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su mente se transforma de modos que no podemos ver pero que contienen todas las semillas de su éxito futuro.
La manera en que esos maestros pasan por esta fase se deriva en alto grado de una comprensión intuitiva de lo más importante y esencial para su desarrollo, pero al estudiar lo que hicieron podemos aprender lecciones inapreciables. De hecho, un examen atento de su vida revela un patrón que trasciende sus diversos campos, lo que indica la existencia de una especie de aprendizaje ideal para la maestría.
Cuando salimos del estado de dependencia juvenil, en realidad no estamos listos para manejar la transición a una fase totalmente independiente. Llevamos con nosotros el hábito de aprender de libros o maestros, lo que es en gran medida impropio para la fase práctica y autónoma de la vida que viene después. Tendemos a ser socialmente ingenuos y a estar impreparados para los juegos políticos al uso. Aún inseguros de nuestra identidad, creemos que lo que importa en el mundo del trabajo es llamar la atención y hacer amigos.
Si nos vamos adaptando con el paso del tiempo, podríamos hallar finalmente nuestro camino; pero si cometemos demasiadas equivocaciones, nos crearemos un sinfín de problemas. Pasaremos demasiado tiempo enredados en dificultades emocionales y jamás tendremos suficiente desapego para reflexionar y aprender de nuestras experiencias.
Ésta es la fase de la vida en la que finalmente declaramos nuestra independencia y establecemos quiénes somos.
la meta de todo aprendizaje no es el dinero, una buena posición, un título o un diploma, sino la transformación de tu mente y de tu carácter, la primera transformación en el camino a la maestría.
Se sirvió del peligro y las dificultades para medir sus progresos. Adopta tú ese mismo espíritu y ve tu aprendizaje como una especie de trayecto en el que habrás de transformarte en algo más,
observación profunda (el modo pasivo), adquisición de habilidades (el modo práctico) y experimentación (el modo activo).
El error más grande que puedes cometer en los meses iniciales de tu aprendizaje es creer que tienes que llamar la atención, impresionar a la gente y mostrar tu valía. Estas ideas dominarán tu mente y la cerrarán a la realidad que te rodea. Toda atención positiva que recibas será ilusoria; no se basará en tus habilidades ni en nada real, y se volverá en tu contra. En cambio, reconoce la realidad y ríndete a ella, atenuando tus colores y manteniéndote en segundo plano tanto como sea posible, con una actitud pasiva que te brinde margen para observar.
Si impresionas a la gente en esos primeros meses, debería ser a causa de la seriedad de tu deseo de aprender, no porque pretendas llegar a la cima antes de estar preparado para ello.
La segunda realidad que observarás son las relaciones de poder dentro del grupo: quién tiene el verdadero control; a través de quiénes fluyen todas la comunicaciones, quién va en ascenso y quién en declive.
Eres como un antropólogo que estudia una cultura extraña, y que debe estar a tono con todos sus matices y convenciones.
Primero, conocer tu entorno por dentro y por fuera te ayudará a desenvolverte en él y evitar costosos errores.
Segundo, la aptitud para observar cualquier entorno desconocido se volverá en ti una habilidad crucial de por vida.
Paso dos: adquisición de habilidades. El modo práctico
Reduce cuanto puedas esas aptitudes a algo simple y esencial, el núcleo de aquello para lo que
debes ser bueno, habilidades que puedes practicar.
el mejor sistema que se haya inventado hasta la fecha para desarrollar habilidades y obtener conocimientos tácitos: el sistema de aprendizaje de la Edad Media.
diez mil horas, suficientes para establecer un nivel excepcional de habilidad en un oficio.
El modelo natural para aprender, basado en gran medida en el poder de las neuronas espejo, descansaba en observar e imitar a otros y repetir después esa misma acción una y otra vez.
Aun en el caso de aptitudes eminentemente mentales, como programar computadoras o hablar un idioma extranjero, aprendemos mejor mediante la práctica y la repetición, el proceso natural del aprendizaje.
Primero, es esencial que comiences con una habilidad que puedas dominar y que sirva de base para adquirir otras.
Evita a toda costa la idea de que puedes aprender varias aptitudes al mismo tiempo.
A todo lo largo de la vida encontrarás situaciones tediosas y debes cultivar la aptitud de manejarlas con disciplina.
Cuando comienzas algo nuevo, gran número de neuronas de la corteza frontal (el área de mando más elevada y consciente del cerebro) se activan para ayudarte a aprender.
Es mejor dedicar dos o tres horas de concentración intensa en una aptitud que ocho de concentración difusa.
Debes estar lo más atento posible a lo que haces.
Probar algo una y otra vez te afianza en la realidad, lo que te hace plenamente consciente de tus insuficiencias y de lo que puedes conseguir con más trabajo y esfuerzo.
Lo que brinda placer inmediato acaba por parecer una distracción, un entretenimiento vacío para pasar el tiempo. El verdadero placer procede de vencer retos, sentir seguridad en tus aptitudes, conseguir fluidez en tus habilidades y experimentar el poder que esto conlleva.
diez mil horas. Ésta parece ser la cantidad necesaria de tiempo de práctica de calidad para alcanzar un alto nivel de destreza,
Paso tres: experimentación. El modo activo
El futuro de las ciencias no está en la mayor especialización, sino en la combinación e intergeneración de conocimientos de diversos campos.
El futuro pertenece a quienes adquieren más habilidades y las combinan en formas creativas.
busca la manera de trabajar con las manos o de conocer mejor la operación interna de las máquinas y dispositivos tecnológicos que te rodean.
Para erigir bien cualquier cosa
debes conocer el proceso de construcción y poseer las habilidades necesarias para practicarlo.
En este mundo no harás nada que valga la pena si no empiezas por desarrollarte y transformarte a ti mismo.
Valora el aprendizaje más que el dinero
Valora en cambio el aprendizaje sobre todo lo demás.
Si tu aprendizaje debe hacerse sobre todo en tu tiempo libre, elegirás un lugar que te permita pagar tus cuentas, quizá uno que mantenga activa tu mente pero que también te brinde tiempo y espacio mental para trabajar por tu cuenta.
Al final, gracias a que valoraste el aprendizaje sobre lo demás, habrás sentado las bases para tu expansión creativa y el dinero no tardará en llegar.
Amplía siempre tus horizontes
la realidad de la fase de aprendizaje: nadie va a ayudarte ni orientarte. De hecho, todo está en tu contra. Si deseas tener un aprendizaje, si quieres aprender y prepararte para la maestría, debes hacerlo solo y con una
energía descomunal. Cuando inicias esta fase, sueles hacerlo en la posición más baja. Tu acceso al conocimiento y la gente está limitado por tu condición.
Leer libros y materiales aparte de los requeridos es siempre un buen punto de partida.
Convive con tantos tipos de personas como te sea posible. Esos círculos se ampliarán poco a poco. Cualquier escolaridad adicional contribuirá a la dinámica. Sé implacable en la búsqueda de nuevos horizontes. Cada vez que sientas instalarte en un círculo, sacúdete y busca nuevos desafíos,
Recupera tu sensación de inferioridad
Lo que impide a la gente aprender, aun algo tan difícil como el pirahã, no es el tema en sí –la mente humana tiene capacidades
ilimitadas–, sino ciertas deficiencias de aprendizaje que tienden a enconarse y crecer en nuestra mente a medida que envejecemos.
Esta sensación de inferioridad los dota del ansia de aprender.