de la norma, resulta curioso este desconocimiento generalizado en España de la propia norma de la abstinencia de los viernes, que señalaron varios comentaristas.


En ese sentido, aparte de lo que dijeron los comentaristas sobre el tema, me llamó especialmente la atención lo que no dijeron. En sus observaciones brillaba por su ausencia una de las raíces más claras del olvido de la abstinencia en España. Especialmente si tenemos en cuenta que este olvido no afecta tanto a otros países, donde el recuerdo de la abstinencia de los viernes (al margen de su cumplimiento o incumplimiento) permanece mucho más vivo. Por ejemplo, en Inglaterra los obispos decidieron recientemente eliminar la posibilidad de cambiar la abstinencia de los viernes por otros sacrificios o limosnas. ¿Por qué, en esto, Spain is different? Para entenderlo, tenemos que remontarnos un poquito, apenas un milenio hasta el origen de las bulas de la Santa Cruzada.Leer más... »

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Published on July 22, 2020 16:26

July 17, 2020

July 12, 2020

Somos mucho peores de lo que creen


Hace un par de semanas, uno de los ateos residentes en InfoCatólica pasó por Espada de doble filo para dirigirnos un cariñoso saludo a los católicos blogueros, lectores y comentaristas: “¿quién va a querer parecerse a ustedes?”. Por si no quedaba claro, lo aderezó con la simpática idea de que “para que la buena gente haga cosas malas hace falta la religión”.


Confieso que no pude evitar sonreír. Lo cierto es que, por muy enfadados que estén, y parecen estarlo habitualmente, los ateos me resultan siempre tiernos y entrañables. Hay un algo de ingenuidad en sus protestas e infructuosos intentos de cinismo que reconforta el corazón como un cuento de Navidad.


Una de las ideas más tiernas e ingenuas que parecen tener, y lo digo sin ironía alguna, es la de que los cristianos somos muy malos. En consecuencia, no se cansan de señalar esa maldad que detectan en nosotros, con la satisfacción del que ha encontrado un argumento irrefutable contra sus adversarios. ¡Criaturitas! La realidad, la terrible y casi insoportable realidad, es que somos muchísimo peores de lo que creen. Incomparablemente peores. Casi me atrevería a decir que infinitamente peores.Leer más... »

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Published on July 12, 2020 20:01

July 11, 2020