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December 25 - December 30, 2024
Después de un testimonio comprado y un viejo trastornado y sin memoria, ahora la acusación nos presenta el testimonio de una mujer.
He de sosegar mi espíritu y pensar con claridad.
Me educaste para ganar.
—replicó ella, mientras le masajeaba las sienes—, no, amor mío, tú te volviste loco el día que por mi causa te enfrentaste a Sila. Pero yo te quiero así: loco, un loco que piensa que puede contra todo y contra todos. En especial, un loco que cree que hay que luchar contra un miserable criminal como Dolabela. Yo te quiero así.
Es necesario primero ser remero antes de intentar gobernar el buque».[37]
De hecho, el título que Sila se había arrogado para sí era muy descriptivo en sus capacidades y poderes: dictator legibus scribundis et rei publicae constituendae, esto es, un dictador que podía promulgar leyes al tiempo que podía reorganizar el Estado a su conveniencia. Poder absoluto.
no importa si te llaman cobarde, sólo importa ganar al final.
Crees que tienes una superioridad moral sobre todos nosotros porque te preocupas de la escoria de Roma, de todos esos harapientos que no son patricios, que son pobres, que han nacido para servirnos, como todos los habitantes de Italia que claman por una ciudadanía que no merecen.
Te crees mejor que yo, te consideras más justo, más sabio, mejor romano que yo. Pero ni eres más justo ni más sabio ni mejor romano.
Para eso estoy yo, para establecer un nuevo orden donde me aseguraré de que el disenso deje de existir, y para ello estoy dispuesto a aplicar tanta fuerza y violencia como sean necesarias.
—El pueblo de Roma merece la pena —habló entonces—. El hecho de que unos pocos de sus representantes puedan ser corrompidos no quiere decir que la amplia mayoría que lo pasa mal, que se muere de hambre en las calles y que es pisoteada por los abusos de unos pocos senadores no merezca ser defendida.
Esa generosidad tuya para con todos será tu perdición un día.
su tío quería ver si él era de los que se rinden, si era de los que imploran clemencia o si, por el contrario, era de los que nunca ceden en batalla y de los que nunca, jamás, pasara lo que pasara, se rendían.
la fiebre te ha trastornado o estás loco de atar. Pero César negó ambas opciones. —Ni lo uno ni lo otro, amigo mío. Simplemente es que empiezo a conocer cada vez más la naturaleza humana.
la reconciliación con su madre era plena, pero el dolor de la traición aún latía en su corazón.
—Testis unus, testis nullus[40]
FIRST CITIZEN: Methinks there is much reason in his sayings. SECOND CITIZEN: If thou consider rightly of the matter, Caesar has had great wrong. PRIMER CIUDADANO: Creo que tiene mucha razón en lo que dice. SEGUNDO CIUDADANO: Si consideras bien el asunto, a César se le ha tratado muy injustamente. SHAKESPEARE, Julio César, acto III, escena
es que César iba a las entrañas mismas de la naturaleza del gobierno de Roma y los ciudadanos querían ver hasta dónde llegaba a cuestionar el régimen actual levantado por Sila y perpetuado por los optimates.
como si una mujer deshonrada no tuviera otra ilusión en la vida que humillarse en público delante de centenares de desconocidos.
No era sólo garganta seca por hablar. Era pura sed por la tensión.
pero podemos leer en la mismísima Odisea que Penélope permaneció constante y fiel a su esposo Ulises durante todo el tiempo que éste estuvo ausente de Ítaca en una dura prueba de fidelidad y lealtad a la que no tengo claro que muchos hombres pudieran enfrentarse con posibilidades de éxito.
Y que en el templo de esta deidad femenina tenemos lo más sagrado de nuestra historia: el fuego que arde y protege la ciudad y cuya llama, mientras resplandezca, asegura la continuidad de Roma. Y podríamos incluso preguntarnos: ¿a quién hemos encargado la protección de esta llama sagrada de la que tanto depende? Podríamos tenerla custodiada por fornidos legionarios o por veteranos de nuestros poderosos ejércitos. Podríamos tener el templo rodeado por gladiadores o cualquier otro luchador mortífero que protegiera el fuego sagrado de Roma. Pero no, desde tiempos ancestrales se decidió que la
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se la puede creer o no, mas en modo alguno se la puede dejar de creer por el único hecho de ser mujer.
César estaba a punto de ir al corazón de su discurso, más político que penal, pero no pensaba dejar sin respuesta aquel ejemplo de mujer infiel y de poco fiar que suponía Clitemnestra en la mente de todos los presentes.
¿Queremos ser tiranos o leyendas como Darío I o Alejandro, que no sólo conquistaban, sino que eran generosos en el gobierno de los territorios que se anexionaban hasta el punto de ser queridos y apreciados por todas las provincias de su imperio?
Para Aristóteles sólo es un ser político, esto es, un auténtico gobernante, aquel que busca la virtud, el que está dispuesto a actuar por motivos universales.
Cuantas más leyes, más corrupción. No se trata de legislar sin fin, sino de asegurarse de que se cumplen las leyes que ya tenemos.
Iniusta ab iustis impetrari non decet.[43]
Plauto, male partum, male disperit.[44]
«hay que ser implacable en el campo de batalla, pero compasivos en un juicio».
soy abogado defensor de los macedonios, de los que han padecido una terrible injusticia,
mejor cesto de las mejores manzanas puede haber una podrida. Si se extrae ésta, el resto permanecen resplandecientes y sanas, pero si se deja la manzana corrompida en el cesto, al final, en poco tiempo, todas las manzanas estarán podridas.
«la justicia ve incluso en la oscuridad».
Y yo no soy sólo el abogado de los macedonios. Soy el abogado de Roma.
Roma y el pueblo de Roma están representados por mí. Y es que hoy, aquí y ahora, Roma soy yo.
Lo único que puedo hacer es ayudarte a que limpies esa mancha ante Sila, ante Roma, ante el Senado y conseguir que tu nombre brille en la historia de Roma. Tengo claro que sólo así lograré brillar yo también. Tú y yo acabaremos haciendo cosas grandes juntos.
César es noble de corazón, y los nobles de espíritu no entienden que sus enemigos puedan emprender acciones de difícil justificación moral sólo para terminar con él.
No, no sería él hombre de muchas hazañas militares. Lo suyo tendría que ser el foro de Roma, las palabras, los discursos y las basílicas de justicia.
Falange de Mitilene
Estaba en primera línea, como hizo su tío en Aquae Sextiae, para dar ejemplo de arrojo, y el enemigo había querido asegurar, de modo que habían arrojado la andanada de lanzas calculando que cayeran en el centro de la formación romana para causar así el mayor número de bajas y heridos.
«Tus enemigos, que son los míos, te perdonarán cualquier cosa menos una: Sila no te perdonará nunca que seas mi sobrino, y Dolabela, su mano derecha, su perro de presa, aún menos. Lo siento, muchacho, tendrás que vivir con ello. Tendrás que intentar sobrevivir a ello».
Pero nunca había visto a un tribuno patricio haciendo una exhibición de valentía y coraje como la que Julio César estaba haciendo en aquel momento. Jugándose la vida, literalmente, por intentar salvar a otro oficial.
argumentando, lo reconozco, con inteligencia y buena oratoria sin temer un castigo por ello, por interrumpirme.
—Conseguí los árboles en Cerasus. Llamaré estos frutos... cerasi.[55]
—Cayo Volcacio Tulo,
—No lo asesinaron —corrigió a su amigo—. Los macedonios no han asesinado a Dolabela. Lo han ejecutado.
—Estoy bien, madre, no es necesario. Aún no han podido conmigo.
A la madre de César se le quedó una palabra de la respuesta de su hijo como clavada en la cabeza: «Aún».
—La injusticia continuada, tío, suele generar reacciones violentas.
empezando por la erradicación absoluta de la corrupción. De eso iba este juicio, tío. Y no lo veis ni tú ni tus amigos.

