Ariel Zorion's Blog, page 10
August 3, 2021
Ocaso, fin de la trilogía
Hace ya más de un año que el primer libro vio la luz. Concretamente, La Hora del Ocaso salió a la venta en una fecha inusual, puesto que coincidió con el día del libro de 2020, el cual en lugar de celebrarse el tradicional 23 de abril debido a que estábamos confinados, se celebró en el mes de julio, concretamente el día 21.
Un año después, me encuentro finalizando esta apasionante aventura. Creo que me va a costar un poco desprenderme de unos personajes que llevan en mi vida más de un año y que ya forman parte de ella de algún modo extravagante. Llevo pensando en Kisha, Pete, Derek Bill y los demás tanto tiempo que, a veces, tengo la impresión que me va a costar dejarlos marchar y que no voy a ser capaz de inventar otros nuevos.
Teniendo en cuenta que esta trilogía surgió de una forma atípica y en un modo atípico, casi me sabe mal finalizarla de una manera convencional. Supongo que tendré que darle una vuelta para ver qué hago para que esta etapa tenga un broche de oro.
¿A qué me refiero con una forma atípica y un modo atípico? La segunda cuestión es casi evidente, puesto que escribí la mayor parte del primer libro durante el confinamiento. El cómo surgió es lo realmente extraordinario, puesto que fue un día cualquiera abriendo una revista de National Geographic en la que Simon Baker anunciaba los relojes Longines. Y ahí, cuando vi esa foto, pensé que podía inspirar un personaje de un libro.
Todo lo demás fue surgiendo, no sé ni muy bien cómo. Yo no soy de los escritores que tienen todo pensado y planeado desde el minuto uno. En muchos directos de Instragram he confesado que soy brújula o jardinero o lo que sea. En resumen, soy una escritora que va escribiendo la historia según surge. Me dejo llevar por las musas o algo así. ¿Cómo acabará Ocaso? Sinceramente, aún no lo sé.
Para lo que desde luego no tengo explicación es para por qué sabía desde el minuto uno que iba a ser una trilogía. Es la primera vez que realmente no escribo un libro autoconclusivo, sino que son tres libros que se entrelazan y se necesitan entre ellos para tener un sentido total. No obstante el primero y el segundo pueden leerse tal vez de forma independiente, pero Ocaso, el tercero de ellos, necesita sin lugar a dudas a sus predecesores. Simplemente lo supe. Tal vez era un anhelo por probarme como escritora y ver si era capaz de relatar algo más allá de una historia con principio y final en más o menos cuatrocientas páginas. Al final, van a ser unas mil trescientas. No está mal como reto.
Se acerca el Ocaso. Este mes de agosto de 2021 llega a su conclusión. ¿Estáis preparados para ese momento final?
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August 2, 2021
Bookcrossing (English version)
I have decided to take up an initiative that a colleague told me about a few years ago and I thought it was wonderful. Surely most of you have already heard about BookCrossing. It basically consists of leaving a book in a public place for another reader to pick it up, read it and then share it again. In other words, the book becomes a traveling book so that anyone can pick it up and enjoy it. The only way is to release it again so that someone else can read it.
[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." data-large-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." src="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." alt="" class="wp-image-3058" srcset="https://arielzoriondotcom.files.wordp... 190w, https://arielzoriondotcom.files.wordp... 380w, https://arielzoriondotcom.files.wordp... 95w" sizes="(max-width: 190px) 100vw, 190px" />Photo by rikka ameboshi on Pexels.comThere is a website called BookCrossing in which this process is organized in such a way that a code is assigned to the book you are going to release and, whoever picks it up, can make an entry in the website’s journal. This also allows you to keep track of your book and know where it has moved.
I definitely recommend you to visit it if you are interested in the subject because you can learn about interesting initiatives they have and learn a little more about this beautiful proposal that allows books to stay alive and not abandoned on a shelf.
[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." data-large-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." src="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." alt="" class="wp-image-3056" srcset="https://arielzoriondotcom.files.wordp... 300w, https://arielzoriondotcom.files.wordp... 600w, https://arielzoriondotcom.files.wordp... 150w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px" />Photo by Nubia Navarro (nubikini) on Pexels.comI’ve decided that I’m going to do it with the books I write. On the first page I will include a note for those who pick them up. I hope many readers will enjoy and share them, do you want to participate?
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August 1, 2021
QUIÉRETE
¿Acaso es egoísmo quererse a uno mismo? Claro que no. Es un acto de valentía cuando te ves vapuleado por envidias y comentarios ajenos malintencionados, cuando sientes que, a veces, la vida no te trata como mereces o, simplemente, cuando te sientes un tanto deprimido. Quererse a uno mismo es un acto de generosidad porque implica perdonarnos nuestros errores y no fustigarnos por ellos, tal y como perdonaríamos a un amigo o a una persona a al que amamos. Pero, además, quererse a uno mismo es el punto de partida ineludible para aprender a querer a los demás sin proyectar en ellos nuestras frustraciones o envidias.
No obstante el amor por uno mismo no puede entenderse de forma absolutista porque quererse no es sinónimo de imponerse por encima del resto. A veces, en esta corriente tan individualista a la que estamos asistiendo en este momento histórico, se nos olvida que el amor por uno mismo no es y no debería ser en detrimento de los demás.
La cuestión es que esto sucede, fruto en parte de una sociedad individualista cuyo mayor exponente es el selfie y el postureo. Presenciamos a diario actos de puro egocentrismo en los que parece que los demás no importan. Lo que prima es el hedonismo puro, la cultura del disfrute, el pasármelo bien sin mirar las consecuencias. Con la pandemia estos comportamientos parecen haberse agudizado, aunque tal vez sólo sea que se han hecho más visibles. La falta de solidaridad, el imponer nuestros criterio o nuestro bienestar al de los demás no es más que una estupidez sin precedentes que redunda en un empeoramiento de la calidad de vida de todos. Lo cuestionamos todo porque nos creemos en la posesión de la verdad, puesto que yo y sólo yo parece ser lo que importa. Y, sin embargo, debo insistir en el hecho de que el amor por uno mismo empieza por el amor hacia los demás, hacia el otro, diferente a mí y que, por ello, me enseña que mi verdad no es la única e inamovible.
Cuando te quieres a ti mismo, quieres el bien de todos. Es como un efecto boomerang, donde lo bueno que proyectas acaba volviendo. La COVID 19 nos lo está gritando bien alto: mientras todos y cada uno de los seres humanos no estemos inmunizados, el virus no va a parar. No consiste en que yo me libre y, por ejemplo, yo tenga la suerte de poder acceder a una vacuna. A la larga, mientras siga habiendo tantas y tantas personas que no tienen la misma suerte, implicará un riesgo para todos porque el virus volverá a mutar y seguirá viajando por el mundo entero.
Quiérete pero no te olvides de querer a los demás. Sólo así, el amor será puro.
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July 31, 2021
OUT-OF-TUNE SYMPHONY
My house, my home, my prison, my nothingness. I looked into an abyss that I was afraid to look into because if I fell, I feared I would not be able to get out. The fall would be not only hard, but also long-lasting. Nietszche already said: “If you look too much into the abyss, the abyss will eventually look back at you”. And I didn’t want it to look at me and I didn’t want to see either. Maybe that’s why I kept my eyes closed, looking for hope, intoxicating myself with improbable possibilities. The uneasiness became so great that I felt like hitting the walls, trying to break down the walls that held me captive and escape from this new reality that seemed to come out of fiction. I wanted to lose consciousness and wake up several months later, when the nightmare was over. I really longed to lose it and forget so much pain. To pass to another plane, to another state, neither awake nor asleep, to a way of being in which I felt nothing. To faint until I disconnected. And I cursed my mind a hundred times for resisting, for insisting on fighting on when it would be so easy to shut down.
The bland and aimless days followed one after the other like an out-of-tune symphony, because the conductor has gone on strike and the musicians no longer know where to go from here. There is no score. There is no melody. The metronome has broken. All that remains is a chaos that devours everything with an unprecedented cruelty without rhythm or rhythmic timing.
It was exhausting. The lack of pure air not vitiated by my discouragement, made the headache the good morning greeting every morning, the result of nights and more nights of elusive sleep and bad sleep. Like a slight hammering that does not leave you, like a dripping faucet and no matter how hard you try to tighten it, it has already gone too far. In the end, another drop falls and then another and another… My bed was now a place of torture, a dungeon made of springs and viscoelastic.
Outside those four walls they said there was a pandemic spreading to every corner of the planet, emptying the streets, filling them with silence while my mind was filled with noise and confusion like real pandemonium.
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July 30, 2021
We are running out of time
There was a time when this mast was in the middle of the sand…
It seems like an exaggeration but it is not. Rather, I think I have fallen short because maybe we are already in the discount time. When yesterday walking by the sea I saw these images that you have in front of your eyes I got really scared and worried. This beach used to have a large expanse of sand for bathers every summer to occupy with their towels and umbrellas. And every summer there seemed to be more and more people, with no apparent or real limit. There is often talk in this area of bringing more sand, of filling in the beaches, of covering the pebble beaches with sand from other beaches in the surrounding area, and so on. It is nothing more than a way to impose our tyranny over nature and to put tourism and economic benefits before everything else. And I don’t understand it, it’s getting harder and harder for me.
There has come a time when the sea seems to have had enough and has said: “this is it”. Not long ago, barely a year ago, curiously during the time of the pandemic in which we were all locked in, the sea regained some of the land we had tried to steal from it. It decided it was time to take back what was its own and restore the natural order. We are not in charge, the land is not ours and we do not manage it as we please. It is our home, and if we do not take care of it, it may eventually drive us out of it.
We are committing such outrages against nature that it seems to have grown tired of so much generosity. The sea has said enough and in this humble beach of a random place has decided that it is time to reconquer what is hers and expand its limits. Are we willing to listen? I’m afraid not yet…
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July 29, 2021
Time for reflection
There are times when you simply need to stop and reflect. Suddenly, you realise that you’ve let yourself get carried away, caught up in a maelstrom in which you don’t feel comfortable. Because it is unquestionable that, if we do not dedicate some time on a recurring basis to think about what we are doing, the moment may come when we do not recognise ourselves in the actions we take part in.
I know what I am saying sounds like gibberish, but nothing beyond that. We live surrounded by multiple influences. Social networks are a clear example. Through them, messages are spread that are not always reliable and, moreover, are rarely verified. But, in addition, on these networks, sometimes there are like trains of action, trends or fashions that you start to follow without even thinking about the repercussions. And, if you think about it, it makes perfect sense to call them networks because they entangle and entangle you without you even realising it.
[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." data-large-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." src="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." alt="" class="wp-image-3007" />Photo by Pixabay on Pexels.comI’m sure that like most people, I try to stay true to my values and ideas, but that doesn’t mean I’m inflexible. I listen and observe carefully to know what suits me and what’s right and what’s wrong. However, on Instagram I have been swayed by trends that don’t go with who I am or how I am in a particular fact. I’ve given in to the temptation to do what are known as collaborations, which is really nothing more than giving your books to bookstagrammers to review and put the appropriate post on their profile. On many websites and blogs about writing and how to promote your book, I’ve seen them recommend it. After some time and thinking about it, I think it’s a huge mistake.
We have to value our work, the enthusiasm we put into what we do and the effort it involves. I write because I like it and I don’t make any sacrifice, quite the contrary. But from there to giving my work away there is a considerable difference. Since I’ve stood up and decided that I’m not going to do it any more, I feel liberated. I don’t care if my book is read a lot or a little, if it gets a lot or a few reviews. I will believe in myself and in what I do, I will give it the value it deserves and, if it ends up submerged in the depths of anonymity, at least I will have a clear conscience for having done what I was truly convinced of. I refuse to continue to contribute to other people’s posts and to feed instagram accounts.
From now on, when I give away my books, it will be only and exclusively because I do it from my heart (as I have done on countless occasions), not so that someone feels obliged to review them. Can you imagine writers like Delibes, Ken Follet or Stephen King (to give some examples) giving away their books in exchange for reviews? I certainly don’t.
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July 28, 2021
Bookcrossing
He decidido retomar una iniciativa que un día me comentó una compañera hace unos años y que me pareció maravillosa. Seguramente la mayoría ya habréis oído hablar alguna vez del BookCrossing. Básicamente consiste en dejar un libro en un lugar público para que otro lector lo recoja, lo lea y después lo vuelva a compartir. Es decir, ese libro se convierte en un libro viajero para que cualquiera pueda recogerlo y disfrutarlo. La única consigan es soltarlo otra vez para que otro pueda leerlo.
[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." data-large-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." src="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." alt="" class="wp-image-3058" srcset="https://arielzoriondotcom.files.wordp... 190w, https://arielzoriondotcom.files.wordp... 380w, https://arielzoriondotcom.files.wordp... 95w" sizes="(max-width: 190px) 100vw, 190px" />Photo by rikka ameboshi on Pexels.comExiste una web que se llama precisamente BookCrossing en la que además este proceso está organizado de tal manera que se le asigna un código al libro que vas a liberar y, quien lo recoge, puede hacer una entrada en el diario de la web. Esto permite, además, seguirle la pista a tu libro y saber por dónde se ha movido.
Os recomiendo sin duda que la visitéis si os interesa el tema porque podréis conocer iniciativas interesantes que tienen y conocer un poco más sobre esta bella propuesta que permite a los libros seguir vivos y no abandonados en un estante.
[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." data-large-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." src="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." alt="" class="wp-image-3056" srcset="https://arielzoriondotcom.files.wordp... 300w, https://arielzoriondotcom.files.wordp... 600w, https://arielzoriondotcom.files.wordp... 150w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px" />Photo by Nubia Navarro (nubikini) on Pexels.comYo he decidido que lo voy a hacer con los libros que escribo. En la primera página incluiré una nota para quien lo recoja. Ojalá muchos lectores los disfruten y los compartan. ¿Os animáis a participar?
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July 27, 2021
Nos estamos quedando sin tiempo
Hubo un tiempo en el que este mástil estaba en mitad de la arena…Parece una exageración pero no lo es. Más bien creo que me he quedado corta porque tal vez estemos ya en el tiempo del descuento. Cuando ayer paseando junto al mar vi estas imágenes que tienes delante de tus ojos me asusté y me preocupé de verdad. Esta playa solía tener una gran extensión de arena para que los bañistas cada verano la ocupasen con sus toallas y sombrillas. Y cada verano parecía haber cada vez más y más gente, sin límite aparente ni real. Muchas veces se habla en esta zona de traer más arena, de rellenar las playas, de cubrir las que son de piedras con arena de otras de los alrededores, etcétera. No es más que una forma imponer nuestra tiranía sobre la naturaleza y de anteponer el turismo y los beneficios económicos a todo lo demás. Y no lo entiendo, cada vez me cuesta más.
Ha llegado un momento en el que el mar parece haberse hartado y ha dicho: “hasta aquí”. No hace mucho, apenas un año, curiosamente durante el momento de la pandemia en la que estábamos todos encerrados, el mar recuperó parte del terreno que le habíamos tratado de robar. Decidió que era el momento de recobrar lo que era suyo y de restablecer el orden natural. Nosotros no mandamos, la tierra no es nuestra y no la manejamos a nuestro antojo. Es nuestro hogar y, si no lo cuidamos, tal vez acabe por expulsarnos de él.
Estamos cometiendo tales tropelías contra la naturaleza que ésta parece haberse cansado de tanta generosidad. El mar ha dicho basta y en esta humilde playa de un lugar cualquiera ha decidido que es hora de reconquistar lo que es suyo y expandir sus límites. ¿Estamos dispuestos a escuchar? Me temo que todavía no…
July 26, 2021
Momento de reflexionar
Hay momentos en los que simplemente necesitas parar y reflexionar. De pronto, te das cuenta de que te has dejado llevar, envuelta por una vorágine en la que no te sientes confortable. Porque es incuestionable que, si no dedicamos un tiempo de forma recurrente a pensar en lo que estamos haciendo, puede que llegue el momento en el que no nos reconozcamos en las acciones que protagonizamos.
Sé que lo que estoy diciendo parece un galimatías, pero nada más allá. Vivimos rodeados por múltiples influencias. Las redes sociales son un ejemplo claro. A través de ellas se difunden mensajes que no siempre son fiables y, además, pocas veces están contrastados. Pero, además, en dichas redes, a veces hay como trenes de acción, corrientes o modas que empiezas a seguir sin apenas plantearte las repercusiones. Y, pensándolo bien, tiene todo el sentido que se llamen redes porque te enmarañan y enredan sin que apenas te des cuenta.
[image error]Pexels.com" data-medium-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." data-large-file="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." src="https://arielzoriondotcom.files.wordp..." alt="" class="wp-image-3007" />Photo by Pixabay on Pexels.comSeguro que como la mayoría, suelo tratar de mantenerme fiel a mis valores e ideas, lo que no significa que sea inflexible. Escucho y observo con atención para saber qué me conviene y que está bien y que no. Sin embargo, en Instagram me he dejado llevar por corrientes que no van con quién soy o cómo soy en un hecho concreto. He cedido a la tentación de hacer lo que se entiende como colaboraciones, lo que en realidad no es otra cosa que regalar tus libros a bookstagrammers para que los reseñen y pongan el oportuno post en su perfil. En muchas páginas web y blogs sobre escritura y cómo promocionar tu libro, he visto como lo recomendaban. Después de un tiempo y de pararme a pensar, creo que es un tremendo error.
Tenemos que valorar nuestro trabajo, la ilusión que ponemos en lo que hacemos y el esfuerzo que implica. Yo escribo porque me gusta y no me supone ningún sacrificio sino todo lo contrario. Pero de ahí a regalar mi trabajo hay una diferencia considerable. Desde que me he plantado y he decidido que ya no lo voy a hacer más, me siento liberada. Me da igual si se lee mucho o poco mi libro, si obtiene muchas o pocas reseñas. Voy a creer en mí y en lo que hago, voy a darle el valor que merece y, si acaba sumergido en las profundidades del anonimato, al menos tendré la conciencia tranquila por haber hecho aquello de lo que verdaderamente estaba convencida. Me niego a seguir contribuyendo al postrero de otros y a alimentar cuentas de instagram.
A partir de ahora, cuando regale mis libros será sólo y exclusivamente porque lo hago de corazón (como he hecho en incontables ocasiones), no para que alguien se sienta obligado a reseñarlo. ¿Os imagináis a escritores como Delibes, Ken Follet o Stephen King (por poner algún ejemplo) regalando sus libros a cambio de reseñas? Yo desde luego no.
Pues eso.
¿Y tú qué opinas?
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July 18, 2021
Longevity
Photo by Jordan Benton on Pexels.com
Recently in the wonderful and long-lived (no coincidence here) program Informe Semanal on TV 1 of Televisión Española they showed a wonderful report. Actually, it was one of many, because if there is one thing I would highlight about this program is precisely its quality.
In this case, the report talked about life expectancy and how people over 100 years old have ceased to be a rara avis and have become almost commonplace. In fact, Spain in particular is one of the eight countries in the world with more people in this age range, Japan being the undisputed king in this statistic. I guess the inhabitants of Okinawa fatten this statistic a lot.
Photo by Vlad Cheu021ban on Pexels.comThere is an abundance of scientific literature about what kind of lifestyles help us to have a longer life expectancy and, not only that, but to arrive in the best possible conditions at advanced ages. Diet is a fundamental element, perhaps the pillar around which everything else revolves, but it is by no means the only one. When we talk about healthy lifestyle habits we usually refer to our physical health, but what about our emotional and mental health?
Regular physical exercise, drinking water, staying active at different levels, cultivating enriching personal relationships, staying away from intoxicating habits such as tobacco or alcohol, as well as learning new things and introducing changes in our daily life are some of the keys to take into account in our way of living. And reading, reading a lot, is one of the few activities that, according to neuroscience, activates all areas of our brain at the same time.
In successive articles, I will break down each of them in more depth. In this one that you are reading right now, I want to highlight what caught my attention yesterday from this report. On the one hand, the general good condition of the people they interviewed in this age group. On the other hand, the common link between them of this active life until the end. And finally, their attitude, far from defeatist pessimism and fear of death, an attitude brimming with enthusiasm and desire to live because, while they are here, they will enjoy it with all five senses.
I loved how one of them, a prolific 85-year-old artist, commented the following (approximately, because I don’t remember the literal words) in relation to his sculptures: “what you can tell when you are over eighty years old you can’t tell when you are younger. Besides, I am in a moment in which what I do I want to do well, not because of the possible benefits or opinions of others, but because it is good in itself, intrinsically”.
Do you think that at a certain age we free ourselves from certain ties? I would love to hear your opinion. Leave your comment below or tell me about it via email or my social networks.
Translated with http://www.DeepL.com/Translator (free version)
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