Aimar Rollán's Blog, page 3

September 22, 2020

Equinoccio de otoño

 Hoy, 22 de septiembre del 2020, se produce el equinoccio de otoño en el Hemisferio Norte. Es importante tomar conciencia de este suceso astronómico, ya que el Sol, cada año nos muestra su sabiduría a través de su danza cíclica en el cielo.


Equinoccio significa 'igual noche', ya que la duración del día y de la noche son iguales durante los dos equinoccios, el de primavera y el de otoño. Durante los equinoccions hay un equilibrio entre la noche y el día, entre la luz y la oscuridad. Ese equilibrio dura poco, pues en el caso del equinoccio de otoño, las sombras van ganando terreno, mientras en el de primavera, es la luz la que avanza, día a día, hasta llegar al solsticio de verano, en el cenit del año.

Equinoccio de otoño

Es importante darse cuenta de que todo en la vida no es lineal, sino cíclico. Todo funciona por ciclos de tiempo, que vuelven, que se renuevan, que se suceden, que regresan... Ciclos que indican diferentes etapas, periodos, situaciones, edades...

Hay un tiempo para la primavera, un tiempo para el verano, un tiempo para el otoño y un tiempo para el invierno. Quien no comprende esto, aún no comprende los secretos de la vida. Hay un tiempo para la niñez, para la adolescencia, para la madurez, para la vejez... Quien no comprende esto, lejos está de la sabiduría. "Hay un tiempo para cada cosa, y una cosa para cada tiempo", recuerda bien este refrán popular.

El verano, la época luminosa y plena, no puede durar para siempre; ha de dejar paso al otoño. Pero no para siempre, nada es lineal; solo hasta el próximo verano. Solo hasta el próximo ciclo; hasta que el tiempo, en su renovación, vuelva a su misma posición.

Hoy entramos en el punto cero de libra, en su oposición al punto cero de aries (que marca el inicio del año astronómico). El sol sigue cayendo hacia el invierno, hacia su punto más bajo y peligroso, pero no para siempre, solo hasta el próximo ciclo.

El verano pasó, ahora toca prepararse para el otoño. Toca aceptar ciertas cosas, toca, quizá, abandonar la alegría opulosa del verano, para a modo de transición, prepararnos para la seriedad del invierno. Toca, quizá, dejar las niñerías para pasar a la edad adulta. Toca, quizá, hacer frente a cargos de responsabilidad y madurez.


El 2020 parece que pasará a la historia como un año difícil, pero no será el primero ni el último. No os preocupéis, la primavera y el verano volverán. Olvidad el pensamiento lineal; adoptad el pensamiento cíclico. Esto pasará, igual que ha pasado otras veces. Las pandemias llegan, se quedan y se van; las crisis económicas, al igual que el Sol en el cielo, alcanzan su apogeo, su cenit, para luego descender hasta su ocaso. Pero no para siempre, no, solo hasta el próximo ciclo. Nada nuevo hay bajo el sol.

Así que prepárate para el otoño, con su belleza y particularidades. Prepárate también para el invierno, que llegará tras el otoño; y nuevamente no pierdas la esperanza aunque las cosas se pongan feas y oscuras, porque la primevera volverá. Volverá..., y volverá a marcharse para dar paso a la siguiente estación, en unos ciclos perfectos de renovación, en los que nosotros, como actores, pasearemos por ellos, con excesiva euforia o angustia quizás, si olvidamos esta ley cíclica, si perdemos el equilibrio. Pero para eso está el maestro Sol, para recordarnos a través de sus equinoccios la importancia de mantener el equilibrio, sean las circunstancias que sean.


Aimar Rollán

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Published on September 22, 2020 09:58

August 9, 2020

CUENTOS Y DESENCUENTROS. Sinopsis y valoraciones

Mientras termino de escribir mi próxima novela, que será mi primera gran novela, aprovecho para recordar el éxito precedente de mi libro Cuentos y desencuentros , publicado en 2017.


Cuentos y desencuentros
Os presento un informe de lectura que me hizo un lector profesional de una editorial de renombre.


Informe de lectura:


Sinopsis:

La persona, el hombre y sus necesidades de amor y afecto reflejadas en cuentos de vida, en cuentos quizá anecdóticos donde el tiempo, la casualidad y la decisión son indispensables. Tiempos lejanos, cercanos e inmediatos; puntuales en los que uno se juega la existencia. Lugares lejanos, cercanos e inmediatos; a veces desconocidos en los que uno se juega el futuro. Juegos de presente y futuro en los que el pasado apenas cuenta.  Él y ella en el juego de la vida.

Argumento: 

Cuentos y desencuentros es un libros de relatos cortos que enseñan realidades de la vida a modo de ejemplos anecdóticos que les ocurren a cualquier desconocido, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia. Se trata de un canto a la humanidad, a la necesidad de que el hombre es un hombre, que una persona es una persona, un ser humano necesitado de afecto, muy seguramente descolocado en un mundo de soledades. Y esta es su moraleja: el amor, ese afecto que puede acabar en amor está en el aire, a la vuelta de la esquina, en cualquier sitio, solo hace falta que se den esas circunstancias misteriosas para que se cumpla sin negar la valentía de aceptar el deseo de ser feliz, la realidad ansiada de ser feliz.

Puntos positivos:

Cuentos y desencuentros es una lectura entretenida de anécdotas y vivencias capitales en la vida de cada uno de sus protagonistas, muchos llegan al alma haciendo desear sean un inicio de toda una novela, otros se quedan en anécdotas puntuales que hacen pensar, de hecho es como si fuese un libro de pensamientos extendidos.

En todos ellos se describen situaciones donde el espacio y el tiempo tienen un papel muy limitado a ser complemento de una historia humana vistiéndola, la mayoría de veces con el éxito y otras con el fracaso, sin entrar en culpas ni causas porque a veces son meras ilusiones.

En general, es un muy buen estudio del factor humano y sus reacciones frente a sus necesidades afectivas de toda índole, incluyendo vicios como el trabajo o el juego. Todo reflejado en cuentos que abordan un romanticismo no pastoril edulcorado, pero sí real e ilusionante, porque despierta el lado sentimental del lector identificándose en ocasiones con algún protagonista, y es que son cuentos con moraleja, fábulas de posibles vidas de cualquier tipo. Cuentos incluso aleccionadores.

Puntos a mejorar:

A buen entendedor, pocas palabras bastan, y aunque es una lectura muy entretenida y con clara intención afectiva en el lector, la variedad no es suficiente para decir que son demasiados. Cada cuento es toda una lección ejemplarizante, en la que el lector necesita un poco de pausa, no para entenderla, sino para vivirla, porque son escenas que pueden llegar al sentimiento pero también tienen su profundidad, sea escasa o suficiente.

Valoración comercial: 
Sin duda es un libro de fácil y muy ágil lectura, en la que el lector aprende a ser, pero sobre todo a aceptar que en ocasiones el atrevimiento, que no el descaro, puede llevar a consecuencias deseadas. Es un canto a la humanidad, al respeto, a reconocer que todos somos personas con nuestras familias y amistades, o no, simplemente personas solas que no quieren estarlo, y aun pudiendo, sustituyen su humanidad por algo que les dé un papel a ellos mismos sin caer en la cuenta de que nadie les reconocerá, de que acabarán en la soledad más absoluta. En definitiva un buen libro de lectura, entretenido más que interesante, curioso incluso para personas. Merece un 9. 
Valoración literaria: 
Cuentos bien construidos en base a toda una intención. Pequeñas novelas lineales de corte romántico que transcurren en escenarios justos y concretos como para desarrollar un pequeña obra de teatro que anime a comentarios y diálogos entre los asistentes. Cuentos y anécdotas en tiempos cortos, y no tanto de personas que viven una experiencia encarada al futuro pero que se desarrollan en un presente de pasado olvidadizo. Sus personajes atienden a esa intención clara aleccionadora y animosa que se respira en todo el libro, aunque por algún motivo siempre es el hombre el protagonista principal, el que se acerca a vivir esa relación y que a veces por cobardía o por nada se trunca.

Es una novela que se lee por partes (cada cuento) y cada una tiene su mensaje, pero también se puede leer en conjunto atendiendo a la premisa de que todos somos humanos que vivimos nuestros espacios, aunque a veces el tiempo nos juegue malas pasadas, porque el tiempo también tiene lo suyo. 
En sus páginas esconde cierta crítica a la humanidad actual, enfrascada en la destrucción y no en la construcción, ya no solo a nivel humano sino planetario, viviendo una vida demasiado científica. Merece un 9. 


Se ha dicho de este libro :

"Este libro es una recopilación de cuentos y relatos, algunos de tinte histórico, otros más de tipo románticos, pero todos ellos coinciden en que son historias pequeñas que encierran grandes ideas, que contienen mensajes implícitos, indirectos, relatos que tratan acerca de los misterios de la vida. Historias que hablan acerca de encuentros y desencuentros, sobre el azar, las casualidades, las elecciones y el destino. Como suele ocurrir con los libros de este estilo, hay cuentos que me han gustado y que disfrute más que otros, como ser “Epístola” que ha sido uno de mis favoritos. Rescato en particular del libro las numerosas frases que se pueden extraer y que te provocan esa necesidad de releerlas hasta hacerlas propias, y los tantos mensajes que en pocas palabras el autor tan bien logra transmitir. Es un libro fresco, que entremezcla ficción y realidad, acercando al lector en forma de cuento algunas experiencias personales vividas por su autor, ideal para leer de a ratos que, ya sea por varios o por uno solo de los relatos, deja su huella en el lector."


¿Qué leo? Fanáticos lectores



Por si todavía no lo has leído, lo puedes comprar en papel en las principales librerías de España (Editorial Literarte), o a través de Amazon en cualquier lugar del mundo, en formato digital.

A la venta en Casa del Libro
Casa del libro. Aimar Rollán

A la venta en Kindle Amazon


Gracias a todos los que lo habéis leído y colaborado con su difusión.


Aimar Rollán
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Published on August 09, 2020 12:02

March 20, 2020

��Qu�� libro leo? La Il��ada y la Odisea

��Qu�� podemos leer en estos d��a de cuarentena y confinamiento? Ahora que tenemos tanto tiempo libre, la lectura es un h��bito saludable y enriquecedor, y ante los millones de t��tulos disponibles, os ir�� recomendando algunos. Empezar�� por los cl��sicos de los cl��sicos: la Il��ada y la Odisea.
Empezad por la Il��ada, porque es necesario en estos d��as de incertidumbre y temor, recuperar el valor, acompa��ado por los grandes h��roes de anta��o, que dieron forma a este poema ��pico, el m��s grande de todos los tiempos, atribuido a Homero.

La Il��ada

Para que el ��nimo no se nos encoja en el pecho ante la visi��n del enemigo, emulemos a Aquiles, Ulises, Ayax, Diomedes, Agamen��n, Menelao���, y todos aquellos esforzados guerreros que pelearon durante tanto tiempo frente a las puertas de Troya.

La vida es una batalla, una guerra; la vida es lucha��� Y ahora m��s que nunca. Lucha contra los enemigos, los visibles y los invisibles; lucha contra nuestros miedos y mayores demonios personales; contra las saetas del d��a y las de la noche (las que se ven y las que no se ven, como los virus invisibles).

Peste y el miedo

La Il��ada, escrita en verso, aunque tambi��n pueden encontrarse traducciones en prosa, es poseedora de una belleza incalculable, a la vez que es la fuente de nuestra cultura occidental. Nadie muera sin haberla le��do, como m��nimo una vez.

Cuando superemos la crisis sanitaria, y venzamos al coronavirus, tendremos por delante otra gran tarea, la de reconstruir la econom��a y el estado de bienestar en el que antes viv��amos. ��Tama��a odisea ser�� esa! Y para entonces, que mejor que la lectura de la Odisea, para imitar al muy esforzado Ulises, que tantos infortunios y pruebas tuvo que superar para regresar al hogar patrio, en la isla de ��taca, junto a su amada Pen��lope.

La Odisea
Las ra��ces de la cultura cl��sica est��n en estas dos obras, y a pesar de que siempre es buen momento para leerlas, por su universalidad y atemporalidad, este es un momento m��s que id��neo, para recuperar ese estado de ��nimo noble y ��pico, del que fueron portadores los grandes h��roes de anta��o.

Mi recomendaci��n pues es esta, sin ning��n g��nero de dudas: ��Leed la Il��ada y la Odisea! No os defraudaran.


Aimar Roll��n
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Published on March 20, 2020 04:59

¿Qué libro leo? La Ilíada y la Odisea

¿Qué podemos leer en estos día de cuarentena y confinamiento? Ahora que tenemos tanto tiempo libre, la lectura es un hábito saludable y enriquecedor, y ante los millones de títulos disponibles, os iré recomendando algunos. Empezaré por los clásicos de los clásicos: la Ilíada y la Odisea.
Empezad por la Ilíada, porque es necesario en estos días de incertidumbre y temor, recuperar el valor, acompañado por los grandes héroes de antaño, que dieron forma a este poema épico, el más grande de todos los tiempos, atribuido a Homero.

La Ilíada

Para que el ánimo no se nos encoja en el pecho ante la visión del enemigo, emulemos a Aquiles, Ulises, Ayax, Diomedes, Agamenón, Menelao…, y todos aquellos esforzados guerreros que pelearon durante tanto tiempo frente a las puertas de Troya.

La vida es una batalla, una guerra; la vida es lucha… Y ahora más que nunca. Lucha contra los enemigos, los visibles y los invisibles; lucha contra nuestros miedos y mayores demonios personales; contra las saetas del día y las de la noche (las que se ven y las que no se ven, como los virus invisibles).

Peste y el miedo

La Ilíada, escrita en verso, aunque también pueden encontrarse traducciones en prosa, es poseedora de una belleza incalculable, a la vez que es la fuente de nuestra cultura occidental. Nadie muera sin haberla leído, como mínimo una vez.

Cuando superemos la crisis sanitaria, y venzamos al coronavirus, tendremos por delante otra gran tarea, la de reconstruir la economía y el estado de bienestar en el que antes vivíamos. ¡Tamaña odisea será esa! Y para entonces, que mejor que la lectura de la Odisea, para imitar al muy esforzado Ulises, que tantos infortunios y pruebas tuvo que superar para regresar al hogar patrio, en la isla de Ítaca, junto a su amada Penélope.

La Odisea
Las raíces de la cultura clásica están en estas dos obras, y a pesar de que siempre es buen momento para leerlas, por su universalidad y atemporalidad, este es un momento más que idóneo, para recuperar ese estado de ánimo noble y épico, del que fueron portadores los grandes héroes de antaño.

Mi recomendación pues es esta, sin ningún género de dudas: ¡Leed la Ilíada y la Odisea! No os defraudaran.


Aimar Rollán
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Published on March 20, 2020 04:59

March 26, 2019

Reflejos

 Segunda edición del libro Reflejos.5 capítulos nuevos.

Reflejos libro




Versión gratuita en PDF

https://www.dropbox.com/s/y8lkmpwxo0t7rt9/ReflejosAimarRollanLibre.pdf?dl=0

A la venta en papel y en formato Kindle en Amazon en este enlace.
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Published on March 26, 2019 13:09

December 29, 2018

El sesgo del superviviente

La historia está escrita por los vencedores, o más concretamente, por los supervivientes. Por tal motivo, nunca tendremos una visión total de la historia, si además le sumamos un mecanismo psicológico muy presente en nuestra naturaleza humana: el llamado “sesgo del superviviente”.
La vida, ahora y siempre, es dura, peligrosa, misteriosa… Con un enemigo mortal llamado muerte siempre acechándonos. Debido a ello, nuestro cerebro, en su afán por lograr un poco de optimismo y luminosidad, desarrolló un mecanismo infantil de percepción de la realidad: el de centrarse solo en los logros de los triunfadores, de los supervivientes, tratando de no ver, o de correr un tupido velo sobre todos aquellos que no lo consiguieron.

El sesgo del superviviente
Se cuenta la anécdota de que esté concepto surgió en la Segunda Guerra Mundial, cuando unos ingenieros británicos se plantearon reforzar los aviones con planchas dobles de acero en aquellas zonas que habían observado más propensas a recibir disparos en los aviones que volvían de la batalla. Pero fue un perspicaz matemático el que hizo la siguiente observación: “Lo que tenemos que hacer no es reforzar las zonas con agujeros de bala, sino las que no tienen agujeros de bala, porque esos agujeros denotan que han vuelto… El problema son todos aquellos aviones que no han vuelto, aquellos que no han regresado de la batalla, aquellos que han sido derribados…”.

Aun sabiendo esto, necesitamos del sesgo del superviviente. Cada vez que emprendemos algo, ya sea abrir un negocio, apostar por una profesión, aventurarnos en algo peligroso o ir a ver a un anciano, necesitamos saber que tenemos grandes posibilidades de triunfar.

¿Sabéis cuántas marcas de coches había a principios del siglo XX? Unas 900; de esas, solo unas pocas hoy persisten y somos capaces de recordar sus nombres. ¿Sabéis cuántos escritores, pintores, inventores, emprendedores, actores, deportistas… han triunfado en proporción a los que no lo han hecho? La historia no recuerda el nombre de los perdedores, solo el de los ganadores, el de los supervivientes, y por eso nos parece que todo es fácil; que si nosotros lo intentamos, lo conseguiremos, y que si el vecino lo ha intentado y no lo ha conseguido, es porque ha sido torpe o estúpido.

Triunfadores
Ese es el sesgo del superviviente… Algo necesario, pues si no la cobardía, o la exacta inexacta ciencia de la estadística nos impedirían emprender nada, hacer nada, arriesgarnos por nada. Cada vez que vamos a la guerra, una parte de nuestro cerebro necesita saber que va a volver. Cada vez que tomamos una decisión importante, nos fijamos en aquellos que triunfaron y los tomamos como modelo. Cada vez que oímos la noticia de que alguien ha superado un cáncer, nos olvidamos de los millones que no lo hicieron. Cada vez que vamos a un asilo de visita, necesitamos creer que nosotros también llegaremos a viejos, “porque ahí hay muchos viejos”, y no vemos la cantidad de “jóvenes” que se quedaron en el camino, que no llegaron.

No sabemos dónde recibieron los balazos los aviones que no regresaron, no sabemos las vidas ni los esfuerzos de quienes no triunfaron. No podemos saberlo, y quizá ni siquiera debamos, en honor a la verdad; a la verdad de nuestra propia supervivencia.

Faltan unas pocas horas para llegar, como supervivientes del 2018, al año 2019. Nos parece una obviedad, pero muchos no lo han conseguido, no han llegado. Este artículo está dedicado a ellos.

Aimar Rollán

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Published on December 29, 2018 05:36

December 20, 2018

Acrasia

Hay una palabra griega poseedor de un significado muy interesante: se trata de acrasia, que significa “falta de dominio de sí mismo”.
¿Cuántas veces nos han asaltado nuestros demonios? ¿Cuántas veces hemos cedido al vicio y a aquellas inclinaciones que son perjudiciales para nosotros, aun sabiendo las posibles consecuencias? La acrasia, la “no fuerza”, el “no dominio de uno mismo”, he aquí a uno de nuestros mayores enemigos, junto con la procrastinación (postergar la acción), que, casualmente, comparte esa misma raíz griega.

Acrasia
Ceder a la falta de dominio propio y postergar las buenas acciones, en pos de la satisfacción inmediata de los sentidos, he aquí el mecanismo de esta trampa. ¿Cómo y por qué caemos con tanta frecuencia, si sabemos las consecuencias, si estamos informados? ¿Es inevitable la tentación? ¿Están las tentaciones diseñadas para que caigamos en ellas? ¿O todo es más simple? Según dicen los psicólogos, la necesidad de satisfacer los deseos en el “aquí y ahora” es más fuerte que todas las buenas razones que podamos imaginar a largo plazo.

Por eso, esto lleva a la falta de dominio, a la falta de disciplina y planificación, a postergar la acción y a dejarnos llevar… Esto es una autopista directa hacia la falta de éxito en cualquier área de nuestra vida, o hacia el fracaso, si así queréis mejor llamarlo.

La raíz de todas las debilidades de carácter y de todas las adicciones está en la acrasia; la raíz del fracaso también subyace en la acrasia, junto con las ruinas personales en las que se convierten muchas vidas debido a esa inclinación a la incontinencia y a ese cese de la virtud de la  crasia  –sin la a; en griego antiguo la a al principio de una palabra es una negación o su opuesto. En este caso, crasia es la virtud de la fuerza o el dominio de sí mismo.

Se cuenta la anécdota, para ilustrar este concepto, del genial escritor francés Victor Hugo, que tenía que acabar de escribir una novela en un plazo determinado a exigencias de su editor, pero este gran personaje era muy dado a salir a la calle, a socializar y a distraerse con otros menesteres –con la consecuente pérdida de tiempo y energía para escribir que ello supone–, así que, incapaz de vencer su acrasia de forma directa, optó por un medio indirecto para vencerla: metió toda su ropa en un armario que cerró con llave para así no poder salir a la calle. Y semidesnudo, acabó en las sucesivas semanas una de las que serían sus grandes novelas para la posteridad.


Victor Hugo - Acrasia - Anécdota
Yo personalmente he quitado de mi casa la televisión e Internet –grandes ladrones de tiempo y energía–, con la esperanza de así poder contener un poco mi acrasia y mi procrastinación para limpiar un poco mi vida de aquellos obstáculos que me impiden realizar aquello que tengo que realizar. Ahora detecto un nuevo enemigo en mi camino: la curiosidad vana… Pero de eso, ya hablaremos en otra historia.

Cada uno tiene que identificar su acrasia, su enemigo –o enemigos–, y tratar de vencerlos, pero buscando un medio indirecto, ya que casi nadie es lo suficientemente fuerte como para vencer a esos monstruos encarándolos frente a frente. 

Aimar Rollán 
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Published on December 20, 2018 15:31

ACRASIA

Hay una palabra griega poseedor de un significado muy interesante: se trata de acrasia, que significa “falta de dominio de sí mismo”.
¿Cuántas veces nos han asaltado nuestros demonios? ¿Cuántas veces hemos cedido al vicio y a aquellas inclinaciones que son perjudiciales para nosotros, aun sabiendo las posibles consecuencias? La acrasia, la “no fuerza”, el “no dominio de uno mismo”, he aquí a uno de nuestros mayores enemigos, junto con la procrastinación (postergar la acción), que, casualmente, comparte esa misma raíz griega.

Acrasia
Ceder a la falta de dominio propio y postergar las buenas acciones, en pos de la satisfacción inmediata de los sentidos, he aquí el mecanismo de esta trampa. ¿Cómo y por qué caemos con tanta frecuencia, si sabemos las consecuencias, si estamos informados? ¿Es inevitable la tentación? ¿Están las tentaciones diseñadas para que caigamos en ellas? ¿O todo es más simple? Según dicen los psicólogos, la necesidad de satisfacer los deseos en el “aquí y ahora” es más fuerte que todas las buenas razones que podamos imaginar a largo plazo.

Por eso, esto lleva a la falta de dominio, a la falta de disciplina y planificación, a postergar la acción y a dejarnos llevar… Esto es una autopista directa hacia la falta de éxito en cualquier área de nuestra vida, o hacia el fracaso, si así queréis mejor llamarlo.

La raíz de todas las debilidades de carácter y de todas las adicciones está en la acrasia; la raíz del fracaso también subyace en la acrasia, junto con las ruinas personales en las que se convierten muchas vidas debido a esa inclinación a la incontinencia y a ese cese de la virtud de la  crasia  –sin la a; en griego antiguo la a al principio de una palabra es una negación o su opuesto. En este caso, crasia es la virtud de la fuerza o el dominio de sí mismo.

Se cuenta la anécdota, para ilustrar este concepto, del genial escritor francés Victor Hugo, que tenía que acabar de escribir una novela en un plazo determinado a exigencias de su editor, pero este gran personaje era muy dado a salir a la calle, a socializar y a distraerse con otros menesteres –con la consecuente pérdida de tiempo y energía para escribir que ello supone–, así que, incapaz de vencer su acrasia de forma directa, optó por un medio indirecto para vencerla: metió toda su ropa en un armario que cerró con llave para así no poder salir a la calle. Y semidesnudo, acabó en las sucesivas semanas una de las que serían sus grandes novelas para la posteridad.


Victor Hugo - Acrasia - Anécdota
Yo personalmente he quitado de mi casa la televisión e Internet –grandes ladrones de tiempo y energía–, con la esperanza de así poder contener un poco mi acrasia y mi procrastinación para limpiar un poco mi vida de aquellos obstáculos que me impiden realizar aquello que tengo que realizar. Ahora detecto un nuevo enemigo en mi camino: la curiosidad vana… Pero de eso, ya hablaremos en otra historia.

Cada uno tiene que identificar su acrasia, su enemigo –o enemigos–, y tratar de vencerlos, pero buscando un medio indirecto, ya que casi nadie es lo suficientemente fuerte como para vencer a esos monstruos encarándolos frente a frente. 

Aimar Rollán 
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Published on December 20, 2018 15:31

July 14, 2018

Hasta que el cuerpo aguante

“Hasta que el cuerpo aguante”, ese debería de ser el primero de todos los mandamientos; la más importante de todas las instrucciones: “Vivirás en este planeta al que has sido arrojado, hasta que el cuerpo aguante”.
Jamás precipitaremos antes nuestra huida de este planeta, nuestro fin de la partida, nuestra vuelta a casa… Estaremos aquí hasta que el cuerpo aguante.

No importa cuán duro la vida golpee.
No importa cuánto nos queme la vida en la piel.
No importan las tormentas emocionales que a veces nos sumen en la desesperación.
No importa que el cuerpo esté quebrado y el ánimo destruido.
No importa que el suelo nos abrase los pies.
No importa que no nos podamos mover.

Estaremos por aquí, rondando, hasta que el cuerpo aguante.

Hasta que el cuerpo aguante
¿Por qué digo esto? Porque la vida no siempre va bien; porque la vida, a pesar de ser maravillosa, sumamente maravillosa —que nadie tenga ninguna duda de esto—, a veces nos regala duras lecciones en forma de enfermedades, accidentes, rupturas emocionales, muertes de seres queridos, quiebras económicas, hambre, sed, dolor, penurias, infortunios y tribulaciones; y muchas personas, demasiadas, se quitan la vida por su propia mano, en uno de los actos más deplorables que existen: el suicidio. Y uno se puede suicidar de forma súbita, o lentamente.

No importa cuán duro te estrangule la vida, ¡aguanta!, ¡resiste! ¡Hasta que el cuerpo aguante!
¿Qué hace falta para ello? Dos cosas: resistencia y resiliencia. Resistencia física y resiliencia anímica, para soportarlo todo, hasta que el último soplo de resistencia y resiliencia expiren, y nos hagan regresar al Reino del que partimos.

Todos nos vamos a morir, esa también es una realidad, pero debemos esperar hasta que llegue nuestra hora de partir, bien sea porque el cuerpo no aguanta más de viejo, porque no soporta una terrible enfermedad, porque un accidente físico lo destroza hasta el punto de no poder seguir viviendo, o porque nuestro corazón se detiene… Pero siempre, recuérdalo, hasta que el cuerpo aguante, no antes.

Aquí estamos para disfrutar de la vida y para aprender el máximo número de lecciones que podamos, mientras nuestro cuerpo físico resista las inclemencias del tiempo y de los años. Hay lecciones muy llevaderas y placenteras, al igual que hay lecciones terribles. Bien sabido es que lo agradable es fácil de soportar y que nadie que viva bien desea morir; mas también es cierto que ante el infortunio y las duras lecciones que la vida a veces también nos da, uno desea regresar al hogar de dicha de donde surgimos, abandonando este valle de lágrimas, esta escuela de lecciones dulces y amargas, este escenario donde los seres nos convertimos en personas que, con una máscara en la cara, interpretamos personajes de teatro, ora en comedias, ora en tragedias.

Disfruta plenamente la vida sin perder tu ética y moral. ¡Vive y aprovecha al máximo tratando de aprender las lecciones que la vida te ponga enfrente, y encara con valor todo lo que ante ti se revela!

¿Hasta cuándo? Lo he dicho muchas veces ya: hasta que el cuerpo aguante.


Aimar Rollán
Fragmento del libro Reflejos
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Published on July 14, 2018 02:59

April 11, 2018

Presentación del libro Cuentos y desencuentros

El próximo 23 de abril, Día del Libro, presentaré el libro Cuentos y desencuentros en la Librería Cámara de Bilbao, en colaboración con la Editorial Literarte.

Cuentos y desencuentros libro AImar Rollán
Lugar: Librería Cámara. C/ Euskalduna 6. Bilbao
Hora: 23 de abril a las 19:30

¡Os esperamos!
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Published on April 11, 2018 05:48