Lily G. Rafferty's Blog, page 5
October 23, 2020
#WriTober reto días 20/21/22 #Writobervoces #WriToberdoblecara #WriToberMaldición
Continuamos con el reto de escritura #WriTober cada día estamos más cerca de concluirlo. Hoy le toca el turno a:
#WriToberVoces Microrrelatos
 
Lily G. Rafferty
Los habitantes del pueblo nos advirtieron de todo lo que ocurría allí, y nos desaconsejaron visitarlo, pensamos que se trataría de las típicas supersticiones de un pueblo del interior.
Éramos Cuatro amigos que soñábamos con ser Youtubers famosos, este sería nuestro primer video del canal, a pesar del miedo y las advertencias partimos.
A medida que recorríamos los diferentes pisos del colegio, nos daba la impresión de que en algunos de sus salones las clases no habían concluido, murmullos parecían alejarse ante nuestra presencia, pero que en parte estaban atentos a nuestros movimientos dentro de aquel edificio.
Voces de niños acompañaban los pasos que atravesaban de un extremo a otro los corredores, no se sentían como si jugaran, era más bien como si huyeran de algo o de alguien, se escondían.
Una tormenta, se había desatado fuera, y lo hacía sentir más encantado al lugar.
Entramos al antiguo salón de música, un viejo y destartalado piano se encontraba en medio de este, decidimos que nos quedaríamos ahí hasta que la lluvia cesara.
Curiosos por lo que hubiéramos podido captar empezamos a ver las fotos de la cámara digital, nuestras sensaciones se confirmaron cuando pudimos ver que en varias, algo parecido a la figura de una joven se desplazaba por varios de los salones, lo inquietante fue que en cada una de las fotos se la notaba más y más cerca a medida que íbamos corriendo las imágenes, en la última estaba en primer plano mirando a la cámara. Los cuatro gritamos al unísono, en ese momento nuevamente las voces de los niños comenzaron a escucharse a nuestro alrededor, como si alguien nos hablara al oído, escuchamos:
—Corran, rápido ella viene, hicieron enojar a la maestra. —Inmediatamente la puerta del salón se abrió golpeando esta contra la pared, Tomamos nuestras cosas y huimos de allí lo más rápido posible.
Cuando nos encontrábamos a varios metros del colegio empapados a causa de la lluvia, un rayo cayó cerca de él, en ese momento la luz hizo que la pudiéramos ver, la maestra estaba parada frente a la ventana mirando hacia nosotros.
#WriToberDosCaras (microrrelatos)
 
Lily G. Rafferty
Un día más, que agobio estoy harta de ver sus caras, escuchar sus dramas, ya no los soporto. Son demasiados... Si hago un pequeño recorte nadie lo notaría, además para muchos sería un alivio y para mí un desahogo.
Miseria y desesperación, locura y más locura es todo lo que me rodea, sigo caminando por los mismos pasillos día tras día, allí están, algunos deambulan sin sentido, y otros simplemente se evaden, sentados en sus sillas mirando hacia la nada, no sé cual me exaspera más de todos ellos, si el que habla mucho o aquel que ni siquiera te dirige la palabra. Al principio amaba este trabajo, me apasionaba el tratar de sumergirme en el intrincando y oscuro mundo de la locura, poder ingresar a los recovecos del cerebro humano.
Luego de treinta años de trabajo, estoy aburrida y hastiada.
—Hola, Anita, buen día corazón ¿hay algo interesante en el horizonte esta mañana? —La mujer no me habla, está allí con sus ojos fijos hacia los árboles del parque, hace meses que nadie la visita, y claro quien querría visitar a un vegetal que tiene su cerebro frito por tanta medicación. Hacerlo sería muy sencillo y además para su hijo sería un gasto menos.
—Vamos a dar un paseo con Anita, el día está muy bonito, tomar un poco de sol va a hacerle bien luego la llevo a su cuarto, tú si quieres ve y toma tu descanso. —La enfermera sonríe aliviada y se retira. Por mi cabeza empiezan a cruzarse muchas ideas, puedo terminar con ella de diferentes formas, elijo a adecuada y regresamos.
Hoy ella, Mañana... Luego tú... Los miro uno a uno pasando lista en mi mente. Entramos al cuarto, Rosa viene detrás de mí.
—¿La ayudo doctora?
—Sí, vamos a dejarla en su cama, está cansada. —La enfermera me ayuda acostarla—. ¡Mi bella Anita! Ahora a descansar. —Rosa sonríe y se retira, entonces saco del bolsillo de mi bata una jeringa, un pequeño pinchazo y listo, aquella burbuja de aire hará su trabajo.
—Na na ná na —tarareo. Ahora ¿quién sigue?
#WriToberMaldición Microrrelato
 
Lily G. Rafferty
En una fiesta de Halloween uno de mis amigos había contado una leyenda urbana sobre la formación 432.
Dicen que si tomas el último subte que va hacia el cementerio de la Chacarita, puedes toparte con esa formación maldita, si te subes encontrarás la muerte y tu alma estará por siempre allí atrapada. Recuerdo que me hizo mucha gracia cuando la escuche, no creo en maldiciones, bueno mejor dicho no creía.
Ese miércoles ingresé como siempre a la estación Facultad de medicina para volver a mi casa, había rendido un examen y estaba exhausto, me pareció extraño llegar al andén y encontrarlo desierto si bien era ya tarde, generalmente viajo con algunos estudiantes o personas que vuelven de trabajar, pero como digo no había una sola persona en ese andén además de mí. Un tanto aletargado me senté en uno de los bancos, y cerré mis ojos, un golpe en mi hombro me despertó, al mirar un hombre vestido de motorman me hablaba.
—¿Vas a abordar? La formación no puede detenerse mucho más. —Me pareció extraño, puesto que esta no era estación cabecera, pero al ver la hora me di cuenta de que ya era muy tarde, había dormido más de lo que creía y supuse que ese era el último servicio del día, le agradecí y subí al vagón.
Solo había cuatro personas dentro, me acomodé en un asiento pegado a la ventanilla y cerré mis ojos, podría descansar un poco más... Al bajarme en la última estación era imposible pasarme. A los minutos me percaté que no nos habíamos detenido en Callao... Tampoco lo hizo en las siguientes estaciones, cuando vi que nos aproximábamos a Dorrego, me levanté y empecé a caminar hacia la cabina del conductor. Tampoco se detuvo en esa.
—La próxima es la terminal debería detenerse sí o sí. —Pero... no lo hizo, furioso abrí la puerta de la cabina e increpé al conductor.
—Escúcheme, quiero bajarme, ¿por qué no se detuvo en Federico Lacroze? Es el final del recorrido.
Él, luego de mirarme unos segundos dijo:
—Muchacho estas en la formación 432. No hay última estación.
October 19, 2020
#Writober reto días 16/17/18 y 19 #WriToberInsomnio #WriToberSonrisa #WriToberTorre y #WritoberMiedo
Seguimos avanzando en este fabuloso reto de escritura.
#WriToberInsomnio Microrrelato
 
Mi esposo no entiende, sé que si duermo moriré. La primera noche que pasamos en esta casa, una inquietante presencia se hizo notar, solo eso, cierta pesadez en el ambiente y, una fría corriente que me envolvió al acostarme y cerrar los ojos, pero con el correr de las noches todo ha ido en aumento. No me siento cómoda en esta casa. Cada vez que Eduardo se va a trabajar siento que algo me echa, no me quiere aquí.
Desde que mi suegra falleció la casa ha quedado deshabitada, pero sé que no estamos solos.
Hace tres noches que no puedo cerrar los ojos, hoy empecé a sentirme atontada y torpe, por momentos veo sombras cruzar por el corredor, voces que hablan desde otras habitaciones, puedo jurar que veo a mi suegra por la casa, Eduardo dice que son alucinaciones por los días que hace que no duermo. Sé que es real, justo ahora está ahí, en la cocina, la veo descuartizar un pollo, desde aquí puedo oír el sonido de los huesos al quebrase, de pronto... Levanta la mirada, gira su cabeza hacia mí sin dejar de apuntarme con el cuchillo y dice:
—No sé que vio mi hijo en ti, no sabes preparar una comida decente, ni un hijo pudiste darle, pero pronto todo va a cambiar voy a encargarme de ti.
La puerta se abre, es Eduardo.
—Que rico mi vida, estás preparando pollo a la cacerola, y ¡es la receta de mamá!
—Yo no estaba cocinado fue ella, está aquí y quiere volverme loca.
—Adriana, creo que lo mejor va a ser que vayamos a la clínica no puedes continuar sin dormir, alucinas, no es normal lo que te ocurre.
—Talvez tengas razón, además, no quiero permanecer aquí otra noche.
Estamos en la clínica, dos enfermeras se acercan, van a llevarme a la habitación, la veo frente a mí.
—¡No te acerques, no me toques! —Grito, trato de escapar, pero me sujetan con fuerza, miro a la enfermera que me está inyectando, y es... Mi suegra.
—Ahora sí, descansa en paz. —Dice mientras ríe.
#WriToberSonrisa
 
Lily G. Rafferty
Fui hasta su oficina y vi cuando se besaban, tranquilos al creer que ya no quedaba nadie se sintieron libres para dar rienda suelta a su pasión, pero yo estaba ahí, escondida entre los escritorios cubierta por la oscuridad del lugar, que solo era interrumpida por la luz que salía de la gerencia. Ella le sonríe mientras él le desabrocha la blusa.
—Maldita Zorra, voy a quitarte esa sonrisa del rostro, ya vas a ver. —Siguen sin notar mi presencia, están demasiado ocupados. Tomo mi celular y marco su número, él mira el display, y sonríe con sarcasmo, le hace señas para que haga silencio llevando su dedo a la boca, y responde mi llamada.
—Hola, cariño.
—Hola, Amor, es tarde tengo la cena lista ¿vas a tardar mucho en llegar?
—Perdón, es que estoy resolviendo un asunto importante, los chinos quieren los informes de todos los embarques de esta semana listos para mañana, no tienes idea como está mi escritorio en estos momentos, lleno de papeles, te digo ¡no sé por dónde empezar! —Él vuelve a sonreírle, y ella le hace señas para que corte.
—Bueno, amor, trata de no demorarte mucho. Te amo, lo sabes ¿no? —No contesta a mi pregunta solo se despide y cuelga, para inmediatamente volver arrojarse sobre aquella rubia insípida. Mi mente se nubla, ingreso a su oficina, siguen muy ocupados para notar que estoy a dos metros de ellos, cierro la puerta y la trabo, entonces ella me ve, y lo separa, él sorprendido gira. Ya, ninguno de los dos sonríe, ahora están aterrados al verme con la pistola en mi mano que los apunta.
—Claudia, ¡por favor, no es lo que estás pensando! ¡escúchame, pará!
Extiende su mano y camina hacia donde estoy... El arma se dispara, le atino en el pecho y cae, ella grita entonces, le disparo también. Ahora la que sonríe soy yo, guardo el arma y tomo de mi bolso las tijeras de costura, me acerco a su cara y le corto su boca... ahora si tiene una linda sonrisa. Salgo, y me siento... Llegó la policía.
#WriToberTorre
 
Lily G. Rafferty
Guillermo es investigador de fenómenos paranormales, ha visitado cientos de hospitales abandonados repletos de entidades.
Una mañana recibió una inquietante llamada telefónica de un colega, la cual lo llenó de Intriga y curiosidad.
—Es una maldita locura, te puedo asegurar que aquel lugar está vivo, tiene tanta energía que puedes llegar a enloquecer si te quedas mucho tiempo ahí. —Hablaba acelerado, por momentos tartamudeaba, se lo notaba muy afectado.
—¿Tan así es? No creo que supere a lo que vivimos en la vieja cárcel de la isla. —Al recordar aquel lugar, volvió a sentir el mismo frío recorrer su espalda.
—Es mucho peor, y mira que nos fuimos antes de llegar al ala que está debajo de la torre, y es la que registra más actividad en todo el maldito lugar.
Con sus aparatos habían logrado captar pasos, psicofonías y hasta sombras que se desplazaban por los oscuros y derruidos corredores, gritos y lamentos se mezclaban con portazos y risas psicóticas.
—Ese lugar te vuelve loco, yo no lo creía hasta que lo viví.
***
Desoyendo los consejos de su amigo, tomo todo el equipo, y se dirigió solo al viejo asilo psiquiátrico de Santa Bernardita. La noche empezaba a caer, y a cubrir cada uno de los salones y pasillos. Sin pensarlo se fue a la zona debajo de la vieja torre, donde dicen que una enfermera se ahorcó y cada noche repite como en un trágico bucle su destino. Algo allí parecía estar esperándolo, la temperatura bajó repentinamente, voces y gritos resonaban entre las paredes de las salas ya vacías, todo era tal cual se lo habían relatado, y lo peor aún. Su cabeza comenzó a dolerle era como si alguien estuviera aplastan su cerebro, tomándose de las paredes fue avanzando a la zona por la torre, y sin saber como lo había logrado, se vio parado sobre una tambaleante silla y con una soga que le apretaba el cuello, miro y frente a él tenía la imagen de una enfermera, que antes de empujarlo dijo:
—Es hora de retirarme, ha llegado mi relevo.
#WriToberMiedo
 
Lily G. Rafferty
Miedo, ¿por qué aún sigo teniéndolo? Se suponía que al terminar él también se iría... Ahora me doy cuenta de que no, sigo con demasiadas dudas rondando mi cabeza y, ¿si me equivoqué? Tal vez si había otra salida, ya es tarde para averiguarlo.
¿Por qué aún sigo aquí? Miro a mi alrededor siento ganas de huir, estoy aterrada, cada vez llega más gente a casa, ¿a qué vienen? Quiero que se vayan todos, entran y salen de cada una de las estancias, aquella chica revuelve mis cosas no quiero que lo siga haciendo.
—Usted, deténgase eso es privado no me preguntaron si podían mirar en mi correo. —Todos me ignoran grito cada vez más fuerte, pero continúan haciéndolo. El hombre con la cámara está ahí, me mira y habla con el otro sujeto.
—¡Déjenme en paz de una buena vez! Tú ¡No me mires! ¡Basta ya! —La habitación da vueltas, estoy mareada siento que voy en picada dentro de un pozo sin fondo, ¿por qué no me detengo? La incertidumbre es peor porque no sé cuando llegará el impacto, bueno tal vez no llegue nunca. Es mi realidad y debo aceptarla. Abro nuevamente mis ojos, esto es una maldita locura.
—Basta, te dije que me dejaras en paz, no me toques, ¿Por qué siguen haciendo esto? Quiero que se vayan todos. —Nadie me escucha, y aquel hombre sigue de cuclillas fotografiándome, escucho pasos y voces, creo reconocer la de mi madre.
—No, mamá no quiero que me veas así, no entres quédate fuera. —El policía la frena antes de que ingrese al baño, pero es inevitable lo vio todo, se tapa la cara con las manos y grita—. Perdón mamá, no pude aguantar más, la sangre cae desde la bañera que está desbordada de agua, todo se ha teñido de rojo, mis manos también, veo los cortes en mis muñecas. Cobarde, cobarde... Aquella voz retumba en mi cabeza, Maldito miedo veté, ya no me atormentes.
Se llevan mi cuerpo, pero yo me quedo aquí con mis miedos que me hablan, y me recuerdan que estoy en el infierno.
October 15, 2020
#Writober reto días 12/13/14 y 15 #WriTober #WriToberCementerio #WriToberMúsica #WriToberRomántico #WriToberInsomnio
Aquí les comparto los microrrelatos de estos últimos días:
#WriToberCementerio
 
Un grupo de adolescentes pasaban muchas horas en el cementerio, intentando dar con una tumba en especial.
Luego de sobornar con varias botellas de vino al sepulturero esperaron a que estuviera lo suficientemente borracho para quedar inconsciente, Alberto le quitó las llaves del bolsillo. Si aquella tumba existía la encontrarían en los registros, y esperaban lograrlo antes de que los efectos del alcohol desparecieran y él despertara, si los descubría se terminarían sus excursiones nocturnas.
Llegaron a la oficina, y probaron una a unas las llaves hasta que dieron con la indicada, investigaron entre las carpetas y libros de registro la fecha: 03 de enero de 1776 y el nombre Marie Lavonne, pero estos estaban incompletos alguien había arrancado una hoja, justamente la que correspondía a los servicios de ese día. Comenzaban a desanimarse cuando el hallazgo de un cofre en el fondo del cajón del archivero les llamó la atención, tenía las iniciales M. L miraron nuevamente el manojo de llaves, y notaron que había una muy pequeña, sus rostros se iluminaron al ver que aquel cofre se abría, en su interior una nota, junto a otra llave que indicaba bóveda Familia Von Hans, Luego de tomar el papel, Alberto leyó su contenido:
—[image error]Hemos decidido mover el cuerpo, no podemos permitir que vuelvan a repetirse los hechos del último mes, nadie debe volver hallarla, confío que usted mantendrá esta información a resguardo por el bien de todos[image error]. Yo sé dónde está esa bóveda, vamos. —Comentó Alberto, y luego de guardar todo salieron de allí.
***
Ansiosos ingresaron, luego de descender por unas escaleras de piedra encontraron una puerta, con inscripciones en latín, rodeada de crucifijos, al traspasarla un féretro amarrado con cadenas, se encontraba frente a ellos, tomaron la ouija y encendieron las velas, iniciaron el ritual nombrando a la difunta, inmediatamente el terror los invadió porque el ataúd comenzó a moverse como si algo en su interior estuviera tratando de salir, aterrados soltaron la tabla y corrieron.
Fuera, los aguardaba el sepulturero, quien tomándose de la cabeza repetía.
—No debieron despertarla, ahora, todo el pueblo será su cena.
#WriToberMusica microrrelatos
 
  
Hace una hora que ha amanecido, debo apresurarme si quiero presenciar su último baile, luego de hoy ya no habrá más presentaciones, confieso que estoy triste es inevitable, desde que tengo memoria he venido a verlos bailar, Al principio me escondía detrás de las puertas y los espiaba a través del vidrio cuando pensaba que no me veían, hasta que un día me invitaron a ver el espectáculo, tenía ocho años y soñaba con ser bailarina. He aprendido mucho de ellos durante estos años y, muy pronto será mi gran oportunidad podré audicionar para ingresar a la compañía de Ballet.
Desde la escalera puedo escuchar la música sonar, aquella melodía me llama y atrae como un imán, me apresuro a subir, cuando ingreso al salón los veo; Slovenka y Dimitry danzan, es como si volaran en perfecta sincronía. Las ventanas abiertas agitan las cortinas y complementan la escena.
Caigo presa de aquel embrujo, me dejo invadir por los acordes que desprende la vieja fonola, el disco de pasta gira una y otra vez, mientras la púa lo acaricia lentamente.
Dan sus últimos pasos de baile, un giro y un bello salto final que los funde en un abrazo eterno, la música se detiene de pronto y detrás de mí puedo escuchar:
—Jovencita, ¿qué haces aquí? ¿Es muy peligroso puedes lastimarte, cuántas veces debo repetirte que no ingreses al teatro? Vamos, que ya han llegado los obreros para iniciar la demolición.
—¿Puedo llevarme la fonola papá? —Me mira resignado, mientras retira algunos escombros que han caído sobre la derruida mesa sobre la cual está colocada.
—No creo que funcione cariño, hace años que está aquí llenándose de polvo.
—Funciona, yo sé que sí.
Suspira resignado, y puedo notar que sus ojos también se han humedecido. —Vamos, que ya todo está listo, no hay nada más que hacer aquí.
Giro para ver el salón, antes de cruzar la puerta, Dimitry la toma de la mano, y Slovenka me regala una última reverencia antes de desaparecer.
#WriToberRomántico (microrrelatos)
 
Un elegante caballero los aguardaba en la planta principal. Luego de los saludos de cortesía los señores se sentaron en el salón, mientras ella, daba indicaciones a la servidumbre para que sirviera la cena.
—Conde Stefan, es un honor recibirlo en nuestra villa, seguramente ha de esta algo cansado por tan largo viaje. Estamos ingresando en una época complicada del año, con el clima muchos caminos se bloquean tornándose difíciles de transitar. Si le parece bien, ahora cenaremos y luego podrá retirarse a su cuarto a descansar, así mañana podremos hablar tranquilamente de negocios.
—No se preocupe, me encuentro perfectamente bien, hace mucho tiempo que deseo esta reunión, pero mis negocios en Viena no lo permitían.
—Si los caballeros lo desean, podemos pasar al comedor. —Lorreine que se encontraba junto a la puerta del comedor, los invitaba a ingresar. Su esposo lo hizo primero y detrás de él Stefan, quien, al pasar junto a ella, le tocó su mano sin que Stuart lo notara, sus miradas se cruzaron por unos breves instantes, pero lo suficiente para inquietarla, sus ojos negros y penetrantes la volvían vulnerable.
Luego de la cena, Lorraine indicó al servicio que podían retirarse, cuando se quedó sola en la cocina, tomó el frasco con el granulado que había escondido unos meses atrás, debajo de una madera suelta del piso de la despensa, y salió de allí rumbo al escritorio donde los hombres conversaban, antes ingresar se detuvo frente al bar, sirvió dos copas de brandy en una de ellas agregó parte de lo que contenía el frasco, para luego de guardarlo nuevamente dentro de la manga de su vestido.
A los pocos minutos el cianuro había hecho su trabajo y Stuart yacía muerto en el sofá, Stefan quien miraba sonriente la escena, dejo su copa sobre la mesa, fue directo hasta ella, para besarla apasionadamente.
—Ha pasado mucho tiempo, te he extrañado, mi amor, incluso dudé, no sabía si finalmente te atreverías. Ahora, dime: ¿qué vamos a hacer con el cuerpo?
—Pues... La casa está fría, creo que es el momento de agregar combustible a la caldera.
#WriToberInsomnio Microrrelato
 
Mi esposo no entiende, sé que si duermo moriré. La primera noche que pasamos en esta casa, una inquietante presencia se hizo notar, solo eso, cierta pesadez en el ambiente y, una fría corriente que me envolvió al acostarme y cerrar los ojos, pero con el correr de las noches todo ha ido en aumento. No me siento cómoda en esta casa. Cada vez que Eduardo se va a trabajar siento que algo me echa, no me quiere aquí.
Desde que mi suegra falleció la casa ha quedado deshabitada, pero sé que no estamos solos.
Hace tres noches que no puedo cerrar los ojos, hoy empecé a sentirme atontada y torpe, por momentos veo sombras cruzar por el corredor, voces que hablan desde otras habitaciones, puedo jurar que veo a mi suegra por la casa, Eduardo dice que son alucinaciones por los días que hace que no duermo. Sé que es real, justo ahora está ahí, en la cocina, la veo descuartizar un pollo, desde aquí puedo oír el sonido de los huesos al quebrase, de pronto... Levanta la mirada, gira su cabeza hacia mí sin dejar de apuntarme con el cuchillo y dice:
—No sé que vio mi hijo en ti, no sabes preparar una comida decente, ni un hijo pudiste darle, pero pronto todo va a cambiar voy a encargarme de ti.
La puerta se abre, es Eduardo.
—Que rico mi vida, estás preparando pollo a la cacerola, y ¡es la receta de mamá!
—Yo no estaba cocinado fue ella, está aquí y quiere volverme loca.
—Adriana, creo que lo mejor va a ser que vayamos a la clínica no puedes continuar sin dormir, alucinas, no es normal lo que te ocurre.
—Talvez tengas razón, además, no quiero permanecer aquí otra noche.
Estamos en la clínica, dos enfermeras se acercan, van a llevarme a la habitación, la veo frente a mí.
—¡No te acerques, no me toques! —Grito, trato de escapar, pero me sujetan con fuerza, miro a la enfermera que me está inyectando, y es... Mi suegra.
—Ahora sí, descansa en paz. —Dice mientras ríe.
October 11, 2020
#WriTober Reto días 9/10 y 11 #WriToberCamino #WriToberSecreto #WriToberFlores
#WriToberCamino Microrrelatos
 
Lily G. Rafferty
Estoy cansada, mis pies me duelen no sé cuanto tiempo hace que estoy caminando, Mi peluche Leo se vuelve pesado y ya en varias ocasiones se resbaló de mis manos. Por momentos Ray me habla desde el interior del bosque, ríe y entona una canción. Los árboles cada vez son más grandes, y las plantas han cambiado de color, ya no son alegres como las que vi al ingresar al camino, cuando él me llamó para que lo acompañara a buscar a papá. Ahora son oscuras y muchas están secas, comienzo a sentir miedo.
                                                                             ***
Desde que nos mudamos él me acompaña, junto con Leo son mis mejores amigos. Hace una semana, papá se quedó dormido, hacía tiempo que estaba cansado y ese día no despertó, unos señores se lo llevaron de casa, a pesar de que yo le pedía que abra los ojos no lo hizo, les gritaba que lo dejaran dormir que mi papá tenía sueño, pero ellos no me escucharon. Vi cuando lo subían a una camioneta, mi mamá lloraba también.
—Mamá ¡no dejes que se lleven a papá! —Le gritaba, pero ella no hacía nada para impedirlo, solo me abrazaba fuerte y me decía que ahora él estaba en un lugar mejor, pero ¿dónde es eso? ¡Yo quiero ir con él! Mientras mamá me sujetaba veía como la camioneta se alejaba por el camino.
Ray al principio solo era una voz que me hablaba desde el interior del armario, pero desde aquel día lo veo, por momentos su imagen es borrosa como ahora. Me dice que estamos cerca que cuando lleguemos allí, podré ver a papá. 
Ray desaparece entre las plantas—. ¿A dónde vamos? No te alejes. —Le grito, pero dejo de verlo, me aferro a Leo y noto que su larga cola se ha enredado con una rama, tiro de ella, pero no logro poder zafarlo.
Mi peluche también está asustado, intento calmarlo diciéndole—. No voy a dejarte me quedaré aquí contigo, no tengas miedo.
Miro a mi alrededor... Estoy sola en un laberinto, todo se vuelve oscuro y siento que me he perdido.
 
 
#WriToberSecreto
 
Lily G. Rafferty
Un pacto de silencio se celebró, ninguno de los allí presentes lo quebrantaría.
—Lo que ocurrió esta noche, se queda aquí, nada se dirá al respecto —sentenció Raimundo.
—Señores, ¿no se dan cuenta de la gravedad del asunto? Soy un hombre de Dios, no puedo mentir.
—Padre, aquí solo hay un culpable, al fin se hizo justicia.
—Y ¿si alguien pregunta por él?
—Cosme, diremos que se fue del pueblo, y listo.
—Hijos míos, no es la forma. —El padre Agustín comentaba resignado—. Dios se apiade de nuestras almas.
Nunca estuvo de acuerdo con lo que esa noche ocurría, durante muchos días había intentado convencer a Raimundo y los demás, que tomar justicia por mano propia no era lo más acertado.
***
Una serie de extraños sucesos venían llevándose a cabo en aquel lugar que por mucho tiempo fue un tranquilo pueblo, las jóvenes novias desaparecían la noche anterior a celebrarse la boda y eran encontradas días mas tarde muertas encerradas en el antiguo panteón del cementerio local, el terror empezaba apoderarse de los habitantes, y un sin fin de historias y leyendas comenzaban a circular conjeturando que era lo que estaba ocurriendo, la última novia en desaparecer fue María la prometida de Raimundo, una joven de diecinueve años, su cuerpo fue encontrado igual que a sus predecesoras degollada vistiendo su traje de novia.
La tristeza fue transformándose en furia dentro del corazón y el alma de Rainundo, luego de varias borracheras en el bar del pueblo un encuentro con Cosme y Octavio quienes, igual que él habían sufrido la pérdida de sus mujeres, urdieron un plan, esta vez le tenderían una trampa a quien fuere el asesino de sus prometidas.
Pidieron ayuda al párroco para organizar una boda falsa, Gerardo y Rosalía, serían los novios de turno, el día anterior a la celebración emboscarían al asesino, y así fue...
Los cinco salieron del panteón y tal como lo acordaron sellaron la puerta. Mientras en el interior de un ataúd, enterrado vivo, Eusebio el sepulturero se enfrentaba a su destino.
#WriToberFlores microrrelato
 
Lily G. Rafferty
—Ahí está, ¿no la ve? Parada justo detrás de los arbustos de jazmines, le digo que no lo haga, pero continúa haciéndolo, no me habla solo me mira.
—¿Y por qué cree que lo hace?
—Creo que es su forma de atormentarme.
—¿Así lo cree?
—¿Y por qué otra cosa lo haría? Quiere volverme loco, ¿no se da cuenta? Y lo peor, es que estoy empezando a sentir...
—¿Miedo, culpa, o resignación? —Me pregunta mientras anota en su libreta.
—No lo sé... tal vez, si este loco después de todo.
***
Las flores blancas se mezclan con sus cabellos, puedo oler su perfume, dulce y embriagador.
—¡No me mires más, deja ya de hacerlo! —Le grito, pero continúa—. Al menos di algo, no te quedes callada. —Corro enfurecido hacia ella, pero nuevamente desaparece.
[image error]Debería cortar las plantas, así ya no podrá esconderse detrás las flores... Si eso es lo que debería hacer[image error]. Pienso mientras me dirijo al cobertizo.
Busco las tijeras de podar, no están, miro dentro de las cajas y canastos, no logro dar con ellas, furioso empujo una de las estanterías y las cosas comienzan a caer, miro por la ventana y la veo nuevamente—. ¿Por qué me haces esto? ¡Basta! Deja ya de aparecer. —Me tropiezo al salir con un bidón con gasolina sin pensar lo tomo y voy hasta ella, rocío el combustible sobre las plantas y las enciendo, mientras el fuego va devorando las flores veo su mano atravesar las llamas, giro al escuchar que gritan mi nombre, el psiquiatra viene hacia mí con un grupo de enfermeros, y la policía, han entrado en la casa vienen a buscarme. Ella al fin sonríe y la escucho hablar.
—Ven acompáñame. —Tomo su mano e ingreso a las llamas.
Una parte de mí ha comenzado a sentir algo de paz, ardiendo entre las flores de jazmines, el mismo lugar en donde hace diez años la enterré.
  
#WirTober Reto días 9/10 y 11 #WriToberCamino #WriToberSecreto #WriToberFlores
#WriToberCamino Microrrelatos
 
Lily G. Rafferty
Estoy cansada, mis pies me duelen no sé cuanto tiempo hace que estoy caminando, Mi peluche Leo se vuelve pesado y ya en varias ocasiones se resbaló de mis manos. Por momentos Ray me habla desde el interior del bosque, ríe y entona una canción. Los árboles cada vez son más grandes, y las plantas han cambiado de color, ya no son alegres como las que vi al ingresar al camino, cuando él me llamó para que lo acompañara a buscar a papá. Ahora son oscuras y muchas están secas, comienzo a sentir miedo.
                                                                             ***
Desde que nos mudamos él me acompaña, junto con Leo son mis mejores amigos. Hace una semana, papá se quedó dormido, hacía tiempo que estaba cansado y ese día no despertó, unos señores se lo llevaron de casa, a pesar de que yo le pedía que abra los ojos no lo hizo, les gritaba que lo dejaran dormir que mi papá tenía sueño, pero ellos no me escucharon. Vi cuando lo subían a una camioneta, mi mamá lloraba también.
—Mamá ¡no dejes que se lleven a papá! —Le gritaba, pero ella no hacía nada para impedirlo, solo me abrazaba fuerte y me decía que ahora él estaba en un lugar mejor, pero ¿dónde es eso? ¡Yo quiero ir con él! Mientras mamá me sujetaba veía como la camioneta se alejaba por el camino.
Ray al principio solo era una voz que me hablaba desde el interior del armario, pero desde aquel día lo veo, por momentos su imagen es borrosa como ahora. Me dice que estamos cerca que cuando lleguemos allí, podré ver a papá. 
Ray desaparece entre las plantas—. ¿A dónde vamos? No te alejes. —Le grito, pero dejo de verlo, me aferro a Leo y noto que su larga cola se ha enredado con una rama, tiro de ella, pero no logro poder zafarlo.
Mi peluche también está asustado, intento calmarlo diciéndole—. No voy a dejarte me quedaré aquí contigo, no tengas miedo.
Miro a mi alrededor... Estoy sola en un laberinto, todo se vuelve oscuro y siento que me he perdido.
 
 
#WriToberSecreto
 
Lily G. Rafferty
Un pacto de silencio se celebró, ninguno de los allí presentes lo quebrantaría.
—Lo que ocurrió esta noche, se queda aquí, nada se dirá al respecto —sentenció Raimundo.
—Señores, ¿no se dan cuenta de la gravedad del asunto? Soy un hombre de Dios, no puedo mentir.
—Padre, aquí solo hay un culpable, al fin se hizo justicia.
—Y ¿si alguien pregunta por él?
—Cosme, diremos que se fue del pueblo, y listo.
—Hijos míos, no es la forma. —El padre Agustín comentaba resignado—. Dios se apiade de nuestras almas.
Nunca estuvo de acuerdo con lo que esa noche ocurría, durante muchos días había intentado convencer a Raimundo y los demás, que tomar justicia por mano propia no era lo más acertado.
***
Una serie de extraños sucesos venían llevándose a cabo en aquel lugar que por mucho tiempo fue un tranquilo pueblo, las jóvenes novias desaparecían la noche anterior a celebrarse la boda y eran encontradas días mas tarde muertas encerradas en el antiguo panteón del cementerio local, el terror empezaba apoderarse de los habitantes, y un sin fin de historias y leyendas comenzaban a circular conjeturando que era lo que estaba ocurriendo, la última novia en desaparecer fue María la prometida de Raimundo, una joven de diecinueve años, su cuerpo fue encontrado igual que a sus predecesoras degollada vistiendo su traje de novia.
La tristeza fue transformándose en furia dentro del corazón y el alma de Rainundo, luego de varias borracheras en el bar del pueblo un encuentro con Cosme y Octavio quienes, igual que él habían sufrido la pérdida de sus mujeres, urdieron un plan, esta vez le tenderían una trampa a quien fuere el asesino de sus prometidas.
Pidieron ayuda al párroco para organizar una boda falsa, Gerardo y Rosalía, serían los novios de turno, el día anterior a la celebración emboscarían al asesino, y así fue...
Los cinco salieron del panteón y tal como lo acordaron sellaron la puerta. Mientras en el interior de un ataúd, enterrado vivo, Eusebio el sepulturero se enfrentaba a su destino.
#WriToberFlores microrrelato
 
Lily G. Rafferty
—Ahí está, ¿no la ve? Parada justo detrás de los arbustos de jazmines, le digo que no lo haga, pero continúa haciéndolo, no me habla solo me mira.
—¿Y por qué cree que lo hace?
—Creo que es su forma de atormentarme.
—¿Así lo cree?
—¿Y por qué otra cosa lo haría? Quiere volverme loco, ¿no se da cuenta? Y lo peor, es que estoy empezando a sentir...
—¿Miedo, culpa, o resignación? —Me pregunta mientras anota en su libreta.
—No lo sé... tal vez, si este loco después de todo.
***
Las flores blancas se mezclan con sus cabellos, puedo oler su perfume, dulce y embriagador.
—¡No me mires más, deja ya de hacerlo! —Le grito, pero continúa—. Al menos di algo, no te quedes callada. —Corro enfurecido hacia ella, pero nuevamente desaparece.
[image error]Debería cortar las plantas, así ya no podrá esconderse detrás las flores... Si eso es lo que debería hacer[image error]. Pienso mientras me dirijo al cobertizo.
Busco las tijeras de podar, no están, miro dentro de las cajas y canastos, no logro dar con ellas, furioso empujo una de las estanterías y las cosas comienzan a caer, miro por la ventana y la veo nuevamente—. ¿Por qué me haces esto? ¡Basta! Deja ya de aparecer. —Me tropiezo al salir con un bidón con gasolina sin pensar lo tomo y voy hasta ella, rocío el combustible sobre las plantas y las enciendo, mientras el fuego va devorando las flores veo su mano atravesar las llamas, giro al escuchar que gritan mi nombre, el psiquiatra viene hacia mí con un grupo de enfermeros, y la policía, han entrado en la casa vienen a buscarme. Ella al fin sonríe y la escucho hablar.
—Ven acompáñame. —Tomo su mano e ingreso a las llamas.
Una parte de mí ha comenzado a sentir algo de paz, ardiendo entre las flores de jazmines, el mismo lugar en donde hace diez años la enterré.
  
October 8, 2020
#WriTober reto día 8 #WritoberVentana
En el día 8 del reto #WriTober les comparto #WriToberVentana Microrrelato Concepto
 
Lily G. Rafferty
Aquella joven se había transformado en una obsesión para Ramiro, todos los días miraba a través de su ventana oculto en la penumbra, a su vecina, conocía sus movimientos al detalle: a que hora entraba o salía, que comía o con quien dormía. Jamás se animó siquiera a saludarla, vivía recluido en su casa, solitario y taciturno, su única compañía eran las fotografías que le tomaba a Belén y estaban por dispersas por su habitación. Había llegado a recortar imágenes de revistas con parejas y reemplazado sus caras por la suya y la ella.
***
Esa noche, estaba sumamente molesto, aquel joven la visitaba demasiado para su gusto, esto empezaba hacerlo sentir amenazado, debía hacer algo al respecto.
Como siempre mirando desde su ventana, esperó que saliera, vio como al despedirse la besó, esto lo enfureció mucho más, tomó la pistola que estaba en el cajón de la mesa de luz y bajó. Cuando el muchacho dobló la esquina en dirección a su vehículo, sin mediar palabras le disparó dos veces, gritos, lo sorprendieron al voltear la vio, frente a él Belén corría con el celular del joven en su mano, quien aparentemente se lo había olvidado y ella en un intento por devolvérselo fue testigo de su muerte, o mejor dicho su asesinato.
Sin saber que hacer, preso de la desesperación se disparó.
Todos le decían a Belén que ahora estaría segura, era impensado lo que aquel sujeto pudiera haber hecho, pero por suerte estaba muerto.
***
Semanas después. Una noche llovía copiosamente, bajo del taxi y se apresuró a entrar a su casa, estaba cansada y empapada, justo antes de abrir la puerta su celular sonó, alguien del otro lado le decía:
—Voltéate aquí estoy.
No reconoció la voz de quien la llamaba, por lo cual giró intrigada.
—¡Hey aquí! —La misma voz del teléfono le gritaba, ahora desde la otra acera, pero allí no había nadie, al subir su mirada notó, Justo detrás de ella aquella ventana a Ramiro que con una rosa en su mano la saludaba.
October 7, 2020
#WriTober reto día 6 y 7 #WriToberÁrbol #WriToberMuñeca (Microrrelatos concepto)
Hoy voy a compartirles dos relatos. Corresponden a los días 6 y 7 del Reto WriTober.
 Imagen: crédito al artista plástico Daniel Hooper.https://www.danielhooperart.co.uk/?fbclid=IwAR3zOGs_jjxNDhnsPhDwY1YMqujwSe_RY0EmeO6wuyptAfQ1Io_ZiybhMnUhttps://www.instagram.com/danielhooperart/?fbclid=IwAR3DyzwDTvCzj2D0bCXE6ogeVoJ_C6YzTUIy6AtWYKLpLUnFiKbgifOOASg
Imagen: crédito al artista plástico Daniel Hooper.https://www.danielhooperart.co.uk/?fbclid=IwAR3zOGs_jjxNDhnsPhDwY1YMqujwSe_RY0EmeO6wuyptAfQ1Io_ZiybhMnUhttps://www.instagram.com/danielhooperart/?fbclid=IwAR3DyzwDTvCzj2D0bCXE6ogeVoJ_C6YzTUIy6AtWYKLpLUnFiKbgifOOASg#WriToberÁrbol (Microrrelas-Concepto)
Lily G. Rafferty
Un anciano le cuenta la historia a un grupo de niños, sentados alrededor de una hoguera, y yo lo escucho, desde dónde me encuentro.
« A la salida del pueblo, muy pegado al barranco se encuentra el árbol del colgado, muchas leyendas hay sobre lo que pasó aquel día, si bien el relato ha cambiado conforme pasan los años, todos coinciden en que nunca deben pasar por allí cuando hay luna llena, porque es el momento en el cual la imagen del colgado se hará presente, para recordarnos su trunca historia de amor, allí desde la rama más alta del viejo Jacarandá una noche de febrero, Facundo Reyes se quitó la vida, al no soportar ver como la mujer que amaba era desposada con otro » .
« Con Amanda vivían un amor a escondidas, como si fueran « Romeo y Julieta » , todas las tardes se escapaban para verse bajo la sobra de aquel árbol, el cual fue testigo de su profundo amor, y que no pudo prosperar debido a un matrimonio arreglado. Cegado por el dolor de perder su otra mitad, decidió acabar con su sufrimiento, colgándose de aquel árbol a la vera del camino, dicen los que recuerdan que aquel día, Amanda y su flamante esposo pasaron por ahí cuando salían rumbo a su nueva casa en la ciudad, aquella imagen perturbó tanto a la joven, que una semana más tarde volvió aquel lugar y de la misma manera se mató, cuando encontraron su cuerpo al día siguiente, el viejo jacarandá estaba repleto de flores azules a pesar de no ser época de floración, las cuales representaban cada una de las lágrimas que había derramado » .
Cada vez que sale la luna, estoy tentada a ir allí, para ver si realmente puedo verlo, porque desde aquella noche del mes de febrero lo sigo buscando tanto aquí como en el infierno.
#DanielHooperart #microrrelato #retoWriTober
WriToberMuñeca (Microrrelatos-Concepto)
 
 Fausto un compañero de trabajo, me comentó de un lugar donde hacen muñecas personalizadas, si llevas una foto harán una réplica exacta de la persona.
Aquella muñeca me dejó sin habla al verla, no solo por el parecido con mi hija, sino también porque la acompañaba un pequeño violín, Ángeles toca desde muy pequeña, tiene un talento inigualable para su edad.
—Le voy a dar una recomendación, mis muñecas son especiales, puede sacarla de su vitrina, pero no debe olvidar guardarla al ir a dormir —me advirtió.
—¿Eso por qué? ¿Es tan frágil, o se ensucia con facilidad? Pues supongo puede limpiarse, además es una muñeca, para qué le regalaría una a mi hija si no puede jugar con ella.
—La niña puede jugar, solo debe recordar guardarla todas las noches.
«¡Qué maniático!», pensé. Me fui de allí con la muñeca, sentí que ese era el regalo ideal para mi princesa.
***
Saltó de felicidad al verla, sus ojos brillaron, la abrazó fuertemente mientras decía:
—¡Es igual a mí, pero un poco mayor, seguro así me veré en unos años cuando cumpla quince! ¡Gracias, papá, eres el mejor!
Me dio un ruidoso beso en la mejilla, y salió corriendo directo a su dormitorio, tomó su violín y comenzó a tocarlo, había colocado la muñeca en la repisa, cuando me acerque a escucharla tocar, me pareció ver que desde allí sonreía, pero inmediatamente lo descarte por considerarlo una locura.
***
A la mañana siguiente, mientras tomaba café, recordé que no le había advertido que debía guardar la muñeca, se me había pasado por alto completamente, extrañado, que Ángeles aún no se hubiere levantado, temí que llegase tarde al colegio. Fui hasta su cuarto para despertarla, ya que seguramente la encontraría dormida.
Al entrar la vi, noté que su cabello había cambiado era azul, y sus manos las cuales sostenían el violín, eran iguales a las de aquella muñeca, de la cual ya solo quedaba su vestido junto al pequeño instrumento tirado en el suelo.
Confundido pregunté—. ¿Ángeles, qué ocurre aquí? —Ella me miró y dijo:
—Ángeles, se fue... Papá.
October 5, 2020
#WriTober reto día 5 · #WriToberCalabaza (Microrrelatos concepto)
Aquí, va el relato del reto correspondiente al día 5 #WriToberCalabaza (Microrrelatos concepto)
 
El Viejo Harry tenía las mejores calabazas del condado, las cuidaba casi con obsesión, carteles dispersos por el perímetro advertían que no estaba permitido ingresar, y que si eran descubiertos intrusos pagarían las consecuencias. A todos los chicos del pueblo nos causaba el mismo terror verlo, flaco, desgarbado, con sus rasgos severos, siempre acompañado de una horquilla filosa y su perro Pitbull el cual se llamaba, Satanás, y debo reconocer que el nombre le pegaba, puesto que era malvado y aterrador.
Cada año, nos aventurábamos al intento de robarle alguna de sus preciadas calabazas para nuestra fiesta de Halloween, semanas antes comenzábamos a urdir nuestro plan, reunidos en la casa del árbol, entrar al área 51 era más sencillo que intentar traspasar las vallas del campo de calabazas.
***
Teníamos todo organizado, esa noche nos infiltraríamos a la finca desde el río, justo donde se encuentra el viejo olmo la vegetación era lo suficientemente alta como para cubrirnos, esperamos largo rato hasta que las luces de la casa se apagaron.
No sé si era el clima o el miedo que nos invadía, pero esa noche se había vuelto particularmente fría. Fui el primero en cruzar, detrás de mí, lo hicieron Tom y Dave. Mi idea era tomar la primera que viéramos y salir de allí lo más rápido posible, cuando estaba intentando cortar el tallo con mi cuchillo, la luz de una de las ventanas se encendió, y el ladrido del perro que se acercaba podía oírse.
—¿Cómo diablos nos descubrió?
—Te dije que este viejo es brujo, él lo sabe todo, mejor apresurémonos corta esa calabaza y nos vamos rápido.
Mi mano temblaba a causa del miedo. —No veo el cuchillo, se me ha caído dejemos todo, vámonos —Dije, antes de comenzar a correr.
—¡Yo no me voy de acá sin una maldita calabaza! —Dijo Tom furioso—, ustedes sigan yo corto esta.
Cruzamos las vallas solo dos de nosotros, Tom no lo logró... Los gritos se mezclaron con los gruñidos del perro y la voz del Viejo Harry que decía:
—Bien hecho, Satanás, tenemos abono para mis bellas calabazas.
October 4, 2020
#Writober reto día 4 #WriToberElespejo Conceptos Microrrelato
Avanzando en este genial reto, que pone a prueba nuestra creatividad, hemos llegado al día 4. Les comparto el de hoy.
#WriToberElespejo Conceptos Microrrelato
 
  
Solo verlo en el aparador de aquella tienda, bastó para saber que ese bello espejo antiguo debía ser mío, era como si desde el soporte en el cual estaba apoyado me estuviera llamando, como un imán me atrajo a él.
—¿Cuántas imágenes debe tener guardadas en su interior? Que lástima que los espejos no tengan una memoria a la cual pudiéramos acceder y recuperar esos recuerdos, seguramente perteneció a una señora de alta sociedad, podrá notarlo por la excelente calidad del tallado —El vendedor sabía que aquel objeto me había atrapado.
—Sí, es una pena realmente, sería como ir al cine. Lo llevo es demasiado bello para resistirme.
Aquel caballero lo colocó en un estuche cuyo interior estaba íntegramente forrado en terciopelo rojo, en la tapa podían apreciarse dos iniciales A. M que estaban grabadas, al verlas me helaron la sangre, ¡eran mis iniciales!
—Me llamo Ane Marie... —Comenté sorprendida.
—¡Qué casualidad! —El vendedor sonrió.
—Será que el destino así lo quiso... Espero lo disfrute. —Me entregó el paquete y salí de allí.
***
Al llegar a casa, fui hasta mi recámara, saqué el espejo y me miré, pero lo que vi no fue mi rostro, una mujer con una máscara veneciana me devolvía el reflejo, asustada lo solté y este cayó al piso, cuando levanté mi mirada noté que no me encontraba en mi habitación, estaba en otro lugar... A mi alrededor todo se veía lujoso, largos cortinados cubrían las ventanas y un tocador estilo Luis XV estaba frente a mí, las paredes decoradas suntuosamente con detalles en dorado parecía que me caerían encima. De pronto la puerta se abrió con violencia, y una joven asustada entró diciendo.
—Mi señora, pronto, debe huir, los soldados del rey han llegado, y vienen por Usted.
Debo estar soñando, no entiendo que es lo que está ocurriendo, lo siguiente que veo es un grupo de hombres que ingresan, me toman de los brazos, llevándome a la rastra mientras los escucho decir.
—Vamos my lady no se resista, el verdugo la espera, debe cumplirse la voluntad del rey.
October 3, 2020
#WriTober reto día 3 #WriToberMirada
Aquí el microrrelato del día de hoy.
 
Sus ojos me transmitían tanto terror... Intenté por algunos instantes abstraerme de allí, y no mirarla, sus pupilas estaban dilatadas y su risa nerviosa resonaba dentro de aquella habitación. Hubo un instante en el que desee que al fin todo terminara, estaba agotada de sentir tanto miedo.
—Maldita bruja, ¡si me vas a matar hazlo de una vez! —Le grite desde el rincón en el cual permanecía encadenada. Ella tomó uno de los cuchillos que se encontraban sobre la mesa, sonrió mientras admiraba la hoja y volteó a mirarme.
Se acercó hasta mí, y sin quitar su mirada de mis ojos, deslizó el filo por mi mejilla mientras me decía:
—Tranquila, princesita, aún no ha llegado tu momento, ¿Acaso quieres privarme de la diversión que me traerá tu lento sufrimiento? Tus amiguitos no ofrecieron tanta satisfacción, espero que tú lo compenses. —La escuchaba reír mientras desgarraba mi mejilla con el cuchillo, comencé a sentir el calor de la sangre que corría por mi rostro.
—Dime una cosa, ¿de casualidad sabes cuánto tarda una persona promedio en morir desangrada?
Sin dejarme reaccionar continúo—. Bueno, si seccionáramos la vena aorta sería solo cuestión de segundos para que dejes este asqueroso mundo, pero... Eso nos impediría disfrutar a pleno de nuestra mutua compañía. Por otro lado, si realizáramos un corte pequeño y profundo, la muerte tardaría más en llegar, y tú serías consciente de todas las fases del shock hemorrágico. ¿No te parece divertido? —Y volvió a reír...
***
No sé cuánto tiempo hace que estoy aquí, por momentos la habitación se mueve como si me encontrara a bordo de un barco, estoy mareada, tengo mucha sed. Todo va alejándose, siento que moriré pronto.
¿Cómo fue que terminamos así en manos de una psicópata que decía ser nuestra amiga? Jazmín y Pablo yacen justo frente a mí, al otro lado de la habitación Ahí, esta parada frente a ellos los mira y canta.
***
El frío comenzó apoderarse de mí, y cuando la oscuridad estuvo a punto cubrir mis ojos, aquella mujer sujetando mi barbilla me obligó contemplar por última vez su sádica mirada.



