Hugo García Michel's Blog, page 79

October 1, 2019

Miguel León-Portilla

Falleció hoy, a los 93 años. Ya escribiré algo más extenso sobre él.
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Published on October 01, 2019 21:56

September 30, 2019

José José: vocero del amor dolido


“Un día llegará que ya / De tanto ir y venir rodando / El cuerpo me dirá que no / Que pare, que ya está cansado / Un día llegará quizás / Que tenga que pagar muy caro / Por no saber decir que no / Al ansia de llegar más alto”, dice la primera estrofa del tema “Seré”, compuesta por el español Rafael Pérez Botija e interpretada por José José en el disco Gavilán o paloma (1985) y que hoy, a partir de su tristísima muerte, cobra tintes de epitafio.
  Confiesa en ese tema el cantante, nacido en Ciudad de México, el 17 de febrero de 1948, que no sabía decir que no, por su ansia de llegar más alto, y que por ello habría de arribar el día en que tuviera que pagar un costo muy caro. Así fue. Aunque en realidad ese costo no lo pagó este 28 de septiembre de 2019, sino desde mucho tiempo antes, cuando por una vida llena de excesos y enfermedades se vio impedido de cantar, lo cual, para alguien como él, constituyó su verdadera muerte.
  Ahora, como muchas veces suele suceder, el escándalo lo han armado sus hijos, en especial la menor de ellos, Sara, quien al parecer hizo que su padre firmara un papel en el que le dejó todos los derechos sobre su obra, en detrimento sobre todo de su hijo Joel. Las redes sociales han hervido de indignación y han situado a Sara como la nueva gran villana de México, en un pandemónium de dimes y diretes que amenaza con volverse más dramático y sufridor que las canciones del ídolo ausente.
  Porque eso fue José José: un ídolo popular, quizás el último ídolo musical que quedaba en México luego de la muerte de Juan Gabriel, y eso fueron las letras que interpretaba: una loa al sufrimiento amoroso, una celebración del dolor emocional, un canto paradójicamente jubiloso y hasta orgulloso al fracaso y la amargura. Y con eso se identificaron los millones de personas que hoy lloran su partida. Porque hay quien dice que todo mexicano que se embriague hasta el punto del llanto y la vulnerabilidad terminará por cantar alguna canción de José José. En especial si sufre eso que algunos llaman el mal de amores.
  ¿Por qué composiciones como “La nave del olvido”, “El triste”, “Volcán”, “Si me dejas ahora”, “Lo que no fue no será”, “Payaso”, “Almohada” y tantas otras lograron y siguen logrando conmover y remover las entrañas de tantos hombres y mujeres que las han hecho suyas hasta el límite de la ignominia? Veamos el caso de uno de los grandes éxitos del llamado Príncipe de la canción: “Amar y querer”, con sus frases que son como epigramas de la vida, contemplada como un flagelante valle de lágrimas.
  ¿Cuál es la tesis de esta pieza cuando dice: “Casi todos sabemos querer / Pero pocos sabemos amar / Y es que amar y querer no es igual / Amar es sufrir, querer es gozar”? Uno pensaría que lo mejor sería querer, ya que así se puede gozar. Pero no: a lo largo de la melodía vamos viendo que lo ideal es lo contrario: amar para sufrir, porque sólo por medio del dolor se aprecia el amor.  Un absurdo, diría cualquier persona emocionalmente sana. Pero lo que se privilegia aquí, como en tantas canciones cantadas por José José, es el otro lado de la moneda: el masoquismo, la dependencia sentimental y las relaciones tóxicas. Véase si no: “El que ama pretende servir / El que ama su vida la da / Y el que quiere pretende vivir / Y nunca sufrir y nunca sufrir / El que ama no puede pensar / Todo lo da, todo lo da / El que quiere pretende olvidar / Y nunca llorar y nunca llorar”. ¿No sería eso lo ideal, el nunca llorar? No para José José, quien al final de la canción se lamenta porque “Es que todos sabemos querer / Pero pocos sabemos amar”. Es decir, amar con sufrimiento.
  Se fue José José y con él toda una época. Hay quien dice que con su muerte termina al fin el siglo XX. Pero nos quedan sus canciones que ahora más que nunca serán cantadas por millones al final de fiestas y reuniones, cuando las botellas estén casi vacías y ebrios de alcohol y de dolor autoindulgente, lamentemos, ¡ay!, nuestra pésima suerte en eso que Ovidio y Erich Fromm nombraron el arte de amar.

(Texto que me publicó el día de hoy el sitio de noticias Infobae)
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Published on September 30, 2019 16:18

September 29, 2019

Tres recientes de Woody Allen


"Hoy estamos asistiendo a la muerte del artista. Eso es triste. El artista hoy tiene miedo de arriesgarse en lo que hace y en lo que dice porque tiene miedo de las consecuencias".

 "Lamentablemente, uno no puede vivir en la ficción o se volvería loco. Hay que vivir en la vida real que es trágica. Si yo pudiera, viviría en un musical de Fred Astaire. Todo el mundo es guapo y divertido, todos beben champán, nadie tiene cáncer, todos bailan, es fantástico".

"Pocos autores pueden hacer bien la comedia. Es un talento que escasea. Hay mucha más gente capaz de hacer cosas serias que comedias. Y sin embargo, parece como que el drama o la tragedia son más sustanciales que la comedia. Como hacen reír, para muchos es difícil otorgarles seriedad y prestigio". 

Woody Allen en entrevista para El País, septiembre 29 de 2019.
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Published on September 29, 2019 18:22

México en llamas

Esta caricatura hecha hace unos meses parecía una exageración. Después de los desmanes de esta semana, con grupos de encapuchados y encapuchadas tratando de incendiar entre otras cosas la librería Gandhi (los primeros) y la Cámara de Comercio (las segundas), cobra plena vigencia. No, no se trata de "infiltrados de la derecha"; son grupos ultras identificados con la 4T y apoyados por sectores de la misma. La prueba es que la policía capitalina no hizo el menor intento por contener los actos vandálicos. ¿Qué se busca? No lo sé. Pero la Ciudad de México es un caos, un polvorín..., y ya vienen las marchas del 2 de octubre.
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Published on September 29, 2019 14:32

September 27, 2019

Compartir y diferir


Compartir en lo fundamental el pensamiento político y reflexivo de gente como Roger Bartra, Héctor Águilar Camín, Enrique Krauze, José Woldenberg, Luis González de Alba (Q.E.P.D.), Jorge G. Castañeda, Héctor de Mauleón, Julio Patán, Rafael Pérez Gay, Rogelio Villarreal, Salvador Mendiola y Pablo Majluf, entre varios otros, es algo que me hace sentir muy bien.
Diferir del dogmatismo cerrado de gente como John Ackerman, Epigmenio Ibarra, Gerardo Fernandez Noroña, Julio Hernández, Jorge Zepeda Patterson, Sanjuana Martínez, Temoris Greko, Tryno Maldonado, Alfredo Jalife, Sabina Berman, Pedro Miguel, Fabrizio Mejía, Jesús Robles Maloof, Juan Pablo Proal, Jenaro Villamil, Gibrán Ramírez y algunos otros es algo que me hace sentir aún mejor.
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Published on September 27, 2019 14:25

September 26, 2019

September 25, 2019

Cámara húngara: Un grito destemplado

Diez días después de la tradicional ceremonia del Grito con la que los mexicanos sacamos nuestro patriotismo o nuestro patrioterismo (depende de cada quién) una vez al año, la comentocracia nacional y buena parte de la llamada opinión pública parecen coincidir mayoritariamente en que el del 15 de septiembre de este delirante 2019 fue un impecable ejercicio de austeridad republicana y que todo le resultó perfecto al presidente López Obrador.

  Columnistas caracterizados por su crítica más o menos constante y más o menos dura al gobierno actual se dijeron gratamente sorprendidos por el decoro y la contención del actual primer mandatario durante el acto protocolario que celebra el inicio de la Guerra de Independencia. Que no le salió lo agresivo. Que no le salió lo torvo. Que no le salió lo visceral. En una palabra: que se portó bien y que se vio muy decente y hasta incluyente.

  Eso para no hablar de la impresionante (dicen las crónicas) fiesta que se vivió en la plancha del Zócalo, repleta de gente emocionada que ovacionó al presidente, en una unión indivisible que no se veía desde hacía muchos años y que demostró que en Palacio Nacional hay un líder del pueblo y para el pueblo que habrá de conducirnos por el camino de la prosperidad y la justicia…, etcétera.

  Atestigüé por televisión la ceremonia y debo decir que no vi en ella lo que tantos sí vieron. Quizá se deba a los tercos prejuicios opositores que me nublan la vista y el entendimiento y no permiten que acepte, como tantos sí lo hicieron, que tenemos un presidente extraordinario.

  Pero vayamos al Grito.

  Lo primero que me dio mala espina fue ver a la pareja presidencial cruzar a solas el enorme salón que conduce al balcón principal. Yo sé que todos los anteriores presidentes de México atiborraban ese lugar con gente de la élite política, económica y diplomática para que los aplaudieran y que ellos y sus esposas pasaban por delante con las grandes sonrisas, falsas o auténticas, que sólo otorga el poder. Esta vez, en cambio, López Obrador y su mujer se miraban demasiado solos y demasiado serios, hieráticos diría incluso, en medio de aquel salón silencioso y helado. Muchos aplaudieron este hecho; a mí me pareció escalofriante.

  Vino luego el saludo a la bandera que portaban los cadetes (siempre impecables y elegantes) y ahí nada tengo que decir. Todo fue correcto y pulcro.

  El presidente salió al balcón, bandera en mano, y la multitud rugió, como hace de costumbre con todos los mandatarios. Pero dicen que el rugido esta vez fue más fuerte y emotivo. Concedamos que lo fue, yo no estuve ahí para confirmarlo o desmentirlo.

  Entonces sobrevino lo que había levantado tanta expectación: los veinte “vivas” que había prometido López Obrador, “vivas” que entusiasmaron casi por igual  a simpatizantes y adversarios, pero que a mí me resultaron en buena parte incongruentes con lo que ha sido el desgobierno obradorista a lo largo de casi diez meses. Desglosémoslos.

Los primeros seis fueron los de rigor: vivas a la Independencia, a Hidalgo, Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez (“de” Domínguez, para horror feminista), Allende y Leona Vicario, por aquello de la equidad de género hoy tan de moda (aunque las mujeres perdieron 3 a 2). Nada que comentar. Cada presidente elige a sus héroes preferidos (esta vez faltaron Aldama, Matamoros, Mina, Guerrero). Incluso Carlos Salinas de Gortari incluyó a Emiliano Zapata en uno de sus gritos.

  Luego empezó la cosecha de nuevos vivas:

  –“¡Vivan las madres y los padres de la Patria!”. Vale, aquí cada quién puede acomodar a las mamás y los papás de su preferencia y según su tendencia ideológica: desde Cuauhtémoc, Juárez y Madero hasta la Malinche, Miramón y don Porfirio (Díaz, no Muñoz Ledo) o los tlaxcaltecas, los polkos y José Yves Limantour, ya si es uno demasiado fifí.

  –“¡Vivan los héroes anónimos!”. Grito tan políticamente correcto como vago. Pero lo podemos palomear.

  –“¡Viva el heroico pueblo de México!”. ¿Todo el pueblo o únicamente el que votó por él? No queda claro, aunque bien sabemos que para López Obrador el pueblo bueno es sólo aquel que lo apoya, incluidos Bartlett y la maestra Gordillo.

  –“¡Vivan las comunidades indígenas!”. ¿Las que van a sus mítines y concentraciones en el Zócalo, para bailarte y cantarle, o también las que se oponen al Tren Maya y al corredor transístmico? ¿Las que le hacen limpias y supervisan sus peticiones a la Madre Tierra o también los indígenas de Morelos que rechazan la termoeléctrica de Huexca y su líder asesinado Samir Flores? ¿Viva también el EZLN que se opone abiertamente al actual gobierno?

  –“¡Viva la libertad!”. ¿De qué libertad hablamos? ¿De la que está en vías de reducirse, ante la amenaza que para todos los mexicanos representa la aprobación de las leyes que permiten la prisión preventiva oficiosa y sin derecho a fianza por cualquier denuncia, sin importar que ésta sea o no probada? ¿De la libertad de expresión y la libertad de prensa, cada vez más claramente amenazadas por los comentarios contra medios de comunicación y periodistas durante las conferencias mañaneras? ¿De la ley tabasqueña que prohibe las protestas contra la construcción de la refinería de Dos Bocas?

  –“¡Viva la justicia!”. ¿Se refiere a la justicia a modo que premia a los leales y castiga a los adversarios? ¿La que libera a asesinos confesos del caso Ayotzinapa? ¿La que ataca al Poder Judicial, ignora sus resoluciones y amenaza la independencia de la Suprema Corte de Justicia? ¿La que protege a Manuel Bartlett como si las 43 casas con valor de 800 millones de pesos que no declaró no existieran?

  –“¡Viva la democracia!”. ¿Cómo es posible que se grite eso cuando se desmantela a los organismos autónomos, se permanece indiferente ante el atentado constitucional de Baja California, se gastan 300 mil millones de pesos en la compra de votos clientelares con cargo al erario y se coquetea, aunque se niegue, con la idea de la reelección presidencial?

  –“¡Viva nuestra soberanía!”. Un viva que mueve a risa, cuando el gobierno mexicano se ha convertido con vergonzosa docilidad en el policía de Donald Trump contra la migración y cuando tiene a la Guardia Nacional al servicio de lo que diga Washington. ¿Soberanía? Really?

  –“¡Viva la fraternidad universal!”. Este grito ha sido interpretado de dos maneras. Por un lado, un “viva” a la fraternidad universal (con minúsculas), es decir, a la armonía casi jipiteca entre los seres humanos y entre las naciones, etcétera. Sin embargo, hay quienes sugieren que se trató de un mensaje oculto y que AMLO se refería veladamente a la Gran Fraternidad Universal (con mayúsculas), esa secta oscura y poderosísima conectada entre otras cosas con la masonería, entidad con la cual algunos relacionan al presidente López (Benito Juárez era masón). Quién sabe. Pero dadas sus conexiones con grupos evangélicos, específicamente con la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, todo puede ser posible.

  –“¡Viva la paz!”. Parecería un buen deseo, pero la inseguridad y la violencia que estamos viviendo –que llega a extremos jamás vistos desde que inició la llamada guerra contra el crimen organizado– resulta algo terrible y no hay visos de que el gobierno lo pueda ya no digamos controlar o vencer, sino cuando menos aminorar. Nunca como ahora hemos anhelado tanto la paz y es irónico que el principal responsable de proporcionarla se conforme con lanzarle vivas patrióticos.

  –“¡Viva la grandeza cultural de México!”. Un grito que suena como un golpe de sarcasmo cuando el obradorismo se ha encargado de disminuir en forma drástica el presupuesto para la educación, la ciencia y la cultura, a fin de financiar sus proyectos elefantiásicos y sus programas clientelares de asistencia social. Creo que salvo el Festival Cantares y la Banda Mije, la cultura nacional y su grandeza es algo que en los hechos le importa muy poco al presidente.

  Al final vinieron los tres vivas habituales a nuestro país, en los que López Obrador puso mucho énfasis y casi se quedó afónico con un último grito destemplado. Pero cumplió con esos tres "¡Viva México!" y emocionó al respetable, mientras embebido hacía sonar la campana de Dolores.

  Esta es mi visión y mi interpretación del acto que tanto conmovió a propios y extraños. No fue mi caso. No vislumbro que el país se encamine por la senda de la libertad, la justicia y la democracia. Todo lo contrario. Por eso veo en ese hombre solitario del balcón de Palacio, acompañado únicamente por su esposa, el signo de la autocracia y el absolutismo unipersonal… y yo no puedo festejar eso.
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Published on September 25, 2019 11:14

September 24, 2019

Neta

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Published on September 24, 2019 20:00

September 23, 2019

The Warning, reflexión 2

Por el año en que nací (1955), me tocó la suerte de ver el surgimiento de fenómenos musicales como los Beatles, los Rolling Stones, The Who, The Kinks, Frank Zappa, Jimi Hendrix, Pink Floyd, The Doors, David Bowie, Led Zeppelin et al. Me tocó escuchar sus discos en el momento en que iban apareciendo y eso lo considero una gran fortuna. Creo saber entonces lo que siente, lo que se percibe, cuando surge una agrupación que está llamada a trascender y a dejar huella. Volví a sentir eso en años posteriores con The Clash, The Police, Talking Heads, el primer U2, Sonic Youth, Nirvana, Alice in Chains, Soundgarden, Pearl Jam y algunos más. Sin embargo, en lo que va de este nuevo siglo, aunque me han entusiasmado grupos como The Avett Brothers o Dirty Projectors, por mencionar a un par, ninguno me había causado la antigua emoción de los Beatles del 65 al 69 o del Led Zeppelin de los primeros cuatro discos, ninguno hasta que a mis 64 años de edad escuché al jovencísimo trío femenino mexicano The Warning. No exagero. Estoy cierto de lo que digo hoy, en este 2019. Me siento tan afortunado de atestiguar su surgimiento (y su incipiente pero sorprendente crecimiento) como atestigüe el de los viejos rockeros de los años sesenta. Díganme que deliro. Yo se lo dejo al tiempo.
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Published on September 23, 2019 17:30

September 22, 2019

The Warning, reflexión 1.

No creo en la competencia en la música, tampoco en los premios y hasta odio las comparaciones, peeeero... Al ver que los Caifanes tuvieron lleno completo en sus dos conciertos de estos días me surgió un desafío para sus fans: díganme el título de una sola canción caifanesca que sea mejor o que al menos iguale (en fuerza, profundidad, sentimiento, garra, sentido rockero y estructura musical) a composiciones como "Dust to Dust", "Queen of the Murder Scene", "Enmendable", "Survive", "Sinister Smiles" e incluso "Narcisista", de The Warning. Una sola. Y convénzanme.
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Published on September 22, 2019 17:30

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Hugo García Michel
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