Jaime Rubio Hancock's Blog, page 13

August 29, 2012

Huérfano

Hay historias que a uno le conmueven y la de Víctor Roure es una de ellas. Me la han explicado esta tarde y me he pasado dos horas y diecisiete minutos llorando, haciendo uso nada menos que de treinta y nueve pañuelos de papel. Treinta y nueve. Casi cuatro paquetes. Con la que está cayendo.

Víctor Roure era un pobre huérfano al que adoptó hace un año un matrimonio barcelonés que no puede tener hijos, al ser ambos zurdos. La historia de Roure es la que me interesa, ya que eso de que sean zurdos no me da ninguna pena: es por puro vicio.

Roure nació en 1947 en el seno de una acomodada familia de la zona alta barcelonesa. A los 18 años entró en la Universidad de Derecho, donde conoció a la que sería su esposa, Teresa Fabregat. Se casaron cuando él aprobó las oposiciones a notario y aunque al principio le tocó plaza en Lleida, al cabo de pocos años y gracias a los contactos de su padre, pudo volver a Barcelona, donde tuvieron a sus tres hijos.

Su vida era razonablemente feliz y no sólo por las facilidades económicas que le permitían, por ejemplo, disfrutar de un bonito dúplex en Barcelona, además de una casa en la Costa Brava. El buen ánimo de Roure, su tranquilidad y su saber disfrutar los pequeños placeres, le ayudaron sin duda a encarar la vida con optimismo y alegría.

Pero, ay, la desgracia se cernía sobre aquella vida tan alegre, casi cumpliendo esos temores populares en realidad injustificados según los cuales tanto bien ha de verse compensado por algún mal en un momento u otro. En 2009, el padre de Roure murió de un infarto. Menos de un año más tarde y sin duda de pena, ya que hasta entonces gozaba de buena salud, fue su madre la que falleció.

El pobre Roure, viéndose huérfano, metió algunas de sus posesiones en una pequeña maleta y, despidiéndose de su mujer y de sus hijos, se fue a un humilde pero bien cuidado orfanato, donde unas monjas le trataron lo mejor que pudieron, sacando el máximo provecho a sus escasos medios.

Es duro quedarse huérfano a los 63 años. Comprensiblemente, las familias prefieren adoptar bebés recién nacidos, aunque eso suponga inagotables trámites en países extranjeros.

Roure veía cómo de vez en cuando, menos de lo deseado, algunas parejas acudían al orfanato y miraban a los niños, con pena y tristeza. Sobre todo cuando alguno de ellos, como el propio Roure confiesa avergonzado que hizo en alguna ocasión, se acercaba a ellos y les preguntaba si querían ser sus papás.

Nuestro protagonista tuvo suerte: fue adoptado hace un año, como he dicho, y su adaptación ha sido razonablemente buena, teniendo en cuenta que estas situaciones nunca son fáciles y siempre hay pequeños roces. Por ejemplo, a Roure le costó mucho adaptarse a la guardería y no acaba de entender por qué no puede ir de paseo solo con su esposa o a ver a sus hijos. Pero poco a poco y entre los tres van creando una nueva familia que sabrá darle a este huerfanito un presente lleno de amor y un futuro repleto de esperanza.
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Published on August 29, 2012 11:47

August 26, 2012

Siempre quise ser músico

Me hubiera encantado ser músico, pero por culpa del racismo y de las ideas preconcebidas por parte de la sociedad, mi carrera se vio frustrada desde el comienzo. Y es que nadie creía que alguien como yo, un cáncer con ascendente escorpio, pudiera realmente dedicarse a la música.

Lo dicho, racismo.

No todos los cáncer hemos nacido para limpiar cochiqueras. NO AL DETERMINISMO ASTROLÓGICO.

Dicho lo cual, intenté meterme en el mundillo musical ya muy joven. Cuando cumplí 47 años decidí que quería aprender a tocar la guitarra, para poder emular a grandes virtuosos de este instrumento, como Paco de Lucía, Slash y Torrebruno. Acudí a una tienda de instrumentos del barrio y pedí que me dejaran probar una.

Pasé tres noches en la cárcel.

Fue un claro ejemplo del racismo policial que tanto vemos en las películas americanas. Y lo de acordonar la zona y que vinieran expertos en antiterrorismo con trajes para protegerse de peligros biológicos fue un tanto exagerado. Puede que mi versión de Greensleves no se ajustara del todo a los cánones, pero hay que tener en cuenta que era mi primer contacto con el instrumento y seguramente el dueño de la tienda ya tenía problemas psiquiátricos de antes. No tiene sentido que le ingresaran sólo por esos tres minutos de nada.

Después de aquella experiencia desagradable, pensé que sería buena idea probar con el canto. Tengo una voz muy delicada y con un timbre muy bonito. Suena como un cencerro pequeño rascándose contra una superficie metálica y rugosa. Además tengo una tesitura muy amplia. Puedo entonar cualquier nota que esté entre el do y el re bemol. Aunque admito que me cuesta llegar al re bemol.

En todo caso, me apunté a clases. Y casualmente aquella tarde todos los perros de Barcelona corrieron Ramblas abajo y se arrojaron al mar. Además, mi profesora pilló al mismo tiempo una enfermedad terrible que por algún motivo hacía que le sangraran los oídos. El caso es que corrieron rumores absurdos por culpa de estos hechos sin ninguna vinculación entre sí ni conmigo, y mi profesora no quiso volver a verme, además de alertar a todos sus colegas acerca de mí.

Lo único que ocurría es que me identificaban como causa de esos hechos fortuitos sólo porque soy cáncer. Con ascendente escorpio. La gente ve lo que quiere ver.

Esta cancerofobia resulta indignante.

Pero no me rendí, al contrario, decidí que probaría suerte con otro instrumento, alguno quizás más afín a mi -no lo niego- singular sensibilidad artística. Tuve que irme a Sabadell, dado que no me dejaban entrar en ninguna otra tienda de instrumentos musicales en Barcelona (insisto: racismo), pero encontré una recién abierta que no tenía ese absurdo e innecesario cartel con mi cara en la puerta y entré para que me aconsejaran. Dudaba entre el saxofón y el violoncello.

Pude probarlos, pero resultó que el dueño de esta tienda también estaba loco (los músicos son todos unos psicópatas racistas, por lo que parece) y en un ataque de ira, me cortó las manos.

En el hospital no pudieron volvérmelas a coser, ya que el dueño de la tienda las había seguido machacando con el hacha después de arrancármelas, así que me trasplantaron otras. Eran las manos de un asesino recién ejecutado. Y claro, al salir del hospital comencé a estrangular ancianas sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo.

Hay que decir que el juez fue muy comprensivo. He de guardar las manos dentro de la celda durante los próximos veintisiete años, pero yo puedo hacer lo que quiera. Aunque en realidad no puedo moverme mucho y me paso el día sentado en el pasillo de la prisión. No puedo dormir dentro de la celda, claro, porque yo soy un hombre libre. Y rascarme resulta complicado. Pero por lo demás, bien.

Estoy intentando convencer a las manos para que se apunten a clases de flauta. Ya os contaré.
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Published on August 26, 2012 12:01

August 24, 2012

Cómo aprovechar la rotación de la Tierra para vivir más cómodo y descansado

Hace muchos años que casi no camino, aprovechando que la Tierra gira sobre su propio eje. Por las mañanas simplemente desayuno, me ducho y me visto, para luego quedarme quieto, dejando que la Tierra rote debajo de mis pies. Luego subo cuatro calles caminando, estas sí, y llego a la oficina.

Tengo que ir con cuidado, porque la Tierra gira a una velocidad de 465 metros por segundo y sólo puedo quedarme parado durante algo menos de cinco segundos y medio. De lo contrario, pasaría de largo. Y esto es un problema, igual que volver a casa, porque el planeta sólo gira en un sentido y tengo que esperarme casi 24 horas a que dé un poco menos de la vuelta completa y pueda llegar a mi piso o a lo que me haya saltado. Sí, claro, a veces le doy impulso a la Tierra con los pies, pero con eso no gano más de dos o tres horas.

Al principio me costaba mucho calcular e incluso llegué a caer al mar en una ocasión, por lo que fui objeto de burlas cuando llegué a la oficina, pero ahora incluso programo mis vacaciones teniendo en cuenta los destinos que hay más o menos a mi altura: Estados Unidos, Portugal, Italia, Bulgaria, Kirguistán. A veces me reincorporo a la Tierra en medio de la nada, pero llamar a un taxi suele salir más barato que coger un avión.

Coger un avión es tirar el dinero.

El médico me dice que debería caminar más porque nunca hago ejercicio, pero si cierro los ojos y me quedo muy quieto, en cuanto los abro, ya está como mínimo a un kilómetro de distancia, gritándome cosas que no oigo.
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Published on August 24, 2012 02:22

August 21, 2012

Estereotipos

Resulta muy ofensivo viajar por España y comprobar el alto número de estereotipos erróneos que existen sobre los catalanes y que no son más que ideas preconcebidas que no tienen ninguna base en la realidad.

Por ejemplo, es habitual oír y leer que los catalanes tenemos tres brazos. Es cierto que en algunas comarcas cercanas a la central nuclear de Ascó (se llama así) hay un porcentaje elevado de personas con un número poco habitual de extremidades, pero esto no es desde luego mucho menos habitual que en otras regiones de España y de Europa. De hecho, yo paso días enteros en Barcelona sin cruzarme con nadie que tenga más de dos brazos. Como mucho, algún muñoncete con dedos a la altura del hombro.

¿Y qué hay de ese rumor absurdo según el cual disparamos a los pelirrojos? Es una costumbre que a mí personalmente me gusta. No hay nada más divertido que salir un sábado por la mañana con la escopeta al hombro y volver a casa después de un agradable paseo con dos o tres cabelleras rojizas. Pero no es una tradición únicamente catalana y, de hecho, es de origen portugués.

Todo comenzó cuando Guifré el Pilós, conde de Barcelona durante el siglo IX, permitió y promovió la caza de pelirrojos, llamándolos "fils de lo diable", para añadir "mas si algú vos pregunta, dieu que són costums de los homens e dones de les terres de Portugal e dissimuleu xiulant e mirant a lo sostre". (Traduzco para quien no tenga nociones de catalán medieval inventado: "Pero si alguien os pregunta, decid que son costumbres de los portugueses y disimulad silbando y mirando al techo, compro oro").

Por cierto, también es totalmente falso que los catalanes tengamos algún tipo de inquina hacia los portugueses, esas sucias ratas de cloaca; que yo le deba dinero a nadie, porque en serio, no sé de qué estás hablando, creo que te confundes; que la mitad de la población haya sido abducida y programada por alienígenas, aunque a mí una vez me pasó, y que la cerveza Moritz sea barcelonesa.

En serio, es zaragozana.

En definitiva, los estereotipos en realidad reducen a las personas a meras etiquetas y eso es un error. Un error que puede llegar a ser insultante. Como cuando se comenta que los catalanes somos todos unos vagos.

A mí siempre me lo dicen:

-Jaime, eres un vago.

-¿Ya estás metiéndote con los catalanes? No consiento insultos a mi patria.

-¿Qué dices de los catalanes?

-Ah, ahora menosprecias la nación catalana, con siglos de historia a sus espaldas.

-Pero si yo hablaba de ti.

-¿Y yo qué soy? ¿Judío? ¿Y qué tienes en contra de los judíos, nazi?

Normalmente eso basta para que me dejen seguir durmiendo durante las reuniones.
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Published on August 21, 2012 11:02

August 15, 2012

Llevadme ante vuestro líder

A: LLEVADME ANTE VUESTRO LÍDER.
B: No con esas zapatillas.
A: PERO... SI SON DE LAS MODERNAS...
B: Así no se puede entrar.
A: TENGO ESTA INVITACIÓN.
B: Sólo vale hasta la una y media.
A: OIGA, QUE CONOZCO A JORDI.
B: ¿Qué Jordi?
A: UN CAMARERO QUE ESTÁ EN LA BARRA DEL FONDO. ALTO. TIRANDO A RUBIO.
B: Huy, Jordi ya no trabaja aquí.
A: ¿PERO QUÉ LE CUESTA? SI VENGO EN SON DE PAZ.
B: Hoy sólo entran clientes habituales.
A: YO VENGO CASI TODOS LOS VIERNES.
B: No le recuerdo, lo siento.
A: ME ESPERAN UNOS AMIGOS DENTRO.
B: Lo siento, hay que respetar el aforo. Otro día pruebe a venir antes. Además, el local está lleno.
A: ¿Y ESE QUE ACABA DE ENTRAR?
B: Había salido a fumar.
A: ¿ES PORQUE SOY MARCIANO?
B: No juegue la carta del racismo conmigo.
A: NO TODOS LOS MARCIANOS HACEMOS EXPLOTAR LA CASA BLANCA. HAY MUCHAS IDEAS PRECONCEBIDAS ACERCA DE NOSOTROS.
B: Ya, bueno, pero yo no quiero follones.
A: LE HE DICHO QUE VENGO EN SON DE PAZ.
B: La última vez que me dijeron eso, se llevaron a todos los clientes para procesarlos como alimentos.
A: LA MALA CONDUCTA DE ALGUNOS NO NOS ATAÑE A TODOS. ES COMO SI YO LE ECHO EN CARA EL COMPORTAMIENTO DE ALGUNOS GUARDAS DE SEGURIDAD.
B: Mire, esto no es un debate. Hoy no puede entrar.
A: NO, SI AL FINAL TENDRÉ QUE INVADIR LA TIERRA.
B: No es asunto mío.
A: MIRE QUE LE FULMINO CON MI ARMA SUPERAVANZADA QUE...
B: A ver si vamos a tener un problema.
A: NO TENDREMOS PIEDAD CON QUIENES NO COLABOREN.
B: Por favor, baje la voz, que está molestando a los vecinos.
A: LAS LEYES INTERGALÁCTICAS ME RESPALDAN. QUIERO TOMARME UNA COPA Y TENGO DERECHO.
B: Tenemos reservado el derecho de admisión.
A: NO ES DE APLICACIÓN EN ESTE CASO: ES UN LOCAL PÚBLICO, NO UN CLUB PRIVADO.
B: Me da igual. Que no entras. No quiero clientes con chips implantados. Eso da mala reputación al local. Lo siento, pero es así. No es algo que me haya inventado, es la realidad.
A: ¿ME ESTÁS HABLANDO DE TÚ, GUSANO TERRÍCOLA?
B: Es que ya me estás cansando. Haz el favor de ponerte a un lado.
A: LA CALLE NO ES TUYA.
B: A un lado, te digo.
A: TOMA RAYO PULVERIZADOR, JAJAJA... ¡REDUCIDO A CENIZAS! ¡Y AHORA TOMARÉ POSESIÓN DE LA BARRA DEL FONDO!
C: Eh, eh, ¿dónde vas? ¿No te ha dicho mi compañero que no puedes entrar?
A: TU COMPAÑERO ES ESE MONTONCITO DE POLVO QUE HAY EN LA PUERTA, JAJAJA... ¡QUIERO UN GINTONIC, TERRÍCOLA!
C: No, mira, déjalo ya. Vete a otro lado. Con los tuyos.
A: ¡SUCIO RACISTA!
C: ¡Que te pires!
A: VOY A PONER UNA QUEJA EN CONSUMO.
C: Haz lo que te salga de los cojones.
A: ¡LO EXPLICARÉ EN TWITTER!

(Pausa de diez minutos)

D: HOLA, BUENAS NOCHES.
C: ¿Tú no eres el de antes?
D: NO, NO LO SOY.
C: Sí que lo eres, tú eres el que la ha liado con los gritos y pulverizando a mi compañero.
D: SE CONFUNDE, CABALLERO.
C: Pero si me he quedado con tu cara.
D: CLARO, TODOS LOS MARCIANOS SOMOS IGUALES, ¿NO? ¡RACISTA!
C: ¡Que te pires!
A: VALE, ERA YO. PERO ES QUE NO HAY NADA MÁS ABIERTO.
C: No es mi problema. Hoy ya no entras.
A: SÓLO QUIERO UN GINTONIC.
C: Aquí, no.
A: UN DÍA INVADIREMOS LA TIERRA Y...
C: Apártate de la cola, por favor.
A: ¡ME VENGARÉ!
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Published on August 15, 2012 01:03

August 9, 2012

Yo también fui atleta olímpico

Estuve entrenando muy duro para los Juegos Olímpicos de Atlanta 96. Dado que el ejercicio físico nunca ha sido lo mío, debido a mi tendencia genética a pasar largos periodos de tiempo tumbado en el sofá comiendo anacardos, decidí inventarme un deporte, con la esperanza de ser el único participante y al menos aspirar a medalla.

Necesitaba alguno en el que no se hiciera gran cosa, en el que pudiera pasarme todo el rato paseando por el césped, por ejemplo, y que el público no se quejara si no ocurría nada en todo el tiempo que durara el ejercicio.

Resultó que había inventado el fútbol. Ojo, como invención independiente, no como plagio.

Me eliminaron en primera ronda, pero sólo porque eran once contra uno.

En Sidney 2000 lo volví a intentar. Con lanzamiento de jabalina. Pero mientras los demás llevaban unos palos largos y ligeros, yo lanzaba una cerda salvaje. Era más divertido porque mientras volaba graznaba como una histérica. Qué risa.

Quedé quinto, pero porque en Sidney lo de arrojar cosas funciona diferente y no estaba acostumbrado. Sidney está en el hemisferio sur, por lo que si quieres lanzar algo hacia arriba, en realidad lo tienes que tirar hacia abajo, que es su arriba.

No sé si me explico.

Lo aclararé con un ejemplo. Imaginaos que tengo en mis manos un vaso de cerveza, fresquita, helada, con ese toque amargo que... Joder, qué ganas más tontas me han entrado ahora de beberme una cerveza. Un momento, que ahora vuelvo.

A los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 no pude ir precisamente por un caso de dopaje. Me estaba entrenando para ganar un diploma, porque yo siempre he sido muy estudioso. Para aguantar la última noche y darle un buen repaso a los apuntes de halterofilia, me tomé diecisiete cafés.

Di positivo en cafeína.

De nada sirvió que con los ojos fuera de las órbitas, entre gritos, tirando mesas al suelo y pegando puñetazos al aire, intentara explicar que a mí el café no me afecta y que puedo tomarme todos los que quiera hijos de puta os mataré a todos a vosotros a vuestros hijos y a los hijos de vuestros hijos os mataré os mataré fundido a negro y despierto en un hospital.

Mis últimos juegos fueron los de Pekín 2008. Participé en lanzamiento de martillo, pero como nunca se me ha dado bien el bricolaje, lo único que hice fue lanzármelo al dedo. En esos juegos cometí el error de pronunciar unas declaraciones políticamente incorrectas que trajeron polémica. Concretamente dije que "un daltónico no puede sentir los colores de su bandera".

La prensa de la derechona más rancia se me tiró al cuello, asegurando que la bandera verdigualda es patrimonio de todos los españoles. Los nacionalistas catalanes también me criticaron, afirmando que no se podían despreciar las cuatro barras de la senyera, con su origen en los cuatro dedos manchados en la sangre verde de Guifré el Pilós.

Ya estoy mayor para participar en estos juegos de Londres. Además, tuve una mala experiencia en un campeonato de atletismo amateur en esa ciudad. Me olvidé de que conducen por la izquierda y salí corriendo en dirección contraria, topándome con todos mis adversarios a mitad de recorrido.

En definitiva, mi época de atleta ha pasado y ahora por fin puedo dedicarme a la que es mi verdadera vocación: engordar.
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Published on August 09, 2012 01:24

July 28, 2012

Las ventajas de una tercera teta

Durante los últimos decenios se ha popularizado el uso de silicona para aumentar el tamaño de los senos, además de como aislante en puertas, ventanas y glándulas lacrimales. Tanto es así, que hoy en día resulta común ver a muchas mujeres por la calle con los pechos operados hasta tamaños que hoy en día se consideran normales: entre 130 y 150 centímetros. Menos ya es visto como “pequeño”.

Sin embargo, esta popularización también ha traído consigo una vulgarización: si todo el mundo tiene ese tamaño, ya no sirve para llamar la atención del macho. Y si bien es cierto que el principal objetivo de la cirugía plástica es la uniformidad, no se puede negar que las mujeres que se operan no sólo quieren ser igual que las demás, sino también un poco mejor, y esto se consigue siendo igual, pero un poco antes: adelantándose, marcando tendencia. Importante: sólo un poco, que si no, una queda como una tontaca.

Por eso, la Clínica Apuleyo le propone un procedimiento pionero que marcará las próximas décadas en cirugía estética: el implante de una tercera teta, con un aspecto tan absolutamente natural que nadie sabrá que se trata de una operación. A no ser que lo confiese, cosa que por cierto le recordamos que ahora se lleva.

La sencillísima intervención consiste en colocar un implante de silicona y un pezón de cerda entre los dos senos existentes. Además de las ventajas meramente estéticas y por supuesto sexuales —imaginen las posibilidades en tríos y orgías—, el tercer pecho ayuda a eliminar dolores de espalda, dado que se reparte mejor el peso a lo largo del perímetro pectoral. Y por si fuera poco, las principales líneas de confección están ya lanzando al mercado modelos exclusivos para mujeres con tres senos, con lo que esta operación permite estrenar piezas de ropa que no todo el mundo puede llevar.

¡No se lo piense más! Con una tercera teta todo son ventajas. Acuda a uno de nuestros centros e infórmese. Y recuerde que si se trae su anestesia de casa, le hacemos un veinte por ciento de descuento y operamos el mismo día.
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Published on July 28, 2012 13:37

July 10, 2012

Adaptarse al medio

El miedo se manifiesta en tres fases que son consecuencia de decenas de miles de años de evolución. Aunque ahora no nos lo parezca, durante la mayor parte de ese tiempo nosotros éramos las presas y no los cazadores, lo que llevó a que estas tres fases quedaran grabadas en el sistema límbico de nuestro cerebro. Esta zona, la más antigua, regula los aspectos básicos de la supervivencia.

Así, en un primer momento nos quedamos congelados, esperando que el depredador no nos haya visto ni olido. Si esto no funciona, huimos. Cuando nos alcanza y sólo si nos alcanza, peleamos.

Obviamente, el sistema es mucho más complejo de lo que se explica en este esquema, ya que las respuestas varían según las condiciones, pero es curioso que el miedo, muy a menudo, provoque este estado de alerta en el que uno lo ve todo muy claro, pero tampoco puede moverse. Un sólo está atento, esperando, observando, completamente inmóvil mientras reúne la información suficiente para saber si hace falta correr, esconderse o pelear, y deseando que el leopardo, o lo que sea, pase de largo y prefiera comerse una cebra.

Es curioso pensar en cómo aún seguimos condicionados por muchos esquemas que ya no nos son tan útiles como cuando vivíamos en la sabana.

Todo eso se me pasó por la cabeza, no sé si palabra por palabra, pero más o menos, cuando oí el bocinazo, levanté la vista y vi un camión. Un camión muy grande. En movimiento. Hacia mí.

Creo que me dio tiempo a añadir: "Joder".
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Published on July 10, 2012 09:21

June 30, 2012

Vatileaks: el Vaticano al desnudo

(Publicado en Diagonal. El periódico, no la postura.)

En el Vaticano están teniendo lugar sucesos de una complejidad tremenda, que podrían sacudir los cimientos de un edificio de quince plantas si en lugar de sucesos fueran varios kilos de explosivos. Al ser sucesos y no explosivos, no sacuden los cimientos de nada. Lo sé porque una vez me acerqué a un edificio de oficinas y expliqué varios asesinatos, pero los cimientos ni se inmutaron. Así son los cimientos. Fríos, insensibles.

Pero me desvío: están saliendo a la luz documentos que relatan escándalos palaciegos, como que... Er... Hay una corriente en el Vaticano que quiere un Papa italiano y... otra corriente que cierra puertas de golpe y... Ehm... Para acabar de desentrañar esta compleja trama, viajé a Roma disfrazado de cura, con el objetivo de colarme en San Pedro y recoger información de primera mano (la izquierda, comenzando a contar por la izquierda). A pesar de que iba gritando palabras en latín al azar (¡confutatis! ¡maledictis!), la guardia suiza no me dejó ni acercarme a la puerta. Fue entonces cuando me di cuenta de que me había equivocado de disfraz: ¡no había traído el de cura, sino el de cura del resfriado y venía por tanto caracterizado como una enorme jeringuilla!

Decidí quitarme el atuendo, dado que resultaba inútil. Y me arrestaron. Por ir desnudo en el Vaticano. Lo cual, reconozcámoslo, tiene sentido. Y además fue una suerte, porque acabé compartiendo celda con Paolo Gabriele, mayordomo del papa. Gabriele había sido recientemente arrestado, acusado de filtrar esos documentos que harían temblar cimientos si los cimientos no fueran fríos e insensibles y no hicieran ningún caso a mis declaraciones de amor eterno.

Sé que puede parecer mucha casualidad que hubiera acabado precisamente en la misma celda que la persona que más me podía ayudar a informar a los lectores de DIAGONAL (por cierto, no hace falta leer el periódico torcido). Pero a ver, estaba en el Vaticano. ¿Cuántos presos puede haber en el Vaticano? ¿Acaso los sacerdotes católicos son famosos por cometer algún delito? ¿Algún acto desagradable en particular? ¿Se os viene a la mente algún hecho delictivo y desagradable cuando pensáis en curas? ¿algún crimen? ¿sacerdotes? ¿católicos?

(Silencio incómodo).

Sabía que no podía simplemente interrogar a Gabriele, ya que no tendría muchas ganas de hablar con periodistas, así que me gané su confianza estrangulándole y golpeándole la cabeza contra la pared.

–Verás –me dijo una vez nos hicimos amigos y me pidió que no le matara mucho– resulta que hay documentos que...

–No, si eso ya lo sé. Escándalos financieros. Grupos de interés. Pero es que la complejidad es tal que no soy capaz de entender todos esos secretos que están poniendo en una situación comprometida al papa.

–Se han publicado artículos en los periódicos. Sólo tienes que leerlos.

–Es que... Me quedo dormido después del primer párrafo... ¿No podrías hacerme un resumen? ¿O un dibujo? ¿O un resumen con dibujos?

–En fin, yo sólo envié las cartas... Pero... Cómo explicarlo... No las he leído. Me quedaba dormido después del primer párrafo. De hecho, se las leía al papa en voz alta y nos quedábamos dormidos los dos. Abrazaditos.

–¿Crees que podría hablar con monseñor Gänswein, que custodiaba esos papeles?

–Lleva dormido desde 1987.

–Pero esto es importante: ¡espías en el Vaticano! ¡Neocatecumenales!

¿Neo qué?

Desistí. Me senté con el culo desnudo sobre el suelo de la celda, sabiendo que había fallado a los lectores de DIAGONAL, muchos de los cuales al llegar a esta línea habrán torcido de nuevo el periódico, al no confiar más en mí. Encima, cuando volví a casa, mi esposa Cimientos se había marchado. Intenté pedirle que volviera conmigo, pero no hubo forma de conmoverla.
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Published on June 30, 2012 01:06

June 23, 2012

El secreto de mi éxito

Por cierto, ya ha salido mi libro. Se puede descargar y comprar en la librería de Libro de Notas, en pdf, epub, mobi e incluso papel.

El secreto de mi éxito

Si me hacéis millonario, os lo agradeceré mucho y no me olvidaré jamás de vosotros. Estaré en mi yate, bebiendo champán francés, y diré: "Ah, esa gente. Que me hizo millonario". Suspiraré y me rascaré un poco.
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Published on June 23, 2012 01:50