Silvia Zuleta Romano's Blog, page 23

December 11, 2014

Sobre compartir, la vida en el fango y los escritores que molan

Se acerca diciembre y tenía ganas de escribir unas líneas sobre los temas que me vienen rondando por la cabeza. En estos días, había pensado hablar sobre propiedad intelectual, un tema que ha reaparecido un poco en los medios de comunicación a raíz de la reciente aprobación de la Ley de Propiedad Intelectual en España y del cierre de varias páginas de descargas, sin  embargo, me surgen muchos dilemas y cuestiones que decir por lo que dejaré este debate sesudo para el Canguro Filósofo, que para eso está. Me gustaría hacer un balance del año que ya termina. En rigor, debo decir que estoy satisfecha con las metas que he ido cumpliendo a lo largo del año. He publicado Los viajes sonámbulos en papel. Ha sido un dolor de cabeza y he tenido algún momento de tirar la toalla pero al final creo que lo he hecho lo mejor que he podido y estoy más que satisfecha. Lo principal es que he aprendido muchísimo sobre edición y publicación y creo que la próxima vez cometeré menos errores. Otra vez tengo que dar las gracias a los miles de blogs que nos cuentan sus aventuras, sin ellos es imposible emprender en este sector. Por alguna razón, en este terreno yo creo que no valen los libros ni los Masters ni nada de eso. Es un sector que cambia tanto que la única manera de mantenerse informado es a través de los blogs que van relatando su experiencia minuto a minuto. En el post anterior hablábamos de consumo colaborativo. A este tipo de cosas me refiero. Espero que la tendencia a compartir se consolide y que la legislación actual permita nuevas formas de consumo más honestas con el bolsillo de la gente y con el medio ambiente. ¿Quién necesita publicar un libro en papel sobre cómo publicar en Amazon cuando el proceso va cambiando a lo largo de los meses y la realidad de cada país es diferente? ¿Quién necesita comprarse un auto cuando lo puede compartir con otro y ahorrar en combustible? (En esta página puedes ver todas las iniciativas que hay en España).Volviendo a Los viajes sonámbulos, ha tenido buena repercusión la edición en papel pero, como todo, requiere de un continuo trabajo de promoción que termina cansándome un poco. La tarea se torna a veces repetitiva y aburrida. Trato de innovar pero al final es difícil hacerlo con pocos recursos o sin habilidades especiales para el marketing. No quiero cansar a los pocos que me siguen pero a veces no tengo opción y lo tomo como una parte obligada de mi trabajo.  En este momento, sin embargo, me siento muy bien porque he podido retomar mi segunda novela. Una segunda parte que hablará también de los viajes y de lo que significa para sus protagonistas. Se puede leer en clave “segunda parte” para el que tenga intriga por saber qué ha pasado con determinados personajes pero no es una continuación en toda regla: es una historia completamente independiente en donde da la casualidad que aparecen algunos personajes de la primera novela. Vamos, como la vida misma. ¿Quién no se ha cruzado con un conocido en un contexto completamente nuevo? De momento, estoy satisfecha y contenta aunque soy consciente de que no puedo correr: la escritura tiene sus tiempos y no es fácil ponerse fechas. Debo decir que improviso bastante aunque a veces me da un ataque de seriedad y me pongo a planificar alguna que otra trama.En cuanto a los bienes intangibles, un tema del que he hablado bastante tanto aquí como en el Canguro filósofo es una cuestión a la que siempre vuelvo: a lo mejor porque me he dedicado a ello unos años y tengo deformación profesional o a lo mejor porque ahora que soy escritora lo vivo en carne propia y me da por reflexionar aún más sobre esto. Seguiremos escribiendo sobre ello. De momento, solo puedo decir que parece no haber reglas claras. Estamos todos en modo beta. Ensayando todo el rato.
 Somos muchos en este barco pero menos que en otros sectores y, me atrevería a decir, muchos menos los que perseveran en el tiempo. Los que no paran de leer y de formarse y los que escriben de determinados temas que no escriben otros. En eso somos únicos (¡Qué mal suena!). Y en ese sentido escribir significa que no habrá un producto igual a otro. Somos iguales en formato pero no en contenido. Y ya sé, lo que digo es una perogrullada pero, de alguna manera, es tranquilizador. No tengo ninguna intención de competir con la masa. Ni de sumarme a la larga lista de personas aspirando a lo mismo, sea lo que sea. No lo he hecho en mis trabajos más serios, ni en la facultad ni lo hago como escritora. Prefiero hacer mi camino, independiente y no perder mi forma de trabajar. Por último, debo decir que, por cuestiones de trabajo, he podido conocer importantes blogueros de la escena de la literatura juvenil de Madrid. Son gente muy joven, llena de ilusión y energía que está dispuesta a hacer de la literatura su profesión. Además,  no parecen vivir en una nube de estudiantes de literatura, de hecho de los que he conocido casi nadie lo es, sino que provienen de otras profesiones pero les gusta leer. Digamos que no son bichos literarios. Nada que ver con los jóvenes Ni Ni que pasan de todo y que no tienen ningún interés por nada. Tampoco son los eruditos de la Facultad de Filosofía y Letras. Son  gente con iniciativa, que se organiza y que no está quejándose todo el día sobre la situación actual. Se conectan con el mundo y no viven en una atalaya. Conocer a estos jóvenes me hace volver a creer en la gente y en que no todos pierden el tiempo y las neuronas en el botellón del barrio o filosofando en un pasillo de facultad.En cuanto a lecturas, ya he contado en Goodreads que he tenido que dejar Honrarás a tu padre de Gay Talese (las razones de esta decisión las puedes descubrir aquí). Es algo que hace mucho que no me pasaba: tener que abandonar un libro cuando ya llevaba casi la mitad. Sin embargo, sigo con 1984 de George Orwell, una obra que ya reseñaré pero que de momento me parece genial, no solo por la historia sino por la prosa maravillosa de este autor. Por otra parte, me interesa su vida ya que si bien era un capo que fue a la escuela de señoritos de Eton como otras luminarias inglesas de la época como Keynes,  Orwell tuvo una vida mucho más bohemia y contestataria que este último. El hecho de que haya vivido en la indigencia, haya peleado en la Guerra Civil Española o haya realizado trabajos que nada tienen que ver con la vida de un escritor, como ser lavaplatos resulta de lo más inspirador. De alguna manera, ese pasado puede ser la mejor materia prima con la que puede contar buen escritor. Estar en la calle. Ver a la gente. Ensuciarse un poco. Meterse en el fango.Quedarse en el atalaya es tentador. Cozy. El refugio. La guarida de ficción. Pero no queda otra que salir al mundo. A la decepcionante atmósfera de la vida social. De los desencuentros. Del polvo y la suciedad. De los conflictos. Salir de la zona de confort a veces es necesario. Y leer y leer.Me dirán que soy una anti social. Nada más lejos de la realidad. Sé que hay cosas maravillosas de interactuar con otros. No lo niego y me alegro de hacerlo pero creo que el aprendizaje está más en las malas experiencias que en las buenas.De momento, les deseo felices fiestas a los cuatro gatos que me siguen. Pásenlo bien y no caigan en la euforia navideña que puede ser muy estresante. Tranquilidad ante todo.
¡Salut!
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Published on December 11, 2014 11:01

November 14, 2014

KDP Select y la economía intangible: algunas reflexiones indies

Hace rato que tenía ganas de volver pero estos meses he estado trabajando en otras cosas igual de importantes y estimulantes. En cualquier caso, hace ya dos meses me suscribí a KDP Select y tenía ganas de contar mi experiencia. Esta opción que da Amazon de promocionar tu obra ha generado opiniones encontradas. Hay quien ha tenido gran éxito y otros que no creen que sirva para mucho. Básicamente consiste en ceder la exclusividad de tu obra a Amazon por tres meses. A cambio, puedes realizar promociones que se supone que contribuyen a dar visibilidad a tu libro, lo cual puede ayudar a las ventas. Esa es la teoría.En cualquier caso, he podido constatar varias cosas. En primer lugar, que la barrera tecnológica que pensaba que existía hacia los libros digitales no existe cuando hablamos de algo que es gratis. Lo he visto en mis estadísticas. Bajar el precio a cero elimina esas barreras por lo que el problema con el mercado digital sigue siendo el precio. Hace unos meses decía lo contrario. Que la gente no conoce Amazon, que desconfían de hacer operaciones en Internet, que no saben manejarse en la red.Bullshit.  La gente no quiere pagar por algo que no puede tocar. Es la maldición de los bienes intangibles. No intento luchar contra ello. El ser humano necesita conectarse con sus sentidos más básicos. Tocar a otro. Manipular un objeto. Oler un plato de comida. Parece que necesitamos demostrar que no estamos tirando nuestro dinero. Y ostentar al mundo cuando consumimos.  No me quejo. No creo que sea eficaz combatir las fuerzas del mercado. Pero… ¿y toda esa perorata de los bienes intangibles? Ya algunos economistas como Jeremy Rifkin conciben este  capitalismo como La era del acceso. El valor del acceso a algo. La no posesión. El consumo de música, experiencias, servicios de Internet. Todos objetos que no se pueden tocar ni intercambiar libremente en el mercado. Ya las grandes empresas como Google o Spotify se han encargado de pasarnos la factura de alguna manera: o a través de la posesión de nuestros datos personales o metiendo publicidad en el living de tu casa. Rifkin en su último libro, justamente habla de la economía del coste marginal cero,  ¿cómo hacemos para vivir de actividades que tienen un coste marginal cero? Google y Facebook han resuelto ese dilema pero…¿y los autores? Tradicionalmente, la economía de mercado remuneraba a sus trabajadores “en el margen” es decir, su salario debía ser equivalente por lo menos al costo de producir una unidad más (sin tener en cuenta los costos fijos) pero…en el caso del libro, miles de autores nos estamos saltando a los editores, distribuidores, libreros y produciendo casi a costo cero (descontando el tiempo que perdemos escribiendo nuestra obra) llegando a un punto en el que las mismas ventajas del capitalismo (el aumento sin límite de la productividad) lo está llevando a su ocaso. Unos libritos de verdad. De esos que se tocan y se huelen.
¿Es así? Al menos, así lo cree Rifkin que aboga por un cambio de paradigma. Él habla de bienes comunales y de consumo colaborativo como formas más eficientes de gestionar este tipo de bienes intangibles. Así era el mundo antes de que llegara el capitalismo con sus cercos y su propiedad privada pero ahora vemos que ese paradigma no nos sirve para explicar el mundo económico de hoy. En el fondo, Rifkin es un optimista, lo cual me hace sospechar. Pero escuchemos sus palabras:
“Lo que hace a los bienes comunales más relevantes ahora más que nunca en su larga historia es que ahora estamos erigiendo una plataforma global de alta tecnología en donde sus características intrínsecas optimizan los valores y los principios de esta antigua institución” (p.21)Pero volviendo a los que nos interesa. Rifkin no nos dice cómo harán los autores para vivir de su trabajo pero todo apunta a que el papel y el mundo tangible siguen ocupando un lugar preponderante en el reino de la remuneración cultural. No es fácil vivir de lo intangible. El mundo sigue queriendo cosas. Y además quiere experiencias pero no está dispuesto a pagar por ellas.Me gustan algunas ideas de este señor pero no me cuenta en ningún pasaje del libro cómo haré para pagar mis facturas a fin de mes. En ese sentido, no me queda otra que volver al mundo de las cosas, de lo tangible y dejar lo otro solo para filosofar.Seguiré investigando las bondades de KDP Select pero tengo la intuición de que mi novela en papel tiene mucho más recorrido que un simple archivo en el Kindle de cualquier lector. Así lo demuestran las ventas.Hoy me dio por hablar de economía. Lo siento, a veces  no puedo evitarlo.En cuanto a mis planes a mediano plazo está seguir con mi segunda novela. Espero poder hablar más de ella en las semanas siguientes y preparar alguna promoción especial de Los viajes sonámbulos para Navidad. Creo que con eso ya tengo suficiente. Necesito volver a la literatura. Enfrascarme en ese universo pegajoso y complicado que son las palabras cuando se escriben en un papel. Es curioso. No es especialmente placentero. Pero tiene algo. A lo mejor un punto adictivo. Un costado de búsqueda de algo. La palabra perfecta. O la comprensión de una verdad oculta que se esconde en un rincón de las tinieblas de la mente del escritor. No lo sé. Todo es posible.Ya veremos.


Rifkin (2014): The zero marginal cost Society. Pelgrave Mac Millan.  
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Published on November 14, 2014 01:21

July 3, 2014

Editar en papel Los viajes sonámbulos: reflexiones finales de una escritora indie

Las lluvias y los rayos invitan a seguir trabajando. Y, aprovechando el descanso del Mundial, la mente se concede unas horas de tregua eufórica y patriótica y vuelve contenta a sus quehaceres cotidianos. Calmos. Constantes y placenteros. Cortoplacistas e inquietos.Después de los primeros días de Los viajes sonámbulos en papel tengo que confesar que la recepción está siendo genial. Las ventas están ahí: constantes en un goteo que me entusiasma.  Vender un ejemplar en papel significa muchas cosas. No solo que lo leerá el comprador sino que también algún familiar o amigo. Espero que los ejemplares circulen por allí y no se queden juntando polvo en una biblioteca. Por otra parte, cumplo con el viejo sueño de transformarme en una especie de almacenera vendedora de algún tipo de objeto. Me enloquecen los paquetes, los envoltorios, las bolsitas y los moños de regalo. Un detalle frívolo que probablemente no debería contar si quiero mantener una imagen de escritora “seria” que publica en una editorial convencional y filosofea sobre la escena literaria contemporánea. Lo siento señores, en ese caso, se han equivocado de blog…y de persona.  Hace poco me preguntaban qué esperaba de la novela. A parte de vivir de esto, espero que los lectores de Los viajes sonámbulos, por lo menos se enganchen y quieran seguir leyendo. No quiero cambiar el mundo. Ni escribir para eruditos. Ni reflexionar sobre “mis influencias literarias” y todas esas chorradas. No me interesa especialmente la “escena literaria”. Escribo como otros hacen sillas o leen el tiempo. No hay nada de especial. No soy un bicho literario ni pretendo serlo. Solo aspiro que el que agarre el libro lo termine. Que no se aburra. No sé qué es la buena literatura. Ni aspiro a ello. Creo que es buscar una quimera. Y digo todo esto porque me lo preguntan. Y cuando eso sucede digo estupideces o lo primero que me viene a la mente. Por eso, prefiero el solitario oficio de escribir que me permite reflexionar sobre lo que oigo y sobre lo que veo. En este momento, estoy intentando dar a conocer la novela a más público por eso estoy bastante presente en las redes sociales. No queda otra. Debo decir que Twitter me está ayudando bastante. Al principio, era recelosa y no me animaba a salir del cómodo sofá que significa Facebook: aquel rincón de amigos que se juntan en la barra de un bar a charlar sobre las vacaciones o a hablar de política.Sin embargo, una vez dado el salto debo decir que  el número de seguidores en FB se ha estancado y en Twitter no para de crecer aunque a un ritmo lento pero constante. En esta empresa, cuento con ustedes, los lectores del blog y del libro. Esta semana he publicado alguna foto de Tetuán ya que será uno de las locaciones de mi próxima novela. Para los que no son españoles Tetuán es barrio del norte de Madrid que ha cambiado mucho en las últimas décadas tanto por la inmigración como por la especulación inmobiliaria. En efecto, este barrio es una buena muestra  de lo que fue España después de la posguerra,  en la época del boom inmobiliario y en la posterior resaca que dejó la crisis económica: casas humildes de ladrillo visto, conviviendo con torres de oficinas altas hasta el infinito, escombros y grúas, calles destrozadas por un cambio de planeamiento urbano. Y los vecinos: un variopinto colectivo. Una linda estampa de Madrid en julio.
Por todo esto,  me parece interesante que mi novela transcurra allí. Los lectores de Los viajes sonámbulos ya saben que en mis historias siempre introduzco elementos de contexto económico. La economía transforma las vidas de las personas. Y en parte, eso se ve reflejado en mis obras. No está planeado. No está pensado. Pero así sucede y no puedo evitarlo.  En breve subiré más fotos y les iré contando un poco de qué va esta historia. Espero tener listo un borrador a fin de año así que invito al que quiera a ser un lector beta.  Sigo pensando que lo más difícil para un escritor es encontrar a alguien que lea tu obra y sea capaz de hacer observaciones inteligentes. No solo requiere tiempo sino interés sincero en la obra. Es complicado y es un recurso escaso. En cuanto a CreateSpace, estoy conforme por el momento con el servicio. Aparte de estar la obra disponible en Amazon para la compra, he adquirido ejemplares a precio de autor  para tener en casa y vender a allegados. Ojo con la Aduana: me cobraron 21 euros por el envío de 15 ejemplares, aparte de los gastos de transporte. Aún así, sale a cuenta porque el precio de autor por unidad está en torno a 4 dólares por lo que el margen es todo para vos, o puedes vender más barato. Es una buena opción si puedes planificar y hacerte un envío lento, en ese caso, el margen que te queda como autor es mayor. Hace poco leía en un blog una opción interesante para vender algunos ejemplares a aquellas personas que por alguna razón no quieren comprar en Amazon, me refiero a amigos o gente del entorno más cercano: bajar el precio de la obra hasta el mínimo, hacer una compra en Amazon.es y luego volver a subir el precio. En ese caso, los gastos de envío bajan exponencialmente (si es que no desaparecen en caso de que tengas una cuenta Premium o compres muchos ejemplares) y además no hay que pagar Aduanas. Es una opción que no descarto. Por último, temo que mis lectores en Argentina no puedan acceder fácilmente a la obra por las restricciones que existen a la compra de bienes importados. Aduanas, recargos de la tarjeta de crédito, etc. Estaría bien que alguien de allí nos informara como se están gestionando los envíos de Amazon a ese país. En especial, libros.Por último, debo decirles que sigo con Thomas Piketty, lenta pero sin pausa. Es probable que escriba algún tipo de reseña en el Canguro Filósofo. Ya saben que la economía cambia la vida de la gente. Nos guste o no nos guste.Me pueden llamar fenicia. Pero esto es así. Es un hecho.
Y los hechos son sagrados. 
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Published on July 03, 2014 09:10

June 10, 2014

Entrega final sobre CreateSpace y el aleteo de las mariposas



Llevo varias semanas a punto de publicar Los viajes sonámbulos. Ya me canso de contarlo y de hacerlo. No sé si es mi afán perfeccionista o que el programa de CS es una pesadez.Siempre aparecen cosas nuevas, donde no había errores aparecen horrores que se reproducen como cucarachas en épocas de calor. Donde antes había una página perfecta aparecen palabras duplicadas, páginas que antes no estaban. Cada mínimo cambio desencadena una serie de infortunios a mi querida novela. He mirado mil veces la versión final. No me fío ni un pelo de Interior Reviewer. La pantalla me engaña constantemente. Pero bueno, ya es tarde para especulaciones. Solo me puedo limitar a un pequeño racconto de la segunda prueba. Detalles que a lo mejor a alguien le vienen bien.   La segunda prueba en papel estuvo genial. Cambié mi portada a mate y fue un acierto. El color se ve más lindo. Mi horror fue cuando abrí el libro. Se habían incorporado mis correcciones pero, por arte de magia, el Adobe PDF duplicó la primera página del índice y eliminó la última. El Word estaba perfecto y no sé por qué en el proceso pasó esto. La contraportada también está mejor. Los cambios que hice fueron  buenos, agrandé y espacié un poco la letra. Un problema añadido: se crearon algunos espacios que antes no estaban. Debo ser una inútil o una perfeccionista o ambas cosas. Solo espero recuperar con las ventas el dinero de las dos pruebas que he encargado. Ya casi me da terror hacer hasta el mínimo cambio. Sé que cualquier movimiento puede desencadenar una catástrofe como mi fallido índice. Espero que no aleteen las mariposas. Hay quien dice que pueden provocar un tsunami al otro lado del mundo.En cualquier caso, el libro ya está publicado. Lo he mirado mucho y pronto adaptaré la versión KDP. Esta nueva edición está más pulida y corregida. Mucho más trabajada y espero que eso se note. Una última cuestión en relación a este tema. Una vez terminado el proceso me surje una duda: en ningún momento CS me ha preguntado mi número de cuenta, ni el ITIN y todo eso. ¿Será que al tener la novela en KDP ya tienen todos mis datos? Espero que sea eso y no tenga que reclamar mis ingresos por otras vías. A ver si alguien me aclara este aspecto. También si alguien ha hecho actualizaciones a su novela digital KDP, estaría bien saberlo. Es el próximo paso que daré así que cualquier experiencia viene bien.
Y volviendo a la literatura. Terminé La rubia de ojos negros de Benjamin Black. Hace mucho que no leía una buena novela. Ya pueden ver mi critica en Goodreads (sí, son cortas, es la idea. Nada de ensayo y peroratas.).Ahora ando, de día, con otro libro de moda: Capital in the 21th century de Thomas Piketty. Tardaré en decir algo coherente pero este libro promete y en cuanto a ficción, tengo ganas de leer Un mundo feliz de Aldous Huxley.  Seguiré con 1984 y luego Fahrenheit. Sí, ¿no se dan cuenta? Libros sobre sociedades distópicas, ese es mi género por el momento. Acepto recomendaciones dentro este género que me despierta muchas inquietudes…Y ahora los dejo. Me duele la espalda.
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Published on June 10, 2014 07:41

May 26, 2014

La fase final de CreateSpace: reflexiones sobre la primera prueba en papel de Los viajes sonámbulos

Por poco vuelve el otoño a Madrid y después de la resaca que nos han dejado las Elecciones Europeas y la final de la Champions debemos volver a la calma del trabajo silencioso. Es difícil trabajar con todo ese bullicio mediático constante. Pero vamos al tema de hoy. La fase final de CreateSpace. Primero de todo debo decir que han sido puntuales: el paquete llegó cuando dijeron que iba a llegar. He optado por el envío rápido ya que quiero sacar este asunto antes del verano. La prueba en papel cuesta solo 4 dólares, el problema son los portes que hace que el precio suba a los 14 euros. Es completamente comprensible para un libro que se imprime en Estados Unidos y se envía a Europa en solo tres días. Dos de ellos no hábiles. No he podido ocultar mi emoción al ver Losviajes sonámbulos en papel. Después de mucho trabajo la ilusión de saber que voy a vender algo tangible es muy grande. Claro. Estas son minucias para alguien que lo hace todos los días ya sin ninguna ilusión pero los comienzos son lo que tienen: o te agarran con energía o mejor ni empezar.Vamos por partes. Y lo detallaré en forma de lista.·         Me gustan los interiores. Estoy conforme con la elección del color crema y con el tamaño (puedes verlo en las imágenes que adjunto). El tipo de letra está bien y creo que ha sido una buena elección.·         La cubierta es lo que menos me gusta. Creo que no han respetado el color pero eso no es importante y me lo esperaba. Cuando imprimes nada es igual. El mundo digital es maravilloso pero engaña muchísimo. En cualquier caso, el principal problema ha sido mío. Las fuentes que elegí para el lomo y la contracubierta no quedan bien así que he hecho cambios. Un título más grande y con más protagonismo y un tipo de letra más legible. Espero que esta vez sea la definitiva.Aparte de estos escollos, estoy conforme con la edición en papel. Pero insisto: me gusta más la calidad del papel de los interiores que el de la portada. Yo he elegido brillante pero ahora voy a pedir una prueba en matte.Además, no me he resistido a leer una vez más toda la novela. Y claro. Repito. El mundo digital es maravilloso y hermoso. Pero no es el real. Y he descubierto varios errores tipográficos que pasan desapercibidos en el digital. Así que he tenido que dedicarme a hacer correcciones que luego trasladaré a la versión de KDP. Avisaré a mis lectores en su momento para que actualicen sus Kindles. En este momento, acabo de terminar de meter las correcciones de los interiores y de la portada y he subido los documentos otra vez. Así que estoy a la espera de que me den el OK para pedir otra copia. Espero no hacer más cambios. Mi linda creaturita. Lo que les digo: en pantalla se ve genial.
El texto de contra se pierde. He cambiado las fuentes y el tamaño.
No sé porqué se rota la foto acá. CreateSpace agrega una hoja adicional con el código de barras.
Los interiores bellísimos para una edición de bolsillo.
El tamaño 5,25 x 8 pulgadas, un acierto. 
Esta es la parte desquiciante de la escritura. Y ya he hablado de esto antes. Querer la perfección es terrible pero es que un error te puede hacer pasar por un amateur. Por un tonto. Por un boludo. En fin. Hay que seguir adelante. Espero sus comentarios. Cualquier información sobre este tema será bienvenida. Aprovecho para contarles que estoy con la última novela de Benjamin Black que acaba de publicar Alfaguara. De momento, no engancho mucho pero le voy a dar una oportunidad. Me encantan los policiales. Y para terminar, siguen quedando muchas preguntas sin contestar:·         ¿Con el ISBN de CreateSpace puedo vender en librerías que no sean españolas? Ya sabemos que las librerías españolas piden ISBN español ¿Alguien puede confirmar esto?·         ¿Qué otros canales de venta tenemos aparte de Amazon? (que ya es bastante)·         En la próxima Feria del Libro de Madrid, habrá algún espacio dedicado a los autopublicados? Supongo que no pero igual pregunto…De momento, esto es todo. Yo seguiré con mi segunda novela que no para de avanzar. Ya saben. Madrid. Asturias. Buenos Aires.
¡Disfruten la primavera!
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Published on May 26, 2014 08:30

May 16, 2014

CreateSpace: la fase final nunca es la final

Volvió el calor. La brisa suave que invita a las cañas y a dejar de trabajar. Pues, de eso nada. Por alguna razón esta época del año es la más productiva de todas. Y es la que más me gusta. Ya vendrá el pesado calor para recordarnos que trabajar hace mal. Pero vayamos a nuestros temas.He decidido retomar mi proyecto en CreateSpace. Después de haberme estancado con la portada lo dejé estar porque tenía otros asuntos que atender de forma urgente. Pero ya estoy de vuelta. Debo decir, tal como comentaba en el post anterior dedicado al tema, que convertir una portada de KDP en una de CreateSpace es difícil si no tienes conocimiento profundo de Photoshop. En el futuro probablemente me decante por el Creador de portadas de CS.  En cualquier caso, debo decir que lo he logrado.  Y han aprobado tanto los interiores como la portada. Es decir, que cumplen con las especificaciones técnicas que ellos mismos te dan. Antes de seguir debo decir una cosa. En demasiados lugares (medios de comunicación, foros, etc.) se transmite la idea de que publicar en CS es fácil. Pero no es asi. Lleva tiempo hacerlo bien. CS debería mejorar muchas cosas. Si no es por los miles de blogs de autores autopublicados (ya he mencionado y agradecido algunos pero son tantos que llenaría varias páginas) no hubiese podido publicar mi libro. CS sigue siendo demasiado complejo para personas ajenas al mundo del diseño. Vuelvo al tema.  Yo he elegido el tamaño de 5,25x 8, es decir, un poco más pequeño que los libros standard que suelen ser de 6x9. La verdad es que me decidí por este tamaño porque mi novela no tiene tantas páginas y me pareció que así quedaría un poco más gordita. Picardías de principiante. Además me gustan los libros pequeños que se pueden llevar y doblar en la cartera. En fin, me imagino a Los viajes sonámbulos justamente viajando de acá para allá. Medio viejito y todo doblado.  En este camino me he topado con varios inconvenientes. En digital hay muchas cosas que pasan desapercibidas y que en realidad no importan mucho pero que en papel se notan. Un ejemplo es la extensión de cada capítulo. La verdad es que siempre he escrito sin pensar en la cantidad de palabras pero la realidad es que en el proceso de conversión a PDF me han quedado capítulos que terminan con una línea en una página nueva. O capítulos de poco más de dos carillas. He intentado remediarlo en la medida de lo posible. Pero es inevitable: no tengo control sobre los cambios que hace el PDF. En Word me queda perfecto pero al pasarlo al Acrobat se notan cambios. Otras modificaciones las hice directamente en el Acrobat ya que me resultaba más práctico y rápido. Una de las primeras versiones de la portada. La definitiva está en el horno. 
El resumen es que la versión de Los viajes sonámbulos en papel nace corregida y aumentada. He pulido cosas pendientes, alguna frase cursi o sin sentido y he intentado mejorar aún más la novela. En cuanto a la portada, lo que más duda me da es la contra. Es simple, minimalista pero para la próxima me planteo algo más elaborado con foto de autor, etc. La realidad es que esta vez no quise complicarme la vida y opté por la sencillez. Tengo que reconocer que me dio emoción ver mi libro en el preview en 3D de CS, se veía tan lindo rotando…el tema fue cuando vi detenidamente la contracubierta y el texto del lomo: las letras aparecían raras, como si les faltara nitidez y estuvieran medio gastadas…un efecto nada bonito. He googleado y no tengo claro si son cuestiones que en la pantalla se ven mal pero luego impresas no se notan pero, ante la duda, hice cambios en el texto de contra: puse letra Garamont 10 y en negrita para darle nitidez y luego seguí el consejo de CS de eliminar las transparencias unificando las capas en Photoshop (esto no lo había hecho). En fin, tecnicismos que no importan a nadie y que espero que contribuyan a que mi portada quede mejor. He vuelto a mandar los archivos (¡ya es la tercera vez que lo hago!). Espero que el texto se vea mejor. El siguiente paso es elegir si quieres la portada mate o brillante. En principio, me decanté por la brillante ya que el color es bastante protagonista en mi cubierta pero la verdad es que las portadas mate me encantan en especial en los libros de divulgación. Un clásico en la edición anglosajona aunque no tan común en los libros que se editan en España. Lo que haré será dejarla en brillante y más adelante la cambiaré a mate. Es una opción que se puede cambiar en cualquier momento. Las ventajas del print on demand. Por ahora, solo me queda esperar a que CS apruebe otra vez la portada e interiores y veré si mejora la nitidez del texto de contra y lomo, si no es así, pediré una copia en papel (lo haré de todas formas) porque quiero ver cómo quedará mi libro. No las tengo todas conmigo y creo que el proceso es más lento de lo que parece. Por lo menos si querés hacerlo bien. Siempre hay algo que corregir. Es una lucha continua. Sin fin. La búsqueda de la perfección. Y la ilusión que se acaba en el momento en que alguien  (o tú mismo) se da cuenta que hay una errata. Algo que se sale del esquema.En cuanto a los royalties está claro que imprimir bajo demanda tiene un coste superior a la impresión normal pero bueno, también hay menos riesgo por parte del escritor por lo que supongo que el trato es justo. En este caso, hay unos costos fijos que son los de CS y de Amazon, el resto es nuestro margen. El precio lo fija el escritor en función del beneficio que quiera pero el margen de maniobra es limitado si quieres vender algo.   He tenido que poner la novela a 11,54 euros para poder tener un  beneficio de poco más del 20%. En Amazon.com el margen es del 30% pero hay que pagar impuestos en Estados Unidos. Probablemente, como dice Benjamin Recacha en los comentarios del anterior post sobre el tema. No sale a cuenta. Puede que tenga razón en algunos casos pero para los que empezamos creo que es la forma menos arriesgada de saber si tienes realmente un mercado. Por otra parte, si muchos de tus compradores están fuera de España, ¿es negocio imprimir en España por tu cuenta y hacer los envíos? Creo que estos cálculos dependen mucho de cual sea tu mercado real y objetivo. En mi caso es España y Argentina en primer lugar aunque me gustaría poder vender en todos los países de habla hispana.Por otra parte, quedan pendientes varias peguntas y cosas por resolver. Ya sabemos que el ISBN de CreateSpace no vale en las librerías españolas ¿es esto así en todos los países? Estaría bien oír otras voces. Asimismo, estaría bien saber cómo funciona vender en Amazon como vendedor independiente. Es decir, gestionando los envíos desde casa. No me refiero a CS. Me refiero a poder anotarse como Vendedor de Amazon y vender tus libros por tu cuenta. Esta es una opción que barajo y que me permitiría huir de la política de royalties de Amazon y, por otro lado y más importante, saber quién compra mis libros. Este no es un detalle menor en la era del big data. Sabemos que Amazon guarda celosamente información que… ¿nos pertenece? De momento, no puedo tener datos acerca de mis compradores. Amazon los tiene, los explota y los utiliza. Yo no puedo. Quiero recuperar ese control. Sería genial para los autores tener esta información. Seguro escribiríamos mejores novelas. Sabríamos escuchar mejor al lector. Las redes sociales han hecho mucho en este sentido pero seguimos sin saber muchas cosas. Está claro que esta es la era de la información. Y la información es dinero. Por último, quedan pendientes las cuestiones fiscales. En mi caso particular, dejaré para después del verano el famoso formulario ITIN de desgravación de impuestos. De momento, son muchas cosas. Pero al hilo de esta cuestión, pregunto para los expertos. Si vendo libros por mi cuenta, al margen de Amazon (comprando a precio de autor y vendiendo en otras plataformas o de otra manera) ¿cómo tributa eso? ¿Puedo hacer una factura sin estar dado de alta como autónomo? Sé que si no vendes un mínimo no estás obligado a declarar impuestos pero supongo que eso no significa que puedas vender sin factura ¿no? A ver si un fiscalista nos aclara estas cuestiones.
Seguiré relatando mis aventuras con esta plataforma. Quedan muchos temas por tratar. El siguiente paso es pedir una prueba en papel de mi novela. Ya les contaré cual es el resultado. 
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Published on May 16, 2014 08:41

May 4, 2014

Hambre, sed y el oficio de escribir: algunas reflexiones

Llevo un tiempo alejada de mi segunda novela. Otros asuntos me tienen muy entretenida. Sigo escribiendo pero otros géneros. Otros temas más serios. Pero sigo conectada con la literatura siempre. Es inevitable.  Este mes me ha dado por los policiales y he descubierto la figura de Benjamín Black (puedes ver mis reseñas en Goodreads). La verdad es  que hace tiempo que no enganchaba con un buen policial. Creo que es un gran género pero han surgido autores más comerciales y ya no es fácil distinguir la buena literatura del mero entretenimiento. Ambas cosas son válidas y, yo diría, necesarias. Ser entretenido es un gran mérito pero yo buscaba algo más.  A lo mejor me estoy volviendo sibarita como con la comida y además de alimentarme quiero descubrir algo de poesía en lo que como.Pues bien, Benjamín Black aúna las dos cosas. El alimento y el buen comer. Los relatos de los personajes son pausados y sabe transmitir ese ambiente un poco espeso y lúgubre de la Irlanda de los años cincuenta. Y, como escritora, no puedo dejar de sentir envidia sana.
Pero volviendo a los que nos atañe. He visto en las últimas semanas que una serie de personajes de la televisión han publicado libros de diversas temáticas de ficción y no ficción. No me extraña: siempre es negocio que un personaje más o menos mediático escriba un libro. Desde el punto de vista editorial es un acierto. Pero me pregunto si el oficio de escribir, que yo lo considero solitario, duro y desconcertante, es posible desarrollarlo en un ambiente tan absorbente como puede ser el de la televisión donde hay que estar pendiente de cosas banales las 24 horas del día. No es una crítica. No pienso juzgar si la televisión es buen medio pero me pregunto si es posible, por las dinámicas de trabajo que se manejan tener la suficiente claridad mental para escribir algo más o menos complejo.  Escribir es duro. Ya lo dije antes. Escribir es crear una historia a ciegas. Sin saber si va a gustar. Escribir es que te maten a críticas y es moverse por un bosque encantado oscuro y maravilloso pero poco gratificante. Me cuesta creer que bajo las luces de la televisión sea posible obtener esa calma, esa soledad necesaria para escribir. Pero aún más me cuesta creer que sea posible encontrar esa cuota de incertidumbre e inseguridad necesarias para disparar la adrenalina del escritor. De alguna manera al escritor lo imagino hambriento. Sediento de palabras y un poco incómodo. Con esa sensación de que la silla molesta. De que la vida no puede ser perfecta. De que escribir es un escape maravilloso para imaginar mundos imposibles alejados de esa silla dura que solo nos recuerda lo minúsculo de nuestra existencia. Por favor, no me malinterpreten. No estoy concibiendo un escritor pesimista o apesadumbrado con la vida. Solamente un ser un poco jodido. Cercano a los problemas de la gente. Casi un poco sucio. Pero siempre con una herramienta a mano para observar el mundo.
Y disfrutarlo.  
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Published on May 04, 2014 08:41

March 26, 2014

Mi experiencia con CreateSpace: la lucha continúa

Trabajar con CreateSpace me ha llevado a reflexionar, una vez más, sobre las servidumbres de ser un escritor autopublicado. Enumero algunas.
 Hacer un esfuerzo por comprenderlo todo. Estar en las redes sociales. Intentar hacer una portada y encima escribir bien. No tener horarios.No saber cuánto vas a ganar el mes que viene.
Está claro que algo puede fallar. La perfección no existe. Y, al menos que tengas un ejército de gente trabajando para vos, el do it yourself es cansador y frustrante de a ratos.Como esas empresas starts ups que recién comienzan: con ilusión pero trabajando 12 horas para sacar adelante el proyecto. Con incertidumbre y sin saber qué va a pasar mañana. Así siento que es esta profesión.Pero vamos al grano y al objeto de mis reflexiones de hoy. Me centraré en la tercera de las servidumbres: la portada.Llevo dos días  intentando crear mi portada para CreateSpace. Después del quebradero de cabeza que fue maquetar los interiores del libro (puedes ver aquí mi relato) estoy completamente estancada en este paso. El problema es que quiero la misma portada para mi edición digital y para la edición impresa, por eso debo trabajar con la portada que ya tengo en Kindle y transformarla en una que tenga lomo y contra y que siga las especificaciones de CreateSpace.Hasta ahí todo bien. Me bajé el Template de CreateSpace y voy siguiendo los pasos pero llego a un punto en que me atoro porque en la mayoría de los casos, la gente empieza de cero. En cambio, yo ya tengo mi portada con título y todo. Entonces, no me valen esos tutoriales. Solo necesito a mi portada digital de Amazon, agregarle lomo y contraportada. Parece fácil ¿no?Siempre me he considerado una persona veloz con esto de las nuevas tecnologías. Aprendo rápido y me gusta. Disfruto con estas cosas. Me la paso bien. Y el tiempo pasa volando cuando te das cuenta que has aprendido algo que puede servirte en el futuro. Pero… ¡se me está acabando la paciencia! Me duele la espalda y no veo resultados. ¿Aprendizaje? La curva de aprendizaje se enlentece. ¡Esto es horrible! Cuando uno era más joven se aprendía más rápido. Todo era más fácil. Aprender era más sencillo. Solo bastaba dejarse llevar. Abrir un libro. Salir a la calle. El aprendizaje ocurría a todas horas. Era maravilloso.Ahora que el tiempo pasa y uno se va haciendo más grande, hace falta mucho más para aprender. Hace falta estar con la mirada fija en la pantalla. Con los hombros contraídos y prestando mucha atención. Vamos, que hay que estrujarse el cerebro. Agarrarlo de un puño y dejarlo como una rejilla después de haber limpiado la mesada. Y con este mal humor, deposito mi estrujado cerebro sobre la mesa y me doy cuenta que ni aún así está garantizado el aprendizaje. Constato con pesar que puede que haya perdido el tiempo intentando incorporar algo a la larga lista de cosas inútiles en mi haber.Mi pobre cerebro. Estrujado como un trapo. Me mira y me suplica que lo deje en paz.   Qué desastre. Intentar aprender cansa. Y encima no lograrlo, cansa aún más.He buceado la red y no veo la solución. Es una impotencia porque generalmente me las arreglo muy bien sola pero es la primera vez que me encuentro con una barrera infranqueable.Disculpen este rosario de lamentos. Ante la falta de solución y ante el escaso aprendizaje del día de hoy, he decidido sumergirme en las atractivas aguas de la queja y la autocompasión. Sí. Tenía ganas de quejarme un rato y gritar a los cuatro vientos mis frustraciones más efímeras. Las pequeñas. Las de este diminuto mundo que habita en mi cabeza. (Las grandes preocupaciones me las dejo para mí.)Y volviendo a CreateSpace…me planteo renunciar a mi hermosa portada en digital y empezar de cero con una portada nueva pero… tener dos portadas para un mismo libro me parece una estupidez y, desde el punto de vista del marketing, un desacierto. En este punto me quedé. De momento, dejaré reposar la cuestión hasta que la resuelva definitivamente.
Sé que las cosas son más simples de lo que parecen. Pero es como todo. Si no ocupas las 24 horas de tu vida en hacer portadas no te puedes poner de un día para otro a tratar con Photoshop como si fuera el vecino de al lado. Y créanme, el señor Adobe no es precisamente el vecino de lado. Yo diría que es un tipo guay y guaperas si lo conoces y te llevas bien pero si solo eres un pariente lejano que cae por Navidad es capaz de hundir tu moral hasta niveles insospechables. En definitiva, es imposible hacerlo todo bien a la primera. Y la verdad, no tengo el tiempo ni la energía para aprender de cero tantas cosas. Me consuela pensar que a veces es bueno dejar las cosas reposar y hacer otra cosa. Muchas veces funciona. O solía funcionar. Como cuando hacía ejercicios de Cálculo sin parar. Una pausa viene bien. A veces ocurre un milagro y las cosas más banales se arreglan. Casi como por arte de magia.Y me siento en el ordenador otra vez. Mi segunda novela me espera. Estoy segura que en este terreno me sentiré más bienvenida que en la casa de Adobe que solo se lleva bien con sus amigos geeks.
Con mi novela, mi cerebro trabaja en paz. Y todo fluye. Como bailar en las nubes.
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Published on March 26, 2014 05:23

March 24, 2014

¿Dónde están las escritoras en edad reproductiva?: reflexiones sobre el oficio de escribir y la maternidad

Tocaba escribir algunas palabras sobre el Día Internacional de la Mujer. No quería caer en las clásicas palabras que se suelen decir en este día.Al final, me lié como siempre y no publiqué nada. Siempre me pasa igual. Será por reflexionar demasiado. Me levanto mareada y me siento en la computadora. El día está por acabar y siempre entrego mis artículos tarde. O me olvido de las fechas señaladas o a lo mejor me dan igual. No me importa. Me vuelvo a parar. Tengo unas arbequinas riquísimas esperándome en la heladera. Una vez todo dispuesto (las olivas, el vaso con hielo, y mi botella de Noilly Prat, cortesía de un gran amigo), me senté a pensar en una serie de cuestiones que llevaba tiempo sin resolver.La primera y más acuciante tenía que ver con la maternidad (sí, la premisa seguía siendo el Día de la Mujer)Al fin y al cabo, todos tenemos o hemos tenido una madre alguna vez, por lo que tocaba reflexionar sobre una de las pocas condiciones que solo una mujer puede experimentar. Pero fui más allá. Me puse a repasar mis últimas novelas leídas y casi todas habían estado escritas por hombres. Sí. Había algunas mujeres, claro. Siempre las hay pero…me pregunté, ¿Cuál de todas estas escritoras que he leído en el último año fueron madres mientras escribían sus obras? Busqué en mi mente. Había lesbianas. Alguna monja. Mujeres mayores. Pocas jóvenes. Casi ninguna que recuerde. Pero alguien tendrá que haber ¿no? No tengo datos al respecto, pero la curiosidad me llevó a chusmear los rankings de Amazon.  Yo que no soy ninguna crack, simplemente agarré al azar la lista de los 20 libros más vendidos en Amazon.es
·         En la lista americana, nueve de los 20 más vendidos son hombres pero podemos encontrar que ocho libros escritos por mujeres jóvenes componen la lista. Pero cuando miramos en más detalle vemos que hay una mujer que ocupa varios puestos. (por cierto, ¿quién es Veronica Roth?) Lo que reduce ese número a cuatro.Está claro que mi análisis es sesgado y poco riguroso. En realidad, solamente he echado un vistazo a estas listas y he sacado algunas conclusiones apresuradas que confirman un par de intuiciones que tenía sobre el tema. La maternidad y el oficio de escribir es algo muy complicado. Bueno, en realidad, la maternidad es complicada junto a cualquier actividad. ¿Pero dónde está la cuestión? Probablemente en que formar una familia requiere  de algo que no vuelve jamás: tiempo. ¿Y quién suele asumir este rol? Pues, las mujeres. Algunas corrientes feministas suelen criticar la idea misma de familia como algo natural. Es más, se atreven a decir que la institución de la familia es política [1] No cito la fuente directa porque los rankings cambian constantemente pero cualquiera puede entrar en Amazon y verlos perfectamente. El análisis hecho corresponde a los veinte más vendidos. Fuente: http://plato.stanford.edu/entries/fem...
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Published on March 24, 2014 04:06

February 26, 2014

El oficio de escribir y otras perogrulladas

Lamento el tiempo que he pasado sin escribir. Al final, uno es mucho más que un escritor y no puede estar todo el día dedicado a venderse en las redes sociales o reflexionando sobre este oficio.Pero aquí estoy otra vez para recordarles que sigo adelante. Muchas cosas he estado haciendo estos meses. Por un lado, me he dedicado a dar impulso a Los viajes sonámbulos. El esfuerzo vale la pena pero me ha obligado a dejar de lado, momentáneamente, la escritura de mi segunda novela. En cualquier caso, a veces me salto el planning establecido y corro desesperada a mi ficción que avanza lentamente. Con tropiezos, erratas y dudas constantes en mi cabeza. Un trabajo temeroso y enérgico a la vez. Lleno de vida y de incertidumbre. Sin un horizonte claro. Como andando a ciegas, palpando apenas el asfalto. Debo confesar que me gusta la sensación. Me da nervios. La falta de control. El abismo.  Adoro no saber. E imaginar sin parar.  Ya adelanté que transcurrirá entre Madrid, Asturias y Buenos Aires. De momento no adelanto nada más. No me veo capaz.Aparte de eso, seguiré intentado publicar en papel Los viajes sonámbulos, o a través de alguna editorial o a través de Amazon-CreateSpace. Esos son mis planes del año en cuanto a mi faceta de escritora de ficción. Y mientras tanto, sigo con Tom Wolfe y su última novela. No tengo claro si me gusta pero de momento no he sido capaz de dejarla lo cual supongo que es una buena señal.
En cuanto a mi experiencia en las redes sociales, debo decir que estoy un poco estancada. No aumenta mi número de seguidores. No sé hasta qué punto eso es importante pero supongo que debo ser capaz de aumentar mi audiencia. Me cuesta pensar en esto como un negocio pero la realidad es que lo es. O lo pretende ser. Como el que vende pan. O fabrica remeras.Como creo que he comentado en otras entradas, Twitter me parece interesante como medio de información. Como fuente de noticias de primera mano. En eso es insuperable pero me cuesta usarlo como medio de promoción. No logro decir cosas interesantes en tan pocos caracteres y al final pierdo mucho tiempo.Y ahora los dejo, en este día frío y húmedo. Soleado y con ratos de  lluvia que dibujan charcos en las veredas mugrientas de esta ciudad implacable y hermosa. Dura. Gris. Caótica y ordenada. Tranquila y ruidosa. Con una amalgama de caras, expresiones y perros con correa.

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Published on February 26, 2014 06:21