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August 24 - September 7, 2021
si es posible perderse en un territorio, también lo es extraviarse mentalmente, perder el rumbo en sentido figurado y literal, desorientarse y desaparecer.
ALICIA MOGOLLON liked this
Dejar la puerta abierta a lo desconocido, la puerta que da a la oscuridad. Es de ahí de donde vienen las cosas más importantes, de donde venimos nosotros mismos y también a donde iremos.
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«¿Cómo emprenderás la búsqueda de aquello cuya naturaleza desconoces por completo?».
Las cosas que deseamos son transformadoras, y no sabemos, o bien solo creemos que sabemos, qué hay del otro lado de esa transformación.
¿cómo emprender la búsqueda de cosas que, en cierto modo, tienen que ver con desplazar las fronteras del propio ser hacia territorios desconocidos, con convertirse en otra persona?
La labor de los artistas es abrir puertas y dejar entrar las profecías, lo desconocido, lo extraño;
Pero los científicos transforman lo desconocido en conocido, lo capturan como los pescadores capturan los peces con sus redes; los artistas, en cambio, te adentran en ese oscuro mar.
¿Cómo se calculan los elementos imprevistos? Parece tener que ver con el arte de reconocer el rol de lo imprevisto,
Calcular los elementos imprevistos quizá sea precisamente la operación paradójica que la vida más nos exige que hagamos.
la virtud que puede tener un hombre de encontrarse sumergido en incertidumbres, misterios y dudas sin sentirse irritado por conocer las razones ni los hechos».
«Perderse, en cambio, en una ciudad como quien se pierde en el bosque, requiere aprendizaje».
perderse es estar plenamente presente, y estar plenamente presente es ser capaz de sumergirse en la incertidumbre y el misterio. Y no es acabar perdido, sino perderse, lo cual implica que se trata de
una elección consciente, una rendición elegida, un estado psíquico al que se accede a través de la geografía.
muchas personas nunca disuelven sus ejércitos, nunca van más allá de lo que conocen.
A causa del miedo de sus padres a las cosas espantosas que podrían ocurrir (y que en verdad ocurren, pero muy de vez en cuando), quedan privados de las cosas maravillosas que ocurren casi siempre.
Me pregunto cuáles serán las consecuencias de tener a esta generación bajo arresto domiciliario.
Hay todo un arte en el prestarle atención al tiempo, a la ruta que sigues, a los hitos del camino,
También hay otro arte, el de encontrarse a gusto en lo desconocido sin que esto cause pánico
o sufrimiento, el arte de encontrarse a gusto estando perdido.
«la clave para sobrevivir es saber que te has perdido»:
Mis habilidades no son nada especial, pero parece que nunca llego más que a coquetear con perderme, por calles, senderos, rutas y a veces a campo
me ofrecen un descanso temporal de mi propia biografía
Esas ocasiones en que algún detalle arquitectónico o alguna vista que no había notado en todos estos años me
dicen que nunca he sabido realmente dónde estaba, ni siquiera cuando estaba en casa.
No perderte nunca es no vivir, no saber cómo perderte acaba contigo,
Para Woolf, perderse era más una cuestión de identidad que de geografía, un ferviente deseo (incluso una necesidad imperiosa) de no ser nadie o de ser cualquier otra persona, de liberarse de las cadenas que nos recuerdan quiénes somos, quiénes los demás creen que somos.
ese amor por el otro que es también un deseo de conectar con el misterio que eres tú mismo a través del misterio que son los demás.
No se trata de estar perdido, sino de intentar perderte.
ese vagar puede conducir a la muerte, a la pérdida de la esperanza, a la locura, a distintas formas de desesperación, o que puede dar lugar a encuentros con otras fuerzas en los lugares remotos a los que llega la persona errante.
Te pierdes porque sientes el deseo de estar perdido, pero en ese estado que denominamos perdido se encuentran cosas extrañas.
la justicia es algo mucho más complicado e incalculable de lo que a menudo nos imaginamos; que, si al final todo va a quedar compensado, ese final está más lejos de lo que pensábamos y resulta mucho más difícil de medir.
Vete al infierno, pero sigue avanzando una vez que estés ahí y sal transformado.
Las fotografías también parecían cartas, cartas de la baraja del mundo, en la que cada ser vivo describe una historia, una forma de estar en el mundo, un conjunto de posibilidades, y las cartas de esa baraja están siendo descartadas una tras otra.
Igual que las cartas de tarot, la flora y la fauna podrían leerse una y otra vez, no solo por separado sino también combinadas, en las combinaciones eternamente cambiantes de una naturaleza que cuenta sus propias historias e influye en las nuestras,
Perder cosas tiene que ver con la desaparición de lo conocido, perderse tiene que ver con la aparición de lo desconocido.
O bien te pierdes tú, y en ese caso el mundo se ha vuelto mayor que tu conocimiento de él.
En ambos casos hay una pérdida de control.
si olvidas el pasado pierdes la sensación de la pérdida, lo que supone perder el recuerdo de una riqueza desaparecida y de una serie de pistas que te guían por el presente; no es un arte de olvidar, sino de saber dejar atrás.
Tenía en la cabeza una imagen nítida de un libro que no existe.
Y es que, al fin y al cabo, realmente no se trata de una pregunta sobre si se puede conocer lo desconocido, si es posible llegar a ese destino, sino sobre cómo emprender la búsqueda, cómo hacer el viaje.
investigar y aprender es, sin más, una reminiscencia».
Sócrates dice que puedes conocer lo desconocido porque lo recuerdas.
el azul del lugar donde la tierra parece fundirse con el cielo, es un azul más intenso, más onírico, un azul melancólico,
El color de esa distancia es el color de una emoción, el color de la soledad y del deseo, el color del allí visto desde el aquí, el color de donde no estás. Y el color de donde nunca estarás.
El azul es el color del anhelo por esa lejanía a la que nunca llegas,
Tratamos el deseo como si fuera un problema a resolver; nos centramos en aquello que deseamos y ponemos la atención en lo deseado y en cómo conseguirlo en lugar de en la naturaleza de ese deseo, su sensación, aun si a menudo es la distancia que existe entre nosotros y el objeto de deseo lo que llena el espacio entre ambos con el azul del anhelo.
valorar el deseo como una sensación en sí misma, ya que es tan inherente a la condición humana
si es posible contemplar la distancia sin querer recortarla, apropiarnos del anhelo tal como nos apropiamos de la belleza de ese a...
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la consecución y la llegada solo trasladan algo de ese anhelo...
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Aquí reside el misterio de por qué las tragedias son más hermosas que las comedias y por qué algunas canciones e historias tristes nos producen un inmenso placer. Siempre hay algo que nos queda lejos.