Hugo García Michel's Blog, page 59

June 11, 2020

La cuchara

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Published on June 11, 2020 20:41

June 9, 2020

Cámara húngara: La pandemia mexicana

Ocho meses exactos hace que esta columna entró en hibernación. No tengo claro qué fue lo que me hizo suspenderla temporalmente y no tengo claro por qué he decidido reanudarla.
  Muchas cosas han sucedido en estos poco más de 240 días. Demasiadas, diría yo. En México y en el mundo. La pandemia de covid-19, loa más importante. La pandemia y todas sus desastrosas consecuencias. Hace ocho meses, jamás nos habríamos imaginado que la humanidad entera se encontraría en la situación en que nos encontramos. Era algo impensable, digno de un relato de ficción científica, para emplear el término propuesto por Borges.
  Pero aquí estamos. Con una epidemia más que extraña y sospechosa, cuyas consecuencias van más allá de la enfermedad misma. En esta primera mitad de 2020, los seres humanos hemos sufrido una transformación con visos de retroceso que, por voluntad propia, nos tiene presos en nuestras casas. El miedo a lo desconocido ha operado de manera apocalíptica en la gran mayoría de nosotros y la desconfianza hacia el otro, incluso hacia el más próximo de los prójimos, se ha vuelto asignatura cotidiana. Un virus invisible nos mantiene en una paranoia basada en la incertidumbre y en lo que se nos dicta desde los gobiernos y desde organismos mundiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), una factoría de informaciones y desinformaciones que se nos presentan como científicas y cuyo mandamás visible resulta muy poco confiable, dados sus cuestionables antecedentes políticos en Etiopía, de donde es originario.
  El mundo se paralizó en este 2020 y la economía se está desplomando ante nuestros ojos impotentes. Cientos de miles de empresas cerradas en todas partes. Millones de desempleados. Se nos viene una crisis peor que la de 1929, a decir de los expertos. Y se nos asegura que lo peor está aún por llegar.
  ¿Cuánto es verdad? ¿Cuánto es manipulación y mentira? ¿Se manejó de manera correcta el embate del coronavirus o se siguió con una serie de errores involuntarios o quizás inducidos? ¿Son reales las cifras de contagios y de muertos? ¿Ha valido la pena el confinamiento a costa de una debacle que posiblemente traiga muchas más muertes por hambre y pobreza que las muertes causadas por el propio virus del que se nos trata de librar? ¿Cuál es el papel de las farmacéuticas, de algunas poderosas fundaciones altruistas y de la propia OMS en esta crisis sin precedentes? Las preguntas abundan. Las dudas resultan inagotables.
  ¿Y México?
  Llevamos cerca de tres meses de lo que se ha dado en denominar como la sana distancia social. El gobierno asegura que se tiene controlada la pandemia, pero los números oficiales de fallecimientos y contagios no dejan de elevarse día con día. El vocero oficial ante la crisis sanitaria, el subsecretario Hugo López Gatell, lleva casi cien días contradiciéndose y de su pronóstico inicial de seis mil muertos por covid-19, ahora habla de treinta mil. El hombre parece más preocupado por mantener su imagen pública y sus intereses políticos personales (no ha faltado quien lo mencione como posible presidenciable para el 2024) que por darnos certeza, a pesar de su flema y su tono diplomático para repetir un día sí y otro también, durante sus conferencias vespertinas televisadas, su mantra “Quédate en casa, quédate en casa, qué-da-te en ca-sa”. Un mantra que desacata nada menos que su propio jefe, el presidente de la república, quien no sólo no utiliza cubrebocas, sino que acaba de reanudar sus giras por el país porque no soportó el relativo encierro palaciego en que se encontraba.
  Andrés Manuel López Obrador ha sabido sacar raja del coronavirus. Su frase de que "el bicho" le cayó como anillo al dedo no fue una ocurrencia desafortunada o un lapsus repentino. Realmente le ha caído como anillo al dedo para mostrarse cada vez más radical y polarizador. Sus diarias conferencias mañaneras han acrecentado su retrógrado y primitivo extremismo político y han mostrado que su afán por dividir al país en dos sectores, el de los liberales y el de los conservadores, va más allá de una mera retórica decimonónica, para revelarse como lo que es en realidad: un plan de acción, una estrategia política que busca aplastar a los que él llama sus adversarios y favorecer a lo que él llama el pueblo. Sin embargo, en la práctica esto último no ha sido así, ya que son los sectores más depauperados los que están padeciendo de peor manera los efectos de la errada política lopezobradorista, centrada en una asfixiante austeridad rayana (vaya paradoja) en lo neoliberal y apoyada en unos borrosos y oscuros programas de asistencialismo de claros tintes clientelares.   La pandemia mexicana empieza a destacarse frente a la mayoría de las pandemias en otros lares. No sólo porque estamos entre los diez países que de peor forma han atacado a la enfermedad, sino por la demencial manera como se está tratando la crisis económica en la que ya entramos y de la que la mayoría de los pronósticos auguran una hecatombe para los próximos meses.
  Pero López Obrador dice tener otros datos y sus huestes, ciegas de fanatismo y también cada vez más radicalizadas, se lo creen a pie juntillas.

(Publicada en mi página de Patreon)
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Published on June 09, 2020 19:12

June 3, 2020

De Amos Oz

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Published on June 03, 2020 21:03

June 2, 2020

Una mariposa

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Published on June 02, 2020 13:44

June 1, 2020

Charlie Montanna, tocando el cielo

Si hay un rock al que podemos catalogar como realmente mexicano, ese es el llamado rock urbano. Sí, me refiero a ese rock elemental, básico, directo, a veces rudimentario y muchas veces chabacano y ramplón que surgió a principios de los años setenta del siglo pasado, a partir del mojigato escándalo mediático que se produjo luego del festival de Avándaro.
  Después de aquel septiembre de 1971, el rock fue satanizado y perseguido por las buenas conciencias de la sociedad y los malos oficios del gobierno priista, obligado a refugiarse en la periferia y a sumirse durante largos años en las penumbras escalofriantes de los hoyos fonquis (Parménides García Saldaña dixit) del entonces Distrito Federal y la zona metropolitana del estado de México.
  Los grupos de clase media que durante los sesenta habían tocado rock, prácticamente desaparecieron y el género se proletarizó. Pocos lograron sobrevivir y lo hicieron en situaciones precarias. Todo parecía perdido. No obstante, para bien o para mal, la agrupación que lideró esa especie de resistencia fue Three Souls in My Mind, el cual habría de cambiar de nombre para llamarse simplemente El Tri.
  Fue El Tri, encabezado por Alejandro Lora, el que señaló el camino y de una manera u otra, voluntariamente o no, dio nacimiento a ese subgénero ya mencionado líneas atrás: el rock urbano.
  No es este el lugar para profundizar en la historia de tan peculiar movimiento. Sólo se trata de mencionar que este verdadero y único rock mexicano, con sus canciones musicalmente basadas en el blues y el rocanrol, fue una tabla de salvación. Una tabla llena de agujeros, pero que funcionó como salvavidas y como ruta de escape. Cierto que sus letras (en español, lo cual constituyó un gran avance con respecto a sus antecedentes sesenteros) resultaban un tanto burdas y simplonas, ajenas a cualquier rapto poético, pero tenían la virtud de retratar la realidad y el lenguaje de la juventud más pauperizada y marginal. La nueva corriente dio origen a una gran cantidad de “bandas” que sonaban muy parecido entre sí y que, sin embargo, convocaban alrededor suyo a decenas de miles de seguidores y hasta dieron origen a una pequeña pero significativa industria que incluía sus propias compañías discográficas y sus propios medios de difusión. Sellos como Discos Cisne y Discos Raff o revistas como las legendarias Banda Roquera y Conecte no hubieran existido sin la insurgencia del rock urbano mexicano de raíces abiertamente chilangas.
  Valga toda esta introducción para situar a uno de los últimos auténticos representantes de ese movimiento, quien falleció este 28 de mayo, debido a un infarto, a los 58 años de edad: el singular Charlie Montanna.
  Nacido en 1961, en la colonia Guerrero de la hoy Ciudad de México, Carlos César Sánchez González (su verdadero nombre) formó parte de agrupaciones como Perro Muerto, Vago y Mara, para luego lanzarse como solista ya con el sobrenombre de Charlie Montanna, al parecer inspirado en el Tony Montana que interpretó Al Pacino en 1983, en la película Caracortada de Brian de Palma (en la primera versión de Scarface , dirigida en 1932 por Howard Hawks, el personaje que hizo Paul Muni se llamaba Tony Camonte y estaba inspirado en el gangster de Chicago Al Capone).
  Estrafalario en su aspecto y extravagante en su público actuar, Sánchez González hizo de Charlie Montanna todo un personaje. De él se hablaba más por sus ropas y sus peinados que por su música, más por sus ocurrencias que por sus canciones. Sin embargo, grabó una docena de discos y compuso temas que lograron considerable popularidad, como “Tu mamá no me quiere”, “De que el amor apesta”, “Bájale de huevos” y “Tocando el cielo”.
  Rubén Báez, periodista y colaborador de la ya mencionada revista Conecte , amigo cercano del rockero, cuenta en el diario Milenio cómo era la casa donde vivía Montanna, en Ciudad Neza: “Entrabas y tenía su sillón de animal print y siempre decía que ese sillón se lo había regalado Gene Simmons. Toda su cantina la tenía tapizada con botellas de whisky Jack Daniel’s. Ponía videos de Mötley Crüe, se identificaba mucho con ese grupo. Con Bon Jovi también. Su look muy pocas veces lo cambió; lo que cambiaba de él era que enflacaba y volvía a subir de peso”.
  Otro amigo muy cercano de Charlie era el cantautor Rafael Catana, quien lo recuerda de la siguiente manera en el mismo diario: “Lo conocí en Paseo de la Reforma en el año 86. En esa época vi a Vago en vivo; era una banda de rock duro de la Ciudad de México, una banda importante. Nos encontramos muchas veces luego en el Tianguis del Chopo. Creo que es un icono importante dentro de la música popular mexicana. Hemos perdido a un personaje maravilloso, pero en este momento, cuando las radios de rock deberían estar pasando su música, ninguna lo hace. No tenemos memoria. ¿Dónde está la radio?”.
  Se fue Charlie Montanna y el panorama del rock urbano nacional se va quedando cada vez más vacío. Cuatro años atrás, murió Lalo Tex. Hace un mes falleció Arturo Huizar. De sus figuras más señeras quedan El Tri de Alejandro Lora y El Haragán de Luis Álvarez.
  Pero como dice el propio Lora, con una frase que le tomó “prestada” a Neil Young: “El rocanrol no morirá jamás”.

(Publicado el día de hoy en "Acordes y desacordes", el sitio de música de la revista Nexos )
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Published on June 01, 2020 13:48

May 31, 2020

El día que conocí a Charlie Montanna

Gracias a mi querido amigo Jorge Landa, de Nexos , quien hace rato me hizo llegar esta foto que yo nunca había visto, me acordé de la ocasión en que conocí a Charlie Montanna. Ocurrió una noche de 2007 en que Los Pechos Privilegiados nos presentamos en el Ruta 61 y no sé si nuestro baterista Demetrio García o alguien más lo invitó a vernos tocar. Cuando terminamos, Charlie nos felicitó, platicó brevemente conmigo y luego se subió a palomear con parte del grupo y algún músico que iba con él. No me acuerdo bien de los detalles. Pero lo recuerdo como un buen tipo; protagónico, pero simpático. Fue la única vez que lo vi en mi vida (por cierto, en La Mosca una vez publicamos la carátula de un disco suyo y le otorgamos la distinción de ser "la peor portada de un disco de rock en la historia", ja ja; no recuerdo si eso fue antes o después de conocerlo). La instantánea la tomó el fotógrafo Esparta Palma y está fechada el 23 de febrero de 2007.
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Published on May 31, 2020 20:55

May 29, 2020

El negro espejo

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Published on May 29, 2020 16:46

May 28, 2020

Patterson

Con bombos y platillos por parte del diario, el escritor obradorista Jorge Zepeda Patterson debutó hoy como columnista en Milenio (su primera colaboración la intituló "Contra AMLO, ten cuidado con lo que deseas", nada menos). Ya está ahí con sus compas Epigmenio, Monreal, Gibrancito y Miguel Barbosa. Puf... C'est domage.
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Published on May 28, 2020 16:54

May 27, 2020

Urge

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Published on May 27, 2020 14:58

May 26, 2020

1983-2020, las cosas que no cambian

En Editorial Posada, 1983.
En Tlalpan, 2020
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Published on May 26, 2020 16:59

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Hugo García Michel
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