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by
Carlos Salas
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August 20 - September 16, 2022
expliquen algo de su vida mediante un cómic, dibujándolo como cuando eran niños
Luego, cada alumno entrega su dibujo a la persona de al lado, quien tiene que interpretarlo. Suelen acertar en el 80% del relato.
Otra prueba infalible es suponer que tienen que explicar a un sordo acciones diarias como ‘quiero un café’, ‘dame una taza de té, ‘planeta Tierra, o ‘un avión despega’.
es lo mismo que hacen los sordos con el lenguaje de signos. Este lenguaje está basado en muchas expresiones que cualquier persona podría entender porque imitan objetos naturales. Son pictogramas.
Nuestra mente procesa mejor las palabras que puedan ser transformadas en imágenes. No abuses de los ideogramas. Presenta pictogramas.
Te atreves a soñar?”.
Las cosas no pueden subir y bajar al mismo tiempo. No pueden acelerar y frenar a la vez. Tampoco pueden crecer y disminuir. Son contradicciones espacio-temporales. El cerebro no puede procesarlas.
“reducción del superávit”
Una de las peores locuciones económicas es “crecimiento negativo”.
Eso se arregla eliminando el mayor número de verbos negativos y sustantivos negativos o de prohibición, y poniendo la frase en afirmativo:
Cuando hay dos o más verbos de oposición como bloquear, rechazar, suspender, eliminar… saltan chispas en el cerebro. Es una especie de cortocircuito.
Estancado, aumento, bajada... Todo en una línea. Vaya confusión mental.
A veces, es mejor molestarse en escribir un poco más con tal de que el lector entienda los complejos mecanismos económicos.
Caer de una altura y estar por encima de algo es cognitivamente inconsistente.
‘Más’ y ‘menores’ se contraponen. El arreglo es muy fácil.
Donald Trump reanudará la deportación de 800.000 jóvenes indocumentados, tras eliminar el programa que los protegía.
La mente humana se bloquea ante las contradicciones cognitivas como cosas que suben y bajan al mismo tiempo, o que se mueven y están detenidas a la vez.
Los conectores son esas pequeñas locuciones que empleamos para conectar una oración con otra, o un párrafo con el siguiente. Pero su abuso puede llegar a dar una impresión agotadora.
Los conectores sirven para enlazar oraciones y párrafos, pero intenta suprimirlos para comprobar si la frase ha perdido su sentido.
Uno de los errores más comunes consiste en decir lo mismo al principio de una frase que al final, aunque con otras palabras.
intentamos aclarar una idea, y somos tan persistentes, que no nos damos cuenta de que repetimos lo mismo una y otra vez.
si empieza con un “para”, o con un “el objetivo es”, o “con el propósito de”, “con el fin de”. Todas esas locuciones se pueden sustituir por la preposición “para”.
Al escribir, no nos damos cuenta de que repetimos los mismos grupos de palabras (preposiciones) al principio y al final, con lo cual repetimos la misma idea.
En absoluto. El ojo humano va saltando de siete en siete letras (la media está entre siete y nueve). Se llama movimiento sacádico. Más o menos es así.
Es parecida a la función de ‘autocompletar’ de los móviles, cuando, con unas pocas letras, el programa predice qué es lo que queremos escribir y lo rellena.
En ese minuto se produce algo maravilloso en la mente humana, pues convierte unos signos arbitrarios como el abecedario, en formas y conceptos a los cuales da sentido, y de los cuales extrae mucha información.
La lectura es probablemente la habilidad más extraordinaria del ser humano. Lo que ignora la mayoría de la gente es que nuestro cerebro jamás se construyó para leer.
“Nada en nuestra evolución nos pudo preparar para absorber lenguaje a través de la visión”,
Nuestra especie tiene unos 300.000 años, pero los primeros alfabetos aparecieron en los últimos cinco mil años.
Un niño tarda meses en andar y hablar, pero tarda años en leer y escribir bien.
Nuestro cerebro es tan plástico que entiende las palabras a pesar de que estén escritas en cursiva, en negrita, en MAYÚSCULAS y hasta mal ‘ecsitras’.
64574M05 MUCH0 713MP0 D3 NU357R4 V1D4 C0N57RUY3ND0 4L6UN4 C054 P3R0 CU4ND0 M45 74RD3 UN4 0L4 LL364 4 D357RU1R 70D0. S010 P3RM4N3C3 L4 4M1574D, 3L 4M0R Y 3L C4R1Ñ0, Y L45 M4N05 D3 49U3LL05 9U3 50N C4P4C35 D3 H4C3RN05 50NRR31R.
Cuantas más letras tiene una palabra, es más difícil de entender. Por lo tanto, cuantas más palabras largas tenga un texto, tanto más costará entenderlo.
En resumen, frases largas y palabras largas dificultan la lectura.
Resumiendo: un texto plagado de palabras largas tiene un doble efecto sobre la comprensión lectora. En primer lugar, se tarda más en leer. Y en segundo lugar, hay un riesgo claro de que ‘cueste más’ leerlo.
El cliente pagará más por algo que está escrito de forma compleja y con frases muy largas, y pagará menos por algo sencillo y con frases cortas.
Cuanto más cortas sean las palabras, son más comprensibles para la mente y se leen más rápido.
Construir una oración larga sin que el lector pierda el hilo de la narración es una artesanía que solo dominan los buenos escritores.
¿Qué ha tenido tanto éxito: el empresario o la serie?
“Serial Hero es una serie de podcasts que ha tenido un enorme éxito en EEUU, y que trata de un empresario”.
No se sabe si es el chavismo o la oposición quien ha tenido éxito en la calle. Hay que arreglarlo siendo más específico.
Dado que la mente del lector no tiene tiempo ni ganas de detenerse y sacar conclusiones lógicas (nunca obligues a un lector a leer dos veces una oración),
el escritor tiene que resolver el problema cognitivo por la vía de repetir ciertas palabras clave como ‘chavismo’ y cambiando el tiempo verbal.
Las oraciones largas o de relativo corren el riesgo de introducir más de un sujeto. Hay que releerlas y reescribirlas para evitar las confusiones.
Cuando se manejan magnitudes, no hay que obligar al lector a realizar cálculos mentales. Es un desgaste cognitivo.
Es mejor facilitarle la lectura, realizando el cálculo.
Otro error muy habitual consiste en no aclarar una cifra relativa.
Una pequeña precisión convierte un dato en una información relevante a nivel cognitivo. El cerebro del lector no tiene tiempo para hacer cálculos.
A continuación voy a explicar cómo expresar magnitudes usando comparaciones visuales.
La acumulación de porcentajes causa un lío mental al lector y al final, acaba obligándole a abandonar la lectura.
