Alberto Bustos's Blog, page 38
November 10, 2015
Escribir un blog: ¿quién se puede llamar escritor?
Este artículo es parte del libro Escribir un blog y que te lean.
Escritor es quien escribe. ¿De qué? ¿Dónde? ¿Cómo? Eso ya tiene menos importancia.
Si te interesa esto de escribir, habrás oído hablar de un tal Cervantes. Cervantes llevó una vida más bien desdichada. Todo lo que intentaba le salía mal, incluida la literatura. Se pasó años y años corriendo en pos del éxito, pero el éxito se mostraba esquivo. Lo intentó con La Galatea, una novela pastoril. No lo consiguió. Probó suerte con el teatro, pero sus entremeses pasaron por los escenarios sin pena ni gloria. Tampoco su poesía logró el eco que él esperaba.
Cuando por fin logró tocar el éxito, ya con 57 años, fue gracias al Quijote y eso fue el colmo. El Quijote no se sabía muy bien lo que era. Literariamente no era nada. No encajaba en ninguno de los géneros conocidos y apreciados en su época. Para que nos hagamos una idea, era una especie de charlotada, una obra ridícula que entretenía a la gente y poco más. El sueño de Cervantes era conquistar la fama haciendo literatura con mayúsculas; por ejemplo, con una novela bizantina como el Persiles, obra publicada después de su muerte y hoy ya prácticamente olvidada.
Y, sin embargo, el público adoraba el Quijote. Hoy sabemos que esa ocurrencia de Cervantes es la primera novela moderna y se considera a su autor uno de los mayores genios literarios de su tiempo. Creó un molde nuevo que se iba a convertir en un cauce privilegiado de expresión para las inquietudes del hombre moderno. Pero eso Cervantes no lo sabía en 1605 y se tenía que conformar con un triunfo sin prestigio, que le daba la fama, pero le quitaba la gloria.
Hoy todo lo que se publica en Internet, empezando por los blogs, se encuentra en una zona de sombra comparable a la del Quijote en su día, pero probablemente esa es la penumbra que precede al amanecer. Esas publicaciones todavía no cuentan porque no han encontrado acomodo en la estimativa, porque no han tenido tiempo para hacerse su lugar en el canon. Pero lo que hoy no es nada mañana será algo. Y entonces serán muchos los que lamentarán no haberse lanzado en su momento a experimentar con esta nueva forma de escribir y publicar.
Lo importante es escribir textos que merezcan la pena. Lo que hoy es inclasificable puede convertirse algún día en la medida de todas las cosas. Quien hoy es bloguero mañana será escritor.
Si hay algo dentro de ti que te empuja a escribir, si no tienes más remedio que escribir, escribe. Escribe guiándote por lo que piensas tú, por lo que te dicen tu cabeza y tu corazón, no por lo que va a pensar la gente ni por el soporte en que se va a publicar. Y si quieres, para confirmar o desechar tus dudas y tus esperanzas, pregunta a un puñado de personas con nombres y apellidos. Dales tu texto y pídeles opinión.
No pienses que esto va solamente con quienes se sientan delante del ordenador con aspiraciones más o menos literarias. Escritor es quien escribe. De qué, dónde y cómo es secundario.
November 5, 2015
¿’Quizá’ o ‘quizás’?
Tanto monta, monta tanto. Lo mismo da, que da lo mismo.
Las formas quizá y quizás son dos variantes perfectamente intercambiables. Significan lo mismo. Una y otra pueden aparecer en cualquier contexto. No hay una variante culta y otra vulgar. Incluso alternan para un mismo hablante en un mismo discurso.
Circula por ahí la especie de que hay que seleccionar la una o la otra dependiendo del sonido por el que empiece la palabra siguiente. Pamplinas. Utiliza la que más te guste cuando te lo pida el cuerpo y hazlo con toda tranquilidad. Si alguien te corrige, me lo mandas aquí.
No le des más vueltas a esto. Dedica tu tiempo a algo que merezca la pena.
November 3, 2015
Más mayor
Más mayor normalmente es una expresión incorrecta, aunque hay un caso (uno solo) en que sí se puede utilizar. Veamos cuándo sí y cuándo no.
Mayor significa ‘más grande’. Fíjate en el ejemplo (1), en el que claramente tiene este significado:
(1) La amenaza mayor se disuelve y quien vivió acogotado por ella la olvida [Antonio Muñoz Molina: Todo lo que era sólido].
Podemos parafrasear el ejemplo anterior de esta manera:
(2) La amenaza más grande se disuelve y quien vivió acogotado por ella la olvida.
Con esto debería quedar claro por qué no podemos añadirle el adverbio más al adjetivo mayor: ya lo lleva dentro. Si lo hacemos, creamos una expresión redundante.
Sin embargo, hay un uso especial de mayor que sí admite el adverbio más: cuando sirve para hablar de la edad:
(3) Emilia le está esperando sentada en un banco, acompañada por una amiga algo más mayor y bastante corpulenta [Juan Trejo: La máquina del porvenir].
En casos como el de arriba, sí que podemos emplear tranquilamente la expresión más mayor (pero solo en estos casos).
October 29, 2015
Al
Cuando en la escritura coinciden la preposición a y el artículo el, es obligatorio unirlos en la contracción al:
a + el > al
He aquí un ejemplo muy sencillo:
(1) Voy al supermercado.
Escribir estas dos palabras por separado es una de las máximas pruebas de impericia ortográfica que se pueden dar. Solo hay un caso en que se deben mantener cada una por su lado: cuando el artículo forma parte de un nombre propio:
(2) Este verano voy a ir a El Salvador.
El Salvador es el nombre de un país. Lleva incorporado el artículo, que se escribe obligatoriamente con mayúscula. Por tanto, en este caso sería un error emplear la forma contracta.
No está de más aclarar que la contracción al solamente se produce con el artículo (el), nunca con el pronombre (él):
(3) Esto se lo das a él en persona.
Y ya está, esto es todo lo que hace falta saber sobre esta cuestión.
October 27, 2015
‘De una tacada’, no ‘de una atacada’
La expresión de una tacada significa ‘de una vez’. Con este sentido es con el que se emplea en el ejemplo (1):
(1) El dueño llegaría a un acuerdo, vender de una tacada los catorce bajos en aquella desvencijada calle no era fácil [Marta Querol: Las guerras de Elena].
Detrás de esta expresión idiomática encontramos una imagen tomada del juego del billar. Cuando completamos algo de una tacada, estamos haciendo lo mismo que cuando ponemos una bola de billar donde queremos con un solo golpe de taco.
Sin embargo, muchas personas no son conscientes de esta imagen y por eso intentan encontrarle un sentido a una secuencia de palabras que no les dice nada. La consecuencia es que sustituyen el sustantivo tacada por atacada (de atacar). Interpretan que las cosas se hacen de una atacada, es decir, en un solo ataque. De esta forma, restauran su particular orden lingüístico y pueden dormir tranquilos. Esto es lo que se denomina etimología popular y no es otra cosa que intentar encontrarle una explicación a una secuencia que al hablante le resulta oscura. Así es como la expresión no hay tutía acabó convertida en no hay tu tía.
La etimología popular en el caso que nos ocupa se ve favorecida por el hecho de que las secuencias de una tacada y de una atacada se pronuncian exactamente igual en el habla rápida y relajada:
(2) [deúnatakáda]
Al oyente le queda el trabajo de decidir por dónde tiene que cortar ese continuo. Si no capta la imagen originaria, no hará las divisiones correctamente. Se producirá lo que se conoce en lingüística como reanálisis. Así es como se inventó la palabra atril hace seiscientos años largos.
Para no alargarme más, lo que me interesa que recuerdes es que la expresión correcta es de una tacada porque de lo que estamos hablando aquí es de bolas y tacos de billar. Los ataques los dejaremos para guerras y crisis de nervios.
October 22, 2015
‘Se trata’ no es lo mismo que ‘es’
Se trata de no es una forma más fina de decir es. Para empezar voy a dar un ejemplo de uso correcto de esta primera expresión y a continuación proporcionaré uno incorrecto. Espero que con esto quede claro a qué me refiero y que podamos evitar los errores.
(1) El desierto más extenso de nuestro planeta es de color azul. Se trata del mar abierto [Ignacio Martínez y Juan Luis Arsuaga: Amalur].
El ejemplo (1) es impecable. La confusión con ser viene porque en contextos como el de arriba podemos reemplazar se trata por ser:
(2) El desierto más extenso de nuestro planeta es de color azul. Es el mar abierto.
Sin embargo, que se pueda sustituir aquí no quiere decir que se pueda sustituir siempre. Se trata de es una expresión impersonal. Si intentamos dar un paso más y convertirla en sinónimo de ser cuando hay un sujeto, nos estaremos equivocando. Es lo que ocurre en este otro ejemplo, que adapto de un texto real que he localizado en Internet:
(3) La verdadera amistad se trata de compartir [incorrecto].
Lo que quería decir quien escribió (3) es esto otro:
(4) La verdadera amistad es compartir.
Probablemente el verbo ser le pareció demasiado modesto y quiso sustituirlo por algo más importante. El problema está en que estamos pidiendo a se trata que haga un trabajo que no es el suyo: estamos obligando a esta expresión a hacerse cargo del sujeto la verdadera amistad, cuando no está preparada para ello.
Si hay sujeto, no podemos utilizar se trata. Lo siento: así es la vida.
October 20, 2015
‘Acabo’ y ‘a cabo’
Hay personas que confunden a cabo y acabo. Sin embargo, se trata de expresiones diferentes que es fácil utilizar de la manera adecuada. Vamos a verlo todo poco a poco para que se entienda la diferencia.
A cabo (separado) forma parte de la expresión llevar a cabo, como en este ejemplo:
(1) En esta visita, Francisco me solicitó la opinión sobre los resultados de la restauración que estaba llevando a cabo [Rafael Chirbes: En la orilla].
El cabo de una cosa es el extremo, es decir, el final. Por eso llevar a cabo significa ‘llevar algo hasta el final, concluir’ y, por extensión, ‘realizar’, que es el sentido que tiene en el ejemplo (1).
En el momento en que aparezca el verbo llevar, tienes que escribirlo separado. Para acordarte, puedes pensar en que este verbo se lleva una palabra a un extremo (a un cabo) y la otra palabra al otro extremo (al otro cabo).
En cambio, acabo (junto) es una forma del verbo acabar: yo acabo. Vamos a ver también un ejemplo para que quede claro:
(2) Me acabo de encontrar esta carta [Mario Vargas Llosa: El héroe discreto].
Acabo en una sola palabra siempre admite el pronombre yo:
(3) Yo me acabo de encontrar esta carta.
Espero que lleves a cabo estas pequeñas operaciones cada vez que te surjan dudas con la ortografía de a cabo y acabo.
October 15, 2015
Etimología de ‘cancelar’
Cancelar significaba originariamente ‘tachar’. Viene del latín cancellare, que es un verbo construido sobre la palabra cancelli, que significaba ‘reja’. En castellano actual, una cancela es una verja.
La relación entre las rejas y el tachado es muy simple. Antiguamente, cuando un escribano se equivocaba con una palabra, la encerraba en una especie de reja formada por líneas verticales y horizontales. Así se sabía que había que ignorarla. O sea, lo que se hacía era meter la palabra en una pequeña cárcel. Precisamente el nombre latino cancelli viene de cancer. Este nombre también significa ‘reja’ y probablemente sea una deformación de carcer, que es de donde viene la actual palabra cárcel.
O sea, que cancelar era meter en la cárcel a palabras traviesas que se habían escapado de la pluma del copista. Cuando se quería anular un registro, se utilizaba el mismo procedimiento. Imagínate, por ejemplo, que un comerciante tenía un libro en el que iba asentando lo que le debían sus clientes. En cuanto un deudor le pagaba, rayaba la anotación para saber que ya no era válida. Por eso decimos que las deudas se cancelan. Y de ahí fue de donde salió el significado actual de cancelar como ‘anular’ en expresiones del tipo cancelar un viaje, cancelar un acto oficial, etc.
Del significado original de ‘tachar’ ya no queda rastro en la lengua, pero una vez que lo conocemos, entendemos mejor los usos actuales. Por eso no viene mal saber algo de etimología para expresarse con corrección.
October 14, 2015
Señoría
Señoría es un tratamiento de respeto que se aplica a altas dignidades como jueces, diputados y senadores. Veamos un par de ejemplos para empezar:
(1) “Casi me ofende, señoría“, le llegó a replicar la infanta al juez José Castro cuando este le preguntó si podía haber sido utilizada como “escudo fiscal” ante el ministerio de Hacienda [El País (España), 20-2-2014].
(2) Lo único que se oye en la grabación es al presidente de la Cámara, Pío García Escudero, pidiendo a sus señorías que guarden silencio [Sandra Mir y Gabriel Cruz: ¡Mamá, quiero ser político!].
En el ejemplo (1) el tratamiento se está utilizando para dirigirse a un juez durante un interrogatorio. En (2) se refiere a los senadores españoles. El ejemplo (2) nos viene bien además para darnos cuenta de que esta forma de respeto suele ir precedida del posesivo su. En la lengua antigua era frecuente también la combinación vuestra señoría. Hoy ya ha caído en desuso, pero todavía nos podemos topar con ella de vez en cuando.
La principal dificultad de uso está en la concordancia de género, que es un poco especial. Compara los ejemplos (3) y (4):
(3) Princesas, condes, marquesas, altísimas señorías… el alcalde quiere saludarles a todos y dirá alguna cosa… [Orlando Rossardi: La visita].
(4) Mientras esto ocurre, sus señorías estaban enfrascados en el Parlamento en una ardua discusión a propósito del tráfico de influencias [Jesús Cacho: Asalto al poder. La revolución de Mario Conde].
Señoría es un nombre de género femenino. Eso se nota perfectamente en (3), donde encontramos un adjetivo, altísimas, que concuerda en femenino con él. ¿Hasta aquí todo bien? Pues vamos a complicarlo. Fíjate ahora en el ejemplo (4). El adjetivo enfrascados está en masculino. El motivo es que su relación con señorías está mediada por el verbo estar: es un atributo. Para decirlo de una forma poco científica, pero que se pueda entender, señoría se comporta como femenino con lo que está cerca, pero se olvida de ese género con lo que está lejos. De todas formas, puedes encontrar una explicación más detallada en el artículo sobre la concordancia de señoría, alteza, etc.
Esta fórmula de tratamiento admite las siguientes abreviaturas:
S.ª (señoría)
S. S. (su señoría)
V. S. (vuestra señoría)
V. S. I. (vuestra señoría ilustrísima)
Los correspondientes plurales son estos:
S.as (señorías)
SS. SS. (sus señorías)
VV. SS. (vuestras señorías)
VV. SS. II. (vuestras señorías ilustrísimas)
Date cuenta de que las abreviaturas de arriba se escriben con mayúscula, pero la forma desarrollada va íntegramente en minúsculas. Esto es así porque señoría se escribe en minúscula como todos los tratamientos honoríficos.
En fin, espero que esta explicación les haya sido útil a sus señorías.
Nota: Los ejemplos (3) y (4) están tomados del CREA (Real Academia Española: Banco de datos (CREA) [en línea]. Corpus de referencia del español actual. [octubre de 2014]).
October 7, 2015
Etimología de ‘delirar’
Nuestro verbo delirar viene del latín delirare, que significaba literalmente ‘salirse del surco’. En la palabra latina se reconocen claramente dos elementos. El prefijo de- aporta el significado ‘alejarse, apartarse’ y lira es ‘surco’.
Lo que tenemos aquí es una metáfora. Cuando uno se sale del camino marcado, establecido, empieza a hacer cosas raras. Eso, ni más ni menos, es el delirio.
No está muy lejos esta vieja metáfora latina de otra más actual que se emplea con frecuencia en el lenguaje coloquial de España. Cuando afirmamos que alguien se ha rayado, estamos dando a entender que se ha vuelto loco o, por lo menos, que ha empezado a comportarse de una forma un tanto extravagante. La imagen que hay detrás es la de los discos de vinilo, que cuando se rayaban, desprendían todo tipo de sonidos extraños y discordantes.
Ese rayarse de los viejos discos de música no es otra cosa que el salirse del surco que inventaron los romanos hace un par de milenios.
Al final, el mundo cambia, pero nosotros seguimos siendo los mismos.


